Enamorando a Sam

By ArianaFranc

41.9K 2.4K 418

Todos en el instituto conocen a Chris Cooper, quien es famoso por dejar una estela de corazones rotos cada se... More

🦋CERO
🦋PERSONAJES
CAPÍTULO 1
CAPÍTULO 2
CAPÍTULO 3
CAPÍTULO 4
CAPÍTULO 6
CAPÍTULO 7
CAPÍTULO 8
CAPÍTULO 9
CAPÍTULO 10
CAPÍTULO 11
CAPÍTULO 12
CAPÍTULO 13
CAPÍTULO 14
CAPÍTULO 15
CAPÍTULO 16
CAPÍTULO 17
CAPÍTULO 18
CAPÍTULO 19
CAPÍTULO 20
CAPÍTULO 21
CAPÍTULO 22
CAPÍTULO 23
CAPÍTULO 24
CAPÍTULO 25
CAPÍTULO 26
CAPÍTULO 27
CAPÍTULO 28
CAPÍTULO 29
CAPÍTULO 30
CAPÍTULO 31
CAPÍTULO 32
CAPÍTULO 33
CAPÍTULO 34
CAPÍTULO 35
CAPÍTULO 36
CAPÍTULO 37
CAPÍTULO 38
CAPÍTULO 39
CAPÍTULO 40
CAPÍTULO 41
CAPÍTULO 42
CAPÍTULO 43
EPÍLOGO
THANK U;)
Extra 1

CAPÍTULO 5

1.1K 70 14
By ArianaFranc

Chris

Sam ha incumplido el paso cuatro. De nuevo, otro de mis pasos ha fallado con ella, lo que me produce un constante dolor de cabeza preguntándome: ¿por qué no han funcionado?

Al menos los dos primeros los cumplió, aunque teniendo en cuenta que son los más básicos, no es un gran logro. Aun confío en que cuando ponga en marcha el siguiente paso y le diga que me gusta, ella comenzará a verme con otros ojos. El hecho de que Sam se esté haciendo de rogar, se ha convertido en todo un reto para mí. Las chicas a las que normalmente elijo, tienden a caer con el primer hola y pensé que Sam cayó por esa sonrisa que siempre me muestra. Por lo visto me he equivocado con ella.

Georgina no deja de hablar y no sé sobre qué exactamente, como tampoco sé dónde quiere llevarme a comer. Solo espero que no acabemos en uno de sus restaurantes de comida pija que cuesta como el doble o triple de mi paga. Mis padres no me dan mucho así que tengo que apañarme con ir a sitios de comida rápida.

Finalmente llegamos a una pizzería, al menos es asequible para mí. Nos sentamos en una mesa para dos, uno frente al otro.

—¿Cómo están tus amigos? —cuestiona mientras ojeamos la carta.

—Bien, como siempre —respondo con la vista sobre las letras que informan de los platos.

—Por lo que siempre me cuentas, parecen simpáticos. ¿Por qué no me los presentas un día?

—No sé, supongo que podría...

—¿Supones? ¿Acaso prefieres que no sepan quién soy?

—No, quiero decir, ya saben quién eres, es solo que nunca me ha parecido necesario. —Me centro en la sección de las pizzas arrugando el ceño al ver los precios, son algo más altos que una pizzería convencional—. Esto se va a llevar la mitad de mi paga de esta semana...

—No te preocupes por eso, pagaré algo más.

—Te lo devolveré.

—No tienes por qué —concluye sin dejar que diga una sola palabra más, me parece un buen gesto por su parte. Un silencio incómodo nos invade, aunque no es que a mí me preocupe, pero al parecer a ella sí, por lo que empieza a hablar—. Esta semana conocí a un chico, es nuevo en mi instituto y creo que le gusto.

—Enhorabuena... —digo aun decidiéndome por lo que voy a pedir y que no suponga demasiado.

—Oye, no te lo he dicho, pero estás muy guapo, aunque para mí siempre lo estás.

—Gracias, tú también...

