Subí de nuevo a mi habitación y me senté en la silla de mi escritorio.
Recibí una llamada.
Hyunjin.
Oh.
—¿Hola?— contesté dudosa.
—Hola ¿sí quedaste?—
—Amm, sí—
—Felicidades, te lo mereces—
—Gracias— se me hacía algo raro que Hyunjin estuviera diciéndome esto. Dio un largo suspiro.
—Quisiera invitarte mañana a desayunar ¿qué dices?— dijo de repente.
—Mañana trabajo—
—Sí, pero hasta en la tarde—
—Tengo tarea— me excusé.
—Escuché que le dijiste a Hye que ya la habías terminado. Hasta te la pidió—
Diablos. Este chico en todo está.
—¿Por qué haces esto?—
—Porque quiero hacerlo, no tiene nada de malo—
—Claro que sí. Tú mismo me dijiste la otra vez que me alejara de ti y ahora tú vienes y me buscas. No te entiendo— bufé.
—Sí, sé que eso dije, pero soy un completo idiota. Sé que el otro día te pedí perdón, pero no fue suficiente y pues te quería invitar a desayunar, para hablar contigo un rato, no sé— se escuchaba un poco nervioso.
Lo pensé demasiado. No sabía que hacer. Si aceptaba, sería una idiota y si no lo hacía, también, porque me quedaría con las ganas de saber qué hubiera pasado si hubiera ido. Agh.
—¿Y bien?— volvió a hablar.
—Ok— se escuchó que soltó un gran suspiro, como de alivio.
—Gracias, en serio, gracias— se escuchó más animado.
—Sí, bueno ¿a qué hora?— moví mi pie un poco inquieta.
—¿Te parece bien a las 9?—
—Sí—
—Vale, entonces paso por ti a esa hora. Buenas noches, descansa—
—Buenas noches, igual— colgué.
Me levanté de la silla y me aventé a mi cama. Estaba cansada y feliz.
Puse mi alarma a las 7:30, para poder hacer mis cosas a tiempo, ya que iba a bañarme en cuanto despertara y pues bueno, preferiría tener tiempo de sobra a estar ahí toda apresurada, no no.
[.]
Sonó mi alarma. Me bañé, me vestí y me maquillé sólo un poco. Eran las 8:40 am y ya estaba lista, así que mientras llegaba Hyunjin, me puse a ver vídeos de gatitos. Amaba los gatos, pero mamá no me dejaba tener mascotas. Siempre le rogaba por tener un gato o un perro, pero siempre me decía que no. Me decía: "¿Ellos o tú?" y pues bueno, después ya no le volví a insistir, porque capaz luego se enfadaba y me corría.
Escuché que tocaron la puerta, así que bloqueé mi teléfono y fui a abrir, efectivamente era Hyunjin. Nos saludamos, salí de casa y me subí a su auto.
Prendió la radio y comenzó a sonar Taylor Swift. Al principio no había reconocido la canción, pero después supe que era "Paper rings". Hyunjin volteó a verme y abrió la boca, iba a decir algo, pero después la cerró. Miró hacia la radio, después a mí y así sucesivamente como unas 3 veces. Apagó la radio. ¿Qué?
—Sí, mejor pondré mi teléfono— bajó la mirada nervioso. —¿Qué deseas escuchar?— levantó la mirada hacia mí.
—Lo que sea está bien— sonreí un poco incómoda.
Conectó su teléfono a la bocina del auto y comenzó a sonar "Break my heart" de Dua Lipa. ¿Qué rayos? ¿Acaso son indirectas? Inmediatamente la cambió y ahora sonaba "Rockstar" de Post Malone.
—Esa está mejor— sonrió incómodo y prendió el auto para ya marcharnos. Yo sólo asentí. Decidí mejor mirar por la ventana, esto ya era bastante incómodo. Malditas canciones y sus indirectas.
—Sé que te encantan los waffles, así que te llevaré a un lugar que conozco, están buenísimos ¿de acuerdo?— habló.
—Sí, gracias— sonreí levemente y asentí.
Sonrió también y continuó manejando. Hablamos muy poco en el camino. Hablamos de música. Me dijo que le encantaba bailar—bueno, eso ya lo sabía, aunque nunca lo he visto hacerlo, pero me encantaría algún día verlo—este chico tiene demasiado talento. Aún me siento muy mal sobre lo que le hicieron sus padres, pero no quería ni pensaba sacar el tema, a menos que él lo hiciera.
