« Aléjate de mí || H. Hyunjin...

Autorstwa Wen_jae

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Ella lo amaba. Él no. Ella daría todo por él. Él por ella no. -Aléjate de mí, no te quiero en mi vida- -Pero... Więcej

Sinopsis
One
Two
Three
Four
Five
Six
Seven
Eight
Nine
Ten
Eleven
Twelve
Thirteen
Fourteen
Fifteen
Sixteen
Seventeen
Eighteen
Nineteen
Twenty
Twenty one
Twenty two
Twenty three
Twenty four
Twenty five
Twenty six
Twenty seven
Twenty eight
Twenty nine
Thirty
Thirty one
Thirty two
Thirty three
Thirty four
Thirty five
Thirty six
Thirty seven
Thirty eight
Forty
Forty one
Forty two
Forty three
Forty four
Forty five
Forty six
Forty seven
Final
Epílogo
Extra
Curiosidades + Nota
Especial

Thirty nine

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Autorstwa Wen_jae

Llegué súper cansada a casa. Hubo demasiada gente el día de hoy, o sea, eso era muy bueno, pero era bastante cansado. Cené cereal y seguido de eso, me fui a dormir. En cuanto toqué la almohada, caí en los brazos de Morfeo.

[.]

Toda la semana pasó demasiado rápido, era día viernes y quedaba exactamente una semana para el baile. Decidí que sí me iba a llevar el vestido que me regaló Hyunjin, me sentaba demasiado bien, quedaba perfectamente, así que opté por dejarlo.

Como siempre, era día de ir a trabajar, ya por fin mañana tendría mi primer día de descanso y lo utilizaría para terminar unos tareas que tenía pendientes, ya que prácticamente todo estaba hecho, ya estábamos a unos últimos días de terminar la escuela y de nuevo, tendríamos vacaciones. ¡Gracias dios!

—¡En una semana es el baile!— chilló Hye emocionada.

—Se nota que ni tienes ganas de ir, eh— reí.

—Ya quiero ir a lucir mi precioso vestido. No es por presumir, pero parezco una diosa— me guiñó un ojo.

—Pero si ya lo eres— le guiñé el ojo de vuelta.

—Ah, tienes razón, pero bueno, más— me lanzó un beso.

—Ambas lucirán espectaculares— llegó Felix sonriéndonos. Venía junto a todo su grupito de amigos. Oh no, esto será demasiado incómodo.

—Lo sé— dio un pequeño gritito.

—¿Ya tienes tu vestido?— me miró directo a los ojos.

—Sí, es muy lindo— sonreí y le di una rápida mirada a Hyunjin. De reojo, vi que él también sonrió.

Los demás chicos sólo miraban la escena, pero los noté bastante incómodos, y mucho más a Jisung. El único que se encontraba normal y que se veía feliz, era Hyunjin, tenía una enorme sonrisa pegada en su cara. 

—Amm— comenzó a decir Felix y luego volteó a ver a sus amigos.

—Queríamos disculparnos— habló Chan. —Por todas las veces que te llegamos a incomodar y a hacer sentir mal— bajó la mirada.

—Esperamos que por favor puedas aceptar nuestras disculpas— dijo Minho y seguido de eso, todos me dieron una reverencia.

Me sorprendí un poco. Miré a Hye y ella sólo levantó sus hombros.

—Y-yo, no sé qué decir al respecto— suspiré.

—No lo sé, podrías decir "Claro chicos, los disculpo por haber sido tan idiotas conmigo"— dijo Seungmin imitando mi voz, haciendo que los demás rieran un poco.

—Está bien, acepto sus disculpas y yo también les quiero pedir una por las veces que llegué a molestarlos cuando andaba detrás de Hyunjin. No fueron buenos tiempos, lo siento— me encogí de hombros.

—Gracias y, las aceptamos. Entonces ¿sin resentimientos?— dijo Chan y me tendió la mano.

—Por supuesto— la tomé y la estreché.

—De mi parte, no volverás a escuchar un mal comentario o cualquier otra cosa y si estos chicos llegan a decir o a hacerte algo, los golpearé— los miró mal.

—Ya, no haremos nada, no te preocupes, Bang— dijo Jisung. —De nuevo, perdón y gracias— me miró y sonrió penosamente.

—Vale, entonces todo bien— reí. Esto se sentía bien y raro a la vez.

Nos fuimos caminando todos juntos a clase, ya que nos tocaba Matemáticas y hoy entregaban los resultados de los exámenes, ya que hace unos días tuvimos uno. Sonreí al ver el resultado. Obtuve 95.

