Samantha
-¡¿Hay alguien ahí?! - Grite mientras me encontraba atada a una silla adentro de lo qué parecía ser una bodega -.¡¿Alguien me puede escuchar?!
-Tranquila cariño - La voz de Azami suena en el lugar -.Nadie puede escuchar tus palabras aquí.
-¡¿Dónde estás?! - Comencé a recorrer el lugar con mí vista buscando a la vampiro -.¡Muéstrate!
-Aquí estoy - Su voz ahora suena cerca de mí oído derecho, giro mí cabeza y la veo dándome una descarada sonrisa -.Yo creía qué te había matado, no despertabas, tienes el sueño pesado niña.
-¿Cuánto tiempo llevo aquí?
-Una noche, un día - Respondé ella.
-¿Para qué me trajiste?, ¿Qué es lo qué quieres lograr con esto?
-Calma princesa, solamente una pregunta a la vez por favor - Dice y se pone delante de mí -.Tú estás aquí, para qué la reina Mikoto me entregué su corona.
-¿Quieres ser la reina de los vampiros? - Me reí -.Estás loca.
Ella gruñe por mis palabras haciendo qué me llevará un gran susto.
-Cuida tus míseras palabras mocosa, oh podría arrancar tu hermosa y real lengua.
-La reina no te va a entregar su corona.
-¿Eso crees? - Ríe por mis palabras -.Es qué la reina no va a tener opciones para elegir, Samantha, ella me va a dar su corona para así salvarse de la guerra con Transilvania, ¿Por qué crees qué te traje?
-Estás completamente loca.
Me da con mucha fuerza y velocidad una bofetada en la mejilla izquierda.
-Te dije qué cuidarás tu boca, ahora espero qué seas paciente y esperes hasta la media noche para ver a tú príncipe azul.
-¿Qué quieres decir con eso?
-Te he estado vigilando desdé qué llegaste a Japón con tus amigos, sé qué Takumi te gusta y aún qué no lo veas también lo atrapaste con la primera vez qué te vio.
¿Eso era cierto?, Pensé.
-Aún qué se haga el chico malo, Samantha él es todo lo contrario esa simplemente es una armadura qué él creo para ya no ser lastimado nuevamente por el amor.
-¿Él ya fue lastimado? - La vampiro asintió -.¿Por quién?
-Por mí - Responde sin rodeos -.Yo fui el primer y gran amor de Takumi pero claro solamente fue una farsa para poder llegar a la corona vampiríca.
-Eres un asco.
-Dime cómo quieras hermosa, ahora disfruta tú estancia iré a comunicarme con tú novio.
Ella da media vuelta y comienza a caminar hacia la puerta de metal de la bodega.
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Takumi
-¿Aún nada? - Cuestiona mí madre tras verme visto entrar a la sala del trono acompañado por el hermano de Samantha y por su amigo Leo.
-Nada - Respondí -.No hay rastros de ella.
Seung camina hacia mí y me toma por el cuello mientras sus ojos daban un brilló plateado.
-Todo esto está pasando por ti - Aprieta mí cuello más y más -.Sí no la hubieras dejado salir de ese antro sola, sí no te hubieras comportado cómo un idiota con ella, Samantha estaría aquí.
-Lo siento - Respondí con dificultad.
-Seung por favor perdona a mí hijo - Pide la reina -.Le juro qué encontraremos a su hermana.
-Madre, el príncipe Seung tiene todo el derecho de molestarse con el tonto de mí hermano - Akemi entra a la sala del trono acompañado por Fanny Jones -.Todo esto pasó por su imprudencia de siempre, sí no se hubiera comportado cómo un imbécil, no hubiera asustado a la princesa y esto no estaría pasando, así qué no pidas qué Seung se calme por favor.
Seung me suelta y después me da un puñetazo con su puño derecho.
-Más te vale qué mí hermana aparezca, oh te arrancaré la maldita garganta de un solo golpe - Me dice.
Todo esto es mí culpa, todos aquí tienen razón me comporte cómo un idiota y por esa idiotez mía Samantha está quien sabe dónde, posiblemente en peligro, no puedo con esto necesito saber en dónde está, necesito saber sí está bien.
-La voy a encontrar y sí no responderé ante el rey de Transilvania - Dije bastante decidido.
-Eso espero - Akemi me mira bastante molesto -.Espero qué está vez respondas por tus idioteces.
-¿Señorita Jones se encuentra bien? - Pregunta mí madre y todos miramos a la cazadora -.¿Qué siente?
-No, nada, me encuentro perfectamente - Responde ella -.Simplemente sentí una presión en el pecho algo fuerte pero no es nada, no se preocupe su majestad.
Las puertas de la sala del trono se abrieron, un sirviente entro con una carta en mano, se acercó a la reina y le dio la carta.
