Me desperté muy temprano debido a que hoy iría con mi jefe. Me vestí algo simple y llegó justo a las 9 por mí.
Me subí a su auto y en todo el camino hablamos de música.
Descubrí que le gustaba todo tipo de música, cualquier género le agradaba, era muy versátil.
Llegamos a la cafetería y era bastante bonita, sí la conocía, ya que no estaba tan lejos de aquí, pero nunca había venido.
Tomamos lugar fuera, queríamos al aire libre, así que nos fuimos directo a sentar. Enseguida llegó un mesero a tomar nuestra orden. Yo tenía antojo de algo dulce, así que pedí hot cakes—sí, algo que desayuno muy seguido en casa, pero me vale, tenía ganas de eso de nuevo—y también pedí una malteada de fresa.
Jaesung pidió waffles y un capuchino.
Waffles. Lo mismo que me invitó a desayunar Hyunjin la vez pasada. Ay.
—Sé que la pasaste mal el viernes— comenzó a hablar. —No, no sé qué pasó y no necesitas decirme, pero sé que no te fue bien, se nota en tu cara— se recargó en la silla y se cruzó de brazos.
—Sí, sí la pasé bastante mal— veía a toda la gente pasar a nuestro alrededor.
—Min ¿qué es lo que quieres en la vida?— preguntó de repente.
—¿Eh?— lo volteé a ver confundida.
—Sí, qué quieres, qué buscas—
¿Qué quería? no lo sé, no sé qué es lo que realmente quiero.
—Creo que nunca me he puesto a pensar en eso— me encogí de hombros.
—Ya vas a la universidad, deberías de irlo pensando—
—De tantas tonterías y cosas inútiles que antes pensaba, nunca me concentré en lo que realmente quiero o busco— toqué mi barbilla.
—Déjate fluir, si es que quieres viajar, quedarte aquí, tener familia o no. Haz lo que te haga feliz, ya que eso es lo que realmente importa— el mesero llegó con nuestro pedido. Le agradecimos y probé mi malteada. Vaya, sabía bien.
—Ni siquiera sé qué me hace feliz— hice una mueca y comencé a comer. Él hizo lo mismo.
—Debe de haber algo que sí lo haga—
—Quiero viajar— dije sin pensarlo. —Quiero irme a estudiar a Australia y también poder viajar alrededor del mundo, conocer nuevos lugares, culturas, personas—
—¿Ves que sí había algo?— sonrió levemente. Asentí sonriendo. —Entonces hazlo—
—Ahora no puedo, estoy a la espera de una beca, no tengo el dinero suficiente como para irme por mi cuenta—
—Te entiendo, pero bueno, sé que lo lograrás— me miró fijamente.
—Gracias— le di un sorbo a mi bebida.
—Te he estado observando— inmediatamente lo miré. —No, no de mala manera, sino en el trabajo y cómo te desempeñas en él. Eres muy dedicada, pones demasiado empeño en las cosas, eres responsable, esas son cosas demasiado buenas que te ayudarán bastante en el futuro, sigue así—
—Vaya, gracias por notar eso— estaba algo sorprendida pero feliz que haya dicho eso.
Cambiamos el tema a la "Universidad" mientras terminábamos de comer. Me dio bastantes consejos. Él estaba a punto de terminarla, sólo que estaba en la Universidad Yonsei.
—¿Puedo pedirte un consejo?— le pregunté ya cuando por fin habíamos terminado de desayunar.
—Claro— tocó su barbilla.
—¿Hay algo en tu pasado que te arrepientas de haber hecho?— mi vista estaba fija en un auto que estaba estacionado por ahí.
—No ¿tú sí?— asentí. Él se movió un poco de su silla y se inclinó un poco hacia mí.
—No, no vendía droga, robaba o cosas así— dije rápidamente y él sólo rió.
—No dije nada— dijo divertido.
—Bueno, por si acaso— él seguía riendo.
—¿En verdad hiciste algo tan mal como para que hoy en día estés así?— enarcó una ceja.
—No tan extremo, pero creo que sí— bajé un poco la mirada.
—No te conozco mucho, ya que hace poco apenas entraste a trabajar, pero sé que no eres una mala persona, no sé qué es lo que hayas hecho, pero creo que ya es hora de que lo dejes atrás—
—Eso intento, estoy intentando cambiar para ser una mejor persona, pero cada que veo a ciertas personas, siempre vienen y me recuerdan todo lo que hice—
—¿Alguien ha notado tus cambios?—
—Creo que mi mamá y mis mejores amigos, bueno, es que me han dicho cosas al respecto— dije algo dudosa.
—Ellos son personas muy cercanas a ti y creo que te conocen demasiado, entonces, si dicen que sí han notado algo diferente, es porque en verdad has estado cambiando—
—Jum, creo que sí, estaré mejorando más. Tengo muy en cuenta la frase de "de los errores se aprende"— traté de sonreír.
—No, esa frase está mal dicha— lo miré con el ceño fruncido. —Tú decides si quieres aprender de ellos o no— le tomó a su bebida.
