Ya era demasiado tarde para arrepentirse, Nevan intentaba no pensar en lo que estaba a punto de suceder. La llamada de los padres de Jaxon lo tomo por sorpresa, estaba a punto de acostarse para dormir, cuando el móvil sonó. Al principio pensó que era una equivocación, o que la falta de sueño le hacía tener alucinaciones, pero volvieron a llamar una segunda vez. Contesto la llamada asustado y confuso, el padre alfa de Jaxon, le dijo que debía ir a su antigua casa para hablar con ellos y colgó. No dio mucha más información, no tuvo ni tiempo para negarse.
Desde que despertó aquella mañana, se sintió extraño. Algo le decía que no debía ir, que era mejor pertenecer en el hostal, pero había otra parte de él, que le pedía ir a ver qué pasaba. Tal vez, Jaxon hubiese decidido al fin aparecer. Escondió su sonrisa cuando vio a Nash, el alfa lo saludo con un pequeño abrazo para comprobar su estado, saludando también a Emily.
-Estás extraño, Nevan. – le dijo al desayunar con él, Nash lo miraba para descifrar lo que estaba pasando con él. - ¿Te encuentras mal? – negó con la cabeza. - ¿Seguro? Puedo llevarte al hospital si notas algo extraño ¿Emily está bien?
-No tienes que ejercer de padre todo el tiempo, Nash. – le refunfuño, mientras el alfa le preparaba sus platos para que comiera. – No soy un niño ¿Cuántas veces tendré que decírtelo? Puedo hacerlo yo solo, mis manos siguen funcionando como siempre.
-Te has despertado de mal humor... - bromeo Nash con una gran sonrisa. – Te noto alterado ¿Estas nervioso por algo?
No le respondió, Nash limpio sus manos con delicadeza cuando se ensució con las migas de las magdalenas. No le había quitado la vista de encima en toda la mañana, incluso cuando estaba jugando con los gatitos, mantenía los ojos en él. Nevan le gruño en varias ocasiones para que no siguiera haciéndolo, y después le daba la espalda.
-Creo que te pasa algo, Nevan. No es normal que estés tan irritado por la mañana. – el omega lo miró amenazante. - ¿Quieres que hablemos?
-Estoy bien, los dos estábamos bien, no necesito que estés detrás de mí todo el tiempo, ese no fue nuestro trato. – Nash se quedó en silencio. – Dijimos que cada uno seguiría con su vida, sin meterse en la del otro.
-Estoy preocupado, falta poco para el nacimiento de Emily, el doctor Corbin dijo que debías prepararte, ya que en cualquier momento podía nacer.
-Se lo que dijo el doctor Corbin, estaba delante ¿recuerdas? – asintió, el pequeño omega estaba demasiado enfadado en aquel momento, podía notarlo en la forma de sus cejas. – Me voy a hacer la siesta, estoy cansado.
Nevan se detuvo al llegar a la puerta del jardín, sabía que Nash lo estaba siguiendo de nuevo, el alfa no tardo en ponerse a su lado, puso los ojos en blanco cuando lo vio. Sería complicado salir del hostal sin que ese dichoso Nash lo estuviera vigilando. Apoyo su mano sobre su hombro cuando estuvo a su misma altura.
-¿Te has tomado la medicación? – el omega asintió. - ¿Seguro? No puedes mentirme, Nevan.
-Nash, necesito un poquito de espacio. – le recrimino y quito su mano del hombre. –Me gustaría poder dormir un poco más, a solas y sin un alfa que me siguiera todo el tiempo.
-Eso significa que quieres estar solo ¿verdad? – era una respuesta obvia, Nevan optó por no responderle. – Entonces, yo me quedó aquí y tú vas a dormir a tú habitación ¿no?
-Lo entendiste muy bien, Nash. – se burló, el alfa se sentía un poco triste. – No te preocupes, si necesitas algo, te llamaré.
-Ten el móvil cerca, por cualquier cosa, aunque sea mínima... - el omega suspiro. – Faltan dos semanas, aunque dijeron que se podía adelantar, si sientes algún malestar...
-Te llamaré para avisarte. – Nash acarició el vientre con cariño. – Está muy bien, no tienes por qué ponerte así, solo es una siesta.
-Emily, cuida de tu papá y pórtate bien, deja que duerma... - sonrió y puso su puño pegado al ombligo del omega. – Sé buena.
