Desperté a las 8 am, me bañé y bajé a desayunar. Hoy teníamos que ir a la escuela a recibir mi certificado y pues sería nuestro acto académico, por lo que tenía que ir arreglada y vestida de negro. Mamá me obligó a ponerme un vestido negro que me llegaba un poco más arriba de la rodilla, era un poco ondulado, pero hasta eso, se veía bien.
Me dio flojera maquillarme, así que sólo me puse rímel y un poco de gloss en los labios.
Mis padres me preguntaron sobre lo de ayer, pero les dije que regresando les contaría, aunque para ser sincera, no tenía ganas de decirles, pero sé que si no lo hago, me insistirán a más no poder y eso sería mucho peor.
Nos dirigimos hacia la escuela y yo iba callada en todo el camino, me sentía sin ánimos, tenía mi vista pegada a la ventana.
Llegamos y nos encaminamos hacia el auditorio que tenía la escuela. En la entrada, me entregaron la toga e inmediatamente me la puse.
Entramos y había un montón de gente, así que yo iba detrás de mis padres mientras ellos decidían en dónde sentarnos.
Todos los estudiantes teníamos que ir vestidos de negro sí o sí—aparte de la toga, ajá—pero los padres no y la mayoría también venían vestidos así. Dios, esto parecía un funeral.
Se murió mi dignidad.
Ah no, esa nunca la tuve.
Mis padres iban un poco más adelantados, ya que yo me quedé parada viendo en un punto cómo todos veníamos vestidos así.
—Ay, ya llegó la acosadora acosada— rió una chica junto a su amiga. Ambas ya estaban en sus asientos.
—No tienes vergüenza, Min. Yo que tú, mejor me hubiera quedado en casa— su amiga me miró de pies a cabeza con una mala cara.
—Yo que ustedes, mejor cerraba la boca— sonreí falsamente. —Jódanse— les saqué el dedo medio y me fui directo hacia donde estaban mis padres.
Se sorprendieron bastante, ya que no esperan esa reacción mía.
Que se jodan, ya me tienen harta todos.
Ubiqué que mis padres se sentaron 2 filas adelante de donde estaban sentados los padres de Hyunjin y él.
Dios, esto no podría ser peor.
Di un gran suspiro y fui hacia donde ellos. Noté muchas miradas hacia mí pero decidí ignorarlas. No, no iba a dejar que arruinaran más mi día.
Me senté y esperé a que comenzara la ceremonia.
Llegó un profesor y comenzó con su letanía, sobre nuestros años en la escuela, la universidad, nuestro futuro, bla bla bla.
Decidí no prestar atención. Mi mente sólo se concentró en lo que iba a comer antes de irme a trabajar y que le tendría que contar a Yeonghee todo lo que pasó, porque sabía que me iba a atacar con un montón de preguntas cuando llegara.
Comenzaron a nombrar estudiante por estudiante, para que nos paráramos a recibir el certificado. Mi grupo era de los últimos, así que tendría que esperar un buen rato.
Era la hora de mi grupo y fueron nombrando uno por uno en orden alfabético.
—Hwang Hyunjin— lo nombró el profesor y todos aplaudieron. Yo decidí no hacerlo—bueno, no he aplaudido con ninguno y no pienso hacerlo—también se escucharon muchas risas. Creo que ya sabía por qué.
Al momento que Hyunjin fue a recibirlo, se notaba algo mal, traía una mirada de pocos amigos.
—¡Felicidades al acosador!— gritó una chica y seguido de eso, se escucharon más las risas.
Hyunjin hizo un mohín y cuando iba bajando las escaleras, les sacó el dedo medio a la chica y otros que estaban por allá y luego siguió su camino.
Varios padres de ahí se sintieron ofendidos por eso y lo vieron mal.
Mamá y papá sólo me voltearon a ver rápidamente y también le dieron una mala mirada.
Los ignoré.
—Kang Hye— nombraron a mi amiga y ahí sí decidí aplaudir, incluso sonreí. Desde anoche que no lo hacía.
Noté que traía una sonrisa, pero no la de siempre, no se notaba muy feliz.
Más tarde, nombraron a mi mejor amigo e hice lo mismo que con Hye.
