Logan terminó de cambiarse y juntos se quedaron tumbados en la habitación de Logan. Sin cosas pendientes que hacer, ni preocupaciones. Dejaban pasar los minutos sin importarles desaprovecharlos, aunque, al ser inmortales, era otra razón para no importarles. Se daban caricias en un silencio confortable. Un escalofrío recorrió el cuerpo de Janette al sentir las frías manos de Logan por su barriga.
-¿Qué haces? - preguntó entre risas Janette.
-¿Te molesta?
-No - se rio -. Pero me haces consquillas.
-¿A sí...?
Janette, consciente de lo que había dicho, alzó las cejas y se arrepintió, porque sabía que Logan no sería feliz hasta hacerla estallar a carcajadas con cosquillas. Y, para su mala suerte, fue así.
-¡Logan! - exclamó-. ¡No, no, no!
-¿No me has dicho que no te molestaba? - le vaciló mientras no paraba de hacerle cosquillas.
-¡A... ahora sí! - intentaba decir -. ¡Para, por favor!
Logan sonreía al volver a oír la dulce sonrisa de Janette, poder acariciar su piel, y besar su labios. Se quedaron quietos, perdidos entre sus profundas miradas. Janette se acercó y le plantó un beso en los labios. A continuación se levantó de la cama y Logan le preguntó:
-¿A dónde vas?
-Quiero... ver una cosa - sonrió -. ¿Me acompañas?
-¿Puedo saber al menos a dónde?
-A la sala de música - volvió a sonreír -.
-¿Y para qué quieres ir? - suspiró Logan -.
-Para una cosa, y estaría bien que movieras tu culo de la cama - bromeó -.
Logan se levantó a la vez que echaba un destacado suspiro.
-¿Y no nos podemos quedar en la cama todo el día...? - le murmuró-.
Janette negó con la cabeza mientras sonreía exasperada. Juntos fueron a la sala de música, donde Janette haría la extraescolar con Tormenta en el próximo curso. Entreron, encendieron la luz debido a que las persianas estaban bajadas y Janette comenzó a hacer su propósito a aquella visita a la aula. Miraba los instrumentos con tacto. Había de todo. Un saxo, flautas, clarinetes, triángulos, platillos, una guitarra acústica y otra eléctrica, y... un piano. Janette se miró con detenimiento el piano. Rozó con la yema de los dedos la tapa que cubría las teclas.
-Mi madre sabía tocar el piano - le confesó -. Siempre tocaba algo cuando estaba feliz o triste.
Logan se acercó a ella a sus espaldas sin decir nada al respecto.
-Yo... nunca aprendí - prosiguió -, pero me encantaba oírla cuando tocaba.
Una sonrisa se dibujó en el rostro de Janette al recordar a su madre. Una mujer con belleza y delicada como una rosa, tocando el piano y con su hija Janette sentada al suelo escuchando la melódica canción. Una lágrima bajó por el rostro de Janette, pero no una lágrima amarga, si no una de felicidad, por mantener aún aquel feliz y confortable recuerdo. Logan se percató de aquella lágrima y se la quitó cuidadosamente del rostro. Janette le miró para dedicarle un sonrisa.
-Logan, -sonó la voz de Charles en su mente - necesito que vengas a mi despacho.
-¿Ocurre algo? - preguntó Janette al ver que el rostro de este se había puesto serio.
-El Profesor me llama - le informó -. Debo ir. Luego te veo, ¿vale?
Janette asintió y Logan le dio un último beso antes de irse. Ahora estaba sola mirando aquel piano. Observó el aula con detenimiento y, por un momento, se imaginó a ella de nuevo enseñando, pero esta vez, música. Decidió salir del aula e ir a ver a Tormenta. Buscó por los pasillos, pero encontró a la persona equivocada.
-Tú... - murmuró Jean sorprendida.
-Sí, yo - dijo cortante Janette -.
Se disponía a continuar su camino, pero Jean insistió:
-¿Por qué has vuelto?
Janette se giró para verla. Le dio una mirada de desprecio y no siquiera respondió a la pregunta porque continuó con su camino. Andó a paso ligero hasta encontrar en el comedor a Tormenta y Scott hablando, lo que al parecía ser, seriamente.
