INSOMNIA.

By enigma_caroline_

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Shikamaru Nara es un joven de veintiún años y un genio policía que asciende rápido. Shikamaru nunca consigue... More

Introducción.
Prólogo.
Capítulo 1; Parques y juegos.
Capítulo 2; Moretones y flores.
Capítulo 3; Del colgante y helados.
Capítulo 4; Encuentros casuales.
Capítulo 5; Una cita.
Capítulo 7; Muñeca.
Capítulo 8; Salidas y confesiones.
Capítulo 9; El policía y el girasol.
Capítulo 10; Nuestra cita I.
Capítulo 11; Nuestra cita II.

Capítulo 6; El cuarteto de plata.

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By enigma_caroline_

—Yo... um —quería decirle que lo quería ver tan urgentemente porque no soportaba la idea de estar separado de él por mucho tiempo, pero las palabras no salían, no quería que pensara que estaba tan urgido de tenerlo cerca—. Um... Quiero que te vistas tan lindo que parezca que vas a una cita con el chico que te gusta —realmente esperaba que entendiera la indirecta.

—¿Oh? —Naruto se sonrojó.

—¿Puedes?

—¿Por qué quieres que me vista de esa forma-ttebayo? —estaba sonrojado.

Utakata alzó una ceja.

—Porque yo iré tan guapo que te opacaré —mintió. Porque me encantaría llamarlo una cita...

—No hay modo de que eso sea verdad —Naruto sonrió—, pero si eso es lo que quieres, puedes contar con ello. Creéme, me veré tan irresistible que vas a querer besarme-ttebayo.

—Hmp, estoy seguro que no es lo único que querrá hacer —murmuró Utakata, riéndose.

Cállate-ttebayo, moduló con sus labios, abochornado.

—Muy bien, zorrito —Shikamaru soltó una risa de la nada y sonó un par de burlas atrás—. ¿Puedes callarte? Estoy tratando de tener una conversación con Naruto.

—¡Que no me digas zorrito-ttebayo! —gritó, abochornado y luego parpadeó—. Espera, ¿ese es Kiba?

—¡Naru! —Shikamaru observó en silencio el momento en que le quitaron el celular de las manos, antes de mirar mal a Kiba. 

—¿Hola... hola? —Naruto frunció el ceño—. Demonios, se cortó.

Utakata tosió un poco y Naruto se giró a verlo, riendo al notar las cejas sugerentes del pelinegro.

—¿Y bien? Oí que tienes una cita —mostró una sonrisa. 

—Tú también tienes una y yo no estoy molestando —le picó la nariz con el dedo. El pelilacio alzó una ceja. 

—Creo que no estás recordando bien lo sucedido —afirmó—. Cuando te dije que invité a Hotaru en una cita no paraste de molestarme en una semana, así que espera lo mismo de mi parte, zo-rri-to. 

Naruto hizo una mueca. 

—Déjalo, solo no vuelvas a llamarme así-ttebayo —sacudió la cabeza. Sólo le gustaba cuando venía de los labios del Nara, Utakata notó eso y comenzó a reírse del rubio—. ¡No te rías de mí!

—¡Naruto, estás tan brillante! —siguió riendo.

Alguien tocó la puerta, haciendo que se voltearan a ver. 


Cuando la llamada se cortó, Shikamaru se volteó a ver al castaño con seriedad mientras este reía y se disculpaba por haber interrumpido. Cuando el pelinegro dijo que estaba hablando con Naruto, quiso saludarlo pero accidentalmente cuando le robó el teléfono al Nara, cortó la llamada.

—Lo siento, bro —se disculpó, devolviéndole el móvil—. Mm, ten,  puedes llamarlo de nuevo.

—No, descuida, ya le dije todo lo que tenía que decir —le restó importancia, sonriendo de medio lado al recordar como Naruto ponía a prueba su paciencia todo el tiempo. Kiba ladeó la cabeza, confundido por su repentina sonrisa.

—Ah... ¿Por qué sonríes así? —alzó las cejas y sonrió con picardía. Claro, ¿quién no sabía que Shikamaru Nara llevaba enamorado de Naruto desde comienzos de la primaria? Quizá hasta un poco más. 

—Tendremos una cita mañana —se encogió de hombros. Kiba estaba sumido en sus pensamientos, recordando inconscientemente cuando Naruto le rompió el corazón al pobre.

—Ah —Kiba asintió. Aunque le tomó un momento entenderlo, procesó la información y volteó a verlo con la boca abierta—. ¡¿Qué?! ¿En serio?