—No puede ser— dijo Hyunjin, ya que se sentó en la banca que estaba detrás de mí. —Obtuve 85— chilló de la emoción.

—Wow, felicidades— me volteé y le sonreí. Estaba feliz por él, al parecer todas las tutorías que le había dado anteriormente, sí le habían funcionado.

—Todo fue gracias a ti— me dio un beso rápido en los labios.

Me quedé en shock.

—¿Qué rayos acabas de hacer?— le susurré bastante sorprendida y con los ojos bastante abiertos.

—Te besé ¿o acaso no sentiste? ¿quieres que lo vuelva a hacer?— estaba a punto de volver a hacerlo, pero hice mi cabeza para atrás.

—Alto ahí— dije y puse mi mano. —Te das cuenta que estamos en la escuela ¿verdad?— levanté una ceja. Estábamos prácticamente hasta atrás, por lo que nadie había notado eso, tal vez sus amigos, pero ellos no me importaban tanto.

—No me importa, si quieres hasta voy y lo hago enfrente del director— sonrió y sus ojos se achicaron.

—¿Te caíste de la cama en la mañana?— pregunté divertida.

—Pues no en la mañana, pero sí de niño— rascó su nuca mientras reía.

—Ahora entiendo todo— reí y me volteé de nuevo hacia el frente.

El profesor estaba en su teléfono, sólo dio los resultados del examen y se olvidó de nosotros. Qué raro. Sólo espero que nos deje salir pronto de clase, me desespera estar aquí con todos mis compañeros.

—Tu cabello huele demasiado bien— miré de reojo y tenía casi toda su cabeza pegada a la mía.

—Lo sé, sí me baño—

—Cuando quieras puedo acompañarte, digo, por si necesitas ayuda— me susurró al oído.

Me quedé en shock de nuevo.

Este hombre se la vive con puras insinuaciones.

—Gracias, así estoy bien y si es que necesito ayuda, no recurriría a ti— me volteé hacia él, le guiñé un ojo y de nuevo, puse mi vista al frente. Escuché que soltó una risita.

—No lo sé, yo sólo ofrezco mi ayuda— aún lo seguía teniendo pegado a mí.

—Ve y ofréceselo a alguien más, tal vez alguna sí lo necesite— fijé mi vista en mi examen.

—No, sólo te lo quiero ofrecer a ti, las demás no me importan. En sí, nunca me han importado— bufó.

Sólo rodé los ojos. No me sorprende.

—Si llego a necesitarla, no dudaré en llamarte, ajá, gracias— le di una falsa sonrisa.

—Esperaré con ansias tu llamada— sonrió falsamente también y luego de eso, rió. Me gustaba mucho su risa. Reí también.

El profesor nos indicó que ya podíamos salir e inmediatamente tomé mis cosas y jalé a Hye conmigo.

—Oye, tranquila, me vas a dejar sin brazo— se quejó sobándose.

—Ay, lo siento, no quería ser tan brusca— sonreí apenada.

—¿Acaso estás huyendo de mí?— llegó Hyunjin con una gran sonrisa.

—¿Qué? no, sólo ya me había enfadado de estar ahí adentro— bufé.

Hye nos miró mal a ambos.

—Voy a ir a la biblioteca ¿vienes?— dijo Hye viéndome.

—Sí— contesté de inmediato.

—Las acompaño, no tengo nada qué hacer— nos sonrió.

—Me da lo mismo— empezó a caminar y la seguí. Hyunjin venía detrás de mí.

Llegamos y todo estaba muy callado. Tenía mucho que no venía, creo que la última vez que lo hice, fue cuando estaba leyendo After y Hyunjin me había seguido. Qué recuerdos.

—Voy a leer, no me interrumpan acaso que sea para algo muy muy importante o que se trate de mi libro ¿ok?— nos miró desafiante y nosotros sólo asentimos. Tomó una silla, se sentó e imitamos su acción. Ella estaba enfrente de mí y Hyunjin a mi lado.

Volteé a verlo y estaba muy concentrado mirando todo a su alrededor.

Saqué un cuaderno y decidí que me pondría a dibujar. Ya habíamos terminado todas las clases, pero aún no podíamos salir de la escuela.

Comencé a dibujar rosas. Hyunjin sólo me observaba en silencio.

—¿Sabes? me pone un poco incómoda que me veas—

—Lo siento, pero no dejaré de hacerlo. Me gusta verte a ti y cómo dibujas— sonrió. Solté un suspiro y continué con mis cosas.

