Escuché con atención su conversación, las dudas y la curiosidad se apoderaron de mí ¿por qué su mamá puede significar un infierno para mí? Ni yo la conozco ni ella me conoce así que ¿por qué el ambiente se siente tan tenso?
Bueno tal vez he venido en un mal momento, sí claro, eso debe ser.
Tú: disculpa Rebecca si hay algún problema puedo llamar a mi chófer y pedirle que venga por mí, ya tendremos tiempo de hacer la tarea está vez en mi casa si no te importa.
Rebecca: -se acercó a mí de nuevo- nada de eso, vamos a mi habitación. Abel ¿le puedes pedir a Susan que nos prepare unas galletas o algo por favor?
Abel: en seguida capitana. -se acercó a ella y le murmuró- espero no te estés equivocando con esto.
Él desapareció y nosotras subimos al segundo piso. Su habitación es toda color celeste y blanco, una combinación perfecta.
Rebecca: ponte cómoda. -sonríe- en dónde sea. ¿Te parece si nos dividimos dos hojas y media cada una?
Tú: claro, me parece estupendo. -me senté en su cama, saqué mi cuaderno y cartuchera, ella me extendió dos de las hojas las cuales tomé- me alegra que hayamos quedado juntas, así podremos conocernos mejor.
Rebecca: creo que te debo una disculpa. -suspira- desde el inicio me porté muy mal contigo, he sido grosera y envidiosa ¿podrías disculparme por favor?
Tú: no hay nada que disculpar de seguro tenías tus motivos ¿se te apetece empezar de cero?
Rebecca: eso me gustaría mucho. -sonríe- perdona también a mi hermano...él es raro a veces.
Tú: ¿segura que no hay ningún problema con que esté aquí?
Rebecca: no lo sé. -se encogió de hombros- bueno...Abel piensa que sí pero no lo mal entiendas, está preocupado por tu bien.
Tú: ¿por mi bien? ¿De qué hablas? -la curiosidad me está carcomiendo por dentro ¡quiero saber!- ¿por qué Abel piensa que tu mamá puede ser un infierno para mí?
Rebecca: -suspira- creo que es justo que sepas, después de todo sí te llega a ver va a involucrarte a ti...-se sentó en un sofá que está justamente frente a la cama- solía tener una melliza, cuando teníamos aproximadamente entre 7 u 8 años mis tíos querían llevarnos de viaje con ellos por unos cuantos días sin embargo mamá decidió que me quedará porque estaba enferma, Abel en exámenes así que la única que podía ir era mi hermana.
Un escalofrio recorrió todo mi cuerpo.
Rebecca: tuvieron un accidente y murieron. El cuerpo de mi hermana no fue encontrado así que ella piensa que sigue viva en algún lugar del mundo...ella cree que logró salir del coche. Se vuelve loca cada que mira a alguien que se parece a mí y eso ha traído varios problemas consigo y en ocasiones se vuelve un infierno para las personas tanto legalmente como personal. Sinceramente me estoy encariñado contigo y no quiero que por culpa de mi mamá tu vida se venga abajo, Abel tampoco lo quiere.
De alguna manera creo que esa chica tiene suerte de que su familia tengan las esperanzas de encontrarla a flor de piel, hay caso en los que ni siquiera se acuerdan de que la persona que perdieron alguna vez existió.
Tú: entiendo. No deberías preocuparte por eso.
Rebecca: mamá es paranoica, no quiero que te aleje de tu padre solo por típicas suposiciones.
Tú: lo que daddy y yo tenemos es muy fuerte. No lo va a destrozar así por así, créeme.
Rebecca: admiro la relación que ambos tienen...¿quieres contarme su historia?
Vaya...ya que ella se sinceró creo que espera que yo también lo haga...vale, es justo.
Tú: digamos que daddy fue muy hormonal, embarazo a mamá y luego de darme a luz nos abandonó. -me encogi de hombros- las cosas se ponen difíciles y ella lo que hizo fue huir y dejarle la "carga" a daddy.
Estoy dudando seriamente la veracidad de esa historia.
Rebecca: lo siento, no debí tocar el tema. -mordio su bolígrafo-
Tú: no, está bien. Lo superé. A veces me pongo a pensar que nuestra vida no seria tan maravillosa si ella no nos hubiese abandonado así que creo que fue lo mejor que pudo hacer.
Rebecca: tal vez tienes razón. -sonríe- ¿empezamos?
Me gusta mucho su sonrisa.
Asenti, le daba gracias a dios de que Rebecca no era de esas chicas que deja todo el trabajo a su pareja. Ella me agrada mucho...tal vez deberíamos convivir más. Tocaron la puerta y una señora con el pelo casi blanco por completo entró con una bandeja en sus manos, es Susan supongo.