Shikamaru sonrió esta vez y asintió, feliz. Claro que se sentía feliz, después de todo, había extrañado a Naruto pero ya no era el mismo que años atrás. Ahora era un policía de 21 años que sería pronto promovido a detective y las cosas que había visto en su trabajo lo habían hecho madurar, además sabía que si no intentaba, no ganaría y quería a Naruto. 

Lucharía por él aunque muriera en el intento.

—Vaya, amigo, felicitaciones —Kiba lo palmeó varias veces, sonriendo—. Así que finalmente le dijiste.

—Bueno, técnicamente aún no le he dicho —murmuró, avergonzado. Kiba se refería a su confesión.

Sí, aunque tuvieran historia juntos, Shikamaru creía necesario que se confesara, además... Había ciertas cosas que debía decirle a Naruto, como su promoción. Si bien Minato había mencionado el tema, agradecía que no supiera el chisme completo o lo mataría antes de haber intentado robarse a su hijo. Quizá debía decirle a su suegro (si se convertía en él) cuando Naruto y él estuvieran lejos de su furia.

—Oh, así que planeaste la cita perfecta para confesarte —Kiba sonrió. Le alegraba saber que el Nara por fin se había decidido, había creído que luego de la situación con Naruto y aquel chico, el pelinegro se habría rendido al respecto—. ¡Como siempre, todo un genio! —alegó. 

—¿Qué hay de ti? —Shikamaru lo miró entonces—. ¿Cómo va todo? —meneó la cabeza.

—Bueno, Shino no me habla y Hinata sigue molesta conmigo pero voy bien —se encogió de hombros, sentándose a un lado del Shikamaru, quien le miró con el ceño fruncido—. Ah, Chouji está un poco molesto porque ese día no fui a su casa, pero me peleé con Hinata —se rió.

—Eres un idiota —Suspiró, rodando los ojos—. ¿Qué hiciste ahora?

—Besé a Shino estando borracho —sus orejas se tornaron rojas, Shikamaru alzó las cejas. Kiba apretó los labios, sabiendo que el Nara no lo juzgaría por eso—, y bueno, Hinata se molestó.

—Va, creo que si tienen ambos razón —Shikamaru bufó. Kiba tenía que ser idiota para besar a Shino mientras estaba al tanto del triángulo amoroso en el que se hallaba—, eres muy tonto. ¿No?

—¡Estaba borracho! —se excusó. Shino le había confesado que estaba enamorado de él cuando él sabía que Hinata estaba enamorada de Shino, ¡y lo había besado estando borracho! ¿Podía haberla cagado mejor? Se pasó una mano por la cara.

—Siempre estás borracho —sacó un cigarrillo.

—Sabes que Naruto odia los fumadores —Sí, su ex novio fumaba y Naruto lo detestaba.

—Si, bueno... Le diré que dejaré de fumar si me lo pide —encendió el cigarrillo, sonriendo. Naruto podía detestarlo de aquel estúpido pelirrojo pero no de él, de lo contrario se lo hubiera dicho—, dejaría de respirar si me lo pide —agregó, inhalando fuerte—. Aunque conozco a Naruto tan bien que jamás haría eso.

—Sí, ni siquiera cuando se enoja es así —Kiba se rió—, Naruto es demasiado puro para el mundo.

Shikamaru estaba en medio de una calada cuando las palabras de Naruto regresaron a su mente, haciéndolo sonreír y negar con la cabeza.

¿Acaso planeas probar de nuevo mi agilidad hasta que me duelan las piernas?

Claro, la última vez que se habían visto, él y el Twister habían probado su agilidad pero la forma en que Naruto lo había dicho... Joder, lo había hecho realmente pensar en cosas no tan puras, como las que habían hecho luego de eso. Tragó fuerte, consciente del problema que era pensarlo.

¿O esta vez vas a amarrarme para que no vuelva a huir de ti?

Claro que puro no era precisamente la palabra en la que él pensaba de Naruto en general. Al menos eso lo sabía desde el momento en que Naruto había hecho lo que nadie más pudo: Hacerle sentir deseo. Aunque saliera con muchas personas y exceptuando a su reciente ruptura seis meses atrás, no conoció a alguien que le hiciera temblar de la misma manera.

Si lo dices de esa forma hacerlo al aire libre suena muy romántico.

Y sí, ahora su mente estaba hecha un completo lío. Naruto era malvado, sabía bien que lo enloquecía y solo trataba de hacerlo perder la mente, ¿por qué? Nunca lo supo, pero el lado pervertido e intenso de Naruto lo excitaba y lo hacía amarlo mucho más de lo que ya hacía.

