Hacia lo Prohibido ©

By Nara_CC

199K 8.9K 15.2K

Collet Zane es una adolescente que, junto a su mudanza de Carolina del Norte a nueva York, viene a su vida lo... More

ANTES DE LEER
Prefacio
Introducción | Collet Zane
...
Capitulo 1 | El comienzo de todo
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 5 | Parte 2
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 8 | Parte 2
Capítulo 9 | Un faro y un cigarro
Capítulo 10 | Impotencia
Capítulo 11 | Al carajo
Capítulo 12 | La diferencia entre...
Capítulo 13 | Impulsos
Capítulo 14 | Karma
Capítulo 15 | Descubriendo la verdad
Alas de ángel
Capítulo 16 | Sentimientos
Capítulo 17 | Dudas sin responder y Encaros
Capitulo 17 | Parte 2
Capítulo 18 | Choque con la realidad
Capítulo 19 | Mal presentimiento.
Capítulo 20 | Demone
Capítulo 21 | Consecuencias
Capítulo 22 | Límites
Capítulo 23 | A la vista de alguien
Capítulo 24 | Espejos
Capítulo 25 | Desde las sombras
Capítulo 26 | Escarmiento cruel
Capítulo 27 | Eres como las otras
Capítulo 28 | La última gota
Capítulo 29 | Eso es de tramposos
Capitulo 29 | Parte 2
Capítulo 30 | Me arrebataron...
Capítulo 31 | Tu y Yo
Capítulo 32 | Tú y Yo, claro que sí.
Capítulo 33 | Navidad diferente
¿Esto es un...?
Capítulo 34 | Revolución de las ratas.
Capítulo 35 | Desgracia de media noche
Capítulo 36 | Afrontando el sufrimiento
Capítulo 37 | Encuentros sabor a tristeza
Capítulo 38 | La última copa
Extra | Bajo mi atención.
Capítulo 39 | Ni un beso, ni un perdón
Capítulo 40 | Nuestro destino
Capítulo 42 | Asuntos ajenos
Capítulo 43 | El sabor de la verdad
Capítulo 44 | Llena eres de desgracia
Capítulo 45 | Mi suerte, tu suerte, nuestra suerte.
Epílogo
Agradecimientos.
Hacia la Obsesión.
Un pequeño regalo
El sabor a muerte.
Extra -Halloween atrasado-
Escena fugaz

Capítulo 41 | Tiempo cumplido

1.8K 94 239
By Nara_CC

Canción. 

Lady Gaga - Till It Happens To You.

Tiempo cumplido.

Collet.

Ha pasado una semana desde que se fue, desde que me dejó sin importarle como me quedaría.

No lo veo en la universidad, no lo veo en la calle, no lo veo en ningún lado y mi desesperación por querer verlo es mucha y me causa ansiedad al nivel de solo llorar sin parar. Al principio creí que solo estaba jugando conmigo, que se habría ido solo a su casa y ya luego de un día volvería a mí, que me buscaría como siempre lo hace pero no fue así, de verdad desapareció, es como si la tierra se lo tragó porque no hay rastro de él y nadie habla de él.

Liam me evade, está de mal humor y a Evans solo lo miro caminar porqué sí, a Camille la miré llorando cuando vine a la universidad luego de la competencia y las demás que le seguían solo la consolaban sin saber que más hacer. Chloe se ve mal al lado de Liam y allí es cuando entiendo que de verdad se fue ¡No podía irse!

Sollozo con fuerza en el cuarto de la casa de Adikia y ella no sabe que hacer, cuando vine devastada de las Vegas le conté lo que ocurrió y ella solo se quedó en silencio, no me vio, solo vio a la nada como si estuviera recordando y pensando muchas cosas. Ahora lo único que hace es decirme que no llore porque mucho no es bueno y me consuela solo abrazándome, sin hacer más nada.

La vi tensa por los primeros días, sigue de la misma manera pero intenta disimularlo.

Me hago un ovillo en el colchón de la cama queriendo que alguien entienda mi dolor, que alguien sepa lo que siento y me diga que todo estará bien. Quiero a papá, quiero a mi mamá, quiero a mi hermana y quiero a mi amigo que siempre me consolaba de todo lo que su hermano me hacía.

