Hasta el final del camino

By Andrea_ma21

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Después de la extraña desaparición de su alfa, Nevan se encuentra solo en su nueva vida. Sin nadie que pueda... More

PERSONAJES
PROLOGO
CAPITULO 1
CAPITULO 2
CAPITULO 3
CAPITULO 4
CAPITULO 5
CAPITULO 6
CAPITULO 7
CAPITULO 8
CAPITULO 9
CAPITULO 10
CAPITULO 11
CAPITULO 12
CAPITULO 13
CAPITULO 14
CAPITULO 15
CAPITULO 16
CAPITULO 17
CAPITULO 18
CAPITULO 19
CAPITULO 19
CAPITULO 21
CAPITULO 22
CAPITULO 23
CAPITULO 24
CAPITULO 25
CAPITULO 26
CAPITULO 27
CAPITULO 28
CAPITULO 29
CAPITULO 30
CAPITULO 32
CAPITULO 33
CAPITULO 34
CAPITULO 35
CAPITULO 36
CAPITULO 37
CAPITULO 38
CAPITULO 39
CAPITULO 40
CAPITULO 41
CAPITULO 42
CAPITULO 43
CAPITULO 44
CAPITULO 45
CAPITULO 46
CAPITULO 47
CAPITULO 48
CAPITULO 49
CAPITULO 50
CAPITULO 51
CAPITULO 52
CAPITULO 53
CAPITULO 54
CAPITULO 55
CAPITULO 56
CAPITULO 57
CAPITULO 58
CAPITULO 59
CAPITULO 60
CAPITULO 61
CAPITULO 62
CAPITULO 63
CAPITULO 64
CAPITULO 65
CAPITULO 66
CAPITULO 67
CAPITULO 68
CAPITULO 69
CAPITULO 70
CAPITULO 71
CAPITULO 72
CAPITULO 73
CAPITULO 74
CAPITULO 75
CAPITULO 76
CAPITULO 77
CAPITULO 78
CAPITULO 79
CAPITULO 80
CAPITULO 81
CAPITULO 82
CAPITULO 83
CAPITULO 84
CAPITULO 85
CAPITULO 86
CAPITULO 87
CAPITULO 88
CAPITULO 89
CAPITULO 90
CAPITULO 91
CAPITULO 92
CAPITULO 93
CAPITULO 94
CAPITULO 95
CAPITULO 96
CAPITULO 97
CAPITULO 98
CAPITULO 99
CAPITULO 100
CAPITULO 101
CAPITULO 102
CAPITULO 103
CAPITULO 104
CAPITULO 105
CAPITULO 106
CAPITULO 107
CAPITULO 108
CAPITULO 109
CAPITULO 110
CAPITULO 111
CAPITULO 112
CAPITULO 113
CAPITULO 114
CAPITULO 115
CAPITULO 116 (FINAL)

CAPITULO 31

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By Andrea_ma21

Nevan recogía la ropa con prisa, aquella mañana había puesto a lavar la ropa que le había comprado a su bebé para tenerla preparada para cuando pudiera usarla. La había limpiado a conciencia, para que fuera lo más cómoda y suave posible, tendiéndola en el pequeño balconcito de su habitación. Se confió demasiado, el sol brillaba y su permitió ir en manga corta con una chaquetita finita, no tenía frio, la primavera había comenzado esa misma semana.

-No, no, no... - decía alarmado mientras recogía la ropita, la lluvia la había vuelto a mojar, hizo un pequeño puchero al no encontrar el gorrito de su bebé. - ¡Maldita lluvia! Me las vas a pagar.

Se escondió al escuchar un trueno, a veces no era tan valiente como quería, se asomó con cuidado al balconcito cuando la lluvia menguo para buscar el gorrito, había sido uno de los regalos de Tania, tenía dos orejas gigantes de conejo. Nevan no estaba muy seguro de que le gustará a su bebé, pero se vería muy tierna con el puesto.

-Bebé, no lo encuentro... - hablo con tristeza, acariciando su barriga, había dejado de ver su pies, que estaban casi siempre cubierto por la panza. – Bebé, tendremos que buscar otro gorrito, aunque me gustaba mucho eso ¿Qué debería hacer?

Espero una respuesta de parte de su hija, pero ella había decidido que era la hora de la siesta. Nevan se arrodillo para poder buscarlo mejor, su tripa pesaba demasiado en aquel momento, su espalda le dolía por estar en aquella posición, pero necesitaba encontrar el regalo. Sintió ganas de llorar cuando no lo vio por ningún lado.

