Seguiré a tu lado ·Will y tú·

By galaxy_queen248

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____ Harrington junto con los cuatro niños presencian unos sucesos paranormales desde que Will, uno de ellos... More

Temporada 1
Personajes
Capítulo 1 La desaparición de Will Byers
Capítulo 2 La chica rara de la calle Maple
Capítulo 3 Luces Navideñas
Capítulo 4 El cadáver
Capítulo 5 La pulga y el acróbata
Capítulo 6 El monstruo
Capítulo 7 La bañera
Capítulo 8 The Upside Down
Temporada 2
Capítulo 1 Madmax
Capítulo 2 Truco o trato
Capítulo 3 El renacuajo
Capítulo 4 Will el sabio
Capítulo 5 Dig Dug
Capítulo 6 El espía
Capítulo 7 The Mind Flayer
Capítulo 8 El portal
Capítulo 9 La fiesta de invierno
Temporada 3
Capítulo 1 Suzie, me recibes?
Capítulo 2 Ratas de centro comercial
Capítulo 3 El caso de la socorrista desaparecida
Capítulo 4 La prueba de la sauna
Capítulo 5 The Flayed
Capítulo 6 E Pluribus Unum
Capítulo 7 La mordedura
Capítulo 8 La batalla de Starcourt
Capítulo 9 Despedida
Temporada 4
Querido Diario:
Capítulo 1 El Club de Fuego Infernal
Capítulo 2 La maldición de Vecna
Capítulo 3 El monstruo y la Superheroína
Capítulo 4 Querido Billy
Capítulo 5 El proyecto Nina
Capítulo 6 La Inmersión
Capítulo 7 Masacre en el Laboratorio Hawkins
Capítulo 8 Papá
Capítulo 9 Parte 2 El reencuentro

Capítulo 9 El Plan

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By galaxy_queen248

Al dejar a Max, Lucas y Erica en la casa de Víctor Creel, el resto se puso en marcha de nuevo, su destino era el portal de la casa de Eddie.

Todos estaban tensos, ya no se podían arrepentir, era ahora o nunca. Steve era el conductor como siempre, Nancy estaba de copiloto, el resto estaba en el sillón del final, Dustin, Eddie, _____ y Robin en ese orden.

-Todo va a salir bien- le consoló el chico del pelo largo a su amiga, puso una mano en su rodilla al ver que le temblaba todo el cuerpo.

Steve aparcó la caravana y todos se levantaron para armarse.

-A ver, vamos a repasarlo otra vez- sugirió Nancy -Fase Uno-

-Erica en el parque avisa a Max y Lucas cuando lleguemos- recitó Robin.

-Fase dos-

-Max atrae a Vecna, que entra en el trance para atacar- habló esta vez el chico del pelo perfecto.

-¿Tres?-

-Dustin, Ed y yo distraemos a los murciélagos- _____ señaló a sus amigos.

-Cuatro-

-Entramos en la guarida de Vecna sin murciélagos y lo flambeamos- la rubia cogió una molotov.

-No paséis a la siguiente fase sin que todos lo sepan, ceñiros al plan, pase lo que pase ¿Entendido?- dijo muy seriamente Nancy, su voz hasta daba miedo, pero estaba bien que se comportara de esa manera, sus vidas corrían peligro si algo fallaba.

-Entendido- recitaron al unísono.

Cogieron todo y se metieron en la casa, encendieron la luz y miraron el portal.

-Steve, ten mucho cuidado- le recordó su hermana.

-Gracias enana, tu también- le dio un golpe en el hombro.

Soltó su mochila y fue el primero en trepar por la cuerda -Allá vamos- al llegar a la mitad dio una voltereta para caer de pie.

-Guau... ¿Qué quiere, un aplaudo?- se burló Robin al ver su ágil movimiento.

Se fue y trajo el colchón de Eddie del mundo del revés para el resto y así caer en él -Listo, en marcha-

Nancy fue la siguiente, su amigo le extendió la mano para ayudarla a ponerse de pie -Te tengo-

Después de ellos, los siguientes fueron Eddie, Robin, _____ y Dustin junto con sus armas.

Al volver a recoger todo y ponérselo encima salieron de la casa.

-Chicos, una cosa- se detuvo Steve para hablar con los tres -Si aquí las cosas se tuercen, aunque sea un poco, abortad ¿Vale? Distraed a los murciélagos solo un rato mientras nos ocupamos de Vecna. No intentéis luciros ni ir de héroes. Solo sois...-

-Zeñueloz- le terminó la frase Dustin -Tranquilo, para héroe ya eztáz tú-

-Está claro, solo hay que vernos, no somos... héroes- Se rio Eddie.

Se dio la vuelta para seguir su camino, pero su hermana le paró sujetándole de la manga -Steve... por favor ten mucho cuidado- se abrazó muy fuerte a él, no sabía si iba a ser la última vez que lo viera.

-Te lo prometo, y tú también- le sujetó de los hombros.

Después se fue a abrazar a sus dos amigas -Vosotras podéis-

-Eh, dale su merecido- les dijo a los tres el chico del pelo largo.

Los vieron ponerse en camino hacia la casa de Vecna.

-A tranajar- susurró Dustin ya que tenían que reforzar la casa, con cualquier placa de metal que les fuera útil.

-No, ya he llamado a todas las aerolíneas- después de conducir otras largas horas más, Jonathan, Argyle, Will, Once y Mike pararon en una gasolinera para hablar por un teléfono a un aeropuerto y llegar pronto a Hawkins -No, no tiene que ser solo ida, y con un asiento me sirve, por favor algo podrá hacer. Tenemos un familiar muy enfermo, y no sé si aguantará hasta mañana ¿Usted tiene alguna forma de...? No... ya he dicho que he llamado a todas- Jonathan intentaba buscar algún boleto para que Once pudiera llegar a Indiana cuanto antes, pero los encargados no podían ayudarlos.

Once caminó hasta un cartel que le traía recuerdos a la memoria, recuerdos de su madre -Hay una forma, una forma de proteger a Max desde aquí- se acercó de nuevo a ellos ya que había sido un fracaso hablar con el aeropuerto.

Fueron hasta la caravana y gracias al polvo de los caminos desérticos que habían recorrido, el transporte estaba cubierto y esto le ayudó a Ce a dibujar su plan en una de las ventanas -Esta es Max, cuando Uno ataque, estará en su mente, pero yo también puedo, entré en la mente de mamá y de Billy, puedo entrar en la de Max. Ella me llevará hasta Vecna a caballito, puedo protegerla de Uno, luchar desde aquí- explicó el plan.

-Pelea mental, alucino- opinó el chico del pelo super largo.

-¿Crees que funcionará?- le preguntó Mike.

-Mejor con una bañera- le respondió la chica.

-Sí, hay que entrar en la mente limpios- volvió a hablar Argyle ya que no sabía de que hablaban.