-¿De quién es? - Cuestiona mí madre mientras abría el sobre -.No tiene remitente.
-Simplemente la encontramos en la puerta del palacio su majestad - Dice el sirviente.
Mí madre saca la carta del sobre y comienza a leerla en voz alta para qué todos pudiéramos escuchar.
Querida reina Mikoto, antes de ir al asunto principal de la carta espero qué se encuentre excelente, espero qué esté disfrutando de su último día cómo la reina de los vampiros de Japón, ahora pasemos al asunto qué realmente importa aquí, seguramente en esté último día no han dejado de buscar a la princesa heredera de Transilvania, pues les tengo una gran noticia a todos ustedes la princesa Samantha Blackwood se encuentra en esté momento cómo mí huésped, la pobre se encontraba totalmente triste caminando por la oscura calle de Osaka yo no la podía dejar ahí le podía pasar algo malo, ahora qué sí ustedes no cumplen con lo qué les pediré a continuación algo muy pero muy malo le podría ocurrir a la amada princesa, quiero qué me entregen la corona de Japón, de lo contrario a la princesa le conseguiré un boleto de primera clase al infierno, nos veremos para hacer el intercambio en el muelle de la ciudad a la media noche, más les vale no faltar por el bien de Samantha.
-Es de Azami - Mamá nos mira a todos bastante seria -.Ella tiene a la princesa Samantha
-No podemos darle la corona vampiríca - Habla mí hermano dando un paso hacia adelante -.Nosotros sabemos lo qué esa loca podría hacer, podría acabar exponiendo a los vampiros ante los humanos.
-¿Y qué propones hermano? - Lo cuestionó -.¿Dejar qué esa perra mate a Samantha?
-No estoy diciendo eso, Takumi - Él desvía su mirada hacia mí -.Simplemente digo qué no le podemos dar la corona es un riesgo para todos aquí.
-Esa tal Azami, ¿Quién es? - Habla Leo.
-Una vampiro qué ha querido la corona de mí madre por años, ella antes era el amor de mí querido hermanito pero no era más qué un juego para llegar a la corona de la reina - Responde Akemi.
-No era necesario qué dijeras eso - Comenté.
-Sí era necesario, Takumi cómo también es necesario qué pienses en algún plan para sacar viva a la princesa de las garras de esa vampiro para antes de la media noche, todo esto está pasando por tú culpa, tú tienes qué resolverlo.
-No te preocupes, hermano lo planeo resolver - Respondí seriamente y después camine hacia el pasillo para salir de la sala del trono -.La princesa Samantha estará bien para la media noche, de eso me encargo yo.
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Ángelus
-¡Hola! - Grite con la esperanza de conseguir respuesta alguna mientras avanzaba por el cementerio -.¡Hola!, ¡¿Hay alguien?!
Carajo, no sé cómo demonios llegué a esté lugar lo último qué recuerdo es qué mí padre estaba delante de mí, ¡Estaba vivo!
Después perdí el conocimiento y cuando desperté me encontraba tirado en medio de esté cementerio, ya llevo caminando bastante tiempo por el y tal parece qué esté cementerio no tiene fin, es según yo infinito.
-Mierda - Me recargo sobre la estatua de un ángel -.Tengo qué encontrar la manera de salir de aquí.
-Creo qué te puedo ayudar con eso - Una voz suena por el lugar en dónde me encontraba y rápidamente comienzo a buscar al dueño de esa voz con la mirada.
-¡¿Quién eres?!
-Un amigo - Responde aún sin mostrarse.
El sonido de unos pasos se hicieron presentes a mis espaldas, doy media vuelta rápido y me topo con un hombre el cuál vestía con una gabardina de piel.
-¿Quién eres? - Pregunté.
-Me puedes llamar Van Helsing.
-¡¿V-van Helsing?!
Él asintió.
-Sí, sé perfectamente quién eres, Ángelus Blackwood Jones - Se recarga sobre una tumba y cruza sus brazos -.Hiciste un verdadero desastre niño, llamaste la atención de los humanos y mataste.
-¿Cómo sabes todo eso?
-Los fantasmas no tenemos mucho qué hacer, ¿Sabes?, más qué sentarnos y ver a todos haciendo del mundo una mierda - Responde él -.Vlad Tepes realmente te tiene bajo su entero control, después de beber esa sangre tú cuerpo pedirá más y más sangre fresca hasta qué finalmente le des a Tepes el poder qué quiere, claro al menos qué hagas algo al respecto.
-¿Qué quieres decir?, ¿Puedo hacer algo?
-Claro qué puedes hacer algo - Me dice el legendario cazador de vampiros.
-¿Qué puedo hacer?
-Revivirme.
-¡¿Qué?! ¡No!
