ONLY YOU || Charles Leclerc

By applewhitecc17

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-《 I'm broken here tonight and darling, no one else can fix me, only you 》 Hay un momento de nuestras vidas e... More

-🅾️🅾️
P L A Y L I S T
u n o
d o s
c u a t r o
c i n c o
s e i s
s i e t e
o c h o
n u e v e
d i e z
o n c e
d o c e
t r e c e
c a t o r c e
q u i n c e
d i e c i s e i s
d i e c i s i e t e
d i e c i o c h o
d i e c i n u e v e
v e i n t e
v e i n t i u n o
v e i n t i d o s
v e i n t i t r e s
v e i n t i c u a t r o
v e i n t i c i n c o
v e i n t i s e i s
v e i n t i s i e t e
v e i n t i o c h o
v e n t i n u e v e
t r e i n t a
t r e i n t a y u n o
t r e i n t a y d o s
t r e i n t a y t r e s
t r e i n t a y c u a t r o
t r e i n t a y c i n c o
t r e i n t a y s e i s
t r e i n t a y s i e t e
t r e i n t a y o c h o
t r e i n t a y n u e v e
c u a r e n t a
c u a r e n t a y u n o
c u a r e n t a y d o s
c u a r e n t a y t r e s
c u a r e n t a y c u a t r o
c u a r e n t a y c i n c o
c u a r e n t a y s e i s
c u a r e n t a y s i e t e
c u a r e n t a y o c h o
c u a r e n t a y n u e v e
c i n c u e n t a
c i n c u e n t a y u n o
c i n c u e n t a y d o s
c i n c u e n t a y t r e s
c i n c u e n t a y c u a t r o
c i n c u e n t a y c i n c o
c i n c u e n t a y s e i s
c i n c u e n t a y s i e t e
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s e s e n t a
s e s e n t a y u n o
s e s e n t a y d o s
s e s e n t a y t r e s
No es un capitulo
BONUS: one-two baby
s e s e n t a y c u a t r o
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s e s e n t a y s i e t e

t r e s

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By applewhitecc17

MADDIE TOMÓ LA COPA de champaña viendo cómo su hermano terminaba de arreglar su cabello. Todos pensarían que entre el par de hermanos, era la modelo la que tardaba en arreglarse, pero la realidad era que Maddie siempre tenía que esperar a que su hermano estuviera listo y la mayoría de las veces eso hacía que llegarán tarde.

—No quiero hacer el papel de hermano mayor sobre protector pero...–comenzó hablar saliendo del baño.

—Vas hacer el papel de hermano mayor sobre protector.–lo interrumpió la rubia riendo levemente.

Él blanqueó sus ojos azules, parándose frente a su hermana que estaba sentada en el borde de la cama.

—¿Tengo que recordarte cómo estabas destrozada en el suelo del baño de este departamento la última vez que tuviste una relación?–cuestiono.

—¿A que viene a colación el momento más oscuro de mi vida?–pregunto frunciendo el ceño.

—Viene a que no dejas de coquetear con charles,–murmuró colocándose un reloj en la muñeca.– y se que no te detendrás y mucho menos cuando tengas alcohol en tu cuerpo.

La rubia soltó un suspiro mientras se ponía de pie quedando frente al ojiazul y lo tomó por lo hombros, la superaba un poco en altura pero eso nunca había hecho que se sintiera inferior ante él.

—Lo que menos estoy buscando en este momento es una relación, ambos sabemos lo mal que fue la última.–murmuró.–Pero eso no quiere decir que no me voy a divertir y a coquetear un poco con un chico guapo, porque aunque esté rota por dentro aún tengo el derecho de conocer chicos.

—Es solo que no quiero verte lastimada de nuevo.–confesó un poco preocupado.

—Y no pasará porque no estoy buscando una relación.–repitió.–Charles es muy guapo y me cae muy bien, eso es todo. Nada más.

—Espero que pienses lo mismo luego de ingerir algunos tragos.–se burló.

—Si pensaré lo mismo porque Cristine y yo pensamos igual.–mencionó alejándose de su hermano y tomando su pequeño bolso camino a la puerta.

—¿Quien es Cristine?–pregunto con el ceño fruncido lleno de confusión.

—Mi versión ebria.–soltó sin darle mucha importancia.

La rubia abrió la puerta y salió siendo seguida por su hermano que se detuvo a asegurar que su habitación quedará segura.