—Llegamos— dijo mientras se estacionaba. Observé el lugar por fuera y wow, era muy bello. Tenía lugar para comer afuera, donde había área verde.
Me bajé del auto y Hyunjin llegó a mi lugar.
—Ah, apenas iba a abrirte la puerta— se rascó la nuca nervioso.
—Gracias, pero no es necesario— bajé la mirada.
—Bueno, vayamos— lo seguí.
—Hola, buenos días ¿en dónde van a querer sentarse?— nos dijo sonriendo una chica al llegar.
—¿Quieres adentro o afuera?— me miró Hyunjin.
—Me gustaría afuera— dije mientras me encogía de hombros.
—Afuera— le dijo Hyunjin a la chica.
—Ok— dijo. Tomó unas cartas—que al parecer eran las del menú—y nos dijo que la siguiéramos.
Llegamos a nuestro respectivo lugar, nos sentamos y nos entregó las cartas—sí eran del menú—seguido de eso, se fue.
—Pide lo que tú quieras— sonrió.
—Gracias— puse mi mechón derecho del cabello atrás de mi oreja.
Pedí mis waffles con frutos rojos y crema chantillí. Él pidió los suyos con fresa y chocolate. Ambos pedimos una malteada de chocolate.
—Bueno, amm ¿te quedó el vestido? ¿te gustó?— me miró directo a los ojos.
—Sí, sí me quedó y está muy lindo— me recargué en la silla.
—¿Te lo piensas llevar al baile?— vi un poco de brillo en sus ojos.
—No lo sé— resoplé.
—Se te vería muy bien, aparte, es de tu color favorito, negro— se encogió de hombros.
—Tal vez sí lo haga, no lo sé. Incluso a mamá le gustó el vestido— sonreí recordando.
—Wow ¿en serio?— sonrió alegremente.
—Sí— rasqué mi cuello.
—Eso es fabuloso— dijo y seguido de eso, nuestro pedido llegó. Ambos dijimos "gracias" y me acomodé para empezar a comer.
Estuvimos hablando de videojuegos, de fútbol, de arte, entre otras cosas.
Estábamos perfectamente bien, por un momento, nos olvidamos de todo y de todos. Sólo éramos él y yo. Reíamos. La estábamos pasando muy bien. Como si fuéramos muy buenos amigos.
Por un momento, olvidé todo lo que él me había hecho. Ah ¿acaso esto era real?
Duramos otro rato hablando, después fue a pagar la cuenta y nos retiramos del lugar.
—Quisiera llevarte a un lugar antes de irnos ¿puedo?— me dijo ya que estábamos dentro del auto.
—¿Me piensas matar?— levanté una ceja.
—No, si quisiera, ya lo habría hecho— rió.
Reí también y asentí. Bueno, ya me daba lo mismo.
Condujo y me llevó hasta un muelle. Wow.
—Ven— me tendió su mano. Lo miré dudosa. —Anda, no te pasará nada— finalmente acepté. Me jaló con él.
—Es hermoso— dije admirando todo. El sol estaba radiante y todo lucía perfecto.
—De niños, siempre veníamos Felix y yo aquí— sonrió bajando la mirada.
—Aww, qué lindo— sonreí.
—Tenía bastante tiempo que no venía— resopló.
—Es un lindo lugar— observé todo.
Nos quedamos un buen rato observando el lugar. Me sentía con mucha tranquilidad. Miré a Hyunjin de reojo y se veía muy relajado. Notó que lo miraba y me dio una sonrisa de lado. Inmediatamente le quité la mirada. Se acercó a mí.
—¿Te gusta la vista?— me dijo sonriendo. No sé por qué presiento que se está refiriendo a él mismo.
—Sí— miré al frente.
—Es preciosa— asentí.
—Como tú— volvió a hablar.
Volteé verlo con los ojos algo abiertos y un poco nerviosa.
—Sí, claro— reí nerviosa. Espero no estar sonrojada.
Saqué mi teléfono. Este hermoso lugar merecía ser fotografiado, así que tomé bastantes fotos. Hyunjin sólo me observaba. Decidí ignorarlo y hacer como si no estaba ahí viéndome.
Escuché un "click" e inmediatamente volteé a verlo. Tenía su celular en sus manos, dirigiéndose a mí. ¿Acaso me había tomado una foto?
—¿Me—
—Sí— me interrumpió. —Lo siento, tenía que hacerlo— levantó los hombros sonriendo. Seguido de eso, se volteó y también comenzó a tomar fotos.
