Nash no se esperaba la inesperada visita de sus madres en el hostal, había mantenido en secreto todo lo que había estado haciendo esos últimos días, incluidos los relacionados con Nevan. Sus madres le pidieron muchas veces que se olvidará del chico que conoció en el parque cuando era pequeño, tal vez fuera un sueño, pero nunca les hizo caso.
Su arduo trabajo para encontrar a Nevan, dio sus frutos hacía más de diez años y no iba a dejar por nada del mundo que eso se viera truncado por nada, ni siquiera por sus madres. Nevan era un secreto para ellas, aunque sus madres lo conocían un poco gracias a Rose.
Liv, la madre omega de Nash tuvo que insistir en con Rose para que le diera información sobre su hijo, a base de pequeños engaños consiguieron que su sobrina les diera algunas pistas de donde se encontraba su hijo. Se alarmaron demasiado cuando estás pistas les dio como resultado el barrio de los omegas.
-Livie, amor mío ¿Estás segura que es aquí? – pregunto Clarisse al aparcar cerca del hostal. – No nos habremos equivocado ¿verdad?
-Las fotos que nos envió Rose son echas aquí, nuestro pequeño se encuentra en este lugar... - Liv bajo del coche con cuidado, estudiando la fachada detenidamente. – Estoy segura que es aquí, mira el cartelito.
Le enseño una fotografía de hacía unos meses, donde Nash salía junto a Nevan, el omega se encontraba de espaldas, así que no podían ver su cara, pero sus hijo se veía muy sonriente. Acababan de rehacer el cartel que daba la bienvenida al hostal, Nash le envió aquella foto a Rose para mostrarle su felicidad.
-Mi amor, cuidado hay un huequito ahí... - le señalo el suelo. – Camina con precaución, puede ser peligroso.
-Clarisse ¿Qué le vamos a decir? – la alfa se froto la sien para pensar, no se le ocurría nada, tan solo fueron a aquel lugar para investigar. – Si nuestro hermoso Nash se encuentra aquí ¿Qué le diremos?
-No lo sé, Livie... - beso su mejilla. – Tan solo hemos venido para saber si se encuentra bien.
Clarisse estaba bastante más nerviosa que su esposa, Liv mantenía un semblante tranquilo, aunque sus manos temblaban ligeramente sujetando el móvil. Deseaba con todas sus fuerzas reencontrarse con Nash de nuevo, sabía que su niño interior estaba enfadado con ellas, conocía casi todo sobre su hijo. Liv no podía admitir del todo que por algún tiempo lo abandonaron para centrarse en Cami, en el hospital apenas pensaban en él, tan solo podía pensar en su hija. Siempre era Clarisse quien se encargaba de él, aunque estuviera igual de cansada como ella.
-¿Estamos haciendo lo correcto? – Liv no respondió. – Nuestro hijo, puede encontrarse aquí.
Liv sentía un nudo en el estómago desde la mañana, habían decidido con prisa ir a buscar a su hijo, faltaban apenas cinco días para el cumpleaños de Cami y querían hablar con él. Cuando Nash era pequeño se ponía muy triste en estas fechas, podía escucharlo llorar mientras miraba las fotos de su hermana pequeña, por eso decidieron esconderlas poco a poco. Pensaban que así su dolor sería menor, pero se equivocaron. Nash empeoro cuando las fotos desaparecieron de su habitación.
-Bienvenidas... - sonrió Celia, ocupaba temporalmente el puesto de Nevan. – ¿En qué puedo ayudaros? Soy Celia, la dueña de este hostal.
Clarisse apretó la mano de su esposa con timidez y sonrió, imitando a la beta. Podía notar un leve olor a lavanda en el ambiente, era bastante agradable. Liv observaba con curiosidad a Celia, Rose también le había enviado fotos donde ella aparecía junto a su hijo, pero no sonreía tanto como con Nevan, el omega o "el chico del parque", como lo llamaba su esposa.
-Señoras ¿necesitan ayuda? – no respondieron. – Pueden rellenar estos formularios para pedir una habitación, por suerte hay algunas habitaciones libres.
-¿Conoce usted a Nash Smith? – pregunto con seriedad la omega. - ¿Se encuentra él aquí?
-No puedo dar información sobre mis huéspedes a desconocidos, primero debéis decirme al menos vuestro nombres.
-Lisbeth y Clarisse Smith, madres de Nash Smith... - Celia se quedó quieta. – Queremos saber si nuestro hijo se encuentra aquí.
Clarisse le susurro algo al oído a Liv, Celia no pudo escucharlo, pero por el rostro de la mujer pudo intuir algo. La sonrisa de Liv era algo forzada, quería apartar su parte seria para que Celia les respondiera a las preguntas, su esposa le había explicado que así sería más fácil saber sobre su hijo.