—Cuántas personas saben en qué se equivocaron, pero aún así siguen haciendo lo mismo, no hacen nada por cambiarlo, entonces, no están aprendiendo de ello, por eso es que tú decides si quieres aprender o no. No puedes obtener un nuevo resultado, si siempre haces lo mismo—
—No lo había pensado así— miré a la nada.
—Min— me llamó. —Tienes que aprender a soltar tu pasado— puse mi vista otra vez en él. —Si no lo haces, no podrás seguir con tu futuro, porque eso sólo te estará retrasando. No dejes que te atormente, tú misma sabes que estás haciendo un cambio y puede que muchas de las personas con las que conviviste antes lo vean, pero sólo te recuerdan lo malo a cada rato por el simple hecho de joder, ya que ellos no pueden hacer un cambio en sí mismos, entonces si ellos no pueden, quieren que tú tampoco lo hagas. No dejes que te afecten—
Ambos nos observábamos fijamente y yo estaba pensando en lo que acababa de decir. Diablos, cuánta razón.
—Quisiera ser tu amigo, alguien en quien puedas confiar, puedo ayudarte en lo que necesites, siempre tendrás mi apoyo, repito, sé que eres una buena persona, nunca dudes de eso—
Sonreí inconscientemente.
—Gracias, a mí también me gustaría ser tu amiga—
—Cuando tengas duda de algo, consúltame, con lo poco que sé, puedo ayudarte si quieres, tanto en el trabajo, en la escuela o en tu vida diaria— me dio una tierna mirada. Ay.
—Gracias, lo aprecio mucho— tomó mi mano y me dio un ligero apretón.
Nos fuimos de ahí y me llevó a casa. Hoy conocí un poco más de él y vaya, es un buen chico, estudia, trabaja, cuando sus padres no están, cuida de su hermana, la cual, sí estaba en lo correcto, tiene 16 años. Cuando lo conocí, era más reservado, y me comentó que casi siempre era así con todos ya que, no todos le daban confianza.
Bueno, creo que yo sí le daba, porque en ningún momento dejamos de hablar, se veía que la estaba pasando bien, era un chico serio, pero divertido a la vez, sabía comportarse. Me agradaba bastante.
—Gracias por los consejos, por la comida, por todo— volteé a verlo.
—No tienes nada que agradecer, espero y te sirvan de algo— asentí alegremente.
—Bueno, debo irme, nos vemos más tarde, de nuevo, gracias— me quité el cinturón y me bajé del auto. Llegué hasta la puerta de mi casa y volteé hacia él, sólo me miraba con una sonrisa. Encendió su auto, se despidió con la mano y se fue.
Entré a casa, y de nuevo, tenía que prepararme para ir al trabajo
[.]
[Hyunjin]
Saliendo del acto académico, invité a Felix a mi casa, lo dudó un poco al principio, pero al final aceptó.
En todo el camino, mis padres se la pasaron preguntando sobre el por qué de mi comportamiento hace rato y que por qué me habían dicho acosador. No les respondí nada, los ignoré por completo, no tenían por qué saberlo, que se jodan.
Felix y yo nos dirigimos hacia el cuarto de videojuegos que tenía. Mis papás, en cuanto llegamos, se fueron a no sé dónde, la verdad no me importaba.
Nos sentamos en el sillón que estaba ahí. Él se notaba algo serio.
—¿Por qué nunca mencionaste que te gustaba Min?— finalmente le pregunté y lo miré de reojo.
—Porque no era correcto— tenía su vista fija en el suelo.
—¿Desde cuándo te gusta?—
—Desde hace más de un año— me sorprendí bastante.
—¿Qué? ¿Por qué rayos no lo dijiste?—
—Porque no, jamás pensaba decirte— por fin me miró.
—¿Por qué?—
—Porque eres mi mejor amigo, maldita sea— alzó un poco la voz y se paró. —A ti desde hace mucho te gustaba y yo no quería perder una amistad como esta sólo por una chica—
—No la ibas a perder— fruncí en ceño.
—Con tu actitud, todo podía pasar— rodó los ojos.
—¿Mi actitud?— me ofendí un poco.
—En muchas ocasiones no sabes controlarte y sólo dañas a las personas, ve a Min— me miró fijamente. —La dañaste bastante sólo por no saber lo que querías, me acerqué a ella para entablar una amistad, no para una relación, si es que piensas eso. Sí, aún me sigue gustando, pero sé que está mal, porque ustedes dos se gustan y ella jamás se fijaría en mí, en todo el ciclo escolar siempre tuvo los ojos puestos en ti— hablo algo dolido y pasó su mano sobre su cabello.
—Sí noté eso y estoy seguro que ahorita ella me odia por completo— bufé.
—Y está en todo su derecho, sólo la hacías dudar con tus actitudes, desde que comenzaron a hablarse, un día la tratabas bien y otro mal, por eso pensó que la estabas utilizando. Ninguna mujer debe ser utilizada y eso es lo que tú sólo hacías y lamentablemente, todas caían, por eso sentía pena por ellas y sí, lo llegué a sentir también por Min, porque ella así como las otras, te buscaban y tú hacías lo que querías con ellas. No sabes cuántas veces quería decirle la verdad a todas, pero no podía, porque eres mi mejor amigo y te quiero bastante— se veía algo enojado.
