Cada vez que visitaba el hospital, Oliver siempre pensaba en lo peor. Las noticias casi nunca eran buenas, lo único que lo relajaba parcialmente era que Scott se encontraba estable dentro de su enfermedad. Sus cuidados estaban yendo bastante bien, y la llegaba de Woody había mejorado el estado de animo de Scott, el cual siempre buscaba una excusa para salir a pasarlo.
-Los resultados han sido buenos. – el beta sonrió. – Así que podemos adelantar la operación, a dentro de quince días.
-¿Quince días? – las manos de Oliver empezaron a sudar. - ¿Está seguro doctor? Scott parece que tiene algo de fiebre estos últimos días, puede que se esté resfriando.
-Sus resultados indican que está listo para someterse a la operación, el tratamiento a estado funcionado bien. – Scott acarició la mano de Oliver para tranquilizarlo. – No hay ningún problema para adelantar la operación, antes de lo previsto.
Scott escucho atentamente las indicaciones del doctor, ahora debía ser un poco más estricto con lo que comía, y también estaba bien que hiciera un poco de ejercicio. Pasear a Woody sería bueno, aunque seguía sin poder hacer cosas que requieran demasiada fuerza. Oliver no dijo nada durante la explicación, aún estaba intentado entender lo que estaba pasando.
-Dentro de quince días, tendréis que volver para la operación... - el beta suspiro asustado. – Será al medio día, así que no podrá comer nada por la mañana, le recomiendo cenar bien.
-Doctor, no es un poco precipitado... - Oliver no estaba preparado. - ¿Seguro que se encuentra bien? Habéis revisado todo.
-Scott se encuentra en condiciones óptimas para la operación, como sabéis puede algo de riesgo. – eso no calmó a Oliver. – El señor Taylor es joven, así que la operación será un éxito, se lo aseguro. Puede que la recuperación sea un poco dolorosa y tardada, pero solo será por un tiempo, pronto volverá a estar como antes, aunque seguirá teniendo algunas restricciones.
Oliver no dijo nada al salir de la consulta, y tampoco al entrar al coche. El beta estaba más callado de lo normal, Scott se compadecía de él. Estaba preparado para recibir esa noticia, en la última revisión le había hablado de la posibilidad de adelantar la operación, así que no estaba preocupado, pero Oliver parecía confuso.
-Todo saldrá bien, ya lo has oído, Oli... - le sonrió y beso su mejilla. – Pronto será como antes, sin restricciones. – el rostro del beta se transformó en una gran mueca. – No tengas miedo, confía en ellos, todo saldrá muy bien.
-Sabes lo que pasa dentro de quince días ¿verdad? – Scott asintió. - ¿Por qué tiene que ser dentro de quince días?
-Podremos celebrar mi cumpleaños en otra ocasión. – el beta lo miró con tristeza. – Total, no podremos hacer gran cosa, sería un cumpleaños deprimente. Mejor esperar al siguiente año, estaré mejor, lo celebraremos por todo lo alto.
-Scotty... - Oliver se volvió un niño pequeño en sus brazos. - ¿Por qué tienes que ser tú precisamente? Podría haberme pasado a mí, y todo estaría bien ¿Por qué tú?
-Oli, no digas tonterías... - lo regaño pellizcando su mejilla. - ¿Cómo que quieres ser tú? No digas eso por favor, todo saldrá bien, no hay que tener miedo, tú me enseñaste a no tenerlo.
Scott estaba aguantando las lágrimas para no llorar, mientras tranquilizaba a Oliver. El beta se volvía extremadamente sensible cuando algo malo le ocurría a él, daba igual que fuera un adulto, Oliver lloraba por Scott. Él creía que ya había pasado esa época, pero parecía que nunca dejaría de hacerlo.
-Todo estará bien, Oli... - el beta asintió. – Todo estará bien y podremos estar juntos, con Woody, podré salir yo solo con él para pasearlo, no tendrás que preocuparte más por mí.
-Prométemelo... - Scott no respondió. – Prométeme que todo saldrá bien, prométeme que te quedarás a mi lado.
-Me convertiré en tu sombra. – Oliver se rio al fin. – No te podrás deshacer de mí tan fácilmente, necesito más tiempo a tú lado.
