Never say never
The fray-
Nos quedamos viendo el atardecer, desde ese hermoso lugar.
Y, para cuando comenzó a anochecer, tomamos camino de regreso.
Caminábamos, el por en frente y yo viéndolo como caminaba tranquilamente, deteniéndose de vez en cuando en algún puesto que había en la calle.
Yo solo lo veía, con una pequeña sonrisa queriéndose asomar en mi rostro al ver su gran -gran- sonrisa, la cuál se agrandó más -si es que eso se podía- cuando paró en algún puesto.
Me pare junto a él, con el ceño fruncido.
No sabia a qué se debía su emoción. Al menos hasta que ví que tenía la mirada fija en un bota con jabón para hacer burbujas.
Alcé una ceja.
-¿Quieres uno?
El se volteó a verme y negó.
-n-no.
-si quieres. -asegure.
-no, claro que n-no.
-te las compro.
-¿Q-que?
-eso. Si las quieres te las compro. -tome un bote de jabón para burbujas y se lo enseñé al señor Frenta a nosotros- ¿A cuanto?
-5 DLS.
-me las llevo. -el señor asintió, las pagué y se las dí.
-p-pero.
-a kilómetros se ve que las querías. Son tuyas.
-y-yo... Gracias.
Bajó la cabeza, tratando de ocultar su sonrojo.
Llegamos a un punto de la ciudad, más cerca del lugar donde vivo, dónde la oscuridad se hacía presente, dando un aura no muy agradable entre las calles y edificios algo -muy- desgastados.
Pero él seguía como si nada.
Brincaba mientras hacia burbujas y se detenía para poncharlas.
Yo lo seguía unos metros atrás, sin perderlo de vista.
Paramos en un edificio, apenas una o dos calles antes del mío.
-supongo que aquí te dejo. -el asintió.
-si, humm... Me la pasé bien hoy. -sonrio tímidamente y asentí.
-si, yo también. -abrio la puerta del lugar y supe que era momento de irme-. Gracias por el recorrido. Nos vemos luego.
El me sonrió un poco y, dándole un último vistazo, me fuí, directo al apartamento donde vivía.
Inconcientemente, una pequeña sonrisa salió de mis labios.
¿Que mierda me estaba haciendo ese niño molesto?
Si ustedes van a leer El nerd juro actualizar pronto. Chao