Me veré tan irresistible que vas a querer besarme-ttebayo.

Y todo era culpa de Naruto, sonrió con alegría, exhalando el humo.

—¿Ahora malgastan su tiempo aquí? —ambos levantaron la mirada hacia el castaño, quien sonrió, tenía un paquete de papas fritas en su mano—. Nee, Shikamaru, ¿no deberías estar trabajando?

—Voy a doblar un par de turnos más tarde así que estoy libre hasta la noche —puntualizó él, exhalando de nuevo—. ¿Qué hay de ti, Chouji? Últimamente te veo mucho en este parque, comienzo a sospechar de ti. 

—No estoy haciendo nada ilegal, oficial —alzó las manos con una sonrisa y miró a Kiba—. ¿Y tú?

—¿Eh? Creí que estabas molesto conmigo —Kiba parpadeó. 

Chouji alzó una ceja. 

—¿Debería?

—Bueno, la otra vez íbamos a salir y no fui —murmuró, Chouji rió entonces y negó.

—Shikamaru tampoco fue, se pasó toda la tarde con Naruto —se encogió de hombros—. Como sea, ¿qué están haciendo?

—Creo que ambos estamos pensando en lo estúpido que es Kiba y lo puro que es Naruto.

—¡Ey! —Kiba se quejó, aunque en el fondo admitía que era cierto.

Chouji comenzó a reír y negó con la cabeza.


—¡Naruto, estás tan brillante! —siguió riendo.

Alguien tocó la puerta, haciendo que se voltearan a ver, la misma se abrió enseguida dejando vislumbrar una cabellera roja y unos ojos grises azulados preciosos. Naruto suspiró al ver a su madre. Por un momento le asustó pensar que fuera su padre o algo, no que tuviera algo en su contra ni nada pero a veces se ponía un poco intenso respecto a los chicos en su cuarto.

—Ne, Naruto —ella sonrió, al rubio le dio escalofríos su sonrisa—, ¿puedo hacerte una pregunta?

Entonces Naruto sintió el verdadero terror. 

— S-sí —tartamudeó. Ah, seguro no era para tanto. ¿Verdad?

—¿Era tu novio... con quien hablabas antes?

—Ah...

Okay, sabía que iba a morir joven. De todos modos, Naruto se puso totalmente rojo luego de recordar el incidente con el morado en su cuello, se rascó la nuca.

—N-no. ¿P-por qué la pregunta? —Naruto le miró con confusión pero estaba completamente sonrojado, haciendo que Kushina comprendiera. Todavía no son novios, así que el tonto no había hecho una movida todavía—. ¿Pa-parezco gay, Utakata-ttebayo?

—Cariño, no engañas a nadie con esa forma de ser —Kushina rió—, pero tranquilo, no te voy a juzgar. Después de todo, eres mi hijo y yo te amo como eres, siempre puedes contar conmigo. Lo sabes, ¿verdad? 

Naruto bajó la mirada y asintió.

—¿Eres gay?

—Am, ¿en serio? —ambos miraron a Utakata, este alzó los hombros sonriendo—. Literalmente acabas de oírme coquetear con S- Un hombre-ttebayo —achicó los ojos.

—¿Un hombre?

—Es mi mejor amigo —aún así, las mejillas rojas de Naruto confundieron al mayor.

—Pero...

—Muy bien, dejemos de lado el tema, puedo ver como al pobre le están estallando los circuitos —murmuró Kushina, con una sonrisa y se acercó a Naruto—. ¿Así que...? ¿Qué te dijo esta vez?

—Bueno, él me... me dijo que su plan perfecto es... "Tú, yo, comida, velas, un lindo atardecer" Y... —sus orejas se pusieron rojas, y su madre sonrió. 

—Suena como a una cita para mí —se cruzó de brazos, pensativa.

—¡¿Verdad?! —Naruto escondió su rostro tras sus manos y balbuceó—. Además me dijo que debía ponerme tan lindo como si fuera a tener una cita con el chico que me gusta.

—Oh, mi Naru va a tener una cita romántica —soltó un chillido de la emoción y lo abrazó. 

Naruto la abrazó de vuelta y dejó que lo apretujara en sus brazos.

—Así que sí eres gay...

