๐ˆ๐Œ๐€๐†๐ˆ๐๐€๐’, calum hood

By skelletonless

477K 18.1K 3.6K

Pequeรฑos imaginas de nuestro querido Calum Hood. Todos los derechos reservados a la autora original: @headspa... More

๐Ÿฌ๐Ÿฌ๐Ÿญ : ๐—ฐ๐˜‚๐—ฟ๐—น๐˜€
๐Ÿฌ๐Ÿฌ๐Ÿฎ : ๐—ฑ๐—ฎ๐—ฑ๐—ฑ๐˜† ๐—ฑ๐—ฎ๐˜‚๐—ด๐—ต๐˜๐—ฒ๐—ฟ ๐˜๐—ถ๐—บ๐—ฒ
๐Ÿฌ๐Ÿฌ๐Ÿฏ : ๐—ถ ๐—น๐—ผ๐˜ƒ๐—ฒ ๐˜†๐—ผ๐˜‚
๐Ÿฌ๐Ÿฌ๐Ÿฐ : ๐—ด๐—ผ๐—น๐—ฑ ๐—ฐ๐—ต๐—ฎ๐—ถ๐—ป
๐Ÿฌ๐Ÿฌ๐Ÿฑ : ๐—น๐—ฎ๐˜‡๐˜† ๐—บ๐—ผ๐—ฟ๐—ป๐—ถ๐—ป๐—ด๐˜€
๐Ÿฌ๐Ÿฌ๐Ÿฒ : ๐—ป๐—ฒ๐—ฒ๐—ฑ๐˜† ๐—ฏ๐—ผ๐˜†
๐Ÿฌ๐Ÿฌ๐Ÿณ : ๐—ฏ๐—ฎ๐—ฏ๐˜† ๐—ต๐—ผ๐—ผ๐—ฑ
๐Ÿฌ๐Ÿฌ๐Ÿด : ๐—ต๐—ถ๐˜€ ๐—ฐ๐—น๐—ผ๐˜๐—ต๐—ฒ๐˜€
๐Ÿฌ๐Ÿฌ๐Ÿต : ๐—ต๐˜‚๐—ป๐—ด๐—ผ๐˜ƒ๐—ฒ๐—ฟ
๐Ÿฌ๐Ÿญ๐Ÿฌ : ๐—ด๐—ฟ๐—ฒ๐˜† ๐˜€๐˜‚๐—ถ๐˜ ๐—ฝ๐—ต๐—ผ๐˜๐—ผ๐˜€๐—ต๐—ผ๐—ผ๐˜
๐Ÿฌ๐Ÿญ๐Ÿญ : ๐—ฝ๐—ฎ๐—ฝ๐˜€ ๐—ฎ๐—ป๐—ฑ ๐—ฝ๐—ฎ๐—ป๐—ถ๐—ฐ ๐—ฎ๐˜๐˜๐—ฎ๐—ฐ๐—ธ๐˜€
๐Ÿฌ๐Ÿญ๐Ÿฎ : ๐—ฏ๐—น๐—ฎ๐—ฐ๐—ธ ๐—ป๐—ฎ๐—ถ๐—น ๐—ฝ๐—ผ๐—น๐—ถ๐˜€๐—ต (๐˜€๐—บ๐˜‚๐˜)
๐Ÿฌ๐Ÿญ๐Ÿฏ : ๐—ณ๐—ถ๐—ฟ๐˜€๐˜ ๐—ป๐—ถ๐—ด๐—ต๐˜
๐Ÿฌ๐Ÿญ๐Ÿฐ : ๐˜€๐—ฝ๐—ฟ๐—ฎ๐—ถ๐—ป๐—ฒ๐—ฑ ๐—ฎ๐—ป๐—ธ๐—น๐—ฒ
๐Ÿฌ๐Ÿญ๐Ÿฑ : ๐—ป๐—ถ๐—ด๐—ต๐˜๐—บ๐—ฎ๐—ฟ๐—ฒ
๐Ÿฌ๐Ÿญ๐Ÿฒ : ๐˜๐—ต๐—ถ๐—ด๐—ต ๐—ฟ๐—ถ๐—ฑ๐—ฑ๐—ถ๐—ป๐—ด (๐˜€๐—บ๐˜‚๐˜)
๐Ÿฌ๐Ÿญ๐Ÿณ : ๐—ฏ๐—ฎ๐˜€๐˜€
๐Ÿฌ๐Ÿญ๐Ÿด : ๐˜€๐—ถ๐—ฐ๐—ธ ๐—ฏ๐—ผ๐˜†
๐Ÿฌ๐Ÿญ๐Ÿต : ๐—ถ ๐—ฑ๐—ผ๐—ป'๐˜ ๐˜„๐—ฎ๐—ป๐—ป๐—ฎ ๐—ฏ๐—ฒ ๐˜†๐—ผ๐˜‚๐—ฟ ๐—ฏ๐—ฒ๐˜€๐˜ ๐—ณ๐—ฟ๐—ถ๐—ฒ๐—ป๐—ฑ ๐—ฎ๐—ป๐˜†๐—บ๐—ผ๐—ฟ๐—ฒ
๐Ÿฌ๐Ÿฎ๐Ÿฌ : ๐—บ๐—ฎ๐—ธ๐—ฒ๐˜‚๐—ฝ ๐˜๐˜‚๐˜๐—ผ๐—ฟ๐—ถ๐—ฎ๐—น
๐Ÿฌ๐Ÿฎ๐Ÿญ : ๐˜€๐˜๐—ฎ๐—ด๐—ฒ ๐—ณ๐—ฟ๐—ถ๐—ด๐—ต๐˜
๐Ÿฌ๐Ÿฎ๐Ÿฎ : ๐—ณ๐—ฟ๐—ถ๐—ฒ๐—ป๐—ฑ๐˜€ ๐˜„๐—ถ๐˜๐—ต ๐—ฏ๐—ฒ๐—ป๐—ฒ๐—ณ๐—ถ๐˜๐˜€ (๐˜€๐—บ๐˜‚๐˜)
๐Ÿฌ๐Ÿฎ๐Ÿฏ : ๐˜๐˜„๐—ผ ๐—ฎ.๐—บ. ๐—ฑ๐—ฎ๐—ป๐—ฐ๐—ถ๐—ป๐—ด
๐Ÿฌ๐Ÿฎ๐Ÿฐ : ๐˜€๐˜‚๐—บ๐—บ๐—ฒ๐—ฟ ๐—ฐ๐—ฎ๐—บ๐—ฝ ๐—ฐ๐—ผ๐˜‚๐—ป๐˜€๐—ฒ๐—น๐—น๐—ผ๐—ฟ๐˜€
