DOS DÍAS DESPUÉS
Vecna lo había conseguido, no había servido de nada el plan, finalmente pudo hacer lo que tenía planeado. Cuatro enormes portales se habían conectado en el centro de Hawkins haciendo uno único en forma de cruz.
Muchas casas habían sido destruidas, quemadas, mucha gente había muerto, también había demasiados heridos, el resto optaron por irse de allí cuanto antes, un hilo de coches atascaba las carreteras para huir de ese lugar antes de morir.
Aún no habían podido cortar los incendios, aún había gente atrapada en sus propias casas. Hawkins ya no era un hogar.
-"Aún no han pasado ni 48 horas desde que un terremoto de magnitud 7'4 sacudiera la idílica ciudad de Hawkins, a 130 Kilómetros de Indianápolis. Este fenómeno es, según los sismólogos, "un desastre natural de una escala sin apenas precedentes" hay un total de 22 víctimas mortales, pero con cientos de personas en los hospitales y muchos desaparecidos, cabe esperar que la cifra aumente. No es la única tragedia que ha vivido esta ciudad antaño segura. Recientemente, varios estudiantes fueron asesinados en rituales de sacrificio vinculados a una secta satánica local, conocida como Fuego Infernal, Eddie Munson, el líder de dicha secta y principal sospechoso, está en paradero desconocido y se da por muerto, pero esto es un flaco consuelo para los vecinos, que están asustados, enfadados y necesitan respuestas ¿Por qué su ciudad? ¿Qué han hecho para merecer tantas desgracias? Muchos creen que hay un vínculo entre estas dos tragedias y que los asesinatos abrieron una puerta entre mundos. Una puerta, según dice, al mismísimo infierno"- sonaba la televisión de fondo a pesar de que nadie estaba viéndola.
_____ y Steve estaban en la casa, pero en sus habitaciones, metiendo algunos recuerdos en cajas, una forma de caridad para toda la gente, para sus vecinos del pueblo.
Era la primera noche que pudo dormir, pero su cabeza no paraba de rebobinar lo que había pasado aquella noche, su cara, su sangre...
-¿_____? He encontrado esto de cuando me la dejó, creo que deberías tenerla tú mejor que yo...- su hermano tocó la puerta de su habitación y entrando, le extendió el chaleco que Eddie solía llevar.
-Gracias...- no le podía ver a la cara, sus pestañas aún le pesaban, tenía los ojos hinchados de tanto llorar. La sujetó con fuerza y la abrazó. No sabía si ponérsela, no le importaba que estuviera sucia, llena de sangre y sudor de Steve o a saber, pero lo que de verdad le importaba era si ella podía ser digna de llevarla. Le dio la vuelta para mirar la espalda. Tenía pegado un diseño de una camiseta de un grupo de música. Soltó la chaqueta un cuidado en su cama y sacó un casete para ponerlo en su cuarto de fondo, suficiente silencio por hoy.
Empezó a sonar "Rainbow In the Dark" de Dio. Le subió la voz lo máximo que pudo, puede que, si se concentraba en la letra de la canción, dejaría de pensar en aquello, pero todo le recordaba a él.
-¡Suena bien!- le gritó su hermano desde la habitación de al lado.
-Eso es porque son geniales- le contestó con una pequeña sonrisa en su rostro a pesar de que no la viera.
Cogió unos juguetes viejos y entró en la otra habitación -¿Debería...?-
-¡No me lo puedo creer! ¿Los tenías tú?- gritó asombrado cogiendo uno de los dos peluches -Pero si es Pelusín- lo subió cual bebé. Ella se apoyó en el marco de la puerta abrazando al suyo, se llamaba Achuchón. El de Steve era un conejo peludo marrón claro, ya le faltaba un botón como ojo, pero el de ella estaba un poquito más cuidado, era un perro blanco y negro, lo llamaba así porque cada vez que estaba triste lo abrazaba -Ni de coña vas a dar esto a nadie, es mío- puso cara de corderito como el niño pequeño que creció con él.
-¿Y esto?- dio unos pasos hasta una pila de ropa.
-Se va directo a la caja, ¿En qué cabeza cabía ponerse semejante pantalones?- agarró unos que solía usar cuando estaba en el instituto y aún salía con Nancy.
-Tenías que aparentar el niño rico y mimado que eres- se sentó en su cama aún abrazando a Achuchón. Él calló desplomado a su lado -¿Te acuerdas el pelo tan repeinado que llevabas? Dabas asco-
-Sí ya lo sé, vale, me quedó claro, era un capullo- le apartó las manos porque ella le estaba intentando acomodar el pelo tal y como lo tenía hace 3 años.
-Bueno, los verdaderos capullos eran Tommy y Carol, menos mal que dejaste de juntarte con ellos y decidiste unirte al lado oscuro- se tumbó a su lado.