Yo también le tomé una, pero él no se dio cuenta, estaba concentrado en sus cosas. Vi la imagen y a pesar que estaba de espaldas, se veía muy bien, resaltaba muy bien con el paisaje. Sonreí levemente. Lo miré de nuevo y di un pequeño suspiro.
Recordé de nuevo la canción de Camila Cabello que estaba sonando ayer en la cafetería y vaya que sí encaja con mi situación.
"Sabes cómo joderme y luego hacer que esté bien".
Cerré levemente los ojos. No sé por qué estoy aquí. Esto está muy mal. Estoy jugando con mis emociones.
—¿Todo bien?— me preguntó enarcando una ceja. Me trajo de vuelta a la realidad.
—Sí, sí— traté de sonreír.
—¿Segura?— se acercó a mí .
—Por supuesto— me miró dudoso pero al final me creyó.
—Quiero tomar una última foto— me acerqué al barandal. Agarré mi celular y la tomé. Wow, amo aquí.
Sentí como Hyunjin se posicionaba detrás de mí y ponía sus brazos sobre el barandal, alrededor de mí. Me tenía como prisionera.
Volteé levemente hacia arriba y él miraba hacia el frente. Bajó la mirada hacia mí. Se veía algo intimidante.
—Compermiso— dije nerviosa.
—No— no dejaba de mirarme.
—¿Por qué aún te sigues poniendo nerviosa?— volvió a hablar y rió levemente.
—¿Qué? no estoy nerviosa— quité mi mirada de él.
Vi que sus brazos cada vez se acercaban más a mí, a mi cintura en sí. El espacio se iba reduciendo hasta que su brazo derecho lo puso alrededor de mi cintura y el otro lo dejó donde mismo. Estaba completamente encerrada entre sus brazos.
Sentía su respiración en mi cuello. Mis piernas se sentían algo débiles. Ay dios.
Me pegó más a él y me dio un pequeño beso en la sien, bajó un poco más y besó mi mejilla. Su brazo izquierdo soltó el barandal y lo puso junto al otro brazo y ahora sus ambas manos rodeaban mi cintura.
Seguido de eso, recargó su cara en mi hombro izquierdo y me abrazó fuertemente. Soltó un gran suspiro. Oh por dios, Hyunjin me estaba abrazando. Estaba algo en shock. Me sentía algo rara, ya que antes nos habíamos besado, pero nunca abrazado.
Guardé mi teléfono y con mis manos acaricié sus brazos. Eran muy suaves.
—Esto se siente demasiado bien— susurró cerca de mi oído.
Su voz hizo que de me erizara toda mi piel. Diablos.
Yo no quería decir nada. Bueno, ni siquiera podía hablar. No tenía voz en este momento.
Duramos aproximadamente 5 minutos abrazados. Nadie decía nada. Sólo disfrutábamos de la vista en esa posición. Cualquiera que pasara por aquí, pensaría que somos una feliz pareja, pero no, nada de eso, ni siquiera amigos éramos.
Sentí que Hyunjin comenzó a mover su cara. Me dio un beso en el cuello. ¿Qué? después siguió moviéndose y volvió a besar levemente mi mejilla. Soltó por un momento su mano de mi cintura y movió un poco mi cara hacia él. Tomó mi mentón y volvió a dar otro beso en mi mejilla, fue haciendo un camino hasta llegar a mis labios, pero cuando lo hizo, se detuvo. Me miró a los ojos. Mi corazón estaba a mil por hora y como estaba prácticamente pegada a él, sentí su corazón igual. Me dio un beso de piquito y después con sus mismos labios hizo que abriera un poco mi boca, tomó mi labio inferior y lo mordió levemente.
Me quedé sin aire.
Lo comenzó a succionar poco a poco y estaba completamente paralizada.
¿Qué diablos estaba pasando? no no, esto estaba muy mal.
Lo separé de mí y se miraba confundido.
—Lo s-siento— se veía un poco agitado.
—Llévame a casa, por favor— le pedí.
Él sólo asintió y fuimos directo a su auto. No dijimos nada en el camino. Puso música para que no se sintiera tan tenso el momento, pero aún así lo estaba. Yo sólo me dediqué a mirar por la ventana en todo el camino. Miré mi reloj y apenas era la 1 de la tarde. Suspiré.
Por fin habíamos llegado.
—De nuevo, lo siento, lo hice sin pensarlo— bajó la mirada.
—Más bien, lo hicimos— lo corregí. —No sé qué vaya a pensar Yerim de esto—
—¿Yerim?— dijo confundido.