¡Pero el problema es que no están!

Y eso me consume tanto, quiero cerrar mis ojos y dormir por mucho tiempo.

En la academia a pesar de que ya me aceptaron me es difícil ir y practicar ganándome las regañadas de Fernán.

—Collet, si no es capaz debería mejor de ser sincera y dejarle el cargo a otra chica.

Me aferro a la puertecilla de mi loquer, suspiro y asiento, acepto que o puedo con el cargo. 

—Sí. —le digo aún de espaldas a él.

—¿Sí qué?

—Sí, coloque a alguien más como capitana. Yo no quiero estar más. 

—¿Qué?

Me toma del hombro y me voltea, me observa cuando estoy frente a él y arruga sus cejas. 

—Ya no soy capaz de seguir profesor —soy sincera sin vergüenza de demostrar mi vulnerabilidad. 

No quita su expresión, parece molesto y me agarra de la mandíbula ladeando mi rostro, viendo mi mejilla. 

—¿Qué le está ocurriendo Collet? ¿Tanto escándalo cuando la expulsaron y ahora que está dentro de nuevo viene y quiere dejar todo?

Me muerdo el labio cuando me obliga a verlo, sus ojos azules me miran con muchas cosas a la vez y quiero evitar llorar frente a él pero no aguanto más, su interés me desmorona a como realmente estoy y bajo la mirada cuando comienzo a sollozar. 

Suelta poco a poco mi rostro, levanto la vista y me mira reprochante, niega con su cabeza. 

—Debe aprender a separar su vida amorosa de la académica y laboral, no le voy a permitir que siga de esa manera. O se compone o mire que hace. 

Se da la vuelta molesto y observo como se aleja de mí, «Creí que él me iba a entender»

Cuando salgo voy directo al bar en donde me encuentro a Allie y Owen. A ella ya se le nota cada vez mas su pancita, a pesar que ella se coloque blusas grandes y holgadas. 

—Iré a con Seth —informa y acepto. 

No se que es lo que ella ha tenido con ese hombre que nunca he conocido ni le he visto la cara pero supongo que no le afecta en nada que ella esté embarazada.

—¿Por qué no te das unas vacaciones? —inquiere Owen tomando de su cerveza. 

—¿Vacaciones para qué?

—Te haría bien, por no decir que lo necesitas. Miráte, tu brillo se está apagando y no es bueno eso. —Agarra mi mano. —Entiendo tu dolor por la perdida de tus difuntos, pero estoy sintiendo que estás sufriendo más por Hanniel que por los demás...

—No...

—Él no vale la pena y lo sabes Collet, además. —piensa, se retracta y luego vuelve a estar seguro— Perdón por lo que diré, pero sabes bien que jamás ibas a tener algo con él. Joder ¿Quién carajos no conoce a Hanniel y sabe que primero te deja en la mierda antes de alguna relación?

—No me estás ayudando Owen —las lagrimas amargas salen por mis ojos. 

—¿No? pues lo siento, pero yo no te voy a dar falsas ilusiones con él, fue mi mejor amigo por mucho tiempo y por eso y muchas cosas más te digo que no vale la pena sufrir por él. 

—Hablas como si yo eligiera con que sufrir y con que no. Me enamoré de él sin querer y ya está, por algo fue y por eso odio tanto que se haya ido de esta manera. 

—¿Se fue?

Se extraña y arruga sus cejas. 

—Sí, llegó a decírmelo en la competencia de la academia, todos lo saben. 

—Que sorprendente entonces, pero estoy cien por ciento seguro que nadie sabía, él no es de andar dando avisos de lo que hará. 

—¿Qué insinúas?

—Que solo a tí te lo dijo, y estoy comenzando a creer que fue exactamente para dejarte como estás ahora. 

No respondo y me quedo callada, mis lagrimas cesan y el dudar de lo que me ha dicho se fomenta. No, No creo que lo haya hecho con intenciones de herirme, de todas formas iba a sufrir si no me decía y luego de los días me diera cuenta de que se fue definitivamente. 

