"Una última boda, y quizá, un felices para siempre."
El invierno es y será por siempre la estación favorita de Rowan, amaba ver los pequeños y suaves copos caer hacia el suelo, donde se formaban capas de aquel hermoso color blanco que adornaban las calles y casas.
Le hacían recordar su vida antes y después de que toda la tragedia que había llevado con ella.
Le agradaba sentir el frío por sus pies descalzos, era un recordatorio de que aún estaba viva y podía sentir eso, y más. Unos brazos helados la envolvieron por la espalda, trayendo le una inexplicable paz que no sabía que necesitaba.
- Vas a enfermar - murmuró el rubio hacia su prometida.
- No deberías verme aún - respondió ella con una cálida sonrisa, sin girar a verlo.
- Es fácil encontrarte incluso con los ojos cerrados - la apretó más a él, era agradable sentir su corazón acelerándose de apoco.
Rowan soltó una suave risa, misma que el viento se llevó a atravez de los árboles. Permanecieron en silencio por un largo rato, simplemente admirando el paisaje blanco que se abría frente a ellos, Jasper había aprendido a amar Rusia tanto como su chica lo hacía, era agradable.
- ¡No puedo creerlo! - ambos rubios soltaron una pequeña risa al escuchar a Alice acer arse hasta ellos -. Jasper no debes estar con ella aún - regaño a su hermano.
- No la he visto - se defendió, separándose de Rowan, sintiendo un vacío de pronto.
- Vuelve con Edward - señaló hacia la casa rústica, adornada por todos lados.
Obedeció sin voltear hacia atrás, desafiar a Alice era incluso más peligroso que entrar a una corrida de toros y no correr. Rowan finalmente se dio vuelta para ver a su cuñada, una vez que Jasper estuvo fuera de su campo de visión, la mujercita estaba cruzada de brazos, perdida en alguna imagen ajena a ella.
- ¿Alice? - la castaña sacudió la cabeza para volver a formar una sonrisa cálida hacia la futura esposa.
- No es nada, vamos que tenemos que terminar de vestirte.
Asintió y sin decir más acompañó a Alice hasta dentro de casa, subieron las escaleras en dirección a su habitación donde Bella, Rosalie, su sobrina y su hija la esperaban con distintos accesorios en sus manos para colocarle.
- Ven aquí - la llamo su hija señalando hacia una silla giratoria en el centro de la habitación.
Terminaron de colocar cada detalle que les parecía necesario para hacerla ver radiante, finalmente estaba lista, lo que significaba que era hora de llevarla al altar.
Las menores y las Cullen saliendo de la habitación, dejando a las hermanas a solas, Bella se acercó a su hermana y a abrazo una vez más, estaba tan feliz y orgullosa de ella.
- ¿Estas lista? - pregunto la castaña extendiendo su manos hacia la menor.
- Por extraño que parezca, tengo miedo - acepto su ayuda para ponerse de pie, ambas caminaron hacia la puerta para salir de la habitación -. Amo a Jasper, y quiero pasar toda mi vida con él.
- ¿Pero? - la ánimo Bella a seguir.
- ¿Que pasa si no soy lo que él realmente busca? - Bella quiso reír, los había visto tantas veces juntos -. No es gracioso, ¿y si no cumplo sus expectativas como esposa? - apretó su mano.
- Si tan solo pudieras ver como es que él te ve, sabrías que no hay nada que temer.
Finalmente llegaron abajo, las personas mantenían la vista al frente, sabían cuán nerviosa se encontraba la chica por lo que decidieron darle tiempo a procesarlo.
Hasta que la música dio comienzo.
- No dejes que tropiece - murmuró bastante bajo, solo para su hermana mayor.
- Jamás, hasta que muera - sonrió.
Finalmente la vista de todos se centró en ellas dos, Rowan sintió su corazón detenerse por un segundo hasta que los ojos de Japer la miraron, en ese momento sintió que todo a su alrededor comenzaba a esfumarse y solo estaban ellos dos.
Jasper estiro su brazo para ofrecer su mano hacia su futura esposa. Finalmente, frente a frente, sin sentirse observados por nadie más, Rowan pudo comprender las palabras de Bella.
Su corazón dio un vuelco amber a Jasper observarla con tanto amor, tanta devoción, ternura, absolutamente todo, que supo lo que realmente quería, lo quería a él, un millón de veces y para siempre.
