Pasaron un mes sin saber nada sobre el paradero de Nash, el alfa se había dejado de comunicar con ellos. Llamarlo, en estos momentos era completamente inútil, Scott lo intento en varias ocasiones, para hacerlo cambiar de opinión, pero no lo consiguió. El número no estaba conectado.
Perdieron el rastro de este al poco tiempo de que el alfa rompiera las conexiones. El hostal cerró las inscripciones a nuevos huéspedes y llegaron a pensar en cerrarlo, pero muchos de los hombres y mujeres que se encontraban allí, terminarían sin hogar. Celia se negaba a que eso sucediera, ella se encargaría en la manera de posible de mantenerlo todo como siempre.
-Hoy tampoco ha querido hablar. – le comunico Scott, al volver del trabajo. – Llame para informarme de alguna novedad, pero no había ninguna.
-¿Por qué se niega a hablar? – el beta se encogió de hombros. – Ha pasado un mes, deberían obligarla a decir algo, al menos ¿no? Esto es demasiado frustrante.
-Rose dice que no sabe nada de su primo, desde hace tiempo, pero encontraron una llamada en su móvil, de varios minutos. – Celia se sentía extremadamente cansada. – Según dicen los agentes, ella hablo con su primo, el día anterior de la desaparición.
Celia estuvo con Rose, algunas horas cuando estaba en el calabozo. Quería verla con sus propios ojos, iba a preguntarle porque ayudo a Nash a hacer todo aquello, pero la beta no respondía a ningún estímulo. De vez en cuando decía algún monosílabo, cuando escuchaba hablar de Nash, vio la escena que se formó al preguntarle porque había ayudado a su primo a tramar todo ese plan. Grito cuando volvieron a inculpar a Nash del asesinato de Jaxon, los bandidos que había contratado confesaron que el alfa les prometió una gran suma de dinero si terminaban con la vida de la expareja de Nevan.
Decidieron traicionar a Nash, cuando el alfa se negó a pagarles, ellos también habían perdido el contacto con el alfa poco después, al informarle que su trabajo estaba hecho y esperaban la pronta paga que les había prometido. Nash bloqueó sus números al recibir la noticia, rompiendo el único contacto que aún seguía funcionando.
Los padres de Jaxon, Cole y Otto, viajaron a la isla donde se encontraba su hijo. Conociendo así que el alfa estuvo huyendo de Nash desde hacía más de un año, recibía amenazas de muerte de su parte, incluso después de cambiarse de número en varias ocasiones. Cole, confeso entre lágrimas todo lo que había estado pasando su hijo por culpa de ese hombre. Otto no pudo hablar en ningún momento. Su pareja, Hannah, una omega que había conocido poco después de llegar, les explico que las amenazas siguieron llegando sin parar después de meses inactivas.
Hannah, pensaba que Nevan era el culpable de esos mensajes, por eso cuando leyó que buscaba a Jaxon por Internet, se enfadado. Al principio pensó que el omega tenía algo que ver con aquellos mensajes que no paraban de llegar. Jaxon apenas dormía por las noches, siempre se mantenía alerta por si el alfa aparecía en algún momento. Intento dejar a Hannah, para escapar de nuevo, no quería que la omega sufriera de nuevo, pero poco tiempo después se enteró del embarazo de Nevan, al leer los mensajes y ver las fotos de "El ángel omega". Le envió un mensaje por privado en la página donde escribía, pero nunca llego. Intento llamarle en varias ocasiones pero nunca respondía. Esas fueron las palabras de Hannah.
"Quería traerlo aquí, para alejarlo de ese hombre. Se quería hacer cargo de su hija, tuvimos una discusión de que pasaría si traía a Nevan a vivir aquí, al principio me negué. Pero Jaxon insistió, necesitaba que esté aquí, quería que estuviera aquí. Lo preparamos todo para su llegada, pero algo fallo."
Hannah observó a Cole tras decir estás palabras, Jaxon los había llamado para que le dieran el dinero a Nevan para que fuera con ellos, pero el alfa no hizo lo que le pidieron. Cole pensaba que el hijo de ese omega era el del hombre que quería hacerle daño a su hijo y se negó a ayudarlo. Otto intento detenerlo, recordándole las palabras de Jaxon, pero no fue escuchado. Según algunos vecinos, pudieron escuchar algunos gritos el día en que Nevan fue a casa de la pareja, Cole se defendió diciendo que había hecho lo mejor para su hijo.
-Lo han matado, Cole... - grito el omega, mirando a su esposo. – Ese hombre ha matado a nuestro hijo, y tú sigues diciendo eso. Por el amor de Dios, Cole. Nuestro hijo está muerto ¿Qué haremos ahora?
Cole no dijo nada, estaba en shock. Delante del cuerpo de Jaxon, el cual estaba cubierto por una manta blanca. Fuera se encontraba Hannah, esperando a poder entrar para despedirse de él. Otto mostraba su frustración gritando y llorando. Cole tan solo podía mirar aquel bulto.