-¿Interrumpo algo? - preguntó Janette temerosa cuando estuvo junto a ellos.
-No, yo ya me iba. - dijo Scott antes de irse con la cara bastante seria.
Janette miró como este se iba a paso ligero y se quedó patidifusa.
-¿Qué pasa? - preguntó preocupada por él - ¿Es por... lo de Logan?
Tormenta asintió, y no con entusiasmo. Janette se sentó con cautela delante de ella, sin decir nada.
-¿Qué querías, Janette? - intentó dibujar una sonrisa Tormenta.
-Ya... No me acuerdo. - murmuró - ¿Scott... está bien?
Tormenta bajó la vista apenada y le respondió:
-Mal.
Janette se quedó en silencio, pensando en qué podía decir, aunque también creía que no era apropiado hablar en ese momento.
-Oye, mejor... me voy a dar una vuelta... - dijo finalmente en un murmuro y Tormenta asintió con una sonrisa forzada.
Janette caminó lentamente por los pasillos, en un tranquilo silencio. Pasaba a paso lento por el pasillo de las habitaciones, hasta que escuchó el llanto de alguien. Janette se quedó quieta algo patidifusa. Mantuvo el silencio y volvió a escuchar aquel llanto. Se acercó a una puerta a la cual escuchaba lo escuchaba más cerca. Abrió los ojos como platos, miró al rededor del pasillo, y así percatándose de que se trataba la habitación de Scott. Al instante, decidió llamar a la puerta.
-Scott... - lo llamó aún a fuera.
No contestaba. Quizás no quería hablar, evidentemente.
-Scott, sé que estás ahí... - murmuró de nuevo Janette.
-Ahora no, Janette - le pidió cortante.
Ella no hizo caso. Scott necesitaba apoyo, y eso era lo que ella le iba a dar. Abrió la puerta, encontrándose con la deprimida imagen de un Scott con las mejillas brillantes debido a las lágrimas caídas.
-Te he dicho que ahora no. - dijo sin dignarse a mirarla.
Janette esquivó su comentario y se sentó a su lado después de cerrar la puerta.
-Scott... - murmuró - Sé que ahora no quieres ver a nadie, y lo entiendo, pero debes entender algo.
-¿El qué? - le costó preguntar aún sin mirarla, dejando su vista al suelo.
-Logan no ha echo nada - murmuró apoyando su mano cariñosamente en la espalda de este - Y Jean no te ha sido infiel.
-¿Cómo estás tan segura? - espetó Scott, esta vez mirándola, dejando ver su rostro. - ¿Cómo sabes si Logan no tuvo algo con Jean y te esté mintiendo?
-Primero, - murmuraba Janette - porque confío en él. Y segundo, porque he visto todo el pasado de Logan, y Jean no está en esos recuerdos. No han echo nada.
-No es eso - dijo cortante Scott - ¿Cómo estás tan segura de que Logan no siente nada por ella, o ella por él, o ambos sienten algo?
Janette se calló. Eso sí que no lo sabía, pero suponía que tenía que hacer lo que había dicho: confiar en Logan.
-Además, - añadió Scott - ella ya lo dijo.
-¿Qué dijo? - preguntó temerosa.
-Que ella sentía algo por Logan. - murmuró triste.
Janette comenzó a inquietarse. ¿Era posible que Logan aún sintiera algo por Jean y que se lo ocultara a todo el mundo?
-Scott, - dijo finalmente Janette - ¿puedo probar algo?
-Sí... - accedió algo confuso.
Janette se frotó las manos y se las colocó a los laterales de la cabeza de Scott.
-¡Maldita sea, Jean! - gritó Scott enfurecido - ¡Dilo, ya está!
-¡¿Qué tengo que decir Scott?! - espetó ella llena de lágrimas.
-¡Os vi, joder! - exclamó -¡Te vi a ti, y a él!
-¡¿Ver el qué?! - exclamaba desesperada.
-¡ESTABAS A PUNTO DE BESARLE! - gritó él más fuerte, un grito que hizo que ella se quedara en blanco. -¡¿POR QUÉ IBAS A BESARLO SI NO ES PORQUE LO... AMAS?!