-Si... Ahora que lo pienso, nunca hemos hablado de mis antiguos amigos- no sabía si estaba preparado para esa conversación, la ha retrasado demasiado por miedo a la opinión que tenía su hermana de él.
-Ya, supongo, no sé, tampoco me habías preguntado antes- no le dio importancia.
Steve siempre ha intentado ocultar lo máximo que ha podido su inseguridad delante de su hermana, pero hablar el otro día con Nancy, hizo que se diera cuenta que era mejor sacarlo, soltarlo, quitarse ese peso de encima, era su hermana, la llevaba conociendo desde el día que nació, la ha visto crecer delante de sus ojos, no había otra persona con la que él se sintiera más seguro, además era muy comprensiva.
-Y... ¿Qué tal estoy ahora?- le dio una media sonrisa, sacando ese encanto que decía que tenía.
-Genial, no encuentro ningún insulto, has ganado- le dio una sonrisa sincera, era cierto, ahora era el hermano perfecto -Ha merecido muchísimo la pena convertirte en la niñera-
-No se me da nada mal- admitió de corazón -Y diría que hasta estoy orgulloso de que me quites el puesto cuando no estoy- ella se quedó confundida, no sabía a lo que se refería -Cuando nos quedamos atrapados en el mundo del revés, eres la que cuidaba tanto a los que estaban contigo como a nosotros-
Ella puso cara de aprobación, no lo había pensado, estaba demasiado ocupada intentando que nadie muriera por el camino.
El álbum seguía sonando desde la otra habitación -Oye, me tienes que enseñar más música como esta-
-¡Lo dices enserio!- se incorporó de un salto con una sonrisa de oreja a oreja. Él asintió un poco asustado por su reacción -Si... claro, busca alguno que te guste y lo escuchamos de camino a la casa de los Wheeler, ahora que el camino es más largo porque un "un portal al infierno" nos interrumpe el trayecto...-
-Vale, no tardo, me quedan algunas cosas por empacar- salió de la habitación corriendo con su peluche, se dio la vuelta asomando la cabeza con una sonrisa dirigida a su hermano y volvió a entrar en su cuarto.
Miró algunos lápices y bolígrafos que ya no usaba y los metió, eran para que los niños jugaran y dibujaran. Se paró en seco al ver el marco de Will y ella -Espero que estéis bien- susurró. Pestañeó varias veces para centrarse de nuevo, lo acomodó en su sitio y salió de su habitación con las cajas poco a poco ya que eran demasiadas.
-¿Tienes todo?- preguntó antes de arrancar.
-Sí y esto- sacó de su bolsillo Paranoid de Black Sabbath -Si quieres empezar en el mundillo, este álbum es la mayor obra maestra que escucharás en tu vida- la introdujo en la radio del coche.
-¿Ozzy Osbourne? Ese le arrancó la cabeza a un murciélago de un mordisco- recordó la conversación que tuvo con Eddie de camino al portal de la caravana.
-¿Cómo sabes eso?- su hermana estaba completamente sorprendida ya que no sabía de dónde había sacado esa información.
Él con una sonrisa le dejó con la duda y siguió conduciendo mientras lo escuchaba de fondo moviendo un poco la cabeza con el ritmo. Ella le imitó.
-Hola Pecas, Zoquete...- Robin saludó con la cabeza a sus amigos mientras se sentaba en los sitios de atrás junto con algunas cajas que llevaba, el maletero estaba ya lleno -¿Y esa canción?-
-Me la ha enseñado _____- respondió Steve ya que no estaba acostumbrada a que él escuchara ese género, su hermana estaba haciendo como que tocaba una guitarra ya que "Ironman" era de las primeras canciones que Eddie le enseñó a practicar.
-Me gusta- sonrió la de atrás.
Media hora rodeando vecindarios después, viendo como gente hacía sus maletas y las metían en sus coches, llegaron hasta la casa de los Wheeler.
Allí se ayudaron para meter más cajas en los coches.
-Ey Nancy, había más cosas tuyas en el ático- avisó su madre saliendo por la puerta.
-Señor Conejo- nombró cogiendo otro conejo de peluche marrón.
-Puedes guardarlo si quieres- le sonrió su madre al ver su reacción.
-No, estará mejor en un nuevo lugar- lo devolvió a la caja.
_____ le dio un golpe a su hermano con la cintura ya que Nancy si se quería separar de sus peluches y él quería seguir viviendo en su infancia.
-Cállate- le susurró al darse cuenta de que le había llamado indirectamente inmaduro.
-No he dicho nada- miró de nuevo en el maletero. Robin y Dustin, que también estaba allí, se miraron sin decir nada.
-Oye chicos, si necesitáis algo, sabéis que esta siempre va a ser vuestra casa- se acercó a los hermanos porque sus padres aún no daban señales de que estuvieran cerca de Hawkins, se estaban perdiendo toda la diversión.
