« Aléjate de mí || H. Hyunjin...

By Wen_jae

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Ella lo amaba. Él no. Ella daría todo por él. Él por ella no. -Aléjate de mí, no te quiero en mi vida- -Pero... More

Sinopsis
One
Two
Three
Four
Five
Six
Seven
Eight
Nine
Ten
Eleven
Twelve
Thirteen
Fourteen
Fifteen
Sixteen
Seventeen
Eighteen
Nineteen
Twenty
Twenty one
Twenty two
Twenty three
Twenty four
Twenty five
Twenty six
Twenty seven
Twenty eight
Twenty nine
Thirty
Thirty one
Thirty two
Thirty three
Thirty four
Thirty five
Thirty six
Thirty seven
Thirty eight
Thirty nine
Forty
Forty one
Forty two
Forty three
Forty four
Forty five
Forty six
Final
Epílogo
Extra
Curiosidades + Nota
Especial

Forty seven

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By Wen_jae

Narrador omnisciente.

20 de Marzo de 2007.

Hyunjin llegó hasta con su madre, la cual se encontraba hablando por teléfono.

—Mira mamá, me lo regaló Felix— chilló bastante emocionado.

Su madre no le prestaba atención, al parecer era más importante la llamada, que su propio hijo.

—Mamá ¿ya lo viste?— la jaló de su pantalón.

—Un momento— le dijo a la persona de la llamada, luego de eso, tapó la bocina del teléfono. —¿Qué diablos quieres?— contestó molesta.

—Quiero enseñarte mi juguete que me regaló Felix— lo levantó hacia ella fascinado. Se trataba de un carrito.

—Oh— lo miró por un momento y seguido de eso, lo aventó. —A mí qué me importa lo que te haya regalado— escupió enfadada. —Estoy en algo mucho más importante, así que lárgate de aquí, por favor— se dio la vuelta y continuó la llamada.

Hyunjin sólo miró hacia el carrito que estaba al lado de la mesita de noche, lo recogió, lo limpio por si llegaba a tener algún rasguño, trató de sonreír y fue de nuevo hacia con Felix, el cual se encontraba en la sala.

—¿Qué te dijo? ¿Le gustó?— preguntó Felix con una gran sonrisa.

—Creo que no, lo aventó— Hyunjin hizo un leve puchero.

—Ah, bueno, tal vez el rojo no es su color favorito, tal vez sea por eso— hizo una pequeña mueca.

—Tal vez— Hyunjin se notaba algo triste.

—Yo siempre voy a estar contigo y si ellos no pueden, yo te cuidaré, jamás voy a alejarme de ti— le dio un abrazo a su mejor amigo.

—¿J-jamás t-te vas a ir?— le salieron algunas lágrimas a Hyunjin.

—Los amigos son para toda la vida, así que no llores, yo siempre estaré aquí— sonrió el pecoso.

Ambos sonrieron y se pusieron a jugar con el carrito que el chico le había dado al pequeño cumpleañero.

[.]

Ambos son amigos desde los 5 años, ya que Felix era vecino de Hyunjin y sus padres los dejaban ir a jugar. Entablaron una pequeña amistad.

A pesar que ambas familias no se llevaban muy bien, ellos eran muy buenos amigos y disfrutaban bastante cada que se veían.

Pero llegó aquel día.

Aquella mañana de Junio la cual se convirtió en una pesadilla para el pequeño Hwang.

—No, prometiste que jamás te ibas a alejar de mí— comenzaron a caer lágrimas por sus mejillas.

—No es por mí, son mis padres, yo quisiera quedarme, pero no puedo, soy un niño— habló el pecoso de manera dolida.

—¿V-vas a regresar?— preguntó esperanzado.

—Eso espero— ambos estaban afuera de la casa de Felix. Estaban tristes.

—Me vas a hacer mucha falta— bajó la mirada.

—Y tú a mí—

—¡Hyunjin, ven para acá!— gritaron los padres de éste y sólo los miró asustado. Volteó hacia con Felix y negó.

—No me voy a ir hasta que tú te vayas—

—Tus padres te regañarán— habló algo preocupado.

—No importa—

—¿Qué no escuchaste?— llegaron hacia él y lo tomaron del brazo.

—Suéltenme, quiero estar con Felix— comenzó a quejarse.

—Por favor, suéltenlo— habló Felix preocupado por como estaban tratando a su amigo.

—No te incumbe— su padre lo miró. —Excelente viaje— sonrió hipócritamente y se llevaron a Hyunjin llorando de ahí.

Felix sólo veía la escena tristemente y comenzó a sollozar.

Realmente, ahorita no podía hacer nada.

