"No vengas, vamos a estar bien."
Nash escribió aquellas palabras la noche anterior, él sabría cuidar bien de Nevan, ya lo había hecho antes, además iba Celia, no iba a pasar nada malo. Quería pasar un día divertido junto al omega, no iba a permitir que nadie le moleste.
"Quiero conocerlo, Nash." – escribió enfadada.
"No es solo para ti."
"También te estoy ayudando, me merezco al menos verlo una vez."
"Nash contéstame o iré al hostal"
"Nash sé que estás leyendo mis mensajes." – le escribió cinco minutos después.
"Dime algo, Nash. Estoy preparada para ir."
"Déjame ir."
"Eres muy pesada, Rose" – le envió varias caritas enfadadas para dar énfasis al mensajes, su prima no tardó en responderle.
"Aún está asustado, no puede conocerte."
"Voy a ir a la feria." – sentencio.
"Lo buscaré, y lo saludaré."
"No voy a hacerle nada más." – mando una carita picará.
"No es que le vaya a decir que mi primo lo ha estado buscando desde hace trece años."
"Rose no vengas."
"Lo vas a asustar, eres demasiado..." – no sabía que escribir.
"¿Soy qué?"
"Maldita seas, Nash."
"No es solo para ti, déjame conocerlo, por favor."
"Llevo trece años escuchándote de lo maravilloso que era ese niño."
"Merezco conocerlo. Será mi recompensa por haber escuchado tus historias"
"Rose, vamos a ir acompañados, no tendremos tiempo para trivialidades."
"Eres demasiado cotilla" – Nash se arrepintió de escribirle aquellas palabras, no tuvo oportunidad de borrarlas. Rose no tardó en responderle.
"¿Con que soy cotilla?"
Nash se asustó al ver que tardaba en escribir el siguiente mensaje, estaba pensado en apagar el móvil y dejarlo olvidado en su habitación, como si no hubiese pasado nada. Rose podía dar algo de miedo cuando la enfadaba, aunque fuera menor que él, su prima siempre le había impuesto respeto. Miraba la pantalla del móvil mientras sudaba, sus manos temblaban. La ira de Rose estaba a punto de florecer.
"Primito querido, mi hermoso Nash." – el alfa rio nervioso.
"Voy a ir a la feria." – mando varios corazones.
"Espero que las clases de atletismo te hayan servido de algo."
"Vas a tener que correr mucho, querido primito."
"Nos vemos en unas horas."
Suspiro aliviado, los mensajes habían sido menos agresivos de lo que pensaba. Rose debía está feliz aquellos días, no le envió ningún mensaje de voz, eso era algo bueno. Sabía que cumpliría su palabra, y la vería en la feria, pero no se iba a alterar por eso. Nevan lo estaba esperando en la cafetería para prepararse, Celia iría más tarde.
-Buenos días, señor Smith. – le sonrió el omega, estaba comiendo unas magdalenas y un zumo de naranja, parecía feliz aquella mañana – El autobús sale en una hora, aún tiene tiempo de comer algo, le he guardado el sitio.
-Gracias, Nevan. – aquella mañana el olor del omega era más dulce de lo normal, Nash pensó que se había puesto algún tipo de perfume. -¿Cómo estáis? ¿La bebé se encuentra bien? – sonrió, el omega asintió- ¿Quieres más? – señalo las magdalenas – Puedo traerte más, aún quedan.
-Es mejor no comer mucho... - rio y acarició su vientre – Tenemos que probar muchas cosas en la feria, debo comer poco ahora, para poder probarlo todo.
Celia deshizo el cabello de Nevan cuando paso por su lado, el omega inflo sus mejillas cuando se sentó a su lado, había tardado en arreglarse el cabello aquella mañana, incluso había visto un video de cómo debía hacerse el flequillo para parecer más alto.
-Buenos días, Nevan. – el omega le gruño – Nos veremos en la feria más tarde, tengo que preparar algunas cosas antes de ir.
-¿Quieres que te guardemos algún sitio? – negó con la cabeza – Nosotros estaremos en el área para los omega, el señor Smith dice que es lo más seguro para el bebé y para mí.
-El señor Smith se preocupa mucho por vosotros. – Nevan agacho la cabeza avergonzado – Es un buen hombre, estaréis seguros con él. – asintió – Puedes llamarme si necesitas algo, llevaré mi coche, podemos volver los tres juntos.
-¿Cuatro? – sonrió – La bebé también va a la feria, probaremos comida deliciosa. – Celia lo miro de reojo – Iré con cuidado, sé que es lo que no puedo comer, el doctor Corbin me dio una lista, la he estudiado. Tendré mucho cuidado.
-No te estoy diciendo nada. – pellizco su mejilla – Si te encuentras mal o necesitas descansar, díselo al señor Smith. No te esfuerces, el doctor Corbin está preocupado por tu última analítica. – Nevan cruzó los brazos, lo estaba tratando como un niño pequeño. – Hay asientos en casi todos lados, y los baños están cerca del área de los omegas.