Comenzó a molestarlo para que deje de llorar, burlándose de lo feo que se veía cuando lo hacía. Oliver se reía de vez en cuando, al decirle que parecía el trasero de un mono. Aunque podía escucharlo lloriquear por lo bajo cuando no lo veía. Scott quería mantenerse fuerte por los dos, si dejaba que el miedo le ganará, todo saldría mal, y no quería que eso ocurriera. Ya había pensado en que quería hacer después de que todo terminará, no iba a dejar que el miedo le quitará la oportunidad de amar a Oliver sin preocuparse por lo que pensarían los demás. No quería que nadie se lo arrebate tan fácil.
-Si subes a casa llorando, preocuparás a nuestro bebé... - lo regaño. – Woody es muy sensible.
-Scotty... - el beta le gruño. – No quiero que...
-No continúes, no querrás arruinarme el día. – dejó que Oliver lo abrazará. – Si sigues llorando así y haces que nuestro bebé se preocupe patearé tu trasero.
Lo golpeo como advertencia, mientras lo obligaba a pasar por delante de él. Oliver se rio de nuevo al ver que lo miraba con enfado, y beso su frente para decirle que se encontraba bien. Scott le pedía que siguiera con la cabeza, amenazando con golpearlo de nuevo.
-Nada de lloriqueos, cuando abras la puerta. – Oliver asintió. – No estoy escuchando tu respuesta, no entiendo que significa que muevas la cabeza así.
-Solo deja que me preocupe un poquito por ti. – el beta negó con la cabeza. - ¿Puede besarte?
-Si me prometes que no vas a volver a llorar. – cruzó sus brazos fingiendo estar enfadado. – No, no... - lo separó de su lado cuando se acercó a él. – Nada de lloriqueos, Oli. – le hizo una pequeña mueca. – Oliver, no puedes estar triste, Woody es un niño sensible, si te ve así se pondrá a llorar también y no quiero que lo haga. Así que sonríe un poco.
-Un besito pequeñito... - le provoco. – Así, de pequeño... - Scott entrecerró los ojos algo desconfiado. – Uno chiquito, Scotty, por favor. – seguía firme en su decisión de no dejarlo acercarse a él. – Vamos, uno minúsculo...
-No te detendrás hasta que te diga que si ¿verdad? – asintió. – Tendré que decirte que si para que me dejes tranquilo.
-Puede estar así todo el día, Scotty... le susurro. – No te dejaré dormir, si te niegas a besarme este momento.
Oliver arrincono a Scott en la esquina que había en el pasillo del parking. Scott lo miraba con picardía mientras apretaba sus labios, y se negaba a hacerle caso. El beta sostuvo su mentón para besarle una de sus mejillas, haciendo que se riera.
-Me estás desafiando, Scotty... - sonrió. – No me hago cargo de nada de lo que pueda pasar si no me besas.
-Tenemos prohibido el sexo. – le susurro con maldad. – Si me obligas, caerá sobre tu conciencia y puede que le siente mal a mi cuerpo.
-Puedo besarte hasta que te rindas ante mí, pequeño escandaloso... - Scott se rio al escucharle hablar con su voz de policía malvado. – Me da igual que te quejes, haré que te rindas ante mis besos.
-¿Y si me niego a hacerte caso? – apretó su mano en una de sus nalgas. - ¿Qué eres capaz de hacerme?
Ambos se rieron al ver que una de sus vecinas los estaba mirando confundida, la anciana se desvió del camino al ascensor al darse cuenta de que la habían visto. Scott apoyo su cabeza sobre el pecho de Oliver mientras se reía a carcajadas.
-¿Qué crees que habrá pensado? – se burló. – Su vecino policía arrinconando a un civil, no estará mal visto en tu trabajo.
-No, si les digo que eras sospechoso. – Oliver beso la nuca de Scott. – Eres alguien muy sospechoso, Scotty, tu delito es negarte a mis besos.
-No creo que sea una condena muy larga, si me niego. – el beta se puso serio. – Oli, no puede ser cruel conmigo, así que no debo preocuparme.
Le empezaron a temblar las piernas cuando Oliver beso de nuevo su nuca, haciendo que la piel se le pusiera de gallina, el beta no se detuvo hasta ver un ronchita roja y sonrió al conseguirlo. Scott se avergonzó de lo que le había hecho su novio, y lo regaño al notarlo. Oliver lo volvió a besar como venganza.
-No podemos hacerlo aquí, Oli... - no le escuchaba. – Woody nos espera, seguro que ha atacado tus calcetines de nuevo, tenemos que ir a...
-Silencio, Scotty... - mordió el lóbulo de su oreja. – O tu condena será peor.
-¿Qué condena? – Oliver sonrió con cierta maldad.