-Nos pidió una cosa, solo una cosa y no me dejaste cumplirla. – golpeo el pecho de su esposo con rabia. – Estabas tan enfadado que te negaste a ayudarle, y ahora...
-Otto... - su voz sonaba forzada, Cole apenas podía hablar. - ¿Dónde está nuestro hijo? Dijiste que veníamos a verlo ¿Cuánto podremos abrazarlo?
Los ojos del omega se llenaron de lágrimas al ver el rostro de Cole, el alfa había estado en silencio todo aquel tiempo, sin responder, sin mostrar ningún tipo de emoción. Esperando a que su hijo apareciera en aquella habitación, no era capaz de procesar que aquel cuerpo era el de Jaxon.
-¿Por qué llorar? Lo veremos pronto ¿no? – sonrió con amargura. – Hemos venido a visitarlo, él vendrá pronto. Estoy seguro.
-Cole, él está aquí. – el alfa comenzó a reír desesperado. – Nuestro hijo está aquí, justo ahí...
-¿Qué estás diciendo, Otto? Nuestro pequeño nos espera en su casa, vamos a verlo, aquí hace demasiado frio.
El entierro fue unos días después, no podían sacar mucha más información del cuerpo de Jaxon. Sus asesinos habían confesado todo, estaban esperando su sentencia, la búsqueda de Nash había comenzado, se le acusaba de secuestro y asesinato.
Cole tuvo que ser hospitalizado, cuando pudo reaccionar finalmente a la muerte de su hijo, no sé hablo demasiado de lo que ocurrió con el padre de Jaxon. Tan solo se informó que se encontraba muy grave en el hospital, y aún no había despertado. Otto, fue quien dio toda la información sobre su hijo.
Jaxon comenzó a comportarse extraño poco después de conocer a Nevan y empezar a salir con él. Según las palabras del omega, su hijo era una persona cariñosa y amable, pero cambio por culpa de Nevan. Al principio le gustaba la idea de que su hijo saliera con alguien como él, y lo apoyo en su idea de vivir juntos, aunque le pareció precipitado al principio, ya que solo llevaban unos meses saliendo. Fue al mudarse que empezó a cambiar, a su correo le llegaban cartas de una persona anónima, que lo amenazaban con matarlo, en un principio las ignoro. No tardaron en llegarle correos, mensajes y llamadas con el mismo tono amenazador.
Nash se presentó ante él, como un compañero de universidad, ambos iban a la misma clase y pasaban la mayor parte de los días juntos. También conocía a Rose, pero no tanto como a Nash, eran buenos amigos. Aun cuando Jaxon se empezó a dar cuenta de sus rarezas, continuaron juntos. Nash lo obligaba a salir cuando salían, a Jaxon no le gustaba, pero el alfa se enfadaba mucho cuando lo hacía. Muchas veces lo llamaba cobardía, o le decía que no tenía coraje suficiente para hacerlo, algo que lo mosqueaba bastante. Jaxon era una persona competitiva y él lo sabía.
Empezó a tratar mal a Nevan por culpa de la bebida, casi nunca se acordaba de lo que pasaba. Nevan nunca se lo contaba, veía como el omega adelgazaba con rapidez, y se llenaba de moretones y heridas. Pudo ver sangre en algunas ocasiones, pero el omega se mantenía sumiso a él, no levantaba la voz y siempre le sonreía pidiéndole que no le dejara solo.
Jaxon no podía comprender lo que estaba pasando, no entendía porque se estaba comportando de aquella manera con él. Quería recordar lo que pasaba por las noches, querías saber cómo Nevan se había hecho aquellas heridas. Su mente siempre se mantenía en blanco. Llego el punto en el que Nevan comenzó a molestarlo, aun estando sobrio. Nash insistía en que aquel omega quería hacerle daño, quería destruirlo y hacerle daño a sus padres. Su deseo era tenerlo todo lo que él poseía.
Dejo de beber, ya que Nash no le insistía en que lo hiciera. Ahora recordaba lo que pasaba durante el día. Ver el rostro del omega junto a él le causaba una tremenda furia. Comenzó a tratarlo mal y a golpearlo, estando sobrio. Le obligaba a tener relaciones con él, aunque sabía que estaba muy débil. Lo castigaba si se negaba. Quería que Nevan comprendiera que no podría hacerle daño aunque quisiera. Quería demostrarle su fuerza, ese omega debía seguir siendo sumiso ante él, aunque no quiera. Porque era su deber.
Nash le repetía aquellas palabras todo el tiempo. Solo cuando estaban solos, cuando Rose estaba con ellos, era otra persona. Jaxon no se dio cuenta de lo que estaba pasando, no entendía nada. Su cabeza le dolía, quería marcharse de allí.
-Me voy, papá... - le dijo en su última visita, a Otto. – No puedo seguir viviendo aquí.
