Hasta el final del camino

By Andrea_ma21

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Después de la extraña desaparición de su alfa, Nevan se encuentra solo en su nueva vida. Sin nadie que pueda... More

PERSONAJES
PROLOGO
CAPITULO 1
CAPITULO 2
CAPITULO 3
CAPITULO 4
CAPITULO 5
CAPITULO 6
CAPITULO 7
CAPITULO 8
CAPITULO 9
CAPITULO 10
CAPITULO 11
CAPITULO 12
CAPITULO 13
CAPITULO 14
CAPITULO 15
CAPITULO 16
CAPITULO 17
CAPITULO 18
CAPITULO 19
CAPITULO 19
CAPITULO 21
CAPITULO 22
CAPITULO 23
CAPITULO 24
CAPITULO 25
CAPITULO 26
CAPITULO 27
CAPITULO 28
CAPITULO 29
CAPITULO 30
CAPITULO 31
CAPITULO 32
CAPITULO 33
CAPITULO 34
CAPITULO 35
CAPITULO 36
CAPITULO 37
CAPITULO 38
CAPITULO 39
CAPITULO 40
CAPITULO 41
CAPITULO 42
CAPITULO 43
CAPITULO 44
CAPITULO 45
CAPITULO 46
CAPITULO 47
CAPITULO 48
CAPITULO 49
CAPITULO 50
CAPITULO 51
CAPITULO 52
CAPITULO 53
CAPITULO 54
CAPITULO 55
CAPITULO 56
CAPITULO 57
CAPITULO 58
CAPITULO 59
CAPITULO 60
CAPITULO 61
CAPITULO 62
CAPITULO 63
CAPITULO 64
CAPITULO 65
CAPITULO 66
CAPITULO 67
CAPITULO 68
CAPITULO 69
CAPITULO 70
CAPITULO 71
CAPITULO 72
CAPITULO 73
CAPITULO 74
CAPITULO 75
CAPITULO 76
CAPITULO 77
CAPITULO 78
CAPITULO 79
CAPITULO 80
CAPITULO 81
CAPITULO 82
CAPITULO 83
CAPITULO 84
CAPITULO 85
CAPITULO 86
CAPITULO 87
CAPITULO 88
CAPITULO 89
CAPITULO 90
CAPITULO 91
CAPITULO 92
CAPITULO 93
CAPITULO 94
CAPITULO 95
CAPITULO 96
CAPITULO 97
CAPITULO 99
CAPITULO 100
CAPITULO 101
CAPITULO 102
CAPITULO 103
CAPITULO 104
CAPITULO 105
CAPITULO 106
CAPITULO 107
CAPITULO 108
CAPITULO 109
CAPITULO 110
CAPITULO 111
CAPITULO 112
CAPITULO 113
CAPITULO 114
CAPITULO 115
CAPITULO 116 (FINAL)

CAPITULO 98

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By Andrea_ma21

Los exámenes llegaron a su fin antes de lo esperado, Scott volvió a casa el mismo que termino, tal y como había prometido a su padre. Orión se sintió triste cuando vio que el beta preparaba la maleta, insinuando que podía quedarse más tiempo con ellos, tenían planeado ir a un pequeño viaje y querían invitarlo. Scott rechazó la oferta, se sentía demasiado cansado para ir a ningún lado.

Los cuchicheos, las burlas y las quejas de algunos de los estudiantes siguieron hasta el final de curso. Scott estaba harto de escuchar como hablaban de su relación con Oliver como si supieran como fue en realidad, muchos de ellos defendían a Jax, en su mayoría eran omegas. Jax comenzó a contar que fue un beta quien le quito a su pareja, ya que él interfirió en su relación, dando pistas de quien podía ser. Los que conocían a Scott, empezaron a mirarlo mal. Orión se enfrentaba a cualquiera que hiciera un comentario hiriente contra su amigo.