—Todo tu pasado te afectó bastante y por eso eres como eres hoy en día y haces lo que quieres con las personas y gracias a dios, conmigo no, porque te conozco demasiado. Las chicas con las que llegaste a estar, las tratabas bien, sólo porque querías algo de ellas y bueno, ellas también de ti, pero la chica que en verdad te llegó a gustar, es a la que peor trataste. Molestabas a Min porque te acosaba, pero ¿y las demás? también lo hacían, pero de ellas obtenías algo a cambio. Min es la única persona en tu vida que te ha llegado a gustar e incluso, que has llegado a querer ¿por qué le hiciste todo eso?— habló molesto.
—Porque no sabía lo que hacía ni lo que quería—
—Dañaste a la persona que te gusta, alguien que vio más allá de ti y no sólo como una cara bonita o que quería acostarse contigo y lo sabes muy bien. Cuando la hacías quedar mal frente a todos, me daban demasiadas ganar de decirle que tú hacías lo mismo que ella o mucho peor, pero me contuve por ti, pero ya no, soy tu mejor amigo, pero no voy a dejar que sigas dañando a la gente sólo por tus caprichos, podemos seguir siendo amigos, pero no seguiré solapándote tus cosas, ya me harté—
—No te preocupes, lo entiendo y sí, sólo sé dañar a la gente. Todo el daño que a mí me hicieron, se lo transmití a ella y a todas las personas a mi alrededor— bajé la mirada.
—Sí y entiendo la situación de Min y sé que yo también estuve demasiado mal y voy a intentar arreglar las cosas pero si no quiere hacerlo, está bien, tal vez lo mejor para ella sí sea alejarse de mí, de nosotros o de todos, si va a estar bien consigo misma, entonces que lo haga, ha sufrido bastante y yo sólo quisiera verla bien— dio un gran suspiro.
—Yo también quiero arreglar las cosas, no pienso quedarme con los brazos cruzados, quiero explicarle absolutamente todo— me recargué en el sillón. Tenía ganas de llorar.
—Piensa bien las cosas, deja de dañar a todos, eso sólo demuestra lo vacío que estás por dentro. Creí que por lo menos te había ayudado un poco, pero veo que no sirvió de nada— me dio una mirada de reproche. —Si sigues así, terminarás quedándote completamente solo— se acercó hacia la puerta, negó con la cabeza y se marchó.
Miré la consola y lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas.
Me odio, me odio demasiado.
Subí mis piernas al sillón, las doblé y puse mi cabeza sobre ellas. Comencé a llorar.
—Creo que ella estará mucho mejor sin mí, aunque me duela demasiado aceptarlo— sentí una opresión en mi pecho.
Duré aproximadamente una hora llorando, me sentía demasiado mal.
Salí de ahí y me dirigí a mi habitación.
Me acosté en mi cama y me puse en cuclillas.
—Ya había tomado una decisión al respecto y me sentía bastante feliz por eso, pero creo que lo mejor sí sería irme y dejar en paz a todos— cerré mis ojos y comencé a llorar más.
—Dios, Min, eres el mayor karma de mi vida— estaba temblando. Jamás había llorado así en mi vida, más que de niño en aquella horrible ocasión.
—Perdón por todo— sé que no estaba aquí y no podía escucharme.
En estos momentos necesitaba un abrazo, pero no había nadie. Al único que tenía era a Felix y él no estaba y no sabía si iba a seguir estando allí.
Me dolía horrible el alma.
Todo el resto del día la pasé muy mal, ni siquiera bajé, ni comí, me la pasé encerrado en mi cuarto llorando. Lloré como jamás lo había hecho.
Toda mi vida me reprimí tantas cosas y hoy pude sacarlas con llanto y creo que se sentía un poco bien.
Al día siguiente, salí temprano de casa y fui a correr, ya que el hacer ejercicio me hacía sentir bien y calmaba mi mente.
Fui a desayunar y pensé demasiado las cosas.
Cuando venía de regreso, decidí pasar por la casa de Min—sí, soy un masoquista—cuando iba a dar vuelta por su cuadra, noté un auto fuera de su casa y alcancé a ver que era su jefe. Min se despidió gustosa y sonriendo, observó cómo se marchaba.
Me escondí detrás de un auto, para que él no me viera. De nuevo, volteé hacia Min y observé cómo se metía a su casa.
—Ahora te entiendo, Min— reí secamente. —Creo que ahora sé cómo te sentías cada vez que me veías con alguien más— sentí algunas lágrimas deslizarse por mis mejillas pero rápidamente las sequé. —Sí, sí duele bastante— me puse mis audífonos y me dispuse a irme al infierno de todos los días, o sea, a mi casa.
Hoy es el tercer aniversario de los chicos ¿y saben qué es lo mejor? que apareció Hyunjin, ay no, lloro brillitos, estoy muy feliz.
¿Cuántos aniversarios llevan? en mi caso, es el tercero, ya que bueno, los conocí desde pre-debut.