Seduciendo Un Alfa |NamJin|

Oleh nayechwan18

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SeokJin no quiere casarse. SeokJin no quiere enamorarse. Pero él ama los retos. Y NamJoon es el mejor reto p... Lebih Banyak

ADVERTENCIA
PRÓLOGO
1: Seduciendo Un Alfa.
2: Plan para seducir a un alfa.
3: Una boca placentera.
4: El verdadero Kim SeokJin.
5: El nuero perfecto.
6: Dedos calientes y agiles.
7: Un repentino rival.
8: Los celos no son una opción.
9: Un beso no debería ser tan bueno.
10: Una puta recién follada.
11. Secretos entre amigos.
12: Nadie puede odiarte como yo.
13: No finjas ser lindo.
15: Una pequeña excepción.
16: Conflicto entre omegas.
17. ¡No somos novios!
18: La temperatura perfecta.
19: Pequeños accidentes.
20: Traicionar tu confianza.
21: La cúspide de su tolerancia.
22: Una pareja de recién casados.
23: Los ojos del amor.
24: Desde la primera vez que nos vimos.
25: No hables con desconocidos.
26: Profundamente enamorados.
27: Tu luna y mis estrellas.
28: Dime que eres mío.
29: Remanentes de un calor.
30: Tres pruebas no son suficientes.
31: Promesa.
32: Escenas de besos.
33: Soy tuyo.
34: Soy especial.
35: Destino.
36: Sueño de concepción.
37: Las historias se repiten.
38: El hijo del viejo zorro.
39: El principio del fin.
40: Confianza quebrantada.
41: Está bien si lloras.
42: Por primera vez.
43: Hay belleza en los desastres.
44: Fruto de su amor.
45: El arcoíris después de la tormenta.
46: Un Futuro Juntos.
Final: Amando Un Alfa.
EPÍLOGO
EXTRA 1
EXTRA 2
Extra 3
• AGRADECIMIENTOS E INFORMACIÓN •

14: Duerme conmigo.

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Oleh nayechwan18



Yongsan-gu no estaba lejos de ser uno de los distritos con la vida nocturna más vibrante. Todo el distrito parecía cobrar vida por las noches, desde las calles llenas de luces de neón, hasta el tráfico y la gente caminando alegremente de un lado a otro. Era totalmente contrario a como se veía el lugar durante el día, cuando las personas, aburridas y cansadas, salían a estudiar y trabajar.

Sin embargo, mientras más se acercaban al condominio donde NamJoon residía en Hannam-dong, más se perdía el bullicio y la efervescencia del distrito.

Hannam The Hill estaba ubicado en una zona montañosa. Fue realmente cierto que la ubicación era muy remota, sobre todo con su estricta seguridad. Pero no por nada Hannam The Hill era el complejo de apartamentos más caro y exclusivo de Seúl. La zona era hermosa y de élite. Y la vista desde las colinas, que conducía directamente al río Han, era maravillosa tanto de noche como de día.

SeokJin se dio cuenta que todo en la zona era silencio y quietud desde que ingresaron en el lugar. Algo que iba perfectamente bien con la personalidad de NamJoon. Pero en cuanto estuvieron en el ascensor del edificio, solos y extrañamente tensos, no pudo evitar sentirse como en un deja vu.

Era el mismo sentimiento ansioso que recorrió su cuerpo aquella noche en la fiesta de aniversario de KNS Inc. cuando subieron al ascensor.

No pudo evitar morder su labio inferior y apretar las solapas de la gabardina de NamJoon entre sus manos cuando observó al hombre de reojo. —Honestamente, creo que me sentiría menos incómodo si vuelves a besarme... —murmuró, rompiendo el silencio en el ascensor y entre ellos—. Odio este silencio... Es un poco escalofriante.

NamJoon resopló al escucharlo, pero se giró para verlo a la cara. Había algo en la expresión del alfa que SeokJin no podía descifrar. ¿Era incomodidad? O peor aún, ¿era conflicto...? Claramente, todavía no era capaz de descifrar correctamente los estados de ánimo de Kim NamJoon. Pero de algo que SeokJin estaba seguro es que, sea lo que fuera que el hombre estaba sintiendo, fue puesto en segundo plano por su deseo. La excitación y la lujuria estaban suprimiendo cualquier sentimiento de incomodidad, confusión o frustración que NamJoon sintió al llevarlo a su hogar.

—Si no me vas a besar —SeokJin volvió a hablar pausadamente—, me temo que tendré que tomar la iniciativa otra vez...

Pero no tuvo que tomar la iniciativa como había previsto. NamJoon agarró su rostro y lo besó nuevamente. Un beso parecido al primero que SeokJin le dio cuando estaban en el auto. Pero esta vez el beso pasó rápidamente de ser calmado a uno más profundo y lleno de anticipación. Y Jin se volvió a olvidar por completo de todo lo que estaba estructurando en su mente sobre qué no hacer y qué sí hacer una vez que estuviera en el departamento del alfa.

Francamente, parecía que su mente no era capaz de trabajar adecuadamente en cuanto tuviera los labios de NamJoon contra los suyos. Pero fue un poco vertiginoso la forma en la que su incomodidad pasó otra vez a segundo plano, asimismo como cualquier emoción conflictiva que estuvo molestando a NamJoon por traerlo a su espacio, porque cuando ingresaron al penthouse, el alfa lo cargó e ingresó en su sala de estar sin ninguna duda, mientras SeokJin devoraba su boca sin darle oportunidad de apartarse otra vez.

No tuvo tiempo para mirar adecuadamente el departamento de NamJoon cuando ya estaba sobre el sofá, con los botones de su camisa casi abiertos, y NamJoon sosteniendo sus manos por encima de su cabeza. Tampoco le importaba mucho no haber visto detenidamente. Estaba seguro que tendría muchas oportunidades en el futuro para recorrer el lugar con calma a partir de ahora.