Sus padres lo llamaron y entró de nuevo a casa, estaban terminando de preparar el equipaje, ya que regresarían a Australia. Le dolía bastante dejar a su mejor amigo, pero sabía que no podía quedarse, no tenía a nadie más aquí y eran sólo unos niños de 10 años.

Por otra parte, estaba la familia Hwang.

Entraron a casa y subieron hacia el cuarto de Hyunjin, el cual, aún seguían jalándolo del brazo y él sólo soltaba quejidos, pero sus padres obviamente lo ignoraron.

Lo soltaron y prácticamente lo aventaron hacia la cama y él comenzó a llorar.

—Deja de llorar, los niños no lloran— alzó la voz su padre.

—Felix dijo que sí—

—Felix no es nadie— habló su madre.

—¡Es mi mejor amigo!— Hyunjin gritó.

—La verdad, qué bueno que ya se va— su madre rodó los ojos.

Hyunjin se acostó en su cama y se puso en cuclillas. Se sentía muy mal.

—Por dios, Hwang, deja de ser tan llorón y mejor pónte a estudiar matemáticas, que eres bastante estúpido en eso— tomó su libro y se lo aventó a la cama.

Hyunjin no decía nada, sólo seguía llorando, lo cuál molestó demasiado a sus padres.

Llegaron hacia él y lo volvieron a jalar, lo cual lo hizo levantarse.

—¡Deja de llorar, me estresas!— le gritó su madre directo a la cara, lo cuál hizo que Hyunjin se asustara bastante.

—¿Ves lo que le provocas a tu madre?— escupió enojado su padre.

—P-perdón, n-no lo volveré a hacer— empezó a temblar.

—Eres un maldito niño malcriado— lo volvieron a jalar de brazo una y otra vez.

—Quiero que estudies, no quiero que seas un inútil— seguido de eso, azotaron su puerta y se fueron.

Hyunjin volvió a acostarse en cuclillas y lloró de manera silenciosa, ya que no quería que sus padres lo volvieran a escuchar y pasara otra cosa como la de ahorita.

El chico de tan sólo 10 años, estaba temblando y llorando demasiado.

Su mejor amigo, con el cual recurría cada vez que sus padres lo hacían sentir mal, ya no estaba, se iba a ir a Australia y no sabía cuándo regresaría. 

Él lo hacía olvidarse del martirio que había en su casa, cada que estaba con él, lo hacía sentirse bien, feliz.

Cuando nadie más estaba, él sí. Él era su lugar seguro. 

Miró hacia su estante y notó su carrito rojo que Felix le había regalado. Era el único recuerdo que por ahora, tenía de él e iba a cuidarlo demasiado. Ese regalo era muy preciado para él.

Se paró e intentó abrir la puerta, pero sus padres le pusieron seguro para que se quedara en su habitación, pues tenían la leve sospecha que éste pudiera salir corriendo.

Se asomó por la ventana y notó cómo su amigo y su familia subían todo el equipaje al auto, quería gritarle pero la ventana estaba cerrada con candado. Al parecer sus padres ya tenían todo planeado. Intentó abrirla de varias maneras, pero no se pudo. Eso lo hizo llorar más. Todo tenía una solución, pero no podía con la ventana, eso hizo que se sintiera más inútil, así como le dijo su padre.

Observó cómo se marchaba su mejor amigo y lloró más, sentía una gran opresión en su pecho. No pudo despedirse de él como se debía.  

Regresó a su cama y puso su cabeza sobre la almohada, ahogó sus gritos ahí, pues no querían que sus padres lo escucharan. Regresó a la posición de cuclillas y de nuevo, estaba temblando.

—Te necesito ¿por qué te vas?— su voz comenzaba a entrecortarse. —¿Por qué me dejas, Felix?— cerró sus ojos y lloró todo el resto de la mañana y tarde.

No estudió, no tenía ánimos, la estaba pasando bastante mal como para hacerlo y sabía que sus padres lo iban a regañar por eso, pero no le importó, era más el dolor de la partida de su mejor amigo.

Tanto daño psicológico a un niño de 10 años ¿eso podría traer consecuencias en un futuro? efectivamente.

Cuando Felix se fue, dejó un lado vacío en Hyunjin. Él se fue en Junio de 2010 y no regresó hasta 5 años más tarde.

Felix por su parte, siguió siendo el mismo chico dulce de siempre.

Pero Hyunjin no.

Desde que Felix se fue, la vida de Hwang comenzó a ser más que un martirio.

Sus padres lo torturaron bastante, lo hirieron demasiado y eso generó grandes males en él.

Hyunjin decidió callarse todo lo que llegaba a sentir. Si lloraba, estaba mal, su padre se lo decía a diario.

La popularidad de Hyunjin llegó en la secundaria y él lo vio como un buen factor.

