Hasta el final del camino

By Andrea_ma21

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Después de la extraña desaparición de su alfa, Nevan se encuentra solo en su nueva vida. Sin nadie que pueda... More

PERSONAJES
PROLOGO
CAPITULO 1
CAPITULO 2
CAPITULO 3
CAPITULO 4
CAPITULO 5
CAPITULO 6
CAPITULO 7
CAPITULO 8
CAPITULO 9
CAPITULO 10
CAPITULO 11
CAPITULO 12
CAPITULO 13
CAPITULO 14
CAPITULO 15
CAPITULO 16
CAPITULO 17
CAPITULO 18
CAPITULO 19
CAPITULO 19
CAPITULO 21
CAPITULO 22
CAPITULO 23
CAPITULO 24
CAPITULO 25
CAPITULO 26
CAPITULO 27
CAPITULO 28
CAPITULO 29
CAPITULO 30
CAPITULO 31
CAPITULO 32
CAPITULO 33
CAPITULO 34
CAPITULO 35
CAPITULO 36
CAPITULO 37
CAPITULO 38
CAPITULO 39
CAPITULO 40
CAPITULO 41
CAPITULO 42
CAPITULO 43
CAPITULO 44
CAPITULO 45
CAPITULO 46
CAPITULO 47
CAPITULO 48
CAPITULO 49
CAPITULO 50
CAPITULO 51
CAPITULO 52
CAPITULO 53
CAPITULO 54
CAPITULO 55
CAPITULO 56
CAPITULO 57
CAPITULO 58
CAPITULO 59
CAPITULO 60
CAPITULO 61
CAPITULO 62
CAPITULO 63
CAPITULO 64
CAPITULO 65
CAPITULO 66
CAPITULO 67
CAPITULO 68
CAPITULO 69
CAPITULO 70
CAPITULO 71
CAPITULO 72
CAPITULO 73
CAPITULO 74
CAPITULO 75
CAPITULO 76
CAPITULO 77
CAPITULO 78
CAPITULO 79
CAPITULO 80
CAPITULO 81
CAPITULO 82
CAPITULO 83
CAPITULO 84
CAPITULO 85
CAPITULO 86
CAPITULO 87
CAPITULO 88
CAPITULO 89
CAPITULO 90
CAPITULO 92
CAPITULO 93
CAPITULO 94
CAPITULO 95
CAPITULO 96
CAPITULO 97
CAPITULO 98
CAPITULO 99
CAPITULO 100
CAPITULO 101
CAPITULO 102
CAPITULO 103
CAPITULO 104
CAPITULO 105
CAPITULO 106
CAPITULO 107
CAPITULO 108
CAPITULO 109
CAPITULO 110
CAPITULO 111
CAPITULO 112
CAPITULO 113
CAPITULO 114
CAPITULO 115
CAPITULO 116 (FINAL)

CAPITULO 91

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By Andrea_ma21

La decisión de mudarse fue dura para Oliver, ya no tendría tanto tiempo para ver a Scott y a Lily, además pasaría la mayor parte del tiempo estudiando, así que tampoco podría hablar con ellos. Lo más seguro era que Scott se sintiera un poco triste por estar lejos de él, ya había armado un gran berrinche cuando vio sus maletas en la habitación. Todo el tiempo le preguntaba ¿Por qué se iba? La universidad no estaba tan lejos, podía ir en coche, no entendía su decisión de mudarse tan lejos de allí.

-Oli, no te vayas... - Scott lo abrazaba por la espalda mientras intentaba que no se moviera. – No te vayas, estaré solo si te vas.

-Liliana estará contigo. – el beta se sintió dolido por las palabras. – Aún no has terminado el bachillerato, no puedes venir.

-Oli... - su voz sonaba lastimera, siempre la hacía sonar así cuando algo no le parecía bien. – Oli. – debía ser fuerte, la decisión ya estaba tomado, y también había entregado el primer pago del alquiler. – Oliiii... - hizo un gran mohín, antes de fingir que estaba llorando.