No duré mucho, tal vez sólo 15 minutos. En serio la mirada de Hyunjin me hacía ponerme nerviosa.

—Ya, deja de mirarme— cerré mi cuaderno.

—No— sonrió sin mostrar los dientes.

Rodé los ojos y observe a Hye. Se veía muy concentrada en su libro.

Miré de nuevo a Hyunjin y ya había quitado su mirada de mí. Estaba viendo todos los estantes de libros. Ahora yo no quitaba mi mirada de él.

—Mejor tómame una foto. Eso dura más— me dio media sonrisa.

Negué con la cabeza.

—Me gusta todo en vivo y en directo— dije seriamente.

—Interesante— levantó una ceja.

Ninguno quitaba su mirada del otro. Duramos así un buen rato. Parecía una batalla para ver quién aguantaba más. Esto estaba muy reñido.

—Por dios, ya bésense, hasta yo siento esa maldita tensión— Hye me asustó por su comentario.

—¿Verdad?— dijo Hyunjin. Lo miré mal.

—¿Qué tú no estabas leyendo?— dije.

—Pues sí, pero creo que es más entretenido verlos a ustedes dos. Dan mucho qué pensar— nos dio una media sonrisa.

—Claro— respondí sarcástica.

—Vayamos por un café, yo invito— nos dijo Hyunjin.

—Acepto— mi amiga sonrió maliciosamente.

Yo no dije nada, sólo me levanté y me fui con ellos.

Nos encontramos a Felix en el camino, se veía algo preocupado.

—¿Dónde estaban? los estuve buscando, hasta los llamé— hizo un puchero.

—Ups, tenía mi teléfono en silencio— dijo Hyunjin. —Estábamos en la biblioteca—

—Me hubieran dicho para haber ido con ustedes— suspiró.

—Lo siento, es que Hye sólo lo dijo de repente— le dije penosamente

—Vale, no se preocupen— sonrió un poco.

—Perdón— dijo Hye haciendo un puchero.

Los 4 nos encaminamos a la cafetería. Hyunjin compró un café para cada uno y luego de eso, fuimos hacia las canchas.

—¿Estás bien?— le pregunté a Felix. Se veía un poco desanimado.

—S-sí—

—¿Seguro?— dijo Hyunjin enarcando una ceja.

—Lo juro— intentó sonreír pero no le salió.

—Hablaré contigo más tarde— le dijo Hyunjin apuntándolo con su dedo índice. Felix sólo rodó los ojos.

Hablamos sobre el baile, sobre cómo me estaba yendo en el trabajo, entre otras cosas.

Por fin dieron el timbre y salimos rápidamente antes de que se llenara todo. Cada quién se fue a su casa.

Llegué y me dormí un rato antes de irme a trabajar.

Se dio la hora y partí directo a la cafetería.

—Llegué— saludé a Yeonghee y ella inmediatamente me sonrió. En todos estos días nos volvimos muy cercanas, es una persona muy amable, me agrada demasiado.

Hice lo de siempre y me puse a trabajar.

Jaesung llegó hasta las 4:30 y se veía algo cansado. Él y yo no hablábamos mucho, como ya lo había dicho antes, él no era de muchas palabras. Ya le hablaba a todos los de aquí, excepto a él, era muy reservado. Sólo me echaba miradas de vez en cuando, pero bueno, tenía que estar al tanto de mí, ya que apenas entré la semana pasada.

Eran las 6:30 pm y vi que Hyunjin entró con una gran sonrisa. Me sorprendí. Llegó hasta el mostrador y se sentó en un banco.

—Hola— nos dijo con su enorme sonrisa.

—¿Qué te trae por acá?— dije aún sorprendida.

—Se me antojó una rebanada de pastel y aparte, quería verte—

—Uy— dijo Yeonghee mirándonos.

—Sí bueno ¿qué pastel quieres?— dije intentando cambiar el tema.

—Quiero un pastel de manzana y un americano— dijo observando todo el lugar.

—Vale, ahorita te lo doy— dije y me puse a preparar su café mientras Yeonghee sacaba el pastel de manzana y lo partía.

—Aquí está— le entregué el café y ella el pastel.

—Gracias—

—Min— me llamó Jaesung. —Necesito que me ayudes en algo— me hizo un ademán con su mano para que lo siguiera. Eso hice.

—Lleva todos estos platos al cuarto trasero y las tazas que están ahí, tráelas para acá y las pones en el mostrador, por favor— dijo y yo sólo asentí.