Owen no insiste en más y solo toma de su bebida, miro a mi alrededor y una chica castaña se comienza a acercar directamente a nosotros, arrugo mis cejas, reparo en ella y un amargo sabor de boca se presenta, él levanta la vista justo cuando ella me sonríe y toca su hombro. 

Este voltea, sonríe con encanto cuando la ve y ella se inclina a él acunando el rostro, se sumergen en un beso, el cual, dura mas de lo que para mi sería cómodo y comienzo a limpiar con mi trapo la barra.

—Hey —me llama él de nuevo y me acerco otra vez.—, Collet te presento a mi novia Martina, y Martina ella es Collet, una buena amiga —me presenta y él acaricia su cintura y me es imposible no reparar en eso, ella me sonríe otra vez y yo por mas que quiero no puedo devolverle la sonrisa. 

—Que gusto Collet —extiende su mano y yo solo reparo en ella sin corresponder, Owen mira la mano de ella en el aire y arruga su ceño elevando su rostro para verme, ella nota que no le tomaré la mano e incomoda la aleja— eh... es genial conocer los amigos de mi bebé. 

¿Bebé? resoplo en mis adentros. 

—Nos vemos luego Owen —le digo importándome una mierda que él se cabree por yo tratar así a su noviecita. 

Me da un nuevo bajón y es que no quiero sonar egoísta pero la atención de él en mi me gustaba mucho, además que esa Martina tiene un aire que me causa desconfianza y yo no desconfío por gusto. 

Al final de la noche Allie se me acerca y se despide de mi. 

—Ya me voy cariño —me abraza y le correspondo sintiendo su calor— ¿Y tú?

—Salgo hasta las dos de la madrugada o probablemente a las tres. 

Ella hace mala cara. 

—¿Sabes que puedes ir a vivir a mi casa cierto? puedo ayudarte con poco de dinero para que no trabajes en este lugar. 

Niego, sonrío sin ganas y la vuelvo a abrazar. «No se porqué tengo la necesidad de abrazarla mucho»

—Ya tengo donde vivir y no me quiero aprovechar de tu dinero Allie. 

—No es que te aproveches...

—Gracias, pero quiero ganarme el dinero con creces. 

—Quién te entiende, pero está bien, nos vemos mañana. 

Asiento y cuando me da un beso en la mejilla veo como Owen le dice algo a su novia y ella acepta, la deja y se acerca a nosotras.

—Me voy yo también —informa y Allie me suelta alejándose. Espera a que se vaya su hermana, entiendo porque y exhalo cansada, centra su vista en mí y noto su confusión— ¿Qué ocurre?

Resoplo, volteo los ojos.

—¿Porqué lo grosera con Mar..?

No dejo que termine porque lo tomo del cuello y lo estámpo contra mis labios besándolo sin disimulo, sé del deseo que siente por mí y sonrío en mi interior cuando me sigue. No sé porqué carajos lo hago pero siento esa necesidad que no desaprovecho y lo disfruto como todo lo que me hace falta, quiero seguir y él también por lo que veo pero nos separan. 

—¡¿Qué mierda Owen?! —es su novia y me aleja empujando por el pecho con puños a él que cierra por unos segundos sus ojos y se centra en mí al tiempo en que ella se me viene encima plantándome una cachetada.— ¡¿Y tú?! ¡Perra descarada!

No hago mas con mi rostro de lado, me enderezo y empuña sus manos dispuesta a pegarme más pero Owen la toma de la cintura impidiéndolo, ella alega y grita indiganda por lo que hicimos, lo miro a él y este asiente con su rostro encantador, me indica las cosas y me doy la vuelta entrando por la puerta al salón de empleados y me siento en una silla viendo a la nada, perdida en todo.

Al día siguiente, luego de ir a la universidad y no ver a Allie me voy a la academia, voy caminando y me rasco el brazo, este se pone blanco escarapelado con la marca de mis uña y tuerzo la boca. «Odio mi piel seca» 

Vuelvo hacer lo mismo con el oro brazo y ocurre lo mismo. Tengo la piel tan descuidad y es que a parte de no querer hacer nada, ni siquiera con mi cuerpo, he dejado la mayoría de mis cremas en casa con papá, por eso también no me aplico ni porque tuviera ganas. Pero ahora me veo y sé que yo no soy de estar así por lo que giro sobre mis pies ahora tomando rumbo a casa de papá. 

