SORPRESA PT.3 Y FINAL
Al llegar a Rusia se toma un tiempo para alistarse y partir al club donde se supone esta su mujer. Una vez dentro del club coge rumbo hacia la zona mas privada del mismo, en cuanto mas se acerca mas es la algarabía que se escucha. Por algún motivo se va tensando y cuando por fin la sala del bar privado entra en su rango de visión entiende el porqué.
Ahí esta SU mujer bailando danza árabe para un montón de hombres que le lanzan dinero, diamantes y una que otra joya. Tiene una sonrisa en la cara, pero no es una real. No es como se las dedica a el y eso le alza el pecho de orgullo, le hincha el ego. De un momento a otro la canción cambia ya no es danza árabe, ahora es otra cosa y casi ninguno parece entender hasta que la ven quitarse esa larga falda (quedando con un short corto debajo) y caminar de manera sensual a un tubo, con el cual empieza a bailar. Hace mucho que su Koroleva no practicaba Pole Dance.
Al ruso le da morbo verla así bailando, pero también le emputa que lo haga frente a tantos hombres, quienes están de idiotas mirando algo que es suyo y que claramente le pertenece. Pero todo cambia, la sangre le hierve, la ira toma fuerza y ve rojo cuando esta se baja de la tarima y se le encarama a las piernas de un tipo al cual le refriega su pequeño sexo, como si eso fiera poco lo besa con ganas, con hambre y pasión, para después inclinarse y susurrarle cosas al oído. Se levanta y vuelve a seguir con su coreografía.
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La pelinegra termina su baile y camina rumbo al palco privado que solicito con antelación ahí ya debería de estar el hombre al que beso. De todos los hombres presentes en la habitación fue el que más llamo su atención, así que decidió tener una noche con el y ver que tal le va con otros. Desde que inicio su vida sexual solo a estado con su señor esposo y realmente no ha tenido el espacio, la mente o las ganas de estar con otro, solo hoy que esta tan dolida es que reunió la valentía necesaria para intentarlo. Al llegar a la puerta toma aire, finalmente entra en la habitación, las luces son tenues por lo que solo se nota la silueta de la persona que solicito. Sin fijarse y queriendo acabar con esto, lleva las manos a su espalda y suelta el broche de su sostén, mismo que tira por ahí.
Así que con los pechos al aire y solo un minúsculo short se acerca al hombre que esta sentado, se sube a sus piernas (las cuales son mas firmes y llenas de lo que recordaba), manda las manos al cuello y lo besa con ganas, estaba a la espera de no sentir nada mas que repudio, pero sorprendentemente el hombre besa bien y su cuerpo reacciona con ganas de más. Se deja llevar disfrutando por un momento esos labios que besan con hambre y claras ganas de devorarla, hasta que siente sus manos bajando por su espalda, recorriendo sus piernas en caricias que le son conocidas, se despabila y reconoce el olor, reconoce los labios, reconoce el aroma de los habanos (son los mismo que su esposo suele fumar).
-No eres el hombre que pedí-Dice una vez se separan del beso
-No, no soy el hombre que pediste, pero si soy el que amas y que me jodan si dejo que otro toque lo que me pertenece-La ira es evidente en cada una de sus palabras
-Deberías volver con alguna de las perras que tienes por sumisas, yo no tengo ganas de estar contigo-Intenta levantarse, pero las manos en su pequeña cintura no se lo permiten.
-No tienes ganas-Manda una mano a su sexo y recorre con sus dedos los labios, antes de apretar con delicadeza su clítoris- ¿Entonces por qué estas tan mojada? ¿Querías a otro ved'ma? ¿En verdad deseabas a otro recorriendo tu pequeño sexo, penetrándolo, tomando lo que me pertenece? -sus dedos la perforan, se nota la ira que carga porque está más agresivos de lo normal. Dos de sus dedos están profundamente enterrados acariciando su interior, mientras otro presiona su clítoris, de un momento a otro se siente desfallecer y chorrear como pocas veces antes, el ruso alcanzo su punto G.
Cuando por fin va a correrse, este para todo de forma abrupta y ella se remueve tratando de buscar su propio placer, pero la mano restante la limita a no hacer algún movimiento, enfadada lleva las manos a su cabello y lo mira con todo el enojo que en este momento pueda expresar-Contéstame-el susurro del ruso no esta exento de amenaza y eso solo deja ver lo afectado que esta por las decisiones que tomo.