-¿Qué? No. Es un tanque de flotación. Le ayuda a concentrarse en sus poderes- le explicó el pelinegro.

-Espera... Acabamos de pasar un motel, aunque no tendrán tanta sal- sugirió Will.

-¿De cuánta sal estamos hablando, colegas?- preguntó Argyle.

-Depende del tamaño de la bañera, pero mucha- habló Jonathan.

-¿Con 250 kilos llegará?-

-¿Sabes donde hay 250 kilos de sal?- le miró extrañado Mike.

Empezó a calcular las medidas de Once con sus brazos y se metió en el coche -Conozco un sitio con todo lo necesario, amiguita con superpoderes. Habrá pelea mental-

El resto entró en la caravana y se pusieron en marcha hasta una pizzería.

-Hacedme caso, colegas- Argyle salió del coche y se puso su corra de repartidor.

Una campanita en la puerta sonó cuando entraron -¿Qué pasa tronco?-

-Ala, me mola tu camiseta- le sonrió el encargado ya que era la misma que él llevaba puesta -Mira, me encantaría darle papeo a un compi de Surfer Boy, pero la cocina cerró hace cinco minutos, o sea, que se acabaron las pizzas-

-No pasa nada, tronco- le sonrió de vuelta -No hemos venido por las pizzas ¿Ves esta chica rarita?- Señaló a Once -Necesita una bañera con sal para potenciar sus poderes y salvar el mundo de un malo malísimo. Para salvar el mundo, necesitamos esa cocina-

-Mira, es que... He quedado con Chaz en el Taco Bell dentro de diez minutos, y tal...- se excusó.

-Colega, nadie ayuda a cambio de nada. ¿Has probado alguna vez la Hierba Morada?- sacó uno del bolsillo de su amigo -Hace que tus problemas se disipen como las semillas de un diente de león-

El chico salió con el porro en la mano y los demás entraron en la cocina para vaciar un congelador y llenarlo de agua y sal.

Max, Lucas y Erica descalzos caminaban por la casa para no hacer ruido, iluminados por unos faroles azules buscando a Vecna.

Erica dejó el suyo más iluminado que el resto y salió en busca de sus compañeros de equipo, con un papel avisó que había encontrado a Vecna.

Los tres llegaron hasta ver que la luz no había desaparecido.

"¿FASE UNO?" Escribió la más pequeña, su hermano asintió con la cabeza y ella salió de la casa para trepar en uno de los columpios del parque de al lado, allí tenía que esperar la señal de que Steve, Robin y Nancy estaban en sus puestos.

-No está mal- opinó Eddie al terminar de cubrir todas las paredes.

-No eztá nada mal- le contestó Dustin con una sonrisa.

-Madre mia, esto es impresionante- describió _____ al ser la primera vez que estaba allí, en el mundo del revés.

-Ahora la parte más divertida- entraron en la casa y llegaron al cuarto de Eddie.

-Dios, es como... si estuviera destinada a una dimensión alternativa ¿Qué decís chicos?- el chico del pelo largo agarró su guitarra con gran asombro en su habitación-¿Estáis listos para el concierto más heavy de la historia?-

-¿Ez una pregunta retorica?- le preguntó Dustin sujetando una caja muy pesada.

-Vamos allá- sonrió _____ -Una cosa Ed, cuando terminemos esto ¿Y si me la llevo de este lugar a nuestro mundo? Quiero decir... aquí no es útil...-

-Ni lo sueñes, es mi mano derecha, en este mundo o en el nuestro, mi corazón no se toca- le apartó la mano con un golpecito.

-Por eso estás soltero- susurró la chica.

-¿Qué has dicho?- se le borró la sonrisa de la cara.

-Digo que empecé a practicar con esta antes de tener yo mi propia guitarra, bueno la doble de este mundo no, sino... - no quiso repetirlo, aunque sabía que le había oído, por eso le temblaba la voz.

-Por encima de mi cadáver- la miró con una pícara sonrisa.

-¡Chicoz!- gritó Dustin que llevaba un rato cargando con un altavoz muy pesado, mientras los dos discutían -Ayuda-

-Lo siento- se disculparon y lo sujetaron.

Poco a poco fueron llevando entre los tres todos los altavoces hasta el techo para que su plan funcionara al 100%.

-Que no cunda el pánico, pero os juro que ya he visto este árbol- Robin y el resto ya estaban cruzando el bosque, ella estaba muy tensa.

-Eso es imposible- le calmó Nancy.

-Sería un marrón ¿no? Que Vecna destruyera el mundo por habernos perdido en el bosque-

-No nos hemos perdido Robin- intentó calmarla de nuevo -Cuidado con las raíces. Mente colmena-

-Gracias- salió corriendo, dejándolos solos.

-No te preocupes, solo está estresada y asustada- habló Steve.

-Si, lo sé, es que...-

-¿Es muy patosa?- le terminó la frase.

Ella se rio -Me contó que tardó más de lo normal en caminar-

-No debería reírme, yo de bebé gateaba hacia atrás, me empujaba hacia atrás con las manos, siempre hacia atrás. Tiene sentido, empujar para avanzar ¿No?- se imitó con las manos.

-No, no tiene ningún sentido- soltó una carcajada la morena.

-En la cabecita de Harrington sí lo tenía- se defendió -Hasta que me caí de culo por las escaleras y me di un buen golpe en la cabeza-

-Guau, eso explica... muchísimas cosas- le sonrió.

-Creo que sí, creo que, de entrada, voy sobrado de confianza y también de estupidez y esa combinación es brutal, pero lo bueno es que, si me llevo un buen golpe, puedo cambiar ¿Sabes? Aprendo, gateo... hacia adelante-

La chica no dijo nada.

-Mira, lo que quiero decir con todos los rodeos es... gracias- se pararon.

-¿Gracias? ¿Por qué?-

-Por darme el mayor golpe de mi vida hace dos años- ella no supo que decir -Lo necesitaba, me cambió la vida y ahora gateo hacia delante, despacio... Pero a veces me pregunto... en fin, si otra me hubiera dado ese golpe antes de ti ¿Las cosas serían distintas? Si nos conociéramos ahora por primera vez, una parte de mi piensa que lo nuestro habría funcionado- esperó su respuesta, estaba siendo completamente sincero, sin embargo en el fondo tenía la esperanza que ella finalmente se lanzara a sus brazos.

-Steve...- le desilusionó.

-¿Recuerdas ese sueño mío? ¿El del viaje en caravana con seis pequeñajos? Es todo cierto. De verdad, pero omití un detalle, el más importante, tú estás en él- se quitó ese peso de encima -Siempre has estado en él-

-¡Chicos!- les gritó Robin interrumpiendo una posible respuesta por parte de Nancy -Al final resulta que no íbamos tan mal. Vamos-

-¡Despacio! ¡Robin!- la rubia volvió a correr.