Él no debería estar, o mas bien dicho; no lo está porque su hora de salida es a las seis de la tarde y son las tres. Iré, tomaré mi caja de cremas y saldré lo más ante posible. 

Camino y al llegar a la casa me quedo parada al frente por un buen rato, suspiro y me agarra la horrible nostalgia que me avasalla muy mal. Limpio mis lágrimas y saco la llave de la puerta que aún poseo, abro despacio, sintiendo el dolor que me da el volver a acá, peor recordando plenamente que papá me haya dado la espalda cuando más lo necesité. Cierro de la misma manera, despacio y cierro los ojos antes de darme la vuelta, camino un poco viendo las escaleras para ir a mi habitación pero... unos jadeos, gemidos y el choque de pieles me dejan quieta, volteo el rostro en dirección a la cocina y mi mundo se detiene a lo que se cierne ante mis ojos. 

A veces la vida te da golpes que te pueden doler hasta el alma, que te duele hasta los huesos, pero nada peor que la daga de la traición que cruza tu espalda directo al corazón. 

No sé que duele más, si ver que papá se está cogiendo a Allie habiendo superando a mi madre. O que Allie esté disfrutando y gimiendo como gata en celo mientras recibe las embestidas de mi padre; el padre de su amiga. 

 Él la tiene tomada de las caderas, con el culo expuesto y su pecho y cabeza pegados a la barra de la cocina donde solíamos comer con Dafne, él solo con su miembro al aire, metiéndolo y sacándolo con furor demostrando que esta es la primera vez que lo hace.

«Y es que no es la primera vez»

Ellos no paran, están tan sumergidos en su acto que me asqueo completamente, las lagrimas arden cuando bajan por mis mejillas y la ira me toma por completo. 

—Son unos malditos asquerosos —vocifero con odio en cada palabra que sale de mi boca haciendo que papá reaccione soltando en un dos por tres a la que se hacía llamar mi amiga, la misma que se endereza y se baja el vestido que carga. 

Me centro en papá que se cubrió, se colocó bien el pantalón y se me acerca. 

—¡No te me acerques Lionel! ¡Te odio!

—Collet, no hables así. 

Resoplo. 

—¡¿Qué?! ¡¿Quieres que halague esta mierda?!

Se me olvida que es mi papá y me vale.

—¡Mientras yo me revuelco entre la puta desgracia tú te estás cogiendo a Allie! ¡Mientras tú me diste la espalda cuando más te necesitaba te la cogías a ella y a Amelia también!

—Collet, déjame explicarte...

—Tú no te metas —miro con furia a Allie—, que eres la menos indicada para intervenir y no quiero tus malditas explicaciones de mierda ¡Te creía mi amiga! 

—Y lo sigo siendo —quiere llorar e intenta acercarse a mí y levanto la mano para que no lo haga. 

Miles de cosas pasan por mi cabeza. Desde el primer acercamiento raro entre ella y él hasta las salidas raras que cada uno tenía y que yo creía que era por separado. Ahora entiendo porque las llamadas entre los, el porque siempre era a ella a quien llamaba y no a mí, ahora entiendo porque él siempre me daba permiso a todos los lugares a donde iba, no era que le tuviera confianza de una hija más a ella; era porque se follaban los dos. 

—No, no lo eres. Nunca lo fuiste ahora que me doy cuenta y lo único que ahora eres para mí es una traidora hipócrita.

—Cállate y escucha Collet, no se te olvide que soy tu padre. 

—¡No eres nadie! —exploto en contra de él.— haz dejado de serlo desde que me echaste de casa días, escucha bien, días de que Dafne muriera ¡Olvidando que soy tu hija! Ahora no me vengas que lo soy, si bien bonito estabas follando olvidando que la única que te quedaba sufre por un sin fin de mierdas que le ocurren ¡Que me ocurren y ni cuenta te das!

Arruga su ceño, voltea a ver a Allie que ya soltó las lágrimas que me parecen tan ridículas y bajo a ver su vientre de dos meses de embarazo, embarazo que es de Logan ¿O...?