-¿Por qué? – el omega lo contemplaba con miedo, su hijo parecía demacrado. – Mi vida, papá puede ayudarte ¿Qué quieres que haga?
Otto se quedó paralizado cuando su hijo le pidió que eche a Nevan de su casa. No quería saber nada de él, quería que estuviera lejos, no podía soportarlo tenerlo cerca. Él quería hacerle daño, él quería quitárselo todo y no sé lo iba a permitir.
-Podéis quedaros con mi piso, es mucho mejor que este, hay mucho espacio. – les dijo con tristeza. – Pensaba formar una familia con Nevan, por eso es un piso tan grande.
-¿Dónde vas, hijo mío? – no les respondió. - ¿Por qué quieres hacer esto?
-No puedo seguir viviendo con miedo, papá. – abrazo por última vez al omega. – Por favor, cuidaros.
-No te vayas, podemos hacer algo, siempre hay una manera.
-Os quiero. – sonrió. – Os quiero, y por eso no quiero que os hagan daño, si yo me voy, vosotros estaréis bien. Si me quedo, puede que os pase algo malo, no podría vivir si os hacen daño por mi culpa.
No supieron nada sobre él, hasta un mes después. Jaxon les llamó desde un número nuevo, para decirles que estaba bien. Y les pidió que no lo llamaran a él, les informaría de cómo estaba poco a poco, no quería ponerles en peligro.
Jaxon sospechaba de Nash, pensando fríamente lo que había pasado y su comportamiento, llego a la conclusión que el alfa le estaba intentado hacer algo. No podía dejar que lo encontrará de nuevo.
Se enteró del embarazo de Nevan, casi al final de este. Fue un golpe duro, no se había olvidado del omega, pero su mente le hacía pensar que estaba demasiado alejado de su nueva realidad. Al leer los mensajes, busco más información, no podía simplemente llamarlo. No sabía cómo reaccionaría el omega. Lloro al enterarse de su embarazo, lloro al leer que le pedía un nombre para su hija, y le escribió un mensaje anónimo.
"Emily." Solo un nombre, solo necesitaba un nombre. Él quería ayudarlo, le pidió a Hannah que lo ayudará también, la omega insistió en que le estaría mintiendo de nuevo. Y no quería creérselo. Se enfadó con ella cuando vio el mensaje que le envió a Nevan desde su ordenador, Hannah le dijo que fue por ayudarle. Estaba destrozado.
Nevan estaría pensando que lo odiaba, por cual de aquellas palabras, su corazón se encogió al pensar en el rostro del omega.
-Quiero traerlo aquí, Hannah. – la omega se negó. – Es mi expareja, ese bebé es mío.
-¿Cómo lo sabes? Puede que te esté mintiendo de nuevo, ese omega es malvado, recuerdas.
-No creo que sea malo, Nevan es muy tierno. – Hannah no le respondió. – Es un chico responsable y trabajador, fui yo quien se comportó mal con él.
No tardo en ver las fotos del ángel. Jaxon reconoció la pequeña sonrisita del omega, aunque parecía triste, se le formo un nudo en el estómago al notar el bulto que formaba su vientre. Ver las imágenes le hizo recordar todo el daño que le había hecho. Siguió viendo las imagines de Nevan en silencio.
-Eres hermoso, Nevan. – acarició la pantalla, tocando la mejilla del omega. - ¿Por qué te hice todo eso?
Guardo una de las imágenes en su móvil, con cariño. Le salieron muchas más en los siguientes días, provenientes del desfile. Jaxon clico en la noticia de "Un beso feroz en el desfile de nuevas promesas." Su sangre se heló al ver el rostro de Nash.
-¡No! ¡No! ¡No! – grito a la pantalla. – Esto no puede estar pasando, por Dios, Nevan.
Jaxon cayó de la silla al ver de nuevo la imagen. Nash estaba con Nevan, el alfa estaba cerca de su bebé. Debía ayudarlo. Pensaba que mantenerle alejado de él, sería lo mejor, pero se equivocó. Nash era demasiado listo.
Fue descuidado en aquel momento, supo que dio pasos en falso al poco tiempo de querer volver a la ciudad. Noto como había personas que lo seguían cuando salía de casa y quiso alejar a Hannah de su lado.
Pero ya era demasiado tarde.
Las pesadillas se hicieron presentes. Jaxon vio por sus propios sueños, todos los golpes que le había dado a Nevan, los castigos, las veces que lo había hecho llorar y la sangre. No podía dormir, estaba aterrado. Si cerraba los ojos, podía ver el cuerpo del omega entre sus brazos.
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Se que el capitulo de hoy es un poco confuso. Pero quiero explicarlo todo poco a poco, en este capitulo he contado las cosas de manera general.
Para que pudierais ver un poco más de la personalidad de Nash.
Hora de preguntas:
¿Nevan se podría salvar?
¿Qué es capaz de hacer Nash?
¿Por qué se comporta así?
Espero que os haya gustado :)
Voten y comenten 💕🥰💕🥰💕🥰