- Te amo - murmuró solo para ella, antes de darle un suave beso, cuando ambos ya se habían aceptado el uno al otro.
La ceremonia finalizó con aplausos, risas y felicitaciones, jamás en su vida, Rowan se había sentido tan querida.
Más tarde, en la fiesta, ambos esposos se sentían agobiados por la cantidad de personas que se habían acercado a ellos para felicitarlos, Jasper llevo a su esposa a un lugar apartado, donde sol ellos pudieran escucharse.
- Ahora si, definitivamente nadie podrá separarnos - murmuró cerca de los labios de la rubia.
- Eso espero, me ha costado mucho - ambos rieron.
La mejor sensación de todas.
Jasper no se resistió y la besó, la amaba demasiado más aque su propia vida, más que a nadie en el mundo, y se encargaría de decírselo por el resto de su existencia.
- Te amo - murmuró Rowan una vez separados del beso.
Jasper solo sonrió, aquellas eran unas de las pocas veces que Rowan demostraba su cariño con palabras, por lo que las disfruto bastante.
Finalmente tenían lo que querían, un amor que ambos comparten, una hija de la cual se enorgullecen y una vida juntos hasta el final de los tiempos.
- Camina conmigo - pidió la rubia.
Llevaba sus pies descalzos en la fría nieve del bosque, iba de un lado a otro de la mano de su amado, disfrutando de los copos caer, la ultima nevada del año, la primera estaba a la vuelta de la esquina, lo que significaba que debían mudarse.
Jasper sonreía hacia su esposa, la mujer lanzaba grácil entre los copos, formando figuras extrañas en el suelo que no significaban nada, solo su felicidad de poder disfrutar de aquel día tan hermoso.
- No quisiera dejar mi hogar - suspiro hacia el cielo -, pero estaría siendo egoísta - abrazo a su esposo con fuerza.
- Podemos quedarnos un tiempo más - sugirió a su amada.
- ¿Y perdernos de la belleza de Canadá?, no gracias.
- Yo he estado ahí innumerables veces - presumió con una sonrisa.
- Pero yo no, y quiero conocerla - dio un pequeño beso en sus labios para continuar caminado.
Atravesaron el bosque hasta llegar a un arroyo, si pensarlo la joven rubia llevó sus pies al agua, tan fría como la imagino que su piel se erizó.
Jasper la abrazó por la espalda, acompañándola en aquel agradable paseo, no había otra cosa mejor que ésa, pasar tiempo a solas, lejos de todo y todos.
- Jasper - lo llamó, el hombre dio un quejido para hacerla seguir -, ¿por cuánto tiempo estuviste esperando?
Pareció pensarlo, quizá fueron unos años, pero ahora, con ella en sus brazos se sentía como si fuera una eternidad, y que tiempo que ha pasado no es lo suficiente.
- No lo se realmente, pero siento que fue mucho más de lo que pienso.
- ¿Alice me vio venir?
- Si, pero como siempre, oculto que te convertirás en mi todo - suspiro -. Mi destino es y siempre serás tú.
Rowan sonrió, Alice era asi, lo había descubierto con el tiempo, era algo que le gustaba de su cuñada, las sorpresas inesperadas.
- ¿Estaremos juntos por siempre?
Fue una pregunta de la cual no esperaba respuesta, habían estado en paz por bastante tiempo, y temía que en cualquier momento, aquellos que casi terminan con sus familia volvieran a hacer de las suyas.
- Hasta que la muerte nos separe - bromeo.
Rowan rió, se giro hacia él para besarlo.
Así eran sus días casi siempre, las caminatas por la nieve, las preguntas de las cuales ambas cada una de sus respuestas, podría hacer eso el resto de su vida y más.
Ese era su felices para siempre, no como un cuento de hadas, algo mucho mejor, algo que no se comparaban, porque ambos estaban destinados a serlo, y eso era algo que nadie puede cambiar.
¿Que esperas para encontrar tú destino?
Fin.
VOTA ● COMENTA ● COMPARTE
Lexxi P.
Gracias.
❤
Pueden pasarse también por mis otras historias. 🤗
No olviden seguirme, me hace mucha ilusión llegar a los 600 seguidores aquí en wattpad jsjs.
Los tkm 💕