—¿Qué hace SeokJin aquí? —NamJoon se paseaba por la habitación, casi arrancándose los cabellos debido a los nervios.
YoonGi y JungKook lo seguían con la cabeza, ambos en total silencio prestando atención a los movimientos del alfa moreno.
—Yo quería venir al viaje pero no me quiso dejar, así que lo convencí de venir conmigo para que me dejara. —mintió el menor, recibiendo una sonrisa orgullosa de YoonGi.
—¿Y él sabía que yo estaba incluido en el viaje? No, ni me respondas, estoy seguro que por el rostro que puso cuando me vio la respuesta es no. —grito, revolviendo su cabello. —¿En que estaban pensando? Él no quiere tenerme cerca y ustedes le hacen estarlo.
—Sí bueno, en el auto no parecía eso.
NamJoon miró a YoonGi con cara de pocos amigos, a lo que el pálido solo se encogió de hombros como si nada.
—Si no quisiera tenerte cerca no se hubiera acurrucado en tu hombro. —agregó.
—Estaba dormido, yo fui quien lo puso en mi hombro.
—NamJoon, apestas a ti y él es un omega. Al instante en que sintiera tu aroma se hubiera despertado y alejado, al menos de que no le incomodara. —se estiró con cansancio. —Deberías aprovechar la oportunidad para hablarle o hacer algo, yo que sé. —habló en un bostezo. —Yo voy a dormir.
YoonGi se arrastró hasta la mitad de la cama, tomando una almohada para poder abrazarla. Cerró sus ojos ante la mirada de los otros dos y se quedó dormido, sorprendiendo a JungKook por lo rápido que logró dormir.
El alfa menor volteó a ver a NamJoon, quien seguía parado en su lugar, mirando sin parpadear algún lugar de la habitación.
—Hyung... —al momento en que JungKook habló, NamJoon parpadeó, mirando al menor. Al ver que tenía su atención, continuó: —Si SeokJin hyung no quisiera estar cerca de ti, desde que te vio en el auto se hubiera ido sin importarle nada. —dijo a la vez que se levantaba de la cama.
—JungKook... —el menor se detuvo. —¿Crees... que tengo una oportunidad con él?
—No he hecho nada para alejarte, ¿Tu qué crees, hyung? —sonrió al decirlo, continuando su acercamiento a la puerta. —Iré a la recamara de hyung.
Al escuchar el sonido de la puerta siendo cerrada, NamJoon soltó un suspiro. Estaba solo en la habitación con un alfa dormido como si fuera a invernar y el conflicto mental que estaba teniendo no ayudaba.
En otra parte de la cabaña, SeokJin ayudaba a JiSung a desempacar la maleta, colocando sus pertenencias en el closet y cajones dentro de la habitación. Desde que habían entrado a aquella habitación, ninguno de los dos abrió la boca para hablar.
El pobre omega de hebras naranjas sentía cada milímetro de su ser temblar de miedo. Un miedo provocado por la incertidumbre de que SeokJin aún no le gritara por la presencia de NamJoon. Conociendo al rubio, desde que entraron le debió haber reclamado por no decirle que el alfa estaba incluido en el viaje. Era extraño y eso le preocupada, pero tampoco tenía el valor para preguntarle si estaba bien.
Dos golpes se escucharon en la puerta, segundo se la voz de JungKook preguntando si podía pasar. Tragando su miedo, JiSung le indicó que lo hiciera, mirando discretamente a SeokJin.
«Seguramente estaba esperando a que estemos los dos para no gritar dos veces» pensó JiSung.
—¡Hola, hyungs! —saludó el alfa, sentándose en la cama más cercana. —Uh, ustedes ya desempacaron. Yo aún no, que flojera. —ladeó su cabeza, dejándose caer en la cama.
—Mejor hacerlo ahora y no después. —dijo, formando una sonrisa que tembló por sus nervios.
JungKook asintió en respuesta, observando en silencio a los mayores acomodar sus ropas. Se colocó boca abajo, tomando una almohada para abrazarla y recargarse en ella y sobre sus codos.
El silencio reinó. JungKook no estaba acostumbrado a eso, regularmente el rubio se la pasaba hablando mientras hacía algo, y verlo callado era extraño. Con interrogación, miró a JiSung, quien le devolvió la mirada. El alfa movió su cabeza, señalando a SeokJin. JiSung se encogió de hombros, abriendo un poco sus ojos de más.
—Si creen que no me doy cuenta de que se están hablando con la mirada, están equivocados. —ambos miraron a SeokJin, uno asombrado y otro temeroso.
—¿No nos vas a gritar? —preguntó JiSung, tragando saliva cuando el omega lo vio.
SeokJin sonrió. —¿Gritarles? No, no lo haré. —negó con su cabeza y dejó las cosas que estaba acomodando en el piso. Se levantó y caminó hacia la segunda cama, sentándose frente a los dos contrarios.
—¿Te encuentras bien, hyung? Te ves... tranquilo.
—Extrañamente lo estoy. —respondió mirando a uno y luego al otro. —Me hizo feliz ver a NamJoon.