-Muchas gracias, Karen- le sonrió agradecida la más pequeña.
-¿Habéis ordenado pizza?- preguntó Robin al ver una caravana acercarse a ellos.
-¿Pizza?- todos giraron la cabeza.
El coche aparcó y el primero en salir fue Argyle, quien abrió la puerta de atrás, Mike, Once, Will y Jonathan salieron viendo a sus amigos y familia.
-¡Hola!- chilló al ver a Once corriendo hacia ella para abrazarse, miró a su lado y Will estaba abrazando primero a Dustin.
-Te he echado de menos- le confesó su amiga.
-Yo también, él pelo- se separó y acarició su cabeza rapada.
-Me gustaba el tuyo y me lo corté- bromeó, aunque ella no entendió nada.
-Hola- se quedó paralizado Will delante de ella.
-Oh, ven aquí- se abrazó a él lo máximo que pudo, fue muy reconfortante, él le acarició el cabello y la espalda, era un poco más alto que ella.
Dustin y Once también se abrazaron sonriendo. Al igual que Mike con su madre y Nancy y Jonathan, quien la había subido por la diferencia de altura. Robin acarició la espalda de Steve para consolarlo.
-No volverás a ir de vacaciones y olvídate de ir a la universidad te vas a quedar aquí- regañó la Sra. Wheeler a su hijo.
-¿Estás bien?- le preguntó Jonathan a su novia. Ella afirmó -Sé que no ha sido un terremoto. Lo sé, sé más de lo que crees-
-¿Cómo? Os hemos llamado y...-
-Lo sé, lo siento, no podíamos arriesgarnos, ya te lo contaré todo ¿vale? Te lo prometo, pero ahora mismo me alegra que estés bien- se volvieron a abrazar.
Después de un rato Will y _____ se separaron, sus amigos los miraron con una sonrisa de orgullo.
-¿Estás herida? ¿Estás bien?- Will le revisó los brazos y las piernas, pero solo encontró moretones.
-Sí, sí, solo aturdida, estás aquí...- aún no se lo podía creer, podía abrazarlo. Lo echaba de menos.
-Si, siento no haber podido venir antes, pero... da igual- se abrazó a ella ya que se sentía seguro en sus brazos.
-¿Y Lucas?- preguntó Once haciendo que se separaran y se agruparan en un círculo los cuatro.
-En el hozpital- confesó Dustin apenado.
-¿Está herido?- volvió a hacer otra pregunta.
-No, está... es verdad, no lo sabéis...- abrió los ojos como platos _____.
-Bueno... un poco si- habló esta vez Will.
Se acercaron hasta Jonathan y le preguntaron si podían ir al hospital, él asustado afirmó.
-"Abrió los ojos, y de su garganta no salieron más palabras, se olvidó de las ganas de vomitar aquel vino lamentable. Se olvidó de su madre, del tío Morgan, de su padre y de casi todo lo demás. Speedy había desaparecido. Habían desaparecido los gráciles arcos de la montaña rusa. Notaba cómo se le erizaba el pelo de la nuca. Notaba cómo se le dibujaba una sonrisa tonta en la cara ¡Speddy! ¡Dios, estoy aquí! ¡Estoy en los Territorios!- leía Lucas "El Talismán" en voz alta para Max, su hermana estaba a su lado. Ese libro era de Stephen King y Peter Straub, era de la estantería de _____, quien lo había dejado ahí porque el día anterior lo había empezado a leer de nuevo para su amiga.
La sala era muy fría y silenciosa, pero Lucas la decoró con el dibujo que Max le había hecho cuando decidieron tener una cita.
Mike tocó la puerta y entraron para ver a Max, sus amigos le habían contado lo que le había pasado por el camino.
-Madre mía- el moreno se quedó con la boca abierta al verlos, tenía muy mal aspecto tras la pelea con Jason, pero por suerte el portal, al hacerse más grande, lo partió por la mitad -Os hemos llamado mil veces- se levantó para abrazarlos.
-Ya lo sé. Nos lo han contado ellos- refiriéndose a Dustin y _____. Will y Mike le abrazaron.
-Lo siento- se abrazó también Once.
Miraron a Max, estaba completamente envuelta en escayola y cables, no hablaba, no parpadeaba, casi no respiraba.
-¿Saben cuándo despertará?- le preguntó la rapada a Lucas.
-No, puede que no lo haga- susurró el moreno dolido -Se le paró el corazón durante más de un minuto. Murió desde el punto de vista médico, pero luego volvió. Los médicos no saben cómo. Dicen que es un milagro-
Sus amigos miraron a Once, ella era el milagro, ella la intentó salvar desde la pizzería. Se sentó en la cama al lado de Max y cogió su mano -Estoy aquí Max- cerró sus ojos e intentó concentrarse con el pitido de la máquina que marcaba los latidos del corazón, para volver a meterse en su mente, pero ahora todo era oscuridad, no había recuerdos.