-Pequeño Scott, sabes que esta es tu casa ¿verdad? – Orión se sonó la nariz de manera estridente. – Puedes venir cuando quieras. – Scott intento huir de sus brazos, pero fue inútil. – Mi pequeño Scott, quédate con nosotros, yo te cuidaré.

-Orión, su padre lo esperando en el portal. – el alfa hizo una gran mueca. – No es el fin del mundo, sabías que volvería a casa cuando el curso acabará.

-¿Por qué tuvo que ser tan pronto? – se quejó. – Ya me había acostumbrado a él, ahora a quien molestaré cuando me vaya a dormir, Tania no comprendes mi dolor. – Scott se rio del drama que estaba formando su amigo.

-Nos veremos en unas semanas, cuando volváis del viaje. – sonrió. – Espero encontrarme mejor para entonces, a lo mejor podemos ir a la playa o al lago, ya veremos.

Scott se escabullo de un nuevo abrazo antes de que Orión efectuara su ataque, el alfa se sorprendió al ver la rapidez de su amigo, Scott no iba a dejar engañarse de nuevo. Los abrazos de Orión podían ser eternos si él se lo proponía.

-Envíanos un mensajes cuando llegues, por favor. – el beta asintió. – Recuérdalo, envíanos el mensaje cuando llegues a casa. – Orión se acercó a él con disimulo. – No es necesario que se lo envíes a Tania, si no quieres... - sonrió con picardía. – Conmigo es suficiente.

-Te estoy escuchando. – la omega golpeo la nuca de su compañero. – Scott, envía el mensaje a quien quieras. – le guiño el ojo. – Tan solo nos tienes que decir que llegaste bien a casa ¿Vale? – sonrió. – Pronto nos veremos, Lily también tiene pensado venir con nosotros ¿Estás seguro de que no quieres? – asintió. – Tenía que probarlo, te queremos pequeño Scott.

El señor Taylor se despidió de ellos desde la calle, el beta pudo ver como los compañeros de su hijo salieron a despedirlo. Orión gritaba el nombre de Scott desde el balcón, mientras Tania pellizcaba su brazo para que no llame tanta la atención.

-Compórtate ¿Quieres? – le regaño. – Todo el mundo te está mirando. – se quejó. – Estás haciendo que Scott se ponga rojo, se más serio. – el alfa grito con todas sus fuerza. – Serás idiota...

-Scott, te queremos... - el beta sonrió. – Ten buen viaje, recuerda enviarme el mensaje a mí... - rio de manera escandalosa. – Nos vemos, pequeño Scott.

Scott se escondió rápido, antes de que Orión siguiera gritando. Su padre comenzó a reír al verlo, le gustaba ver que su hijo estaba feliz, aunque gruñera por lo bajo de lo dramático que podía llegar a ser el alfa. Podía ver como brillaban sus ojos cuando hablaba de ellos, eso le daba a entender que eran muy buenos amigo.

-Papá, vámonos rápido, antes de que todo el barrio se entere. – sonrió. – Orión seguirá gritando hasta que nos vayamos.

-¿Te lo has pasado bien con ellos? – asintió. – Mi príncipe ¿has avisado a Oliver de que volvías a casa? – la sonrisa del beta se borró. – Él tampoco sabía que te vas a cambiar de universidad.

-Está ocupado, no quiero molestarlo, papá. – respondió con resquemor. – Es mejor así, no te preocupes, Lily se lo habrá dicho.

Su madre lleno su habitación de globos para su llegada, junto a un cartel de bienvenida. En el salón había un gran pastel de frambuesa, el favorito de Scott acompañado de unas copas y un refresco. Habían preparado su llegado, junto a los padres de Lily y Oliver, los cuatro le esperaban allí.

Lily intentó evadir los temas de conversación que tenían que ver con Oliver, aunque era imposible. Scott le había pedido a su amiga que no contará lo que había pasado entre ellos, ya que su hermano no les había dicho nada sobre su relación con él, sería extraño decirles que habían roto. Oliver le envió una pequeña felicitación por haber terminado el curso.