—Chris, ¿qué diablos te pasa?

—Nada. —Levanto la cabeza por fin y dejo la carta a un lado—. ¿Te sorprende cómo soy fuera de la cama?

—Sé que no eres así, y sé que te pasa algo.

—No me pasa nada.

Hago una seña a la camarera para avisar de que queremos pedir. Una vez se acerca, me dedica una sonrisa que yo devuelvo de igual forma. Pedimos lo que queremos y ella lo apunta para luego marcharse.

—Venga Chris, se te nota en la cara que estás dándole vueltas a algo.

—¿Quieres saber qué pienso? —Ella asiente a la vez que me atraviesa con sus ojos azules esperando mi respuesta—. Pues estoy pensando en qué he fallado para que Sam no sienta nada por mí aún, eso es lo que pienso.

—¿Sam no ha cumplido tus estúpidos pasos? No me extraña...

—No son estúpidos, te sorprendería de su eficacia. Con solo mirarlas dos segundos a los ojos, ya piensan en mí durante el día.

—Créeme, lo sé... —suelta mientras apoya la cabeza sobre su puño.

—¿Qué?

—Nada. Quizás ya sabe lo que estás intentando hacer y quiere hundirte en la miseria.

—No, creo que no es de ese tipo de chica, es muy inocente. Me he dado cuenta de que se cree literalmente cualquier sarcasmo o frase hecha, tiene una sonrisa bastante bonita que no borra de su cara y va descalza allá por donde va. Puedes localizarla fácilmente porque tiene un cabello largo, ondulado y color naranja bastante llamativo. Sus ojos... sus ojos son de un color miel que la verdad, es precioso... Pero es que no noto nada de conexión hacia mí.

—¿Y por qué no lo dejas y sigues con tu vida?

—Porque nunca he fallado y no voy a fallar ahora, esto es un reto y quiero enamorar a Sam, cueste lo que me cueste.

—Chris, ¿te gusta Sam? —cuestiona de forma directa y con una seriedad que me da escalofríos.

Sus palabras han producido algo en mí, ha sido como un pinchazo y no tengo la menor idea de lo que significa. Porque lo lógico sería que me negara al instante, que me pareciera un disparate. Pero me detengo un momento procesando lo que ella me ha cuestionado, encontrando las palabras que han parecido ahogarse.

—¡No! Eso nunca va a pasar, tenlo por seguro —escupí como si me estuviera atragantando con ellas.

—¿Que nunca te va a gustar Sam?

—Así es. ¿Por qué piensas eso?

—Porque has dicho un montón de cosas de ella y creo que no te has dado cuenta de que has sonreído como lo haría un enamorado mientras las decías. Lo he visto. Además, ¿por qué seguir intentándolo si de verdad no te interesa?

Me quedo en silencio bastante sorprendido por su respuesta.

—No estoy enamorado de nadie, ni me gusta nadie. —Me cruzo de brazos sobre la mesa. Ella suspira y agacha la cabeza—. Solo necesito saber qué puedo hacer para decirle que me gusta y que no salga mal. Aunque vuelvo a decir que realmente no me gusta, es solo un paso más de la lista. —La señalo con el dedo.

—Quizás... no sé, podrías decírselo directamente, sin rodeos. ¡Podrías acorralarla, mirarla a los ojos y decírselo!

—¿No crees que la voy a asustar? Quizás no sea buena idea.

—¡No, no! En absoluto, solo hazlo. Sé que a las chicas nos gusta saber las cosas desde el principio, conciso y claro. Además de esa forma pareces desesperado, como si lo quisieras decir desde hace tiempo y lo has soltado como si hubieses estado a punto de explotar. Eso resulta bastante romántico y nos gusta, ya verás. —Parece muy segura de sus palabras.

—Está bien...

La chica nos trae la comida y empezamos a comer. El silencio nos envuelve de nuevo y Georgina no hace otra cosa que observarme mientras como, lo cual es bastante incómodo.

—Siento si no es como esperabas que fuera, pero es que no estoy de humor.