—¿Qué no andas con ella?— pregunté.
—Pff, claro que no— rodó los ojos.
—Ah, yo pensaba eso— me encogí de hombros.
—Esto sonará mal, pero, digamos que sólo la utilicé— resopló.
—No sé por qué no se me hace raro— rodé los ojos.
—La utilicé para darte celos— quitó su mirada de mí y la fijó en el retrovisor.
—¿Qué?—
—Lo que oíste. Pero creo que nunca te diste cuenta. Bueno, nunca te das cuenta de nada—
—¿Por qué hiciste eso?— alcé un poco más la voz.
—Porque soy un idiota. Te dije que te alejaras, pero en el fondo no quería que lo hicieras. Actúo por instinto, lo siento— también alzó un poco la voz.
—Ya me di cuenta— bufé. Me quité el cinturón de seguridad. —Ya debo irme, gracias por todo— iba a abrir la puerta pero tomó mi brazo y me detuvo.
—Espera— volteé a verlo. —Gracias a ti por aceptar y de nuevo, perdón por ser tan idiota—
—Ya te había dicho que aceptaba tus disculpas— enarqué una ceja.
—Entonces ¿volveremos a hablarnos?—
—¿Qué no es eso lo que estamos haciendo?—
—Sabes a qué me refiero— rodó los ojos divertido.
—Lo pensaré— reí. Me acerqué demasiado a él, creyó que lo iba a besar, pero no fue así, me acerqué a su cuello, respiré profundamente—que por cierto, olía muy bien—puse mis labios sobre él, pero no lo llegué a besar, de ahí, subí a su oreja, luego pasé a su mejilla, después besé levemente la comisura de sus labios. Intentó tomar mi cara para besarme "bien", pero rápidamente me volteé. —Yo también actúo por instinto, lo siento— le guiñé un ojo y me bajé del auto, corrí directo a casa y antes de entrar, le hice una seña de despedida y el sólo me dedicó media sonrisa y me mandó un beso. Seguido de eso, se marchó.
Se hizo la hora para ir al trabajo, era día sábado, pero iba a descansar hasta el siguiente, ya que apenas iban 2 días que empecé a trabajar.
Kevin me llamó y me dijo que si me podía acompañar al trabajo, obviamente le dije que sí, así que llegó por mí y nos fuimos caminando. Hablamos de la universidad y otros temas.
—Salí con Hyunjin hace rato— dije rápidamente. Ya casi llegábamos a la cafetería.
—Ah— me miró con los ojos un poco abiertos.
—¿Y todo bien?— volvió a hablar. Se veía un poco confundido.
—Sí, me invitó a desayunar y se disculpó por todo lo sucedido anteriormente— obviamente no le iba a decir que prácticamente nos besamos. Decidí omitir eso.
—Bueno, espero y estés haciendo lo correcto, no quisiera que salieras lastimada, piensa bien todo. Ya estás grande para saber lo que haces bien y mal— sonrió levemente y pasó su brazo izquierdo por mis hombros.
—Sí, pensaré bien las cosas— bajé la mirada.
—Yo te apoyaré en cualquier decisión que tomes. Si te hace feliz, festejaré contigo, si te hace llorar, estaré ahí con mis pañuelos y helado para que te desahogues y te brindaré mis brazos en cualquier momento— sonrió. —También lo golpearé si llega a lastimarte, desde hace mucho quiero hacerlo, pero me contengo— rodó los ojos mientras ambos reíamos.
Ya habíamos llegado, a pesar de que estuvimos hablando mucho, se me pasó rápido el tiempo.
—Gracias, te quiero muchísimo— lo abracé y él me correspondió.
—Yo te quiero más, mucha suerte, recuerda que eres la mejor y eres capaz de hacer todo lo que te propongas ¿ok?— besó mi frente y yo besé su mejilla. Entré al lugar y seguido de eso, se marchó y vi a través del ventanal, cómo se iba alejando. Suspiré feliz. Estoy muy agradecida por tener a Kevin en mi vida, es una de las mejores personas que he conocido, no sé qué haría sin él, es un amor de persona.
Sonreí inconscientemente y fui a ponerme el uniforme, ya que hoy sería uno de esos días pesados, o al menos eso me había comentado Yeonghee, que todos los fines de semana eran mucho más pesados que entre semana. Así que a darle con todo.
En Corea ya es cumpleaños de nuestro chico, aka el mejor amigo de Min, Kevin Moon, ando muy emocionada, es que lo amo demasiado, sorry jsjsj.