En ese momento, ya no había plan ni guión al cual adherirse en su cabeza. Solo deseaba continuar perdiéndose en la pasión que se arremolinaba con el calor de sus cuerpos, porque de nuevo estaba perdido en el aroma de Kim NamJoon.

Y SeokJin deseó ser más fuerte para reprenderse a sí mismo por llegar a ser tan descuidado... Para evitar sentirse así.

Pero NamJoon abandonó sus labios y lo miró a los ojos con la respiración agitada. —Quédate aquí —él ordenó, su voz ronca y su aliento cálido, causando que SeokJin volviera a sentirse extraño; demasiado excitado, o tal vez muy ansioso. Ni siquiera estaba seguro de lo que estaba sintiendo. Pero NamJoon no le dio chance para preguntar a dónde iba. El hombre se puso de pie y caminó hacia otra dirección, desapareciendo en la oscuridad de un pasillo.

Unos segundos después, SeokJin tragó en seco y se sentó para sacarse sus pantalones, pero no pudo evitar echar un vistazo a su alrededor ahora que su mente no estaba tan comprometida. Hasta ahora no se había fijado en nada más que no fuera NamJoon. Pero el sofá en donde estaba sentado era un esquinero muy grande, pero cómodo, en un color almendra. Y aunque la mayoría de las luces continuaban apagadas, también podía notar con claridad que el estilo de la sala de NamJoon era contemporáneo. A su derecha había un gran ventanal por donde entraba la luz de afuera y en una esquina un piano de cola negro. El instrumento se veía simplemente magnífico siendo bañado por la luz nocturna. Y SeokJin sintió curiosidad. Él solía practicar en su casa unos años atrás, pero nunca fue bueno en ello, así que lo abandonó.

—¿Te gusta? —La voz de NamJoon llegó de repente provocando que se asustara un poco. Pero fingió de maravilla no haberse estremecido cuando giró el rostro para mirar al alfa con una sonrisa.

—Es hermoso —respondió terminando de sacarse los pantalones—. Ciertamente, tocar el piano va contigo. Aunque es un poco inesperado.

SeokJin miró con atención lo que NamJoon llevaba en las manos. El hombre trajo consigo un paquete de preservativos, claro. Siempre siendo bastante responsable. Podría felicitar a NamJoon por esto si no fuera porque algo en él parecía molesto con este arreglo. Pero NamJoon también trajo algo más que robó la atención de SeokJin: una venda negra.

—Ya no toco —el alfa le corrigió mientras dejaba el paquete de condones sobre la mesita de centro. Pero cuando SeokJin estuvo a punto de preguntar la razón de eso, NamJoon dijo paulatinamente—: Y no es algo de lo que quiera hablar contigo ahora.

SeokJin asintió y se rió ligeramente. —¿Cómo sabías que iba a preguntar?

—Empiezo a conocerte —NamJoon le respondió con simplicidad—. Eres demasiado curioso y no puedes mantener la boca cerrada por mucho tiempo.

Aunque SeokJin se sorprendió por su respuesta, no pudo sentirse enojado por las palabras de NamJoon. En vez de eso, se sintió un poco desconcertado.

Kim NamJoon empezaba a conocerlo.

La idea de eso no tuvo que sorprenderle y molestarlo como lo hizo. Sin duda alguna, no podía empezar a conocer a NamJoon sin que el hombre lo conociera también. Pero la idea no había pasado por su cabeza hasta ahora. No deseaba que Kim NamJoon lo conociera realmente, pero era imposible descifrar al alfa sin exponerse a sí mismo primero, teniendo en cuenta la desconfianza y el agudo instinto del hombre para detectar las mentiras. Pero decidió dejar esa cuestión para otra ocasión y volvió a centrar su atención en la venda que NamJoon tenía en las manos.

—¿Ojos o manos? —él preguntó con una sonrisa inocente mirando el objeto. Desde que vio la prenda imaginó que sería utilizada en él. Tal parece que Kim NamJoon no era tan aburrido como había creído al inicio.

El alfa tomó asiento a su lado y lo miró a la cara por un momento. —Manos —él le respondió. Entonces, tomó una de sus manos y acarició lentamente la parte interna de su muñeca.

SeokJin se estremeció un poco cuando sintió cosquillas en su piel por las caricias. No obstante, se inclinó y volvió a besar a NamJoon, un beso suave y húmedo que desafortunadamente no duró tanto como los anteriores. El alfa le dio la vuelta y empezó a amarrar sus manos detrás de su espalda con cuidado.

—Parece que no es la primera vez que haces esto —SeokJin indagó en voz baja.

—No lo es. —NamJoon terminó de amarrar sus manos y le dio la vuelta. Había una pequeña sonrisa casi imperceptible en sus labios cuando lo miró de arriba abajo—. Me gusta amarrar a mocosos mimados e insolentes como tú.

SeokJin miró a NamJoon por unos segundos a los ojos con escepticismo. Luego, frunció el ceño y se rio. —Nunca has conocido, ni vas a conocer, a alguien como yo, querido.

—Voy a concederte eso. —NamJoon se encogió de hombros y desvió la mirada—. Creo que ya hemos hablado lo suficiente ahora.

—Yo voy a concederte eso —SeokJin estuvo de acuerdo, relamiendo sus labios lentamente—. Ya hemos hablado mucho.

NamJoon lo sostuvo de un brazo y ayudó a SeokJin a sentarse a horcajadas sobre su regazo. Pero cuando SeokJin estuvo a punto de inclinarse para besarle otra vez, el hombre le detuvo y lo miró a los ojos.