JungKook y JiSung abrieron los ojos al escucharlo, era la primera vez que admitiera algo sin que se le insistiera.
—¿Sorprendente, no? —SeokJin rió, pero su risa se escuchaba cansada. —No importa, no quiero hablar por ahora de él.
JiSung lo entendió, así que decidió hablar de otra cosa. —Más tarde iremos de excursión. YoonGi hyung descubrió un lugar más arriba de la montaña, luce interesante.
—¿O sea que vamos a caminar? —el rubio alzó una ceja.
—Sí, estamos en un viaje, hay que aprovechar.
SeokJin lloriqueó porque no quería caminar, pero solo se limitó a aceptar. Conversó un poco más con su primo y con su amigo, cansándose un poco. Les dijo que iría afuera y caminaría por ahí.
Bajó las escaleras, encontrándose con YoonGi y ChangBin en la cocina. Los saludó y después de eso salió de la cabaña, sintiendo el fresco aire del lugar. Sonrió al sentirse relajado, bajando los pequeños escalones para caminar un poco.
Llegó hacia un lugar donde había unas bancas donde podían ir a sentarse los visitantes. Se dirigió a una de ellas, pero el aroma a chocolate y tierra húmeda se interpuso en su camino. Volteó y sus ojos se encontraron con los de NamJoon. Dudó en si irse o acercarse, optando por acercarse.
Al parecer NamJoon se sorprendió pues al verlo caminar hacia él, sus ojos se abrieron impactados.
—Hola. —saludó SeokJin, ocultando sus manos detrás de su espalda para jugar con ellas nerviosamente.
—H-hola. —murmuró el moreno, sacándole una sonrisa a SeokJin al verlo tan nervioso y sorprendido.
—¿Estabas leyendo? —preguntó al ver el libro en sus manos. El alfa asintió, aun como ido. —¿En un viaje, NamJoon?
—Lo cargo solo por si me aburro. —se encogió de hombros.
—¿Te aburriste? —soltó una risita, pero se avergonzó por haber reído.
—YoonGi se quedó dormido y no se me ocurrió otra cosa màs que leer.
—¿Oh? Yo vi a YoonGi en la cocina.
NamJoon parpadeó, normalmente YoonGi cuando se dormida tardaba màs tiempo en despertar.
—Y sobre que te aburriste, no te preocupes. JiSung me dijo que al rato iremos de excursión. —presionó sus labios, desviando su mirada. —Iré de regreso a la cabaña, nos vemos más tarde.
—¿N-nos vemos? O-oh, sí, nos vemos. —dijo entre nervioso y emocionado, soltando el libro y éste cayendo al suelo. Se agachó para levantarlo pero al hacerlo se golpeó en la cabeza.
—¿Estás bien? —preguntó SeokJin.
Al ver a NamJoon asentir con una risa nerviosa en sus labios, se tranquilizó y se dio la vuelta para marcharse. Dejando a NamJoon con la cabeza hundida en el libro por la vergüenza.
NamJoon también se preguntaba si el hecho de que SeokJin se acercara era buena señal. Esperaba que así lo fuera.
[...]
Había llegado la hora de partir hacia aquel lugar del que tanto estaban hablando y ni NamJoon ni SeokJin entendían. Era como si todos supieran o conocieran de qué hablaban menos ellos dos. Ahora solo estaban esperando a YoonGi y a JiSung, quienes estaban haciendo quien sabe qué. Pasados unos minutos, ambos aparecieron, cada uno cargando una pequeña mochila.
—¿Para qué llevan eso? —cuestionó el omega rubio, no entendiendo para que llevar mochilas.
—Son algunas cosas que podrían servirnos. —respondió YoonGi con simpleza, mirando también a NamJoon que al parecer de igual manera tenía esa duda.
Sin más preguntas, comenzaron a caminar. Todos seguían a YoonGi que era él que sabía cómo llegar.
Se adentraron a un bello lugar del bosque con un camino muy pintoresco. Los arboles daban un olor relajante y el clima parecía ser perfecto para la caminata de ese momento. El cielo estaba lleno de nubes y con un color azul muy vivo y brillante.
Cada uno de los presentes se daba la oportunidad de apreciar el paisaje conforme iban avanzando. Se daban también el tiempo para sacar fotografías, tanto al paisaje como entre ellos. Compartían algunas conversaciones que hacían del momento más agradable. SeokJin lo estaba disfrutando.
—¿Cuánto falta para llegar? ya no siento los pies. —preguntó NamJoon, casi arrastrando los pies.
—No lo sé. —dijo YoonGi.
—¿Cómo que no lo sabes?
—Más arriba hay una parte poblada, podemos preguntar ahí. —contestó el pálido.
—¿Quieres decir que no sabes en dónde estamos?
—No, quiero decir que no sé cuánto falta para llegar. —rodeó los ojos. —No eres el único cansado, tampoco siento los pies.
—¿Entonces para que propusiste venir? Odias caminar.
