El verde de mi primavera ♡ Cy...

By reazurah

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A Cyno nunca le había llamado la atención el color verde. Le parecía insípido; no era bonito, y mucho menos... More

zero
capítulo uno
capítulo dos
capítulo tres
capítulo cuatro
capítulo cinco
capítulo seis
capítulo siete
capítulo ocho
capítulo nueve
capítulo diez
capítulo once
capítulo doce
capítulo trece
capítulo catorce
capítulo quince
capítulo dieciséis ♡ xiaoven
capítulo diecisiete
capítulo dieciocho
capítulo diecinueve
capítulo veinte
capítulo veintiuno
capítulo veintidós
capítulo veintitrés
capítulo veinticuatro ♡ primera parte
capítulo veinticinco ♡ segunda parte
capítulo veintiséis
capítulo veintisiete
capítulo veintiocho
kavetham ♡ treinta
capítulo treinta y uno
capítulo treinta y dos
capítulo treinta y tres
capítulo treinta y cuatro
capítulo treinta y cinco
capítulo treinta y seis
capítulo treinta y siete
capítulo treinta y ocho
capítulo treinta y nueve
capítulo cuarenta
capítulo cuarenta y uno
capítulo cuarenta y dos
capítulo cuarenta y tres
capítulo cuarenta y cuatro
capítulo cuarenta y cinco
capítulo cuarenta y seis
kavetham ♡ cuarenta y siete
cuarenta y ocho
cuarenta y nueve
cincuenta
AVISO

capítulo veintinueve

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By reazurah

—Alhaitham... —lo llamó Kaveh entre sollozos. El mencionado lo abrazó con más fuerza, ignorando por completo el calor que sentía al no tener el aire acondicionado puesto.

Cuando su novio lloraba, Alhaitham se negaba rotundamente a separarse de él. Sin importar el motivo, él siempre estaría ahí para ser un apoyo, alguien en quien Kaveh pudiera confiar. ¿Quién más iba a consolarlo además de él? ¿Acaso existía alguien en el mundo que comprendiese a Kaveh mejor que él? La respuesta era simple: no.

—No me puedo creer que antes me dijeras que estabas mejor y ahora me vengas con esto... —suspiró contra el hombro ajeno. El rubio estaba sentado sobre sus piernas, rodeando su cuello con ambos brazos y con la cabeza apoyada sobre la suya.

—Lo siento... No me esperaba este bajón de repente —se quejó. Las lágrimas parecían divertirse en sus taciturnas carreras a lo largo del hermoso rostro de Kaveh, quien se había puesto rojo hasta las orejas—. Oye, Thamtham... —lo llamó tras un rato en silencio.

—Dime.

—Tú no me abandonarás, ¿verdad? Sé que soy muy pesado, desordenado y ruidoso, pero me gusta pensar que realmente me quieres —Kaveh se separó de él para poder verlo a los ojos—, y no eres igual que mi madre.

—Jamás me atrevería a dejarte, Kaveh —Alhaitham se acercó a él hasta hacer chocar sus narices—. Ya sabes que no me gusta decir estas cosas, pero por ti... Te amo más que a nada en este mundo. Voy a seguir cuidándote por el resto de mi vida... O lo voy a intentar.

Kaveh rio, cerró sus ojos y lo besó. Fue un beso tierno y sin segundas intenciones, una forma no verbal de expresar su agradecimiento y de dejar claro que él también lo amaba.

—Me da miedo pensar que te debo tanto, pero tengo tan poco para ofrecer —Kaveh contempló el rostro de su novio. Era tan hermoso como la naturaleza misma, aunque con una mirada tan fría como las noches invernales.

—No tienes que darme nada, Kaveh. Siempre supe que no querías volver a tu país y te hice un favor porque te quería —Alhaitham acarició la espalda desnuda de su novio con su mano derecha—. Temía que tuvieras que pasarlo mal otra vez.

—Y eres tan tonto por eso —Kaveh empezó a llorar nuevamente—. Tal vez por eso te amo tanto.

—Deja de llorar ya, bobo. Ya sabes que no pienso abandonarte —Alhaitham volvió a abrazarlo, aunque esta vez se recostó sobre la cama, dejándolo encima de él—. Ahora, duerme. Prometo quedarme aquí toda la noche.

—Thamtham... —el rubio apretó sus manos alrededor de la tela de la camiseta de su novio—. Te amo tanto.

Alhaitham plantó un beso en su cabeza. No pensaba dejar que Kaveh se sintiera solo ni una sola vez más en su vida.


—Definitivamente, llevan marihuana —dijo Collei tras escupir el trozo de magdalena que había probado—. Es como la que me dio una compañera mía un día. La cabrona me dejó probar un bocado y después me dijo que llevaba.