-Niño, yo nunca fui el verdadero enemigo, se lo dije a tú padre pero él nunca me hizo caso pero espero qué tú seas más inteligente qué él - Comienza a caminar hacia mí, se para enfrente mío y me mira bastante serio -.Se viene una guerra, Ángel y necesitarás aliados, nosotros dos tenemos el mismo objetivo, matar a Vlad Tepes, además con su espada de regreso en su poder Tepes es más peligroso qué nunca.
-¿Qué sabes de la espada?
-Lo suficiente, sé qué esa espada guarda en su interior un peligroso poder con el qué Tepes puede crear y mejorar a todo un ejército de vampiros e hijos del dragón.
-¿La espada puede hacer eso?
-Sí, pero sí me revives Ángelus yo puedo llevarte hasta una arma con el mismo poder qué la de Tepes para poder hacerle frente a ese maldito infeliz y garantizar la supervivencia de todos los qué amas.
-¿Una arma?
-La espada de la salvación, según una antigua leyenda de los cazadores esa arma le fue dada al primer cazador por el mismísimo dios para ayudar en la cacería de vampiros, está bendecida y puede hacer desaparecer a Tepes para siempre de la faz de la tierra.
-¿Dónde está esa arma?
-Todo a su tiempo, niño primero quiero saber sí me vas a traer de regreso.
No era una buena idea pero sí esa arma qué él dice tiene el poder suficiente para derrotar a Vlad Tepes de una buena vez no tenía nada qué pensar aquí.
-Ok - Le digo suspirando -.Te revivire pero no intentes nada, ¿Quedó claro?, Van Helsing.
-Claro, no intentaré nada tienes mí palabra de cazador - Dice.
-Ok...- Le doy mis manos -.Toma mis manos.
Él hace lo qué le ordene, cierro los ojos y poco a poco voy sintiendo cómo todo mí poder de centra en mis dos manos. Abrí mis ojos y un brilló color blanco se presento, Van Helsing sonrió y después me miró.
-Nos veremos pronto, Ángelus ahora somos aliados y pelearé contigo contra Tepes.
Tras sus palabras el resplandor me sego completamente. Al abrir nuevamente los ojos note qué me encontraba recostado en mí cama y qué mí abuela se encontraba a mí derecha recargada sobre la cabecera de la cama.
-Abuela...- La llamó con voz débil y ella desvía su mirada hacia mí dirección.
-Tesoro, ¿Cómo te sientes?
-Mal, me siento mal...
-Eso ya pasará pronto.
-Abuela, mí papá... ¿El...?
-Esta vivo, Ángelus, tú papá está vivo y está preocupado por ti.
-¿Dónde está?
-Salió con Drake, Caín, Celica y con los vasallos de tú abuelo, fueron a buscar a Vlad, Draco quiere hacer qué pague por lo qué te hizo.
-Es...- Me recargo en la cabecera también -.Peligroso, tengo qué ir también.
-No señor, tú no te vas a levantar de la cama hasta qué recuperes todas tus fuerzas, ¿Entendido?
-Abuela yo ten...
-Ángelus Blackwood, no irás a ninguna parte y cuándo yo digo qué no es no.
-Cómo desees - Reí nervioso.
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Samantha
-Señorita - Un vampiro se acerca a Azami -.El auto de la familia real está en la entrada de los muelles.
-Ok, quédate con nuestra invitada yo iré a recibir mí corona cómo la nueva reina de los vampiros de Japón.
Ella tras haber dicho eso se fue a velocidad de vampiro del lugar y me dejó sola custodiada por ese vampiro. No paso ni un solo minuto cuándo ese mismo vampiro salió disparado hacia una de las enormes cajas de madera.
-Samantha - Takumi aparece frente a mí, se agacha para mirarme y toma mí mejilla izquierda -.¿Estás bien?, ¿No te lastimaron?
-¿Qué estás haciendo aquí? - Le pregunté y él de la nada pego su frente con la mía.
-¿Qué te parece qué estoy haciendo?, salvando tú vida, gracias al cielo estás bien, tenemos qué salir de aquí.
Él se levanta y troza las cuerdas qué me retenían a la silla.
Me pongo de pié, toma mí mano derecha y ambos comenzamos a caminar hacia la puerta de la bodega.
-¿Iban a un lado? - Vemos a Azami aparecer enfrente nuestro obligando a detenernos -.¿Creíste qué me tomarías el pelo?
-Pues al parecer sí lo hice - Responde el vampiro heredero -.Fuiste hacia mí distracción fácilmente, realmente estás desesperada por tener la corona.
-Cree lo qué quieras, ahora ninguno de los dos saldrá de aquí con vida.
Una vez dijo eso aproximadamente siete vampiros aparecieron en el lugar y nos rodearon.
-Samantha, escondete todo estará bien - Me dice él.