-Bebé, iré a pedirle ayuda a Celia o al señor Taylor, ellos lo van a encontrar... - le costó bastante volverse a ponerse de pie, sentía como se estaba quedando sin aliento, se tuvo que sentar en la cama para poder recuperar el aliento. – Bebé tendremos que reducir los dulces.

Suspiro agotado, moverse se estaba volviendo un tormento en aquellos días. Celia había reducido su trabajo todo lo que pudo, Nevan tan solo trabajaba por la mañana y descansaba por la tardes. Aunque las aprovechaba para ir a visitar a los gatitos, muchas veces encontraba a Nash sentado cerca de Dama, ella le pedía caricias y ronroneaba al tenerlo al sentirlo cerca, el alfa la había empezado a llamar "Mi niña", algo que parecía gustarle. Aunque Nash no se libraba de los arrebatos de Dama, cuando no quería más caricias lo arañaba sin piedad.

Nash le había llevado un pequeño sillón que encontró tirado en la calle para que pudiera sentarse en el jardín y estar cómodo. Lo restauro en poco tiempo y compro algunos cojines para que pudiera apoyarse. Ese sillón se había convertido en uno de sus sitios favoritos en los últimos días, podía mimar a los gatitos sin preocuparse por nada.

Nevan apoyo sus manos en el vientre para despertar a su bebé, ya había tomado demasiada siesta y le asustaba demasiado que estuviera tan quieta. Ella no tardo en mostrarle un bulto, no estaba muy seguro de lo que lo era, tal vez la cabeza o uno de sus pies, últimamente su pequeña se había convertido en una futbolista profesional, si pateaba cerca de la vejiga, él debía correr al baño, más de una vez tuvo que cambiarse los pantalones por culpa de la bebé.

-Bebé, es hora de comer... - sonrió con ternura, la gustaba sentir a su bebé en sus manos. – De paso pediremos ayuda, papá se siente muy cansado.

Las pantuflas se habían convertido en sus grandes aliadas, Nash le regalo unas en forma de vaquitas para que camine por el hostal, ya que sus zapatos no le entraban. Nevan amaba escuchar los mugidos de las pantuflas cuando caminaba, le parecían muy divertidos, él no diría que pisaba con fuerza el suelo tan solo para que se escucharan, aunque lo hacía de vez en cuando, después de comprobar que no hubiese nadie cerca.

Celia se dio cuenta de que estaba cerca de ella al escuchar los mugidos, Nevan caminaba feliz por el pasillo, mientras pensaba en que le pediría para cenar a Silver, esa noche habían muchos platos delicioso y se enteró por unos huéspedes que había helado, se le hizo la boca agua al escucharlo. Pensaba en que sabor podía elegir, estaba entre el de vainilla, fresa o turrón, se sintió algo decepcionado cuando dijeron que no había de chocolate.

-Buenas noches, Nevan... - Celia lo espero en la puerta de la cafetería. - ¿Ocurre algo? Te noto triste.

-La lluvia mojo la ropita del bebé y perdí uno de sus gorritos. – hizo una mueca de tristeza para darle pena. – Lo busque, pero no lo encontré, incluso me puse de rodillas para verlo mejor.

-¿Lo viste caer? – negó con la cabeza apenado. – Entonces seguirá en la habitación, después de cenar te ayudaré a buscarlo.

Nevan se puso en la fila de los empleados, junto a Celia. A veces, usaba su embarazo para que Silver le pusiera más comida en su plato, sonría con picardía cuando su compañera iba a decirle algo, Silver siempre lo protegía, diciendo que debía alimentar bien a su bebé para que creciera sana. Ese día gano doble ración de helado.

-Eres muy listo, Nevan... - no podía abrir bien sus ojos cuando sonreía – Silver, lo estás mimando demasiado, no es justo.

-Están en las últimas semanas, debemos cuidarlo más. – se defendió el omega. – Además, Nevan es muy tierno, no puedo controlarme. Tengo un poco de debilidad por él.

-¿Sabes que la está usando en tú contra? – Silver asintió sin remordimiento. – Luego no me digas que nuestro niño se está portando mal.

-Nunca diría eso sobre él. – la miró de reojo. - ¿Acaso estás celosa? Puedo darte otra tarrina de fresa. – Celia asintió. – También te cuido a ti, aunque tengo predilección por Nevan.