-Si, estaba buscando a otro. Necesitaba de alguien que haga lo que el hombre que tengo por esposo no es capaz. Eres hombre y tienes tus necesidades, pero yo soy mujer, un ser humano y también tengo las mías. Así que, si la persona con la que duermo no puede satisfacerme, no se me debería juzgar por buscar en otro lado lo que no tengo en casa ¿no crees? -Su sonrisa es socarrona y su tono es de clara burla.
Su comentario solo avivo la ira del ruso, quien furioso se levanta con ella en brazos antes de acostarla sobre una de las mesas presentes en la habitación, le abre las piernas con violencia y termina de quitarle el short que la dejan desnuda ante sus ojos, después la amarra de pies y manos, restringiendo su movimiento.
Se quita la camisa y se abre el pantalón, sacando la verga que se le endurece mucho mas al notar los pechos firmes y mas grandes de su mujer (debido a la lactancia), inicia a masturbarse mientras baja la mirada por la cintura fina y se detiene un tiempo en su bajo vientre, antes de bajar finalmente y observar ese pequeño coño rosa que sigue filtrando humedad, sonríe ante la imagen de su esposa pasando saliva por verlo en esas, sabe que es una golosa que le encanta atragantarse con su verga y hacer esto frente a ella es toda una tortura. Toma una fusta cercana e inicia a zurrarle el cuerpo, golpea sus pechos, la zona de las costillas, el abdomen, los muslos, antes de golpear su coño con el que se ensaña. El rejo queda empapado de sus fluidos, pero eso a él no parece importarle.
Los gemidos de la pelinegra se hacen cada vez más altos no debería, pero un orgasmo la toma y la deja flácida sobre la mesa. El ruso no le da descanso e inicia a recorrer su pequeño sexo con el glande de su verga, se detiene levemente en su clítoris mismo que presiona una y otra vez. Baja y empieza a forzar su entrada en ese estrecho canal (3 hijos y varias folladas intensas no es suficiente para aflojar su coño y eso a el le encanta). Inicia a sacar y meter con extrema lentitud su glande, eso es algo que la desespera y lo sabe muy bien, por ello, aprovecha dicha debilidad para castigarla.
-Quien más a estado aquí-esta muerte sus labios negándose a hablar- Dímelo ved'ma, quien más entro aquí, quien más ha tocado lo mío
-Na...nadie, solo tu. Siempre tu- La respuesta parece gustarle porque deja ir más de su grosor, cuando la pelinegra cree que por fin van a iniciar se detiene, causando su frustración.
-Dime a quien le perteneces ved'ma-Esta niega, está desesperada pero no tanto-Vamos bebe, dime quien es tu dueño y dejare de jugar.
-mmg...Soy tuya, solo tuya.
Eso es suficiente para que el ruso por fin decida clavar su verga y follarla como siempre no es suave, tampoco es dulce y eso es algo que a la pelinegra le encanta. Después de un intenso orgasmo, se ve liberada de manos y pies, cuando menos se da cuenta su espalada esta contra una de las paredes, se están besando de forma "suave" pero dominante, mientras que al sur de ambos cuerpos, las embestidas son salvajes y contrarían la imagen de la parte superior, ella tiene otro orgasmo y el ruso se sigue negándose a dar lo que ella tanto desea, así que frustrada le da un mordisco en el labio que le saca algo de sangre y baja un poco para dejar chupones y marcas de dientes en su cuello y clavícula, todos sabrán quien los hizo, porque ella es la única con ese derecho.
Esta recostada sobre el ventanal de la habitación, su pierna derecha se eleva en una posición clásica de ballet, se sostiene con fuerza de la baranda para evitar caerse con las arremetidas salvajes que el ruso le esta dando, así llega mas profundo y el placer que desencadena es mucho mayor, esta segura que ambos nunca habían estado tan a gusto con su flexibilidad como ahora. El hecho de que afuera estén miles de personas actuando como si nada mientras ellos no paran de follar ahí frente al ventanal le da mas morbo a la situación, pero no se confundan el vidrio es polarizado, el ruso jamás se arriesgaría a follar a su ved'ma con el riesgo de que alguien mas observe lo que le pertenece, lo que tanto cuida y recela.
