INSOMNIA.

By enigma_caroline_

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Shikamaru Nara es un joven de veintiún años y un genio policía que asciende rápido. Shikamaru nunca consigue... More

Introducción.
Prólogo.
Capítulo 1; Parques y juegos.
Capítulo 2; Moretones y flores.
Capítulo 3; Del colgante y helados.
Capítulo 4; Encuentros casuales.
Capítulo 5; Una cita.
Capítulo 6; El cuarteto de plata.
Capítulo 7; Muñeca.
Capítulo 8; Salidas y confesiones.
Capítulo 9; El policía y el girasol.
Capítulo 11; Nuestra cita II.

Capítulo 10; Nuestra cita I.

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By enigma_caroline_

—Tú sonrisa es gigante —dijo, sentándose a un lado del pelinegro mientras mantenía una sonrisa traviesa en su rostro, como de costumbre—. Debes estar realmente emocionado.

Shikamaru entreabrió los ojos y se sorprendió de ver al peliplata frente a él, su ex compañero de clases simplemente se rió al ver como lo observaba en silencio hasta que el pelilargo bostezó.

—Ah, Hidan —fue lo que dijo.

—Pareces un zombie —apuntó, con pesadez—, ¿cuántas noches llevas sin dormir? —se quejó.

Shikamaru solo encogió sus hombros.

—No estoy seguro, viejo, de todos modos, ¿a qué te referías con estar emocionado? —arrugó la nariz. No creía que fuera tan obvio con el tema de Naruto, titubeó. Hidan arqueó una ceja.

—Bueno viejo, oí por mi padre de tu ascenso y debo decirte que te felicito, realmente te lo mereces —le dio un par de palmadas en el hombro. Shikamaru entrecerró los ojos pero le agradeció.

—Ah, sí, es cierto —no lo había olvidado, solo... sí, de hecho sí era eso. En su mente solo cabía Naruto y el caso que estaban por cerrar.

—Te lo digo, estás bastante elevado —Hidan se rió—, deberías conseguirte un novio.

—Tengo una cita mañana, es por eso que estoy como estoy —comentó, encogiéndose de hombros. No es como si fuera la gran cosa, él siempre vivía con la cabeza en las nubes, se dijo, encendiendo un cigarrillo y mirándolo de reojo—. ¿Por qué la cara de retrasado?

Ah, como adoro que me hables así, tan seco, me pone —Hidan chasqueó la lengua luego de guiñarle el ojo, escogiendo un cigarrillo al azar y entornando la mirada cuando Shikamaru encendió la candela para él—. Como sea, estoy feliz de que tengas una cita. No lo vi venir —rió.

—Eres un idiota —rodó los ojos, mientras suspiraba y encendía un cigarrillo para él.

—¿Y bien? ¿Quién es tan afortunad...? —lo miró.

—Afortunado —replicó, chasqueando la lengua e inhalando un poco—. Naruto —exhaló.

Hidan se ahogó con el humo de su cigarrillo y comenzó a toser.

—¡¿Naruto?!

Shikamaru arqueó la ceja.

—Mira si es pequeño el universo —Hidan se recompuso, pero se mantenía impresionado—. De todas las personas que me imaginé... El pequeño Naruto terminó siendo el ganador, ah.

El pelilargo carraspeó pero no comentó nada al respecto y simplemente asintió. Sabiendo que no diría nada, Hidan esbozó una sonrisa triste y suspiró, pasando una mano por su cuello.

—Bueno —susurró—, realmente me alegra que...

—Hidan —Shikamaru entornó la mirada.

—¡Oh! Lo lamento, no es mi intención pero... ¡Ah! —meneó la cabeza—. ¡Demonios, tengo que restregarle esto a Sasori! Seguro se muere de envid-

—Ya lo sabe —Shikamaru rodó los ojos de nuevo, recordando al pelirrojo que tantos dolores de cabeza le había causado antes—. Además... ¿Qué te dije de meterte en problemas ajenos?

—Ey, ey, no es mi culpa que tu rubito le gusten pelirrojos —gruñó al sentirse expuesto por el policía—. Bueno, de todos modos, tú no eres precisamente pelirrojo así que quizá solo estoy encasillando —puntualizó. El pelilargo suspiró.

Hidan lo sabía.