๐Ÿฌ๐Ÿฎ๐Ÿฑ : ๐—บ๐—ถ๐—ด๐—ฟ๐—ฎ๐—ถ๐—ป๐—ฒ๐˜€
๐Ÿฌ๐Ÿฎ๐Ÿฒ : ๐—บ๐—ฎ๐˜€๐˜€๐—ฎ๐—ด๐—ฒ
๐Ÿฌ๐Ÿฎ๐Ÿณ : ๐—ฑ๐—ผ๐—ป๐˜‚๐˜ ๐˜€๐—ต๐—ผ๐—ฝ
๐Ÿฌ๐Ÿฎ๐Ÿด : ๐—ท๐˜‚๐˜€๐˜ ๐—ฎ ๐—ฑ๐—ฟ๐—ฒ๐—ฎ๐—บ
๐Ÿฌ๐Ÿฎ๐Ÿต : ๐—ฑ๐—ฎ๐—ฟ๐—น๐—ถ๐—ป๐—ด - ๐˜€๐—บ๐˜‚๐˜
๐Ÿฌ๐Ÿฏ๐Ÿฌ : ๐—ฏ๐—ฎ๐—ฏ๐˜†๐—ด๐—ถ๐—ฟ๐—น ๐—ต๐—ผ๐—ผ๐—ฑ
๐Ÿฌ๐Ÿฏ๐Ÿญ : ๐˜„๐—ฎ๐˜๐—ฒ๐—ฟ ๐—ณ๐—ถ๐—ด๐—ต๐˜
๐Ÿฌ๐Ÿฏ๐Ÿฎ : ๐˜€๐—ถ๐—ฐ๐—ธ! ๐˜/๐—ป (๐Ÿญ/๐Ÿฒ)
๐Ÿฌ๐Ÿฏ๐Ÿฏ : ๐˜€๐—ถ๐—ฐ๐—ธ! ๐˜/๐—ป (๐Ÿฎ/๐Ÿฒ)
๐Ÿฌ๐Ÿฏ๐Ÿฐ : ๐˜€๐—ถ๐—ฐ๐—ธ! ๐˜/๐—ป (๐Ÿฏ/๐Ÿฒ)
๐Ÿฌ๐Ÿฏ๐Ÿฑ : ๐˜€๐—ถ๐—ฐ๐—ธ! ๐˜/๐—ป (๐Ÿฐ/๐Ÿฒ)
๐Ÿฌ๐Ÿฏ๐Ÿฒ : ๐˜€๐—ถ๐—ฐ๐—ธ! ๐˜/๐—ป (๐Ÿฑ/๐Ÿฒ)
๐Ÿฌ๐Ÿฏ๐Ÿณ : ๐˜€๐—ถ๐—ฐ๐—ธ! ๐˜/๐—ป (๐Ÿฒ/๐Ÿฒ)
๐Ÿฌ๐Ÿฏ๐Ÿด : ๐—น๐—ฎ๐˜‡๐˜† ๐˜€๐—ฒ๐˜… (๐˜€๐—บ๐˜‚๐˜)
๐Ÿฌ๐Ÿฏ๐Ÿต : ๐—ฝ๐˜‚๐—บ๐—ฝ๐—ธ๐—ถ๐—ป ๐—ฝ๐—ฎ๐˜๐—ฐ๐—ต
๐Ÿฌ๐Ÿฐ๐Ÿฌ : ๐˜€๐—น๐—ฒ๐—ฒ๐—ฝ๐˜† ๐—ฐ๐—ผ๐—บ๐—ฝ๐—น๐—ถ๐—บ๐—ฒ๐—ป๐˜๐˜€
๏ผˆ ๏ผ”๏ผ‘ ๏ผš ๏ผฆ๏ผฉ๏ผฒ๏ผณ๏ผด ๏ผณ๏ผจ๏ผฏ๏ผด๏ผณ ๏ผ‰
๏ผˆ ๏ผ”๏ผ’ ๏ผš ๏ผณ๏ผฎ๏ผฏ๏ผท ๏ผค๏ผก๏ผน๏ผณ ๏ผ‰
๏ผˆ ๏ผ”๏ผ“ ๏ผš ๏ผฑ๏ผต๏ผก๏ผฒ๏ผก๏ผฎ๏ผด๏ผฉ๏ผฎ๏ผฅ ๏ผท๏ผฉ๏ผด๏ผจ ๏ผฃ๏ผก๏ผฌ ๏ผ‰
๏ผˆ ๏ผ”๏ผ” ๏ผš ๏ผข๏ผก๏ผฎ๏ผก๏ผฎ๏ผก ๏ผฐ๏ผก๏ผฎ๏ผฃ๏ผก๏ผซ๏ผฅ๏ผณ ๏ผ‰
๏ผˆ ๏ผ”๏ผ• ๏ผš ๏ผท๏ผฉ๏ผฌ๏ผค๏ผฆ๏ผฌ๏ผฏ๏ผท๏ผฅ๏ผฒ ๏ผญ๏ผต๏ผณ๏ผฉ๏ผฃ ๏ผถ๏ผฉ๏ผค๏ผฅ๏ผฏ ๏ผ‰
๏ผˆ ๏ผ”๏ผ– ๏ผš ๏ผฎ๏ผก๏ผฉ๏ผฌ ๏ผฐ๏ผฏ๏ผฌ๏ผฉ๏ผณ๏ผจ ๏ผ‰
๏ผˆ ๏ผ”๏ผ— ๏ผš ๏ผญ๏ผฏ๏ผฒ๏ผฎ๏ผฉ๏ผฎ๏ผง ๏ผท๏ผก๏ผฌ๏ผซ๏ผณ ๏ผ‰
๏ผˆ ๏ผ”๏ผ˜ ๏ผš ๏ผบ๏ผฏ๏ผฏ๏ผญ ๏ผฃ๏ผก๏ผฌ๏ผฌ๏ผณ ๏ผ‰
๏ผˆ ๏ผ”๏ผ™ ๏ผš ๏ผญ๏ผฏ๏ผถ๏ผฉ๏ผฅ ๏ผญ๏ผก๏ผฒ๏ผก๏ผด๏ผจ๏ผฏ๏ผฎ ๏ผ‰
๏ผˆ ๏ผ•๏ผฏ ๏ผš ๏ผจ๏ผฏ๏ผฃ๏ผซ๏ผฅ๏ผน ๏ผ‰
๏ผˆ ๏ผ•๏ผ‘ ๏ผš ๏ผจ๏ผฏ๏ผญ๏ผฅ ๏ผฆ๏ผฒ๏ผฏ๏ผญ ๏ผจ๏ผฏ๏ผฌ๏ผฉ๏ผค๏ผก๏ผน๏ผณ ๏ผ‰
๏ผˆ ๏ผ•๏ผ’ ๏ผš ๏ผฐ๏ผฏ๏ผท๏ผฅ๏ผฒ ๏ผฏ๏ผต๏ผด๏ผก๏ผง๏ผฅ ๏ผ‰