Tenía razón, habían llegado a la casa, caminaron hasta el parque.

Max seguía escuchando por millonésima vez "Running up that Hill" en silencio, Lucas estaba en frente de ella. Se cansó del silencio a pesar de la música y agarró un papel para escribirle "HOLA"

El moreno le sonrió y cogió su libreta "HOLA 😊"

"ME ALEGRO DE QUE ESTÉS AQUÍ"

"¡YO TAMBIÉN!" se rieron "¿VAMOS AL CINE EL VIERNES?"

Ella puso cara indecisa y tardó un rato en escribir, Lucas estaba ansioso.

Le enseñó un dibujo improvisado de ellos dos con palomitas y cogidos de la mano.

Erica les hizo unas señales con las linternas, el grupo de mayores había llegado -Vale, los tortolitos han respondido- les avisó desde el mundo real al ver las luces de vuelta -Max pasa a la fase dos: Distraer a Vecna-

-De momento va bien- sonrió Robin.

-Sí, no hemos llegado a lo difícil- susurró Steve al ver toda la cantidad de murciélagos.

-Pica el anzuelo, hijo de puta- habló Nancy.

Max se puso de nuevo sus zapatillas y volvió al salón con el farolillo, miró a Lucas y con un suspiro para adquirir fuerza y concentración, apagó su Walkman.

-Ey ¡Cabrón! Estoy aquí, sin música, sin tonterías ¿Me oyes? ¡Venga! ¿Vienes a por mí o qué?- la luz del saló dejó de iluminarse y se iluminó la suya.

Fueron caminando hasta llegar al ático.

Mike, en la pizzería, le hizo unas gafas de cartón con un envoltorio de pizza -A ver, con suerte así no te entrará nada de luz, pero hay otra cuestión importante, ¿Parezco guay?- hizo reír a Once que estaba sentada enfrente de él -Yo creo que me veo muy guay ¿Te ríes? Te ríes porque alucinas conmigo, no lo veo, pero sé que sonríes porque estoy guapísimo-

-Mike- le cogió de las manos -Te echaba de menos-

-Sí, yo también te echaba de menos- dio un suspiro de alivio -¿Sabes? Estos días he estado pensando en la última vez que hablamos, antes de que llegara la poli y todo se fuera a la mierda, supongo... bueno... no sé, solo quería decirte que...-

Una pizza recién preparada por Argyle los asustó -¿Qué pasa, Romeo? Los sabores alucinantes no te fríen los superpoderes ¿No?- le preguntó a Ce.

-Tío, lleva piña- la cogió con asco Mike.

-Tú prueba y me cuentas- la chica dio un bocado y sonrió de satisfacción -Está buena-

-¿Cómo que está buena? Anda ya, es un sacrilegio ¿Fruta en la pizza?-

-Prueba- Once cogió su trozo y se lo puso enfrente de su cara.

Argyle lo agarró para que no se pudiera mover -¡Tú prueba y me cuentas!-

-¡Parad! ¡Que no! ¡No soy un bebé!- se reían.

En el interior de la cocina Will les echó un vistazo en silencio y siguió removiendo la piscina para que la sal se disolviera.

-¿Recuerdas cuando te metiste un Lego en la nariz?- intentó sacar tema de conversación Jonathan que lo veía desanimado.

-¿Qué?- lo sacó de sus pensamientos.

-Sí, un muñequito albañil, lo llamabas Larry, venga ya... ¿No te acuerdas?- se rio -Llevaba chaleco y casco-

-Si... me suena-

-Yo me acuerdo como si fuera ayer, menudo susto me diste, porque Larry... uf, estaba muy adentro, no sé cómo lo hiciste, te lo tuve que sacar con pinzas-

-Exagerado- sonrió su hermano.

-No, no, te lo juro por mi vida- siguió removiendo también -Mira, no sé... antes acudías a mí para pedirme ayuda o, simplemente, para hablar, ahora parece que ya no lo haces, no tanto como antes y seguramente sea culpa mía, este último año... he estado distante...- intentó sincerarse y ser el hermano mayor que debía.

-O fumado- concretó Will.

-O fumado... sí, pero tú no tienes nada que ver, así lidio yo con mis problemas, sinceramente, echo de menos hablar contigo, muchísimo, de verdad, y creo que ahora mismo necesitamos hablar- su hermano pequeño le confirmó con la cabeza, no podía decirlo, no le salía -Porque hay cosas muy complicadas, mucho más que un Lego en la nariz ¿Sabes? Mira... no olvides que me tienes aquí, siempre estaré aquí, pase lo que pase, porque eres mi hermano y te quiero y no hay nada en este mundo, nada en absoluto capaz de cambiar eso ¿Entiendes-

Will, llorando, pero con una sonrisa dijo -Sí, y yo siempre estaré aquí para ti-

-Lo sé- tiró el palo de remover y se abrazó a él -Sí, lo sé, ven aquí-

-Todo va a estar bien- suspiraron.

-Esto ya está- Jonathan señaló la piscina improvisada. Salieron a avisar al reto -Es la hora-

Volvieron a entrar en la cocina, pero esta vez todos y dejaron a Once para que se prepararan, encendieron una radio para que ella pudiera concentrarse con el sonido y la ayudaron a tumbarse en el agua con las gafas puestas. Todas las luces parpadearon.

-Los he encontrado- dio cuando vio a Max y Lucas caminar con los faroles -Llevan una luz, una luz azul-

Estos habían llegado al ático al fin, pero la luz ya no estaba iluminada como antes.

-¿A que estás esperando? Cabrón- Max amenazó a Vecna -Estoy aquí-

-El plan de Max no está funcionando- avisó Once a los de la pizzería.

-Sé que me oyes, que puedes leer mis pensamientos, hasta los peores, quizá sobre todo esos- dejó la luz a su izquierda y se sentó en frente del ritual que solía hacer Henry de pequeño -He pensado en lo que dijiste, que deseaba que mi hermano muriera, creí que lo decías para amargarme para hacerme enfadar, pero no lo decías por eso, tan solo decías la verdad. Billy... me hacía la vida imposible, siempre que podía, por eso, a veces... por las noches, en la cama rezaba... para que le pasara algo terrible. Como conducía muy rápido, me lo imaginaba estrellándose, moría en ese dichoso coche, solo... quería que saliera de mi vida... para siempre. Quería que desapareciera, el día que murió, creo que, por eso, me quedé ahí parada, viéndolo, no por miedo o debilidad, fue porque no sabía si merecía salvarse. He intentado perdonármelo, pero no puedo... por eso ahora, por las noches, rezo para que me pase algo terrible a mí, por eso estoy aquí, porque quiero que me lleves contigo y quiero... que me hagas desaparecer- empezó a llorar.