Pasaron un largo rato hablando con Dustin, poniéndose al día de lo que había hecho Once desde la distancia, Mike y Will les respondieron a la pregunta de por qué no podían llamar, igual que ellos pudieron decirle su versión, la maldición, la música... casi todo ya que era una larga historia.
Dejaron a Lucas, a Erica y a Max de nuevo a solas y siguió leyéndole el libro, _____ le había prometido volver más tarde.
Los coches fueron hasta la vieja casa abandonada de Hopper, todos entraron menos Once, su amiga se giró para verla suspirar -¿Todo bien?- se quedó asustada antes de entrar.
Ce afirmó con la cabeza y se cogió a su mano para entrar juntas.
-Esto es un completo desastre- opinó Mike viendo todo destruido.
-Eso va a ser un problemilla- Jonathan miró un gran agujero en el techo.
-Hay que esconder a la superchica, pero esto no es la Fortaleza de la Soledad precisamente- comentó Argyle -Más bien es la Fortaleza de la Suciedad-
-Buena referencia- sonrió _____ ya que estaba hablando de los cómics de Superman.
-Tú si que me entiendes zanahoria- le sonrió el chico del pelo super largo, no estaba segura si le gustaba que ese fuese su mote, la llamaban enana, pecas, rockerilla... pero el de Argyle.., en fin, simplemente era de Argyle.
-Venga ya, chicos. El cuarto de Mike ha estado peor- le ofendió su hermana.
-Que puñalada trapera- se rio de nuevo el chico.
-¿Veis?- la morena abrió un grifo -Tenemos agua y voilà, productos de limpieza- sacó una caja de un cajón.
Todos se pusieron manos a la obra, con cepillos, legía, productos varios...
-Está bien- Jonathan puso unas tablas para tapar provisionalmente una ventana.
Nancy, que le estaba ayudando miró extrañada a Argyle, que estaba recogiendo setas en el bosque.
-Oye, Nancy... lamento no haber estado aquí- se sinceró.
-Bueno, la verdad, me alegra que no estuvieras. Es decir, me alegra que estuvieras con Mike y Will- se excusó.
-A mí también me alegra que estuvieras aquí ¿Quién mandaría si no? ¿Steve?- se rio, la hermana lo había oído.
-Ha madurado bastante, no creas- le defendió y la chica que estaba cotilleando la conversación esbozó una sonrisa de satisfacción.
-Oye ¿Estamos bien?-
-Si, perfectamente, es que es duro... parece que no hacen más que surgir trabas para nuestros planes- le afirmó su novia -¿Es tarde para poner "salvar el mundo" en la solicitud para la uni?-
-¿Qué haces?- preguntó Mike acercándose a _____ que había dejado de limpiar la mesa de detrás de la ventana.
Jonathan y Nancy escucharon un golpe en un brazo bastante fuerte, pero la intención de la chica era que no sonara tanto.
-La carta de admisión... no es que ahora importe en absoluto, pero... ¿La recibiste?- la morena sacó nuevo tema de conversación entre los dos.
-No... aún no- mintió.
Once suspirando al ver a los chicos, entró en su antigua habitación con una bolsa de basura en la mano, entornando la puerta con sus poderes.
-¿Ella... ha hablado contigo?- le preguntó Will a Mike.
-No mucho... solo un poco. El doctor Brenner le dijo que no estaba lista y ahora cree que tenía razón- se sentaron en un sofá destrozado.
-Y una mierda. De no haber salido del laboratorio, Max habría muerto-
-Lo sé, es que ella... nunca había perdido, no como ahora- el pelinegro bajó el tono de voz para que no le escuchara.
-En fin... chicos... ¿Le has dicho que el doctor no tiene razón porque ella vale mucho más porque es genial?- _____ se sentó al lado del moreno.
-¿No...?- se quedó confundido, no entendía a las mujeres después de medio año.
-Tendrá otra oportunidad- confesó Will interrumpiéndolos.
-Espero que no, espero que Uno esté bien muerto- dijo esperanzado Mike.
-No está muerto- los dos amigos se giraron para mirarle -Ahora que estoy aquí, en Hawkins lo noto. Está herido y sufriendo, pero sigue vivo. Resulta raro saber ahora quién era todo este tiempo, pero aún recuerdo lo que piensa y cómo piensa y no va a parar nunca. No hasta que haya acabado con todo y todos. Tenemos que matarlo- a los tres se le pusieron los pelos de punta.
-Lo mataremos- reafirmó el pelinegro.
-Yo lo vi, se metió en mi mente- confesó _____, sus dos amigos se giraron para verla asustados -No me maldijo, no como a Max, pero te utilizó- miró fijamente a Will -Usó mis peores recuerdos para hacerme débil, hasta que me encerró en su trampa, lo tuve delante- se acarició los brazos al sentir el recuerdo de haberle sujetado.