—Voy a decirte lo que haré tal como lo hice esa noche —NamJoon susurró con un tono firme. Y él quiso rodar los ojos porque el hombre no podía dejar de ser metódico y mandón ni siquiera con el sexo.

Sin embargo, recordar a Kim NamJoon diciéndole cómo lo llevaría a su despacho y lo follaría sobre su escritorio, para luego cumplir exactamente con su palabra, hizo que un escalofrío recorriera su espalda y su agujero punzara con necesidad. Ciertamente, NamJoon cumplía su palabra.

—Vas a arrodillarte en el suelo para mí y las vas a tomar en tu boca. —NamJoon volvió a hablar con esa voz profunda que a SeokJin le empezaba a gustar tanto como le hastiaba. Al mismo tiempo, el alfa sujetó su cintura y lo bajó al suelo, justo en medio de sus piernas, para que SeokJin se arrodillara frente a él—. Luego, voy a sentarte sobre mi regazo y voy a tomarte con mis dedos hasta que supliques que te folle.

SeokJin se quedó en silenció por un momento, sintiendo como sus orejas enrojecían lentamente ante la imagen mental y la humillación que implicaba todo lo que NamJoon deseaba hacerle. Y maldición, él tenía ganas de golpear violentamente a Kim NamJoon ahora. No porque el hombre fuera frívolo acerca de su evidente fetiche de dominación. En realidad, era por todo lo contrario; quería golpear a NamJoon por provocar algo tan malo en él como lo era excitarse ante el pensamiento de que, nuevamente, sería humillado y tendría que suplicar para que lo follara.

SeokJin nunca creyó sentirse así antes. Pero estaba renuente a darle el placer a NamJoon de verlo avergonzado.

—Realmente eres presumido... —él susurró observando fijamente como NamJoon abría el botón de su pantalón y se bajaba la bragueta. Su salivación se estaba volviendo cada vez más espesa ante la idea de tener el miembro del alfa otra vez en su boca—. Finges ser educado, prudente y reservado... pero eres todo lo contrario.

NamJoon sonrió ligeramente, pareciendo un hombre ruin, como realmente lo era. —Al menos no finjo que no me gusta en privado. —Una de sus manos se posó en la nuca de SeokJin y le empujó suavemente hacía arriba para presionar la cabeza de su polla contra sus labios—. Quiero que la chupes, SeokJin... Ambos sabemos cuánto te gusta hacer eso.

Los labios de SeokJin temblaron ligeramente, casi abriéndose para tomar el pene del hombre en su boca sin vacilación, pero en cuanto el agarre de NamJoon en su nuca se aflojó, él agachó la cabeza y miró lo longitud del alfa. NamJoon estaba semierecto, no por mucho tiempo más, desde luego. Pero SeokJin tragó en seco y se relamió los labios.

—¿Recuerdas la razón que te dije cuando me preguntaste por qué te casarías conmigo si no estás enamorado de mí...? —Él preguntó sin mirar a NamJoon a los ojos. El alfa simplemente resopló sin comprometerse a responder, pero SeokJin sabía que él recordaba perfectamente bien esa noche en casa de su padre, así que alzó la cabeza y miró a Kim NamJoon fijamente a los ojos con una sonrisa superficial en los labios, mientras sus manos continuaban atadas detrás de su espalda—. Quiero agregar una nueva razón por la que te vas a casar conmigo...

Los labios de NamJoon se torcieron levemente en una sonrisa burlesca. Él se inclinó y agarró la barbilla de SeokJin entre sus dedos para alzar su rostro. —¿Qué aviso pretencioso será esta vez?

SeokJin se inclinó y besó la cabeza de su polla sin apartar la mirada. Observando como NamJoon contemplaba todas sus acciones fijamente. —Tal vez no te enamores de mí por mi personalidad... —él susurró con una expresión tan dulce como cínica—. Pero amarás tanto cada parte de mi cuerpo, tal como ya lo haces con mi boca, que yo seré lo único en lo que pienses, Kim NamJoon...

Las pupilas de NamJoon se dilataron por unos pocos segundos. Y su aroma se volvió más espeso en el aire. El alfa no estaba muy feliz con sus palabras, pero su pene estaba más duro que antes.

—Creí que ya habíamos dejado en claro que esto solo es un convenio temporal. —NamJoon espetó con un tono indiferente, pero su ceño estaba fruncido, mientras acariciaba lentamente los labios de SeokJin con su pulgar.

—Tienes razón —él concedió con humor, lamiendo lentamente el pulgar del alfa con la punta de su lengua, mientras observaba cada pequeño cambió en su expresión—. Pero yo nunca he dicho que voy a desistir con mi propósito inicial, cariño.

NamJoon llevó su otra mano a su nuca para jalar de su cabello, e inclinar su cabeza hacia arriba, abriendo lentamente la boca de SeokJin con su pulgar. Su mirada reparando en sus labios con mucha atención. Pero había hambre en la mirada de NamJoon. Y la forma en la que sus ojos brillaban, con tanta necesidad y posesividad, hizo algo dañino en la racionalidad de SeokJin.

Algo en él, demasiado profundo para socavar lo que era, deseaba que Kim NamJoon, ese bastardo arrogante y mandón, siempre lo mirara así. Solo a él; que nadie más que él pudiera provocar esa mirada oscura y escalofriante en el alfa. Tan llena de deseo. Con tanta hambre. Todo por consumir lentamente a SeokJin.

Nadie más que él recibiría una mirada así por parte de NamJoon. Pero SeokJin sabía que ese pensamiento estaba fuera de lógica, él no estaba con Kim NamJoon para ser una pequeña mierda posesiva. No obstante, su buen juicio había escapado por la ventana desde que descubrió que no le molestaba que este hombre lo atara y le hiciera suplicar humillantemente.

