"Hola, Jaxon.
Lo siento, no he podido buscarte durante todo estos días. He estado bastante ocupado ¿recuerdas del trabajo que te hable? Ese de la fábrica, me despidieron. El jefe fue descortés conmigo, no paraba de insinuarse a mí, incluso intento marcarme como suyo poniendo feromonas sobre mi uniforme. Se enfadó mucho conmigo cuando le dije que no quería nada con él, me castigo. Tuve que cargar muchas cajas por su enfadado y también me obligo a trabajar en una sala muy fría y con cajas muy pesadas, estaba solo. Me hice daño en la muñeca, pero ahora estoy bien, no tienes que preocuparte por eso, ya casi no me duele. El doctor Corbin me vendó la mano.
Jaxon, estoy un poco triste. Falta poco para que se cumplan tres meses desde que desapareciste, he intentado llamarte pero no respondes a mis llamadas, incluso te envíe mensajes, pero por alguna extraña razón no llegan a ti. ¿Sigues enfadado conmigo?
No quería ser caprichoso, lo siento, Jaxon, lo siento mucho.
Hay una pequeña cosa que te quiero contar, esperaba que me respondieras al menos a una de las llamadas para poder contártelo mejor. No sé si está muy bien escribirlo aquí, pero es mi única opción.
Llevaba unos días sintiéndome mal, muy mal. Jaxon, tenía nauseas matutinas y me dolía todo el cuerpo, al principio pensé que era por el trabajo. Cargar tantas cajas es muy pesado. Pero el doctor Corbin me enseño que no era por el trabajo, si no por otra cosa. Estoy feliz por la noticia, pero tengo mucho miedo. Te necesito. Jaxon. Te necesito más de que nunca. Por favor dime algo, cualquier cosa. Quiero hablar contigo.
Una pequeña vida está creciendo en mi vientre, ahora es un poco más grande que cuando la vi por primera vez. Parecía un pequeño guisantito en mi vientre, un guisantito que me causaba muchas nauseas. Te escribo mirando su ecografía, el doctor Corbin dice que no está muy seguro, pero puede que sea una niña. Aún es muy pequeña para verla.
Le hablo mucho de ti, por las noches, antes de irme a dormir le hablo de ti, no quiero que olvide a su padre. No sé si me entiende, es muy pequeña y apenas se nota. Mi vientre sigue plano, aunque Celia, asegura que he engordado un poquito, mis mejillas están más blanditas y brillantes. Según ella, Celia sabe mucho de bebés, a cuidado a muchos bebés. Ella está segura de que el bebé es una niña, porque mis ojos brillan mucho al igual que mis mofletes, yo me rio cada vez que dice que es una princesita.
Jaxon, la bebé es tu hija. Estoy seguro que es tu hija, el doctor Corbin dice que puede hacerme una prueba para saber si es tu bebé, pero debe pinchar mi vientre, me da miedo. Así que me negué, no voy a dejar que nuestra bebé sufra si no es necesario. Yo estoy seguro que es tuya.
Antes era como un guisantito pequeño, después paso a ser una pequeña uva y ahora es una mandarina. Celia me explica como de grande es nuestra bebé para que note su crecimiento. No sé qué nombre ponerle, he dicho que iba a pensármelo, debo pensarlo muy bien. Su nombre es muy importante ¿Cómo quieres que se llame el bebé?
Ya no tengo apenas nauseas, al menos por la mañana. El doctor Corbin está muy feliz por eso. Celia me acompaña al baño cuando me encuentro mal y frota mi espalda para que calme, también me aparta el cabello de la cara y limpia mis mejillas cuando termino. Siento que nuestra bebé está enfadado conmigo porque nos separamos. Jaxon ¿Cuándo volverás? ¿Estás bien? ¿Tanto me odias?"
Nevan envió el mensaje antes de terminarlo, sus ojos estaban húmedos, cada vez le costaba más escribir para Jaxon. Se sentía invisible ante sus ojos, antes le escribía al menos una vez al día, pero un día dejo de llegarle los mensajes, no entendía porque, él estaba muy preocupado por el alfa. También llamó a sus padres, el señor Barsi le grito al oído que era una perra omega y le colgó. Poco después se enteró de que lo había bloqueado.