-Lo siento mucho _____- le acarició su espalda Will.
-No lo sientas, no fue tu culpa, pero ya es hora de que se acabe todo esto- se apartó levantándose y entró en la habitación de Ce para hablar de chica a chica, necesitaba a una amiga.
-Hola- se asomó a la puerta. Vio a Once con lágrimas en los ojos sujetando una botella de Coca Cola vacía entre sus manos -Ey, todo va bien- entró y dejó la puerta como estaba antes, sabía que a ella no le gustaba cerrarla del todo, después se agachó enfrente de ella para abrazarla.
-Es Max, no encuentro a Max- fue lo único que dijo.
El sonido de un coche aparcando las interrumpió.
-Debe ser Steve, le he dicho que me recogiera aquí, ahora vuelvo- Salió del cuarto dejándola sola.
Salió también de la casa y se encontró a todos fuera, pero con ellos estaban Joyce y Hopper.
-¿Qué?- sonrió abrazándose a Joyce, era un abrazo puro y maternal, al fin y al cabo ella ha sido como su madre desde que tenía uso de razón.
-Hola mi niña, ¿Cómo estás?- su voz sonaba tan bien.
-¿Qué es todo esto? ¿Hopper?- miró ahora al sheriff.
-¿Dónde está Once?- le preguntó sin dar explicaciones.
-En su habitación- le sonrió deseosa por ver a su amiga feliz de nuevo. El entró en la casa dejando al resto fuera.
-Mamá ¿Qué es todo esto?- preguntó su hijo más pequeño.
-Fui de viaje y me lo encontré por el camino- sonrió de broma para evitar explicar que habían estado en una cárcel rusa a punto de morir porque estaba llena de Demogorgons, solo para rescatarlo.
Hopper abrió la puerta de la habitación de 011 -Hola, chavala-
Ella soltó todo el aire que tenía acumulado en sus pulmones, se quedó paralizada -Hola-
Ellos se abrazaron mutuamente, padre e hija -Siempre dejé la puerta entreabierta- lloraba -Nunca perdí la esperanza-
-Lo sé. No pasa nada, estoy aquí, tranquila- se rio por lo estúpido que sonaba lo de la puerta, estaba feliz porque podía volver a abrazarla de nuevo.
Se sentaron en la cama y él se quitó la gorra que tenía puesta.
-Te ves...- le miró de arriba abajo.
-¿Menos gordo?- se rieron.
-Y sin pelo- le acarició la cabeza, ahora eran iguales.
-¿Yo? ¿Y tú?- la imitó y le besó la frente -Sí, te he copiado el estilo ¿Qué te parece?-
-Cojonudo- se volvieron a reír con un abrazo.
Al salir de la casa vieron a toda la familia y amigos abrazándose.
-No eres la única que no perdió la esperanza- le puso una mano en el hombro Hopper.
Su madre adoptiva la abrazó -Me alegro de que fueras al congreso-
-Ha sido una gran experiencia- le confesó Joyce.
Hopper y Mike también se abrazaron.
-Esto es lo más bonito que he visto en mi vida- a _____ se le escaparon unas lágrimas de felicidad. Estaba orgullosa de que Once tuviera una madre y un padre que la quieran, por lo menos que ella sienta algo familiar por las dos.
El coche de Steve aparcó enfrente de la casa y salieron todos al ver a Hopper allí. Estaban tan confundidos como ella, pero no importaba, estaba vivo.
Se quedaron hablando cuando Will sintió un pequeño escalofrío en la nuca.
-_____ ¿Podemos hablar?- le cogió de la muñeca para apartarse del resto y hablar solos.
-Tengo que irme pronto... pero dime- cruzó sus brazos, llevaba un rato pensando en el abrazo de antes, fue especial, pero no tanto como el de Nancy y Jonathan, el suyo era igual que el de Dustin y él, el de unos amigos y después de ver que no se podía separar ni un centímetro de su verdadero mejor amigo, Mike, se dio cuenta que ella no era la indicada, y que jugara de esa manera con sus sentimientos... Dolía.
-De verdad que siento todo lo que has tenido que ver y vivir aquí-
-Ya te he dicho que no es tu culpa, además, no estabas- dijo esto último de manera un poco cruel, después de todo, no ha estado a su lado cuando lo necesitaba.
-También siento lo que te dije en Navidades, fui un idiota, no te merecías que te tratase de esa manera- se volvió a disculpar.
Ella aspiró aire porque no estaba segura si aclarar las cosas por fin, decirle que sí era un idiota y estaba haciendo que perdiera el tiempo con ilusiones falsas-No, no lo merecía, pero somos amigos, siempre hemos sido amigos ¿No?- se tuvo que callar para no perderlo a él también ya había perdido a dos figuras muy importantes en su vida.
