Wonderwall
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Conforme los días pasaban, lo iba conociendo más.
Tenía 18 años (me sentí vieja cuando lo dijo, considerando que tengo 20) y mucha energía.
Siempre se la pasa brincando y hablando.
Le encanta leer y desde aquella tarde siempre oímos música los dos.
Suele hacer gestos demasiado infantiles -y adorables- para mí gusto como inflar los cachetes, hacer pucheritos y aveces hasta hablar de sí mismo en tercera persona.
Hay días en los que simplemente me molesta y me voy, usando como excusa el trabajo, pero siempre, cuando va a las 8 a Pop's, me disculpo por irme.
Y hoy era un des esos días donde estoy leyendo y el parloteando.
-y me llevó a la feria y me compró un peluche así de grande -vi de reojo como extendió sus brazos-, ¡Es enorme! Y era un lindo, lindo osito, ¡Me encantó!
Seguía hablando y hablando, al punto en el que casi me dolía la cabeza.
Hoy particularmente traía un atuendo bastante colorido -e infantil, como siempre-, que consistía en un suéter -grande, como siempre- de varios colores y una flor en medio, un pantalón un poco ancho para él y claro, su típico gorrito.
En algún punto comenzó a mover las manos a la vez que hacía caras raras y brincaba un poco.
No puse atención en toda la historia, solo sabía que lo llevaron a la feria y luego a ver una obra o algo así.
Desvié mi vista del libro a él y puse los ojos en blanco.
-jughead, cállate, ¿Si? -el paró de hablar bruscamente, asintió y se sentó a mi lado.
-lo siento -murmuró.
O, si, otra costumbre que tenía era pedir siempre disculpas.
-ya te dije que no importa. -regrese mi vista al libro. El se quedó callado viendo sus pies los cuales mecía. Agarré uno de los audífonos que traía y se lo tendi- Ten.
El sin rechistar lo agarró y se lo puso.
-¿Que canción es? -pregunto bajito.
-Wonderwall.
-¿La canción de Boulevard? -siguio con su tono bajito.
-mjm.
-¡Genial! -casi gritó, llamando la atención de las pocas personas que había en el parque aparte de nosotros- Digo.. es, amm, está bonita. -sus mofletes estaban teñidos de un color rojo intenso.
Bajó la vista avergonzado y procedió a jugar con sus manitos.
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Eran casi las nueve y mi turno estaba por acabar.
Jughead aún no llegaba y eso me extrañó bastante.
Luego de que estuvimos un rato más en el parque sentados leyendo y oyendo música, la chica pelinegra de la vez pasada llegó y se lo llevó.
Y ahora no vino a tomar su malteada de todos los días.
¡Hola!
Perdón si apenas subo el CAP, sé que prometí subirlo ayer 😪🤧
Bueno... Comenten, pls :)
Ustedes no lo saben, pero sus comentarios son de las mejores cosas que alguien me pudo dar, después de mi perro porque mi perro es supremacy, sorry.
Bue... Bye