-Vendré tanto como pueda, no te preocupes... - no podía mirarlo a la cara, si lo hacía perdería la batalla. – Vamos, vuelve a casa, va a ponerse a llover no quiero que te enfermes.

Sintió como los brazos de Scott se incrustaron aún más en su cuerpo, no sabía de donde podía sacar tanta fuerza en momentos así. Oliver quería deshacerse de su abrazo sin causarle daño, así que lo tomaba con calma. Pero Scott no le dejaba, no iba a soltarlo por más que lo intentará.

-Scotty, mi papá me está esperando en el coche, no debo llegar tarde... - sus llantos sonaron por todo el parking. – Volveré en unos días, no te preocupes, estaré aquí. – negaba con su cabeza, podía sentirlo en la espalda. – No puedes sobre emocionarte, es malo para ti, así que...

-No puedes irte, no puedes... - Oliver suspiro cansado, era más complicado de lo que pensaba. - ¿Qué pasará si me pongo enfermo?

-Tus padres están en casa, no me preocupo por eso, ellos saben cuidarte muy bien. – sonrió para animarlo. – Además, Liliana está contigo, y mis padres también no estarás solo, lo prometo.

-Pero yo te necesito a ti. – hizo brillar sus ojos para que viera cuan triste estaba, y después dejo caer una lágrima para darle más dramatismo. – Oli, te necesito a ti.

-Ya hemos hablado de esto, pequeño escandaloso... - él inflo las mejillas. – Voy a estudiar, serán unos menos, después volveré, estaremos todo el verano juntos, lo prometo. – no parecía muy convencido. – También intentaré venir en festivos y fines de semana, no te darás cuenta de que no estoy.

Oliver creyó notar que Scott se relajó un poco, su agarre se aflojo, y ya no tenía los ojos tan llorosos. Sonrió aliviado al ver una pequeña sonrisita en su rostro, sin darse cuenta que iba a presenciar un gran escándalo de parte suya. Scott se negaba a dejarlo ir, y se lo demostró con creces.

-¿Qué crees que estás haciendo? – lo regaño. – Bájate de ahí, Scotty. – negó con la cabeza. – Vas a hacerte dañó. – lo miró con indiferencia. – No es momento de jugar, Scotty, bájate del coche ahora mismo. – lo ignoró. – Scotty, bájate de ahí ahora mismo.

Su padre salió de coche al escuchar tanto jaleo, Oliver tiraba de Scott con cuidado para no hacerle daño, mientras él estaba enganchado no sabía cómo al coche de su padre. Oliver le pedía que se soltará y bajase de ahí, sin éxito. Scott negaba con la cabeza mientras se aferraba techo del coche.

-Papá, ayúdame... - le pidió desesperado. – Ha saltado ahí, no sé cómo. – Scott se resistió. – No es momento para actuar así, Scotty... - él le gruño para alejarlo. – Esto no hará que me quede en casa, tenlo por seguro. En el momento que bajes me iré a la universidad.

Dylan se rindió, no podía contra dos críos. Así que pidió refuerzos, llamando a los padres de Scott. Le habían dejado acompañarlo al parking porque iba a despedirse de él, no vieron nada malo en dejar que fuera con ellos. Después iría a casa y esperaría a que Oliver le envíe un mensaje diciendo que había llegado, pero Scott se negaba a hacerlo.

-Scott... - el beta escondió su rostro al oír a su padre. – Esto no es lo que habías dicho antes de bajar. – parecía un poco enfadado. – Bájate, no sigas con esto.

-Mi niño, te harás daño. – su madre en cambio estaba preocupada. – Vamos a casa, he preparado la comida que más te gusta, ven conmigo. – negó con la cabeza. – Mi vida, Oliver tiene que irse, pronto cerrarán la universidad y no podrá entrar, vamos, es un buen chico y baja de ahí. – le gruño. – Scott, no me gusta que actúes así, no te enseñe a ser un chico tan berrinchudo.

