—Señor Lance—Grito desde la sala.
—Puedes decirme Quentin—La cabeza de Quentin se asoma por el pasillo.
—Quentin—Corrijo ocultando mi sonrisa—Ayer Laurel dejo esto—Alzo un sobre—En la mesa, olvide decirlo.
—¿Puedes dejarlo en el escritorio?—Asiento feliz.
—Por cierto, hoy estaré ocupada—Informo—No llegaré temprano—Me acerco a la puerta.
—¿Estarás con nuestro amigo en común?—Ruedo los ojos divertida.
—No, hoy estaré con Asher—Miento, Quentin hace una mala cara y rio.
Salgo del departamento y lo primero que veo son un par de ojos azules mirándome con intensidad.
—¡Maldita sea!—Gruño—¿Tienes que seguirme a todas partes?—Cuestiono molesta.
—No tendría que hacerlo si no fueses tan idiota—Ataca, contengo mis ganas de golpear su rostro.
Emprendo una caminata al búnker con Asher detrás de mí, ambos entramos y el Oliver mira mal a Asher.
—¿De que hablaban?—Rompo el silencio. Me intrigraba un poco sus caras, parecía que habían descubierto el por qué el triángulo de las bermudas era un triángulo—¿Ya se enteraron que Helena volvió?—Intento adivinar.
—¿Qué?—Hablan Oliver y Felicity al mismo tiempo.
—Oh, no sabían—Hago una mueca.
—¿Quién es Helena?—Frunzo mis labios ante la pregunta de Sara.
—Helena...
—Es la ex loquita de Oliver—Hablo por Felicity.
Oliver me lanza una mala mirada como costumbre.
—Será mejor subir—Habla Asher acercándose a mi—Mi señora—Pasa su brazo sobre mi hombro.
(...)
Asher me dejó abandonada en el bar, no tenía problema con eso mi problema era estar a solas con Roy quien limpiaba la barra, giro en la silla repetitivamente como si eso fuese a aliviar el ambiente.
—Me estás mareando, deja de hacerlo—Ordena Roy y hago caso.
¿Cómo llegamos a esto? Es en lo único que pienso como de ser mejores amigos pasamos a ni siquiera poder vernos a los ojos.
—¿Cómo estás?—Susurro.
—Vivo—Ruedo los ojos—Y ¿Tu?—Pregunta después de un rato.
—Respirando—Respondo de la misma manera.
Todo se queda en silencio una vez más.
—Roy—Lo llamo y el me mira—¿Podemos volver a lo de antes?—Pregunto desesperada, necesitaba su compañía.
El deja de limpiar y me mira fijamente, no dice nada así que me pongo de pie y camino al búnker.
—Así que Oliver te rechazó—Me detengo al escuchar su voz. Giro lo miro, una media sonrisa adorna su rostro—Puedes odiarme pero cuando escuché eso me dió felicidad que te pasará lo mismo que a mi—Sin evitarlo sonrío.
—Si, ríete lo que quieras—Bufo—De igual manera ambos pertenecemos al club de los rechazados—Ambos reímos, el camina a mi y me abraza.
—Te extrañe Mila—Susurra.
—Yo a ti Roy—Admito feliz.
—Vamos al búnker—Ladea su cabeza y lo sigo.
—Creo que Camille tomo el libro de madre—Roy y yo nos quedamos en las escaleras del búnker sin hacer ruido.
—No fue ella—Asegura Oliver molesto.
—Solo piénsalo Oliver—Felicity suena frustrada—Solo ustedes dos entraban en esa oficina, ella casualmente fue a revisar las grabaciones y desaparecieron—Roy me mira, me siento mal al ver que en su mirada no hay rastro de desconfianza—Me duele créer en esa posiblidad, es mi amiga pero aún así es una posibilidad.
—No fue ella—Repite.
El rostro de Felicity cambia radicalmente al verme en las escaleras, Oliver se gira y me mira.
—Camille...
—Descuida Felicity—Mi voz tiembla—Yo también tendría mis dudas pero yo jamás lo haría—Miento—Creo que es mejor irme.
—¡Camille!—Las pisadas de Oliver retumban detrás de mi—¡Camille!—Me sujeta del brazo para que deje de caminar—Yo confío en ti—<Dicelo, Dicelo, dile la verdad> Grita una voz en mi cabeza—Mas que nadie y con mi vida—Intento no llorar.
—No lo hagas—Murmuro—Tengo que irme—Será mejor que busques a Laurel y Sara, ellas son el objetivo de Helena.
(...)
Entro al departamento de Lance y dejo caer mi bolso en en sillón, quedo helada al verlo.
—¿Qué diablos Asher?—Bufo.
—Te lo puedo explicar—Asegura con voz temblorosa.
—Camille Russell—Siento náuseas cuando Slade pronuncia mi nombre.
Busco mi teléfono sin hacer mucho escándalo dispuesta a llamar a Oliver.
—Puedo ayudarlos—No entiendo—Solo tienen que ayudarme a cambiar de tierra.
—¡Ja!—Suelto—Eso de cambiar de realidades o tierras es una mentira—Es lo único que se me ocurre decir.
—Lo sabe Camille—Asher hace una mueca.
—Lo sabe—Afirmo cerrando mis ojos.
—Solo dime cómo lo hiciste y nadie saldrá herido, bueno tu y el oficial estarán bien—Maldición.
—¿Crees que amenazándome te ayudaré?—Cuestiono ofendida—Yo nunca...
—Ya traicionaste a Oliver una vez, que más da una vez más—Abro mi boca sorprendida.
—Lo sabe—Repite Asher.
—Que difícil decisión—Trato de bromear.
Alguien toca la puerta provocando que Salde se ponga de pie.
—Alto—Me sobre pongo—No puede darse cuenta de que estás aquí.
El sonríe victorioso y yo me encamino a la puerta. Maldigo al verlo.
—Oliver ¿Qué haces aquí?—Abro la puerta solo un poco para poder asomar mi cabeza.
—Helena ya está en proceso para ser detenida—Informa—Camille—Detiene la puerta cuando trato de cerrarla—Espera—Encajo mis uñas en las palmas de mis manos—Lo dije una vez y lo volveré a decir las veces que sean necesarios, yo confío en ti Mila—Tenía que detenerse—¿Estás bien?—Pregunta al ver mi cara de preocupación.
—Si, solo estoy muy cansada...
—Si algo te molesta o preocupa yo haré lo que sea para cambiarlo—Intenta tomar mi mano pero lo evado.
—Oliver creo que lo mejor para mí en estos momentos es alejarme de esto—Su exprés expresa algo que no puedo comprender.
—Mila...
—Quiero estar sola Oliver.
Cierro la puerta en su cara, sintiéndome una completa idiota, todo comenzaba a empeorar y no sabía que hacer.
—No volveré a traicionarlo.