Por fin el orgasmo los recorre a ambos y el ruso se derrama en su interior, cuando la pelinegra siente desfallecer la levanta en brazos y juntos se sientan en el sillón de cuero (aclaro Emma esta sobre ilenko, como la posición de inicio). El acaricia suavemente la espalda descubierta, mientras ella arregla su moño, ambos se ven fijamente y se sonríen, el ambiente es suave, cómodo y no parece que hace poco estuvieran follando como salvajes en casi cada rincón.
-No debiste irte así, lo sabes ¿no?
-No quiero hablar de ese tema, no quiero discutir ni dañar el ambiente. Ya me quedo mas que claro como son las cosas entre nosotros y estate tranquilo, que de mi parte no volverás a pasar la vergüenza de vivir una escena de celos ante cada sumisa que te estes follando-La forma en que retira la mirada que por cierto están cargadas de lagrimas que se niega a soltar y como trata de disimular su enojo, lo llena de gracia. Decide arriesgarse y jugar un poco con su paciencia.
-Oh, así que aceptas. Por tanto, no tengo necesidad de ocultar como me follo a las sumisas que se me antojen en el momento en que quiera, ni debo preocuparme porque una pequeña gata salvaje aparezca de la nada a plantarme bofetones y a matar a la mujer con la que este-Se pone roja de la vergüenza al escuchar los actos que hizo, debió verse como una pendeja ridícula ante todo el mundo, pero también esta llena de tristeza porque sus palabras solo dan a entender que realmente no le importa lo que sienta al verlo así, estar con otras y también le hace entender que no tiene ganas de parar, las ultimas esperanzas que guardaba para mejorar esta situación se fueron al trato y es mejor así, para que después no se esté haciendo ilusiones estúpidas que seguro la dejaran con el corazón vuelto pedazos, llorando como una maldita niña.
-No, estate tranquilo-la barbilla le tiembla y la voz le sale algo rota, ahora el castaño se odia por ocasionar eso en su bruja, la idea no era hacerla llorar-Además, así como tu puedes tener a quien sea, pues yo también puedo disfrutar de quien quiera. Por lo que de verdad espero que en un futuro el hombre que pida para estar en mi cama no sea reemplazado por ti. Quieres que respete tus acostones y que no te haga reclamo alguno, pues bien, también respeta los míos y no interfieras. Antes lo hacía porque no conocía mi lugar, pero ahora te aseguro que ya me queda muy en claro-La furia lo toma, lo dicho por su mujer no le agrada en nada.
-Tu lugar es estar en mi cama, a mi lado. Como mi esposa, mi mujer y la madre de mis hijos. Juro que desde que nos casamos nunca hubo nada con otra mujer y prometo dejar de estar cerca a alguna sumisa o esclava para que dejes de hacerte ideas equivocadas-La cara de confusión que la otra le manda es algo graciosa-Solo las acercaba cerca porque disfrutaba de tus escenas de celos ved'ma, pero nunca toque a alguna, no seria capas de faltarte de esa manera, me case contigo por una razón, hice juramentos importantes, seria ilógico que faltara a alguno de ellos. Además, te protejo como a nadie, no tolero un daño hacia tu persona, como demonios podría ser el causante de alguno-La sonrisa que ahora le dedica es una que no ha visto en mucho tiempo y con esa mirada sabe que el ya gano en esta vida.
-Ahora ved'ma, ¿por qué no me dices hasta cuando planeabas ocultarme tu embarazo? -Esta solo sonríe antes de ocultar su rostro en su cuello y depositar pequeños besos en el área- ¿Están bien? -un asentimiento es lo único que recibe y sabe que por hoy no tendrá respuesta alguna-Bien, ¿no crees que deberías decirle que son familia?
-No, seria muy tedioso explicarle todo, además con esa actitud de mierda que se carga. Mejor me evito dramas innecesarios.
-Eso es muy poco Morgan de su parte Señora Romanova
-Soy hija del Morgan mas "apacible" y cordial, es de esperarse
Porque si Emma Morgan James, ahora Emma Romanova, es hija única del ya fallecido Reece Morgan, es una pena que este no alcanzará a conocerla.
FIN
Ya saben estas imágenes de que son