—¿Estás segura que el embarazo es de Logan? ¿Que no es un hermanastro para mí el que estás albergando? 

—¿Qué? —se indigna y sé que le duele, pero el dolor que ella está sintiendo no es comparado en nada al mío. 

Me limpio con rabia las lágrimas y suelto una risa irónica. 

—¿Desde cuando cogen eh? —intercalo la vista entre los dos. No responden y me centro en Lionel— No me digas que lo hacías desde que a mi me gritabas, juzgándome sin comprender ni esperar explicaciones solo por andar con Hanniel, no me digas que te metías con la chica que puede ser tu hija y cuando regresabas me golpeabas y me echabas de la casa, dime que no...

No responde y se acaricia la sien, asiento entendiendo todo, se unen muchos puntos y la cabeza me comienza a doler en bastedad, entiendo varias cosas y entiendo entonces que la mujer responsable de que él nos abandonara por horas y regresara hasta la madrugada era nada más y nada menos que Allie.

La miro con odio antes de darme la vuelta para salir de la casa pero ella corre a mí y me toma del brazo, estoy tupida de la mente, no pienso en nada más que el dolor y la empujo provocando que caiga al piso, Lionel corre a su rescate y no reacciono, la pone de pie y cuando quiere venir por mí salgo corriendo de la casa estrellando con todas mi fuerzas la puerta que no voy a volver a entrar con mi consentimiento. 

Han tocado limite, han tocado mi límite y no sé que más haga falta para colapsar y dejarme ir en picada a donde jamás he querido pensar. 

Me siento decepcionada, defraudada, traicionada y abandonada. Mi propio padre ha sido un descarado frente a mí y eso me desgarra por dentro, es como si me arrancaran parte por parte la carne de mi interior dejándome completamente vacía y ardida por las heridas. 

La sien se me quiere reventar y la sangre me fluye más rápido de lo normal, mis manos comienzan a temblar mientra corro entendiendo que estoy por caer en un colapso nervioso, o uno de ira. No sé pero está ocurriendo y me cuesta creer que Allie me haya hecho esto, me vió la cara de estúpida todos estos meses y me cuesta creer que cuando yo le preguntaba ella pensaba en lo ingenua que era y me decía que no.

En la casa de Adikia caigo de rodillas como la vez pasada que estaba sangrando de mi muslo, pero esta vez estoy sangrando del corazón y del alma. Quiero a Adikia conmigo, ella me ayuda mucho pero no llega en la madrugada, la espero para el siguiente día y tampoco. 

Voy como puedo a la universidad y a la academia evadiendo e ignorando con todo mi ser a Allie, Papá no sabe donde vivo por lo que también me intercede en la academia, la U y a todo lugar que voy pero cuando llego a la casa donde vivo le cierro con fuerzas la puerta en la cara y no abro por ningún motivo. 

Las fuerzas se me van, las ganas de vivir también, Hanniel no vuelve y la prohibición de mi rostro en la mansión no me deja pasar. No sé como está Riley y comienzo a contactar a Sofía presa de mi desesperación. «¿Por qué no me llevaste contigo Hanniel? si es nuestra promesa»

Liam me proporciona el número en donde no me contestan y le vuelvo a insistir pero me dice que ese es el número de su prima y que no sabe porque no llama. No sé porque no le creo, pero no le creo y dejo de insistir. 

Mis ganas de caminar y de seguir luchando por lo que ahora no tiene sentido se me van así como las ganas de socializar. Voy al bar trabajando pesado, Adikia tampoco a venido acá y pregunto por ella pero no saben de su paradero, me extraño mucho por eso y siento su ausencia cada día que pasa, ella me ayudaba mucho en todo sentido, ella me mantenía de pie. 

Busco y busco preocupándome por su persona, pongo denuncias en la policía, alerta de desaparición en las organizaciones especiales pero ninguna me pone atención «Así como a mi no me la pusieron con los ataques» y voy a la casa de su abuela cuando se cumplen catorce días de que ella despareció, toco la puerta que preguntando a todo mundo me dieron. 