-Insistió en que te lo entregará. – sonrió Lily. – No lo leas si no quieres, mi hermano solo quería que lo tuvieras.

-¿Él se quedará en la universidad? – asintió. – El año que viene es el último curso ¿verdad?

-Oliver va a trabajar este verano para tener dinero, quería continuar en la universidad... - Scott suspiro. – No quería molestarte, por eso ha decido no venir aquí este verano.

-No era necesario que hiciera eso. – Lily lo abrazo. – Puede ir a su casa, que yo no quiera verlo, no significa que no pueda venir.

-Piensa que lo mejor es mantener la distancia, Oliver aún está triste por lo sucedido. –el beta aparto la mirada. – Ese idiota de Jax, insiste en que él es suyo y no deja de molestarlo, mi hermano ha bloqueado su número, así que le envía cartas.

-¿Qué quieres que haga yo? – ella encogió sus hombros. – Es lo mejor para los dos, Oli lo eligió a él.

Las primeras tres semanas fueron tranquilas. Scott reorganizo su habitación, guardando algunos cuadros que ya no le gustaban y escondiendo los que había dibujado sobre Oliver. No podía creer que tuviera tantos dibujos de él. Libretas llenas de bocetos para Oliver descansaban en su cama. No le había enseñado esos dibujos a nadie, tan solo él los conocía. Solía hacerlos cuando todos estaban dormidos, para que no le pregunte qué estaba haciendo. Scott ponía énfasis en las marcas de Oliver, le gustaba perfilar el rostro del beta para que se viera más atractivo, incluso se atrevió a dibujarlo desnudo, algunas veces junto a él. Adoraba sus ojos, así que había páginas donde los analizaba.

-Fue una pérdida de tiempo. – se decía mientras los guardaba en una caja. – Le diré a papá que los lleve al trastero. – suspiro. – También puedo dárselos a Lily ¿no? – rio. – Sería extraño, Scott, darle un dibujo de...

-¿Con quién hablas, mi vida? – Scott se sonrojo al ver a su madre. – Llevas tiempo aquí, estaba preocupada ¿Qué estás haciendo?

-Nada... - aparto la mirada. – Solo guardar cosas innecesarias, le diré a papá que lo lleve al trastero, así tendré más espacio y podré comprar más libreta. – rio nervioso. - ¿Por qué estás ahí? Mamá ¿no tenías que ir a comprar?

-Venía a preguntarte si querías venir conmigo, pero veo que estás ocupado. – Scott oculto el bulto de sus pantalones con la tapa de la caja. – Iba a pasar por el centro comercial, papá también viene...

Se cambió rápido de ropa, pensaba que era demasiado sospechoso estar en esa posición. Vigilo que su madre no mire los dibujos de las libretas que estaban en la caja, la miraba de reojo mientras ella ojeaba la libreta que había en su escritorio. Por suerte, era la que usaba para practicar perspectivas, no había nada sospechoso en ellas.

-Has mejorado mucho, mi vida. – lo felicito. – Me sorprende que puedas hacer esto, estoy un poco celosa. – rio. – Aunque me enorgullece decir que mi pequeño es un artista.

-Mamá... - sonrió. – No son tan buenos, he visto muchos mejores que los míos.

-Aun así, puedo seguir diciendo que mi hijo es un artista ¿no? – asintió. – El mejor artista de todos ¿verdad, cariño? – su padre sonrió. – Mira, es un genio, tendremos que comprar otra casa para guardarlos todos.

-No es necesario mamá. – comenzó a reír. – Siempre podemos guardarlos en cajas, habrá más espacio.

-Nuestro príncipe es demasiado bondadoso. – lo abrazo con ternura. – Papá ya se ha encargado de presumir de él, todos conocen al gran Scott Taylor.