La verdad me sentía muy feliz por ellos, eran de las pocas personas que eran importantes en mi vida, junto a mis padres.
Él se notaba igual que Hye ¿será por lo de ayer? ay no, odio demasiado a Kira, aunque sólo en una parte le agradecía por haber descubierto a Hyunjin, pero no en la manera que lo hizo. Prácticamente ella se encargó de humillarlo. Vaya.
Seguía Felix y observé como se dirigía hacia donde todos teníamos que ir.
Tampoco aplaudí.
Sólo lo miré de lejos y mejor decidí mirar el bolso de mi madre, que estaba al lado mío.
—Mira, ese es el chico de las pecas, el amigo de Min— mamá se notaba emocionada diciéndole eso a papá.
—Sí, ya lo recuerdo— papá estaba igual.
Yo sólo rodé los ojos.
Nombraron a más y yo estaba por seguir.
—Park Min— dijeron mi nombre.
Se escucharon más risas que aplausos.
Me lo esperaba.
En sí, creo que los únicos que aplaudieron fueron los padres y los profesores.
Di un resoplido antes de pararme y me encaminé seria hasta donde estaba el profesor con mi maldito papel.
—Cuidado profesor, que luego Min lo acosa— gritó una chica y noté que era una amiga de Kira. Su mamá le dio un manotazo y ésta sólo soltó un quejido.
Sonreí en mis adentros. Toma, perra.
—A quien siga diciendo más cosas como esas, me voy a encargar que no les den su certificado y sin él no podrán entrar a la universidad— habló un poco molesto el profesor mediante el micrófono.
Yo sólo le di una reverencia y traté de irme lo más rápido posible de ahí.
Mientras me dirigía a mi lugar, sentía la mirada de Hyunjin buscándome, pero lo ignoré, así que sólo llegué y me senté.
Terminaron de nombrar a todos y de nuevo, con sus letanías.
Yo ya quería irme, maldita sea.
Se supone que después de esto, eran las fotos con tus amigos, maestros y cosas así, pero yo no pensaba hacer nada de eso. Acaso me tomaría fotos con Hye y Kevin, ya que en sí, ellos eran mis únicos y verdaderos amigos y no necesitaba más, prefiero calidad a cantidad.
Por fin dieron por terminado esto y me paré lo más pronto posible, apresuré a mis padres y por primera vez, me hicieron caso. No preguntaron nada ni se quejaron.
Yo sólo quería de aquí en cuanto antes.
—Min ¿no te tomarás fotos con tus amigos?— inquirió dudoso papá.
—Sí, Hye debe de estar por aquí— la busqué con la mirada y cuando la vi, noté que estaba tomándose una foto con Jeongin. Creo que ayer me perdí de mucho.
—¡Hye!— le grité cuando terminaron. Me miró, le dijo algo a Jeongin a lo que este sólo asintió y luego me miró, me hizo un gesto de saludo con la cara e hice lo mismo.
—¿Todo bien?— llegó Hye hasta conmigo y se notaba preocupada.
—Pues no, pero aquí andamos— hice una mueca. —Pero bueno, el punto es ¿nos tomamos una foto?—
—Claro— asintió. —¿Hablaremos luego?— suspiró.
—Sí, te lo prometo, pero ya que me sienta mejor— la tomé de la mano y la llevé junto a mis padres.
Mamá comenzó a sacarnos un montón de fotos.
—Se ven hermosas, me encantan— sonrió de oreja a oreja.
—Claro que sí, pero ahí falta mi chico— llegó diciendo la mamá de Kevin junto con éste y su esposo.
—Vamos Kevin, pónte en medio de ellas— mamá lo empujó hacia nosotras.
Nos sacaron más fotos.
De los tres. Sólo Kevin y yo. Sólo yo y así.
—Amm ¿qué tal?— Kevin se notaba un poco incómodo.
—No muy bien, pero ahorita no quisiera hablar de eso— hice una mueca.
—Está bien, cuando quieras hacerlo, aquí estaré— me jaló y me abrazó.
Le correspondí. Ah, creo que sí lo necesitaba.
—Gracias— traté de sonreír.
—Yo también quiero un abrazo— Hye hizo un puchero.
—Ven para acá— llegó rápidamente y entre los tres nos abrazamos.