-Lo sé. – refunfuño, anoche lo llamó Joe para decirle lo mismo – No va a pasar nada.
-Le diré al señor Smith que cuide bien de ti, mientras yo no este. – Nevan le aparto la mirada, se había convertido en el bebé de Celia – Eres uno de nuestros mejores trabajadores, el señor Corbin está muy feliz contigo, le gustó mucho la plaquita que le hiciste.
Nash se sentó en silencio al lado de Nevan, mientras Celia comprobaba que el omega estuviera bien, tomo su temperatura con un termómetro, y también la tensión. Debían tener un estudio de la salud del omega, Joe lo había pedido y Celia era la encargada de enviarle los resultados cada noche, para ver la mejoría de Nevan. Al principio se quejaba, incluso le gruñía cuando la veía acercarse a él con el termómetro, pero termino acostumbrándose.
-Señor Smith, no os permito hacer nada peligroso. – hablo con seriedad – Si Nevan se encuentra mal en algún momento, ir a las zonas de descanso. – el alfa asintió – Te intentará mentir diciendo que está bien, si lo hace, toma una de sus manos, si está fría es que se encuentra mal.
-¿Nevan me mentirías? – el omega no respondió, comió su magdalena en silencio – Estaré atento.
-Si ve que se mueve extraño, es que necesita ir al baño. Siempre se aguanta hasta llegar al límite, aunque lo regañe. – Nevan la miro de reojo, estaba siendo demasiado detallista – Hay un baño para omegas, en la zona preparadas para ellos. – el alfa asintió - ¿Recuerdas las cosas que no puede comer?
-Celia, no soy un niño. – le respondió frunciendo el ceño, la beta ser rio, al igual que Nash – Se cuidar de mí mismo, y de la bebé, no habrá ningún problema, voy a estar bien.
-Señor Smith. – Nevan le gruño cuando vio que lo ignoraba – Confió en ti, sé que lo vas a cuidar bien, aunque se queje y empiece a refunfuñar. Nevan es uno de mis mejores trabajadores, quiero que hoy sea feliz, te lo encargo.
-No soy un niño. – le repitió – Puedo cuidar de mí mismo, el señor Smith solo va a acompañarme, como mi amigo. – Nash sonrió – No debe estar tan pendiente de mí.
Celia arreglo la bufanda y el abrigo de Nevan antes de despedirse de él, provocándolo para que se volviera a enfadar, el omega le gruño repitiéndole que no era un niño. Celia lo abrazó, era algo que estaba empezado a dejar que hiciera desde hacía poco, Nevan siempre apoyaba su cabeza en su hombro para burlarse de que era más alto que ella, por dos centímetros.
-Ten cuidado, Nevan. – el omega asintió – Señor Smith, cuida bien de él, o si no, te echaré del hostal. – Nash se quedó quieto – No es una simple amenaza.
Nevan se puso los guantes antes de salir, por la mañana hacía frio, la nieve también había empezado a caer por el barrio de los omegas, aunque no era tanto como en la ciudad, o al menos eso le pareció, no estaba muy seguro. Nash le propuso apoyarse en su brazo para no caerse, ya que el piso era algo resbaladizo, Nevan se acercó a él con precaución, haciendo que se riera.
-Así mejor, Nevan. – puso la mano del omega entre su brazo – No dejaré que te caigas.
-Gracias, señor Smith.
El autobús estaba un poco más lleno que de costumbre, Nash había conseguido un asiento para Nevan, junto a la ventana, ya que sabía que le gustaba ver el paisaje, él se quedó de pie a su lado para poder cuidarlo.
-¿Quieres sentarte? – el alfa negó con la cabeza – Este lugar es tuyo.
-Estoy bien aquí, Nevan. – le sonrió – Además me servirá como entrenamiento.
-Eres muy extraño, señor Smith. – Nash se rio – La bebé te está diciendo gracias por el asiento.
-De nada, princesa. – Nevan acarició su vientre, mientras el alfa lo observaba, el omega estaba más energético que los últimos días, eso estaba bien - ¿Habéis dormido bien hoy? – asintió - ¿Has sentido a la bebé?
-Aún no, aunque creo que mi vientre ha crecido un poquito más. – sonrió – Los pantalones me aprietan un poco, pero estoy bien. No debe preocuparse. La bebé y yo estamos muy bien, aunque seguimos teniendo nauseas, no son tantas como antes.
-¿La manta eléctrica te fue bien? – Nevan entrecerró los ojos – Celia dice que tienes cólicos por la noche, por eso te dejo la manta ¿Estás mejor?
-Hablas mucho con Celia, señor Smith. – Nash sonrió - ¿Sois amigos? A Celia le gusta contar muchas cosas sobre mí, incluso al doctor Corbin.