—Hola, señora —saludo sin emoción a la mujer de edad que me abre la puerta. 

—¿Si? —se asoma más a la puerta acomodando sus gafas— ¿Qué desea?

—Perdón por la interrupción, pero de verdad estoy muy preocupada, pero antes, ¿Usted es abuela de Adikia?

Parece que he tocado una parte sensible de su cuerpo y se acaricia las manos. 

—Si, lo era. 

Arrugo mis cejas con su referencia en pasado y me re acomodo. 

—Verá, ella hace días dejó su casa, en donde yo también vivo, y no ha llegado ni a su lugar de trabajo y yo como su amiga me he preocupado mucho ¿Usted sabe donde está? ¿Algún numero o sobre sus motivos de haber dejado su casa y el trabajo...

Dejo de hablar cuando a la señora se le comienzan a salir lagrimas de los ojos y mi estomago se encoge, no entiendo que ocurre y le hago saber que. 

—Ay niña —se limpia los ojos quitándose las gafa con sus manos temblorosas—, me alegra que mi nietecita haya tenido una buena amiga, pero que pesar con usted, pues mi niña falleció hace seis días. 

 Rompe en llanto con lo que dice y a mi mis piernas se me debilitan, el cuerpo se me pone frio y comienzo a negar. 

—No, no, no, no. Esto no es verdad, dígame que no es verdad. 

Estoy atónita, la señora no para de llorar y niega diciéndome que no puede mentir, que su nieta esta muerta.

—Me la han arrebatado —dice con voz dolorosa, refiriéndose a que alguien la ha matado y yo no puedo llorar. 

Mi mundo se ha destruido y no sé como reaccionar ante eso, pero solo sé que definitivamente mi pilar se ha desvanecido dejándome en el puro borde que me obliga a salir corriendo, no siento cuando por cantidades las lágrimas salen de mis ojos y no tomo un rumbo específico, solo quiero correr y nunca parar, desvanecerme entre la nieve y el frío, no puedo con tanto, yo... no puedo con tanto. 

Disminuyo mi velocidad, los pies me arden y la cabeza está por explotarme, deambulo como una alma en pena y me detengo llorando por la perdida de otra persona que quiero con mi ser ¿Es que acaso la vida cree que soy de acero? Odio tanto y cada cosa que me ocurre. 

Mis manos cubren mi rostro pero ya no cuando con brusquedad me las quitan, reacciono al instante forcejeando y pataleando pero un trapo muy húmedo colocado a la fuerza tapando mi boca y mi nariz me disminuyen, pero ahora la fuerza y la noción del tiempo. 

[****]

Febrero 23 de 2016


Silencio.

Obscuridad.

Frío.

Miedo.

Desespero.

Angustia...

Una cachetada fuerte a mi rostro me despierta así como un agarrón fuerte en mi mandíbula.

—Por fin te tengo —susurra la voz ronca de alguien que no conozco y que me causa mucho miedo. Su aliento toca mi cara, muy cerca.

Mi cuerpo aún no reacciona, pero los instantes se apresuran con mis instintos que me dicen que me defienda porque nada bueno ocurrirá.

Le lanzo una pata al estómago que lo toma desprevenido e intento levantarme pero un puñetazo directo a mi rostro con tanta fuerza me regresa a la fría silla de metal. El sabor metálico en mi boca se hace presente así como las manos de ese hombre encapuchado.

—Jamás te atrevas volver a tocarme, porque lo lamentarás —le escupo mi sangre y me saca el aire con el golpe fuerte que da en mi estómago. Curvo mi cuerpo tosiendo buscando mi oxigeno, el mismo que me niega el hombre cuando aprieta mi cuello con tanto odio y sin compasión que me corta el paso de sangre.

Le tomo la muñeca con las dos manos desesperada porque me suelte, entierro mis uñas en su piel, queriendo quitar su mano pero es vano porque su fuerza es sobre natural. Siento que la cara se me hincha, el cosquilleo de pánico en mi cuerpo me asustan y pataleo con todo lo que tengo, el aire se me está acabando y él no cede, no quiere parar y el dolor de mi garganta se expande por todo mi cuerpo, cierro los ojos y siento la muerte hasta que...