Ni siquiera sirvió la ayuda de Lily y su madre, eran seis personas contra uno, y él los estaba ganado. Ya que todos tenían miedo de hacerle daño si lo obligaban a bajar de manera brusca, y también les preocupara que se hiciera daño a él mismo si tiraban con demasiada fuerza.

-Scotty... - miró de reojo a Oliver. – No hagas que sea tan complicado, no será tanto tiempo. – lo volvió a ignorar. – Estaré aquí para tu cumpleaños. – sonrió. – Me tendrás de vuelta dentro de siete días, si bajas del techo podremos despedirnos hasta entonces. – acarició su brazo con cariño. – Te traeré un regalo ¿Qué quieres?

Tenía las mejillas rojas y húmedas cuando decidió bajar, en sus manos había pequeñas marcas por la fuerza que estaba haciendo al intentar detener a Oliver. Scott se volvió pequeño en los brazos del beta cuando este lo abrazo, le suplicaba que no se fuera.

-¿Y si me duele el pecho? – Oliver besó su frente. – Me olvidaré de mis ejercicios, estoy seguro. – le advirtió. – Todo el trabajo que hemos estado haciendo juntos, lo olvidaré y volverá a dolerme el pecho.

-¿Me estás amenazando? – asintió sin remordimientos. – Scotty, no digas esas tonterías. – lo regaño. – Incluso si tengo que hacer video llamadas, harás los ejercicios como siempre. – el beta le hizo una mueca. – Prométeme que no harás tonterías. – lo volvió a ignorar. – Tu mamá me contará todo lo que hagas, me enfadaré mucho si no haces tus ejercicios.

-No sé hacerlos solo. – mintió. – No puedo, son complicados, creo que ya estoy empezado a olvidarlos. – se quejó. – Ves, no puedes irte, seré descuidado si te vas.

Oliver pellizco sus mejillas con cierta maldad, antes de volverlo a regañar. Scott volvió a hacer brillar sus ojos para pedirle que se quede, mientras fingía tener un ataque de tos. Su novio sabía cuándo mentía, era fácil descubrirlo, Scott había aprendido a engañarlo para quedarse más tiempo a su lado, su práctica empezó cuando se enteró de que iba a estudiar en la universidad y se mudaría a una de las casas que estaba cerca. Scott lo miraba de reojo mientras intentaba ocultar su rostro, si no lo veía directamente lo asustaría más.

-¿Eso no es tu tos habitual? – el beta se detuvo. – Scotty, se lo que intentas hacer, pero no lo vas a conseguir. – siguió con su drama. – Puedes provocarte un ataque si sigues así, detente. – no lo hizo. – Scotty, tus padres te están mirando ¿Crees que les gusta lo que estás haciendo? ¿Quieres volver al hospital de nuevo? – negó con la cabeza. – Entonces nada de bromas. – replico. – Voy a darte un abrazó y subiré al coche con mi papá, no quiero que vuelvas a hacer lo de antes, y mucho menos que te provoques la tos.

-Puedo ponerme enfermó, lo sabes ¿verdad? – asintió. – Y ya no estarás cerca para ayudarme.

-Te abrazaré. – sonrió. – Te daré un besó en la mejilla y quiero que me sonrías, sin nada de dramas, también debes hacer tus ejercicios, Liliana te ayudará si son muy complicado. – Scott inflo sus mejillas. – Nada de berrinches, este año por fin serás mayor de edad. – le guiño el ojo y le susurro. – Te cumpliré el deseo que me pediste el año pasado, tan solo si no haces ningún berrinche.

No confiaba demasiado en que Scott asintiera, incluso pensó que haría alguna de las suyas antes de que se fuera. Le sorprendió ver como asintió e hizo todo lo que le dijo. Aunque le advirtió a Lily que no podía tocarlo demasiado durante los ejercicios, ya que no le gustaban sus manos. Oliver lo abrazó con fuerza antes de subir por fin al coche, pudo ver como Scott hacía una mueca de tristeza antes de darle la espalda.