Shikamaru era atractivo como nadie, era inteligente y gracioso, de ahí en adelante cualquier cosa que pudieras esperar de un hombre ya era avaricia de todos modos. Sumándole que era un chico sensible con el porte de un badboy, joder. ¡Ah! Y cocinaba delicioso, ¿había algo en él que no fuera perfecto? Le molestaba y mucho.

—¡Ah! Deberíamos emborracharnos —Hidan se tocó los labios con el dedo índice y le guiñó el ojo.

—No tienes que emborracharme para decirme lo que piensas —suspiró, mirándolo de reojo. 

Hidan alzó los hombros, alzando su vista hacia el cielo. Naruto siempre fue suertudo de tener el corazón de Shikamaru, realmente esperaba que supiera cuidarlo esta vez, lo miró de reojo. ¿Y qué si no lo hacía? A él no tenía por qué importarle, suspiró. 

—A las personas no les duele tanto la verdad si viene de alguien que no puede defenderse —apreció el pelilargo, suspirando—. La frase es de Asuma, ¿por eso quieres emborracharnos?

—Viejo, no nos pongamos sentimentales —masculló, pasándose una mano por el cabello plateado y volviendo a exhalar humo—. De todos modos, ¿qué harás con tu ascenso?

—Ah, planeo pedirle a Naruto que se mude conmigo a Canadá —replicó, chasqueando la lengua.

Hidan apretó la mandíbula y asintió.

—Ah... Si las cosas no funcionan esta vez, lo siento mucho —lo miró a los ojos—, pero si por el contrario, resulta que ustedes están destinados a estar esta vida juntos, lo único que puedo decirte es que deseo que Jashin se encargue de que halles la felicidad y muy amado. 

Shikamaru lo observó con tristeza.

—Sabes que lo siento. 

—No tienes por qué —le aseguró—, yo estaré bien, no te preocupes. Y... 

—Jashin te encontrará alguien mejor —le puso la mano sobre la rodilla y la apretó. Hidan rió.

—Sí, supongo que es verdad aunque no tiene muy fácil eso —su mano fue sobre la del pelilargo y sonrió—, ¿quién puede ser mejor que tú? 

—Un Uchiha —bromeó, recordando el crush de su ex compañero. Este rodó los ojos. 

—Está claro que nunca vas a dejarme en paz —apretó su mano—, gracias, Shikamaru. Realmente eres un gran chico y Naruto es muy afortunado de tenerte, espero que no sea imbécil y te deje ir.

—¿No sería eso algo bueno para ti?

—¿Acaso me darás una oportunidad si el rubito está fuera de línea? —Arqueó una ceja, bromeando. Shikamaru y él se rieron mientras negaban con la cabeza—. Jashin no se equivoca en estas cosas —chasqueó los dedos—, quizá en otra vida...

—No voy a morir y volver a nacer, Hidan —le respondió con ojos de borrego a medio morir—. Lamento desilusionarte. 

—Bien, bien, tú y tu sueño de reencarnar como una nube —se quejó—. En ese caso, mientras tanto... ¿Qué te parece si estudiamos anatomía juntos? —le guiñó el ojo. Shikamaru, ya acostumbrado al humor pesado de su amigo, simplemente rodó los ojos.

—Eres un idiota —masculló entonces.

—Sí. Insensible —agregó rápidamente, bajando la mirada al suelo.

—Oh.

—Maldito —gruñó.

Jashin podía ser cruel de vez en cuando, Hidan podía imaginarlo, tan poderoso su dios que no era ni hombre ni mujer, simplemente un ser divino, andrógino, con anillos en cada uno de los dedos de sus manos y una laptop vieja en la que escribía desgracias con una mano y alegrías con la otra. Era un dios cruel pero justo, fácilmente confundido con una escritora mujer que solía leer cuando estaba aburrido. No sabía por qué seguir leyendo si le rompía el corazón siempre...

Pero era tan adictivo como el amor que sentía por el chico a su lado.

—¿Entonces? —Shikamaru rió.

—Sí, sí, soy lo que quieres que sea —le sonrió de lado, sin olvidar fingir que estaba normal. 

—Estúpido —soltó su mano y le dio un empujón suave en el hombro.

—Claro —Eso, sólo déjalo ir, Hidan le sonrió coqueto esta vez aunque por dentro moría, Shikamaru podía verlo y no entendía por qué la vida era tan injusta—, sólo falta ser tuyo.