Nash lo observó hasta perderlo por el pasillo que daba a la habitación del omega, quería seguirlo, lo notaba demasiado extraño. Apenas había probado el chocolate del desayuno y eso no era bueno, siempre se llenaba las mejillas con él, saboreándolo hasta el último mordisco, también se había dejado el batido a medio terminar y solo se comió dos de cuatro magdalenas.
-Espero que no sea nada malo. – se dijo a sí mismo, tendría que consultarlo con Dama, detenidamente. - ¿Tú piensas lo mismo? Nevan estaba raro, hoy...
Esa mañana, Celia no se encontraba en el hostal, así que no podía confirmar sus sospechas con ella, y se negaba a hablar con Scott, ese beta siempre se metía con él cuando estaban a solas. No podía soportarlo, tampoco podía creer, como al principio le caía bien e incluso le causaba algo de gracia su personalidad.
Los únicos que podían escucharlo en aquel momento eran los peludos que estaban tomando el sol, incluso Travis había dejado de hacer travesuras para bañarse con unos rayos de sol antes de la comida.
Nevan se cambió en silencio, sabía que a los padres de Jaxon les gustaba la formalidad, así que no podía ir con alguna de sus camisetas de dibujitos, se sentía extraño vistiéndose de colores tan claritos, incluso Emily lo notó. Se tuvo que poner unos pantalones que le veían muy justos, le molestaban en la parte de la panza.
-Solo son una horas, aguanta un poco, mi bebé. – acarició su vientre para tranquilizarla. – Vas a conocer a tus abuelitos, así que debes portarte bien, Emily. – sonrió. – A lo mejor, incluso está tu padre.
Dejó las pantuflas de vaquita cerca de la cama y se puso las deportivas, eran las únicas zapatillas que le venían bien en aquel momento, sus pies estaban muy hinchados, incluso a veces le costaba ponerse los pantalones.
Le canturreo una nana a Emily, antes de salir de nuevo de la habitación, el autobús estaba a punto de salir, así que debía darse prisa. Tenía que irse sin que Nash se diera cuenta, el alfa lo seguiría aunque él le dijera que no. Era demasiado pesado esos últimos días, Nevan se cansaba al estar a su lado, tan solo mirarlo, ya le producía un sueño terrible. Nash estuvo pendiente de todas las vacunas que se tuvo que poner, incluso las primeras, le pregunto a Joe si se las había puesto, para asegurarse de que todo estuviera bien. Estaba demasiado obsesionado con su salud y la del bebé.
-No le digas a Nash que hemos salido. – le advirtió con seriedad. – Él no sé pone muy celoso cuando hablamos de tu padre, será igual con tus abuelitos. Es mejor que guardes silencio, Emily. – sonrió. – Tal vez, lo veamos...
Comprobó que Nash no estuviera cerca cuando cruzó de nuevo la recepción, por suerte las deportivas no podían delatarlo con mugidos. Caminaba concentrado para no hacer ningún sonido, los betas que estaban cerca se le quedaron mirando extraño cuando paso por delante de ellos, Nevan les pidió que no dijera nada y siguió caminando. Emily le dio una pequeña patadita cuando salieron del hostal, ese fue una de sus advertencia, a las cuales, Nevan no presto atención.
El bus estaba casi vació a esa hora, así que tuvo suerte al poder sentarse en uno de los asiento, agradecía no tener que pertenecer de pie durante media hora, los baches le hacían perder el equilibrio muchas veces, ya le había pasado antes. Nevan tenía una mirada nostálgica en su rostro, era la primera vez en ocho meses que volvería a la casa en la que había vivido antes.
-Emily todo va a salir bien. – él también quería creérselo. – Todo va a salir muy bien, tu padre va a cumplir mi deseo.
Empezó a sentir nauseas, cuando el bus cruzó la calle principal del barrio de los omegas, pronto llegaría al cruce que llevaba a la ciudad, tendría que esperar una parada para poder bajarse al centro. Su primera parada siempre era cerca del hospital, se conocía el camino de memoria, gracias a las veces que había tenido que ir. Nash insistió en que debía aprendérsela por si acaso lo necesitaba para un futuro.
Nevan puso sus manos en el vientre al notar a su bebé nerviosa, nunca se había movido tanto como en aquel momento, Emily lo pateaba sin piedad para que no siguiera su camino, él lo ignoro. Solo la imagen de volver a ver a Jaxon lo hacía sonreír.
"¿Cuánto habrá cambiado el alfa?
¿Se habrá cortado el cabello?