—Da igual, solo quería pasar más tiempo contigo, aunque sea en silencio.

—¿Quién quiere quedar con alguien para estar en silencio?

—Si es contigo, yo misma —responde sin mirarme.

—Si quieres, podemos ir al baño y... ya sabes —digo con una sonrisa sugerente.

Entonces deja escapar un profundo suspiro.

—¿No te das cuenta, Chris? Te estas comportando conmigo igual que Sam lo es contigo. —Arrugo mis cejas sin saber bien a qué se refiere—. Chris, no quiero hacerlo contigo de esa forma nunca más, me siento... sucia.

—¿Qué me estás contando? Últimamente te encuentro de lo más rara.

—Ni si quiera te importa si lo estoy o no. No te importa que esté viendo a otro chico, no te importa nada de mí. Solo me quieres para satisfacerte. Pero pienso luchar por ti, hasta conseguir que me veas como algo más de lo que soy para ti.

—Georgina... No te quiero solo para satisfacerme, también quiero satisfacerte a ti y claro que eres algo más para mí. Son muchos años de amistad, no eres una amiga cualquiera, contigo he tenido muchas experiencias. No eres igual que el resto de chicas con quienes lo he hecho.

Ella no dice ninguna palabra más, rueda sus ojos. Saca unos billetes de su billetera y los deja sobre la mesa para luego levantarse de la silla y marcharse sin más. Me quedo en shock sin entender que narices está pasando últimamente.

«¿Tengo algo que está ahuyentando a las chicas?»

Decido pedir la cuenta pues no me queda nada más que hacer aquí. Pido que me den las sobras para llevar y cuando la camarera me trae el papel de la cuenta junto con las pizzas ya metidas en su caja, me doy cuenta de que poseo dos papeles en mano. Detrás hay uno en blanco con algo escrito en medio, su número de teléfono.

«Quizás no tenga nada malo».

Suelto el dinero faltante sobre la mesa, me guardo el número en mi bolsillo trasero y me levanto con intención de abandonar el lugar. No sin antes dedicarle una sonrisa acompañada de guiño de ojo a la camarera.

A Georgina se le pasará sea lo que sea, es un capricho más como todo en su vida, pero Sam... necesito que ella se enamore de mí. Esto ya es serio y no entiendo por qué lo necesito, pero es lo único en lo que pienso ahora mismo.



Es lunes por la mañana, el fin de semana se resume en pasarlo con mis amigos asistiendo a una fiesta celebrada por la capitana de las animadoras, y en un poco de tiempo para mí.

Y hoy es el día. Hoy es el día en el que yo, Christopher Cooper, va a decirle a Sam Van der Walt que me gusta, es el siguiente paso de mi lista y voy a hacer lo posible para no fallarlo. Además, ¿qué puede salir mal? Lo he estado pensando, siempre en estos casos ella se reserva para pensarlo y así verme con otros ojos, todo cambiará con dos palabras.

Lo sé.

Al llegar a la segunda clase del día —ciencias—, Sam aún no se encuentra en su lugar lo cual es extraño porque suele ser puntual. Mientras espero a su llegada, pienso como decírselo y cuando. Sin embargo, no puedo evitar ver cómo la capitana de las animadoras me guiña un ojo junto con una sonrisa de medio lado a la vez que lía su pelo en un dedo. El otro día en su fiesta creo que nos liamos, estaba muy borracho y no lo recuerdo bien. Con el traje de animadora puesto todo el tiempo y su cabello rubio, la convierte en la típica animadora que busca al capitán del equipo de fútbol para ser la mejor pareja del instituto y ganar el título de rey y reina del baile todos los años. Pero en este instituto es imposible que los tópicos se lleven a cabo a la vez, sería una locura, pues al capitán le gustan las mujeres mayores. Tyler la ha rechazado desde que ambos llegaron al poder. Hay quien dice que se besaron en la fiesta de Joy Richardson, receptor del equipo, pero él lo niega rotundamente. Ella ha dejado de intentarlo este mismo año y es por eso que en este instante se me está insinuando y acercándose a mí. Lo que no sabe es que a mí me repugnan las animadoras, pues son todas iguales y bastante retorcidas. No, gracias.