-¿Todo eso... es verdad?- le preguntó Lucas a su lado -Deseabas que Billy muriera-

-¿Por qué hablas?-

-¿Alguna vez has deseado que me pase algo a mi?- la miró.

-¿Qué? No, Lucas, nunca- se levantó.

-No es normal fantasear con matar a gente, Max, eres consciente ¿No?-

-Lucas, por favor...-

-Pensé que estabas mejor, pero no es así ¿A que no? Estás enferma- empezó a caminar para acercarse a ella -Igual él hace bien llevándote, tal vez sea lo mejor, de hecho, me alegra que seas tú, tú serás la elegida, el cuarto y último sacrificio, serás tú quien destroce el mundo- una voz grabe se apoderó de su cuerpo.

-¿Max? ¿Me oyes?- el verdadero Lucas vio a su amiga siendo poseída en el mundo real.

-Él la tiene- avisó Once.

-Max ¿Adónde vas? No tengas miedo- Vecna con cuerpo de Lucas seguía acercándose a ella.

-No te acerques- le amenazó.

-Pero dijiste que estabas lista ¡Para desaparecer!-

-He dicho que ¡No te acerques!- cogió una lámpara rota y le pegó en la cara gritando.

Once se metió en los recuerdos de Max al fin, pero puede que no fuera el indicado porque era un recuerdo de cuando ella era pequeña y aún estaba en California.

Lucas en el mundo real hizo unas señales con una linterna a su hermana.

Ella se la devolvió como que había captado el mensaje -Vale, está dentro, iniciamos fase tres- avisó a los del mundo del revés.

-Está dentro. Fase tres- repitió Robin con un Walkie para decírselo a _____ que estaba esperando en el tejado de la casa junto con sus dos compañeros.

-Recibido, iniciamos fase tres- le asintió con la cabeza a Dustin.

-Ezperemoz que lo oigan- conectó dos cables y encendió el altavoz tan pesado.

Eddie, se quitó del cuello su púa, siempre la llevaba como colgante y recordó la primera canción que escuchó el día que volvió a hablar con Chrissy, el día en el que ella murió -Chrissy, te la dedico- Empezó a tocar en su guitarra eléctrica con un grito "Máster of Puppets".

-Vale, ha funcionado, vamos- avisó Nancy para que entraran en la casa de Vecna.

La guitarra sonaba brutalmente épica, los tres movían la cabeza al ritmo de la canción.

-¡Ya los veo!- gritó _____, se levantó y sacó de su cinturón dándole una vuelta con el gatillo la pistola de balines que le habían dejado, se puso en posición para no tener demasiado retroceso y empezó a disparar a todos los murciélagos que se ponían en su camino.

Dustin miró con sus prismáticos -Joder _____ qué puntería- le alagó.

Ella sonrió muy confiada de ella misma, no estaba nerviosa, estaba decidida y furiosa, quería matar a todos en modo de venganza por lo que ese mundo había hecho, por destrozar su vida, por todo lo malo que le había traído, por Steve, por Max, pero sobre todo por Will.

-¡Chicoz! ¡Noz atrincheramoz en 30 zegundoz!- avisó Dustin.

Eran demasiados como para que _____ pudiera acabar con ellos, pero eso les daba ventaja, y si su teoría era correcta, esto podría debilitar a Vecna y asegurar que el resto no fallara.

-20 zegundoz- volvió a avisar al soltar los prismáticos.

Estaba eufórica, por la canción y además se sentía útil, estaba haciendo algo, de frente al peligro.

-10 zegundoz-

Los murciélagos se estaban acercando, aunque los más cerca estaban cayendo como moscas, solo con un golpe certero.

-5-

Siguió disparando sin dudar un segundo, quería aprovechar hasta el último segundo.

-¡1!-

La canción se terminó, dejaron los altavoces y la guitarra allí porque eso les iba a ralentizar, se deslizaron hasta caer en un coche y luego al suelo.

-¡Vamos! ¡Rápido! ¡Venga Eddie!- gritaban -¡Mierda! ¡Corre!-

Un murciélago se adelantó al resto. _____ se giró y le voló la cabeza, pero no pudo darles a más porque Eddie le cogió de la espalda de la chaqueta militar que se había puesto y tiró de ella, luego cerró una verja improvisada.

-¡Vamoz!- les gritó Dustin que había sido el primero en entrar.

Cerraron la puerta principal y se cubrieron sin aliento alguno.

-Tioz...- suspiró Dustin sin habla.

-¡Es lo más heavy que he vivido en mi vida!- gritó eufórica _____ abrazándose a ellos y saltando.

-Dios... dios mío, tíos- chillaban.

-Esto no se ha terminado- Eddie se calmó el primero, ellos asintieron. Tenían todos los murciélagos que quedaban rodeándolos -A mi espalda- se puso en medio del salón ya que era la sala más grande, Dustin cogió el escudo y la lanza y se puso detrás de él para cubrirle.

-¡Eh! Vigilo tu cuarto- avisó la chica -Vosotros podréis con la sala grande, me quedo la pequeña- ellos asintieron sin pensarlo dos veces, era buena idea.

El sonido de los murciélagos les puso los pelos de punta, los tres daban vueltas sobre si mismos en busca de señales de que los murciélagos habían encontrado un agujero no tapado, alguna vía de entrada, eso les ponía los pelos de punta, un paso en falso y era el fin.

-¡Eh gilipollaz! ¡Zí que oz rendíz pronto!- gritó Dustin rompiendo el silencio de tensión.

-Shh, tampoco hay que pasarse- le regañó Eddie, estaba completamente asustado.

-Están en el techo- avisó _____.

-Mierda- miraron ambos chicos

-No entrarán por ahí ¿No?- Dustin miró un conducto de ventilación, desgraciadamente había acertado, un murciélago abrió la tapadera.

Ellos chillaron para atacar y empezaron a pincharlo con las lanzas que habían hecho Erica y Lucas o solo Erica.

-¡Moríd, malnacidos!- chillaban.

_____ no sabía si ayudarlos, pero eso significaba abandonar su puesto, ¿Qué debía hacer? Recordó las palabras de Nancy de ceñirse al plan, pero miraba de reojo desde la puerta por si acaso.

Uno de ellos paró y agarró uno de sus escudos de pinchos.

-Eddie, te necesito- le gritó el otro que se había quedado solo pinchándolos.

-¡Apártate!- lo incrustó en el techo tapando el agujero.

-¿Chicos? ¿Todo bien?- gritó _____ desesperada al escuchar silencio al fin después de todos los gritos que habían soltado ellos.

-La hostia, si- Eddie intentó calmar su respiración.

-Buena jugada- se sentó por un segundo Dustin -¿Hay más rejillas?-

La chica miraba por todos lados, pero solo escuchaba una colonia de murciélagos cada vez más cerca de ella, tenía un bate de baseball con pichos sujeto con fuerza, para que al ver cualquier movimiento extraño, atacarlo al instante.