๏ผˆ ๏ผ•๏ผ“ ๏ผš ๏ผด๏ผจ๏ผฅ ๏ผณ๏ผจ๏ผฏ๏ผท๏ผฅ๏ผฒ )๏ฝ“๏ฝ๏ฝ•๏ฝ”
๏ผˆ ๏ผ•๏ผ” ๏ผš ๏ผถ๏ผฏ๏ผฃ๏ผก๏ผฌ ๏ผฒ๏ผฅ๏ผณ๏ผด ๏ผ‰
๏ผˆ ๏ผ•๏ผ• ๏ผš ๏ผข๏ผฉ๏ผฒ๏ผด๏ผจ๏ผค๏ผก๏ผน ๏ผณ๏ผต๏ผฒ๏ผฐ๏ผฒ๏ผฉ๏ผณ๏ผฅ ๏ผ‰
๏ผˆ ๏ผ•๏ผ– ๏ผš "๏ผน๏ผฏ๏ผต ๏ผซ๏ผฎ๏ผฏ๏ผท ๏ผฉ ๏ผฃ๏ผก๏ผฎ ๏ผณ๏ผฅ๏ผฅ ๏ผน๏ผฏ๏ผต๏ผŸ" ๏ผ‰
๏ผˆ ๏ผ•๏ผ— ๏ผš ๏ผท๏ผฉ๏ผณ๏ผค๏ผฏ๏ผญ ๏ผด๏ผฅ๏ผฅ๏ผด๏ผจ ๏ผ‰
๏ผˆ ๏ผ•๏ผ˜ ๏ผš ๏ผฎ๏ผฏ ๏ผณ๏ผจ๏ผก๏ผญ๏ผฅ ๏ผ‰ ๏ฝ“๏ฝ๏ฝ•๏ฝ”
๏ผˆ ๏ผ•๏ผ™ ๏ผš ๏ผฆ๏ผฉ๏ผง๏ผจ๏ผด ๏ผ‰ ๏ผ‘๏ผ๏ผ’
๏ผˆ ๏ผ–๏ผฏ ๏ผš ๏ผฆ๏ผฉ๏ผง๏ผจ๏ผด ๏ผ‰ ๏ผ’๏ผ๏ผ’
๏ผˆ ๏ผ–๏ผ‘ ๏ผš ๏ผข๏ผฅ ๏ผญ๏ผน ๏ผถ๏ผก๏ผฌ๏ผฅ๏ผฎ๏ผด๏ผฉ๏ผฎ๏ผฅ ๏ผ‰
๏ผˆ ๏ผ–๏ผ’ ๏ผš ๏ผด๏ผฏ๏ผต๏ผฒ ๏ผณ๏ผต๏ผฒ๏ผฐ๏ผฒ๏ผฉ๏ผณ๏ผฅ๏ผณ ๏ผ‰
๏ผˆ ๏ผ–๏ผ“ ๏ผš ๏ผข๏ผฏ๏ผค๏ผน ๏ผฐ๏ผฏ๏ผณ๏ผฉ๏ผด๏ผฉ๏ผถ๏ผฉ๏ผด๏ผน ๏ผ‰ ๏ฝ“๏ฝ๏ฝ•๏ฝ”
๏ผˆ ๏ผ–๏ผ” ๏ผš ๏ผน๏ผฏ๏ผต๏ผฒ ๏ผถ๏ผฅ๏ผฒ๏ผน ๏ผฏ๏ผท๏ผฎ ๏ผฌ๏ผต๏ผฌ๏ผฌ๏ผก๏ผข๏ผน ๏ผ‰
๏ผˆ ๏ผ–๏ผ• ๏ผš ๏ผท๏ผฉ๏ผฌ๏ผค๏ผฆ๏ผฌ๏ผฏ๏ผท๏ผฅ๏ผฒ ๏ผ‰ ๏ฝ“๏ฝ๏ฝ•๏ฝ”
๏ผˆ ๏ผ–๏ผ– ๏ผš "๏ผน๏ผฏ๏ผต'๏ผฒ๏ผฅ ๏ผญ๏ผฉ๏ผฎ๏ผฅ" ๏ผ‰
๏ผˆ ๏ผ–๏ผ— ๏ผš ๏ผจ๏ผฏ๏ผฏ๏ผค ๏ผณ๏ผฉ๏ผข๏ผฌ๏ผฉ๏ผฎ๏ผง๏ผณ ๏ผก๏ผฎ๏ผค ๏ผจ๏ผฅ๏ผก๏ผฒ๏ผด๏ผข๏ผฒ๏ผฅ๏ผก๏ผซ๏ผณ ๏ผ‰
๏ผˆ ๏ผ–๏ผ˜ ๏ผš ๏ผณ๏ผต๏ผฐ๏ผฅ๏ผฒ๏ผข๏ผฌ๏ผฏ๏ผฏ๏ผญ ๏ผ‰
๏ผˆ ๏ผ–๏ผ™ ๏ผš ๏ผข๏ผฅ๏ผจ๏ผก๏ผถ๏ผฅ๏ผŒ ๏ผก๏ผฎ๏ผง๏ผฅ๏ผฌ ๏ผ‰๏ผ‘๏ผ๏ผ“ ๏ฝ“๏ฝ๏ฝ•๏ฝ”
๏ผˆ๏ผ—๏ผ ๏ผš ๏ผข๏ผฅ๏ผจ๏ผก๏ผถ๏ผฅ๏ผŒ ๏ผก๏ผฎ๏ผง๏ผฅ๏ผฌ๏ผ‰2 ๏ผ๏ผ“ ๏ฝ“๏ฝ๏ฝ•๏ฝ”
๏ผˆ๏ผ—๏ผ‘ ๏ผš ๏ผข๏ผฅ๏ผจ๏ผก๏ผถ๏ผฅ๏ผŒ ๏ผก๏ผฎ๏ผง๏ผฅ๏ผฌ๏ผ‰๏ผ“๏ผ๏ผ“ ๏ฝ“๏ฝ๏ฝ•๏ฝ”
๏ผˆ๏ผ—๏ผ’ ๏ผš ๏ผฌ๏ผฅ๏ผด๏ผ‡๏ผณ ๏ผณ๏ผด๏ผก๏ผน ๏ผจ๏ผฅ๏ผฒ๏ผฅ๏ผ‰
( ๐Ÿณ๐Ÿฏ : ๐˜€๐—ฒ๐—ฎ๐˜€๐—ผ๐—ป๐—ฎ๐—น ๐—ฑ๐—ฒ๐—ฝ๐—ฟ๐—ฒ๐˜€๐˜€๐—ถ๐—ผ๐—ป )
๐Ÿฌ๐Ÿณ๐Ÿฑ : ๐—ด๐—น๐—ฎ๐˜€๐˜€๐—ฒ๐˜€
๐Ÿฌ๐Ÿณ๐Ÿฒ : ๐—ด๐—ฟ๐—ผ๐—ฐ๐—ฒ๐—ฟ๐˜† ๐˜€๐—ต๐—ผ๐—ฝ๐—ฝ๐—ถ๐—ป๐—ด
๐Ÿฌ๐Ÿณ๐Ÿณ : ๐—บ๐˜‚๐—น๐—น๐—ฒ๐˜