Vi que Hyunjin y Yeonghee estaban hablando, así que fui a hacer lo que me pidió Jaesung. Eran bastantes, así que lo fui haciendo por partes.

Cuando iba trayendo las tazas hacia acá, ya cuando estaba por llegar al mostrador y poner la primer tanda ahí, me resbalé e hice que todas las tazas que traía en mi mano, se quebraran por completo. Bueno, también hizo que me cayera y me golpeara en las piernas, codos y mi cadera. Sentí mi trasero mojado y ahí fue cuando me di cuenta que había un poco de agua tirada en el piso. Ahora entiendo qué provocó mi caída.

Todos los que estaban alrededor de ahí, se asustaron, pues el golpe sí había sido algo fuerte, aparte, el sonido de las tazas rotas fue inevitable. Yo sólo estaba sentada en el piso y algo en shock. Creo que estaba bastante apenada, pues casi todos mis compañeros de trabajo y Hyunjin, habían visto mi caída. Creo que en este preciso momento sentía más vergüenza que dolor.

Intenté pararme rápidamente, pero en cuanto lo intenté, volví a caer, mi cadera dolía.

Yeonghee no estaba en ese momento, pero inmediatamente Hyunjin fue hasta mi lugar y me ayudó. Jaesung imitó su acción y ambos llegaron al mismo tiempo. Se veían preocupados.

—Por dios ¿qué pasó? apenas iba a hacer pipí pero escuché un fuerte ruido— llegó Yeonghee un poco desorientada, volteando a todos lados, me vio sentada en el piso, pegó un gritito y se acercó.

—Me duele mi cadera, no puedo moverme mucho— dije tocándome el área afectada.

—Hyunsook, por favor ven a limpiar esto ¡rápido!— ordenó Jaesung y la chica llegó inmediatamente a hacer lo que le pidió.

—Ven, te ayudaré— Hyunjin tomó mis manos y sujeto mi cadera cuidadosamente, ayudándome a levantar. Jaesung también me ayudó. Yeonghee le estaba ayudando a recoger a Hyunsook, mientras me miraba preocupada. 

—Ah, duele— me quejé. —Gracias— volteé a verlos.

—Deberías ir con un doctor— sugirió Yeonghee.

—Exacto. Ven Min, te llevaré a uno— Hyunjin tomó mi mano.

—Lo siento, pero la llevaré yo— le dijo Jaesung.

—¿Bromeas? eres un desconocido para ella, no la dejaré a tu cargo— bufó.

—Es su jefe y si le llega a pasar algo, la cafetería pagará todos sus cargos, no tienes de qué preocuparte— le dijo Yeonghee.

—Oigan, no es para tanto, sí me duele, pero no como para ir con un doctor— me encogí de hombros. —Tranquilos, estoy bien, gracias— sonreí levemente.

—No estoy muy seguro de eso, creo que es mejor que te vayan a checar, para salir de dudas— dijo Jaesung mirándome fijamente.

—Lo juro, estoy bien y si me llegara a pasar algo, mamá es enfermera, ella podría ayudarme— dije.

Jaesung tomó mis brazos y los miró, como inspeccionándolos, luego miró mi cara. Diablos, hasta me sentía intimidada.

—Le duele la cadera, no los brazos, así que suéltala— dijo Hyunjin echándole una mala mirada.

—¿Entonces debería revisar su cadera?— enarcó una ceja.

Abrí los ojos sorprendida.

—Eso puedo hacerlo yo, gracias— sonrió falsamente y tomó mi cadera.

—¿Te sientes bien, amor?— me miró a la cara preocupado.

—¿Qué?— me sorprendí, incluso, hasta Jaesung lo hizo. Yeonghee sólo miraba la escena divertida.

—Min, no me habías dicho que tenías novio— chilló Yeonghee emocionada.

—No lo tengo—

—Sí, lucimos perfectos juntos— respondimos al mismo tiempo y nos volteamos a ver.

—Hablaremos más tarde— le dije a Hyunjin dándole una mala mirada y él sólo sonreía. —Tengo que regresar a trabajar— miré a Jaesung y él sólo nos observaba en silencio.

—Tómate el resto del día—

—No, no es necesario— dije rápidamente.

—No era pregunta— dijo serio. —Pero antes de que te vayas, checa y ven a firmar algo— y se retiró.

Miré a Hyunjin.

—Yo te llevaré a casa— me dijo sonriendo.

