Dulce Juguetito

By LiliaPintadas

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Soy su posesión.... Soy un juguete para su perverso placer. Pobre de mi. En silencio albergo la esperanza de... More

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By LiliaPintadas

Me separo del doctor petrificada de asombro pues frente a mi está Rey!

Pero para ser honesta no se si sea mi verdadero Rey o algún otro "creado" por la genética.

"Hola princesa."

La voz de este Rey se escucha menos oscura, pero no por eso deja de hacerme sentir nerviosa y temerosa.

"Te dije que no confiaras en nadie."

Mi boca emite un sollozo doloroso...

"Rey, perdóname, no supe que hacer..."

"La doctora, ella te alejó de mi!"

"Corrí, tuve que hacerlo, si no lo hacía..."

Mis lágrimas inundan mis ojos por completo mientras que mantengo la cabeza agachada en total posición de sumisión.

Tal como lo hacía en el sótano cuando pedía perdón por mis errores y fallos.

En aquella lejana época del duro y cruel "ACONDICIONAMIENTO."

"Rey por favor, perdóname!"

"Lo siento tanto!"

A pesar de que las circunstancias son diferentes ahora, no dejo de sentir esta necesidad de complacer a mi Rey.

Espero el castigo con los ojos cerrados, pero en vez de eso...

Unos brazos fuertes me sujetan con delicadeza absoluta por los hombros.

"Pobre complaciente princesa."

Me aventuro a mirar a los ojos de este Rey.

En verdad la cara de este Rey luce consternada?

"Esos bastardos son cada vez más sádicos y crueles con las chicas."

"Ven acá princesita linda, no llores más."

"No vale la pena llorar por el Rey hijo de puta que te hizo tanto innecesario daño."

No es mi Rey...

Pero tiene la voz de Rey...

Y el cuerpo.

Y la cara.

Y sus manos.

Y su boca.

Maldito carajo!

Porque todos estos hombres tiene que ser tan jodidamente guapos y varoniles?

Tan ardientes y deseables...

"Rey..."

Susurro mientras mis manos se deslizan candorosamente sobre los duros pectorales de este amable Rey.

"Rich?"

Observo como este Rey desvia su mirada de mis ojos para ver hacia el doctor quien creo que está a mis espaldas.

"Hazlo."

Rey me carga con uno de sus brazos mientras que su otra mano me sostiene con rudeza mi cabeza para besarme con fuerza.

Rodeo el poderoso cuello de este Rey mientras que me devasta con este beso que me hace sangrar.

El filo de sus dientes me cortan los labios.

Pero lo deseo.

Hace tanto que no recibía un beso como los que Rey me daba antes!

Devastadores,
calientes,
duros,
apasionados en extremo,
sádicos,
masoquistas....

"mmmmmmhhhhhh..."

Gimo en su boca de forma desesperada.

"SUFICIENTE."

La voz del doctor Reginald nos hace detenernos de golpe.

Ambos jadeamos exhaustos mientras que mi corazón me duele de tanto latir rápidamente.

"Fue entrenada por alguno de los Reyes de confianza."

"Solo ellos tienen la habilidad para lograr esta clase de acondicionamiento y entrenamiento."

Asevera este magnífico Rey después de haber aclarado su voz varias veces.

Estoy tan excitada y deseosa que me doy asco a mi misma.

Muy tarde me doy cuenta de que irremediablemente soy un juguetito roto,
ansioso,
caliente,
lujurioso
y llena de lascivia en este momento.

De esta forma me creó  MI Rey.

Y ahora, otro Rey también sabe como encenderme de forma...

Perfecta.

"Entremos al departamento ahora."

El doctor Reginald me dirige una mirada severa y se que estoy en problemas por preferir a quien se parece a mi torturador personal.

Con poca delicadeza, Rich toma mi mano entre la suya para después hacerme andar rápidamente para que crucemos el umbral de su puerta.

Es en este momento en que más siento miedo.

No de este Rey, pues se lo cruel y despiadado que puede ser conmigo...

Se lo cruel e inhumano que puede ser contra mi.

Pero el doctor...

Recuerdo lo que le hicieron el doctor, la doctora y Rey a mi antigua amiga, la enfermera.

Ella padeció y sufrió demasiado en sus horrendas manos.

Y ahora estoy en manos de un médico que puede ser igual...

O metódica y despiadadamente peor.

"Controlate doctor."

"La estás asustando."

Rey camina sin prisas detrás de nosotros.

Pude sentir que este Rey no quiso dañarme, aunque...

"NO ME DIGAS LO QUE TENGO QUE HACER TRAIDOR!"

La voz del doctor se eleva fuertemente haciéndome brincar en mi sitio.

Mis ojos se abren grandes como platos mientras que me preparo para enfrentarme a estos dos hombres.

Es entonces cuando caigo en cuanta de que deje que trajeran a su lugar y no se cuales son sus intenciones conmigo.

Felicidades princesa estupida!

Intenté cuidar a las frutas, defenderlas, hacerles abrir los ojos ante el peligro y heme aquí!

La estupida e idiota princesa a solas, en un departamento con un Rey idéntico al bastardo que me aterrorizó y maltrató por más de un año.

Y además un doctor quien ahora me avienta al sillón.

Instintivamente busco mi bisturí en el escondite dentro de mi ropa, pero...