Su padre se escapó con Orión, cuando se encontraron en el centro comercial. Minutos después ambos volvieron con una gran sonrisa y una bolsa enorme. La señora Taylor puso los ojos en blanco al ver lo que había comprado su marido, Scott solo pudo reír, llevaba tiempo diciendo que quería uno.

-Espero que tengas una buena excusa para explicarme porque te has gastado tanto dinero. – su padre sonrió. – Y que sea lo suficientemente buena para no tener que enviarte al sofá lo que queda de la semana.

-Nuestro príncipe necesita un caballete profesional para seguir con su arte. – inflo su pecho orgullos. – El pequeño Orión me ayudo a elegir el mejor, él conoce más que yo todo esto, mira... - le enseño la caja. – Puede llevarlo como una maletita, es muy práctico.

-Por eso te reías cuando te he llamado. – negó con la cabeza. - ¿Qué más has hecho?

-Mi amor, nuestro príncipe necesita pinceles, los suyos están viejos. – la beta suspiro. – Y había una promoción donde vendían también pinturas, así que también lo compre.

-¿Te llevaste toda la tienda? – él estaba feliz, su hijo revisaba todo lo que le habían comprado con gran entusiasmo. – No has comprado nada más ¿verdad?

-Los lienzos estaban baratos, el chico de la tienda... - enmudeció cuando su esposa le estiro la oreja. – Mi amor, todo esto es necesario para Scott, sirve para sus estudios, además, mira... ¡Le encanta!

-Está noche duermes en el sofá. – el hombre hizo un puchero. – Ya me pensaré si mañana duermes en el sofá, según como me despierte.

-Tengo solo un hijo, deja que lo mime un poco. – gruño ofendido. – No hay nada de malo con que lo cuida, además, mira su sonrisa, es hermosa. – quería ablandarla. – No ves lo tierno que es, mi amor, nuestro príncipe es...

-No sigas halagando, no vas a llegar a ninguna parte, tonto.

Orión se llevó a Scott a una pequeña fiesta, el beta se quejó un poco cuando le insistió en ir. Había conseguido convencer a su padre para que lo dejará ir, tan solo necesitaba la aprobación de su madre, fue fácil. Tan solo tuvo que decirle que no había ningún peligro.

-No pongas esa cara, pequeño Scott. – pellizco sus mejillas. – Te lo pasaras bien, estaremos Tania, Lily y nosotros dos. – el beta suspiro. – Ya verás cómo te vas a divertir.

-¿Vas a decirme dónde vas a llevarme? – negó con la cabeza. – Tengo miedo, contigo puede ser cualquier cosa.

-Confía en mí. – inflo su pecho. – Recuerdas lo que me dijiste. – sonrió. – Querías saber cómo era estar en una casa rural ¿verdad? – asintió. – La tía de Tania alquila una, nos ha dejado las llaves este fin de semana. – sonrió. – Hay una piscina, y está cerca de la playa, puedes elegir dónde ir. Será divertido.

El alfa llevó la mochila de Scott para que no pudiera escapar, allí estaban todas las cosas que necesitaba. El señor Taylor había insistido en que llevaran su máquina por si acaso, Scott no la necesitaba tanto como antes, pero le preocupaba que la humedad fuera peligrosa para él.

-Tania y Lily, ya están en la casa, han preparado todo lo necesario para una gran comida de bienvenida. – sonrió. – Tan solo tenemos que ir, nosotros compartiremos habitación, como en los viejos tiempos.

-Solo han pasado unas semanas. – el alfa se rio. – A veces hablas como un anciano.

-Es un viejo hábito que me pegó el dueño del teatro donde trabaja mi padre.

Scott se imaginaba un lugar más pequeño, se sorprendió al ver que la casa contaba con dos plantas. Por lo que le había contado Tania, la primera solo tenía la cocina, el salón, y un baño, las habitaciones se encontraban en la segunda planta, junto a un balconcito que los llevaba al patio. Todo el lugar estaba conectado.

