c i n c u e n t a y c u a t r o

3.4K 204 4
                                    

CHARLES nunca había tenido problemas para dormir, le resultaba fácil quedarse dormido

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

CHARLES nunca había tenido problemas para dormir, le resultaba fácil quedarse dormido. Tal vez se debía a su trabajo y a lo poco que lograba descansar durante la temporada de carreras, pero desde que la chica junto a él se despertó hace dos noches sudando, temblando y llorando, no había podido conciliar el sueño.

Le costaba creer que su cabeza le jugaba en contra a alguien tan dulce e increíble como ella. Sin embargo, se veía tan en paz durmiendo, con su cabello revuelto, abrazada a las sábanas y con un semblante tranquilo.

Llevaba un buen rato observándola, porque dormir había dejado de ser una opción cuando pasaban los minutos y sus pensamientos no se silenciaban.

—Me estás viendo dormir.–murmuró la rubia sin moverse y sin abrir sus ojos.

Charles se sorprendió pero sonrió porque su voz adormilada le parecía muy tierna.—Eres linda, solo por eso.

—Es raro, nadie me había visto dormir en la mitad de la noche.–murmuró con gracia.

—No es raro, es tierno.

—No, es raro e incluso crippy.–bromeó removiéndose entre las sábanas aún con los ojos cerrados.

—¡Oye! Estoy apreciando lo hermosa que te vez durmiendo.

—Acosador.–dijo riendo levemente.–Hola.–dijo ahora abriendo los ojos.

Sus ojos se encontraron y a pesar de la oscuridad, pudo ver cómo brillaban.—Hola, bonita.

—¿Por qué estás despierto en la mitad de la noche?–le pregunto arrastrando su mano hasta su rostro para acariciar su mejilla.

Él sonrió.—No logró ponerme de acuerdo con mi mente para que vaya a dormir.

Maddie sonrió por lo gracioso que había sido su respuesta y lo mucho que lo entendía.

—Tengo un poco de experiencia en eso.–comento con una pequeña sonrisa.

—Tal vez podrías darme algún consejo para conciliar el sueño.

Maddie sonrió. No sabía exactamente qué podría estar atormentando al monagesco pero una idea apareció en su rostro y no le gustó.

—¿Estas despierto porque temes que vuelva a tener una pesadilla?–pregunto sabiendo que la respuesta podía ser que si.

No quería que él sintiera temor por ella, ya era suficiente con el que sentía por ella misma. Él no se merecía eso. Él era mucha luz para entrar en la oscuridad.

—Solo quiero estar seguro que estás bien.–murmuró sin realmente responder la pregunta.

La rubia negó con la cabeza.—Bonito, no tienes que preocuparte por mi.–insistió levantándose levemente para tomar su rostro con comodidad.–No puedes dejar de dormir solo para asegurarte que no voy a tener una pesadilla. Pasan sin avisar y ya estoy acostumbrada.

ONLY YOU || Charles LeclercDonde viven las historias. Descúbrelo ahora