-Supongo... em...- empezó a tartamudear tocándose de nuevo la nuca.
-¿Recibiste mi regalo?- decidió cambiar de tema, no era capaz de enfadarse con él.
-Sí, me encantó, fue impresionante- se calmó y le sonrió.
-Me alegro, yo sigo...- le señaló la pulsera verde esperanza que él le regaló.
-Genial- se quedó paralizado, tenía que confesarle varias cosas, pero él no sabía si estaba preparado, si era el momento de soltarlo -Bueno... gracias, la foto es brutal y la música suena muy bien-
Ella perdió un poco el ánimo, pensaba que iban a hablar de otra cosa -Bueno... mi hermano... me espera...- se dio la vuelta para caminar hacia el coche.
-¡Espera!- la detuvo.
-¿Si?- giró su cabeza para mirarlo a los ojos.
-¿Puedes quedar luego?- apartó su mano ya que la iba a sujetar si no se paraba.
-Supongo que sí, espero que contestes esta vez- volvió su orgullo y se fue hacia el coche, si Max la hubiera visto, le habría dicho que le dijera todo lo que tenía que decirle, pero no quiso complicar las cosas, no tal y como estaba Hawkins ahora, sería egoísta. Nancy se quedó allí, no quería desperdiciar el tiempo en otro lugar porque ella si estaba bien con el Byers mayor.
Dustin, Steve _____ y Robin, al aparcar, sacaron las cajas y entraron en el instituto de Hawkins, donde estaba toda la gente herida y sin hogar, había policías, militares, vecinos, niños, adultos...
Caminaron hasta la mesa de Donativos.
-Hola, aquí traemos mantas y sábanas, aquí ropa y aquí juguetes- avisó la rubia señalando las cajas.
-Que bien, ya lo traéis ordenado, se agradece ¿Necesitáis un comprobante?- preguntó la encargada.
-No, creo que no. Pero gracias- le respondió -¿Hay algo más que podamos hacer para ayudar?- miró a su alrededor.
Ella asintió con la cabeza y llamó por un teléfono pequeño, otra encargada les explicó lo que podían hacer -Aquí colocamos la ropa por edades, aquí hay para bebé, niñas, niños, hombres, mujeres y si nos llega algo muy gastado lo descartamos-
Les entregó una caja a los hermanos para que empezaran a trabajar.
A Robin le habían asignado preparar comida, mientras Dustin la repartía.
-Hay otro bote de crema de cacahuete, de la crujiente...- se giró la rubia para ver de dónde venía la voz -Robin- era Vickie.
-Hola- le saludó paralizada por los nervios.
-¿Qué haces aquí?- dijo muy rápido.
-Hago... sándwiches de crema de cacahuete y mermelada- le enseñó un cuchillo de untar y unos panes.
-Si, si, claro... yo también hago sándwiches, mira por dónde- se arrepintió de hacer la pregunta ya que era obvio.
-Qué bien- Robin volvió al trabajo, pero la chica se puso a su lado.
-Oye, perdona si ha sonado raro. No era un "¿Qué haces TÚ aquí?" era un "¿Qué haces aquí? Qué sorpresa, me alegro de verte"- se excusó.
-No me lo he tomado mal- la perdonó.
-Bien... perdona, no tengo la cabeza en su sitio por...-
-¿Todo?- le terminó la frase.
-Sí, y Dan, es mi novio. Bueno, era mi novio, vino de visita, pero no le gustó nada este plan para vacaciones. Dijo: "Paso, me vuelvo a la uni, suerte" Y casi es un alivio, porque me tenía hasta las narices, odiaba "Aquel excitante curso" porque no tiene trama, eso ya era un motivo para cortar con él- hablaba demasiado rápido, tal y como lo hacía Robin cuando estaba nerviosa delante de una chica, pero paró de hablar cuando se dio cuenta de que la estaba cagando -Lo siento... me pongo a hablar del imbécil de mi novio cuando hay gente pasándolo mal que necesita comida y he hecho un sándwich espantoso con doble crema de cacahuete- se rieron de lo absurdo de era mirándose a los ojos, la rubia le extendió el tarro de mermelada -No sé qué me pasa, a veces mi boca va por delante de mi cerebro, como un tren desenfrenado y soy incapaz de pararlo por mucho que lo intente. No sé si me entiendes-
-Sí, creo que te entiendo- era obvio que la entendía, era exactamente igual que ella.
-Toma, un regalo- le extendió un trozo de pan de broma.
-Oh ¿Para mi?- bromeó alagada.
-De nada- se volvieron a reír.
Steve y _____ se miraron cómplices y orgullosos de su amiga ya que se habían dado cuenta que ambas eran tal para cual.