-¿Te gusta? – pregunto Orión ansioso. – Es hermoso ¿A que si? Tenemos suerte de que sea de la tía de Tania, nos lo ha dejado a buen precio. – sonrió. – No te tienes que preocupar por nada, ya está todo pagado.

Lily tomó el sol junto a Scott, aún no le había dicho nada sobre su hermano, era extraño. Ella no perdía la oportunidad de hablar sobre él cuando lo tenía cerca, siempre le comunicaba como estaba, aunque fuera por encima. Scott tragó saliva preocupada, necesitaba de alguna manera saber si estaba bien.

-¿Cómo está Oli? – pregunto con cautela. - ¿Le va bien en el trabajo?

-Se podría decir que si, le gusta bastante. – sonrió, aunque había algo que no le gustaba a Scott. – Ha cambiado un poco ¿Sabes? – suspiro. – Ahora está más serio, mamá está preocupada por él. – el corazón del beta se aceleró. – Nos llama dos o tres veces por día, papá dice que su voz suena diferente, una vez fuimos a verlo y...

-¿Le pasa algo? – Lily no le respondió. - ¿Qué le ocurre?

-Ha perdido demasiado peso en poco tiempo, pero él dice que está bien. – las manos de la beta empezaron a temblar. – Yo creo que miente, mi hermano nunca ha estado tan delgado, da miedo verlo así.

-A lo mejor el trabajo es más pesado de lo que piensas, Oliver suele olvidarse de comer bien cuando está muy estresado. – sonrió. – Pronto estará mejor.

-Eso no es todo, Scott. – hizo una mueca de tristeza. – Para verlo más seguido, hago video llamadas con él, papá y mamá no lo saben, pero Oliver... - apretó sus dientes. – Es mejor que no te lo diga, creo que no interesa ¿verdad? Solo preguntaste como estaba...

Scott comenzó a morderse las uñas nervioso. Los mensajes de Oliver habían dejado de llegarle hacia unos días, justo después de volver de la cena con sus padres, él no se presentó, no entendía porque. Lily tampoco le dio demasiada información, simplemente le sonrió y le dijo que se encontraba bien.

-¿Qué viste en Oli? – le pregunto en el salón. - ¿Qué es lo que te preocupa? Lily.

-No tiene importancia, Scott... - el beta entrecerró los ojos. – Ya sabes como es mi hermano, a veces puede ser torpe.

-¿Qué viste en Oli? – insistió. – Si no te preocupara, no me lo habrías dicho y lo sabes, Liliana.

-No me llames así. – gruño. – Sabes que no me gusta.

-Entonces, dime que pasa con Oliver. – le ordeno un poco molesto. – Si no es importante porque lo ocultas, Lily.

-Creo que son por las cajas que suele cargar. – rasco su nuca nerviosa. – Por ahora solo lo he visto en los brazos, Oliver los intenta ocultar pero los veo igual...

-¿Qué ves? – estaba nervioso. - ¿Qué ves en Oliver? ¿Qué tiene en su cuerpo? Dímelo...

-Son como arañazos, o eso creo, no lo sé... - suspiro. – También he visto algún que otro moratón, él dice que está bien, así que no tengo que preocuparme. – sonrió. – Es bastante torpe, se los habrá echo sin querer.

-¿Estás segura? – asintió. – Si estuvieras tan segura no estarías así de nerviosa. – puntualizo algo asustado. – No sueles darle importancia a esas cosas, pero esta vez sí.

Lily comprobó que Orión estuviera lejos, para que no pudiera escuchar nada. El alfa aún estaba resentido con su hermana, era escuchar su nombre y enfadarse. Tania lo había distraído en la piscina, ahora estaban jugando a ver quién aguantaba más la respiración.

-Jax sigue molestándolo. – sus manos temblaron. – Uno de sus compañeros vino conmigo a clase, él fue quien me lo dijo. – suspiro. – Mi hermano, muchas veces sale para hablar con unos chicos, él dice que huele a alfa cuando entra de nueva a la tienda.