No sé lo contó a nadie. Celia lo miraría con mucha pena si se lo dijera, ella siempre lo miraba con tristeza cuando lo veía mal, no quería que se pusiera más triste por su culpa. Con el doctor Corbin solo hablaba del bebé y de cuando tardaría en recuperarse del esguince, llevaba casi un mes con la venda y no sé la podía quitar aún, ya le estaba empezado a molestar.
También estaba Nash, apenas hablaba con él, pero siempre se lo encontraba. En el pasillo, detrás de su escritorio, en la cafetería, en los sillones de la entrada. Daba igual donde fuera, Nash se encontraba allí antes, el alfa lo saludaba con una amplia sonrisa y le invitaba a sentarse a su lado, Nevan se escapaba estratégicamente de él, hasta encontrar refugio en los brazos de Celia. Nash no sé enfadaba porque hiciera eso, simplemente apartaba la mirada para no molestarlo más. Pero lo había pillado mirándolo en más de una ocasión, siempre desde lejos, la primera vez que se dio cuenta se asustó y lo miro directamente a los ojos, Nash sonrió y se fue.
Nash hablaba de manera dulce con él, Nevan solo le respondía a veces, cuando el alfa tan pesado que quería que mantuviera la boca cerrada al menos unos minutos, siempre terminaba con una sonrisa en el rostro y más cuando el omega lo llamaba "Nash" y no "Señor Smith". No le había contado sobre su bebé, no quería que el alfa lo supiera, no confiaba en él.
La lista de lo que podía ser el alfa crecía a medida que pasaban los días, Nash podía ser muchas cosas, apenas sabían nada de él, su información era muy escasa, tan solo sabían su nombre, apellidos, edad y segundo género. Las demás respuestas estaban en blanco. Nevan teorizo con Celia que Nash podía ser un espía, la idea de que fuera un ladrón se le quito de la mente cuando lo vio comprar en una tienda y no robo. Tampoco podía ser un asesino serial, era demasiado bueno con los gatitos que había cerca del hostal, eso le quitaba la posibilidad de que fuera un asesino, era imposible, inimaginable.
-¿Por qué piensas que es un espía? – Nevan negó con la cabeza, Celia aun no comprendía sus teorías – El señor Smith es un alfa tranquilo, no lo veo como espía.
-Podría serlo, no sabemos nada sobre él. – puntualizo, y sorbió un poco de batido de fresa – No sabemos lo que hace durante las mañanas, nunca está en su habitación por las mañanas, puede que sea un espía secreto.
-No lo creo. – el omega hizo una pequeña mueca – He visto al señor Smith por las mañanas, va al bar que hay tres calles a la derecha y habla con una mujer.
El omega entrecerró los ojos, mientras sorbía de nuevo un poco de su batido, tenía que pensarlo mejor. Podía ser que la posibilidad de que fuera un espía fuera alta, y esa mujer le diera indicaciones para su próxima misión y por eso no lo ven por la mañana.
-¿En qué estás pensado? – Nevan empezó a reírse con maldad - ¿Qué quieres hacerle?
-Debemos probar que no es un espía. – apoyo sus manos sobre la mesa y sonrió – Hay una manera muy sencilla para probar que no es un espía.
-No puedes entrar en su habitación, Nevan. Está prohibido entrar en la habitación de los huéspedes sin su permiso. – le recordó, el omega asintió, ya sabía esa norma - ¿Vas a preguntarle directamente?
-Celia, un espía no diría que lo es si se lo preguntas. – se burló – Debemos ser más inteligente que él, tenemos que sorprenderlo para que nos cuente la verdad.
-Tengo curiosidad y algo de miedo ¿Qué quieres hacerle? – Nevan no le respondió – Sigo diciendo que no es un espía, Nevan. Como tampoco creo que sea un ladrón o un asesino serial. Tal vez, el trabajo del señor Smith más tranquilo de que pensamos.
Nevan observo toda la cafetería, tan solo estaban Celia y él, los demás huéspedes estaban trabajando o descanso en sus habitaciones, incluso los cocineros estaban descansando un poco antes de preparar la comida de aquel día. Se acercó a ella con cuidado, podía escucharlo Nash, el alfa podría haber puesto cámaras o micrófonos por el hostal, debían hablar con cautela, si los describía, podrían estar muertos.