—¿Le pusiste nombre a tu versión ebria?–cuestiono caminando detrás de su hermana que atravesaba los pasillos de su departamento hacia la puerta principal.

—Mmjum.–soltó abriendo la puerta.

—Estás loca, Madelaine.–comento saliendo del departamento cerrando la puerta para luego seguir a su hermana que ya se encontraba en la puerta del ascensor.

—No, solo que soy más divertida que tu.–aclaró tocando el botón que abriría el ascensor.

—Yo soy divertido.–refuto.

—Si claro.–murmuró con sarcasmo.

El ascensor abrió sus puertas y el par de neerlandés entró para dirigirse al primer piso. Al llegar a la planta principal del edificio donde vivía el neerlandés, salieron camino hacia el auto del piloto.

—Odio que siempre tengas los mejores autos.–murmuró la rubia abriendo la puerta del copiloto.

—Ventajas de ser corredor de fórmula uno.–alardeó con gracia.

—Tonto.–murmuró su hermana antes de subirse al auto y cerrar la puerta.

El neerlandés puso el auto en marcha en camino al club en el que se encontrarían con el resto de sus amigos. Al llegar al sitio ya se sentía la atmósfera de fiesta no solo por la música que salía en los altavoces del lugar sino por las personas afuera haciendo fila para entrar que parecían disfrutar más afuera que adentro del lugar.

—Max verstappen y compañía.–le hablo el piloto al portero.

—¿Como que compañía?–le pregunto su hermana fingiendo estar ofendida.–He trabajo mucho para que mi nombre también valga algo.

—Pasen.–los interrumpió el portero.

—No sabía si habían puesto tu nombre en la lista, no es mi culpa.–se defendió el rubio en su camino a la entrada.

—Me haces sentir mal, Maxi, yo también soy importante aunque no sea un reconocido piloto de fórmula uno.–se burló la rubia.

El ojiazul blanqueó sus ojos con una expresión divertida en su rostro. Se adentraron al club que no estaba repleto pero si había una gran cantidad de personas bailando y bebiendo junto a la barra.

—Max verstappen y compañía ha llegado.–anunció la rubia cuando encontraron a su grupo de amigos.

—Supéralo, Mads.–se quejó su hermano.

—Como siempre tarde.–comento el ex compañero del neerlandés.

—Ya conoces a Max, no puede salir sin que su cabello luzca perfecto.–se burló la rubia que ya había saludado a todos en la mesa.

Con el par de hermanos habían siete personas: el español, Carlos Sainz, Lando Norris, Daniel y los dos corredores de Ferrari. Se encontraban en una pequeña mesa que estaba un poco alejada del resto en una zona más cómoda con unos muebles.

—¿Que van a beber?–les pregunto Carlos.

—Yo una cerveza, Maddie es más exquisita y seguro querrá algo diferente.

La rubia golpeó levemente a su hermano en el hombro.

—Deja de fastidiarme.–soltó riendo.

—¿Que quieres, Maddie?–le pregunto ahora el monagesco.

—Un Gin Tonic.–le respondió y el piloto asintió y se fue en búsqueda del trago de la rubia.

—Les dije que era exquisita.–se burló Max haciendo que todos soltaran una carcajada, incluida la modelo.

La noche empezó entre ellos hablando de lo que habían hecho todo este tiempo que no habían visto a la rubia además de hacer algunas bromas. Charles y Madelaine estaban entrando en confianza alejándose un poco del grupo para conocerse mejor.

—¿Que tengo que hacer para que me invites a bailar?–soltó de repente la rubia sentada junto al chico en uno de los muebles de la zona.

—La verdad es que yo no bailo.–murmuró.

—¿En serio vas a usar esa tonta excusa para no bailar con una chica tan linda como yo?–pregunto.

—Está bien, pero después no digas que no te lo advertí.–murmuró poniéndose de pie al igual que la rubia.

Madelaine soltó una carcajada y se atrevió a tomar la mano del corredor para arrastrarlo hasta la pista de baile.

—¿Como es que conoces a la mitad de los corredores y es hasta ahora que nos conocemos?–pregunto Charles en el oído de la rubia porque con la música era la única forma de que lo escuchara.

Madelaine sonrió al sentirlo tan cerca y unió más su cuerpos para hablarle de la misma forma.

—Me pregunto lo mismo.–respondió.–¿En que equipo estabas el año pasado?

—Alfa Romeo.