( ๐Ÿณ๐Ÿฐ : ๐˜๐—ผ๐˜‚๐—ฟ ๐—ณ๐—ถ๐—ด๐—ต๐˜๐˜€ ๐—ฎ๐—ป๐—ฑ ๐˜‚๐—ป๐—ธ๐—ป๐—ผ๐˜„๐—ป ๐—ฐ๐—ถ๐˜๐˜† ๐˜€๐˜๐—ฟ๐—ฒ๐—ฒ๐˜๐˜€ ) ๐—ฝ๐˜. ๐Ÿญ

4.4K 205 71
By skelletonless

          La habitación del hotel estaba oscura y helada, solo añadiendo dolor a aquel sentimiento de soledad que habías estado sintiendo durante la última semana, cuando finalmente te uniste a Calum en el tour. Nunca habías esperado que estar de tour con él pudiese acabar de esta forma; contigo encerrada en la habitación del hotel, la televisión encendida durante todo el día mientras dabas vueltas a la sala como forma de distracción, mirando por la ventana hacia las ciudades desconocidas y teniendo ese deseo de poder explorarlas. Desgraciadamente lo tenías prohibido como petición de tu novio.

          "¿A qué hora volverás de la entrevista?" Preguntaste con suavidad desde la cama mientras Calum terminaba de prepararse. Acababa de salir de la ducha y se encontraba utilizando tan solo un par de boxers a la vez que rebuscaba por su maleta en busca de algo que ponerse. Tú aún seguías tumbada en la cama, tu cuerpo desnudo desde la noche anterior siendo cubierto por las finas sábanas del hotel. Mantenías la suave tela contra tu pecho y observabas al chico desde tu lugar, inspeccionando cuidadosamente cada parte de su abdomen lleno de tatuajes.

          No te había dejado marcar su cuello como a ti te hubiese gustado, vuestra relación seguía siendo secreta de cara al público y Calum quería dejarlo así durante un tiempo más.

          Cal se giró para mirarte mientras acababa de subir unos pantalones negros por sus piernas, el material quedando más ajustado alrededor de sus muslos y trasero a comparación con sus pantorrillas. No pudiste evitar sonreír al notar como te observaba con atención, prácticamente desvistiéndote con sus ojos e imaginándote bajo su cuerpo una vez más. La noche anterior había sido dulce y lenta, ambos tomando cada gota del otro después de haber estado tanto tiempo sin veros. Os tomasteis vuestro tiempo en sentiros, moviéndoos en sincronía con caricias gentiles y dulces palabras. Finalmente volvías a sentirte completa después de tanto tiempo sintiéndote vacía con Calum estando tan lejos de ti. Nunca era fácil estar alejados durante un periodo de tiempo tan largo, vuestra casa compartida se sentía vacía, oscura y fría. Le faltaba esa calidez de la luz de tu vida, le faltaba Calum y su hermoso brillo.

          "Probablemente sobre las tres de la tarde." Contestó, abrochando la bragueta de sus pantalones y acabando de acomodarlos. "La prueba de sonido comienza a las cuatro y media, pasaré por aquí cuando acabemos para recogerte e ir al estadio." Añadió, agarrando su cinturón y pasándolo por su cintura antes de ajustarlo a su gusto. Tú te removiste sobre la cama mientras él volvía a rebuscar por sus pertenencias para agarrar una de sus camisetas sin mangas.

          "¿Pasaría algo si simplemente nos encontramos en el estadio esta noche?" Preguntaste, notando como el cuerpo de Calum se tensaba y sus movimientos paraban en seco.

          "¿Por qué harías eso? Tengo que volver para recoger algunas cosas antes del concierto, ¿por qué no simplemente te vienes conmigo?" Movió su cabeza para mirarte, su ceño fruncido con confusión. Tú agarraste las sábanas con más fuerza, sintiéndote pequeña bajo su seria mirada.

          "Bueno... quería explorar un poco la ciudad, comprar algunas cosas... Solo estaremos aquí un día, nos vamos hacia la siguiente ciudad mañana." Contestaste con algo de inseguridad mientras Calum comenzaba a sacudir la cabeza, haciendo que tu propio ceño se frunciese. Tus labios se separaron para volver a hablar, para poder preguntarle cuál era el problema, pero él se te adelantó en comenzar a hablar a la vez que volvía a girar su mirada a su maleta.

          "No. Prefiero que hoy te quedes aquí, t/n. Iremos al estadio juntos después de la prueba de sonido." Afirmó, aún negando con su cabeza y continuando con su búsqueda por sus pertenencias como si la conversación hubiese terminado, como si fueses a simplemente hacerle caso y quedarte todo el día encerrada en lugar de salir y tener un bonito día por ti misma.