¿Tendrá barba de nuevo? No le quedaba demasiado bien, pero si al le gusta, no hay problema. Aunque seguramente tendrá que recortársela cuando nazca Emily. La pinchara con su barba y la bebé llorará."
Reía al pensar en el reencuentro, Jaxon le daría las razones por las cuales había desaparecido. Puede que estuviera preparando algo para su llegada, o después sus mensajes, estuviera ahorrando dinero para su bebé. Aunque no estaba muy seguro de eso, Jaxon no era muy amigo de los bebés y niños, siempre le decía que eran molestos cuando veía alguno por la calle.
Seguro que no pensaría lo mismo de Emily, ella sería una bebé buena y tranquila, que lo haría muy feliz a los dos. Jaxon mimaría mucho a su hija, ya que era de los dos. Jaxon la amaría de la misma manera que lo hacía él todos los días, serían una familia feliz. Lejos del hostal, aunque intentaría adoptar a Travis, no podía separase de Travis, era su segundo hijo, lo quería mucho. Le causaba algo de pena tener que separarlo de sus hermanitos y su mamá. Podría quedar con Celia para juntarlos y que jugaran.
-Tu padre es amante del café ¿lo sabías? – sonrió y acarició su vientre de nuevo, Emily estaba muy ansiosa. – La casa olerá a café, siempre lo hacía, llegue a pensar que las feromonas de tu padre eran café, incluso su ropa olía así.
Sentía su garganta seca y su boca sabía agrió, Nevan carraspeo varias veces para quitarse ese mal sabor de boca. No quería que los padres de Jaxon lo notaran, así que bebió un poco de agua de la fuente.
Le quedaban unos diez minutos para llegar a su antigua casa, aunque con la rapidez que podía caminar en ese momento, puede que tardará un poco más. Su vientre se sentía demasiado pesado, esta mañana era más ligero o eso creyó, la panza estaba tan dura como una piedra, Emily había dejado de moverse, desde que bajaron del bus.
-Papá también está nervioso, pero no te preocupes, todo va a salir bien, mi bebé. – su corazón iba demasiado rápido en aquel momento. – Tus abuelitos querrán conocerte, seguro que Jaxon le has hablado de ti.
Nevan soñaba con que el alfa hubiese leído al menos, uno de los mensajes que le envió. No le importaba que no le hubiese respondido, se sentiría feliz, con el simple hecho de que los hubiera leído, se conformaba con que fuera solo una vez.
Su estómago se revolvió al poner un pie en su viejo portal, hace ocho meses se estaba marchando de allí con una pequeña maleta y sin saber lo que se encontraba en su vientre. Si echaba la mirada hacia atrás habían pasado muchas cosas, en aquellos meses. Emily se volvió a mover furiosa cuando pulso el timbre.
-Calma, mi bebé, calma. – le pidió con las manos frías. – Papá ya no tiene las llaves, debemos esperar aquí abajo, hasta que nos abran.
Su corazón se detuvo al escuchar el "¡Pip!" que indicaba que habían abierto la puerta, no dijeron ni una solo palabra, aunque la voz automática le respondió "Adelante, por favor." Emily se estiro todo lo que pudo en el vientre de Nevan cuando abrió la puerta, el omega se quejó de dolor cuando lo sintió y la regaño entre dientes.
-No te portes mal, Emily. – apretó sus labios. – Eso duele, no lo vuelvas a hacer.
Lo pateo de nuevo al subir al ascensor, Nevan tenía que esperar hasta llegar al sexto piso, a Jaxon siempre le gusto vivir en el ático, aunque a él le daba algo de vértigo asomarse por la ventana. Su respiración se volvió pesada cuando las puertas se abrieron de nuevo, debía caminar cinco pasos más a la derecha para llegar a la puerta de su antigua casa.
-Emily, tranquila... - acarició su vientre con impaciencia. – No va a pasar nada.
Nevan agacho la cabeza cuando vio al padre alfa de Jaxon, Cole. En la puerta, detrás de él, se encontraba su esposo, Otto, el omega parecía algo confuso con lo que estaba ocurriendo. Ellos se habían quedado en la casa cuando echaron a Nevan, se lo informaron el día que se iba. "Tal vez, no huela a café, mi bebé." Le susurro a su bebé, antes de saludar a la pareja que se encontraba delante de él.
-Buenos días, señores Barsi. – sonrió con timidez el omega, Emily lo pateo de nuevo para que se fuera. – Hacía mucho tiempo que no los veía ¿Cómo han estado?