Por lo mismo, no importa que tan malo fuera el final de todo esto... SeokJin iba a ser un poco egoísta. Incluso si no era parte del plan, él lo haría; iba a convertir a Kim NamJoon en un esclavo de su cuerpo. Un hombre adicto a él y su aroma. Entonces, NamJoon nunca vería a alguien más de la forma en la que miraba a SeokJin en ese momento.

Kim NamJoon nunca volvería a desear a alguien más como le deseaba a él.

—Me estuve preguntando cómo una pequeña mierda orgullosa como tú había desistido tan fácilmente... —NamJoon interrumpió sus pensamientos con un susurró. Y su pulgar jugó suavemente con su labio inferior—. Pero ya veo que no... Sigues teniendo el mismo capricho tonto e infantil.

SeokJin sonrió lascivamente.

No tenía la mejor moral. Tampoco reparaba demasiado en lo que sus acciones podrían provocar en otras personas. Por lo tanto, realmente no le importaría romper el corazón de este hombre. De hecho, la tan sola idea de lograr eso le provocaba excitación.

¿Qué hay de malo en ser un poco vil cuando deseas algo?

—Serás mi alfa, Kim NamJoon —él volvió a repetir aquellas palabras como si estuviera recitando un encanto. Un mantra para sí mismo—. Y amarás serlo...

La mirada de NamJoon pareció oscurecer por un momento. Pero SeokJin decidió que ya era hora de callar. Él se inclinó y tomó la dura longitud del hombre en su boca, casi hasta la base, incluso si sus comisuras dolieron y sus reflejos nauseosos se activaron ligeramente.

En cambio, NamJoon soltó una exhalación y agarró su cabello en un puño, deseando follar su boca con cada parte de su cuerpo, SeokJin lo sabía. Pero el hombre se contuvo tenazmente. No lo forzó a ir más rápido ni más lento. NamJoon enredó su cabello en sus dedos y contempló con el ceño ligeramente fruncido como SeokJin se tragaba su polla.

Entonces, SeokJin le dio felizmente una demostración a NamJoon de por qué amaría mucho más su boca.

Él enredó su lengua alrededor del borde sensible de la cabeza del pene del alfa y lamió toda su circunferencia con movimientos circulares hasta presionar la hendidura, haciendo que cada músculo de NamJoon se tensara, y él maldijera en voz baja. NamJoon estaba tan duro que su polla estaba erguida, enrojecida e hinchada, y SeokJin continuó chupando con fuerza, lamidas rápidas y una succión apretada, dejándolo empapado con su saliva.

—Te ves bastante bien con mi polla en la boca... —NamJoon dijo con voz áspera, acariciando la mejilla de SeokJin suavemente, solo por el placer de sentir su propio pene a través de la mejilla del omega. Y aunque su voz no sonaba exactamente como una persona que estaba recibiendo mucho placer, SeokJin podía notar lo excitado que estaba el alfa en su aroma y la dureza de su pene—. Es cierto que está es la única forma de callarte por un rato... Pero no es lo que deseo ahora.

NamJoon jaló de su cabello e hizo que la boca de SeokJin abandonara su miembro. Jin lo miró con los ojos entrecerrados y la boca hinchada. Pero el alfa simplemente le hizo ponerse de pie sin explicación alguna.

—Date la vuelta y siéntate sobre mi regazo —NamJoon ordenó. Y aunque SeokJin deseó rodar los ojos, hizo exactamente lo que el alfa le pidió—. Ahora abre los muslos para mí, SeokJin.

SeokJin inhaló profundamente para calmar su respiración, y dejó que su espalda se apoyará contra el pecho del alfa, mientras colocaba sus piernas a cada lado de los muslos de NamJoon sobre el sofá. Luego, se quedó muy quieto, su pecho subiendo y bajando un poco más rápido de lo normal, cuando miró como los dedos de NamJoon empezaban a abrir los últimos botones de su camisa que quedaban intactos para retorcer y tirar de sus pezones hasta que las dos protuberancias estuvieron erectas.

—No juegues así... —él gimió con los ojos entrecerrados. El dolor que NamJoon provocaba en sus pezones enviaba corrientes de placer por todo su cuerpo.

Pero las manos de NamJoon no se quedaron allí, en su pecho, jugando con sus pezones por más tiempo. Él las deslizó lentamente hasta su miembro y lo acarició lentamente por encima de la fina tela de su ropa interior. Y SeokJin contuvo el aliento para no gemir. Ya estaba tan mojado... Y estar atado de manos y en la posición vulnerable en la que estaba solo hizo que empapara más su ropa interior.

—Por favor, quítalas... —pidió sin apartar los ojos de las manos de NamJoon en su miembro—. Necesito que me toques...

NamJoon no dijo nada, pero hizo exactamente lo que SeokJin le pidió, porque él también ya estaba ansioso por tomarlo. Liberó a SeokJin de su ropa interior y permitió que se sintiera libre, antes de ingresar un dedo lentamente en su agujero, para empezar a torturarlo otra vez.

Y así empezó su lenta y placentera tortura.

NamJoon jugó con su orificio lentamente con uno de sus dedos, haciendo que SeokJin también observará como su lubricante resbalaba por su perineo y caía vergonzosamente en pequeñas gotas sobre el sofá. NamJoon también le hizo ver lo mojado que estaba por un dedo, que en poco tiempo se convirtió en dos, mientras él se retorcía sin poder agarrar las manos del alfa para detenerlo o apresurar sus acciones. En poco tiempo, se vio a sí mismo gimiendo sobre el regazo del alfa; sus muslos abiertos y el cuello arqueado hacia atrás.

NamJoon disfrutó completamente de verlo retorcerse mientras besaba su cuello, jugaba con uno de sus pezones y le abría lentamente con sus dedos.