—¡Hola, Chris! El otro día lo pasamos muuuuy bien, podríamos repetir cuando quieras.

—Gracias Becca, pero debo negarme —respondo con frialdad. No quiero que piense algo que no es.

—Venga... —insiste apoyándose sobre mi mesa para dejarme una clara imagen de sus pechos.

—No.

—Vamos, te dejo que me hagas lo que les haces a tus chicas, y luego fingiré llorar por las esquinas.

—El otro día estaba borracho y no me apetece tener pesadillas con animadoras rubias de bote. ¿Te has rendido con Tyler?

Su expresión cambió por completo al darse cuenta de que conmigo sus insinuaciones no funcionan, pero sobre todo por mencionarle a Tyler.

—¡Es imposible! Se cree súper maduro y todo terminó el día en que lo vi ligando con mi madre en el supermercado. Lo peor es que mi madre me sigue preguntando por él, ahora le van los de mi edad. Repugnante. —Su cara de asco me causa gracia.

—¡Hola! —La llamativa pelirroja aparece como de la nada, saludando con su amplia y limpia sonrisa, sentándose a mi lado.

—¿Y tú quién eres? ¡No nos molestes, zanahoria! —escupe Becca hacia Sam, provocando que me hierva la sangre.

—No vuelvas a hablarle así a Sam, Becca —advierto con seriedad.

—¡Oh! Ya veo... eres la nueva. Te veré pronto por las esquinas, secaré tus lágrimas si quieres.

En estos momentos quiero matar a Becca por intentar sabotear mi plan de enamorarla, pero a Sam no parece molestarle, más bien no parece entender nada.

—¿Y por qué iba a llorar? —finalmente cuestiona.

—Porque Chris te hará daño.

—¿Quieres decir que va a pegarme? No creo que Chris haga eso.

—¿Qué? ¿Me estás vacilando?

—No sé qué es eso —responde sonriente—. ¿Sabías que, si no realizas una correcta limpieza en su rostro tras quitarte todo ese maquillaje, es más propensa la salida del acné? Deberías informarte.

—Pero, ¿¡de qué vas!? Tienes agallas para hablarme así.

—No puedes negar lo que es cierto, se pueden ver claramente. Por eso te recomiendo que uses otros métodos, sobretodo sabiendo lo importante que es para las animadoras parecer auténticas modelos, o eso es lo que siempre he escuchado.

Me quedo perplejo ante la respuesta de Sam. Espero una respuesta agresiva por parte de Becca, sin embargo, se limita a dar media vuelta para sentarse en su sitio con los brazos cruzados y el ceño fruncido. Muestro una sonrisa al presenciar la situación y ella solo me dedica una mirada de confusión.

—¿Qué pasa? ¿He dicho algo malo?

—En realidad no, es la verdad —río a carcajadas y eso contagia a Sam—. Pero creo que a ella escuchar la verdad no le ha gustado mucho, suele ocurrir.

La señora Miller comienza a decir que debemos darnos prisa en comenzar con el trabajo, puesto que más tarde estaremos ocupados con muchos exámenes y no tendremos tiempo. Estar en último año es una gran responsabilidad y las ganas de ponerte el birrete y la toga no son pocas.

Para muchos, el último año es una etapa que no quieren olvidar nunca. Pero, ¿cuál sería la razón para no olvidarla? ¿El esfuerzo ante un libro y unas buenas notas? Eso es bueno, pero ya sucede cada año. Recuerdo a mi hermano fardar sobre todo lo que había hecho durante su último curso y que para él fue increíble, para no olvidar. Me gustaría tener también esa sensación y hacer más cosas que solo centrarme en hacerle un trabajo a la señora Miller y aprobar los exámenes.