—Por fin la atrapaste eh —se burlan detrás de él y me suelta.

Inhalo con desesperación y toso con exageración sintiendo el dolor en mi garganta y en mi cuello, llevo mis manos al lugar apretado y me duele como los demonios, apenas si levanto la vista y la mujer a su lado es encapuchada también. Vislumbro la puerta al final del cuarto, por donde ella entró y no pierdo tiempo levantándome a trompicones para correr a ella pero no lo logró por que me derriban en un segundo.

—Joder, que para fastidiosa si sirve —el mismo hombre me aprieta contra el suelo y jadeo moviéndome debajo de él— pero si que vas a aprender.

Lo siguiente que ocurre me nubla la vista y es que me agarra del cabello, me levanta el rostro y acto seguido lo estrella contra el piso de cemento. El dolor se extiende por todo mi rostro y cierro los ojos comenzando a llorar, más de lo que ya lo estaba haciendo y me levanta aferrado a las hebras de mi cabello y me devuelve a la silla con arrastrónes, la mujer no dice ni hace nada.

Me amarra a la silla, comienza con mis pies y pataleo negándome a que lo haga, es que no puedo dejar que esto ocurra, no quiero que ocurra. Llama a la mujer de atrás y esta se apresura agarrándome de las manos con brusquedad, me inmoviliza facilitándole la tarea al otro de amarrarme y cuando termina con mis manos también se va con la mujer, furioso y hablando por teléfono.

Lloro desconsoladamente y grito con desazón desgarrando mi garganta.

—¡Ayuda! ¡Por favor ayúdenme!

Lo hago con esperanzas de que alguien pueda escucharme. No tengo la menor idea de a donde me trajeron, perdí el conocimiento y cuando desperté ya estaba acá. Me duele el cuerpo completo y la cara me sangra con puro ardor por el golpe que me dieron, el cuello me palpita y trato de zafarme de las cuerdas maltratando mis muñecas y mis tobillos teniendo un resultado nulo.

¿Por qué carajos a mí?

Mi desosiego es devastador y solo quiero desear salir de este lugar, algo me dice que lo que me acaban de hacer no es nada a la comparación del nivel de crueldad que tiene el hombre que me ha golpeado. No le conozco en nada la voz, estoy tan perdida que sufro durante las siguientes horas en las que me dejan en este maldito lugar. La obscuridad me enceguece y el frío del invierno me congela los huesos a tal punto de que me duela hasta lo profundo, no escucho ningún ruido y no paro de gritar por todo este tiempo, no me rindo y grito levantando la silla y dejándome caer en ella haciendo mucho mas ruido.

No sé que hora es, no sé ni siquiera si sigo en el mismo día pero la garganta me duele por mis suplicas, nadie baja y siento que esto es una pesadilla de la cual quiero despertar ya porque no me gusta en nada.

La puerta se abre luego de varias horas y da paso al mismo hombre el cual su aura me indica lo peor y grito con todas mis fuerzas moviéndome pero el que saque una navaja me paraliza. No habla y parece decidido, sin compasión y emito mas gritos ganándome otra cachetada de su parte. Desliza la navaja por la cuerda que amarra mis pies y luego la de mis manos y vuelvo a ver la esperanza de huir, la misma que no paso por alto y lo intento por segunda vez pero el problema es que no avanzo ni tres pasos cuando cruza su brazo alrededor de mi estómago y me tira al suelo con ira.

Caigo al frío piso y gruño con el dolor que se extiende en mi espalda pero no desisto arrastrándome con los pies cuando se me viene acercando desabrochando sus pantalones, el miedo me corroe e intento levantarme pero el es más rápido y me hala de las piernas poniéndose encima de mi al tiempo en que saca su miembro de la tela de sus boxers.

Entre la obscuridad lo puedo ver y lloro pataleando, poniendo toda mi resistencia para que no me abra las piernas, la agonía es mucha y me niego a dejar que ocurra lo que es evidente que él quiere hacer, ¡No lo soportaría!