—Mira como tu pequeño agujero de puta se traga mis dedos... —NamJoon susurró a su oído con voz ronca. Y SeokJin observó fijamente como su orificio realmente se tragaba los dedos del alfa, cada vez que él los sacaba e ingresaba, con mucha facilidad. La vista de eso le hizo cerrar los ojos y exhalar audiblemente en respuesta. Su cabeza estaba dando giros ahora. Y había algo demasiado malo en lo mucho que le gustaba que NamJoon le susurrara así al oído, con palabras sucias y su aliento caliente chocando con su oreja.

SeokJin cerró los ojos y dejó caer su cabeza en el hombro del alfa. Podía sentir a la perfección la longitud dura del hombre presionar contra sus manos y espalda. Y él ya lo ansiaba.

Maldición, lo necesitaba tanto dentro de él. Profundamente dentro de él.

NamJoon-ah... por favor —suplicó en voz baja con el ceño fruncido—. Solo follame ya... no aguanto. Por favor... hazlo ya.

El susodicho se rió levemente al escucharlo. Pero a los dedos en el culo de SeokJin se le unió otro más, causando que él gimiera el nombre del alfa más alto, mientras sentía los tres dedos en su interior estirarlo más que antes.

Era realmente algo bueno que las paredes y el piso fueran gruesos, de no ser así, temía lograr molestar a los vecinos de NamJoon con sus gemidos. Aunque francamente no le importaba una mierda esos vecinos.

—Voy a tomarte con mis dedos hasta que estés suave y flácido para mí... —NamJoon masculló, lamiendo y mordisqueando su oído, hasta que su lóbulo estuvo rojo—. ¿Recuerdas cómo te dolió la vez anterior...? No queremos que vuelva a suceder eso, ¿verdad?

SeokJin negó con la cabeza y gimoteó. Los dedos del alfa estaban tocando cada punto sensible dentro de él, y él era demasiado receptivo tanto a su toque como a su voz. Pero la mano de NamJoon abandonó su pezón para capturar su barbilla y girar su rostro para besarlo. Entonces, él cerró los ojos al sentir la lengua del alfa entrar en su boca y lamer deliciosamente sus labios, que ya estaban húmedos e hinchados. Cada uno de sus gemidos fue acallado por la boca de NamJoon. Y cuando creyó que estaba a punto de correrse, su agujero demasiado sensible y un poco hinchado, el alfa sacó sus dedos, provocándole un gemido insatisfecho ante la sensación de vació.

—Observa el desastre que dejaste en mi mano, SeokJin. —NamJoon le mostró su mano, que estaba empapada de líquido resbaladizo, mientras mordía ligeramente su hombro—. Estás tan mojado ahora solo por unos dedos... ¿qué haremos cuando ponga mi polla en en ti?

SeokJin sintió su rostro enrojecer por el comentario. Pero no tuvo tiempo de fingir no estar avergonzado, haciendo uno de sus comentarios mordaces acerca de lo mucho que empaparía el pene de NamJoon cuando estuviera dentro de él, porque el alfa lo empujó sobre el sofá y se estiró sobre él para tomar uno de los condones en la mesa.

—NamJoon-ah... —SeokJin se quejó con el rostro enterrado en una almohada—. Date prisa... te quiero ahora.

El alfa se cernió sobre su espalda unos segundos después para cumplir con su demanda, y al sentirlo, SeokJin inclinó el culo y abrió los muslos, esperando que el alfa por fin ingresara en él.

Y NamJoon lo hizo.

El hombre sostuvo su cintura e ingresó en él de un solo empujón, provocando que su espalda se arqueara y tuviera que enterrar su rostro en una almohada para acallar sus gemidos. Esta vez no fue tan incómodo como la primera vez, porque ahora NamJoon se había tomado su tiempo para prepararlo, pero la nueva posición hizo que se sintiera demasiado profundo dentro de él. Y la sensación fue cálidamente bienvenida. Le gustaba como NamJoon lo estiraba casi hasta sus límites. SeokJin podía hacerse un poco adicto a este tipo de placer agudo.

Pero su mente se perdió en cuanto NamJoon empezó a embestirlo con vehemencia. Su boca estaba en el cuello de SeokJin, besando y mordisqueando cada pequeño espacio de su piel como un salvaje, mientras SeokJin enterraba su rostro en el sofá e inclinaba el culo para él, deseando cada vez más; más rápido, más fuerte, más profundo... SeokJin quería más y más. Pero solo podía dejar escapar pequeños gemidos rotos con cada golpe.

Fue rápido, sucio y necesitado. Un poco parecido a la primera vez sobre el escritorio de NamJoon. Sin embargo, SeokJin se encontró con que el hambre había incrementado, en vez de disminuir como creyó que lo haría luego de su primera vez. Y toda su mente se redujo a la sensación de la longitud de NamJoon abriendo y estirando su agujero. El aliento caliente del alfa en su nuca y cuello, e incluso su propia respiración inestable.

De un momento a otro, SeokJin sintió como NamJoon liberaba sus manos de repente, causando que un pequeño temblor recorriera sus brazos, ahora que sus manos estaban libres nuevamente. No le preguntó al alfa la razón de su repentina liberación, pero fue claro cuando NamJoon le dio la vuelta, volviendo a ingresar en él con fuerza, mientras el placer latía por sus cuerpos como ondas de energía, intensas e implacables, acercándolos a ambos cada vez más al borde.

—Córrete, bonito... —NamJoon ordenó con un gruñido en su oído. Sus labios se presionaron en el área y su aliento le hizo cosquillas por toda su piel—. Córrete para mí...

Y SeokJin quiso replicar.

Quería decirle a Kim NamJoon que no le permitiría controlar incluso sus orgasmos. Pero él, bochornosamente, se corrió con un gemido agudo, cuando la mano de NamJoon envolvió su erección y lo masturbo un poco al ritmo de sus embestidas. Todo su cuerpo parecía obedecer a Kim NamJoon en contra de su razón ahora.