—Oye, Chris, luego tenemos hora libre. Creo que debemos ir a la biblioteca y empezar con el trabajo puesto que la profesora tiene razón. —Su manera de pestañear esperando mi respuesta de una forma u otra es manipulante.

«Y pensándolo mejor, ella y yo solos en el camino...»

Sí, vale, está bien.

«Esta es la mía».

Cuando la clase comienza a ser aburrida, dejo de escuchar a la señora Miller y mi atención es captada por la pelirroja que tengo a mi lado. Ella está recortando papeles y doblándolos de formas distintas. Me quedo observando a que termine su acción y finalmente el papel es transformado en una mariposa en menos de un pestañeo.

— Para ti—me ofrece la mariposa de papel al notar que estaba mirándola.

— No tienes por qué, te ha salido muy bien.

— Yo puedo hacer una cuando quiera, cógela, puedes ponerla en tu habitación si quieres —enseña su sonrisa reluciente y coloca la mariposa en mi mano.

— Gra-gracias... —la observo de más de cerca, dándome cuenta de que ha escrito en una de las alas algo.

"De Sam para Chris".

Cuando vuelvo a mirarla ella mantiene su sonrisa y no puedo evitar contagiarme de nuevo, lo cual es curioso. Esto no suele ocurrirme.

La clase concluye y da comienzo la hora libre. Los chicos están esperando a que me reúna con ellos, pero no pueden venir, no hoy.

—Espérame fuera Sam, enseguida voy. —Antes de que pudiera decir nada, acudo en la dirección donde mis amigos se han agrupado—. Chicos, voy a la biblioteca con Sam a empezar el trabajo.

—Iremos contigo, no tenemos nada mejor que hacer—comenta Tyler a lo que todos asienten.

—¡No! Es decir, ahora no. Pienso decirle a Sam que me gusta. Cuando estemos solos, la miraré a los ojos y no se podrá resistir. Ya veréis.

—Espero que puedas conseguirlo y olvidar el tema —se burla Chad.

—¡Vale, vale! —Levanto ambos brazos con las palmas de las manos abiertas—. No os aburriré más con mis cosas, no os necesito para esto.

Sigo andando hasta encontrar a Sam en el pasillo, mirando por la ventana. No puedo evitar mirar hacia sus pies descalzos en el frio suelo del instituto, ¿por qué razón lo hace? Es extraño sin duda, ella es peculiar pero no creo que sea diferente a mí. Su largo y ondulado pelo anaranjado comienza a moverse gracias a la suave brisa que lo mece dejándome embobado. Ella se vuelve hacia mí al darse cuenta de que estoy parado mirándola en mitad del pasillo como un imbécil. ¿Por qué hago estas cosas sin darme cuenta?

«Céntrate Chris».

Sí, debo centrarme, será el sueño mañanero.

—¿Nos vamos? —le pregunto a Sam desde mi posición a lo que ella solo sonríe y asiente.

Camino con ella hasta la puerta que da a los exteriores dentro del instituto, donde se encuentra el edificio de la biblioteca y los campos deportivos. Entonces ella frena en seco y comienza a sacar unas zapatillas estilo converse mugrientas de su mochila, se sienta en el suelo y se las coloca. Parece que únicamente se las pone para salir al exterior, yo solo la observo sin decir una sola palabra hasta que retomamos el camino.

Solo quedan unas cuantas personas por los alrededores, y cada vez queda menos camino para llegar a la biblioteca. Andamos por uno de los caminos del exterior, el cual está lleno y guiado de flores sobre un verde y bien cuidado césped, además de algunos árboles. Mis nervios empiezan a florecer y siento la necesidad de decírselo cuanto antes, pero no sé cómo abordar el tema. Encontrar las palabras adecuadas es una de las tareas más difíciles para mí, pero hasta ahora eso no me había supuesto un gran problema. Quizás si me limito a actuar, las palabras salgan solas.

Echo un último vistazo a mi alrededor y parece que tenemos el camino para nosotros solos. No puedo perder más el tiempo, este es el momento y no puedo demorarme más.