—¿Cuándo vas a madurar, Chikara? —frunció el ceño—. ¿Por qué no lo aceptas?

—No soy fruta para hacerlo, Nara —le sacó la lengua y cerró los ojos—. Lo acepto. 

—Dios... ¡Eres insufrible! —se quejó—. ¡Sólo golpéame y dime que me odias! ¿No ves que te estoy hiriendo? 

—Yo quiero que seas feliz —Hidan se levantó y se puso frente a Shikamaru, llevó su mano hacia su mejilla y la acarició con una sonrisa triste—, quiero que seas tan feliz que nunca te pongas a pensar en este momento conmigo. Quiero que vivas junto a él todas las cosas bellas que Jashin nos ha entregado a nosotros los humanos —se inclinó hacia adelante y besó su frente—, porque te amo y siempre lo haré.

Ambos se quedaron en silencio y Shikamaru parpadeó, mirándolo irse. Apretó la mandíbula.

—Yo te deseo lo mismo —murmuró al viento y dejó caer su mirada al suelo mientras caminaba. 

Demonios, debía llegar rápido a casa, necesitaba una ducha y pensar seriamente cómo le explicaría a Naruto que tendría que irse a Canadá, posteriormente pedirle que se fuera con él. Sonaba ridículo y posiblemente era un mal plan pero era lo mejor que tenía. 

Tenía sueño también.


—Shikamaru.

—¿Hm? —el susodicho levantó su mirada con pesadez.

—Te estás durmiendo —Chouji lo miró preocupado—. ¿No pudiste dormir de nuevo? Te dije que fueras al doctor, necesitas una nueva receta de medicamentos. No puedes continuar así.

—No es eso, tuve que pedir un par turnos extra para poder estar libre hoy y mañana —explicó, meneando la cabeza y suspirando antes de echarla hacia atrás—. No es como que cambie mucho el no poder dormir por insomnio a no poder dormir por trabajo —masculló, suspirando.

Bueno, su plan de llegar a darse una ducha para no dormirse claramente no funcionaba del todo porque de todos modos sentía cansancio. Había ido a su apartamento y de paso Chouji le había llamado comida, lo cual agradecía infinitamente, ambos se sentían incomodados por las cajas arremolinadas en una esquina de la casa esperando porque Shikamaru comenzara a empacar.

—Shikamaru... Tu trabajo de por sí no deja dormir a nadie —el castaño negó con la cabeza.

—¿Ah? Buen punto —meneó su melena suelta y sonrió—. ¿Me veo muy mal?

—Deberías tratar de dormir un poco, te ves como un muerto viviente y no de los lindos —expresó, masticando su carne con una sonrisa burlona—. Ya, ¿a qué hora quedaste con Naruto? Quizá te de tiempo a dor-

—No, si duermo ahora me costará mucho levantarme y no quiero quedar mal en nuestra cita —Shikamaru tenía todo muy bien planeado y no pensaba arruinarlo por un poco de sueño, realmente se había esforzado mucho—. Recogeré a Naruto a las ocho, en la motocicleta es media hora hasta donde planeo llevarlo y tendremos toda la noche para comer y hablar.

—No creo que eso sea lo único que quieres que pase —Chouji rodó los ojos.

Shikamaru dejó escapar una sonrisa, aceptando que era cierto lo que decía.

—Me conoces demasiado bien, Chouji —Shikamaru carraspeó, tomando un poco de jugo.

—Sólo recuerda usar protección, ¿sí?

Shikamaru se cubrió la cara negando con la cabeza cuando Chouji comenzó a reír.

—Realmente espero que todo salga bien hoy pero... 

Cerró los ojos, ¿porqué tenía tantas ganas de llorar de pensar que podía ser rechazado?

—Ey, ey, calma —le puso una mano sobre el hombro—, todo va a salir bien. Naruto... 

—Voy a huir como cobarde —se rió sarcásticamente—, Si Naruto me rechaza... Me destroza.

—Shikama-

—Déjalo, no hace falta que me digas que todo estará bien —murmuró, cerrando los ojos ante la idea de un posible rechazo—, si me ama... Todo saldrá bien, y si no, no puedo obligarlo a que me ame —se encogió de hombros.

—Es verdad —Chouji apretó sus labios.

—De todos modos, gracias por traerme el almuerzo, Chouji, te debo una —le agradeció de nuevo.