          "¿Por qué?" Preguntaste, cruzando tus brazos sobre tu pecho y enviándole una mirada de curiosidad. "No quiero quedarme encerrada todo el día, me gustaría poder descubrir un poco el lugar donde estamos mientras tenga la oportunidad." Los movimientos de Calum volvieron a detenerse una vez más, su mirada dirigiéndose hacia ti, pero esta vez mucho más seria que antes.

          "Porque no te quiero fuera sin mí, nunca has estado aquí y es peligroso que vayas sola. Así que quédate aquí y ya iremos los dos juntos en la próxima ciudad." Concluyó, mandándote una última mirada de severidad antes de volver a su equipaje, murmurando algo sobre las líneas de 'dónde demonios está' e ignorando por completo la forma en que tus labios se separaron para volver a hablar. ¿En serio se pensaba que ibas a ceder tan fácilmente? No eras un bebé, no podía decirte lo que hacer y lo que no.

          "¿De verdad piensas que me puedes decir lo que debo hacer? Soy adulta, puedo salir por mi propia cuenta." Contestaste con molestia, completamente desconcertada por el hecho de que pensase que podía decirte lo que quisiese. "La última vez que lo comprobé no era un bebé y tú no eras mi padre, Calum."

          "Nadie ha dicho que fueses un bebé, pero ahora mismo te estás comportando como uno." Replicó.

          "¿Perdona?" Exclamaste, tus ojos abriéndose como platos. "¿Qué acabas de decirme?"

          "Te he dicho que no, t/n, pero al parecer no sabes escuchar, justo como un niño pequeño, así que voy a repetirlo una vez más. He dicho que no, te quedarás aquí hasta que venga a por ti esta tarde, fin de la historia." Respondió con firmeza, sus ojos mostrando la poca compasión y remordimiento como si no acabase de decirte lo que acababa de decir.

          Soltaste un resoplido, sintiendo esa presión en el pecho provocado por el dolor que te habían causado sus palabras. "Eres un imbécil. No puedes decirme lo que puedo o no hacer y no lo harás. Yo puedo salir sola y no necesito tu permi-"

          "¡t/n, déjalo estar! Te he dicho que no, ¿puedes escucharme solo por una vez en tu vida o eres tan infantil que ni siquiera puedes hacer eso? No vas a salir por tu cuenta, ¿sabes lo estúpido que suena eso?" Espetó, interrumpiéndote y mandándote una mirada de odio. Su expresión facial rápidamente cayó al darse cuenta de la forma en la que tu cuerpo se tensó, prácticamente haciéndote una bola ante su tono de voz y palabras. ¿De verdad acababa de decirte todo eso? Te había hablado como si tuviese autoridad sobre ti, como si debieses tener un comportamiento sumiso ante él, te había tratado como si fueses un niño pequeño que necesitaba una regañina. Nunca te había gustado cuando te elevaba el tono de voz, mucho menos que te llamara por nombres y te ridiculizara.

          Calum sabía de sobras la forma en la que te había hecho sentir y no acababa de entender cómo había podido llegar a un punto tan bajo. No era su intención asustarte o ser tan duro contigo, pero su testarudez se había puesto en su camino y se había encontrado a sí mismo no pudiendo controlar sus emociones.

          "t/n." Suspiró, rápidamente caminando hacia la cama y sentándose en una de los bordes junto a ti. No pudo evitar la forma en que sus ojos se suavizaron levemente al ver como te alejabas, sintiendo como una presión se hacía presente en su pecho. "L-lo siento, no era mi intención levantarte el tono de voz, no era mi intención decir nada de eso. Era la rabia del momento, no lo decía en serio." Susurró, su corazón hundiéndose al ver como negabas con la cabeza y lágrimas comenzaban a acumularse en tus ojos, tus hombros temblando levemente al tratar de aguantar tus sollozos. "Cielo, por favor." Suplicó con desesperación. "Lo siento mucho, no lo he dicho en serio. Es solo que no quiero que salgas sola, t/n, nunca has estado aquí y no me siento cómodo sabiendo que estás sola y te pueda pasar algo. Quiero saber que estás a salvo mientras yo no esté." Explicó con dulzura, colocando con cuidado una de sus cálidas manos sobre tu rodilla y dándole un pequeño apretón cuando no te apartaste.

           Calum se tensó aún más cuando no recibió ninguna respuesta por tu parte y simplemente te quedaste observándolo, lágrimas aún corriendo por tus mejillas y las cuales no te molestaste ni en limpiar. Odiabas que te hubiese hecho sentir de esa forma, te había hecho sentir estúpida, como si tuviese el derecho de hablarte así. Odiabas ver la rabia tras sus ojos, esos ojos en lo que normalmente solías buscar su calidez y en esos momentos solo encontrabas oscuridad. Odiabas que te tratase como un niño, como si tuviese que estar a tu lado y protegerte en todo momento, no pensando que fueses capaz de salir por tu cuenta. Eras más que capaz de salir y estar a salvo, solo saldrías durante un rato y estarías cerca del hotel, no era como si fueses a estar fuera todo el día y adentrarte en lugares desconocidos.

          "t/n." Calum intentó una vez más, dándole otro apretón a tu rodilla para conseguir llamar tu atención. "De verdad que no he dicho nada de eso en serio. No era mi intención llamarte un bebé, sé que estarías a salvo y sé que siempre lo estás cuando vas sola, pero yo sigo preocupándome. Me preocupo por ti incluso cuando estoy contigo, ¿qué pasaría si no soy capaz de protegerte?" Admitió. "No sé que haría si algo te llegase a pasar y yo no pudiese detenerlo o prevenirlo."

          "No me va a pasar nada, Calum." Finalmente hablaste, tu voz ligeramente por encima de un susurro. "Estaría a salvo. Te diría donde estoy, iría con la cabeza en alto y no miraría mi teléfono para estar distraída, además iría con mis llaves en mano por si acaso."

          Calum sacudió la cabeza con entendimiento, odiando el tener que oír la lista de precauciones que debías tomar simplemente por querer salir sola. Deseaba que pudieses salir y hacer lo que te diese la gana cuando quisieses, pero no se sentía cómodo con ello. Algo podía ir mal y él no iba a estar ahí.