Ya se había sentado en su sitio, cuando Celia fue con él, Nevan ordenaba los platos con el orden en los quería comérselos, debía darse prisa, antes de que el helado se derritiera. Celia lo miraba con curiosidad, desde que había empezado a hablar con Nash su estado de ánimo había cambiado, ahora parecía más tranquilo, aunque de vez en cuando se lo podía notar triste.

-¿Cuánto tiempo te queda? – Nevan comenzó a contar con los dedos, no estaba muy seguro.

-Me quedan poco menos de dos meses. – respondió asustado. – Pero algunos huéspedes dicen que nacerá pronto, por la posición de mi tripa.

-¿Estás asustado? – asintió con la cabeza. - ¿Ya has decidido su nombre? – negó con la cabeza. – Podemos ayudarte a elegirlo ¿tienes una lista?

-Puede... - dijo con las orejas rojas. – A lo mejor tengo una pequeña lista.

-Eso está bien, me podrías decir algunos nombres...

Nevan la miró con recelo había estado recopilando nombres, desde que supo el género de su bebé, pero esperaba a Jaxon para que ayudará a elegir algunos. Al principio había pensado en ponerle el nombre de su madre al bebé, pero descarto la idea pronto, no creía que ella se merecía un premio parecido. Entonces comenzó a buscar nombres por los informes, se apuntaba los que más le gustaban y luego buscaba los significados en Internet, descartado muchos de esos nombres. Entro en varias páginas de nombres para bebés, para seguir con su búsqueda, muchas veces susurraba los nombres, para notar la respuesta de su hija. Los nombres a los que no respondía los descartaba.

-Puede que tenga diez nombres. – rebusco el papelito en su chaqueta, esa mañana había hecho la última búsqueda. – Estos son los que le gustan a ella. – tendió la nota con miedo. – No puede elegir, se mueve cuando la llamó por cualquiera de ellos.

Celia sonrió al leerlos, al lado del nombre estaba escrito su significado y algunos contaban con un pequeño corazoncito, Nevan no le explico que significaba. Ella empezó a leerlos poco a poco para ver la reacción la bebé, el omega se quejó porque no la dejaba dormir tranquila.

-Es la hora de la siesta. – le refunfuño. – Mientras papá come, bebé duerme.

-Quiero saber cuáles son los nombres que más le gusta. – volvió a leerlos para provocar a Nevan, este le hizo una pequeña mueca y siguió comiendo. – Esto va a ser complicado, Nevan.

-Lo sé. – confesó al fin. – Intente descartar algunos, pero no pude, ella se mueve siempre que los escucha. Es una bebé indecisa y no creo que pueda ponerle diez nombres. – rio. – Tendremos que tener una pequeña discusión.

-Creo que tengo una idea, Nevan. – sonrió y le devolvió el papelito. – Puedes pedirle ayuda al señor Smith y al señor Taylor.

-Estarán ocupados, no puedo molestarlos ahora. – Celia acarició su mano con cariño. – El señor Taylor está confeccionado los nuevos trajes y el señor Smith está ocupado arreglando la mesita del jardín.

Nevan siguió comiendo tranquilo, la bebé se durmió de nuevo, o eso quería pensar él, la verdad es que no estaba muy seguro de eso, podía notar como sé movía en su vientre mientras él probaba la comida. Su hija se movió aún más cuando empezó a comer el helado, le gustaría demasiado el dulce, la estaba mal acostumbrando, pero le daba igual.

-El señor Smith dice que estará en el jardín está noche. – Nevan no respondió. – El señor Taylor lo va a ayudar a poner lucecitas, dicen que pueden ayudarte con la elección.

-¿Seguro? – asintió, Nevan mostro una pequeña sonrisita. – No los molestaré.

-Creo que están muy felices, me da esa impresión. – contesto en voz baja. – Aunque se avecina una pequeña discusión. – rio. – Los dos querrán ayudar a Nevan y se enfadaran cuando el otro hable, esto va a ser divertido.

-¿Qué pasa? – la beta le hice un pequeño gesto para decirle que nada. – Iremos al terminarme el helado ¿de acuerdo?

-Primero buscaré el gorrito, bajaré al jardín cuando lo encuentre. – Nevan asintió. – Podrías decirme como era.

-Blanco y con orejas de conejo, Tania dice que podemos grabar el nombre de la bebé cuando lo sepamos.