-Lo siento, Celia. – sonrió Clarisse. – Mi esposa está un poco nerviosa, queríamos hablar con nuestro hijo, un conocido nos dijo que se encontraba viviendo aquí, tan solo queremos confírmalo.
-Puede que tengamos a alguien llamado así. – respondió con cautela, no había escuchado a Nash hablar sobre ella. – ¿Qué queréis de él? Puedo dejarle un mensaje de su parte.
-Queremos hablar personalmente con él ¿Se encuentra ahora aquí? – la beta negó con la cabeza. - ¿Dónde está entonces?
-No sé si puedo decíroslo... - Liv se estaba poniendo nerviosa. - ¿Sois sus madres de verdad? Él no ha hablado de vosotras, así que no estoy segura de eso.
-Parí y crie a mi hijo durante años, claro que es mío. – respondió la omega enfadándose. - ¿Se puede saber dónde se encuentra? Si no está aquí.
-¿Puede confirmármelo? Señora Smith. – Clarisse se apartó un poco de su esposa, la estaba empezado a asustar, no estaba acostumbrada a verla tan enfadada. - ¿Señora?
-Ve a este chico de aquí... - le señalo la imagen donde aparecía Nash. – Es mi hijo ¿Ahora me cree?
-Pudo haber sacado esa imagen de cualquier lado, tenemos una muy parecida en nuestra web, así que... - Liv golpeo la mesa con furia. – Tranquila, señora... Esas no son maneras de hablar.
Clarisse masajeaba los hombros de su esposa con paciencia, para calmarla, estaba segura que golpearía de nuevo la mesa si se enfadaba más. Liv era un poco impaciente, aunque se mantenía sería la mayor parte del tiempo, la paciencia no era una de sus cualidades especiales.
-Livie, así no es, tienes que preguntarle de otra manera, esta amable mujer puede ayudarnos... - su esposa le gruño. – Discúlpela, está muy preocupada por nuestro hijo, no sabemos apenas nada de él desde hace dos años, le agradecería que pudiera ayudarnos.
-Eso se lo que estaba diciendo yo, Clarisse. – le refunfuño, la alfa beso su mejilla con ternura. – Pero parece que no quiere ayudarnos.
-Nash no se encuentra en el hostal en estos momentos, señoras Smith... - Liv se quedó en silencio. – Él se fue hace unos minutos, tardará un poco en llegar.
-¿Dónde fue? – pregunto preocupada Liv, temaba que se hubiera enterado que iban a visitarlo.
-Él ha ido al hospital principal de la ciudad... - ambas mujeres palidecieron. – Tardará un poco en volver.
Liv sujeto a su esposa para que no se cayera al suelo, a la alfa le fallaron las piernas al escuchar las palabras de Celia, habían estado hacía unos minutos cerca del hospital y no lo vieron. Escuchar aquella palabra le daba malos recuerdos.
-¿Qué le ocurre? ¿Se encuentra bien? ¿Está enfermo? Por Dios ¿Qué le ocurre a nuestro hijo? – Clarisse hablaba de manera atropellada. - ¿Tuvo un accidente? ¿Está grave? ¿Necesita dinero? Livie, nuestro bebé...
-Nash está bien. – respondió Celia con tranquilidad. – Fue a una revisión, buen... - rio, para calmar a la pareja. – Fue a acompañar a un amigo nuestro a una revisión, él no está enfermo ni herido.
-¿Está segura? – asintió. – Por favor, si le ocurre algo díganoslo, podemos darle el dinero que necesite ¿Su tratamiento es muy caro? No nos importa ¿Cómo está? ¿Qué tan grave es?
Celia les llevo dos sillas para que se sentaran, Liv apretaba sus puños con miedo pero no lo interiorizaba, en cambio Clarisse se había vuelto paranoica. La beta les pidió calma, diciéndoles que el alfa se encontraba perfectamente de salud, podría tener algunos arañazos, pero eran gajes del oficio, por cuidar a los gatitos.
-Ha llevado a un bebé al hospital, junto a su papá omega. – Clarisse ahogo un grito, cubriéndose la boca. – Es un alfa muy responsable, la verdad es que cuida mucho de ella.
-¿Somos abuelas? – Liv miro a Clarisse con los ojos muy abiertos, Rose no les había dicho nada. - ¿Cuánto tuvo mi hijo un bebé?
-No es su hija, aunque él la trata y ama como si fuera su hija... - Clarisse estaba a punto de morir de un paro al corazón. – Es un buen papá, aunque sea de mentira, como dice a veces.
-¿De quién es esa bebé? ¿Por qué mi hijo la está cuidando? – Celia entrecerró los ojos. – Nash es muy joven para ser papá, espera... - Liv se puso a pensar un poco. - ¿Cuántos años tiene la bebé?