El chico del pelo largo al escuchar la pregunta de Dustin abrió los ojos como platos -¡Mierda!- gritó y salió disparado hacia su cuarto -¡_____!-

Steve abrió la puerta de la casa de Vecna -Ay mierda, no pinta bien- miró al suelo lleno de raíces.

Echó un vistazo a sus compañeras y empezó a saltar los huecos libres como una rayuela.

Robin asustada cogió de la mano a Nancy sin darse cuenta, ella le consoló -No pasa nada, tranquila, tú puedes-

Dio un suspiro e imitó a su amigo. La morena hizo lo mismo.

Al subir las escaleras con cuidado, las lianas se movían lentamente, parecían serpientes, llegaron a la segunda planta y era el momento de coger sus armas. Un terremoto les detuvo por unos segundos, pero mantuvieron el equilibrio agarrándose unos a otros.

Robin miró hacia el suelo, una raíz le tiró de los pies y la estampó contra la pared haciendo que el resto de las lianas la agarraran de pies manos y cuerpo, no podía moverse -Steve, Nancy- suplicó ayuda.

Intentaron deshacerse de ellas, pero eran demasiado fuertes, otras raíces les agarraron a los dos en la pared de enfrente, los subió ahogándolos, enrollándose poco a poco alrededor de sus gargantas.

Los seres monstruosos parecidos a murciélagos mutantes entraron por un agujero del suelo que estaba tapado por la moqueta, en el cuarto de Eddie, la que estaba allí se quedó paralizada, pero golpeó a dos para sobrevivir  con su bate, eran demasiados. Eddie la agarró de la cintura y tiró de ella para cerrar la puerta de su habitación. Ambos cayeron al suelo del empujón.

_____, con la boca abierta y unas pequeñas lágrimas en los ojos del susto se giró y le abrazó lo más fuerte que pudo, era la segunda vez que la salvaba, todos los murciélagos golpeaban la madera.

-¡No aguantará!- gritó Dustin caminando hacia atrás sin dejar de mirar hacia ese mismo punto.

Ella se puso de pie y le extendió la mano para levantar a su amigo.

-¡Vamos!- gritó él en posición de ataque con su lanza y espada.

La chica puso sus manos para que Dustin subiera más rápido por la cuerda de sábanas hacia el portal -¡Venga rápido!-

Al ver que su amigo lo había atravesado empezó a trepar, como pudo, apoyó sus piernas en el techo del mundo real y la mitad de su cuerpo seguía en el del revés, se apoyó con su mano para no caerse y extendió la otra para que Eddie la agarrase y así subir más rápido y huir de allí.

-Venga, Eddie!- gritaron a la vez.

Él tiró su lanza y escudo y les miró agarrándose de la cuerda, pero volvió a mirar hacia la puerta de su habitación.

-¡Eddie, espabila!- _____ seguía extendiéndole la mano.

-¡Vamoz!- también le gritó el otro -¡Ya te falta poco, Eddie!-

Les echó un último vistazo y volvió a mirar a su habitación, con un suspiro calló de nuevo al colchón del mundo del revés.

-¿Eddie?- lo miraron confundidos.

-¿Qué coño haces? ¡Eddie no!- chillaron.

Cogió su lanza y _____ se apartó porque él había cortado la sábana que era su forma de volver.

-¡Eddie para!- Dustin se quedó con el otro extremo en las manos.

Él quitó el colchón para que no pudieran volver.

-¡Eddie para! ¿Qué haces? ¡Para!- no paraba de repetir la chica, le caían lágrimas al suelo ya que seguía boca abajo para él.

-Voy a ganar tiempo- fue lo único que dijo agarrando sus armas.

-¡No!- chillaron ambos.

Salió por la puerta y cogió una de las bicicletas que habían dejado ellos cuando descubrieron que allí había un portal, todos los murciélagos lo vieron y salieron de allí para perseguirle.

_____  impulsó su cuerpo sujetándose a una raíz del techo del mundo del revés, por la gravedad hizo que sus piernas bajaran y calló casi de pie, no era tan hábil como su hermano, pero le sirvió para llegar hasta el suelo de nuevo.

-¿Dustin?- no sabía cómo su amigo podría volver a ese mundo, la incertidumbre le nubló la mente, no podía pensar, no podía hacer un plan, no sabía qué hacer, esperó órdenes.

-¡La guitarra! ¡Corre!- gritó desde el otro mundo su amigo.

Ella asintió y salió corriendo, Eddie ya estaba demasiado lejos, no lo llegaba a ver, subió como pudo al techo de nuevo y agarró la guitarra que por suerte no había sido dañada por aquellos seres, encendió el altavoz, pero sus ojos llorosos no le dejaban ver, aún no sabía poner las notas sin mirar, ni siguiera su mente le dejaba pensar en qué notas debería tocar, apenas sabía canciones, hizo lo que pudo, tocaba cosas sin sentido, no estaba afinando, puede que ni siquiera fueran notas reales, puso los dedos como pudo, desliando con fuerza sus dedos para que por lo menos sonara algo, sonara algo que atrajera a los murciélagos, qué pasaría si llegan hasta ella no importaba, lo que importaba era atraerlos, pero no daba resultado.

Max se había concentrado en un recuerdo, en uno feliz, así que por eso ahora se encontraba en una sala familiar, en el gimnasio de la escuela, justamente el día que se celebró su primer baile de invierno, la música de esa noche sonaba alegremente, hasta que unos globos empezaron a explotar y todo se estaba volviendo oscuro y podrido, para  continuar allí, intentó bloquear las salidas con todas las sillas que encontraba, pero por un momento desaparecieron, y la única salida ahora se había convertido en una puerta con una vidriera con una rosa, la misma que rompió Robin al entrar en la casa de Víctor Creel.

-No puedes esconderte de mí, Max- sonó una voz aterradora de algún lado. Eso significaba que Vecna estaba cerca.

-¿Crees que no veo lo que estás haciendo?- ella cerró los ojos e intentó centrarse en otro recuerdo feliz, ahora recordó una fiesta de pijamas con Once y _____.

-¿Creer que no lo veo todo? Por favor ¿Creías que podías engañarme? ¿Creías que tus amigos podrían detenerme? Lo veo, veo a tus amigos tan claramente como te veo a ti. Los noto muriendo- Vecna le llenó la cabeza de recuerdos, pero no los que ella tenía, sino que le dio la visión para contemplar que todos sus amigos estaban perdiendo, atrapados. El reloj volvió a sonar -Es hora, Max-

Ella se giró y volvió a mirar a su alrededor, allí estaba Vecna, con sus poderes, la empujó hasta estamparla en una pared, le dolían sus brazos, no se podía mover.

-Mierda- Lucas se dirigió hacia la ventana después de ver que Max seguía sin despertar, cogió su linterna y le volvió a hacer señales a Erica.