-¿Sabe quiénes son esos chicos? – negó con la cabeza. - ¿Qué le hacen?

-No lo puede ver, una vez intento acercarse pero algo le dijo que no lo hiciera. – algo no estaba bien. – Oliver llega sudado, no dice nada.

-¿Por qué no lo ayudan? – Lily no respondió. – Le están haciendo algo, si nota algo extraño puede que Oli...

-Él no dice nada, así que no pueden ayudarle, han intentado ver lo que le ocurre mediante las cámaras, pero en ninguna sala, dice que se ven en un punto muerto. – suspiro. – Supuestamente, mi hermano se hizo daño en la muñeca cargando unas cajas, mi compañero no piensa lo mismo. – Scott se estaba enfadando. – Cuando salió sus muñecas estaban bien, pero al volver se quejó de que una le dolía, así que lo llevaron al hospital. Tan solo es un esguince, pero no sé lo hizo por cargar cajas, es lo que dijo en doctor, es como si alguien le hubiera pisado, tenía la marca del zapato. Oliver no ha querido decir lo que pasa, a nadie, dice que no es importante.

Esa noche le envió un mensaje a Oliver, con la esperanza que le respondiera. Sus dedos temblaron antes de presionar enviar, nunca antes había estado tan nervioso al enviarle algo, siempre lo había hecho sin pensar.

"Scotty ¿Cómo estás? Hace tiempo que no hablamos ¿verdad?"

"¿Cómo va tu verano? Yo he empezado a trabajar. No tengo mucho tiempo, pero no te preocupes, estoy bien."

"¿Puedo llamarte?" – Oliver no respondió.

"Quiero hablar contigo ¿puedo llamarte ahora?"

"Tengo que irme a dormir, estoy un poco cansado. Tal vez otro día."

"Oli, necesito hablar contigo, por favor."

"Solo un momento, será corto. Menos de cinco minutos, lo prometo."

"Solo cinco minutos, Scotty."

Fingió que se había equivocado cuando le hizo una video llamada, Scott quería ver si lo que decía Lily era cierto, aunque era un poco complicado saberlo. Oliver ocultaba su rostro debajo de una almohada, pudo ver como en su brazo derecho tenía una muñequera, así que lo del esguince parecía creíble. Sus brazos estaban más delgados, eso no le gusto.

-¿Qué ocurre, Scotty? – su voz sonaba ronca. - ¿Estás bien? Veo que no estás en casa, Liliana me contó que teníais planeado ir a una casa rural ¿te lo estás pasando bien?

-Jax ¿te está haciendo algo? – Oliver se quedó inmóvil. – Lily me contó que te enviaba mensajes todo el tiempo ¿te está haciendo algo?

-Scotty, esto me lo hice en el trabajo, no es gran cosa. – sonrió, Scott se fijó en sus ojos. – Apenas me duele no te preocupes, pásatelo bien en la casa rural, yo me tengo que...

-A mí no me puedes mentir, Oli... - el beta se rio. – Sabes que me doy cuenta enseguida cuando intentas mentirme, como ahora.

-Scotty, pequeño escandaloso, estoy bien. – uno de sus ojos estaba hinchado, Scott entrecerró los ojos. – Todo está bien, no te preocupes.

-¿Qué te está haciendo? – Oliver negó con la cabeza. – Oli ¿Qué está pasando? ¿Por qué estás así?

-Estoy un poco cansado, nada importante, todo está bien. – suspiro. – Scotty, me voy a dormir, buenas noches. Te quiero.

-No me cuelgues... - demasiado. – Idiota. – le grito. – Estúpido beta con testosterona.

Oliver no le respondió cuando lo llamó por segunda vez, salto el contestador cuando lo llamó la tercera vez. Tampoco leyó los mensajes que le envió al día siguiente. Lily le pidió que se calmará, se darían cuenta si lo veían tan enfadado.

-Se atrevió a mentirme de nuevo. – respondió furioso. – Está vez en mi cara ¿Cómo se atreve?