Cole miró con despreció el vientre de Nevan, era como si le diera repulsión ver al omega embarazado, Otto parecía querer decirle algo, pero se mantuvo en silencio. Dejando hablar a su esposo.
-Pasa... - le indico con seriedad. – Y siéntate en el sofá, ya sabes donde se encuentra.
Nevan sintió nostalgia al entrar de nuevo, sus viejos muebles se encontraban en el mismo lugar que siempre. Tan solo habían quitado las imágenes donde salía junto a Jaxon, intento buscar al alfa por la casa, por su feromonas, pero no las encontró. En aquel momento, todo olía a Cole y Otto, incluso sus viejos cojines. El omega se sentó incómodo en el sofá que le había dicho el alfa, compartía la misma mirada que su hijo cuando estaba enfadado.
-Queremos hablar contigo, omega. – Nevan sintió un puñal en el corazón cuando lo llamó así. – Sabemos lo que has estado haciendo estos últimos meses y queremos que te detengas.
-¿Sabéis algo de Jaxon? – Cole pateo la mesa para que no le interrumpiera. – Lo siento.
-Nuestro hijo no aparecerá por tus míseros mensajes. – el omega intento ocultar a su hija con sus brazos cuando Cole la volvió a mirar con asco. - ¿Eso qué es?
Enrojeció cuando vio donde señalaba su mano. Otto se mantenía callado al lado de su esposo, mientras este hablaba con Nevan, el omega agacho la cabeza escuchando al alfa en silencio. Cole negaba la afirmación del novio de su hijo, al decir que la bebé de su vientre era su nieta.
-Siempre se te ha dado bien mentir. – Nevan abrazó su vientre, se sentía humillado en aquel momento. – Mi hijo nunca hubiese tenido un bebé contigo.
-¿Para qué me ha llamado? – pregunto inseguro, Emily se movía despacio, estaba asustado por las feromonas del alfa. – Tan solo para gritar e insultar a mi bebé.
-Es un bebé que afirmas que es de mi hijo, incluso has tenido la poca vergüenza de publicarlo en redes. – Nevan comenzó a temblar. - ¿Qué quieres mintiendo de esa manera?
-Sé que la bebé es de Jaxon. – el omega comenzó a toser al notar que las feromonas lo ahogaban. – Solo me acostado con un alfa en mi vida, y ese es Jaxon Barsi.
Esas palabras hicieron que Cole hirviera de ira, el alfa se levantó enfadado para dirigirse a Nevan, el omega intento ocultarse detrás de los cojines, para proteger a su bebé. Emily se movía asustado, amenazando con querer salir. Los ojos rojos del alfa le causaban terror.
-Vuelve a repetir eso si te atreves, puto omega... - los ojos de Nevan se humedecieron. – Dile de nuevo, sin miedo. ¿De quién es esa basura?
"Jaxon", Nevan comenzó a sollozar al escuchar como insultaban a su bebé y él no podía hacer nada, su cuerpo estaba paralizado de nuevo por el miedo.
-Dices que esa basura que tienes en el vientre es de mi hijo. – asintió horrorizado. – ¿Cómo te atreves a afirmar eso?
-Cole, detente... - le suplico su esposo. – No sigas, mira como esta.
-Ese idiota quiere mentir a nuestro hijo para seguir molestándolo. – Otto se quedó en silencio de nuevo. – Ambos sabemos que miente, y usa la excusa del bebé para sacarle más dinero.
-Eso no es cierto. – respondió con tristeza. – No digas eso delante de su nieta.
Cole golpeo el sofá con furia. Nevan grito horrorizado al notarlo, notaba como su ropa interior empezaba a mojarse, mientras su estómago comenzaba a dolerle. Otto detuvo el siguiente golpe, antes de asustar más a Nevan.
-No sigas, vas a romperlo. – le advirtió, con cierto miedo. – No lo has llamado para esto.
-Míralo a la cara y dime que tú también crees que miente. – Nevan tembló de miedo. – Está mintiendo, siempre lo ha hecho, le dije a nuestro hijo que no se juntará con esa cosa de ahí.
-Cole, no lo has llamado por eso, dile la verdad y deja que se marche. – le suplico el omega. – Dile la verdad ahora, antes de que las cosas se ensucien.
Otto saco un sobre de su mochila y se lo tendió a Nevan, el omega lo miró confuso, mientras protegía a su hija, se negaba a que ese alfa se acercará a ella en ese estado. Cole le gruño a su esposo cuando puso el sobre en las manos de Nevan.