Pero el alfa continuó follandolo, causando sonidos obscenos cada vez que ingresaba en él, hasta que el agujero de SeokJin apretó alrededor de su miembro, provocando que NamJoon no durará por mucho tiempo más. El alfa también se corrió con una exhalación ronca.

Tristemente, no dentro de él.

Fue un pensamiento fugaz que pasó en el fondo de su mente, pero SeokJin trató resueltamente de ignorarlo. Y funcionó totalmente cuando observó la tinta negra que se entrevía por la camisa desajustada de NamJoon.

El alfa tenía un tatuaje allí.

Y la idea de que Kim NamJoon, un alfa tan formal y prudente, tenía un tatuaje en su cuerpo, hizo a SeokJin casi reír.

—¡Tienes un tatuaje...! —él señaló con la voz un poco ronca. Probablemente, era culpa de su reciente orgasmo el que se sintiera tan mareado y eufórico—. ¡Quiero verlo! ¡Quítate la camisa!

Pero SeokJin no dejó a NamJoon responder a sus demandas. Él mismo se tomó la tarea de abrir los botones de la camisa del alfa y sacarle la prenda de un tirón.

Sus labios se abrieron con asombró al ver que NamJoon tenía tatuado un dragón con trazos negros que, en algunas partes, parecían finos y delicados, mientras que otros lugares los trazos se volvían gruesos y apropósitamente descuidados, como una pintura antigua en papel.

—Es hermoso... —SeokJin susurró con una sonrisa maravillada mientras acariciaba la piel tatuada. El dibujo viajaba desde su pectoral hasta su bíceps. Fue un buen trabajo, aunque ya era antiguo, todavía se veía bien sobre el músculo de NamJoon—. Nunca imaginé que un hombre como tú se haría un tatuaje como este...

—Una vez fui joven e imprudente como la mayoría de las personas... —NamJoon murmuró. Y aunque parecía indiferente ante los toques indiscretos de SeokJin en su pecho, su cuerpo estaba un poco tenso.

—¿Te arrepientes de haberte tatuado? —SeokJin cuestionó con curiosidad. Sus ojos viajaron del dragón en su pectoral a sus ojos—. Si es así, actualmente puedes quitártelo. No sería complicado para ti deshacerte de él. Aunque es muy hermoso...

NamJoon tarareó con desinterés. —Todavía no me desagrada lo suficiente para quitarlo.

La respuesta del alfa hizo que SeokJin sonriera para sí mismo. Era bastante obvio que, incluso si dentro de su sociedad no era bien visto que un alfa en su posición social tuviera tatuajes, NamJoon se sentía lo suficientemente a gusto con él para no querer quitarlo. Eso le agradó a SeokJin.

Pero su sonrisa cayó de inmediato cuando NamJoon salió de su interior y la sensación hizo que se sintiera incómodo por un momento. Había olvidado que el alfa no se había retirado aún. Sin embargo, no permitió que NamJoon se apartara de encima de él.

—Otra vez... —pidió abriendo los muslos en una invitación silenciosa. Se había dado cuenta que el alfa continuaba semierecto cuando el hombre se retiró. Él muy bien podría estar listo para una nueva ronda con unas pocas caricias—. Te quiero otra vez dentro...

NamJoon lo miró por unos cuantos segundos a los ojos con un semblante en blanco.

—¿Eres una pequeña puta insaciable?

La pregunta incisiva hizo que SeokJin casi se riera, mientras acariciaba los pectorales y hombros del alfa de arriba abajo. Era la primera vez que veía a NamJoon sin camisa, pero no sé sorprendió; el cuerpo del alfa era tal cuál se lo había imaginado y le encantaba.

—Creo que tú me haces sentir insaciable... —él respondió, envolviendo sus brazos en el cuello de NamJoon para inclinarse y capturar sus labios en un beso tímido—. Y quiero que cumplas con nuestro convenio hasta que me sienta satisfecho... ¿Lo harás?

NamJoon inhaló profundamente. Esa fue suficiente argumentación para él.

Después de eso, volvió a joder a SeokJin hasta que su cuerpo se sintió flácido y sin fuerzas para continuar. Maldición, el alfa fue indulgente con él de ninguna forma. NamJoon no se detuvo hasta que había tres condones usados en el suelo.

NamJoon hizo un desastre de él.

. . .

Era de madrugada cuando el alfa lo llevó al baño. El hombre le ayudó a lavarse y luego le buscó una de sus playeras para que SeokJin la usará como pijama.

SeokJin se sintió raro con este arreglo porque no cruzaron muchas palabras entre ellos después de su última corrida. Él tampoco acostumbra a ponerse la ropa de un alfa, mucho menos a pasar la noche con ellos, pero se recordó a sí mismo que todo esto era por el bien del plan.

Y no se sintió mal.

Cuando se miró al espejo del baño, con la playera negra de NamJoon hasta los muslos, y su cabello totalmente desaliñado, no se sintió feo ni mal por lo que estaba haciendo. En cambio, fue un poco curioso como el aroma de NamJoon estaba impregnado en la prenda y cada lugar del departamento. Fue extrañamente agradable que, en vez de sentirse asfixiado o hastiado con su aroma, le pareció bastante agradable.

Y después de lo que pareció una eternidad, NamJoon le ordenó que durmiera en su cama. SeokJin se metió en ella de inmediato, sintiendo que en cualquier momento se desmayaría del agotamiento. Pero sus ojos se mantuvieron abiertos al notar que el alfa no pretendía hacer lo mismo que él.

—¿A dónde vas...? —él preguntó con cansancio cuando vio que NamJoon se acercó a la puerta para salir de la habitación.