Desgraciadamente ella estaba atrapada, un deportista del equipo de baloncesto la tenía sujeta -Calla o te rompo el brazo, ¿Me oyes, mierdecilla?- le amenazó.

-Mierda- repitió el moreno al ver quien había subido las escaleras hasta el ático -¿Jason? No puedes estar aquí, tío-

-¿Qué coño has hecho?- dijo al ver la cara de Max.

-Jason, te tienes que ir- dio un paso decidido hacia él.

-¿Le hiciste esto a Chrissy?- se agachó para verla mejor -Hola- movió su mano cerca de los ojos de la chica.

-No la toques- se agachó con él.

-¡Atrás!- le gritó como loco y le apuntó con la pistola que tenía en su bolsillo.

-Espera, espera, esto no es necesario- alzó sus brazos.

-Eso espero... ¿Hay alguien más en la casa?- no que quitó la vista. Lucas negó -¡Date la vuelta!-

-Vale, cálmate- le hizo caso y tiró su linterna.

-Vacíate los bolsillos- de ahí calló todo lo que tenía encima, unos chicles, calderilla... nada en especial.

-Esto es lo que haremos, voy a retroceder hasta las escaleras y voy a ver cómo la despiertas de lo que sea esto- Jason estaba histérico.

-No puedo- negó con la cabeza temiendo por la vida de Max, se dio la vuelta para mirarlo a la cara -Jason, si la despierto antes de tiempo, moriremos todos-

-No, si no la despiertas ahora, morirás tú, Sinclair- cargó el arma -Solo tú-

A Lucas no le quedó de otra que explicarle toda lo que estaba pasando a Jason -Lo llamamos Vecna, vive en otra dimensión, por eso no lo ves-

-¿Y Eddie Munson y los del Club Fuego Infernal habéis invocado a Vecna?- es verdad que era realmente estúpido porque no había entendido nada de lo que había explicado.

-No, no lo has entendido. Escúchame. No hay ninguna secta, nunca lo hubo- seguía con las manos en alto.

-¿Qué hacia Chrissy con Eddie?- le apuntaba con el arma.

-Comprar droga- confesó.

-¡Mentira!- volvió a cargarla.

-Vale, Chrissy veía cosas, cosas terribles, Vecna le obligaba a verlas, estaba asustada- volvió a empezar -Necesitaba ayuda-

-Sé que estás mintiendo, si Chrissy estuviera asustada y necesitara ayuda ¡Habría acudido a mí! ¡No a Eddie! ¡No a ese bicho raro!- le chilló.

-Te equivocas con Eddie-

-No, pero me equivoqué contigo, hice mal incluyéndote en el grupo-

-Y yo hice mal al querer entrar- bajó sus brazos -Creía que quería ser como tú, popular, normal, pero resulta que lo normal es ser un psicópata-

-Tienes cinco segundos. Despiértala- estaba perdiendo el tiempo con él. Quería matarlo -Cuatro... Tres...-

Lucas se agachó y le golpeó en el estómago, sonó un disparo, pero no le dio a nadie por suerte. Lo estampó contra una pared, pero él le cogió del cuello de la camiseta y le empezó a golpear en la cara, era más fuerte, al empujarlo al suelo rompió el Walkman, pero no le importó, siguió atizándole.

Max tenía la respiración acelerada ya que, dentro de su mente, estaba inmóvil y viendo a Vecna cada vez acercarse más y más a ella.

-Eres valiente, Maxine, mucho más valiente que tu hermano, pero al final... eres débil y frágil, igual que él, igual que todos. Y tú acabarás rompiéndote- levantó su mano para terminar el ritual.

Pero una fuerza hizo que retrocediera en el aire y se quedara quieto, levitando en el centro de la sala. Max calló al suelo.

-Hola- Ce apareció de la nada usando sus poderes ya que tenía sangre en la nariz. Lo empujó hacia la pared para golpearlo.

-Max ¿Estás bien?- fue corriendo a levantar a su amiga.

Ella estaba confundida, no sabía qué hacía allí -Sí, ¿Eres real? ¿Te he creado?- le pellizcó la cara y los brazos.

-Soy real, vengo a caballito desde un congelador de pizza- le explicó lo mejor que pudo, pero no era el momento, porque un estruendo las interrumpió. Vecna se había levantado -Quédate detrás- le avisó.

Caminó hasta él sin miedo -Como vuelvas a tocarla, volveré a matarte-

-¿Eso fue lo que hiciste?- su voz daba mucho miedo, al igual que su cara y cuerpo -¿Me mataste? Me alegro muchísimo de que estés aquí, Once. Esto va a ser precioso-

Unos truenos rojos iluminaron por un momento la sala, él atacó lanzando astillas de madera hacia ellas, pero Ce los mandó hacia un lado, eso le dio ventaja a Vecna ya que la empujó hasta una mesa y luego a otra.

El monstruo caminó hasta donde la había mandado, Max aprovechó que estaba en su espalda para atacarle con uno de los trozos de madera, pero solo bastó un movimiento de mano para empujarla hasta una de las paredes, era demasiado poderoso.

Tanto Once como Uno se atacaron mutuamente, pero él tenía más fuerza, la levantó y la atrajo hacia él -Antes de matarte quiero que lo veas- La lanzó hasta un portal que él había creado, era el mundo rojo, donde Max había estado, el mundo de la mente de Vecna, las partes de su casa flotaban. Unas lianas cogieron de las muñecas y tobillos a Once y la situaron en la puerta de la vidriera.

El reloj sonaba, Chrissy y el resto estaban allí. Vecna tiró al suelo a una Max inconsciente y las raíces hicieron por él lo mismo que había hecho con su enemiga.

-Papá está muerto- gritó la chica -Sé lo que te hizo, tú eras diferente, como yo, y te hizo daño, te convirtió en esto, él es el monstruo Henry, no tú-

-Tienes razón- se acercó hasta ella -Tú y yo somos diferentes y papá me hizo daño, pero él no era un monstruo, no era más que un hombre corriente y mediocre, por buscaba la excelencia ajena en ti y en mí. Pero al final no consiguió controlarnos, moderarnos o cambiarnos ¿No te das cuenta, Once? Él no me convirtió en esto, fuiste tú-

Ella recordó cuando aún estaba en el laboratorio, cuando aún le hacían experimentos, allí estaba 001, ella era tan joven e inocente, que no entendió por qué él estaba apresado allí, siendo controlado por papá, hasta que un día lo ayudó y significó la muerte de mucha gente, todos los niños con poderes, hasta que 011 desarrolló un poder mayor para abrir un portal y enviarlo al mundo del revés.