YoonGi permaneció serio y nadie más dijo nada. El pálido alzó los hombros sin quitar la mirada de enfrente. —No hace daño hacer algo nuevo. —dijo y no volvió a hablar.
Caminaron varios minutos más que a todos se les hicieron eternos, hasta que vieron que varias personas caminaban por el área y pronto vieron algunas cabañas y varios puestos pequeños. Todos suspiraron.
—Ustedes vayan a sentarse, yo iré a preguntar. —dijo YoonGi, apuntando hacia unas bancas que se veían a lo lejos.
—¡Voy contigo, hyung! —exclamó JungKook.
YoonGi asintió. —NamJoon, carga esto por mí, no lo quiero pasear. —le extendió la mochila y el moreno la tomó, viendo cómo se alejaba junto con el alfa menor.
Los restantes caminaron hacia las bancas que vieron a la lejanía, sentándose en ellas.
—Oh, tengo mucha sed. —dijo JiSung formando un puchero. —Iré a conseguir agua en algún puesto. Ya vuelvo. Jin hyung, cuida la mochila por mí, por favor. —colocó la susodicha en las piernas de SeokJin y se levantó para ir a comprar, seguido de ChangBin que también quería comprar algunas cosas.
Los que quedaron solo tenían que esperar. Estaban en silencio, hasta que Bang Chan habló: —Oigan, lamento dejarlos solos pero tengo que hacer pipí. —al momento que lo dijo se levantó y corrió, dejando a NamJoon y a SeokJin solos.
SeokJin comenzó a jugar con las tiras de la mochila, evitando a toda costa la mirada del moreno. Antes tuvo el valor para acercarse y hablarle, pero todo ese valor se esfumó mágicamente.
Miró de reojo a NamJoon, y se veía igual de nervioso que él. Comenzó a mover sus piernas con impaciencia, esperando que alguno de los demás regresara y rompiera con el ambiente tenso e incómodo. Ya había transcurrido muchos minutos y ninguno volvía, comenzaba a preocuparle.
—Ya se tardaron mucho, ¿No crees? —la voz de NamJoon sonó a su lado. Giró para mirarlo y asintió.
—¿Les habrá pasado algo?
—No creo... espero. —tragó saliva, viendo como comenzaba a hacerse más tarde.
—Les marcaré. —SeokJin buscó en sus bolsillos pero se detuvo, cerrando los ojos. —No traje mi celular. JiSung me hizo dejarlo.
—Oh, no te preocupes, traigo el mío. —informó NamJoon, sacando su celular e intentando prenderlo. —...no prende. —Jin abrió los ojos.
—¿Cómo que no prende?
—No lo hace... yo... olvidé cargarlo. —mordió su labio inferior con nerviosismo.
—¿Por qué rayos no lo cargaste, Kim NamJoon? —revolvió con frustración sus cabellos rubios.
—Lo siento, hyung. Siempre he tenido problemas para recordar cargarlo.
SeokJin se levantó de su lugar, completamente nervioso. Por impulso, NamJoon también se levantó.
—¿Qué hacemos?
Al hacer esa pregunta, notaron a una chica bajita —al parecer una beta, porque ninguno percibía su aroma—, acercarse a ellos. Se miraron con confusión.
—Ustedes son... Ah... —miró un papel que llevaba en manos. —¿Kim NamJoon y Kim SeokJin? —preguntó, mirándolos cuando terminó de leer el papel.
—¿Para qué quieres saber? —cuestionó dudoso el omega.
—Oh, sus amigos les reservaron una cabaña. Me pidieron que les avisara cuando hayan pasado 30 minutos de su partida.
—¿¡Qué!? —gritaron al unísono.
—¿Se fueron? —habló SeokJin alterado. La chica asintió con temor. —Esos malditos... —susurró. —Hay que regresar.
—N-no es buena idea... —murmuró la chica. Se encogió por la mirada de los dos. —Está anocheciendo y es peligroso caminar a estas horas por ahí. —sus ojos temblaron. —Será mejor que se queden.
NamJoon y SeokJin se miraron, notándose ambos nerviosos por tener que pasar la noche juntos. Suspiraron, no les quedaba otra opción.
La chica les pidió que la siguiera, llevándolos a una cabaña un tanto diferente a donde habían llegado. Está se notaba que era solo para dos personas. Entraron y miraron el lugar; era muy hermoso pero eso no quitaba el nervio de estar juntos.
—Les traeré la cena en unos minutos, con permiso. —la beta hizo una reverencia y salió de ahí.
El par solo se miró, quedándose parados sin una acción o palabra en sus cabezas para realizar. ¿Qué se suponía que debían hacer?
[🌵]
Buenas noches, tardes o días uwu.
Me dio el tiempo de escribir este capitulo, espero que les haya gustado.
Hace mucho calooooor :(((( sálvenme, odio el calor jsjsjs.
¿Notaron alguna cosa? En Cotton Candy hice una referencia de una de las situaciones del capitulo. ¿Se acuerdan? ajhjaj
Bueno, esto es todo por hoy.
Gracias por leer. 💕