-¿No es extraño que un alfa este aquí? – negó con la cabeza – No hay alfas en el registro, lo he buscado, el único alfa que hay es el señor Corbin, el dueño del hostal. Él no cuenta.
-Que sea el primer alfa que se haga quedado aquí, no significa que sea extraño, Nevan. – el omega asintió – Tal vez, le era más cómodo quedarse aquí un tiempo.
-Dijo que se quedaría unos días. – Celia asintió con una media sonrisa – Lleva casi un mes, son muchos días ¿no? Además, el señor Smith no parece ser un hombre que necesite mucha ayuda. He visto que tiene un ordenador mejor que tuyo.
-¿Le estás espiando? – negó con la cabeza – Nevan, deja tranquilo al señor Smith.
Cruzó sus brazos confuso, el alfa no parecía estar pasando nada malo, lo podía notar por su forma de vestir, su ropa es cara. Jaxon también la usaba a menudo, más o menos sabía cuánto costaba y no era barato, estaba seguro, era ropa de las tiendas grandes de la ciudad. Y su ordenador, era mucho mejor que el que le dejaba Celia para trabajar, más nuevo y moderno. Eso era muy extraño. Nevan llegó a pensar que podía ser un traficante de omegas, se gana mucho en ese ofició, pero no se lo comunicó a Celia, debía estar seguro. Era más suave acusarlo de espía.
-¿Te llama la atención el señor Smith? – le pregunto la beta a su espalda, Nevan no se había dado cuenta que estaba allí – Sigues pensado que es un espía, Nevan. Debería hablar con él, parece ser que le caes muy bien.
-No me cae bien el señor Smith. – debía aclararse, no podía correrse la voz de que podían ser amigos, el alfa era un misterio para él – Tan solo lo soporto. – Celia comenzó a reírse - ¿Qué es tan divertido?
-Te cae bien el señor Smith ¿verdad? Sonríes mucho cuando hablas de él, es un chico simpático. – Nevan le gruño por lo bajo – No está mal tener amigos, Nevan. No digo que tengáis que serlo, pero tal vez, podías intentar confiar un poco más en él.
-El señor Smith es extraño. – rectifico, no le bastaba con decir que era agradable con él – Parece bobo muchas veces, no para de sonreír, como si nada le pusiera triste, sonríe mucho. Incluso cuando cree que nadie lo ve.
Celia lo miró de reojo, mostrando una pequeño sonrisita de picardía. Nevan no sé dio cuenta, seguía manifestando todo lo que pensaba que hacían a Nash un alfa extraño, misterioso y posible espía, al igual que traficante de omegas, aunque era una posibilidad mínima, podía ser acertada.
-Habla con el señor Smith, Nevan. – le ofreció Celia, la beta estaba preocupada por el omega, podía ponerse en algún problema sin quererlo – Habla con él un poco, creo que le gustara.
-No tengo nada que decirle. – mostro un pequeño piquito, estaba avergonzado, Celia se aguantó la risa – No me cae bien, es extraño. Un posible espía, puede que quiere hacerle algo a la familia Corbin. Debemos informar al señor Corbin, debe saberlo.
Celia cubrió su boca con la mano para no reírse, Nevan caminaba delante de ella sin detenerse y mostrando nuevos puntos de los cuales la mitad incriminaban a Nash. Confirmo que darle comida a los gatitos de la calle no lo hacían un hombre bueno, podía tener intenciones oscuras dentro. Podía estar entrenado a los gatitos para algo malo.
-Acompáñalo a dar comida a los gatitos. – Celia le paso un tupper rosa con una patita de gato dibujada – El señor Smith siempre va sobre está hora a darles comida y agua, espéralo unos minutos y habla con él.
-¿Puede que me secuestre? No es seguro. – la beta negó con la cabeza, su sonrisa la delataba – El señor Smith te ha pedido que hicieras esto ¿verdad? – no hubo respuesta de su parte – Estás a favor de que me secuestre ¿Qué pasará con mi bebé?