"NO ESTÁ!"
Grito asustada en verdad.

El doctor Reginald se cierne sobre mi con el bisturí en la mano.

"Buscabas esto, princesa malcriada?"

El bisturí rápidamente se dirige a un costado de mi cuello.

Puedo sentir el frío del acero contra mi piel.

"Hazlo."

"Por favor, si lo vas a hacer, dame una muerte rápida y sin mucho dolor..."

Imploro por una muerte piadosa.

Si no tengo mas remedio que morir, quiero que sea lo antes posible.

"Rey..."

Dirijo mi mirada llena de lágrimas hacia ese maldito hombre, pues aunque no quiera...

Lo sigo amando.

Me FORZÓ a amarlo.

Me acondicionó para amarlo incondicionalmente.

Me entrenó para que fuera su juguetito complaciente, flexible y siempre disponible para él.

Cierro los ojos despidiéndome de las frutitas, las cortesanas y las princesas desechadas.

"Oh princesita Elizabeth..."

Una vez mas me siento envuelta en los brazos de un hombre, pero esta vez, son los del doctor los que me acunan en su regazo.

Escondo mi cara en el hueco de su cuello mientras que sollozo en silencio.

"Fuiste demasiado entrenada desde el dolor, la angustia y los castigos corporales..."

Cuatro manos de hombre me acarician en diferentes partes de mi cuerpo.

Dos acarician mi espalda lentamente, brindadome paz.

Una me limpia la mejilla mojada por mis saladas y dolorosas lágrimas.

Y la otra me acaricia las piernas delicadamente.

"Te ayudaremos a recuperarte, pues aunque seas la princesa más fuerte y valiente de todas las que he conocido a lo largo de mi vida."

Rich ha recuperado su semblante ecuánime y pacífico...

Incluso tiene una levísima sonrisa en su rostro.

"Quiero recompensarte por lo que mi hermanos te hicieron en el pasado."

Hermanos?

A qué se  referirá este Rey amable?

Mi mentón gira debido a que Rey me besa de nuevo.

Esta vez de manera dulce,
delicada,
deliciosa...

Sigo sintiendo las caricias de las manos varoniles en mi cuerpo.

Pero esta vez, siento que se vuelven más agresivas, más duras sobre la tela que me cubre.

"MMMMMMHHH..."

El largo gemido de Rey me hace estremecer lujuriosamente mientras siento que mi núcleo está invadido por un erupción de lava ardiente.

Algo pulsa en mi interior y mi cuerpo me exige más...

Más, más, por dios, MÁS!

Sin que abra los ojos, los labios de Rey son reemplazados por los labios del doctor.

Siento perfectamente el cambio en la forma de besarme.

El doctor me posee con su beso experimentado.

Pero es Rey quien me incendia de tal forma que la sangre de mis venas está en ebullición!

"Dios, eres tan ardiente princesa Elizabeth."

"Sabía que serías de este modo..."

"Tan dulce..."

El doctor me acomoda en su regazo de tal forma que mis piernas están abiertas y colocadas al costado de la suyas.

"Tan deliciosa..."

Susurra el amable Rey mientras que me desabrocha un poco el vestido, revelando mis clavículas.

"AAAAAAAAAAAAHHHHHH...."

Dejo que mi boca emita un gemido largo cuando los dientes,
labios
y lengua del amable Rey se deslizan tortuosamente por mi piel.

Sin poder evitarlo mis caderas se remueven contra el doctor quien me atrae para besarlo.

Hacía mucho que no era compartida con nadie.

Juré que no querría estar con nadie más, pero ahora...

Mi cuerpo,
mi calentura,
mi delirio carnal me grita que disfrute lo que me ofrecen este par de bastardos.

Mi buen juicio está completamente desconectado de mi cerebro.

Muy tarde me doy cuenta de que soy un caso perdido!

Vivo en total síndrome de Estocolmo, enamorada de mi cruel secuestrador, captor,
torturador
y violador.

"Eso será suficiente por esta noche."

El Rey amable me da un último casto beso en mi mejilla antes de apartarse de mi lado.

El doctor me atrae con suavidad para darme un beso en la frente.

"Nos serás útil princesa."

"Ellos te quieren y eres una poderosa ventaja para nosotros."

Escucho la palabras de Reginald con el ceño fruncido.

Porque me siento de nuevo usada, pero como carne de cañon esta vez?

"Quieres venganza de los Reales que te destrozaron la vida?"

Por supuesto!

"Quieres vengarte de los Reales que asesinaron lentamente a esas mujeres en la cueva?"

ENCANTADA!

"Te gustaría poder devolverles todo el dolor, sufrimiento y agonía que te provocaron?"

Con toda mi rota alma!

"Vengar a los niños en la guardería?"
SI!

"A las frutitas de las despensas de los chefs?"

"O las niñas que tienen los practicantes?"

No se si pueda hacer todo eso...

Pero si tengo la oportunidad de derrocar a los crueles Reales...

LO HARÉ.

Y después encontraré a mi verdadero Rey.

Para hacerle pagar lo que me hizo.

Y ofrecerle el mismo puto acondicionamiento y entrenamiento al que me sometió.

Oh si.

***By Liliana Situ***
Valoro mucho tu opinión y voto!

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