—Sabes que te queremos mucho y jamás te vamos a abandonar ¿verdad?— mi amiga me miró sonriendo.
—Los adoro— ambos besaron mi mejilla, uno de cada lado. Reí.
—Ya tengo que irme, porque debo ir a trabajar— me separé.
—Suerte— Hye me lanzó un beso.
—Éxito, piensa en cosas positivas— Kevin me guiñó un ojo.
Asentí, mis padres y yo nos despedimos de los señores Moon y comenzamos a caminar directo al auto.
Había un montón de gente tomando fotos, hablando y cosas así, pero yo ya quería largarme. En cuanto llegamos al auto, me quité la maldita toga.
—¡Min!— gritaron mi nombre.
—Necesitamos hablar— habló de nuevo, por lo que me giré lentamente y lo encaré.
—Llevo prisa, lo siento—
—Min, por favor, tengo que explicarte muchas cosas— Hyunjin habló un poco dolido.
—Lo sé, pero después, ahora sólo necesito tiempo para mí misma—
—¿Y cuándo lo haremos?—
—Pronto, pero por ahora déjame, déjame pensar ciertas cosas, por favor— me volví a girar y me dispuse subirme al auto.
—Lamento todo lo que hice— habló con la voz entre cortada, se dio la vuelta y se fue.
Mis padres sólo me miraron tratando de descifrar lo que estaba pasando, pero los ignoré y mejor nos subimos al auto para ir directo a casa de nuevo.
Llegamos y estaba a punto de subir a mi habitación pero mis padres lo impidieron.
—No, no te vas a ir de aquí hasta que nos digas qué diablos está pasando, señorita Park— mamá me miraba fijamente. Hasta me daba miedo.
—Ah, está bien— di un gran suspiro y nos fuimos directo a la sala a sentarnos y comencé a explicarles todo, absolutamente todo. Lo que pasó ayer, lo que hacía anteriormente en la escuela—aunque mamá ya sabía un poco de eso—y lo que Hyunjin hizo también.
Fue una charla algo larga, pero bueno, tenían que enterarse sí o sí.
—Vaya— papá dio un resoplido.
Mi mamá sólo se quedó bastante pensativa cuando terminé de decir todo.
—Y bueno, ahora sólo quiero pensar bien las cosas y estar bien conmigo misma— moví mi pierna derecha inquietantemente.
—Odio a esa tal Kira y también, no sé qué pensar ahora de ese chico, por dios, Min ¿cómo dejaste que te humillara de tal forma? y ¿por qué nunca nos lo dijiste?— comentó mi papá algo molesto.
—Porque me lo merecía— me recargué en el sillón.
—No, claro que no— se paró. —Sé que tú estuviste muy mal, demasiado, pero aún así no debía tratarte así— suspiró pesadamente.
—Ahora que descubriste que él también era un acosador ¿le hubiera gustado que lo hubieras humillado? no lo creo, a nadie le gusta eso— tocó su sien. Se notaba bastante irritado.
Mamá aún no decía ni una palabra.
—¿Tú no vas a decir nada?— papá alzó un poco más la voz.
Ella volteó a verlo y luego a mí. Estaba seria.
—¿Eres masoquista, Min?— habló por primera vez.
—¿Qué? claro que no— respondí con una mueca.
—Claro que sí, después de todo lo que él te hacía, aún estabas, no, estás enamorada de él, él te dañaba emocionalmente y aún así seguías— su mirada me estaba intimidando bastante. —Tienes que aprender a quererte más a ti misma, dime, el otro día que vino ¿te seguía tratando igual? la otra vez me comentaste que era muy cambiante, que unos días te trataba bien y otros que no, repito ¿seguía igual?—
—No, últimamente me trataba mejor, incluso comenzábamos a llevarnos bien—
—¿Qué sientes ahora mismo?— se puso recta y no despegaba su mirada de mí.
—Tengo muchos sentimientos encontrados— desvié la mirada.
—Si quieres llorar, hazlo, si quieres gritar, hazlo, si quieres volver a hablar con él, hazlo, si quieres alejarte de una vez por todas de él, entonces hazlo, pero no te quedes todo tu vida lamentándote— se paró. —Tienes una vida por delante como para derrumbarte por esto. Sí, sé que estás sufriendo porque no sabes ni siquiera cómo manejarlo, pero para eso estamos tu padre y yo, te vamos a apoyar en cualquier decisión que tomes, pero que te haga bien, que te haga sentirte bien contigo—
Sólo bajé la mirada y me quedé pensando.