-Pensé que me habías enviado hasta el más allá, al purgatorio, pero estaba equivocado, estaba en un lugar ignoto, me volví un explorador de un mundo no mancillado por la humanidad y vi muchas cosas en un solo día, me toé con lo más extraordinario de todo, algo que cambiaría todo, vi un medio para desarrollar mi potencial. Para trascender mi forma humana. Para convertirme en el depredador que siempre había sido mi destino-

-Siempre fuiste tú- susurró Ce al darse cuenta de que todo lo que había pasado durante esos últimos años, los Demogorgons, los portales, Will, el Azotamentes, Billy... había sido causado por él.

-Solo necesitaba que alguien me abriera la puerta y tú lo hiciste por mí, sin darte cuenta siquiera ¿A que no? Y, cuando te diste cuenta, decidiste resistirte, por eso busqué la forma de abrir mis propias puertas y busqué tu poder ¿No te has dado cuenta? Una vez más me has liberado- le acarició la cara con su mano, ahora parecía humana.

-No tienes por qué hacerlo, estás a tiempo de parar- le suplicó en llanto.

-Se acabó, Once, tus amigos han perdido- apartó su cara al escucharlo y siguió llorando -No hay nada que puedes hacer ahora para detenerlo. Hawkins arderá y se derrumbará y el resto de este mundo malogrado y sin sentido. Y yo estaré ahí. Estaré ahí para recoger los pedazos cuando ocurra. Y crearé algo precioso a partir de él. En algún momento, albergaba la esperanza de tenerte a mi lado, pero ahora solo quiero que lo veas- se alejó de ella para acercarse a Max, otra raíz le agarró del cuello.

La pelirroja se despertó con lágrimas en los ojos, la mano de Vecna volvió a ser una garra -No tengas miedo- pero seguía sollozando -Procura no moverte, pronto todo se habrá acabado- Puso su mano en frente de su cara.

Lucas, después de todos los puñetazos que había recibido en la cara, estaba abatido, Erica, que se había deshecho de otro deportista en el parque, estaba golpeando la puerta, pero el muy maldito al subir la había cerrado. Jason ahora le estaba ahogando y él no tenía ni fuerzas ni aliento. Pudo ver a Max levitar de nuevo, pero su Walkman estaba destruido.

-¿Ce? ¿Me escuchas? Despierta ¡Ce!- le gritó Mike al verla convulsionando en la piscina, todos la levantaron y la tumbaron en una mesa que estaba al lado.

-Mike, no te rindas ¿Vale? Eres el corazón- le recordó Will a su lado.

-¿Ce? No sé si podrás oírme, pero si me oyes, quiero que sepas que estoy aquí ¿Vale? A tu lado y te quiero ¿Me oyes? Te quiero, perdón por no decirlo mucho, no es porque te tenga miedo, no es por eso, nunca he sentido algo así ¡Jamás! Pero me da miedo que un día ya no me necesites, y creí que, si decía cómo me sentía, ese día me dolería más, pero Ce, lo cierto es que no quiero vivir sin ti, encontrarte en el bosque me cambió la vida, llevabas esa camiseta amarilla de la Hamburguesería de Benny, te quedaba enorme por todos lados, en ese mismo instante supe que te quería y te he querido cada día desde entonces. Te quiero en los días buenos y malos, con poderes o sin ellos. Te quiero como eres. Eres mi superheroína y no puedo perderte ¿Vale? ¿Me oyes? No puedo perderte. Puedes volar, mover montañas estoy convencido. Pero ahora mismo tienes que luchar ¡Lucha!-

Once había escuchado cada una de las palabras de Mike mientras veía a Vecna atacar a Max, tenía que hacerlo, por ella y por sus amigos.

Sacó un grito interior que hizo que las lianas que la contenían desaparecieran, pudo mover su mano para golpear a Vecna contra una de las columnas.

-Tu y tus amigos creéis que habéis ganado, pero esto solo es el principio del fin. Ya habéis perdido- decía en su mente.

-No, tú has perdido- le respondió Once.

Por alguna extraña razón que ella desconocía calló al suelo quejándose al igual que en el mundo real. Lucas que pudo deshacerse de Jason a golpes, la vio, sus brazos estaban rotos y sus ojos blancos -¡Max!- gritó.

Se tiró al suelo al recogerla -¿Max?-

-¿Lucas?- Erica subió finalmente las escaleras.

-¡Necesitamos un médico!- gritó en el suelo sujetándole la cabeza -¡Llama a una ambulancia! Rápido ¡Una ambulancia!-

Ella volvió a bajarlas al verlos de esa forma para buscar ayuda.

-Lucas...- sonó una pequeña voz, era Max.

-Sí, estoy aquí- le acarició la mejilla.

-No siento nada, no veo nada- lloraba.

-Lo sé, lo sé, está bien, vamos a buscar ayuda ¿Vale? Tú aguanta- le tranquilizó.

-Lucas, tengo miedo, mucho miedo- sollozaba, sus blancos ojos estaban cubiertos de sangre -No quiero morir, no estoy lista-

-No vas a morir, aguanta-

-¡No quiero! No estoy lista- no paraba de repetir.

-No, Max, quédate conmigo ¡Max! ¡Quédate conmigo!- le gritó cuando ella dejó de hablar.

Once también estaba llorando con ellos, pero desde el túnel que podía hacer con sus poderes.

-¡Erica, ayuda!- llamó a su hermana -Solo quédate un poquito más ¿Max? No me dejes- ya no sentía su respiración -¡Ayuda!- lloraba.

Las raíces también desaparecieron en la casa de Víctor Creel del mundo del revés, Steve, Nancy y Robin cayeron al suelo tosiendo ya que las lianas les habían asfixiado.

-No creo en la existencia de un ser superior, ni en la intervención divina, pero esto ha sido un milagro- recobró el aliento la Rubia.

-Pues habrá que aprovecharlo- Nancy volvió a recoger su escopeta del suelo.

-Fase cuatro: a flambear- se levantaron.

Subieron las escaleras del ático sin ningún problema, allí estaba él, tal y como lo habían planeado, indefenso.

Dejaron las mochilas en el suelo y encendieron algunas molotovs.

Steve lanzó la primera a su cuerpo, el fuero hizo que se cubrieran los ojos, estaba funcionando, el monstruo estaba gritando.

Robin encendió otra y se la tiró de lleno, Nancy dio unos pasos para dispararle, funcionaba, estaba envuelto en llamas trozos de carne salían disparados por las balas. Un último golpe le tiró por la ventana.

Habían ganado. Bajaron las escaleras para volver al portal y allí no había ningún cuerpo, solo restos de sangre.

Pero el sonido del reloj les interrumpió la búsqueda.

-Cuatro veces- contó Robin.

-Max- declaró Nancy, Steve la miró asustado y se fueron hacia el portal corriendo, adentrándose de nuevo en el bosque.

-Venid a por mí hijos de puta- el chico del pelo largo seguía pedaleando con su bicicleta lo más rápido que podía.