-No te va a hacer nada. Estoy segura de eso. – apoyo su mano sobre el hombro del omega – Si quieres puedo vigilarlo desde lejos, si te hace algo iré a por él. – puso el tupper en sus manos – Dale una oportunidad.
Empujaba a Nevan con disimulo hacía el pequeño jardín del hostal, Nash no tardaría en llegar y los gatitos ya estaban listos para recibir su comida, podía escuchar algunos maullidos mientras caminaba. Nevan llevaba el tupper en la mano mientras decía que no iba a hablar con el alfa, se negaba a hacerlo, podía correr el riesgo de ser secuestrado y que Nash se quedará con su bebé. Celia le aseguraba que eso no podía llegar a pasar, ella estaría vigilando.
-No quiero ir. – Nevan se detuvo y la miro con tristeza, así conseguía que le diera chocolate, aunque el doctor Corbin le había dicho que no, pero en aquella ocasión, no funcionaba – No voy a ir.
-El señor Smith lo está esperando. – señalo al alfa, que estaba sentado en el suelo – Ahora no lo ve, dale un susto.
-¿Y si se enfada? – pregunto asustado – Puede golpearme si se enfada.
-No lo hará. – el omega abrazó a Celia para que no lo obligará a ir con él – Vamos, el pollito se enfriará, debes dárselo a los gatitos.
Nevan caminaba dando pequeñas zancadas y apartándose lo máximo posible de Nash, el alfa se había dado cuenta de su presencia, podía oler el dulzor de sus feromonas a su espalda. No le dijo nada cuando Nevan se sentó unos cinco pasos más alejado de él y puso el tupper entre sus piernas, el omega le lanzaba miradas cautelosas desde lejos, mientras los gatitos se acercaban a él. Nash sonrió cuando Nevan acarició a uno de ellos, un pequeño gatito de dolor blanco, casi por completo, sus patitas eran grises, el omega sonrió cuando el gatito empezó a refregarse en su rodilla maullando.
-Te está pidiendo comida. – sonrió – Su hermanito le ha quitado el último trozo de pollito que traía, por eso te está buscando a ti. Huele la comida del tupper. – se acercó con cuidado para no asustarlo – Pon el pollito así, sobre tu palma y él comerá.
-¿Los conoces? – el alfa asintió - ¿Sabías que estaban aquí?
-Escuche maullar a su mamá, cuando los vi por primera vez eran mucho más pequeños, ahora han crecido un poco. – Nevan comenzó a reír porque el gatito blanco le estaba haciendo cosquillas – Son tres gatitos pequeños y su mamá. – señalo a la gata que estaba tomando el sol. – Creo que había un gatito más, pero no lo he vuelto a ver, tal vez alguien se lo haya llevado. Ellos se quedaron aquí, junto a su mamá.
-¿Les das siempre de comer? – el alfa asintió – Incluso cuando llueve, eso es arriesgado. Puedes resfriarte.
-Les estoy construyendo una pequeña casita para el frio. – señalo los trozos de madera que habían cerca de la puerta – Celia quiere que los gatitos se queden aquí, les ha comprado trasportines para llevarlos al veterinario, vamos a estilizarlos, a la mamá primero, ya que es la más mayor. Los gatitos se quedaran aquí. – Nash acarició a la mamá – Nos hemos encariñado con ellos, y ellos con nosotros, a Celia la llena de pelos cuando la acaricia. Dama, es muy buena mamá.
La gata se puso panza para arriba para que lo acariciara, ronroneando. Nash la llamó "Dama" y ella enrosco su cola sobre su mano, el alfa reía mientras jugueteaba con ella, parecía estar pasándoselo muy bien.
-El gatito que está comiendo de tu mano se llama Travis, de travieso. – se burló – Es el más inquieto de los tres, su hermanito, el que está durmiendo sobre la almohada se llama Blaki, es el único que es completamente blanco, incluso su hocico es blanco, no tiene cejas. – rio – Y está belleza de aquí, se llama Reyna, necesita muchos más mimos que su mamá, es la reina del jardín, su mamá la regaña a veces, pero no hace caso a nadie. Incluso aunque le diga que no le daré más pollito, Reyna ronronea y se restriega contra mi mano hasta que consigue robarlo y después se escapa sin miramiento. – Nevan comenzó a reír – Son muy buenos, aunque unos pequeños ladrones de pollito.