          "Lo sé, ángel, pero aun así me hace sentir nervioso. Ni siquiera yo sé en qué lugar nos encontramos de la ciudad, no me gusta la idea de que salgas en un lugar que no termino de conocer." Calum sintió una oleada de alivio cuando movió su mano para entrelazar vuestros dedos y no te negaste.

          "Eso no te da el permiso de hablarme como lo hiciste, menospreciarme y hacerme creer que no puedo cuidarme a mi misma." Mencionaste, bajando tu mirada a vuestras manos mientras sentías como más lágrimas comenzaban a formarse en tus ojos. Cal apretó tu mano con suavidad a la vez que soltaba un suspiro.

           "Lo sé y lo siento mucho, mi amor. No era mi intención, juro que no quería decir nada de lo que dije. Estaba enojado y la rabia me ha nublado la cabeza, siento mucho haber actuado de esa forma, lo siento muchísimo." Se disculpó de nuevo, levantando una mano para acunar tu rostro y hacer que levantases la cabeza. Su pulgar se movió para secar el rastro húmedo que habían dejado tus lágrimas en tus mejillas mientras su mirada continuaba clavada en la tuya. Sabías que estaba diciendo la verdad, que nunca te hablaría así intencionalmente, así que dejaste que Calum te rodease con sus brazos, los tuyos propios rodeando su cintura. "No era mi intención gritarte y hacerte sentir así. Sé que eres totalmente capaz de cuidarte a ti misma, eres la persona más fuerte que he conocido." Te aseguró, dejando que acurrucases tu cara contra su cuello. Sabías que se sentía horrible por lo que había dicho, pero aún seguías algo alterada y Calum lo sabía. "Aun así voy a seguir preocupado" Continuó. "Y sigo prefiriendo que hoy te quedes aquí. Te prometo que solo será hoy y que cuando tenga tiempo podremos salir los dos juntos a explorar todo lo que quieras. Juro que te lo compensaré, pero solo esta vez quédate, por favor." Suplicó, abrazándote con más fuerza y pasando una de sus manos por tu espalda con suavidad.

          "¿Lo prometes?" Susurraste contra su cuello, pasando tus dedos temblorosos por sus rizos.

          "Lo prometo. Cuando tenga tiempo libre tendremos una cita y saldremos a visitar todo lo que quieras."

          "Vale." Murmuraste, apartándote para poder mirarle a los ojos mientras asentías.

           Algunas lágrimas aún permanecían en tus mejillas y el estómago de Calum se volcó al notarlas. Se odiaba a sí mismo por hacerte sentir así de mal y por el hecho de tener que dejarte sola cuando él se iba a una entrevista. De hecho, ya iba tarde, había escuchado su teléfono sonar unas cuantas veces mientras hablabais, probablemente siendo los chicos y su manager preguntándole dónde estaba. Aun así, tú eras su prioridad número uno y necesitaba asegurarse de que estuvieses bien antes de marcharse.

          "Gracias." Sonrió, levantando su mano para poder agarrar tu barbilla una vez más y dejar un dulce beso sobre tus labios. "Por mucho que no quiera dejarte sola, de verdad que tengo que irme ya." Susurró, apartándose y frunciendo el ceño al ver tus ojos enrojecidos.

          "No pasa nada," Murmuraste. "ve a terminar de prepararte, no quiero que te metas en problemas."

          Calum asintió algo indeciso, inclinándose para besar tu frente antes de levantarse para retomar lo que había dejado a medias, solo que esta vez mucho más rápido. Reíste ligeramente al ver como tenía algunos problemas a la hora de ponerse las botas, casi ni aflojando los cordones lo suficientemente como para que cupiese su pie. El chico alzó la cabeza y negó mientras te veía, por supuesto que parecía gracioso, aunque tampoco te culpaba, él mismo era el que se había metido en esta situación y seguramente se veía ridículo corriendo por la habitación.

          Tus ojos se abrieron al notar una presencia frente a ti y una mano apartando algunos cabellos de tu rostro. Ni siquiera habías notado que te habías quedado dormida durante el periodo de tiempo que le había tomado a Calum terminar de arreglarse y terminar arrodillado junto a ti. El chico sonrió suavemente al ver como fijabas tu mirada en él antes de hablarte con un tono de voz más bien bajo.

          "De verdad que lo siento mucho, cielo. Odio tener que dejarte ahora aquí sola."

          "No pasa nada." Repetiste, enviándole una sonrisa tranquilizadora que le ayudó a poder calmar un poco sus nervios. A pesar de eso, Cal sabía que nada estaba bien y que esta vez había cruzado la línea. No quería que acabases pensando que actos como estos debían ser considerados como normales.

          "Sí que pasa, pero te prometo que te lo recompensaré, como hemos hablado antes." Te recordó, a lo que tú asentiste antes de volver a cerrar los ojos y sentir como se inclinaba hacia ti para besar tus labios, separándose demasiado pronto para tu gusto. "Te amo." Susurró, colocando su frente contra la tuya y dejando que vuestras narices chocasen suavemente.

          "Y yo a ti."

          Y dicho esto, te besó una última vez antes de finalmente abandonar la habitación; 20 minutos más tarde de lo que debería haberlo hecho.














          Ese fue cuando Calum cometió su segundo error; haciéndote una promesa que nunca cumpliría. No podía acabar de estar seguro de si aquella promesa podría realizarse o no, pero la acabó haciendo de todas formas, y eso es lo que te llevó a estar de esta forma: sola en una habitación de hotel, en una ciudad completamente desconocida para ti y esperando a que tu novio regresase de la ronda de entrevistas del día. Había abandonado el hotel muy pronto por la mañana, incluso antes de que pudieses despertar. Prácticamente casi no os habías podido ni ver el uno al otro en los días que llevabais en Londres -una ciudad que siempre habías querido explorar y visitar desde bien pequeña-, por culpa del apretado horario de los chicos, teniendo entrevistas durante toda la mañana y tarde. Es por esto que cuando Calum llegaba tarde por la noche siempre estaba exhausto y lo único que quería hacer era dormir, cayendo en un profundo sueño tan solo cinco minutos después de tumbarse en la cama junto a ti, dejándote sola con tus pensamientos consumiendo tu cabeza. No podías parar de pensar en casa, en vuestro ambiente usual, durmiendo en vuestra propia cama, viendo a Duke cada día, teniendo a Calum junto a ti y realmente haciendo cosas productivas. Decir que extrañabas tu hogar era quedarse corto, deseabas sentir algo de familiaridad, algo que pudiese organizar tus pensamientos y poner tus pies en la tierra, algo que llenase el vacío que se había formado en ti después de pasar varios días sola. Estabas comenzando a sentirte una vez más como cuando no estabas de tour con Cal, te faltaba esa luz que él te otorgaba y llevabas sintiéndote apagada desde vuestra pelea. Cada habitación con la que te encontrabas se sentía silenciosa y fría, dejando que tus pensamientos se oyesen claros y fuertes.