-Te dije que no lo llamarás, es mejor que te mantengas al marguen de esto. Oliver sabrá lo que hacer, sabe que puede pedir ayuda si lo necesita.

-Y tú sabes que no lo hará, porque es Oliver. – gruño. – Y algo que lo caracteriza es que se guardó todo para él, como idiota que es.

-Mis padres dice que está bien. – los ojos del beta ardieron. – No te pongas así, Oliver es así...

-¿Dónde trabaja? – Lily no respondió. - ¿Dime donde trabaja? Si no lo haces se lo preguntaré a tus padres, seguro que me lo dirán. ¿En qué tienda está?

-Scott... - él negó con la cabeza. - ¿Qué vas a hacer? ¿Vigilarlo? – sonrió. – Mi hermano se dará cuenta de que está allí.

-Grabaré lo que le hacen para enviárselo a la policía, si Jax está detrás le haré arrepentirse, ahora dime donde trabaja. – Lily se negó a hacerlo. – Si lo encuentro yo, será peor.

-¿Qué vas a hacer? Plantarte allí sin más y defender a Oliver, eso no le gustará y lo sabes. – suspiro. – Mi hermano enloquecerá si te hacen algo. Es mejor que no hagamos nada, él sabrá lo que está pasando.

-De acuerdo... - la mirada de Scott le dio miedo. – No quieres decírmelo ¿verdad? Pues se lo preguntaré a tus padres cuando volvamos.

Scott se presentó en el supermercado donde trabajaba Oliver el mismo lunes que le dijeron donde trabajaba y espero a que el beta saliera para ver lo que ocurría. Dos alfas se presentaron en el lugar, acompañados por Jax, el omega se mostró impasible al ver al beta.

-Hoy tampoco me harás caso... - Oliver lo ignoro. - ¿Vas a hablarme? Te quedarás callado como siempre.

-¿Qué quieres que te digas? – suspiro. – Nunca me haces caso, no quiero seguir saliendo contigo, no me gustas Jax. – empezó a temblar. – No me gustas ¿Cómo te lo tengo que decir?

-Eres asqueroso ¿Sabes? – no respondió. - ¿Por qué insistes en hacer esto? Sabes que será más fácil aceptar mis sentimientos hacia mí ¿verdad?

-Jax... - el corazón de Scott se aceleró, estaba asustado. – Fue un error. – cerró los ojos con tristeza. – No quise hacerlo, no quería tener ningún tipo de relación contigo ¿Cómo te lo puedo decir?

Se escuchó un grito cuando comenzaron a golpear a Oliver, los alfa se detuvieron a buscar al culpable, Jax estaba furioso. Scott se escondió entre dos coches para que no vieran, mientras observaba a Oliver, sabía que él lo había reconocido. Volvió a gritar cuando vio que le querían golpear de nuevo.

-¿Se lo has dicho a alguien? – negó con la cabeza. – No mientas, Oliver.

-Puede que seas unos niños jugando, cerca hay un parque, suelen gritar mucho... - no quería que buscaran a Scott. – Serán los niños, estoy seguro.

Oliver respiro tranquilo cuando les vio marcharse, Scott sostenía su móvil entre las manos, no había podido grabar mucho, le fue imposible seguir viendo como le hacían daño a Oliver. El beta espero a que estuvieran lo suficientemente lejos para llamarlo, él no salió.

-Scotty... - se quejó al ponerse de pie, su vientre dolía debido a la patada que le habían dado. – Pequeño escandaloso ¿Qué haces aquí? – no hubo respuesta. – No te voy a hacer nada, sal, por favor. – no le hizo caso. – Scotty ¿Estás llorando? – negó con la cabeza. – Te puedo escuchar llorar, pequeño escandaloso.

Scott apartó la mirada cuando Oliver lo encontré, el beta sonreía como si no hubiera pasado nada mientras acariciaba sus mejillas. Pudo notar que Scott estaba asustado, que viera lo que pasaba no le gusto para nada. Quería que se olvide.