—No entiendo por qué alguien le daría una magdalena con marihuana a su compañero de trabajo —Tighnari ocultó su rostro tras ambas manos—. Aunque al menos se han divertido.

—¿Cyno también ha comido? —preguntó Nilou.

—Sí.

—Entonces iré a verlo. Imagino que seguirá despierto.

Al llegar a la habitación que ambos compartían, la pelirroja dio un par de toques y esperó con paciencia la respuesta de Cyno. Este tardó un poco en responder, aunque le dio permiso para pasar.

—No me esperaba esto de ti, Cyno. Espero que no te vuelvas adicto a esas magdalenas —la joven tomó asiento en su cama y tomó un peluche que había comprado un par de días antes—. ¿Y esa cara de felicidad?

—Tighnari... —balbuceó, incapaz de decir algo más. Tal era su emoción que en sus ojos parecía habitar el propio sol.

—¿Tighnari...? —Nilou lo invitó a seguir hablando. Como había pasado todo el día fuera, sentía curiosidad por lo que había sucedido durante su ausencia.

—Ven aquí, no quiero hablar muy alto —Cyno dio un par de golpes en su cama. La pelirroja se puso de pie y caminó hacia la cama de su amigo, tomando asiento a su lado.

—Escupe toda la información.

—A ver, tampoco ha sido la gran cosa... Pero ha estado cuidándome todo el tiempo que he estado tocado e incluso me ha dejado acostarme en su... —Cyno apretó el puente de su nariz—. ¿Cómo se llamaba?

—¿En sus piernas?

—No.

—¿Regazo? —Cyno asintió unas cuantas de veces antes de seguir hablando.

—Y durante la cena no se ha separado de mí para nada. En un momento hasta me ha recordado a ti. Siempre solías recoger mi cabello cuando sabías que me molestaba.

—¿Por eso estás tan emocionado?

—Sí. ¿Acaso es raro? —ella negó con su cabeza.

—En absoluto. Solo era curiosidad —Nilou tomó la mano de Cyno y le acarició el dorso con el dedo pulgar—. Me alegra verte tan feliz.

Cyno la contempló en silencio antes de hablar.

—Nilou, ¿puedo abrazarte?

—¿Por qué?

—Simplemente quiero abrazarte.

Nilou abrió sus brazos, permitiendo que Cyno la abrazase. Entonces se dejó caer sobre su espalda, acariciando un poco por encima de la tela de su camiseta antes de hablar.

—A veces me arrepiento de haber salido contigo —confesó ella—. Te amaba, pero en el fondo sentía que tú no me querías de la misma forma. Intenté mentirme, convencerme de que solo era una idea mía. Pero al final, tú mismo lo descubriste —la pelirroja subió sus brazos hasta apoyarlos sobre los hombros de Cyno—. Si lo hubiera aceptado en su momento, nos hubiéramos ahorrado las decepciones y las penas. Habríamos seguido siendo amigos, y la pequeña grieta que existe en nuestra relación jamás hubiera existido.

—¿Y a qué viene eso ahora? —Cyno cerró sus ojos y se dejó envolver por la calidez del cuerpo ajeno (porque después de tanto tiempo, el aire acondicionado lo había dejado completamente helado)—. Nilou, no necesito disculpas ni confesiones. Yo también tuve culpa.

—Pero estabas confundido.

—No es una excusa para dejarme libre de toda culpa. Ambos cometimos errores, pero ¿sabes? Al menos fui feliz. Tú me hiciste feliz —Cyno acarició la espalda ajena—. Puede que nuestra relación fuera un error. Malgastamos nuestras primeras veces y nos volcamos en un amor que resultó ser una amistad... Pero mi felicidad fue real. Y me gusta pensar que la tuya también lo fue.

—Eso es un alivio —ella dejó escapar un suspiro y dejó caer su cabeza sobre la de Cyno—. A veces me sentía mal al pensar que tal vez fui un estorbo para ti.

—Qué va —él empezó a reír de repente—. Y uno aquí sintiéndose mal por haber cortado contigo de esa forma tan fea.

—Al menos hemos sido sinceros el uno con el otro. Ya no hay nada más que nos estemos ocultando, ¿no?

—Fui yo el que se comió tu medialuna aquel día.

—Serás cabrón, por un día que me iba a permitir saltarme la dieta.

—Te la pudiste saltar igualmente.

—Pero me quitaste toda la ilusión —se quejó ella—. Aunque te lo perdono. Sé que eres tonto.

—Oye, eso es una falta de respeto —dos toques en la puerta detuvieron su conversación. Cyno se separó de Nilou y permitió pasar a la persona que había llamado.