-No puedes abandonarme, hasta cumplir un milenio conmigo, Scotty. – lo amenazo de la misma forma que había el beta antes. – Si la incumples, me veré obligado a castigarte severamente.
Woody les recibió con una de las chanclas de Oliver. Seguía enfadado con el beta, por haberle obligado a llegar antes del parque el día anterior. Scott lo defendió cuando Oliver iba a regañarle, Woody se acercó a él con sutileza hasta que lo abrazó.
-Papá fue malvado, y no te dejó seguir jugando. – Oliver los miraba con seriedad. – Incluso escondió pelotita, eso no está bien ¿verdad?
-No lo sigas mimando así, Scotty... - el beta lo abrazó aún más fuerte.
-Querías vengarte, por eso fuiste a por su chancla, papá tendrá que jugar mucho más hoy, para que dejes de estar enfadado. – Woody lamio su mejilla. - ¡Oh, ya veo! También tiene que darte más croquetitas, papá te puso a dienta porque engordaste un poco, algo imperdonable.
-Scotty, si sigues así, se pensará que soy malvado. – el beta sonrió con picardía. – No debemos de ser tan blandos con él.
-Quieres que papá juegue más contigo, pero siempre esta ocupado ¿verdad? – Woody lloriqueo. – Incluso cuando esta aquí, papá no rasca tu panzota, eso está muy mal. – Oliver los miraba de reojo. – Muy mal, debes estar triste, papá ya no te mima porque dice que eres malvado, eso no puede ser, está muy, pero que muy mal.
Ambos presionaron a Oliver para que fuera a comprar pollo a la tienda de la esquina, mientras ellos se quedaban en la casa. Oliver no pudo resistirse a los deseos de esos dos niños hambrientos que había en la casa.
-Con patatas... - dijo Scott antes de que cerrará la puerta. – Es imprescindible, ya oíste al doctor, tienes que alimentarme bien. – Woody ladró para que se diera prisa. – Pregunta si hay huesitos para él, no seas malvado. – Oliver suspiro. – Vamos, date prisa, nos estamos desmayando de hambre.
Woody se sentó en las piernas de Scott para que el beta siguiera masajeando su panza, le gustaba cuando le hacía cosquillas. Su papá se reía al ver que movía su cola al mismo ritmo al que le hacía cosquillas.
-Woody, tendrás que cuidar de papá Oli, si me ocurre algo a mí. – sonrió con tristeza. – Papá Oli estará muy triste, así que tendrás que mimarlo y cuidarlo muy bien, solo podrán robarle dos calcetines al día. – rio. – Papá Scotty, hará todo lo posible para estar con vosotros, pero prométeme que cuidarás a papá Oli, y a la tía Lily si ocurre algo. Serás un buen niño ¿verdad?
Sus lágrimas comenzaron a caer sobre sus mejillas, mientras hablaba con Woody, él estaba demasiado concentrado intentado morder la manga de la sudadera de Scott y disfrutando del masaje, así que no sé dio cuenta de que estaba llorando.
-También tendrás que cuidar de Nevan, Emily y Celia... - sonrió. – Sé que es mucho trabajo, pero lo harás bien, te quiero mucho, Woody. Eres muy buen perro, aunque papá Oli se queje de ti a veces, papá Scotty siempre te protegerá.
Woody saco su lengua de manera chistosa, Scott se estaba animando un poco con el masaje y estaba completamente regalado. El beta pensaba que si él pudiera hablar, le diría que siguiera y siguiera, hasta que se cansará.
-Eres bueno, Woody... - lo halago diciendo lo hermoso que era. – Mi mejor modelo perruno, aunque papá Scotty solo te ha vestido a ti, eres precioso, Woody. Te quiero, ladrón de calcetines.
Scott lo abrazó cuando no pudo controlar sus lágrimas, mientras le pedía perdón por no poder estar a su lado todo lo que deseaba, y cuidarlo tan bien como quería. Él quería sacarlo a dar un paseo sin tener miedo a tener un ataque de tos por el camino, o sentirse tan débil.
-Papá Scotty, intentará ser fuerte, por los tres. – sus brazos temblaban. – Tan solo espera a que me recuperé, no volverás a estar triste, Woody.
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Scott quiere prepararse para lo peor, por si acaso. Quiere que Oliver no tenga que preocuparse más por él en el futuro, no le gusta que el beta este tan triste por su culpa, prefería no estar enfermo, para poder vivir tranquilamente con él.
Espero que os haya gustado el capitulo :)
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