s e s e n t a y s i e t e

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—¡DEMONIOS, MADELAINE! ¿Por qué siempre terminas sobre una mesa?–exclamó el neerlandés con gracia mientras su hermana bailaba sobre una mesa con el piloto británico de mclaren y su amigo australiano

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¡DEMONIOS, MADELAINE! ¿Por qué siempre terminas sobre una mesa?–exclamó el neerlandés con gracia mientras su hermana bailaba sobre una mesa con el piloto británico de mclaren y su amigo australiano.

La rubia lo ignoró mientras seguía bailando con sus amigos bajo el poder del alcohol y Cristine. Esa sí que era una mala combinación.

—Leclerc, dile a tu novia que se baje de la mesa.–le pidió al monagesco que se encontraba a su lado mirando a la rubia embobado.

—Déjala. Se está divirtiendo, tú también deberías hacer lo mismo.–le sugirió dándole un trago a su vaso.–Además, necesita distraerse, divertirse.–señaló a la modelo.

Bajo esa capa superficial que mostraba una sonrisa y ojos alegres, Charles sabía que se escondía una Maddie que tenía muchas dudas y tormentos, no era necesario que ella se lo dijera. Así que dejo que se divirtiera con sus amigos porque de alguna manera podía sentir que ella necesitaba eso.

Max blanqueó los ojos.–Si se cae no voy a ser yo quien la ayude a levantarse.

Charles sonrió con satisfacción.–No te preocupes, para eso me tiene a mi.

El monegasco, que había estado muriéndose por tomar a su novia y salir de aquella fiesta juntos, camino hasta la mesa donde movía su esbelta silueta al ritmo de la música.

Sus ojos se encontraron, Maddie sonrió con picardía sin dejar de bailar y él la miraba con descaro. Tal vez era el alcohol o el hecho de que estaban en un yate con musica a todo volumen y mucha gente de la formula uno celebrando el fin de la temporada, pero Charles solo tenía ganas de estar con la neerlandesa encerrados en una habitación haciendo de todo menos dormir. También podría ser que le encantaba como le quedaba el vestido rojo que había elegido usar esa noche.

—¿Te estás divirtiendo?–le hablo de pie frente a ella.

Madelaine se inclinó hacia él y le quitó su trago para beber de él.—No tienes idea de cuánto.

Él soltó una carcajada que a pesar de la música llegó a los oídos de la rubia. Ella mordió su labio inferior al escuchar su risa.

—¡Ya vino leclerc arruinar la diversión!–se quejó el australiano.

La pareja soltó una carcajada.–Vine a llevármela.–exclamó el ojiverde.

—Si Maddie se va, yo también.–canturreo Lando.

Maddie ignoró el comentario del británico.–Con que veniste a llevarme, ¿a donde me llevarás?

—Eso lo podemos discutir sólo si te bajas de la mesa.

La modelo sonrió con picardía, quería que él la bajada, quería sentir sus manos en su cuerpo, y eso le quedó claro a charles cuando ella encogió sus hombros dándole la espalda para seguir bailando.

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⏰ Última actualización: Aug 03, 2022 ⏰

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ONLY YOU || Charles LeclercDonde viven las historias. Descúbrelo ahora