-Dos semanas y un día...
Celia miraba a la pareja sin apenas comprender, Clarisse hacía gestos muy extraños, mientras Liv escribía con rapidez en su móvil. La beta se mantenía atenta a sus movimientos, analizándolas en silencio, la verdad es que Nash se parecía un poco a ellas, aunque podía ser solo un reflejo de su mente. Podía ver los gestos de Clarisse muy parecidos a los de Nash, cuando empezaba a exagerar delante de Nevan, y percibía la tranquilidad falsa de Liv, muy parecida a la del alfa.
-La bebé se llama Emily ¿verdad? – Celia asintió sorprendida. – Es la hija de Nevan, el omega que está con nuestro hijo ¿no?
-Podría decirse que sí, aunque no creo que sean pareja, la verdad... - respondió con sinceridad. – Nash aprecia mucho a Nevan, lo cuida y adora con locura, pero no creo que sea más que amistad... - mintió en lo último. – Son muy unidos.
-Nevan y Emily Keller ¿no? – la beta rasco su nariz sorprendida. – Muy bien, ya sé un poco más sobre ese omega, su padre es Balto Keller ¿no es cierto?
-No puedo darte esa información. – Liv asintió. – La vida privada de mis huéspedes no la conozco, tan solo puedo decirte que Nash es un buen amigo de Nevan.
Liv leyó un poco más sobre el padre de Nevan, aunque no le estaba presentando mucha atención, tan solo quería ver cómo era el omega que estaba con su hijo. Veía a Nash capaz de tener un hijo o hija, él siempre había sido muy familiar, al menos en el pasado. Pero no contárselo a sus madres, era demasiado raro, incluso Rose se lo oculto, la beta estaba en contacto directo con su primo, así que podía saberlo. Al preguntarle se hizo la sorprendida.
-Emily ¿Es hija de mi bebé? – Clarisse acababa de salir del trance. – Mi bebé me hizo abuela ¿no?
-No es su hija, tan solo la trata como tal... - a la alfa le costaba comprender. – Emily es hija de Nevan, pero no de Nash, aunque la cuida y mima todo el tiempo, podría decirse que es un padre ejemplar...
-Nash ¿Es su padre o no? – negó con la cabeza. – Entonces ¿Soy abuela?
-Lamentablemente no puedo responderte a esa pregunta, creo que le he contado demasiado sobre mis huéspedes.
-No seas así, vamos... - Clarisse apoyo sus manos sobre las de Celia. – La bebé se parece a mi hijo ¿no? Es su hija, tendrá que parecerse a él, nuestro niño, nos lo tenía escondido.
-Emily no es su hija. – le repitió con paciencia. – Nevan se quedó embarazado de otro alfa, que no es su hijo. Señoras Smith, Nash cuida a la pequeña como un padre, pero no es su padre.
Clarisse miró a Liv con cariño, quería que la omega dijera algo, pero se mantenía distante, esperando el mensaje de Rose, pero no llegaba. Celia se alejó de ellas un momento, para llevarles un refresco de la cocina, y preguntarle a Silver que podía hacer con ellas, el omega solía tener buenas ideas, pero esa vez no la ayudo demasiado.
-Tomad, podéis esperar a Nash aquí, si queréis... - Liv no pretendía moverse hasta verlo de nuevo. – Tengo que volver a mi trabajo, estaré cerca, si necesitáis ayuda.
Celia se mantenía a una distancia prudencial de ellas, quería ver lo que hacían, pero sin que se sintieran observadas. Además quería hablar con Nash, para confirmar las palabras de aquellas mujeres.
"Hay dos mujeres esperándote en la recepción. Dicen que son tus madres, sus nombres son Lisbeth y Clarisse." – el alfa tardo en responder. – "Podéis venir al terminar, parecen muy preocupadas por ti, Clarisse piensa que es abuela y Lisbeth está buscando información sobre Nevan."
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En estos momentos el cerebro de Nash se encuentra apagado y fuera de cobertura. El alfa no puede procesa la información recibida de parte de Celia, esta a punto de entrar en un colapso mental. Aunque sabía que sus madres eran capaces de buscarlos, no se esperaba que lo encontraran tan rápido.
Rose en estos momentos, está pensando que la cago bien gorda. Su primo podría enfadarse mucho con ella si se entera de que ha estado cotilleando sobre él con sus madres, cuando él le dijo que no lo hiciera. El único deber de Rose, era mantener a las madres de Nash enteradas de su estado, diciéndoles que estaba bien.
Hora de preguntas:
¿Nash se encuentra en peligro? (Liv puede ser un poco, bastante enojona)
¿Le contará a Nevan quienes son esas mujeres?
Espero que os haya gustado :)
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