-Solo tú puedes calmarlo. – se asustó al escuchar la voz de su padre. – La señora Taylor, siempre te pide ayuda cuando deben hacerle pruebas.

-No es cierto. – se avergonzó. – Tan solo intento hacer mi mayor esfuerzo para que Scotty esté bien.

-Su madre, me dijo una vez que no sabría que hacer sin ti. – le sonrió con cariño. – Está muy agradecida de que sigas siendo su amigo, a pesar de todo.

Solo Lily sabía que estaban saliendo, Scott se lo contó para que se mantuviera alejado de él. Advirtiéndole que él, era solo para Oliver. Su hermana lo miró extraño cuando Scott lo abrazó como si él fuera lo más importante en aquel lugar y después comenzó a reírse al ver lo cómico de la situación, algo que no le gusto para nada a Scott, sentía que se estaba burlando de él.

-Si, al fin y al cabo soy su mejor amigo. – dijo con orgullo. – Scotty me dio ese título cuando éramos unos niños.

Tenía miedo a contar la verdad, aún recordaba las palabras de su padre cuando intentó escapar con Scott, muchas veces se las repite para que no vuelva a suceder aquello. También podía visualizar a la perfección su mirada cuando le repetía que casi mató a su amigo, y si estaba feliz por hacerlo. No sabía cuál sería su reacción al enterarse de su relación, tampoco es que quisiera saberlo. Una parte de él le decía que estaba haciendo algo mal, y que debía terminar cuanto antes, no quería darle falsas esperanzas a Scott, siempre habría alguien mejor que él para estar a su lado.

-Me aprieta demasiado. – se quejó Scott cuando le explico cómo fue su primera vez con Lily. – No lo hace bien, además... - gruño. – Es desagradable, no me gusta que ponga sus manos sobre mi pecho, no me gusta que me toque.

-¿Tan desagradable ha sido? – el beta asintió sin vergüenza. – Seguro que mi hermana ha intentado hacerlo bien.

-No me gustó, tienes que volver. – Oliver se empezó a reír. – Me toco donde no debía. – inflo su pecho furioso. – Luego se burló de mí, no me gusta, no me gusta para nada.

-No seas tan dramático, seguro que no ha sido para tanto. – Scott comenzó a explicarle todo lo que había hecho mal Lily bajo su perspectiva. – Debía ser duro. – asintió. – Pobre, mi pequeño escandaloso debió sufrir mucho.

-Y luego, fue más malvada. – lo miró con tristeza. – Me hizo mucho daño, no sabe hacer bien, Oli, necesito que vengas para que lo pueda hacer bien. – el beta asintió. – Mira, incluso tengo un arañazo por su culpa, sus uñas son muy largas...

Escucho cada una de las acusaciones de Scott hacía su hermana, incluso le contó que tenía mal aliento para que tuviera piedad de él. Oliver solo le repetía que debía tener paciencia, todos los ejercicios que tenía que hacer eran fáciles, no necesitaba la ayuda de nadie, pero se había acostumbrado a escuchar la voz de Oliver mientras seguía las instrucciones. Lo que más le molestaba es que Lily no dijera nada y se moviera sin avisarle, además tampoco le dejaba descansar entre ejercicio y ejercicio, ya que tenía prisa.

-Golpeo mi trasero con fuerza. – le confesó. – Me hizo mucho daño, Oli, tienes que volver.

-Iré a casa para tu cumpleaños. – no parecía muy feliz. – Solo espera un poquita.

Llego antes de lo esperado, Scott lo estaba esperando en la puerta de casa, no dejo ni siquiera que se quitará su chaqueta antes de llevárselo a su casa. Sus padres habían ido a preparar el cumpleaños a la casa de Oliver, así que tendrían tiempo. Lo llevó a su habitación, para sentirse más seguro, y cuando se aseguró de que no había nadie se lanzó a sus brazos.