Ambos Uzumakis giraron su vista hacia el pelinegro y soltaron la carcajada. Utakata era un chico de mente abierta pero muy reservado así que casi se podía ver la sorpresa tras su rostro serio, él que nunca se interesaba por la vida amorosa de ninguno de sus amigos, se encontraba sorprendido de que el pequeño Naruto fuera gay. Después de todo, creía que quería a esa pelichicle fastidiosa.

—Um... Ahora que lo sabes, ¿puedes mantenerlo en secreto de los otros chicos-ttebayo?

Utakata se preguntó entonces qué razón tenía Naruto para sentirse tan avergonzado de su orientación sexual pero supuso que algo debía haber sucedido para haber llegado a ese punto, aun así, lo único que hizo fue asentir y sonreír un poco.

—No te preocupes, confía en mí, no le diré a nadie —afirmó—, es algo que solo tú tienes el derecho a decir pero... Quiero que sepas que está bien, ¿okay? No hay nada de que avergonzarse.

—Yo no... Um, gracias —bajó la mirada. 

—¡Okay! —Kushina aplaudió, asustándolos—. Volviendo al tema... ¿Qué planeas ponerte entonces para deslumbrar a ese chico que te gusta?

Naruto parpadeó, aterrado.

—¡No lo sé! —se quejó, poniéndose las manos en la cabeza—. Cuando le dije...

Creéme, me veré tan irresistible que vas a querer besarme-ttebayo.

—¡No puede ser! ¿Y si mejor no voy? Puedo decir que Karin se enfermó y debo cuidar de ella-ttebayo —se sentó en el borde de la cama—. No hay modo de que él quisiera besarme ni aunque me vea como una Victorious secret. Oh, pero en qué estaba pensando cuando le hablé así, seguro creerá que soy un rarito —se puso las manos en las mejillas, horrorizado.

—Ey, ey —Utakata lo agarró del hombro y le dio un par de palmaditas—, no digas eso. Naruto, cualquier hombre haría lo que fuera solo por tener un besito tuyo, no me imagino lo que harían por tu amor. ¡Por dios, incluso yo!

Naruto parpadeó y lo miró sorprendido.

—Um, bien, quizá eso fue una exageración —carraspeó—, el caso es que no te menosprecies, ¿ok?

—Él tiene razón, no te menosprecies, y ahora mismo iremos a ver qué ropa tienes, ¿sí? Déjamelo a mí —afirmó Kushina con una sonrisa mientras le acariciaba el rostro—. Ahora, ¿qué dicen si tomamos un poco de té y galletas antes de comenzar?

Naruto afirmó y los tres salieron del cuarto hacia el primer piso. Utakata se mantuvo callado y pensativo mientras que Naruto escuchaba los balbuceos emocionados de su madre sobre la ropa que llevaría.


—Creo que ambos estamos pensando en lo estúpido que es Kiba y lo puro que es Naruto.

—¡Ey! —Kiba se quejó, aunque en el fondo admitía que era cierto.

Chouji comenzó a reír y negó con la cabeza.

"Puro", Shikamaru había negado con la cabeza mientras sonreía antes de darle una nueva calada a su cigarrillo. Esa no era precisamente la palabra en la que él pensaba de Naruto en general. Al menos eso lo sabía desde el momento en que Naruto había hecho lo que nadie más pudo: Hacerle sentir deseo. Ahora su mente estaba hecha un completo lío y todo era culpa de Naruto pero le encantaba la sensación.

—Eh, tío, ¿tan temprano y ya pensando en cosas sucias? —Kiba lo jaló del mechón de cabello que le sobresalía de la frente. Shikamaru parpadeó un momento y lo giró a ver.

Bien, sabía que si Naruto estuviera con ellos en ese instante se encontraría feliz de tener al cuarteto de plata reunido, los cuatro que habían sido amigos desde tan pequeños y que compartían miles de anécdotas graciosas.  

—Idiota —le gruñó, mientras se soltaba la coleta alta para poder acomodarla. Le comenzaba a tallar así que debía volverse a arreglar para que no le fuera a molestar más.

—Mañana usarás el cabello así, ¿no es verdad? —Kiba sabía que lo haría.

Naruto había comentado que amaba el cabello largo de Shikamaru, aquella vez el pelinegro se había puesto tan rojo que no había entendido, pero entonces Chouji afirmó que Naruto era del tipo que jalaba el cabello. Había sido información levemente innecesaria si alguien le preguntaba.

—A Naruto le encanta cuando me lo dejo suelto —se encogió de hombros, mientras se ataba la coleta de nuevo. Kiba lo miró fijamente por un momento y luego suspiró. Después de todo, los sentimientos de Shikamaru no eran algo nuevo. ¿Cuánto tiempo había estado enamorado?