—Ahh.–soltó como si las piezas encajaran.–No conozco a nadie de ese equipo.

—¿Y como conociste a los demás?–la curiosidad lo estaba consumiendo.

—A Seb lo conozco porque fue el primero en acercarse a Max cuando entró a competir y cuando iba a visitarlo siempre estaban juntos.–comenzó a contarle colocando sus manos en el cuello del chico, acercándose más.–Daniel porque era el compañero de Max

—Obvio.–soltó charles riendo.

—A Lando lo conozco porque al principio de la temporada me perdí en el paddock y terminé en el motorhome de Mclaren y él fue muy lindo conmigo, desde entonces somos muy cercanos.–contó.–Carlos es solo el bonus por ser amiga de Lando.–bromeó.

—Y así fue como me mantuvieron alejado de la bonita hermana de Max.–bromeó con las manos en la cintura de la rubia.

Ella sonrió al escuchar ese comentario. Parecía que no podían tener una conversación sin coquetearse y la verdad, eso no le molestaba para nada.

—Supongo.–murmuró.

La conversación terminó y siguieron bailando al ritmo de la música que retumbaba en los parlantes del lugar. No era necesario hablar, se sentían cómodos sintiendo la música y bailando. Luego de un par de canciones volvieron a donde se encontraban sus amigos.

—Pensé que no bailabas.–comento la rubia.

—Supongo que con la pareja correcta, si lo hago.–murmuró con una sonrisa pícara.

Ambos se miraron unos segundos sonriendo hasta que llegaron a la mesa y Maddie pudo sentir como su hermano la miraba y al voltear lo confirmo recibiendo una mirada de reproche de su parte

—¿Que?–le pregunto al notar como la estaba mirando.

—¿Que opinan tu y Cristine sobre ese baile?–pregunto.

—Que fue muy divertido.–murmuró con gracia.

—Tú sabrás lo qué haces.–murmuró negando con su cabeza para beber de su cerveza.

—Debería conseguirte una novia para que dejes de fastidiarme un poco.–bromeó ella tomando su bebida que ya no le quedaba casi.

La rubia aprovechó que Carlos y Charles iban por un par de tragos para ir con ellos para pedir otra bebida, y luego de dar un par de pasos sintió como la seguía su hermano que al mirarlo le enseñó que su cerveza se había terminado.

—Maddie, ¿que te pido?–pregunto Leclerc cuando llegaron a la barra.

—Lo que tú quieras, bonito.

Aquello había salido como un reflejo y cuando la rubia se dio cuenta, ya era tarde y tanto ella como Charles estaban sonrojados, pero ninguno dijo nada, simplemente se sonrieron y el chico se dispuso a pedir sus bebidas.

—Creo que Cristine se acaba de apoderar de ti.–comento Max riendo luego de ver a su hermana avergonzada.

—Parece que no del todo porque sino no estaría muriendome de la vergüenza.–murmuró pasando las manos por su melena rubia desordenándolo.

El neerlandés soltó una carcajada mientras que su hermana quería alejarse lo más posible de todos para pasar la vergüenza sola.

—¡Madelaine!–escuchó como la llamaban a lo lejos hasta que divisó a su amigo francés.

—¡Pierre!–exclamó con emoción al verlo y se acercó a él para abrazarlo en un cálido abrazo.

—Imagina mi sorpresa cuando me dijeron que la pequeña verstappen estaba aquí y yo no la había visto.–murmuró deshaciendo el abrazo pero sin alejarse de la rubia.–¿Como estás Mads?

—Estoy bien, ¿cómo estás tú, corredor de Red Bull?–exclamó lo último con emoción haciendo que el francés soltara una carcajada.

—Estoy bien.

—Tu bebida, Maddie.–se les acercó Charles con dos vasos, uno de ellos para la rubia.–¡Hey, mate, llegaste!–saludo a su amigo.

—No podía perderme esta reunión con la mejor de los verstappen.–murmuró con gracia Gasly.

Madi rio mientras llevaba la bebida que le dio él monagesco a su boca.

—¿Ustedes ya se conocían?–pregunto Charles, la rubia asintió.

—Desde que inició la temporada creo.–hablo esta vez Gasly.

—¿A caso tienen algo en contra de mí que nadie me presento a Madelaine antes?–pregunto fingiendo indignación.–Pensé que éramos amigos, Pierre.

—Teníamos que disfrutar a Maddie antes de que vieras a robarnosla.–bromeó Pierre.