Dustin, en su mundo, puso una silla para impulsare y llegar hasta el portal -A la mierda- corrió y con un salto llegó hasta él, hizo lo mismo que su amiga y concentró toda su fuerza en sus brazos para que la gravedad le empujara hacia el suelo. Al caer se dobló el tobillo.

_____ escuchó un grito desesperado en el interior de la caravana, abrió los ojos y paró de tocar, ese grito le llegó al alma, bajó de nuevo por el coche y entró a la casa -¿Dustin?-

-Eztoy bien, eztoy bien- ella lo ayudó a levantarse.

Eddie ue golpeado por un murciélago y calló con la bicicleta, pero eso no le impidió seguir corriendo, a medida que daba cada paso, recordó todas las veces en su vida que había huido, todas las veces que no había sido un héroe, y este era el momento, el momento de luchar. Se paró en seco y cogió su lanza y su escudo y miró de frente a toda la colonia de murciélagos, solo él y aquellos monstruos. Fueron directos a por él, chillando intentó cubrirse con el escudo, que, lleno de clavos, pudo herir a algunos.

-¿Eddie?- salieron ambos juntos para que Dustin pudiera andar, giraron la casa y vieron a todos los murciélagos haciendo un remolino en un punto. Se quedaron sin palabras, él tenía que estar allí y encima estaba solo.

-¡Vamos!- le chilló _____ desesperada por llegar allí.

Los murciélagos iban atacándole uno a uno, pero él le devolvía los golpes victoriosamente con ambas armas, su amiga desde lejos también intentaba matar algunos con su pistola, sin embargo, eran demasiados.

Dos murciélagos lo tiraron al suelo y con sus colas lo sujetaron de las muñecas, otros dos atacaron a su vientre. Él chilló.

Los dos chicos al escucharlo aligeraron lo máximo que pudieron su paso, pero con Dustin sin poder andar, era difícil.

Los murciélagos cayeron muertos ¿Qué había pasado? ¿Ya no atacaban? Eso no les importó, vieron el cuerpo de Eddie en el suelo.

-¡Eddie!- chillaron ambos.

-Ay, Dioz- gritó Dustin tirándose al suelo.

_____ miró sus heridas y contuvo las lágrimas, un sentimiento de culpa le inundó el pecho, debería haber ido corriendo hacia él desde el principio.

-Es grave ¿No?- fue lo primero que les dijo.

Su amiga le cogió para poner su cabeza en sus rodillas e incorporarlo un poco -No, está bien- le tranquilizó sabiendo que le estaba mintiendo -¿Dustin? Hay que llevárselo de aquí, busca una carretilla, he visto una antes, así nos lo llevaremos y...-

-Sí, tranquilo, iremos al hospital ¿Vale?- se levantó como pudo y le hizo caso, tenía que buscar algo para transportarlo, cualquier cosa con ruedas le servía.

-Vale, solo creo que necesito un segundo ¿Vale?- ella afirmó dejándolo descansar un poco, sus ojos estaban empezando a llenarse de lágrimas.

Él al verlas acercó su mano llena de sangre e intentó quitárselas, además le sonrió, a pesar del dolor, a pesar de que él también quería llorar, le dio una sonrisa tranquilizadora.

-Esta vez no salí corriendo ¿Eh?- se rio.

Ella negó con la cabeza -No, no huiste- le sonrió, sus lágrimas caían por sus mejillas hasta su chaqueta, al verla se la quitó y le hizo presión en el estómago con ella para que no perdiera más sangre.

-Te he oído antes, necesitas practicar un poco- ambos se rieron a pesar de todas las lágrimas, ella le quitó un poco de sangre de la cara con su manga.

-Aún me tienes que dar muchas clases- le dedicó la sonrisa más bonita que pudo, una sincera y pura.

-Con mi guitarra suenas mejor- le confesó y le invitó a que cuando lo que estaban esperando pasara, ella se la quedara, pero no era capaz de decirlo directamente, no soportaría que los oíros de la persona que más apreciaba escuchara eso.

Ella no supo qué responder, Eddie no aguantaba que nadie tocase su guitarra, así que era un honor seguir con ella, seguir sus pasos -Eddie, eres mi héroe- le confesó desesperadamente.

-¿Sabes? Siempre he querido una hermana, gracias por serlo, mi hermanita-

Ella soltó un suspiro de dolor, no le importaba que la viera llorar, él la ha consolado muchas veces cuando estaba de bajón, pero siempre ha estado para extenderle los brazos, ahora era ella la que le extendía los suyos -Eres él mejor hermano que he podido tener, por eso sigue conmigo, por favor-

Notó que su respiración era cada vez más lenta, por eso, decidió que su amigo también se tenía que despedir de él -¿Dustin?- miró hacia arriba -¡Ven!-

El chico vino cojeando, sin nada, y se puso en el otro lado -¡Eddie!- le cogió de la mano.

-Tendrás que cuidar de esos corderitos por mí ¿Vale?- le dedicó una sonrisa, mientras ella seguía maquinando alguna manera de hacer un torniquete.

-¿Qué? No, lo harás tú- chilló oponiéndose a la idea de perderlo, no pudo evitar empezar a llorar también.

-Que va... Di: "Cuidaré de ellos" Dilo- ella estaba sollozando, Dustin no podía decirlo, eran suyos, no de él, era su grupo, él era el líder, era el que los unía a seguir jugando.

-Cui-cuidaré de ellos- repitió con un pequeño hilo de voz.

-Bien, porque creo que me voy a graduar- se volvió a reír, no podía respirar demasiado ya que la sangre se lo estaba impidiendo, pero siguió sonriendo a pesar de todo.

-No sé cómo lo haré- le devolvió la sonrisa como pudo.

-No te vayas muy lejos, te necesito- le confesó la chica.

-Creo que este es mi año, Rockerita, creo que por fin es mi año y todo gracias a ti- volvió a girar lentamente su cabeza para mirarla, intentó coger al menos un poco de aire más, aunque fuera el último.

-¿Qué? Pero si lo has hecho tú solito y encima te debo mi vida- le declaró, quería recordárselo, recordarle lo agradecía que estaba de haberlo conocido.

-Os quiero- confesó, tenían que saberlo, ambos eran su mano derecha.

-Yo también te quiero- repitieron sabiendo lo que iba a pasar.

Eddie soltó su primera lágrima por un ojo y cogió su última bocana de aire. Ya no hablaba y su sonrisa había desaparecido.

-¿Eddie? Venga ¡Eddie!- le chilló y zarandeó Dustin, pero no hubo respuesta, se puso las manos en la cabeza.

_____ le apoyó cuidadosamente en el suelo, se levantó y miró todos los murciélagos muertos en el suelo, ya no sabía que hacer, quería morirse, un grito de desesperación salió de todo su interior.

-¿Steve?- se giró al ver a tres chicos acercarse a ella -Eddie no despierta...-

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