          Había pasado una semana y Calum aún no había cumplido con su promesa de salir a explorar contigo, de pasar tiempo de calidad juntos. Sabías que estaba ocupado, pero su horario estaría prácticamente vacío por unos días después de su última entrevista y esperabas que Cal aceptase salir a cenar contigo esa noche, tal vez visitar un poco el lugar como habías querido hacer. Simplemente querías pasar un rato a solas con tu novio aparte de las horas que pasabais en la cama durmiendo y los minutos en que bajaba del escenario lleno de adrenalina, deseando saber que habías pensado del concierto.

          Eran las 5:30 cuando oíste la puerta abrirse, seguido de los sonidos de las botas de Calum golpeando la moqueta del suelo. El chico apareció por la esquina unos segundos después, una triste sonrisa apareciendo en sus labios al verte sentada sobre la cama, observando tus manos como si fuesen más interesantes que la película que habías decidido poner en la televisión.

          "Hola, cielo." Saludó, llamando tu atención y haciendo que levantases tu mirada.

          "Hola." Devolviste, tratando de mostrar una de tus mejores sonrisas. Por el otro lado, Calum no pareció darse cuenta de que no era una de las genuinas mientras se sentaba en el otro extremo de la cama.

          La habitación quedó en silencio cuando la espalda de Cal tocó el colchón, soltando un fuerte suspiro a la vez que cerraba sus ojos con fuerza. Tú decidiste acercarte a él unos minutos después, pasando una de tus manos por su mejilla simplemente queriendo sentir aquella calidez tan familiar. Sus ojos castaños se encontraron con los tuyos al sentir el contacto de tu piel con la suya.

          "¿Cómo fueron las entrevistas?" Susurraste, continuando con las caricias y sintiendo sus pecas bajo la yema de tus dedos.

          "Estuvieron bien. Me alegro de que podamos tener un par de días para descansar." Murmuró, acurrucando aún más su rostro contra la palma de tu mano antes de dejar un beso en esta.

          "Yo también, te mereces un descanso." Respondiste. "Además, así podré pasar más tiempo contigo."

          "Mhm." Asintió, inclinando su cabeza ligeramente para poder besar tus labios. Tú inmediatamente te derretiste ante el tacto de sus labios contra los tuyos, tu otra mano moviéndose para poder sostener su otra mejilla.

          "Estaba pensando que tal vez podíamos ir fuera a cenar." Sugeriste al separaros, vuestras frentes uniéndose con suavidad mientras vuestros labios se rozaban al hablar. Continuaste con los ojos cerrados, no te atrevías a observar la reacción de Calum al preguntarte lo que tanto tiempo llevabas queriendo hacer. "Solo nosotros dos, caminar un poco... No tenemos por qué quedarnos hasta tarde, sé que estás cansado, solo quiero pasar un poco de tiempo contigo antes de que las cosas vuelvan a ser caóticas." Ni siquiera notaste como mordiste tu labio con nerviosismo al acabar de hablar, nerviosa de que te volviese a rechazar como la última vez.

          No querías volver a discutir con él, pero querías pasar un poco de tiempo con él aunque fuese solo un rato. Ambos habíais estado algo distantes y odiabas la forma en que eso te hacía sentir. También odiabas lo nerviosa que te ponías al preguntarle este tipo de cosas.

          La habitación quedó en completo silencio una vez más, tu corazón yendo a mil por hora por el miedo de que saliese con cualquier excusa se le ocurriese esta vez.

          "Me encantaría." Podrías jurar que sentiste como tu corazón se detuvo por unos segundos al oír su respuesta. Una sensación se alivió se apoderó de tu cuerpo y una genuina sonrisa se formó en tus labios, la primera después de tantos días. Había dicho que sí.

          Los labios de Calum imitaron los tuyos antes de que volvierais a unirlos, esta vez en un beso mucho más rudo y necesitado. Pusisteis mucha más pasión en este, las manos de Cal moviéndose hasta tu cintura haciendo que te sentases sobre su regazo. Este había sido el más largo y apasionado beso que os habíais dado en toda la semana, los demás siempre habían sido cortos y de despedida antes de que se durmiera o besos de buena suerte antes de salir al escenario. Se sentía bien poder sentirlo devolviendo las mismas emociones que tú demostrabas en el beso.

          "Ves encendiendo el grifo de la ducha." Calum murmuró contra tus labios, dándole un suave apretón a tu trasero mientras respiraba con fuerza contra tus labios. "Yo iré en un momento." No te lo tuvo que decir ni dos veces antes de que le dieses un último beso y te levantases de su regazo, yendo al baño para encender el grifo y dejar que el agua comenzase a calentarse.

          Calum rió al ver como te apresurabas en ir al baño, ambos estabais emocionados por la noche que os esperaba por delante. El chico estaba feliz de finalmente poder cumplir con su promesa, sabía que hasta ahora no había cumplido con su palabra y le hacía sentirse horrible. Se había encontrado a sí mismo muchas veces prometiéndose que te llevaría a dar una vuelta por la ciudad una vez acabase el concierto, pero cada vez se encontraba demasiado agotado como para siquiera mantener sus ojos abiertos. Calum estaba determinado en hacer esa noche especial, teniendo en cuenta lo mucho que deseabas poder conocer Londres. Se iba a asegurar de que nunca olvidases esa noche; tenía pensado llevarte a cenar a un bonito restaurante, enseñarte la ciudad y comprarte todo lo que quisieras porque te lo merecías. Te había estado tratando tan pobremente que lo único que sentía que podía hacer era darte la noche de tu vida.

          Después de estar unos minutos batallando, el agua finalmente alcanzó una temperatura adecuada justo cuando Cal entró por la puerta del baño, acercándose a ti y colocando sus manos sobre tu cintura antes de inclinarse para dejar un beso sobre tu frente.