El alfa se detuvo.

Ya no era el mismo hombre ansioso y sin racionalidad que lo estuvo follando media hora atrás. Nuevamente era el bastardo frío e indiferente que lo miraba con el ceño levemente fruncido como si SeokJin fuera una pequeña cosa molesta.

—Voy a otra habitación —NamJoon contestó con impavidez, como si sus palabras no provocarán un revoltijo en el estómago de SeokJin.

—¿Por qué...? —él inquirió, ahora más despierto que antes, mientras se sentaba en la cama y sentía una corriente de dolor recorrer su espalda baja hasta su culo. Pero no le dio mucha importancia a esto cuando miró a NamJoon con los labios fruncidos en un puchero inconsciente—. ¿Por qué te vas? Esta es tu habitación.

NamJoon se masajeó las sienes, como si tratara de pensar qué respuesta era más adecuada. Luego, miró a SeokJin y dijo: —No suelo dormir acompañado.

Al escucharlo, SeokJin se quiso reír.

No, en realidad, él se quiso burlar por lo irónica que era la situación.

Él tampoco solía dormir con sus amantes. Era incómodo y extraño. Si NamJoon realmente solo fuera algo casual lo mandaría a la mierda y tomaría su cama para él solo. O tal vez se iría a casa, sin importar lo tarde que ya era, porque preferiría eso a quedarse por más tiempo de lo que era necesario. Pero esto era diferente, no deseaba que NamJoon solo fuera un amante o algo casual; él estaba aquí para hacer que el hombre se enamoré de él antes de fin de año. No podía ser simplemente casual. Tampoco deseaba serlo.

YoonGi se lo dijo antes: tenía que sacar a NamJoon de su zona de confort. Tenía que lograr que NamJoon hiciera concepciones por él que nunca haya hecho por alguien más.

—Entonces, seré la excepción —SeokJin dijo con simpleza.

Él se convertiría en la excepción en todo; porque está acostumbrado a obtener lo que quiere y porque solo de esa forma lograría colarse profundamente en el alfa.

La expresión de NamJoon cambió al escucharlo. Parecía dividido entre la diversión y la molestia. Probablemente, preguntándose cómo habían terminado así en medio de la madrugada.

—SeokJin, no estoy jugando ahora —NamJoon replicó. Pero SeokJin observó atentamente cómo el hombre tenía una caja de cigarrillos en las manos. NamJoon probablemente planeaba salir a fumar—. Vete a dormir, mañana te llevaré a casa.

SeokJin se cruzó de brazos y negó con la cabeza renuentemente. —No me iré a dormir hasta que traigas tu trasero a la cama y te acuestes conmigo —demandó con el ceño fruncido—. No soy un fulano que puedas follar y tirar, ¿entiendes?

NamJoon alzó una ceja. Obviamente no parecía feliz con su elección de palabras.

—Nunca he dicho que fueras un fulano, SeokJin —NamJoon espetó, haciendo énfasis en la palabra. Él parecía exasperado, como si nunca hubiera esperado que después de realizar su convenio con SeokJin tendría que pasar por esto. Tal vez NamJoon incluso recordó porque odiaba salir con omegas mimados como SeokJin—. ¿Por qué quieres dormir conmigo? ¿Es por esa tontería de seducirme? Sí es así, no estás logrando nada ahora... —Pero NamJoon se calló al ver como SeokJin se movía hasta llegar al borde de la cama y se ponía de pie de repente.

SeokJin hizo una mueca de dolor y fingió sentirse muy adolorido, tan mal que hasta cojeaba levemente, solo para que el alfa se sintiera desorientado.

Saber actuar a veces era conveniente.

—SeokJin, vuelve a la cama... —NamJoon mandó instintivamente al ver el leve cojeó en el omega que él provocó. Pero su tono de voz ya no era tan demandante como antes.

SeokJin llegó hasta el alfa y se paró frente a él mientras cruzaba los brazos delante de su pecho. —No voy a la cama hasta que tú lo hagas —declaró con mucha firmeza. Sus labios continuaban fruncidos en un mohín—. Y si no lo haces, me iré a mi casa ahora mismo.

NamJoon lo miró atentamente. Pero los ojos de SeokJin se desviaron hacia el tatuaje que recorría parte de su pecho y brazo. Los trazos se veían bastante bien cuando eran iluminados por las luces anaranjadas de las lámparas de noche.

—¿Vamos a discutir por esto? —NamJoon alzó una ceja y lo miró con una expresión irritada.

—Sí, lo haremos —SeokJin no retrocedió. Él estaba apostando su orgullo aquí. Por lo tanto, se acercó más al alfa y rodeó su cuello con sus brazos para mirarlo fijamente a los ojos con un puchero en los labios—. NamJoon-ah, un omega tan bonito como yo te está pidiendo dormir con él, ¿vas a desaprovechar esta oportunidad?

NamJoon respiró hondo mientras veía sus ojos y sus labios. Era obvio que el alfa estaba tratando de ganar su batalla de miradas. Pero SeokJin lo golpeó más fuerte al hacer una mueca de dolor mientras se apretaba contra su cuerpo y dejaba que su aroma a jazmines floreciera en él.

—¿Estás fingiendo ser lindo otra vez? —NamJoon preguntó en voz baja con una mueca de irritación—. Odio que hagas eso.

SeokJin sonrió dulcemente. —¿No tengo derecho a ser lindo?

La mirada del alfa viajó por toda su cara. Parecía estar examinándolo de pies a cabeza para dar un veredicto justo. —Eres lindo naturalmente —él dijo finalmente—. No necesitas fingir...

Pero masculló sus palabras con tanto disgusto que SeokJin creyó que NamJoon se mordería su propia lengua después de aceptar que él era lindo.

Fue bastante gracioso.