-Te eche de menos, Oli...- el beta beso sus labios con pasión quería que probará su pintalabios. - ¿Te gusto? Se lo robe a Lily. – se burló con maldad. – Me queda mejor a mí, ella no se ha dado cuenta. – sonrió. – Oli, ven...

Tiró de él hasta llegar a su cama, y lo obligo a sentarse, estaba demasiado emocionado, eso era peligroso. Sus palabras no sirvieron para calmarlo, aunque lo intento en varias ocasiones. Scott se sentó entre sus piernas para que no sé moviera.

-Espera un momento. – rio. – Solo un momento, cierra los ojos... - se presentía algo malo. – Vamos, Oli, hazme caso, cierra los ojos o te los vendaré.

-¿Qué vas a hacerme? – se negó a decírselo. – Scotty ¿Qué estás haciendo?

-No hables, me vas a desconcertar, quédate quieto y no digas nada... - le regaño. – No pongas esa cara, no es nada raro.

Oliver sintió algo frio sobre su cuello, las manos de Scott jugueteaban en su nuca mientras lo escuchaba reírse, estaba muy feliz. Parecía que se hubiese ido durante un año o más, le gustaba ver que Scott no estaba verdaderamente enfadado con él.

-Espera, aún no está, no abras los ojos. – besó su mejilla antes de separase, aunque seguía encima de él. – No los abras hasta que yo te diga.

Antes de darle la orden, Scott aprovecho la oportunidad para volver a besar sus labios. Oliver no solía dejar que lo hiciera, por miedo, sobre todo si se estaba empezado a enfermar. Se mantenía lejos de él, cuando tenía un pequeño catarro.

-Mira, mira... - estaba orgulloso de mostrarle su pecho. - ¿Te gusta? – su sonrisa era brillante. – Es igual al tuyo, ahora estamos juntos.

-¿Esto es lo que querías darme ayer? – asintió. - ¿Lo elegiste tú? – negó con la cabeza.

-Los hice yo, vi un video de cómo hacerlos. – lo abrazó. – Me costó mucho, pero lo conseguí, nadie los tiene, solo tú y yo.

Oliver se dio cuenta de que Scott tenía varias tiritas en las manos, todas de colores diferentes. No pudo evitar sonreír al ver su felicidad, su novio se sentía demasiado orgulloso de los collares que había hecho.

-Mamá me pidió que le hiciera uno, cuando los vio, pero yo le dije que solo eran para nosotros dos. – frunció el ceño. – Mamá asintió, así que tuve que decirle que sí, pero me esperaré un poquito. – mostro sus manos. – No duele mucho, así que no te preocupes, estoy bien.

Se dejó caer sobre la cama de Scott, abrazándolo para que no pudiera escapar, su novio le gruño antes de acomodarse a su lado. Oliver no dijo nada cuando bien que el beta ponía su mano sobre el pecho y sonreía, después lo escucho.

-Esto está bien. – rio. – Me gusta, es tranquilo. – Oliver tenía la impresión de que Scott era un poco más alto. – Siempre estás tranquilo, aunque tengas miedo, por eso me gusta escuchar tu corazón.

-Eso no es cierto. – pellizco su nariz. – Hay un pequeño escandaloso que siempre hace que me ponga nervioso. – Scott se volvió a reír. – Sobre todo cuando hace alguna de sus travesuras.

-Podemos estás así un poquito más ¿verdad? – asintió. – Hasta que mis papás nos llamen.

No supo cuánto o porque, ni qué tipo de hechizo le lanzó Scott para estar en aquella posición. Ambos estaban desnudos, había aceptado su propuesta, tan solo porque Scott le prometió estar preparado.

-Me gusta... - Scott estaba debajo de él, podía ver su rostro sonrojado, y escuchar sus pequeños jadeos. – Me gusta, sigue, Oli...

Bajo sus manos, hasta llegar a su cicatriz, Scott se estremeció cuando la beso, no dejaba que nadie la tocara, incluso se enfada si alguien lo intentaba. Oliver siguió bajando un poco más hasta llegar a su abdomen, donde tenía dos pecas pequeñitas cerca del ombligo, le hizo cosquillas cuando paso sus manos.