-Oye, esto es demasiado aburrido, puedes irte a entretener a los niños, me he dado cuenta de que te habías quedado mirando antes- le avisó quitando la ropa de sus manos.
-¿Podrás solo?- se preocupó, era demasiada.
-Claro, me las apaño bien, anda ve- siguió a lo suyo.
Ella caminó hasta el gimnasio, allí estaban todos los niños y niñas agrupados.
-¡Hola!- saludó con ambas manos -¿Cómo estáis todos?- puso una voz graciosa para animarlos.
-Bien- contestaron la mayoría con una sonrisa inocente, su corazón se estremeció un poco al ver la energía positiva que transmitían.
-¿Qué hacéis?- se tiró al suelo como una más del grupo a pesar de que era demasiado alta para ellos.
-Jugar, mira que coche más chulo- le dio un camión amarillo.
-¿Y tú? ¿Cómo te llamas?- le preguntó a una niña que no había hablado todavía, estaba un poco apartada abrazando a un peluche, de alguna forma se identificó con ella.
-Sophia Mash- dijo sin mirarla y con cara seria.
-Encantada, yo... bueno es un secreto, no te lo puedo decir- se tapó la boca creando suspense entre los niños.
-¿El qué?- saltó uno caminando hasta su lado.
-Bueno es que... no soy de aquí, soy de otro mundo y como me pillen...- susurró un poco alto para que todos los peques la escucharan.
-¡Ala! ¿Eres del mundo bajo tierra?- le preguntaron histéricos por saber más.
-¿Yo? ¡Jamás! Al contrario, vengo para luchar contra ese mundo- se defendió para inventar una historia y así hacer que se olvidaran lo que estaba pasando. La niña que había visto antes alzó la vista para escucharla.
-Sí y no estoy sola, tengo unos amigos que también están por aquí, pero escondidos shhhh, ¿Os cuento nuestra última aventura?- miró a Dustin de lejos, estaba repartiendo agua a los adultos, aún cojo.
Los niños exclamaron con gran ilusión -Bueno, vale... Erase una vez un grupo de cinco guerreros: un paladín, él era el valiente líder, un mago muy sabio, incluso podía disparar bolas de fuego, un caballero con un caballo negro como el carbón, un gracioso enano, pero no te fíes de él, es muy inteligente y por último... una fiel arquera- puso sus manos como si estuviera disparando una flecha. Y siguió contando las aventuras he había vivido junto con sus amigos en Dragones y Mazmorras.
Dustin se acercó a escuchar también la historia, un sentimiento de nostalgia inundó su cuerpo.
-Y ahora que el mago y el paladín se habían ido dejándolos solos y el caballero se había quedado junto con la guerrera vigilando la entrada, solo quedaba el enano y la arquera ¿Qué podían hacer? No tenían un líder, no conocían el camino, aquel bosque era demasiado oscuro hasta que... ¡Un vampiro se interpuso en su camino! "No temáis, vengo a ayudaros" Dijo con una mano en el pecho... pero él era de ese mundo, tenía que ser malvado, dudaron en confiar en su palabra-
-¿Y qué paso?- le preguntó Sophia muy intrigada.
-Pues no se podían quedar allí, él los guio hasta el techo de una alta torre y cumplió su promesa, él luchó a pesar de que todos creían que era malo, el enano y la arquera se aliaron con él y empezaron a atacar a todos los dragones que les escupían fuego, pero... eran muchísimos, por eso huyeron hasta una zona más segura, a pesar de que los seguían persiguiendo, el vampiro se paró y les dijo "Yo soy de aquí, podré detenerlos" se dio la vuelta y desapareció "¡Gracias!" exclamaron la arquera y el enano, fue muy valiente porque los había salvado y habían cumplido su misión, ahora...- _____ se giró y vio a Wayne Munson cambiar un cartel de su sobrino en un tablón de desaparecidos ya que lo habían pintarrajeado, luego miró a Dustin quien le asintió con la cabeza -Tengo que irme un momento chicos, juro que luego termino la historia- todos se quedaron decepcionados.
Se acercó hasta su amigo para sujetarlo del hombro y que pudiera caminar mejor mientras se acercaban al tío de Eddie, habían acordado que iban a ir a verlo.
-¿Preparada?- ella asintió con un largo suspiro, iba a ser muy duro.
-¿Zeñor Munzon?- le llamó la atención el chico -Zoy Duztin Henderzon ¿Podemoz hablar?-
-Dudo que tengamos algo que hablar, mi sobrino es inocente- se giró para verles las caras, a ella si la reconoció de pasar días en su casa -Sigue desaparecido, pondré carteles hasta encontrarlo, que paséis un buen día- su voz era un poco seca y borde, pero era normal al perder la única familia que le quedaba, al fin y al cabo, era como un hijo para él.
-Wayne- le detuvo _____ ya que había cogido su mochila para marcharse, podía llamarlo por su nombre, él se lo dijo porque ya tenían confianza -Yo estaba con él- se le cortó un poco la voz.