—A Shikamaru le encanta cuando Naruto le-

Shikamaru carraspeó y lo miró con seriedad, así que Chouji comió otra patata desganado.

—Tú solo conseguirás que te rompan el corazón —advirtió de mala gana, realmente no tenía nada en contra de Naruto, era su amigo pero luego de aquel día, Chouji y él solo veían la tristeza en Shikamaru—. Si Naruto estuviera interesado en ti todavía no habría huido aquella vez, ¿y si no va mañana qué harás? ¿Lo mismo que hiciste la última vez?

—...

—Eso pensé —Kiba suspiró—. Oi, sabes que no quiero arruinar tus ilusiones pero como tu amigo es mi deber ponerte los pies sobre la tierra de vez en cuando —Chouji y él se miraron—. Escucha, Naruto es dulce y muy inocente, incluso me atrevería a decir que es tan denso como torpe pero también es mi amigo. No quiero que se lastimen el uno al otro, así que...

—Me retiraré lentamente —fue lo que respondió entonces, Kiba frunció el ceño, Chouji dejó de comer y Shikamaru clavó el cigarrillo en la calle—. Si Naruto me rechaza de nuevo, yo... Aceptaré el trabajo en Norte américa y viviré mi duelo, conoceré a alguien más y seguiré con mi vida dejando a un lado al amor de mi vida para siempre, para que él pueda ser feliz —alzó la vista, suspirando—. Pero...

Como desearía ser una nube a veces...

—Parece que ya lo tenías bastante planeado —se quejó el Inuzuka.

Shikamaru alzó los hombros. Si fuera una nube no tendría que preocuparse por nada, podría vivir sin preocupaciones ni pensamientos tristes, volar en el cielo con tranquilidad. Pero no era una nube, era un ser humano, frágil y lleno de preocupaciones que no le dejaban dormir de toda clase pero la que encabezaba la lista era un tal Naruto Uzumaki.

—Bueno, eso es lo de menos, espero que no me rechace —se rió, pasándose una mano por el cabello. Chouji y Kiba se miraron de nuevo.

—Claro...

—Al menos finjan que creen que tengo una oportunidad —masculló, frunciendo el ceño.

—Yo creo que la tienes —Chouji suspiró.

—Sí, sí creo que la tengas, pero eso también me asusta... —Kiba soltó un suspiro—. Como sea, ¿has dormido últimamente?

Shikamaru decidió que era hora de encender un nuevo cigarrillo, chasqueando la lengua.

—Tomaré eso como un no —murmuró una vez lo vio encenderlo, y suspiró.

Shikamaru tenía problemas de sueño. Insomnia, para ser exactos, había sido así desde que se conocían pero Kiba y Chouji tenían la creencia de que era algo mucho más allá. Que la verdadera razón por la que Shikamaru Nara no podía conciliar el sueño era una sola y tenía nombre, apellido y cabello dorado.

—¿Qué piensas hacer entonces?

—Bueno, le voy a pedir que se mude conmigo si todo sale bien —los miró con los labios fruncidos. Ambos sintieron una gotita de sudor sobre sus cabezas. ¿Era broma? No, por el rostro que tenía en el momento era obvio que no lo era—. A Canadá...

—Estás loco. 

—Ahora sí te chiflaste, Shikamaru —Chouji paró de comer por la sorpresa. 

—¿Creen que está mal? Siento que si me voy de nuevo lo perderé para siempre, yo...

—Entiendo —Kiba asintió, poniendo su mano sobre el hombro del Nara—, haz lo que tengas que hacer, nosotros te apoyaremos sea la decisión que tomes. ¿Está bien? Por eso somos el cuarteto de plata, con Naruto también —afirmó. 

Shikamaru sonrió, agradeciendo la comprensión y el apoyo que tanto necesitaba.

.

.

.

Sexto capítulo de INSOMNIA.

Disclaimer: Los personajes le pertenecen a Masashi Kishimoto, creador del manga y anime Naruto. Universo alternativo. Novela BL. Lee bajo tu propio criterio. Créditos de las imágenes a sus respectivos autores/as. Atente a las consecuencias en caso de leer. Historia alternativa a HIPERSOMNIA (Itanaru).

¡Feliz inicio de mes!

Comienza finalmente el mes del orgullo y pensé en sacar un cap por la ocasión. 

Espero que tengan un mes fantástico-ttebayo. 

Gracias por todo. 

¡Ojalá les haya gustado el capítulo!

Amnesia, fuera.

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