Logan se despertaba poco a poco entre bostezos y, cuando pudo ver con claridad, vio que Janette no estaba junto a él. No se preocupó al suponer que se había levantado más antes que él y había ido a desayunar. Se fue al baño, hizo sus cosas, se vistió y se encaminó hacia el comedor, pero se llevó una decepción al ver que no estaba ahí.
-Buenos días. - saludó Tormenta.
-Hola, ¿has visto a Janette? - preguntó Logan extrañado.
-Creía que estaba contigo. - respondió con indiferencia.
-Voy a ver si está en su habitación. - dijo Logan.
Tal y como dijo, fue a ver si Janette estaba en su habitación, pero ni rastro, es más, se fijó que la habitación estaba muy ordenada. Demasiado. Las cajas de ropa estaban bien guardadas y todas la prendas estaban dobladas. La cama estaba bien echa, y la bolsa de Janette no estaba. Logan se alarmó un poco. Volvió a su habitación a ver si ella estaba. Al entrar no la vio, pero observó que en su mesita de noche había una nota. Logan la cogió temeroso, y adelante, estaba su nombre.
"Logan:
Supongo que ya habrás notado mi ausencia y, lo siento, pero me voy. No sé a dónde, pero sólo sé que volveré a mi antigua rutina de antes. Volveré a caminar hasta cansarme, vagabundeando por el mundo. También sé que no tengo intención de volver. Por favor, no creas que esto ha sido sólo un juego. Me marcho porque sé que mientras haya gente que me busque, no podré descansar en paz. Me marcho para protegeros, para protegerte. Habéis tenido suficientes problemas conmigo como para que alguien muera por mi culpa. Dile a Michael que he tenido que marcharme por un largo tiempo... Esto es duro para mí, pero mientras vosotros estéis a salvo, seguiré andando lo que haga falta. Logan, tú has sido y serás la persona que más he amado en mi vida. Nunca olvidaré todo lo que hemos pasado juntos, básicamente porque han sido los mejores momentos que he pasado nunca. Por favor, te pido que no me busques, y que intentes olvidarme. Sé que lo que te pido es difícil de hacer, pero con el paso del tiempo, se puede hacer. Te quiero, y siempre lo haré...
Janette"
Logan no podía creer lo que acababa de leer. Logan tenía los ojos abiertos como platos, intentando asimilar lo que acababa de leer. No tuvo otra idea que ir corriendo a pedir ayuda al profesor.
-¡Profesor! - exclamaba Logan con alteración de camino a su despacho. - ¡Profesor!
-Logan, ¿qué ocurre? - apareció Jean sorprendida, pero Logan siguió su camino.
Llamó a la puerta de su despacho y entró sin haber esuchado un "adelante".
-Logan, ¿a qué viene esa alteración? - preguntó sorprendido Charles.
-¡Janette se ha ido! - dijo aún asimilandolo.
-Lo sé... - suspiró Charles.
-¿Qué...? ¡¿Cómo que lo sabe?! - espetó Logan con aún más alteración.
-Ella me lo dijo... - confesó seriamente.
-¡¿Y usted la ha dejado irse?! - exclamó Logan.
Ese alboroto hizo que Kitty, Hank, Tormenta, Jean y Scott se asomaran por la puerta para ver qué sucedía.
-¡¿Cómo ha podido hacer eso después de todo?! - exclamó Logan, realmente cabreado.
-Logan, entiendo que... - decía Charles mantieniendo al compostura, pero Logan lo inteerumpió.
-¡NO! ¡NO, CHARLES! - masculló con los ojos borrosos. - ¡LA HAS DEJADO MARCHAR, DESPUÉS DE TODO LO QUE HA SUCEDIDO!
-Logan, yo no puedo obligar a una persona a algo que no quiere... - excusó Charles.
Todos los que estaban escuchando estaban desconcertados, intrigados y preocupados. Logan miró a Charles echo una furia.
-No me lo esperaba de ti, Charles... - murmuró Logan entre dientes.