-Queremos que aceptes esto. – sonrió con amabilidad, hablaba tranquilo, aunque su voz le pasaba malas pasadas. – Con este dinero podrás empezar una nueva vida, junto a tu hija. Pero tenemos una condición.
Las mejillas de Nevan hirvieron de vergüenza al escuchar aquellas palabras, querían comprar su silencio con dinero. Emily dejó de moverse al sentir a Otto cerca.
-No es mucho, pero podrás darle lo necesario los primeros meses, mientras te recuperas. – Nevan comenzó a llorar. – Acéptalo, por favor.
-¿Para qué? – Cole rio con ironía. – Ese dinero no me va a servir.
-Te he dicho que está basura quería algo más, pero tu no escuchas, a veces parece que te falte el cerebro, Otto. – el omega agacho la cabeza. – Acepta este dinero y vete de aquí, no pronuncies el nombre de mi hijo, él sigue desaparecido por tu culpa.
-Esto no está bien, no está para nada bien. – el alfa se acercó de nuevo a él, Nevan querría huir de ahí. – Mi bebé, necesita a un padre y Jaxon...
Cole golpeo la mejilla de Nevan con saña al escuchar que nombraba de nuevo a su hijo. Otto lo miro sorprendido, no sé esperaba a que su esposo le hiciera eso.
-¿Por qué? – Nevan llevo su mano sobre la mejilla adolorida, intentado no llorar. - ¿Por qué lo ha hecho?
-Acepta este dinero y desaparece de nuestra vida, me da igual lo que hagas con él, como si te quieres follar a mil alfas más... - le grito. – No hables de mi hijo, no pienses en él, desparece de su vida, tan solo le has traído desgracias. Esa cosa que tienes en el vientre es una mentira.
Otto calmaba a Nevan sin éxito, el omega lloraba desconsoladamente en el sofá, escuchando las palabras de Cole, el alfa gritaba para que las entendiera mejor. Afirmaba que esa "cosa" no era de su hijo.
-Tan solo apareciste en su vida para hacerle daño, te atreves a mentir tan descaradamente, siempre has buscado a mi hijo para sacarle el dinero. – el omega ya no quería responderle. – Eres una desgracia para él.
-¡Cole! – grito Otto. – No sigas hablándole así. – sus ojos se veían tristes cuando observo de nuevo a Nevan. – Cielo, tan solo acéptalo, podrás comprarle lo necesario a tu bebé, tendrás una buena vida durante unos meses, mientras te recuperas, no tienes que devolvérnoslo.
-No lo quiero. – respondió cansado. – Si lo acepto, tendría que creer las palabras de su esposo. Y sé que este bebé es suyo, tengo pruebas que lo confirman, esa hermosa bebé se llama Emily, meteros el nombre de vuestra nieta en la cabeza. Ya que será la última vez que lo escuchéis.
Se levantó con dificultad del sofá, sus piernas se sentían débiles por el miedo. Emily hizo un pequeño bultito donde Nevan puso la mano para calmarlo. Su vientre dolía horrores, pero quería salir de allí lo antes posible. Otto quiso ayudarlo, pero él lo aparto, no quería la amabilidad de las personas que se atrevieron a insultar a su hija de esa manera.
-No vuelvas a escribir sobre mi hijo. – le advirtió Cole cuando llegó a la puerta. – Si lo haces te denunciaré. – Nevan no lo escucho. – Ve a mentirle a otro alfa.
Las lágrimas empezaron a caer cuando llegó al ascensor, no podía parar de llorar en aquel momento. Sentía impotencia por no haber respondido a Cole como se merecía, le parecía vergonzoso que quisiera comprar su silencio con dinero. Era el peor insulto que podía recibir en aquel momento.
Camino unos metros hasta llegar a un banco, solía esperar allí a Jaxon, cuando iba a entrenar, le gustaba mucho aquel lugar, se veía su casa si levantaba un poco la vista. Nevan apretó los labios cuando sintió de nuevo aquel dolor, no podía sentir su vientre sin sentir mil agujas. Empezó a respirar con dificultad cuando las contracciones vinieron.
-Duele... - le dijo a Nash cuando descolgó la llamada. – Duele mucho.
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El momento se acerca...
Nevan podrá ver las intenciones que tuvo Jaxon en un primer momento, antes de que sea tarde.
Hora de preguntas:
¿Nash llegará a tiempo para ayudarlo?
¿Nevan debió aceptar el dinero?
Espero que os haya gustado :)
Voten y comenten 💕🥰💕💕🥰💕