¿Qué debería hacer?
—Piensa bien qué es lo que quieres, necesitas mucha paz mental. Por más que hayas hecho mal las cosas en el pasado, sé que has cambiado y eso es bueno, porque no cualquiera lo hace, es una batalla muy difícil con uno mismo, pero recuerda, de los errores se aprende— habló papá.
Todos nos quedamos callados.
Me paré y les di un abrazo a ambos.
—Gracias, en verdad me ayudan demasiado y lo aprecio mucho—
—Sobre Felix, él no se ve que sea un mal chico, aunque bueno, lo mismo pensé de Hyunjin, pero ya sabes— mamá se encogió de hombros. —Sólo piensa bien lo que vayas a hacer ¿ok?— me dio un beso en la frente.
Asentí y me fui a cambiar de ropa y por fin me puse un pantalón. El vestido ya me había desesperado.
Comí un poco antes de irme al trabajo. Llegué y como lo supuse, Yeonghee me invadió de preguntas de cómo me había ido anoche.
—No muy bien— suspiré.
—Ay no ¿qué pasó?— preguntó preocupada.
—Iré a cambiarme y ahorita te cuento ¿ok?— asintió y fui a cambiarme.
Regresé y le conté lo que sucedió. También le dije cómo era en el pasado y se sorprendió un poco.
—Quiero ir a pegarle a esa tal Kira ¿puedo?— bufó molesta.
—Por favor— rodé los ojos.
—Diablos, creí que la habías pasado de maravilla y que ibas a llegar más empoderada que antes— hizo cara de desagrado.
Sólo reí.
—Yo no te voy a juzgar— me miró. —Sé que no eres una mala persona y no te sientas tan mal, no eres la única con un mal pasado, muchos lo tienen también, no te atormentes por eso. Sólo déjalo atrás e intenta ser mucho mejor persona y que los demás se jodan, nadie tiene el derecho de juzgar a otros— me sonrió y me dio un pequeño abrazo. —Nos conocemos de hace poco, pero aquí tienes una amiga en la que puedes confiar, jamás voy a juzgarte, al contrario, si puedo ayudarte, mejor—
—Gracias, me alegra eso, lo aprecio mucho— sonreí.
Seguimos trabajando.
Antes de irme, fui a checar, para registrar mi salida, pero Jaesung me habló.
—¿Qué pasa?— llegué hacia donde él.
—Te notas algo tensa— me miró fijamente.
—Uh ¿es muy obvio?— hice una mueca.
—Bastante— se notaba serio.
—Lo lamento, espero no haber afectado en el trabajo— bajé la mirada.
—Nada de eso, no te preocupes— suspiró. —Pero bueno, te buscaba para decirte ¿qué harás mañana por la mañana?—
—Amm, pues no tengo nada planeado ¿por?— enarqué una ceja.
—Quisiera invitarte a desayunar, a tomar un café o algo— puso su mano sobre su barbilla y la movió de un lado a otro.
Abrí los ojos sorprendida.
—¿A mí?— me señalé dudosa y algo nerviosa.
—No veo a nadie más aquí— enarcó una ceja divertido.
—Amm, c-claro—
—Sé que esto sonará raro, porque yo tengo una cafetería, pero bueno, iríamos a una cafetería cerca de aquí, es linda, tal vez la conozcas, no lo sé — no despegaba su mirada de mí.
—N-no hay problema— sonreí bastante nerviosa.
—Vale, entonces ¿paso por ti a las 9?—
—Por supuesto—
—Bien, entonces, nos vemos mañana, vete con cuidado— me sonrió.
—Gracias, igualmente— sonreí también y salí lo más rápido posible de ahí.
Papá llegó por mí y nos fuimos directo a casa.
¿Mi jefe me estaba invitando a salir? ¿Qué rayos? Bueno, lo más probable es que sea por cosas del trabajo.
Oh por dios ¿me irá a despedir?
Ay no, si pasa eso, mi vida sí irá mucho peor de lo que ya está.