-¿Por qué los cuidas? – Nash lo miró por primera vez – No es que sea importante, pero los gatitos no son tuyos.
-Es muy duro estar solo. Los gatitos necesitan cariños y pollito, para ser felices, yo estoy aquí para ofrecérselo.
Nevan no le respondió. Se sobresaltó cuando Travis saltó a sus brazos, el gatito robo estratégicamente algo del pollito que quedaba en el tupper, con la ayuda de Reyna y Blaki. El omega fue brutalmente atacado por aquellos tres gatitos, hasta quedarse sin pollito.
-Les has caído bien. – bromeo Nash, sostenía a Travis con una mano, el gatito se negaba a soltar el último trozo de comida, con sus patitas delanteras lo sujetaba con fuerza – Vosotros tres, ladrones de pollito, tenéis que tener cuidado con Nevan.
-Estoy bien, fue un ataque muy cálido. – sonrió el omega – No me han hecho daño.
-Travis, eres el más glotón de los tres, y además le enseñas travesuras a tus hermanitos. Tendremos que ponerte límites. – Nevan negó con la cabeza – Tu nuevo amigo no te dará pollito si lo vuelves a atacar.
-Creo que no te está escuchando. – Nash doblo sus muñecas hasta poner a Travis mirándolo, el gato maulló – Pide más pollito, estoy seguro.
-Travis, debes tener cuidado con Nevan. – dio un pequeño golpe con el dedo en la nariz del gatito – Un ataque tan feroz puede hacerle daño. Tiene un bebé, debes ser más cuidadoso, vosotros dos también, no solo estoy riñendo a Travis. – sonrió – Blaki, Reyna, pedirle perdón a Nevan. Tú también Travis.
Nevan se quedó quieto, él no le había dicho nada sobre el bebé ¿Cómo podía saberlo? Cubrió su vientre para que no lo viera, podría ser que su bebé corriera peligro, si él lo sabía, podía llevárselo. Nash sonreía mientras empujaba a los gatitos hacía el omega, Dama se sentó delante de él y volvió a ponerse panza arriba para que le diera más caricias.
-Eso no es una buena disculpa. – Travis maulló fuerte, como si se estuviera quejando – No te traeré pollito está noche, si te pones bravo.
-¿Cómo lo sabes? – logró preguntar Nevan, la sonrisa de Nash se esfumo al verlo - ¿Quién te lo ha dicho?
-Vi la ecografía en el escritorio. –rascó su nuca avergonzado – Como lo miraba con cariño, pensé que estabas embarazado. He dicho algo mal, no me digas que... - sus manos comenzaron a temblar – Lo siento, no quería lastimarte. Siento mucho que... - hizo un mueca – Perdóname, Nevan, debe ser duro...
-Entonces ¿ya sabías sobre mi bebé? – el alfa asintió – No vas a quitarme a mi bebé ¿verdad? – negó con la cabeza - ¿Seguro? – acarició su vientre – No vas a hacerle daño, no le hagas daño. ¿Quién eres?
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Nash pensó que Nevan perdió al bebé por la cara que le puso al hacerle la pregunta. El alfa se asusto al pensar que había tocado un tema sensible para Nevan. Incluso dejó de acariciar a Dama, que se fue enfadada de su lado.
Nevan tiene miedo de que alguien le haga daño a su bebé. Que Nash lo sepa, no le hace nada de gracia, no quería que se enterará tan pronto. Nash estaba pensado en la manera más fácil de llegar al cielo después de ver el miedo en los ojos de Nevan.
Ningún gatito ha sido dañado en este capitulo. Recibieron su ración de comida por la noche, con un pequeño regalo de parte de Celia. Los cuatro tienen la panza llena.
Hora de preguntas:
¿Nevan debería seguir buscando a Jaxon?
¿Nash es peligroso? ¿Un espía? ¿Un ladrón? ¿Un asesino en serie? O tan solo un alfa amante de los gatos, es bastante complicado de responder.
Espero que os haya gustado :)
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