Eso hizo que se parara en seco y volviera a verlos.
-Eztuvimoz con él cuando fue el terremoto- corrigió él.
-¿Y dónde está Eddie ahora?- les preguntó temiendo saber la respuesta.
Ambos se quedaron paralizados, les temblaba el labio, no sabían quién tenía la fuerza para decirlo, ella apoyó su cabeza en el hombro de su amigo siendo la primera en romper a llorar. Cogió aire y le extendió el colgante de Eddie, el mismo que contenía la púa con la que tocaba la guitarra, pero no pudo decir nada, él debía tenerla.
-Lo siento mucho- habló finalmente Dustin también llorando.
Él la cogió con un suspiro doloroso, se le escaparon algunas lágrimas de los ojos y se sentó en una camilla vacía, los dos amigos se sentaron a su lado.
-Ojalá todoz lo hubieran conocido, como de verdad era- rompió el silencio Dustin -Porque lo habrían adorado, zeñor Munson-
-Fue... un verdadero amigo, incluso un hermano, si hubiera tenido la oportunidad, me había encantado conocerlo antes- confesó ______.
-Incluso al final... nunca dejó de ser Eddie- añadió el chico al recordar sus palabras, nunca les dijo que iba a morir, les estaba consolando, diciendo que se iba a graduar.
-Nunca dejó de sonreír... a pesar de todo- estalló en lágrimas la chica.
-Jamás lo he visto enfadado, podría haber huido, podría haberse salvado, pero luchó- añadió su amigo -Luchó y murió para proteger esta ciudad. Esta ciudad que lo odiaba-
-No solo es inocente. Sr. Munson, él es un héroe, yo estoy en deuda con él, antepuso su vida a la nuestra y nos salvó- dijo la verdad a su tío, la merecía oír. Los tres habían sido los únicos que lo defendían desde un principio.
Él paralizado y con la púa en su mano, era el objeto más valioso que le quedaba, lloró por la perdida de su sobrino, _____ le consoló acariciándole la espalda.
Tras unos dolorosos minutos después Wayne se calmó -Chavales... si necesitáis algo, ya sabéis donde encontrarme... Gracias por haber estado allí con él, confiar en él y no haberlo dejado solo...-
-Gracias a él por haber entrado en nuestra la vida- le interrumpió la chica muy afectada.
-No sé que puedo hacer para agradecéroslo, sus cosas van a estar allí, supongo que como sois más jóvenes le vais a dar más uso que yo, llevaros lo que queráis cuando vengáis a mi casa- les ofreció.
-No es necesario... muchas gracias de verdad Mr. Munson, cualquier cosa también podrá avisarnos- le respondió _____ muy agradecida por ese ofrecimiento.
Se marchó y los dejó solos.
Dustin suspiró -¿Estás bien?-
-No- negó al fin la chica del pelo corto, no estaba nada bien, llevaba aguantando este dolor demasiado, el mundo del revés seguía arrebatándole cosas, las cosas que más quería en este mundo y encima Max ahora estaba en coma, y Will... ¡Absolutamente todo estaba mal! -¿Y tú?-
-No- se abrazaron llorando.
Al cabo de un rato Steve fue a verlos y a darles un vaso de agua para que se hidrataran después de todo lo que habían llorado.
-Zerá mejor que zigamoz- se levantó Dustin con una pierna. Ella le imitó y se fueron ambos con el grupo de niños.
-¿Qué te pasa?- le preguntó preocupada la niña pequeña del peluche.
-Nada...- esbozó una pequeña sonrisa para no espantarlos -Es que... creo que echo de menos a ese vampiro-
-Es normal, yo también echo de menos a mi hermano- le dio su peluche para que ahora lo abrazara ella, era un pequeño dragón rojo.
Una nube oscura tapó la luz que entraba por las ventanas. Los dos más mayores de allí las miraron.
-¡No salgáis de aquí, es peligroso!- avisó a los niños y salieron corriendo hasta la salida del instituto. Toda la gente hizo lo mismo, el tío de Eddie también estaba allí con ellos. Empezaron a llover como una especie de partículas, las mismas que había en el mundo del revés por todas partes.
FIN
~~~~~~~~~~
¡Hola! ¿Qué os ha parecido esta temporada? Yo he sufrido más que nunca durante estos dos últimos capítulos, escribir la muerte de uno de mis personajes favoritos ha sido demasiado doloroso para mi corazón y espero que haya quedado bien, a pesar de todo.
Es una pena haberlo acabado, disfruto mucho escribiendo y me estoy planteando hacer algún One Short de Steve o Eddie ¿Qué opináis? Me encantaría leer vuestros comentarios.
Espero que os haya gustado y seguro que volveré cuando publiquen la siguiente temporada. Hasta pronto <3