CON JOEL:
Joel corría a toda prisa hacia la biblioteca donde estaba Andrea y Richard, al aparecer a la gente se le ocurría estorbar cuando uno tenía prisa.
Cuando Joel llegó entró a toda prisa a la biblioteca.
— ¿Que pasa contigo primo? Entras como alma que se la lleva el diablo. – dijo Richard divertido.
Andrea se unió a la risa.
— ¿Y Tn_? Le Avisamos a Erick y ya no tarda en venir junto con Phoebe. – dijo Andrea con una sonrisa.
Joel respiraba agitadamente.
— Tn_, esta en problemas. – el semblante de Richard y de Andrea cambio. — llegue a su casa por ella y escuche gritos que pedían ayuda, y gritaba mi nombre, alguien le esta haciendo daño.
— ¿Que? – dijeron al unisono Richard y Andrea.
— ¡Si chicos, tenemos que ir a ayudarla ahora mismo, no podemos perder el tiempo! – dijo Joel.
En eso Erick y Phoebe llegaban a la biblioteca con una sonrisa, que no duro mucho al ver la cara de sus amigos.
— ¿Que pasa? – Cuestiono él pelinegro.
— Tn_, Erick...– el pelinegro tenso la mandíbula.— alguien le esta haciendo daño.
— ¡Vamos ya! – dijo Joel saliendo de la biblioteca.
— Si vamos.– dijo Richard.
— Yo me quedare chicos no puedo hacer nada, sólo complicaría las cosas por mi situación. – dijo Andrea señalando su silla de ruedas.
— De acuerdo, Andrea. – Richard de igual forma salio tras Joel.
— ¿Que pasa, Erick? – Phoebe se acercó a su hermano con cara preocupada.
— Tn_ nos necesita ¡vamos! – salió y se encontró con Joel y Richard. — Phoebe quédate con ellos.
— ¿Erick a donde vas? – preguntó Joel.
— Conozco a alguien que puede ayudarnos mucho más, los veo en la casa de Tn_, no tardó. – Erick se hecho a correr en dirección opuesta a la de sus amigos.
Christopher era el único que podía ayudarlo sin armar tanto escándalo.
Narra Tn_.
— Por favor Mirta, déjame.– dije suplicando, Mirta me tenia atada al sillón chico de la sala de estar.
— No ahora si, no podrás escapar y podre eliminarte.– las lágrimas salían sin parar.
— Estas cometiendo un grave error, ¡Por favor piensa! – dije.
— ¡No es un error, Basteri! Tengo que eliminarte por que tienes que ver con el hijo de la luna, significa que estas maldita, el pueblo entero estaría de acuerdo con lo que estoy haciendo.
Negué.
— ¡Por Favor, Mirta, no lo hagas! – Mirta estaba echando alcohol al rededor del sillón.
— ¡Ya Callate! – dijo y me golpeó una bofetada — ¿Recuerdas cuando te conté como asesinaban a las mujeres aquí en el pueblo por ser seguidoras del diablo? – la ignore. — Las quemaban vivas. – Mirta echó alcohol en mi cuerpo, llore ahora con mas razón, me mojo hasta la cabeza con alcohol.
— ¡No, no! – dije.
Observe como Mirta prendía un cerillo, apreté los párpados era mi fin.
De pronto el ruido de vidrios rompiéndose se hizo presente.
— ¡Maldita sea! – dijo Mirta. — Creo que tus amiguitos han llegado.
Mirta lanzo el cerillo al piso y la ruego se hizo presente.
— ¡Noooooo! – dije ya que el fuego avanzaba rápidamente hacia mi cuerpo.
Richard, Joel y Phoebe entraron por las ventanas de mi casa.
— ¡Malditos! – dijo Mirta y se fue contra Richard, Phoebe había corrido a la cocina y traía la jarra de agua para apagar el fuego, lanzo el agua a donde estaba, logro apagarlo antes de que este me consumiera totalmente.
— No te preocupes linda, estarás a salvo. – dijo Phoebe comenzado a desatarme.
— ¡Ni se te ocurra estupida! – exclamo Mirta y se lanzo contra Phoebe, Joel corrió al auxilio de Phoebe .
— ¡Richard por favor, busca a mis abuelos, deben estar en alguna parte de la casa por favor! – le grite a Richard
— ¡Ya voy! – Richard se fue de ahí, Joel y Phoebe seguían tratando de que la loca de Mirta se tranquilizara.
Fue cuando de pronto las ventanas que no fueron rotas por Joel, Richard y Phoebe, estallaron como si existiera una explosión, los vidrios cayeron a unos centímetros de nosotros y pude ver a Christopher y a Erick.
Erick corrió a donde estaba y Christopher se acerco a Mirta.
Phoebe y Joel se hicieron a un lado sorprendidos.
— Ya no te hará daño. – dijo Erick, y comenzó a desatarme.
— ¡Hola, hola! – dijo Christopher con voz perversa.— Creo que ahora le toca sufrir a alguien más.
Mirta abrió los ojos a más no poder.
— ¡Eres tú, Christopher Vélez, el Hijo de la Luna! – dijo asombrada.
Cuando estuve libre de las ataduras Erick, Joel y Phoebe me abrazaron y me alejaron de ahí.
— Así es. Lamento que no vivirás para contar que me hablaste.– Christopher con la mirada levantó a Mirta.
Phoebe y Joel observaban atonitos la escena.
— No por favor. – comentó Mirta suplicando.
— ¡Eso es lo mismo que te dije Mirta!, ¡Y no me dejaste! – grite con odio.
— Lo siento señorita Basteri.– dijo — Sólo quería...– Christopher la interrumpío.
— Lamento mucho esto pero... Ya es tarde. – Christopher le torció él cuello y Mirta cayó sin vida al suelo.
Phoebe había ocultado su rostro en el pecho de Erick para no ver la escena.
No podía creerlo.
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AHHH AHI TIENEN A CHRISTOPHER Y A LOS DEMÁS AMIGOS DE TN_ DEFENDIÉNDOLA 😮💨
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