—Lamento interrumpir... Solo quería saber qué tal estabas —Collei entró tímidamente en la habitación.

—Los efectos se me han pasado, pero no me encuentro especialmente bien —respondió Cyno—. Eso sí, ahora mismo me pones a ver Evangelion y seguro que lo entiendo.

—Al final voy a tener que probar las magdalenas yo también —Nilou entrecerró sus ojos y habló.

—Collei, no. No seas como esos dos descerebrados —la joven cerró la puerta de la habitación y se sentó sobre la cama, más cerca de la pelirroja que de Cyno—. Tienes el pelo completamente descolorido —mencionó al tenerla cerca.

—Lo sé —Collei cerró sus ojos y estiró sus brazos—. Estoy pensando en teñirlo de negro y dejarlo respirar un poco de tanto verde.

—Estarías rarísima. Estamos acostumbrados a tu verde —comentó su mejor amigo—. Tighnari no tendrá planeado hacer lo mismo, ¿verdad?

El verde nunca había sido un color realmente especial en su vida. Lo asociaba a la naturaleza, algo que para él era bello. Pero siempre había preferido el morado y el amarillo, colores que solía coronar como reyes en cada cuadro. Dependía de ellos como un niño depende de la teta de su madre.

Pero un día abrió una puerta de cuya existencia nunca se había percatado, y todo su mundo se tiñó de aquel color que jamás pensó que podría llegar a gustarle tanto.

Cyno se había enamorado del verde. Si Tighnari decidía deshacerse del verde de su cabello, sería algo extraño. Al fin y al cabo, había asociado ese color al hermano de su mejor amiga.

—Qué va. Tighnari está más pillado por el verde que tú por él. No piensa deshacerse de sus amadas mechas verdes —Cyno celebró en silencio su “victoria”—. Aunque creo que quiere deshacerse de la parte de abajo de su cabello que tiene un color distinto. Dice que le molesta teñirla constantemente.

—Con lo bien que le queda.

—Da igual, eso no se va a notar tanto —la pelirroja le restó importancia—. Lo importante son las mechas verdes —Cyno asintió, dándole la razón.

—Si alguna vez decide deshacerse de ellas, ya sabes cuál es tu misión, Border Collie —la joven entornó sus ojos y golpeó a su mejor amigo.

Su estupidez no tenía remedio.

—Ah, Alhaitham... ¿Quieres que me vaya? No sabía que Kaveh estaba dormido —Tighnari quiso retirarse tan pronto en cuanto vio a ambos tumbados sobre la misma cama, abrazados.

—No te preocupes. Te dejé pasar porque sé que a Kaveh no le importa si tú lo despiertas. Te tiene mucho cariño —el joven avanzó lentamente hasta estar más cerca de la cama. Como no quería sentarse sobre ella, tomó asiento en el suelo y cruzó ambas piernas.

—¿Ha estado llorando? —preguntó al ver su rostro enrojecido. Alhaitham asintió con su cabeza.

—Ya se le habían pasado los efectos de lo que sea que llevaran esas magdalenas, pero de repente le dio un bajón —respondió Alhaitham—. Se puso a llorar y a pedirme que no lo dejara. La verdad es que últimamente ha estado muy raro y no ha dejado de mencionar a su familia, pero no me había parecido muy importante hasta ahora. Ahora que ha pasado esto, sospecho que le está afectando otra vez porque su madre ha contactado con él.

—No querrá que vuelva con ellos, ¿verdad?

La expresión de Tighnari cambió de repente. Este era un tema demasiado serio como para dejarlo pasar sin más.

—Espero que no. Aunque realmente no importa cuánto le exijan. Si Kaveh no está dispuesto, no hay forma de hacerlo regresar. Es un adulto y es responsable de su propia vida.

—El problema es que se atrevan a venir aquí —mencionó el estudiante de bioquímica.

—Pues que lo hagan si quieren. Pero no pienso dejar que se pasen con Kaveh —Ahaitham acarició la cintura de su novio—. Ya lo vi una vez y no hice nada. Esta vez no será igual.

Alhaitham ya no era ese compañero despreocupado que no quería meterse en los asuntos de Kaveh. Si algo le molestaba, él sería el primero en actuar para ayudarlo. Incluso si lo único que necesitaba era alguien que le colocara un parche en su adolorida espalda.

Porque Kaveh se había convertido en una de las personas más importante de su vida y no pensaba permitir que volviera a pasarlo mal. No quería que tuviera que vivir otra vez esos días pasados que tanto deseaba olvidar.