-Fui yo quien le pregunte, ya que te fuiste temprano a dormir. Estaba preocupado, no jugaste mucho con los gatitos, Travis estaba algo triste.
Nevan empezó a observar a Nash como si quisiera descubrir algo, hacía tiempo que había dejado de lado que el alfa fuera una especie de espía, pero ahora estaba volviéndolo a pensar ¿Cómo podía saber tanto sobre él? Tan solo le había dicho a Celia lo de los cólicos, sabía que la beta se lo contaría a Joe, pero no esperaba que se lo cuente a Nash. Nevan cruzó los brazos pensativo.
-¿Qué ocurre? – Nevan apretó sus labios - ¿Te encuentras bien? ¿Te sientes mareado?
-Estoy bien, señor Smith. – froto su mentón para pensar mejor – Aunque tengo muchas preguntas que hacerte.
-¿Qué quieres preguntarme? – el omega sonrió con picardía.
-Más tarde, ahora hay muchas personas. – señalo con la mirada a la mujer y la niña que había delante de él, y después al anciano que había en el asiento de enfrente – Es mejor mantener tu secreto, podrían hacerte algo. Yo se guárdalo.
-¿Qué secreto? – pregunto asustado – No guardo ningún secreto.
-No te preocupes, señor Smith. No le diré nada a nadie. – le guiño el ojo – Ya sé porque estás en el hostal. Tu secreto está a salvo.
El brazo de Nash tembló mientras se sujetaba el pasamano del autobús, Nevan le reía con algo de maldad, era como si hubiese descubierto algo gigantesco. De vez en cuando lo observaba con una pequeño sonrisa y acariciaba su vientre.
-Bebé, tu tampoco puedes decir nada... - rio – El señor Smith confía en nosotros debemos guardar su secreto.
Nash lo ayudo a bajar del autobús cuando llegaron al centro, las escaleras eran demasiado altas para Nevan, no las podía ver bien por culpa de la bufanda, Celia no quería que pasara frio, así que le dio una bufanda más calentita de la que tenía. Nevan se estaba empezado a agobiar con ella puesta, sentía su rostro hirviendo al igual que sus orejas.
-¿Estás bien? – Nevan asintió – Estás un poco pálido, Nevan. ¿Te sientes mareado?
-Tengo un poco de calor. – confesó avergonzado, señalando la bufanda – Me molesta un poco.
-¿Quieres quitártela? – negó con la cabeza – Puedes poner la bufanda de otra manera, que te moleste menos, espera... - sonrió, Nevan se quedó quieto en aquel lugar – Un momento, no te quedará tan bien como antes, pero dejaras de tener tanto calor.
Nash le quito la bufanda con cuidado y la puso sobre sus hombros dando solo una vuelta, dejando que la lana colgará sobre el pecho de Nevan, el omega respiro tranquilo al dejar de sentir tanto calor y luego le sonrió.
-¿Así mejor? – asintió – Celia casi te ahoga con la bufanda. – se burló - ¿Por qué no lo has dicho antes?
-Pensé que te enfadarías, no quería molestarte por algo tan simple. – Nash tenía ganas de abrazarlo – Gracias, señor Smith.
-Tengo que cuidar de ti, Nevan. – sonrió y pellizco su mejilla como lo había hecho antes Celia – Ya has escuchado a tu jefa, si no te cuido bien, tendré que irme.
-Yo cuidaría de los gatitos, no tendría problemas en hacerlo. – el alfa abrió la boca fingiendo estar herido – Los gatitos estarían calentitos y no pasarían hambre, señor Smith.
Nevan se burló un poco más de él, antes de ir hacía la feria, Nash fingía que lo estaban disparando mientras su compañero hablaba con tranquilidad, el omega se reía por las caras que ponía. Nash incluso fingió estar a punto de llorar, pero no lo hizo.
-Le diría a mi hija que fuiste un buen amigo, que le regalo crepes de chocolate y una tarta de galletas y chocolate blanco. – sonrió con maldad – También le diría que me acompañaste a una feria de comida, incluso le regalaste un peluche. Mi bebé sabrá mucho sobre ti, le hablaré mucho del señor Smith.
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En el anterior capitulo me olvide de explicar una cosa en la nota de autor.
El jardín del hostal está cubierto por una especie de cristal que no deja pasar la nieve, ni la lluvia, como protección. Los gatitos no pasan frio en ningún momento.
A Nevan le está gustando lo de hacerle bromas a Nash, le divierto ver como reacciona el alfa, se siento muy tranquilo a su lado. Sabe que a Jaxon no hubiera podido hacerle ninguna broma de ese tipo sin acabar discutiendo. Nash no se lo ha tomado mal, sabe que Nevan lo decía de mentira.
Posible spoiler: Hay alguien no grato en la feria.
Hora de preguntas:
¿Nevan estará seguro al lado de Nash?
¿Rose estará en la feria?
Espero que os haya gustado :)
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