Sus papás le enseñaron tantas cosas malas, que él decidió ponerlas en práctica. Por ejemplo, el desinterés, el utilizar a las personas, el que el estatus social fuera su prioridad, el mentir.

Él se volvió de lo peor.

A sus padres nunca les importó él, así que a él ¿por qué debería importarle los demás?

Poco antes de entrar a la preparatoria, Felix regresó a Seúl.

Ellos perdieron un poco la comunicación, pero para esta vez, Felix pudo decirle la noticia. Cuando Hyunjin se enteró de eso, sintió un revoltijo de emociones en su interior, al parecer se sentía bien. Casi 5 años sin ver a su mejor amigo.

Hyunjin aún guardaba el carrito que Felix le había dado en su séptimo cumpleaños. Era algo muy preciado para él.

Días después, llegó Felix y se mudó a unas cuadras cerca de la casa de los Hwang.

Se pusieron de acuerdo para verse y cuando lo hicieron, se dieron cuenta que no habían cambiado mucho, Felix seguía con la misma sonrisa reconfortante de siempre y Hyunjin igual.

Esa plática con su mejor amigo, hizo a Hyunjin sentirse bastante bien, con él no fingía, podía ser él mismo, después de tantos años, podía serlo.

Entraron juntos a la preparatoria y para su suerte, quedaron en el mismo salón. Ahí conocieron a los demás chicos, que se convirtieron en sus grandes amigos y entraron al equipo de fútbol juntos.

Hyunjin se convirtió en algo peor. Utilizaba a muchas chicas de la escuela, ya que tanto él como todos sus amigos, se volvieron populares dentro de ésta.

Se dejaron influenciar entre todos, pero Felix no lo permitió. Él no era igual, aunque aún así, todos eran muy buenos amigos.

Hyunjin iba de chica en chica y eso le causaba tanta repugnancia a su mejor amigo.

Desde que Felix se fue a Australia, él supo que ya no sería lo mismo con Hyunjin, sabía que sus padres iban a echarlo a perder y eso fue exactamente lo que pasó.

De niños, Hyunjin no tenía amigos, el único era Felix. Hyunjin era hijo único, por lo que no pudo crecer con la compañía de algún hermano o hermana. Prácticamente estaba solo.

Hyunjin siempre recurría a él y lo hacía calmarse o sentirse bien cuando pasaba algo con sus padres.

Felix era como su ángel.

Era su salvación y el único que lo escuchaba.

Cuando Felix vio a Hyunjin por primera vez después de 5 años, notó por todo lo que estaba pasando y en lo que lo habían convertido sus padres. Se sentía realmente mal por eso. Si tan sólo se hubiese quedado aquí junto con él, nada de eso hubiera pasado. Pero claro, el hubiera no existe.

Se propuso a intentar cambiarlo, pero ya era un poco tarde. Él ya había hecho tantas cosas y en la preparatoria ya estaba haciendo muchas más.

Cada que Hyunjin iba tras una chica o viceversa, él le decía que eso estaba mal y que no lo hiciera, intentaba persuadirlo de la mejor manera, pero él a veces se negaba a escucharlo. Hyunjin sólo las utilizaba, porque nunca sentía nada por ellas.

Todo lo había aprendido en casa, así que eso estaba bien ¿no?

Desde que Hyunjin entró a la secundaria, venía arrastrando muchos problemas del pasado el cual sus padres le habían ocasionado, con el paso del tiempo y la entrada de él a la preparatoria, sus padres cayeron en cuenta en lo que habían convertido a su hijo y quisieron remediar los males, pero no, ya era demasiado tarde.

Él decidió aprovecharse de eso y sólo los utilizaba. Ellos querían ganarse su cariño, pero lo hacían de mala forma, prácticamente lo compraban, si Hyunjin quería algo, al instante iban y se lo conseguían, entonces él se aprovecha de ello. Él jamás iba a perdonarles todo lo que le ocasionaron, tenía demasiado rencor hacia ellos.

Nunca les importó a sus padres y ellos sólo querían ganarse a su hijo, pero sólo lo compraban.

Si utilizaba a sus propios padres ¿cómo no iba a utilizar a los demás? Vaya.

Desde a casi inicios de la preparatoria, había una chica a la cual siempre le llamó la atención el pelinegro. Al principio sólo lo admiraba de lejos y viendo que el chico no la notaba siquiera, decidió acercarse de otra manera, pues así lo hacían muchas otras, así que no tenía nada de malo.

Pero vaya que sí lo tenía.

Ahí fue el inicio de todo.

Hyunjin aprendió que estaba mal mostrar sus sentimientos, ya que eso lo hacía ver como una persona débil y se podían aprovechar de eso. Sus padres se aprovecharon de eso.