—¿Para qué son los amigos? —replicó sonriendo. 


Mientras tanto, Naruto acababa de ser interrogado a la hora del almuerzo por sus papás y hermana pero al menos había sobrevivido. Suspiró, entrando al cuarto y llamando a su amiga, quien solo rió cuando le contó como casi no sobrevive al almuerzo ese día. Hinata no paraba de reír.

—¡No te rías! 

—Es imposible no hacerlo, calabacita —Hinata estaba del otro lado de la línea con una sonrisa grande—, solo de imaginarme a tu padre haciéndote todas esas preguntas es muy gracioso. Y bien, dime, ¿cómo te sientes?

—Muy avergonzado, ¿no podía decir otra cosa-ttebayo? —replicó, mientras sacaba la toalla con la que se metería a bañar. Hinata comenzó a reírse de nuevo, Naruto hizo un puchero.

—Me refería acerca de tu cita, tonto, ¿ves como te gusta que me ría? 

—¡Ah! Estoy nervioso —confesó, haciendo una mueca con la nariz arrugada—. No sé que se supone que deba hacer o decir, ¿tengo que preparar temas de conversación o solo improvisar?

—Naruto, suenas como si fueras a ir a tu primera cita —Hinata pujó. 

—Am... sí —Naruto carraspeó. Si bien era cierto que había salido con él y con Shikamaru, nunca llegó a tener muchas citas como tal, así que no sabía como debía actuar en esta ocasión.

—¡Oh por dios, Naruto! —Hinata se cubrió la boca al notar que había gritado en voz alta—. ¡¿Es tu primera cita?! Demonios, no puedo creerlo, después de todo ya habían llegado a segunda base, pensé qu- ¡Y el idiota! ¿Tampoco tuviste citas con él?

—Ah, a él no le gustaba mucho salir —Naruto se rascó la mejilla incómodo, no le gustaba ese tema—. Siempre solía citarme en su casa o venía a la mía, aunque no era muy seguido, claro.

—Ah, ese bastardo —A Hinata tampoco le agradaba mucho ni el tema ni el sujeto del tema—. ¡En fin! Shikamaru no es así, puedes confiar en ello. 

—Lo sé —sonrió. Sabía muy bien que se había ganado la lotería con el pelilargo, no tenía duda, pero al mismo tiempo, suspiró—. Eso es lo que más me aterra-ttebayo.

—¿Qué? ¿Por qué? —Hinata arrugó la nariz y cambió su celular de oreja. 

—¿Qué si le hago daño de nuevo? No soportaría que volviera a desaparecer de mi vida —miró al techo—. Shikamaru odia las despedidas, así que imagínate si lo arruino hoy. ¡Probablemente me miraría con esa ternura y dolor que me haría sentir que algo anda mal pero no saber qué! Me diría... No lo sé, ¡quédate el casco! ¡Mi casco! —se jaló el cabello.

—¿Cuánto tiempo piensas en este tipo de cosas? 

—Sólo piénsalo, Shikamaru sería el tipo de chico que te dejaría dulcemente en un lugar y te diría que no pasa nada pero luego te enterarías que se mudó a otro país y conoció a alguien más con quien vive feliz —sollozó—, y lo tiene completamente merecido porque es un terrón de azúcar con un gran corazón y es casi perfecto. 

—Ey, no llores, no llores —Hinata suspiró—. No va a pasar algo como eso, Naru, Shikamaru está loco por ti y sé que tú sientes lo mismo. No te preocupes. 

—No quiero hacerle daño otra vez.

—Descuida, no lo harás, y si lo haces te golpearé. ¿Okay? —Naruto se rió al escuchar lo último—. Eso es, ¡ríete pero si lo haces te dolerá! 

—¡Muy bien-ttebayo, cuento contigo! 

—Ahora niño, ve a ponerte tan hermoso que él quede completamente deslumbrado, ¿sí?

—Bien, bien —afirmó con una sonrisa mientras se miraba al espejo. Hinata siempre sabía como subirle los ánimos a pesar de no estar junto a él en persona—, en ese caso, hablamos luego-ttebayo. 

Naruto mordió su labio, orándole a Kami porque esta noche fuese perfecta, antes de guiñarse en el espejo y luego sonrojarse por la vergüenza que él mismo se ocasionó. Corrió a tomar en manos la toalla y sus cosas, planeaba tardarse un buen tiempo en la ducha consintiendo su piel y su cabello para estar reluciente a la noche. 