-¿Por qué has venido? Está lejos de casa... - Scott hizo una pequeña mueca. – Liliana ¿te lo ha contado? – negó con la cabeza. – Puedes mirarme a los ojos, por favor. – no lo hizo. - ¿Estás solo?

-Tan solo pasaba por aquí. – mintió. – Nadie me dijo nada, te lo aseguro.

-Me llamaste hace dos días, preguntándome si estaba bien. – él gruño. – Estaba muy feliz, pude escuchar tu voz de nuevo, Scotty.

-¿Por qué te hace eso? – Oliver beso su mejilla. – Estoy enfadado, no quiero que hagas eso de nuevo.

-Todo está bien, no tienes que preocuparte, pronto se cansaran... - Scott llevó su mano al abdomen de Oliver. – No duele, Scotty, estoy bien.

-No te creo, no estás bien... - refunfuño. – Si estuvieran bien no te quejarías. – Oliver sonrió. - ¿Por qué no dices nada?

-Me lo merezco, pequeño escandaloso. – él negó con la cabeza. – Todo estará bien, no duele. – Scott quería llorar de nuevo. – Jax es un idiota, se piensa que todos deben hacerle caso tan solo porque es omega, pero no te preocupes.

-¿Cuánto tiempo? – Oliver lo abrazo. – No intentes cambiar de tema, deja de acariciarme la espalda.

-Scotty, vuelve a casa ¿vale? – sonrió. – No has visto nada, esto no ha pasado, no le digas nada a Liliana.

-Pero ellos... - pellizco su nariz. – Estoy enfadado contigo, deja de jugar.

-Llamaré a mi papá para que venga a por ti, es muy tarde para que vuelvas solo. – despeino su cabello para provocarlo. – Estás respirando muy rápido, y eso me preocupa.

Scott pudo ver las marcas de los zapatos en la ropa de Oliver, y los moretones en sus brazos. Él no se quejó cuando toco un moratón que tenía encima del codo, tan solo sonrió. Oliver no le diría nada aunque lo hubiera visto.

-Papá vendrá en unos minutos, entremos en la tienda, hace calor aquí. – apretó su mano. – No quiero que te desmayes por el calor, es mejor que me acompañes, no puedes quejarte. – se burló. – Nada de refunfuñar o decir que no es necesario o te haré cosquillas.

-¿Por qué no dices nada? – Oliver se rio. – No me días que te lo mereces, o seré yo quien te golpeo, maldito beta con testosterona.

-Todo va estar bien, pronto se cansará. – le repitió. – Jax debe comprender que no me gusta, y que no conseguirá nada si sigue haciendo esto. – Scott hizo un gran mohín. – Nada de estar triste ¿Cómo estás? Vamos, cuéntame algo sobre ti, Liliana dice que conseguiste una plaza en su universidad. – sonrió. - ¿Es verdad que vas a estudiar diseño de moda? No me lo esperaba, me gustaría ver lo que haces, pequeño escandaloso.

-¿Te duele el pecho? – Oliver negó con la cabeza, sabía lo que significa esa pregunta. – Me dirías que te duele el pecho, para que te cuide verdad.

-Te diré todo lo que quieras saber, Scotty... - Scott suspiro. – No tienes que ponerte triste por está tontería.

-¿Por qué dejas que te golpeen? – el beta aparto la mirada. – No me digas que es porque te lo mereces. – Oliver sonrió. – Debes avisar a alguien, decirle lo que te hace Jax, díselo a tu jefe, o a alguien importante, tu papá puede ayudarte, él te ayudará estoy seguro. 

------

Scott puede estar resentido con Oliver, pero sigue enamorado de él. No le gusta que se guarde lo que pasa para si mismo, piensa que es una locura dejar que Jax lo golpee, él quiere vengarse. 

Espero que os haya gustado :)

Voten y comenten 💕🥰💕🥰💕

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