Nevan llevo su bandeja y la de Celia al lavaplatos, estaba un poco nervioso por lo que iban a hacer, elegir el nombre de su bebé siempre había sido algo importante para él. Además sabía de la tensión que sentían Nash y Scott cuando estaban juntos, el beta seguía enfadado con él, algo que no iba a salir bien. Nash por el contrario no decía nada, aunque las quejas de Scott eran constantes, no podían estar cerca demasiado tiempo, sin empezar a tirarse pullas. El omega respiro con tranquilidad antes de salir de la cafetería, si esos dos empezaban a discutir se iría.

Sus pasos sonaban por el caminito hasta el jardín, Nevan pisaba con fuerza y reía, la bebé también parecía emocionada. Aunque el miedo seguía en su cuerpo ¿y si elegían un mal nombre? O ¿no le gustaba a Jaxon? Negó con la cabeza para apartar esos pensamientos, y siguió caminado hasta llegar al jardín.

Scott se encontraba gruñéndole a Nash, mientras este ponía las luces en la pared, el beta le decía como debía ponerlas para que se vieran bonitas, pero no era escuchado. Nash sonría con malicia al verlo tan enfadado, Scott estaba tentado a mover la escalera para que le hiciera caso, pero no era seguro. Los gatitos estaban merodeando por su alrededor.

-Ahí no... - le dijo por tercera vez. – Se despegaran, si pones lo pones así, los gatos pueden saltar y quitarlos, debiste haber seguido mi idea, maldito.

-Entonces hazlo tú, si es que lo ves mal. – le gruño enfadado. – Señor sabelotodo, vamos hazlo tú.

-Baja, idiota... - Nash lo miro de reojo. – Quedará mejor como yo te estoy diciendo, deja que te lo enseñe.

-¿Estás seguro? – el beta le gruño que sí. – No te ayudaré a levantarte si te caes, maldito beta.

-No necesito tu ayuda, estúpido alfa...

Nevan puso los ojos en blanco cuando los escucho discutir. Nash bajo de las escaleras y se puso detrás de Scott, cruzando los brazos y mirándolo con detenimiento. Scott le pidió que le pasara la pistola de grapas que usaba para poner las reparaciones.

-¿Sabes usarla? – el beta asintió cansado. - ¿Seguro? No creo que seas capaz de usarla.

-Pásame la maldita pistola, maldito alfa... - Nash mostro una pequeña sonrisa. – Mira como lo hago y aprende.

-Sí, maestro. – le burló. – Como usted diga ¿Cómo debe hacerlo este pobre aprendiz?

-Sostén bien las escaleras. – el alfa se rio. – Y mírame, maldito. – le dio la espalda un poco inseguro. – Así es más rápido y seguro.

-Como tú digas... - refunfuño. – Pero mi idea también estaba bien, las luces se iban a ver más bonitas.

-Las luces se iban a ver igual, estúpido. – le grito. – Estamos haciendo esto por Nevan, él quería que hubiesen lucecitas en el jardín para que los gatos no tuvieran miedo por la noche.

-¿Acaso te estás quejando de Nevan? – el beta negó con la cabeza. – Pues parece que sí, ya sabes que los gatitos son importantes para él, así que debes tratarlos bien.

-Tú me pones nervioso, burro. – Nash movió un poco la escalera. - ¿Qué estás haciendo? Me voy a caer.

-No hice nada, fueron imaginaciones tuyas. – Scott no le creía. – Ves cosas que no son, te estás volviendo viejo, tonto.

-No vuelvas a mover la escalera, te estoy viendo las manos... - le advirtió. – Te las graparé a la pared si lo vuelves a hacer, maldito.

Nash lo movió de nuevo, Scott le grito que se detuviera y lo amenazó con la pistola, el alfa lo ignoro, cuando el beta se veía seguro de que no lo volvería a hacer se daba la vuelta. Nash sonreía con malicia, desde lejos se podían ver sus intenciones.

-Manos quietas, o lo próximo que grape serán tus dedos. – Nash le enseño el dedo del medio. – Te estás comportando así porque Nevan no está, maldito alfa, tengo ganas de que te conozca de verdad.

-Eres un quejica, Scott. – se burló. – No estoy haciendo nada y no paras de quejarte, pobre Lily, lo que tiene que aguantar.

-¿Qué tiene que ver Lily con esto? – bramó. – Estamos hablando de Nevan, no de ella.