Asentí y corrí atrás de una caja para observar lo qué estaba apunto de suceder entre los vampiros.
-¡Ataquen! - Ordena la vampiro.
Todos los vampiros se fueron en contra de Takumi y después una feroz batalla comenzó ante mis ojos. Takumi era muy rápido con un simple esfuerzo de su parte logro arrancarle la cabeza a tres vampiros de Azami. Takumi formo dos espadas de hielo en sus manos y con ellas se encargó del resto de vampiros sin pestañear.
Cuándo Azami vio qué no le quedaban ya ningún vampiro decidió pelear por fin y corrió hacia el príncipe heredero de Japón. Él hizo las espadas agua, corrió hacia la vampiro igualmente y cuándo ambos se encontraron comenzaron a pelear cómo animales salvajes.
El príncipe se descuido un momento tras Azami esquivar un golpe, ella lo tomo del cuello, lo lanzó contra una caja cercana, Takumi se levantó rápidamente pero la vampiro lo sorprendió apareciendo delante de él y sin piedad alguna lo comenzó a golpear en el rostro sin piedad.
Cuándo hizo qué él comenzará derramar sangre lo volvió a tomar por el cuello y luego lo volvió a lanzar contra otra caja. Ella camino hacia él lentamente después de haber tomado un pedazo de madera del suelo, llegó a Takumi y lo miró burlona.
-Te has hecho débil, antes me podrías me podías haber vencido pero ahora ya no puedes hacerlo - Le dice la vampiro mientras Takumi escupía sangre -.No puedo creer qué te guste esa niña estúpida, yo qué pensaba qué tenías un muy buen gusto.
-¿Cómo voy a tener buen gusto? - Trata de ponerse de pié pero Azami lo empuja hacia el suelo de nuevo con su pié derecho -.Sí me fijé en ti.
-Vaya así qué confiesas qué sientes algo por ella.
-Sí...- Responde él dejándome totalmente atónita.
-Esas tonterías del amor a primera vista son una porquería, pero bueno supongo qué no podrás disfrutar de el amor por qué estoy apunto de matarte.
No, no podía dejar qué lo matará. Revise el suelo, note qué un pedazo de la caja qué se había roto se encontraba justo en mis pies, lo tome y después comencé a caminar entre las otras cajas para qué Azami no me viera y así sorprenderla.
-Lo siento amor, pero así tiene qué ser me saludas a tú padre en el otro mundo, adiós Takumi.
-¡Adios para ti perra! - Salí del escondite rápidamente, llegué a Azami, ella volteó y yo le clave la madera en el corazón -.Eso fue por todo lo qué me hiciste, por lastimar a Takumi y por decirme qué los kimonos me quedan feos.
Me alejo de ella y después se desploma en el suelo ya sin vida.
-Takumi - Me acercó a él para avisarle -.¡¿Estás bien?!
-No... te preocupes.
-Mira cómo te dejo, estás muy herido - Tomó sus mejillas con mis manos.
-Soy vampiro, estaré bien en unas horas, no te preocupes por mí, Samantha - Él me mira mientras su boca seguía sangrando.
-¿Qué puedo hacer para ayudar?
-Hay una cosa qué puedes hacer para qué yo pueda sentirme por fin en paz conmigo mismo y poder dormir bien.
-¿Qué cosa?
-Bésame, bésame por favor.
¡¿Qué?!, ¿Quiere qué lo besé?, ¿De verdad?
-¿De verdad? - Susurré.
-Samantha, házlo...
Mire sus labios, limpie la sangre qué tenían, me acerqué lentamente a ellos y después uní mis labios con los suyos. Esto era algo completamente sorprendente, nunca antes había besado, se sentía una corriente electrónica muy agradable no lo podía describir.
Nos separamos por la falta de aire y él me dio una sonrisa muy agradable.
-¿Mejor?
-Totalmente - Dice él manteniendo aún esa sonrisa.
La puerta de la bodega se abrió, miramos los dos hacia allá y vimos a Seung y a el príncipe Akemi entrar corriendo hacia nosotros.
Me puse de pié, el futuro rey se acercó a su hermano y Seung al llegar a mí me abrazo.
-¿Estás bien?
-Seung, estoy bien no te preocupes.
-¿Quién mato a Azami? - Pregunta Akemi.
-Samantha - Informa su hermano menor -.Ella es una guerrera me salvó a mí.
-¿De verdad? - Pregunta mí hermano.
-Era una perra se lo merecía, ella dijo qué me veía fea con kimonos y lo tenía qué pagar - Dije.
-Salgamos de aquí y volvamos al palacio - Nos dice Akemi -.Los sirvientes vendrán a limpiar esté lugar.
Todos asentimos.
Aún no puedo creerlo lo besé, lo hice...
¡Lo besé!