Mientras la chica pensaba que Hyunjin no la notaba, él sí lo hacía, sólo que era demasiado discreto. A él se le hacía una chica bastante linda, pero algo le evitaba acercarse a ella y no sabía qué, pero de tantas chicas que se le acercaban, a veces se olvidaba de ella, las otras chicas eran como él, de gran estatus y aquella chica, bueno, era común y corriente.

Cuando ella comenzó, digamos que a "acosarlo", al principio llamó la atención de Hyunjin, pues eso le encantaba. Después comenzaron a ser más encuentros y eso le molestó al chico, pues le espantaba a muchos de sus ligues, así que para no quedar sólo él en ridículo por eso, también la hacía quedar a ella. Se aprovechaba de esa pobre chica y la molestaba e incluso humillaba delante de todos.

Pero es irónico, Hyunjin humillaba a esa chica porque lo acosaba y molestaba, pero él también hacía lo mismo, sólo que ella no estaba enterada de eso.

Bueno, nadie lo estaba, más que Lee Felix, el chico que guardaba todos los secretos de su mejor amigo.

Lo veían muy normal, pero nadie sabía que todo sería un caos en un futuro.

[.]

—Ni siquiera se les ocurra acercarse— se levantó rápidamente de su cama.

—Estás a punto de entrar a la universidad, por dios, Hwang—  su padre estaba al lado del estante.

—Pero eso es algo muy importante para mí, así que aléjense— les gritó y se acercó a ellos.

—No vuelvas a gritarnos— dijo su madre entre dientes.

—No vengan aquí y no les gritaré— intentó calmarse.

—Cállate— contestó su padre.

—Han hecho un desastre toda mi vida, por favor ya— estaba desesperado. —Miren lo que acaban de hacer, acaban de arruinar mi futuro, saben que odio las matemáticas, yo no quiero estudiar economía— estaba alzando un poco la voz.

—Es por tu bien, sirve que las aprendes de mejor manera, te hace mucha falta— 

—¡Dejen de meterse en mi vida!— gritó algo histérico.

Su madre le dio una cachetada y justo en ese momento su padre tomó el carrito que tenía en su estante, el cual le regaló Felix hace bastantes años, lo arrojó al piso y lo aplastó, el juguete estaba hecho añicos.

Hyunjin miró todo en cámara lenta y sintió demasiado odio y repugnancia en ese momento.

Tenía ganas de llorar, pero no iba a hacerlo, no iba a darle el gusto a sus padres y tampoco iba a mostrarse débil frente a ellos.

—Deja de gritarnos— alzó la voz su madre. —Eso es lo que te pasa por desobedecer—

—No saben cuánto los odio— dijo con mucha rabia, miró hacia el piso y observó el carrito hecho un desastre. Había conservado ese obsequio por más de 10 años y sus padres lo destruyeron, destruyeron una de sus cosas más preciadas.

Salió rápidamente de ahí y cerró su habitación con un gran portazo, sus padres lo regañaron pero a él no le importó, estaba muy enojado en ese momento como para prestarles atención.

Se subió a su auto y se fue. 

Él se sentía como el carrito, hecho añicos. Sus padres han hecho lo mismo con él y lo han dañado demasiado.

Cuando Felix no estaba y él se sentía mal, siempre observaba ese regalo y lo reconfortaba, porque sabía que aunque su mejor amigo no estaba precisamente ahí, tenía una pequeña parte de él con ello. Siempre que veía ese juguete, lo recordaba y seguía teniendo la esperanza de que regresaría y lo volvería a ver.

A pesar de que en estos momentos Felix ya esté con él, jamás pensaba deshacerse del juguete, seguía siendo muy valioso para él y quería conservarlo toda la vida, era un recuerdo de su gran amistad.

Pero sus padres lo arruinaron, como siempre.

Hyunjin necesitaba amor y cariño, demasiado, bastante. Sus padres nunca se lo dieron y jamás se lo darán.

Al único que tenía, era a Felix, a su mejor amigo de toda la vida.

A Hyunjin le gustaba una chica, pero no sabía qué hacer al respecto, porque jamás se había sentido como tal. Desde hace mucho tiempo se dio cuenta que le gustaba, pero él sólo la dañaba.

Le hicieron tanto daño, que ahora también él estaba dañando a los demás.

Bueno, aquí el por qué de cómo es Hyunjin y las cosas que pasó.

También para avisarles que esto ya llega a su fin. Sólo falta el final y el epílogo.

Ya tengo establecido el final desde hace mucho y la verdad no pienso cambiar nada, así que puede que a muchos les guste o no, así que so sorry, pero así lo manda la ley.

Gracias a los que se toman el tiempo de leer esto 💜

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