Susan: el joven Abel ha pedido que le traiga esto. -dejo la bandeja sobre la cama, son galletas y en el bol hay fruta picada-
Rebecca: gracias Susan ¿podrías avisarme cuando mamá esté en casa?
Ella asintió y se fue. Los ejercicios no eran tan difíciles pero la inseguridad que me cargó es para volverse locos.
Tú: oye...¿podrías revisarlo? -no estoy segura de que sea así-
Daddy dice que debería empezar a confiar más en mi misma y en lo que hago pero es muy difícil hacer eso.
Ella tomó la hoja. Lo reviso al rededor de 10 minutos mientras yo iba avanzando con el resto de ejercicios.
Rebecca: están muy bien, el procedimiento y todo ¿por qué dudas?
Tú: -me encogi de hombros- soy insegura.
Ambas terminamos las dos hojas que nos correspondían, dejamos para mañana la hoja que aún nos hacía falta. Devoramos las galletas y las frutas mientras echábamos el chismecito.
Miré la hora, 8:30pm joder como corre el tiempo, daddy va a matarme.
Tú: tengo que irme. Me gusto mucho que hayamos podido conocernos un poco más.
Rebecca: y espero que lo sigamos haciendo.
Le mande la ubicación al chófer e inmediatamente un "voy para allá señorita" me llegó.
Ambas salimos de su habitación y al bajar las escaleras nos dimos cuenta de que su mamá estaba hablando por teléfono sentada en el sofá.
Rebecca: mierda, Susan está me las pagas.
Abel apareció detrás de nosotras.
Abel: ¿problemas? -mira burlonamente a su hermana-
Rebecca: sabes que sí, ayúdame a sacarla de aquí sin que se de cuenta.
Abel: bien, por ahora está distraída. Que salga por la puerta de la cocina.
Caminamos hasta la cocina. Me despedí de ambos y salí de la casa por la puerta que habían mencionado. Justamente José se estaba estacionado. Subí al auto.
A pesar de que Rebecca me había contado su historia aún me parecía absurdo que piensen que su propia madre va a volver mi vida una pesadilla. Están exagerando.
[~]
Amarre mi cabello dispuesta a dormir luego de los días cansados que he tenido pero ¿a quién engaño? No podré conseguirlo. Daddy no ha regresado aún a casa, tampoco contesta ni mis mensajes ni mis llamadas, no ha dado señales de vida. Me siento tan nerviosa que me estoy mordiendo las uñas, tengo un mal presentimiento de esto.
¿Qué hago? ¿Salir a buscarlo? ¿Por dónde empezaría? Comencé a rascar mis brazos con desesperación.
Kate: cariño, tienes que calmarte, el señor Park está bien. Vamos a la sala y lo esperamos allá.
Asenti, ya en la sala más específica en el sofá me encontraba recostada en sus piernas, ella me acaricia el cabello con ternura.
Tú: ¿no tiene hijos? -pregunté por curiosidad, en lo que llevamos aquí no ha pedido permiso para ver a su familia-
Kate: soy estéril. Tampoco tengo marido ni pretendo andar buscando uno con mi edad -rie- el tren ya se fue para mí.
¿El tren? ¿De qué habla?
Tú: ¿nunca pensó en adoptar? -suspire cerrando los ojos-
Kate: lo pensé, pero mi marido de ese entonces se negó rotundamente así que descarte la idea.
Tú: ¿no le gustaría adoptar y criarlo usted sola? Daddy hizo...-poco a poco iba perdiendo la conciencia, que me acaricien el cabello es mi debilidad-
Kate: ¿no eres hija del señor Park?
Fue lo último que escuché pero no pude responder. Me quedé dormida.
[~]
Escuché pasos sospechosos así que abrí los ojos y me encontré con daddy casi cayéndose de lo ebrio que está. Él usualmente no se emborracha. Me levanté de las piernas de kate y me acerque a daddy para ayudarlo a subir las escaleras sin dificultad. Al llegar a su habitación, él mismo se acostó en la cama. Me encargué de quitarle la americana y los zapatos y acomodarlo a como debía para que tuviera un buen sueño.
Cuando estaba a punto de irme a mi habitación el tomo mi mano y halo de ella haciendo que caiga sobre su pecho.
Esto ya se está volviendo una costumbre.
Jimin: ne~na y-yoo...-trago fuerte- perdon-name mi amor...nO erA mi intención hac-cer...lo, mis papás, ell-os me...
Pude percibir su aroma. Huele a perfume de mujer y no de cualquiera, fije mi miraba en su camisa de botones blanca también tiene marcas de labial. Ah.
Estaba con ella emborrachandose y haciendo sabe Dios qué más cosas mientras yo me moría de la preocupación. Bien hecho Park Jimin, lo has jodido.