          "¿Ya está el agua lista?" Preguntó, a lo que tú asentiste en respuesta, sintiendo como sus manos se deslizaban debajo de tu camiseta y comenzaba a subirla alrededor de tu torso. "Brazos arriba." Pidió, pudiendo deshacerse de la prenda con facilidad.

Pronto toda vuestra ropa se encontraba esparcida por el suelo mientras las manos de Calum se deslizaban por tu piel, una cascada de agua cayendo sobre ambos. Tu espalda se encontraba contra su torso, su cabeza escondida contra la curva de tu cuello mientras sus manos acariciaban cada parte de tu cuerpo. Tú soltaste un suspiro de felicidad, habiendo extrañado los momentos íntimos como este, no habiendo tenido uno similar desde la noche que mantuvisteis relaciones un día antes de la pelea.

"Extrañaba esto." Murmuró Calum, dejando suaves besos sobre la piel de tu cuello.

"Yo también." Contestaste, moviendo la cabeza para dejarle algo más de acceso.

"Te prometo que esta noche será una que nunca olvidarás. Te va a encantar Londres, ángel." Susurró contra tu piel. No pudiste evitar que un escalofrío recorriese tu espalda en el momento que besó ese lugar detrás de tu oreja, haciendo que Calum soltase una ligera risa antes de seguir moviendo sus labios por tu mandíbula, dejando alguna que otra marca por tu cuello.

Por mucho que al chico le gustase marcarte, sabía que lo mejor era mantenerlas cubiertas en caso de que os encontraran juntos. De hecho, salir al exterior juntos ya era un gran riesgo, teniendo en cuenta vuestra relación privada, pero aun así Cal siempre intentaba tener citas contigo para hacerte feliz. Él solo quería mantenerte a salvo y protegerte de esa estresante vida al ojo público. Le molestaba no poder tener citas todo el tiempo como le gustaría, pero tú siempre le asegurabas que no te importaba y que estar con él era lo único que te importaba.

Dejando que girase tu cuerpo, soltaste una risa mientras uníais vuestras frentes. Vuestros ojos se encontraron por un momento antes de que Calum capturara tus labios en un beso con una sonrisa en los suyos. Otra sonrisa apareció esta vez en tu rostro mientras te ponías de puntillas para alcanzarlo, llevando tus brazos alrededor de su cuello y entrelazando tus dedos en los cabellos de su nuca. Las manos de Cal se movieron hasta la parte trasera de tus muslos, animándote a saltar y envolver tus piernas alrededor de su cintura a la vez que sentías como presionaba tu espalda contra la fría pared de la ducha. Soltaste un gemido cuando notaste como la lengua de Calum rozaba tu labio inferior, inmediatamente abriendo tu boca y dejando acceso a que su lengua chocase contra la tuya.

"Calum." Jadeaste contra sus labios, moviendo tu cuerpo contra el suyo en busca de algo más.

La boca de Cal se movió con aún más rapidez contra la tuya, pero aún manteniendo esa delicadeza; quería derramar todo su amor en ti. Tampoco quería que te calentases mucho, ya que sabía que entonces todo esto acabaría en la cama y no habría forma de que después de eso acabaseis saliendo, solo quería demostrarte lo mucho que había extrañado los momentos como estos.

"Calma, cariño. Ahora no." Dijo el chico, ganándose otro quejido de tu parte y soltando una risa al ver como lo observabas con un puchero, batiendo tus pestañas en un intento de conseguir lo que querías. "¿Qué te parece si acabamos de limpiarnos, hm?" Sugirió, sabiendo lo mucho que amabas sentir sus manos sobre tu cuerpo.

"Por favor." Prácticamente suplicaste, deseando poder sentir sus dedos contra tu piel.

Un suave beso fue presionado contra tus labios antes de que Cal te dejase una vez más sobre el suelo, agarrando el pequeño pote de jabón del hotel y derramando algo sobre su mano. Una fina capa de burbujas pronto estaba cubriendo la piel de tus hombros mientras tu novio se dedicaba a esparcirlo por tu espalda, dando un pequeño masaje en el proceso y dejando que recostases tu frente contra la pared para algo de soporte.

"¿Estás bien?" Preguntó con preocupación, dejando de apretar por miedo de quizás estar haciéndote daño. "Estás muy tensa, mi amor."

"Estoy bien." Le aseguraste, pero Calum siguió con su masaje con el ceño fruncido, dándote media vuelta para ahora esparcir el jabón por tu estómago. "Estoy bien, Cal." Le aseguraste una vez más. "Simplemente no dormí muy bien anoche."

La verdad es que llevabas tensa desde el día de la pelea, estrés y ansiedad habiéndose apoderado de ti justo en el momento en que Calum abandonó la habitación del hotel.

"De acuerdo." Asintió. "Vamos a enjuagarte." Tú asentiste contenta, notando como sus manos se movían con el agua hasta detenerse cómodamente sobre tu cintura. "Sabes que te amo, ¿verdad?" Preguntó, mirándote a los ojos mientras colocaba un mechón de pelo detrás de tu oreja.

          "Por supuesto que sí." Murmuraste, acurrucando tu mejilla contra la palma de su mano. "Yo también te amo." Susurraste, consiguiendo que una dulce sonrisa apareciese en los labios de tu novio.

          "Solo quería asegurarme." Comentó, haciendo que rodases tus ojos de una forma juguetona y te pusieses de puntillas una vez más para así besarle y dejar prueba de tus palabras. "Vamos, ayúdame a limpiar este cabello tuyo para que así nos podamos ir." Tú asentiste con una sonrisa, inclinándote para agarrar la botella de champú.

Continue Reading

You'll Also Like

143K 8.4K 16
El maldito NTR pocas veces hace justifica por los protagonistas que tienen ver a sus seres queridos siendo poseidos por otras personas, pero ยฟQuรฉ suc...
3.2K 180 26
See you fucking with a fuck boy Girl you know you got options You don't have to be his toy I can show you what love is, and trust is. Primera tempora...
18K 822 32
Kylie Jones, una chica con traumas y sufrimientos conoce a tres fantasmas junto con su prima Julie,los cuales las regresan al mundo de la mรบsica desp...
279K 19.1K 32
"No creรญ que encontrarรญa el amor verdadero, hasta que te conocรญ" TERMINADAโœ… Copyrightยฉ; 2016.