-¡ESTÁ BIEN, SCOTT!¡¿QUIERES QUE HABLE?!¡HABLARÉ! - espetó - ¡SIENTO ALGO POR ÉL!
Scott, con la respiración agitada, no añadió más. Cerró la boca y apretó los dientes fuertemente.
-¡Pero yo te quiero, Scott! - añadió acercándose a él.
Jean estaba a punto de acariciarle el rostro a Scott, pero este la esquivó.
-Esto... no tiene sentido. - murmuró Scott dejando caer una lágrima, y Jean sintió una ligera presión en el corazón - Yo... no puedo más...
Scott se dirigía hacia la salida, pero Jean lo tomó de la mano y le dijo:
-¿Qué quieres decir?
-Esto se acabó Jean - dijo esta vez serio - Al menos, para mí. Tú puedes quedarte con el chucho si quieres...
Scott se marchó a paso ligero quitándose de encima la mano de Jean.
-¡SCOTT! - gritó Jean antes de que se marchara, pero fue tarde.
Janette apartó de golpe las manos. Y, sin poder hacer nada, Scott plantó un beso en sus labios. Janette se sorprendió y se apartó al instante. Scott iba a decirle algo, pero se quedó quieto mirando al puerta. Janette se giró y se encotró con un Logan boquiabierto. Un Logan que salió pitando se ahí resignado.
-¡Logan! - exclamó Janette sintiendo su corazón latir - ¡¿Por qué lo has echo?!
-¡Yo...! - se quedó perplejo Scott.
-¡¿Qué fue eso, Scott?! - espetó de nuevo Janette.
-¡Creía que eras Jean! - confesó.
-¡¿Cómo que creías que era Jean?! - exclamó enfadada. - ¡Joder, Scott!
-¡Te lo juro! - espetó él - ¡Creía...!¡Abrí los ojos y la vi a ella!
Janette estaba desconcertada. ¿Scott había visto a Jean? Janette decidió resolver eso luego, para irse corriendo a por Logan y explicarle todo.
-¡Logan! - lo llamaba mientras corría.
Se dirigía hacia los pasillos de las habitaciones de los profesores, hasta que encontró su puerta abierta. En seguida entró.
-Logan - lo dijo antes de verlo sentado en la cama.
Este se levantó con una rostro que no se sabía muy bien qué sentía.
-Logan, lo que has visto, no ha sido mi culpa - se acercó rápidamente a él. - Él... no sé porqué, pero mi... mi mutación...
-Janette - la interrumpió serio - ¿Qué hacías en el cuarto de Scott?
-Yo... intentaba animarle - murmuró - Él... está destrozado por lo de Jean...
-¿Ánimos? - la interrumpió - ¿Crees que tengo la culpa de todo este embrollo?
-¡No, Logan! - espetó - Le dije a Scott que... que no has echo nada...
Logan bufó.
-¡Le has besado, Janette! - soltó Logan.
-¡Yo no, fue él!
-¡¿Y porqué te ha besado?! - gritó - ¡Se va a enterar!
Logan se encaminaba hacia la habitación de Scott, pero ella lo detuvo.
-¡No! - lo cogió del brazo.
Eso fue una muestra para Logan de lo que había sucedido. Él se la quedó mirando.
-No ha pasado nada, Logan... - le murmuró suplicante - Sólo... fui a verle, lo vi ahí, vi la discusión que tuvieron Jean y él y le dije que tú no tenías la culpa...
Logan bufó y agachó la cabeza cerrando los ojos.
-¿No me crees...? - murmuró temerosa Janette.
Logan alzó la cabeza, la miró y se acercó a ella dándole un abrazo.
-Lo siento. - murmuró Logan - Es solo que... todo este lío...
-Lo sé - le susurró ella mientras le acariciaba el cabello.
-Pero se va a enterar - bromeó Logan, y Janette se rio - ¿Y dices que vio a Jean?
-No entiendo porqué... - dijo separándose de él extrañada - Me dijo que abrió los ojos y se encontró con la imagen de Jean... No lo entiendo...