—Tranquilo, Charles, las cosas pasan por algo.–murmuró la rubia que todo este tiempo estuvo muy concentrada en su bebida.–Tal vez no nos teníamos que conocer hasta ahora.–agregó con una mirada pícara.

Pierre soltó una carcajada mientras su amigo se sonrojaba sin dejar de sonreírle a la rubia. Cuando todos tuvieron su bebida, incluido Gasly, volvieron a su mesa, encontrándose con Daniel y landon haciendo una competencia de fuerza.

—¿Que están haciendo, tontos?–pregunto la rubia.

—Demostrándole al niño que soy más fuerte que él.–respondió Riccardo dando su mejor esfuerzo para que el británico no lo venciera.

—Pensé que tú eras el adulto, Seb.–hablo ahora Sainz.

—No siempre puedo evitar que hagan sus estupideces y menos si ya han bebido algunos tragos.–murmuró sentando en un mueble observando cómo los codos de los pilotos estaban en la mesa.

—Esto es tonto. Daniel, le vas a romper el brazo a Lando.–dijo Maddie caminando hacia ellos.

—Yo puedo, Maddie.–murmuró con dificultad Lando que estaba un poco rojo.

—Vamos, Lando, tengo fe en ti.–lo animo el español.

—Daniel, se que tú puedes vencer a Lando, vamos.–hablo ahora Max.

La rubia solo los veía riendo pero al mismo tiempo negaba con la cabeza en modo de desapruebo mientras el monagesco y el francés se reían.

—¡Eso, vamos!–exclamó Lando luego de que el brazo del australiano tocó la mesa.

Tanto él como su compañero de equipo celebraron su victoria mientras que la rubia reía.

—¿Lo dejaste ganar?–escucho como le preguntaba su hermano a Daniel.

—Ya me estaba cansando y mejor que ganara a que perdiera, ya sabes como se pone.–murmuró con gracia.

—Solo no quieres admitir que Lando te gano.–hablo Madelaine pasando por un lado de los chicos hacia el monagesco y el francés que hablaban en uno de los sofá.–¿Ustedes no saben esas estupideces, cierto?

—¿Acaso parece que lo haríamos?–contra pregunto Pierre.

—Con ustedes nunca se sabe.–murmuró sentándose junto al ojiverde.

La noche transcurrió al igual que antes, entre charlas, juegos y bromas. Maddie se encontraba sentada junto a los pilotos de Ferrari.

—¿Como no vas a conocer Mónaco si tu hermano vive aquí? Además aquí hay muchos eventos de modelaje.–dijo Sebastian.

—Espera un momento, ¿no conoces monaco?–pregunto ahora Charles.

Ella negó con el sorbete de su bebida entre sus dientes. Él fingió estar ofendido.

—Conozco el camino hacia el departamento de Max, ¿eso cuenta?

—¡No!–exclamó él riendo.

—Por dios, Maddie, eres terrible.–se levanto del sofá Sebastian riendo.

—¿Cuando te vas?–pregunto Charles ahora que estaban solos.

—El lunes por la noche.

—Si te propongo enseñarte la ciudad, ¿te quedarías un día más?

Su propuesta sonaba interesante y sería una gran oportunidad para conocer la ciudad que si bien había visitado varías veces sólo conocía el apartamento de su hermano y una que otra punta del principado francés. Pero una vocecita en su cabeza le repetía que recién conocía a este chico y qué tal vez no sería buena idea hacerlo pero había algo en él que le daba confianza y que además le atraía. No perdía nada con hacerlo.

—Esa es una interesante propuesta.–murmuró aún dudosa.

—Entonces, ¿que dices?

Lo pensó unos segundos, sería buena idea hacerlo, además hace un tiempo se propuso que debía vivir más y aventurase. Podía atrasar el trabajo y volver un día después, ¿que más daba?

—Me convenciste, Leclerc, pero tienes que ser un buen guía turística o no volveré a la ciudad.–le advirtió en modo de broma.

—Monaco es muy lindo para que te pierdas de su belleza.–se justificó el monagesco.

—Entonces espero que seas un buen guía turistico.

—Seré el mejor.–guiño uno de sus ojos verdes haciendo sonreír a la rubia.

La noche terminó alrededor de las tres de la mañana porque los chicos debían madrugar al día siguiente y aunque aún faltaba un par de días para el lunes, Maddie estaba emocionada por pasar más tiempo con el ojiverde.












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