Quiero que se quite de encima de mí pero me da una chachetada, y luego otra y otra que me nubla la vista por la fuerza que utiliza y a rachas toma mis brazos y los coloca debajo de mi espalda en lo que sigo retorciendo mi cuerpo, intento pegar rodillazos pero que ponga sus rodillas encima de mis muslos me hace gritar mas fuerte con mis lagrimas resbalando sin parar por la inmovilidad a la que me acaba de someter.

Me golpea otra vez la cara y pasa la navaja por mi pecho.

—Deja de llorar, que no me gusta follar con chillonas —dice y lo que hago es gritar más.

—¡Auxilio! ¡Auxilio! —pasa la punta de la navaja por mi blusa y mi sostén rompiéndolos por completo.— ¡Déjame maldito mal nacido! ¡Ayuda!

Mis súplicas de piedad son en vano, él no para y lo escucho reír, él ríe mientras yo lloro con el miedo y el pánico al cien por cien. No dejo de moverme para que no lo haga pero coloca una mano en mi seno, lo agarra fuerte en lo que rompe con ímpetu el pantalón de mezclilla junto con mis bragas.

—Oh como voy a disfrutar esto.

Se afana y yo siento que esta apunto de arrancarme el alma, me siento asquerosa con su mano en mi pecho, el cual estruja a su antojo provocándome dolor.

—¿Alguna vez has sido follada por un monstruo? —se sigue divirtiendo y yo no dejo de llorar amargamente—, ah sí, claro que lo has hecho. Como puta del bastardo ese estás, Obvio que el hoyo lo tienes abierto por él.

—¡Por favor! —sigo suplicando cuando su asquerosa punta del miembro se pasea por mi intimidad.

—Lástima que ahora seré yo quien te rompa.

—¡No..!

Grito cuando con fuerza me penetra y el mundo se viene abajo, por milésima vez y sé que está vez no se va a levantar, o tal vez sí, pero sin mí.

Lucho con querer quitármelo pero es en vano porque no lo muevo ni un centímetro y él se sigue moviendo de adentro hacia afuera provocando un fuerte dolor en mi vientre, en mi intimidad y en todo mi ser. No tiene compasión para arremeter y la voz se me a ido, mis brazos arden debajo de mí así como mis pechos que son maltratados por sus manos.

Cierro los ojos deseando, por segunda vez, que esto no sea real, pero sus jadeos que emite en mi oído me hacen sentir tan asquerosa y miserable que la vida me grita que me están tomando a la fuerza, que esta vez no solo es una tocada con manos, que hoy no es una mano la que me atraviesa, y que esta vez no me recuperaré del fallo que han colocado en mí, un maldito fallo que se acompasa con mis lagrimas que arden, lastiman y queman.

El tiempo se detiene en mi interior y siento que con esto he muerto en vida, que me han arrebatado mi alma, mis ganas de vivir, mi ánimo para seguir adelante, mi luz, mi brillo, eso mismo que ahora no es mas que obscuridad.

Mi espalda se raspa una y otra vez de adelante atrás, mis fuerzas se han ido y solo me levanto cuando él ya no está encima de mí, cuando han pasado varios minutos de que se fue y tomo los pedazos de mi ropa colocándolas en mi entrepierna que no deja de sangrar, que no deja de doler y que me da asco ver.

Me doy asco.

Me doy pena.

Me odio, y odio a todos.

Me he muerto en vida, y solo quiero cerrar los ojos y jamás despertar. 










Publicado el 26/04/2021

Acá sus opiniones.

Hasta el siguiente capítulo. 

Continue Reading

You'll Also Like

1.5M 86.3K 73
(COMPLETO) (EN EDICIÓN) Emery Jonson, una chica que se gana la vida a duras penas. Grey William, un empresario magnate enamorado del control. Dos pol...
216K 22.1K 200
En su vida anterior, Xiao Ying había crecido como la hija de una familia adinerada con una cuchara de plata en la boca. Había pensado que viviría sus...
1.7M 136K 79
Él es arrogante, ella también lo es. Él es astuto, ella lo es mucho más. Él cree que es un experto en el arte de la seducción, ella le desmostrará qu...
18.2K 978 36
Ada Gray decide morir. Se siente una fracasada, está harta de vivir con hambre debido a su miserable empleo con un jefe explotador que la humilla y l...