Su novio había cortado aquel molesto hilo que lo unía a su pasado y había decidido seguir avanzando. Quería sentirse vivo y disfrutar su vida en un nuevo país, junto a personas que lo querían de verdad. Quería dejar en el olvido a su profesor, y también a su madre y a su padrastro, que poco le aportaron durante su corta infancia y su agobiante adolescencia. No fueron más que una molesta piedra en su camino.

—¿Sabes, Alhaitham? Con lo individualista y racional que eres, jamás te hubiera imaginado diciendo esas palabras —Tighnari no pudo evitar reírse—. Kaveh te ha cambiado. Y no sabes lo feliz que me hace eso.

—¿Por qué te haría feliz?

—Porque lo amas. Lo amas como nunca has amado a nadie. Kaveh te necesita, pero tú también lo necesitas a él. Siempre lo has necesitado.

Tighnari conocía a Alhaitham desde que tenía uso de razón. Siempre le había parecido una persona muy desagradable y le daba miedo acercarse demasiado a él, aunque, a pesar de todo, acabó convirtiéndose en su mejor amigo.

Alhaitham no era una persona especialmente sociable. Era extraño y muy desconfiado, así que, a pesar de su belleza, la gente no quería tenerlo cerca. Puede que eso fuera algo bueno para él, pero Tighnari no pensaba igual. ¿Qué iba a ser de él si seguía con esa actitud? No podía vivir siendo un rechazado social y un infeliz toda su vida.

Fue entonces cuando Kaveh apareció en su vida. No era más que un muchacho de diecinueve años que estaba buscando un lugar barato en el que poder alojarse, pues acababa de cortar con su pareja y había quedado endeudado y sin un lugar en el que vivir.

Alhaitham lo aceptó a regañadientes en su hogar y tuvo que adaptarse a él. No le gustaba la idea de vivir con otra persona, e incluso se planteó seriamente la idea de echarlo de su hogar en cuanto descubrió que era un completo desastre.

No obstante, algo en él le impidió hacerlo. No podía dejar a Kaveh a su suerte, por mucho que su presencia le molestara.

Porque Kaveh confiaba en él. Y por primera vez en su vida, Alhaitham comprendió qué era esa “responsabilidad afectiva” de la que había escuchado hablar alguna vez en su antiguo y único grupo de “amigos”.

Al tener al rubio junto a él, Alhaitham comenzó a comprender cada vez más el mundo que tanto había ignorado. Kaveh fue la llave que le abrió aquella puerta que creía imposible de ser abierta. Aunque fue avanzando poco a poco. Primero lo dejó asomarse, después le permitió sacar un brazo, tal vez una pierna...

Y finalmente, aquella noche que lo vio romper en llanto tras haber sido denigrado por sus progenitores esa misma tarde, la puerta fue abierta al completo. Alhaitham comprendió que era un humano y no podía encerrarse en su pequeña burbuja por el resto de la eternidad.

Porque no podía dejar que nadie le hiciera daño a Tighnari, y mucho menos a Kaveh. No podía permitirse verlos sufrir y no hacer nada por ellos. No debía convertirse en lo mismo que su padre.

Fue ese mal “menor” el que le permitió evitar errores futuros. Pudo proteger a Tighnari de Dottore en cuanto vio que había algo extraño, y ahora pensaba proteger a Kaveh de su familia (y así tal vez compensar por lo sucedido la última vez).

—¿Eso crees? —Tighnari asintió con su cabeza y sonrió.

—Creo que a todos nos hace falta una persona tonta en nuestra vida —bromeó.

—Pues si Kaveh era el tonto que a mí me hacía falta, me atrevo a decir que tú también has encontrado al tuyo.

A pesar de no conocer bien a Cyno, esa misma tarde había descubierto que su inteligencia y la de su novio estaban al mismo nivel. Eso lo convertía en otro tonto, un tonto que, a sus ojos, parecía dispuesto a cambiar la vida de Tighnari.

Lo único que le preocupaba era saber si ese cambio sería para bien... O para mal.

—No estoy yo tan seguro de eso.

—Solo dale tiempo. En unos meses tendrás todas las respuestas que todavía no tienes.

Tighnari asintió en silencio y no dijo nada más. Si Alhaitham lo decía, tal vez debía tener la posibilidad en cuenta.

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Hola. En resumen, voy a publicar imágenes yaoi, memes e imágenes random. TODO DE MARVEL!!!!! Todos son bienvenidos, disfruten.
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la tipica historia de universos viendo otros universos atraves de pantallas flotantes que aparecerán en sus mundos aunque también agregare otras cosa...
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___ (🌿︿ • cómics creek y de uno que otro ship en español la mayoría traducidos por mi o por sus autores originales 🌻