SeokJin decidió recompensar a NamJoon con un beso en su mandíbula tensa. —¿Acabas de aceptar que soy lindo...?

—Kim SeokJin... —el alfa suspiró con cansancio.

—Es conveniente que respondas, cariño. —Sus brazos se apretaron alrededor del cuello del hombre y sus labios se presionaron otra vez en su mandíbula. Le gustaba como NamJoon se tensaba cada vez más. Ya siendo bastante evidente que le molestaba, o le incomodaba, esa clase de contacto físico o muestras de cariño sin razón.

NamJoon se apartó ligeramente para mirarlo a los ojos. —Juró que no volveré a invitarte a mi casa nunca más —él masculló con el ceño fruncido. Pero, incluso si estaba irritado, no alejó a SeokJin por completo—. —Aunque tienes una personalidad de mierda, eres lindo, Kim SeokJin... Demasiado bonito para tu propio bien, ¿feliz?

SeokJin lo miró por un momento a los ojos con los labios ligeramente abiertos. Honestamente, no esperaba una respuesta como esa. Y tal vez por eso sus orejas se calentaron un poco. Por fortuna para él y su orgullo, dudaba que NamJoon notara que sus orejas estaban enrojeciendo.

—No es lo que esperaba que dijeras, pero estoy feliz con esa respuesta. —él contestó con una sonrisa satisfecha. Era justo esto lo que su parte irrazonable le indicaba que necesitaba lograr para cumplir su propósito—. Por cierto, tú personalidad es más mierda que la mía...

NamJoon rodó los ojos, pero sus comisuras se torcieron levemente en una sonrisa. —Bien, entiendo. Vete a dormir ahora.

SeokJin asintió de acuerdo, pero fingió estar muy adolorido para volver a caminar hasta la cama. —NamJoon-ah... me duele mucho, ¿puedes cargarme?

—No voy a cargarte. —NamJoon se negó con reticencia.

Y tal vez irritar a Kim NamJoon no era razonable en absoluto. Pero SeokJin se estaba divirtiendo demasiado al hacerlo.

Él podía acostumbrarse a esto.

Podía hacerlo demasiado rápido incluso para su gusto.

—Duele por tu culpa... Si no me cargas, no iré a la cama. —SeokJin hizo una mueca de dolor. Por supuesto, NamJoon ahora estaba bastante consciente que esta era otra obra de teatro de su parte. SeokJin lo sabía por la mirada escéptica del hombre. Pero también estaba seguro que argumentar que dolía por su culpa alteraba todo los instintos del alfa—. ¿Puedes cargarme para que ya no duela? Prometo que me portaré bien en la cama...

NamJoon miró el techo de su habitación y suspiró sonoramente. Luego, volvió a mirar a SeokJin a los ojos, como si no lograra concebir cómo fue posible que él, Kim NamJoon, estuviera pasando por esta situación.

—Recuérdame por qué estoy enredándome contigo... —el alfa susurró totalmente hastiado. Sin embargo, aunque dijo esto, se agachó y tomó a SeokJin por los muslos y lo cargó sobre su hombro.

Está, claramente, no era la forma en la que SeokJin deseaba que el hombre le cargará. En realidad, esperaba algo más romántico como en esas películas de comedia romántica que a sus amigos tanto les gustaba ver, como al estilo nupcial, o a horcajadas, pero SeokJin no se quejó porque de cierta forma consiguió lo que quería... No lo hizo hasta que sintió que NamJoon le soltaba una nalgada en medio del culo que provocó que realmente le doliera.

—¡Na-NamJoon! ¡Eso realmente dolió! —SeokJin pataleó con enojo—. ¡Bájame ahora!

NamJoon resopló con burla. —Es lo que mereces por ser una pequeña mierda manipuladora.

El alfa lo dejó caer sobre la cama de forma brusca. Y Jin enrojeció de enojo por esto. Pero NamJoon dejó la caja de cigarrillos en su mesita de noche y se metió en la cama con él.

—Ya duerme, Kim SeokJin —volvió a ordenar con voz cansada—. Incluso si es sábado, no pretendo pasarme toda la madrugada discutiendo contigo. Esto no es parte de nuestro arreglo... —NamJoon le dio la espalda y apagó su luz—. Obviamente tendremos que poner límites en este arreglo después. También algunas reglas sobre el contacto físico y las líneas que no debemos cruzar...

Y el hombre siguió murmurando acerca de disciplina, límites, orden y reglas por unos minutos más como si estuviera recitando un contrato... Cosas a las que SeokJin obviamente no prestó atención.

Él se metió felizmente debajo de las colchas e inhaló hondo el aroma a ginebra en ellas. Estaba feliz después de haber conseguido lo que deseaba. Pero ya era necesario que dejara de molestar a NamJoon.

Al menos, por esa noche.

Hubo un gran espacio entre ellos en la cama que los separó. Pero SeokJin luego pensaría cómo trabajar en ello; ya había probado la paciencia de Kim NamJoon lo suficiente por un día. Sin embargo, si sus planes salían bien a partir de ahora, dentro de unas cuantas semanas más, sería el mismo NamJoon quien buscaría arropar a SeokJin con su cuerpo durante todas las noches.

Este era el comienzo del verdadero juego. La tercera victoria de SeokJin.

NamJoon había pescado el anzuelo. Ahora SeokJin tendría que tirar lentamente de él...

Kim NamJoon iba a ser suyo.



Creo que, de cierta forma, se nota que estos dos negaran lo que sienten casi hasta al final de la historia. Pero sí, será así, los verán actual como una pareja, mientras vaya avanzando la historia, y aún así negar lo que sienten.

De todas formas, espero que les guste cómo se esta (e irá) desarrollando todo entre ellos 💜🙏🏽 gracias por leer!!


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