-Así, así... - lo animaba, su pecho subía y bajaba a gran velocidad. – Me gusta.

Oliver no hablaba, solo se dejaba guiar por Scott, el beta le daba indicaciones por donde debía seguir para que siguiera disfrutando y de vez en cuando, le regalaba un pequeño gemido. Se sentía demasiado bien escuchar cómo le pedía más y más.

-¡Wow! – Scott se asustó un poco cuando Oliver puso sus piernas sobre sus hombros y empezó a besar la punta de su pene. - ¡Ummm!

Su cuerpo temblaba, era maravilloso, le dolía un poco pequeño no le molestaba. Oliver busco el lubricante en sus cajones, sabía que los guardaba ahí, se puso un poco en su mano antes de introducir un dedo dentro de Scott.

-¡Ummm! – ya no podía hablar, Oliver gruño al notar cuanto apretaba, pero no quería dejar que él hiciera nada. – Oliiii...

-Tranquilo, tranquilo... - sentía que su pantalón le molestaba. - ¿Puedo hacerlo?

-Sí, sí... - Scott hizo un sonido extraño cuando Oliver quito sus dedos. - ¡Ummm!

No sabía que debía hacer, ni siquiera si lo haría bien. Le preocupaba que no le cupiera o tener que forzarlo para que pudiera entrarlo. Scott se asustó cuando acaricio su pene sobre su trasero, el beta apretó sus dedos cuento empezó a introducirlo. Se existo cuando escucho los gemidos de Scott en su oído.

-Voy a moverme un poco... - el beta se estremeció. - ¿Te duele? – negó con la cabeza. – Avísame si te hago daño.

Se detuvieron cuando a Scott le empezó a faltar el aire, ambos estaban satisfechos, así que se dejaron llevar un poco más. Oliver tiro el condón a la basura antes de acostarse al lado del beta, Scott apoyo su cabeza sobre su pecho y sonrió.

-Amenaza con salir. – se burló. – No dolió, Oli... - sonrió, y jugueteo con su pie, Oliver gimió cuando toco su pene. – Que sensible.

-Eres un pequeño monstruito, Scotty... - pellizco su mejilla. – Malvado monstruito.

En el baño lo hicieron otra vez, Oliver estaba preocupado por si tropezaba, no quería que Scott se hiciera daño, pero no pudo detenerse ante su provocación, el beta movía sus caderas de manera provocativa mientras pasaba por delante de él. Le pidió ducharse antes, para llegar pronto a su casa, no podían hacer esperar más a sus padres. Scott lo abrazó por la espalda apoyando su cadera sobre su trasero y bajando sus manos hacía su pene. Él le gruño, pero le permitió seguir, Scott se puso de cuclillas a lamer su pene, casi se atraganto una vez, el beta comenzó a reírse al ver que Oliver se ponía blanco.

-¡Wow! – Scott sonrió y movió su lengua. – Scotty, Scott... - no podía hablar.

Lo apoyo sobre la pared y le ayudo a subir una de sus piernas, esta vez fue más fácil, Scott se estremeció cuando le metió su pene, lo abrazó con fuerza para no perder el equilibrio y gimió en su oreja hasta que los dos se vinieron.

-Es el último, nos están esperando... - Scott besó su mejilla. – Vendrán si tardamos demasiado.

No le hizo caso, Scott estaba completamente loco, le pedía cada vez más. Oliver estaba empezando a perder las fuerzas, no podía continuar con ese ritmo. Scott se quejó cuando lo cubrió con la toalla para secarlo y lo llevó a su habitación.

-Otro día, Scotty... - le gruño. – Ya lo hemos hecho, no puedo más, Scotty.