Logan dio media vuelta y se percató de la presencia de todos, pero eso no le impidió seguir con su camino. Todos le dieron paso rápidamente, y este se fue a paso ligero hacia su habitación. Cuando llegó, se sentó en el borde de la cama y echó un largo suspiro, intentando no dejar escapar ni una sola lágrima. Apretó fuertemente los dientes, respiraba mientras tenía la mirada entrance. Unos lentos pasos sonaban cada vez más cerca de su habitación. Era Tormenta.
-Logan... - lo llamó preocupada. - ¿Qué ha pasado?
No respondió, solamente cogió la carta y se la entregó. Tormenta, confusa, la cogió y comenzó a leerla. Logan ya veía borroso, no le importaba que Tormenta lo viera llorar. Mientras Tormenta leía la carta, se tapó la boca con la mano. Al terminarla, miró a Logan, quién dejó caer las lágimas.
-Logan... - murmuró ella muy preocupada por él. - Pero... ¿por qué?
-En la carta lo dice... - murmuró Logan al fin. - Tiene miedo. De que alguien de nosotros salga herido por su culpa.
Tormenta estaba boquiabierta, sorprendida por el acto de Janette. Logan se levantó de la cama e intentó decir:
-Todo parecía ir bien...
Tormenta lo miró con plena empatía y le acarició el rostro.
-Y todo porque... esos cabrones siguen vivos. - masculló Logan.
Tormenta miró los ojos apenados de Logan, y tuvo el acto reflejo de darle un abrazo para animarlo. Una brazo que al principio no correspondió, pero lo hizo porque si no, las lágrimas saltarían.
-¿Qué ha pasado? - apareció Kitty preocupada.
Tormenta y Logan se separaron para mirarle, y Kitty pudo ver el rostro apenado de Logan, cosa que hizo que este se girara hacia un lado para que no lo viera más.
-Dios, Logan, ¿estás bien? - se acercó Kitty.
Tormenta la cogió delicadamente del brazo impidiendo que se acercara más.
-Dejémoslo sólo... - murmuró Tormenta, y Kitty asintió algo confusa.
Cuando Logan estuvo solo en la habitación, lo primero que hizo fue estirarse en la cama.
-¿Por qué, Janette...? - susurró.
Logan no quería hacerlo, pero una lágrima se escapó. Estaba experimentando unas emociones que sabía que nunca había sentido: la perdida de un amor. Logan pensó y recordó la última vez que habló con ella.
Estaban estirados en la cama y, antes de ponerse a dormir, Logan le preguntó:
-¿Qué has deseado al soplar las velas?
Janette lo miró sonriente y le respondió:
-Si lo dijera, no se cumpliría...
-¡Eso es un cuento chino...! - espetó Logan bromeante.
En ese momento, Logan se acercó más a Janette y la miró de arriba a abajo y le pareció atractivamente sexy, y le dedicó una sonrisa ladeada.
-¿Por qué pones esa cara? - preguntó Janette sorprendida al verlo.
-Te veo... - hizo una pausa para mirarla a los ojos. - Sexy...
-Si un pijama que parece de una niña de diez años es sexy, entonces está bien. - bromeó Janette.
Logan le dedicó una sonrisa y le volvió a preguntar:
-Va, dime qué deseaste.
-¿Si te lo cuento, me dejarás dormir? - arrastró la voz bromeante.
-Mmm... Ya veremos... - bromeó Logan.
Janette lo miró de reojo y suspiró fingiendo estar cansada de él.
-Desee no olvidarte nunca.
Logan alzó sorprendido y le dedicó una sonrisa.
-¿Por qué desear eso? - murmuró Logan acariciándole una mejilla.
-Por si acaso...- sonrió Janette.
Logan le dio un beso en los labios y le deseó buenas noche, al igual que ella a él.
Logan se sentía perdido, como si de golpe le hubieran arrancado el corazón. Estaba por salir a buscarla estuviera dónde estuviera. Espera... ¿por qué no?