—Oh, olvidé preguntarle si debía usar algo de maquillaje —se miró en el espejo del baño. A Naruto le gustaba resaltar sus ojos de vez en cuando y usar algo de polvos compactos. Sí, a veces sentía que ya era demasiado gay. Se golpeó en la cabeza, negando—. No tiene nada de malo sentirse lindo-ttebayo. 

Hizo un puchero y colocó música en su teléfono para comenzar a bañarse. 


Naruto estuvo listo cuando faltaban alrededor de una hora. Se había tardado una hora y media en la ducha, luego se puso un par de cremas que su mamá le había regalado para cuidar su piel de bebé (sí, era un poco vanidoso), y comenzó a vestirse. Incluso estuvo media hora mirando el espejo y el maquillaje, dudoso de qué pensaría Shikamaru al respecto. 

Su ex novio detestaba que se arreglara tanto, decía que era un tonto marica y él no estaba con él porque pareciera mujer, de ser ese el caso saldría con una, lo cual era gracioso porque así era actualmente. Se mordió el interior del cachete. Al diablo, si Shikamaru realmente lo amaba, lo amaría a pesar de sus toques vanidosos. 

Se delineó muy sútilmente los ojos y se puso los polvos compactos, para luego mirarse de pies a cabeza. Un pantalón negro ajustado con cadenas que caían en los bolsillos, una camiseta negra con el logo de AC/DC que le quedaba un poco grande y dejó un hombro descubierto a propósito. De accesorios llevaba un choker negro más el collar de su abuela, los aretes de espiral azules que Shikamaru le había regalado cuando cumplió dieciséis y su mamá lo dejó perforarse, y unos zapatos azules a juego.

Se sentía sexy pero algo avergonzado por lo que llevaba. Aunque claro, esa no era precisamente la ropa de la que hablaba, pero no quería pensar en eso. Suspiró luego de corroborar que llevaba llaves, teléfono y dinero en sus bolsillos antes de salir del cuarto. 

Se tocó el cabello, lo había peinado de forma que se viera como si estaba despeinado pero tenía un mechón que no paraba de enroscarse en su cara y seguía girándolo con nervios. Bajó al primer piso y pasó por la cocina.

—No te veía  tan nervioso desde que me dijiste que te gustaba Shikamaru —Minato lo observó asomado en el marco de la cocina. Naruto dio un respingo y lo miró asustado—. ¿Qué pasa? —se rió.

—Me asustaste-ttebayo. 

—Ay, hijo, en verdad que eres muy distraído —negó con la cabeza—. Y bien, dime, ¿qué harás?

—¿A qué te refieres?

—Naruto, tengo cuarenta y cinco años, no creas que no me di cuenta que Shikamaru y tú van un poco... adelantados —carraspeó, alzando una ceja cuando Naruto casi se ahoga con su propia saliva—. Me refiero a qué vas a hacer con eso. Tu madre dice que está bien a tu edad tener una vida activa, ah... Yo estoy de acuerdo siempre y cuando uses prote-

—¡Okay, cariño! —Kushina apareció detrás, carraspeando, y le puso las manos en los hombros, arrastrándolo hacia atrás para que dejara de hablar—. Mejor deja que yo me encargue, ¿sí?

Naruto comenzó a sudar, definitivamente no creía que era momento para tener la charla de nuevo. Estaba tan incómodo cuando su padre estaba diciéndole aquellas cosas. ¡Kami, qué vergüenza!

Ding, dong.

—Oh, salvado por la campana —Naruto sonrió alegre y se escabulló hacia la puerta principal, en verdad no estaba listo para tener esa conversación—. Bueno, uh, yo ya me voy-ttebayo, ¡los amo! —y así, cerró la puerta apenas cruzó el umbral, chocando contra el mayor.

Se erizó enseguida. 

—Vaya, parece que tenías muchas ganas de verme... Zo-rri-to.

.

.

.

Décimo capítulo de INSOMNIA.

Disclaimer: Los personajes le pertenecen a Masashi Kishimoto, creador del manga y anime Naruto. Universo alternativo. Novela BL. Lee bajo tu propio criterio. Créditos de las imágenes a sus respectivos autores/as. Atente a las consecuencias en caso de leer. Historia alternativa a HIPERSOMNIA (Itanaru).

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