-¿Por qué estás tan obsesionado con que Nevan sea tu modelo? – le pregunto celoso.

-Me gusta su rostro, es un buen modelo... - Nash movió de nuevo la escalera. – Cuidado, imbécil, me voy a caer.

-No has respondido a mi respuesta, ¿Por qué quieres a Nevan? – Scott le pidió que parara. – Dímelo ¿Qué piensas hacer con él?

-Deja de moverme... - Nash negó con la cabeza. – Esto es peligroso, estúpido, si me caigo será tu culpa, quieto.

-Contesta a mi respuesta. – el beta casi se tropezó. – Dímelo.

-Señor Smith... - grito Nevan. - ¿Qué cree que está haciendo?

Scott se dejó caer cuando escucho a Nevan, el alfa no tuvo casi tiempo de reacción. Nash puso la mano entre la grapadora y el vientre del omega para que no sufriera ningún daño, Scott no había puesto el seguro. Nash se quejó de dolor cuando una grapa se clavó en su mano.

-¿Señor Smith? – el alfa sujetaba su mano con cuidado, mientras intentaba no gritas, Scott palideció. - ¿Estás bien? Buscaré el botiquín – miró al beta. – Señor Taylor ¿Está bien? – asintió. - ¿Le duele mucho, señor Smith?

-Estoy bien, no te preocupes, Nevan. – sonrió, Scott se acercó al alfa despacio. – Debiste tener cuidado, que hubiese pasado si esa grapa se hubiese clavado en el vientre de Nevan, estúpido.

-Tú no parabas de moverme, te advertí que podía caerme. – Nash hizo una mueca de dolor. – Lo siento, no lo volveré a hacerte.

-Te dejaste caer, estúpido. – le grito. – En ese momento no te estaba moviendo, te dejaste caer al escuchar a Nevan. – una gota de sangre cayo en césped. – Duele como mil demonios, que hubiese pasado si Nevan estuviera en esta situación ¿Eh? – lo reto. – Si te ibas a dejar caer, haber puesto el seguro.

-No lo hice a propósito. – Nash le gruño. – Lo digo enserio, tan solo quería que Nevan se enfadará un poco contigo. No tenía intención de graparte la mano.

Nevan volvió a apareció minutos después con un botiquín de emergencia, el omega venia jadeando, no lo estaba encontrado y eso lo ponía nervioso. Nash dejó que limpiara la herida, sin decirle nada, Nevan sostenía su mano con cuidado.

-¿Duele mucho? – negó con la cabeza. – Señor Smith ¿Quiere que llame al doctor?

-No es necesario que lo cure un doctor, no es tan grave. – Nevan hizo un pequeño puchero. – No me duele, lo estás haciendo muy bien. – Scott los miraba sin decir nada. – Muy bien, ahora coge esas pinzas.

-¿Seguro? – asintió. – Te haré daño, señor Smith, puedo llamar a un doctor, no pasará nada.

-Tan solo necesito que lo saques con cuidado, no se usar la mano izquierda. – sonrió. – Sería muy complicado para mí, me puedes ayudar.

Scott se sentó al lado de Nevan, el beta estaba un poco avergonzado por lo que había pasado, pero no le iba a dar a Nash la satisfacción de saberlo. Nevan sostuvo la mano de Nash de nuevo y lo miró con miedo.

-Puedo hacerlo yo, si prefieres, Nevan... - Nash entrecerró los ojos. – Si no te ves seguro, puedo hacerlo yo, el señor Smith no dirá nada.

-Él lo está haciendo bien, no tienes por qué hacerlo tu... - le gruño. – Tu puedes hacerlo Nevan.

-Me da miedo. – miró al beta y le entrego las pinzas. – No quiero hacerte daño, esto se ve muy mal, señor Smith. 

------

Nash esta usando el poder de su mente para insultar a Scott y poder insultándolo sin que Nevan lo pudiera escuchar. Él estaba muy feliz porque Nevan lo estaba ayudando, y Scott lo había estropeado, le pateara el trasero cuando el omega no lo vea. 

Nash y Scott se llevan bien a ratos, sobre todo delante de Nevan. Aunque se insultan en demasiadas ocasiones, el beta aún no lo ha perdonado. 

Hora de preguntas: 

¿A Scott le gusta Nevan? o ¿Lily? 

Espero que os haya gustado :)

Voten y comenten 🥰💕🥰💕🥰💕

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