Sólo rodé los ojos y fui hacia Jaesung. Entramos a un pequeño cuarto, que estaba el parte de atrás, que era donde él tenía sus cosas de trabajo, papeles y así, para que pudiera firmar la hoja y ya irme. Me sentía un poco mal.

—Toma, fírmalo, por favor— me entregó la hoja y la leí. Él estaba sentado observándome. Por un momento hasta creí que me despediría, pero no, sólo era para decir que me fui por un incidente. 

—Listo— lo firmé y le entregué la hoja.

—Espera, antes de que te vayas— se paró de su asiento y buscó algo detrás de él. —Deberías de ponerte esto, es para los golpes, a mí me ha funcionado bastante. Es de rápida eficacia— me entregó un botecito blanco. Era como un tipo pomada.

—Gracias— le dije sonriendo.

Asintió sonriendo también. Wow, primera vez que lo veo sonreír.

—Dile a tu novio que maneje con cuidado, porque sino podrías lastimarte más—

—No es mi novio— hice una mueca.

—Pues él dice que sí— levantó los hombros. —Ve con cuidado— asentí, le volví a dar las gracias y ambos nos retiramos de ahí.

—Mucho cuidado, Min— dijo Yeonghee y se despidió de mí. Le devolví el gesto.

—¿Lista?— me preguntó Hyunjin. Asentí. Me dio un leve beso en los labios y abrí los ojos como plato.

—Deja de hacer eso— dije alzando un poco la voz.

—No— me tomó de las manos y me jaló con él.

Yo volteé hacia atrás y vi a Yeonghee emocionada por lo que acababa de pasar, levantó los pulgares en señal de aprobación. Vi a Jaesung con los brazos cruzados, tenía una mirada seria, soltó un suspiro y se fue del mostrador, dejando a una Yeonghee sonriendo como tonta, mientras veía como nos íbamos de ahí.

En cuanto nos subimos a su auto, le di un golpe en el brazo.

—Auch, me vas a dejar manco, mi mano derecha es muy necesaria ¿sabes?— se quejó.

—No seas exagerado, por dios— rodé los ojos. Imitó mi acción.

—¿Por qué hiciste eso? o sea, te comportaste como si fueras mi novio y creo que ni siquiera somos amigos— volví a hablar. 

—No puedo estar lejos de ti, no puedo, agh— me miró.

—No te entiendo, nunca te he entendido— suspiré. —Eres una persona muy cambiante, ahorita no puedes estar lejos de mí, pero antes me pedías que me alejara de tu vida—

—Soy un idiota, ya te lo había dicho—

—Y esas malditas escenas de celos ¿qué? no somos nada— enarqué una ceja.

—Por ahora no, pero podríamos ser algo—

—Por dios, no me vengas con juegos— 

—¿Por qué siempre piensas que estoy jugando?—

—Porque contigo ya no sé qué pueda ser cierto o no— alcé un poco la voz. Me estaba empezando a estresar.

—Perdón por ser un completo imbécil, perdón por todo— suspiró. Encendió el auto y comenzó a andar.

Yo ya no dije nada y sólo me dediqué a mirar por la ventana, todo el camino. Él tampoco dijo algo al respecto.

Llegamos a casa y antes de bajarme, habló.

—Min, en serio me gustas, y demasiado— se volteó hacia mí. Yo tenía mi vista al frente.

—Eso me dijiste la vez pasada y todo salió mal— por fin me atreví a mirarlo.

—Sí, pero la vez pasada era más estúpido que ahorita. Sé muy bien lo que hago, créeme—

—No voy a responder nada, sólo pensaré bien las cosas. No volveré a ser la misma idiota de siempre. Gracias por traerme— me bajé de su auto y entré a mi casa.

Me recargué en la puerta y escuché cómo encendió su auto para ya irse. Solté un fuerte suspiro. Estaba sola en casa.

Mi cadera aún dolía, así que subí las escaleras poco a poco, mientras me dirigía a mi habitación.

Me miré frente al gran espejo que tenía y observé todo de mí.

—Antes fuiste muy idiota y te dejaste pisotear por todos— hablé para mí misma. —Si Hyunjin quiere estar contigo, tendrá que lidiar con tu nueva tú, le costará bastante. Antes yo estaba en su juego, pero ahora él estará en el mío, así que lo haremos a mi manera. Bienvenido, Hwang— sonreí maliciosamente.


Me sentía bastante mal por lo sucedido y pues no tenía nada de ganas de escribir, ajá. Dénle mucho apoyo a Hyunjin, por favor, ahora nos necesita más que nunca

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