Scott sonreía durante la comida, miraba a Oliver de reojo mientras abría los regalos para asegurarse de que lo estaba mirando, y esperaba que lo imite para poder seguir. Sus padres siempre le regalaban demasiadas cosas, por si acaso, las necesitaba. Los padres de Oliver eran más sencillos en ese aspecto, siempre debían preguntarle a Oliver que era lo que le gustaba a Scott. Lily siempre le hacía el mismo regalo, desde pequeña, era como una tradición.

-Oliver, también tienes que venir... - le advirtió. – Mañana es domingo, así que no tienes excusa. – él sonrió. – Scott díselo tú también, es capaz de escapar de nuevo.

Fueron al cine por la noche, Oliver pagaba las palomitas, Lily puso la excusa de que él era el mayor y debía alimentarlos. Ella había comprado las entradas y las bebidas. Scott los siguió a los dos sin decir nada, le gustaba estar con ellos, aunque Lily lo enfadaba muchas veces.

-Ya lo habéis hecho ¿verdad? – Oliver se sonrojo. – Ayer, Scott no tenía ninguna picadura en el cuello.

-No se lo digas a nadie... - Lily sonrió. – Es un secreto.

-Casi lo reveláis vosotros solitos. – se burló. – Scott camina muy extraño, hermanito has sido demasiado duro con él.

-¡Liliana! ¡Lily! – le reclamaron a la vez. – No hemos hecho nada, solo hablar. – ella asintió. – No sabemos de lo que estás hablando.

Todo parecía ir bien, Scott siempre se revelaba cuando Oliver debía volver, solo se calmaba cuando lo abrazaba. En algunas de sus visitas aprovechaban cuando no había nadie para practicar. Oliver le dejaba a Scott que él fuera el de arriba, aunque se cansaba rápido. Scott prefería que Oliver lo tome, así que muchas veces lo provocaba para que lo hiciera.

-Iré a estudiar a tu misma universidad. – le avisó con gran alegría. – Es en otra facultad, pero también está lo que quiero estudiar. Nos veremos más.

Oliver lo abrazó con fuerza, Scott se había esforzado mucho para llegar hasta ahí. Le había costado bastante trabajo conseguir la nota suficiente para poder estar junto a Oliver. Se quejaba de que su novio fuera tan inteligente, podría haber entrado en otra universidad, pero decidió la más complicada.

-Felicidades, Scotty. – el beta reía en sus brazos. – Lo hiciste muy bien, muy bien.

Le costó convencer a sus padres, ellos se negaban a dejarlo dormir en las casas que proporcionaba la universidad, tenían miedo de que le pasara algo, así que era mejor llevarlo todos los días. Querían asegurarse de que todo estuviera bien.

-Viviré con Oli... - cruzó sus brazos enfadado. – Uno de los mayores se ha ido de la universidad, y hay una plaza, dormiré en la misma casa que Oli.

-Es más seguro que...

-Ya he pegado la entrada, tengo que llevar mis maletas, Oli va a ayudarme... - sus padres palidecieron. – Oli sabe que debe hacer, y ya no soy un niño, se me cuidar.

-¿Estás seguro de que...?

-Ya saben mi problema, así que tendrán cuidado, además, está Oli... - repitió con alegría. – Estaré con él, iré con él, aunque no hagamos las mismas clases, no os preocupéis.

-Sabemos todo lo que te has esforzado, pero sería mejor que... - Scott negó con la cabeza. - ¿Estás seguro? Podrías ir también con Lily, ella irá a...

-Oli me está esperando, limpio mi habitación para que no haya polvo. – sonrió. – Le lleve algo de mi ropa, está guardada en el armario, la habitación de Oli está al lado, no os preocupéis estaré bien.

-Scott ¿Estás seguro? – asintió, no quería más preguntas. – La universidad de Lily también está bien.

-No me gusta la universidad de Lily, prefiero ir con Oli, es más grande y bonita. 

--------

Los problemas van a comenzar dentro de poco, pobre Scott. 

Espero que os haya gustado :) 

Voten y comenten 🥰💕🥰🥰🥰💕🥰💕

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