Reacciono empujando a Sam contra el tronco de uno de los árboles que tenía justo a su lado asegurándome de que no se haga daño. Apoyo mis brazos a ambos lados, dejándola sin escapatoria. Estoy a punto de hablar cuando ocurre lo inesperado: me pierdo en su mirada. Su color de ojos es muy peculiar como lo es ella en su totalidad y es precioso. Noto que se siente incómoda mirando hacia otro lado, lo que provoca que vuelva en sí. Al bajar la mirada compruebo que sus manos parecen inquietas, una de ellas no deja de arrascar la muñeca del otro brazo.

—Sam, quiero decirte algo importante, no espero que me correspondas, pero espero que alguna vez lo hagas. —Ella arruga sus cejas en señal de confusión—. Verás... —Hago una pausa, trago saliva y digo—: Me gustas.

Aun más confundida, Sam parece extrañarse de mis palabras. Pero poco a poco va cambiando de parecer, quizás lo esté asimilando. Una sonrisa sale de su rostro de repente dándome una muy buena señal.

—Tú también me gustas, Chris.

—¿Enserio? —Esas palabras hacen que mis nervios se calmen, parece que una vez más lo he conseguido.

— ¡Claro que me gustas! Eres un buen chico, y me he dado cuenta de que seremos muy buenos amigos. ¿Verdad? —dice mostrando su sonrisa de nuevo.

«O quizás no».

Mis brazos los cuales estaban apoyados sobre el árbol, se desploman ante su respuesta. ¿Ha pensado que me gustaba como persona? ¿Cómo amiga? ¿Quién se toma un "me gustas" de esa forma?

—Sam... creo... creo que no me has entendido, no me refería de esa forma...

—¡Te he entendido perfectamente! —Comienza a caminar de nuevo—. Sé que soy una persona extraña, me lo han dicho muchas veces y quizás parezca que no me gusta estar contigo. ¡Pero no! Me gustas, eres una persona muy divertida y curiosa.

—Pero yo...

—¡Vamos, no perdamos tiempo!

Se gira solo para mostrarme de nuevo una sonrisa. Lo más probable es que me vea como un completo idiota aquí parado aun sin creerme que nada me esté saliendo bien. Algo está cambiando dentro de mí y no sé muy bien que es, es algo extraño, quizás es por no poder conseguir lo que quiero. Tengo miles de preguntas rondando por mi cabeza, pero la más popular entre ellas es:

«¿Qué tengo que hacer para enamorar a esa chica que no deja de sonreír, que no entiende de ironías y que anda sin zapatos allá donde va?»

Supongo que por el momento no dejar ningún paso de la lista atrás. Puede que quizás sea el orden, n tengo ni idea, pero se me acaban las opciones. Supongo que debería esforzarme más en eso del coqueteo, con ella al menos.







Esto no está saliendo nada bien🙂🙃

Le quedan dos pasos y no sé, ¿pensáis que alguno lo cumplirá?🤔

Ñé

Pero claro, algo paso con el comportamiento de Chris, ¿qué creéis?

¿Y el de Georgina?

Ezto ce pone interezante jummmmm

Nos leemos la semana que viene gentee☺☺☺☺

Y feliz Navidad🎅🎅

Continue Reading

You'll Also Like

51.9K 1.9K 39
- Te amo como nadie logrará hacerlo nunca, porque este chico problema te entrego su alma a pesar de lo roto que podía estar. - Te amo como nadie lo h...
105K 9.3K 31
Eliza Jones y Stella Lambert son el prototipo de: "personas correctas en el momento equivocado", pues sus vidas habían coincidido en preparatoria, cu...
118K 8.9K 24
➪Una historia donde Yoshida Reiko es parte de Bonten y tiene una relación poliamorosa con algunos de los miembros de esta organización. Comenzada: 8...
2.1K 419 16
#MiNiñeraYYo Andrés es un chico de 16 años, al que en su instituto, todos admiraban: sacaba buenas notas, era muy trabajador, era muy cariñoso con la...