SeokJin iba apresurado de aquí para allá por todo el departamento. Utilizando un delantal color blanco con rayas rosas, se dedicaba a levantar cualquier cosa que no estuviera en su lugar, sacudiendo el polvo y haciendo que los pocos detalles que decoraban su casa se vieran limpios y acomodados.
JungKook lo observaba desde la cocina, siendo él quien se mantenía lavando los platos que ocuparon en el desayuno. Los ojos de JungKook se movían de izquierda a derecha, siguiendo cada movimiento de su primo. Sabía que a su primo le gustaba dedicarse al orden y la limpieza, siempre fue así de aplicado cuando se trataba de ordenar, pero justo en este momento se veía tan ansioso y estricto consigo mismo por hacer que el lugar se viera lo mejor posible, y, JungKook sabía perfectamente la razón de su desesperada acción.
—¿Dónde dejé el plumero? No puede ser, necesito sacudir este mueble y no encuentro el plumero ¿Cómo se supone que lo sacudiré? —se cuestionó en voz alta mirando el pequeño mueble frente a él. —Todavía debo cocinar, bañarme, cambiarme y preparar mis libros ¡Es un desastre!
JungKook evitó con todas sus fuerzas soltar una carcajada. Cuando logró reprimirla habló con fuerza: —Hyung, el plumero lo tienes en tu mano.
SeokJin parpadeó mirando en dirección a su mano, encontrando que, efectivamente, estaba sosteniendo el plumero. Soltó una maldición en voz baja y continuó en su tarea de aseo.
Jeon terminó de lavar los trastes, cerró la llave del agua y se secó las manos con una toallita que colgaba en un perchero a lado del lavaplatos. Dio unos cuantos pasos hacia la puerta de la cocina y recargó su cadera en el marco de esta, cruzando sus brazos y mirando con atención a su primo.
—Debí despertarme más temprano, tonto despertador. —escuchó las quejas del omega.
—Hyung ¿Te ayudo en algo antes de irme? —cuestionó.
—Sí, por favor ve por mis libros y ponlos en la mesa. Están en la recámara dentro de mi mochila. —indicó a la vez que movía un adorno sobre el mueble. JungKook asintió y se dio la vuelta para irse. —Espera. —SeokJin le detuvo. —¿Dijiste "antes de irme"? ¿Se puede saber a dónde irás? —cruzó sus brazos a la altura de su pecho.
—Oh, iré con YoonGi hyung. —respondió con tranquilidad, mirando la cara de SeokJin. —No quiero estorbar aquí cuando Nam hyung llegue.
—¿Por qué estorbarías?
—No lo sé, hyung... —alzó las cejas, recibiendo una mirada amenazadora de SeokJin. —Solo... No quiero interrumpir nada. —se encogió de hombros. —No te preocupes, YoonGi hyung me cuidará.
SeokJin dudó por unos segundos, no quería estar a solas con NamJoon pero tampoco quería que JungKook le estuviera haciendo burla. No conocía tan bien a YoonGi, han sido pocas las veces que se ha cruzado con él, pero realmente no se veía como alguien en quien desconfiar.
—Está bien, te dejo ir porque es el primer amigo que haces aquí. Avísame cuando llegues a su casa.
—Lo dices como si fuera un niño pequeño.
—Sigue quejándote y no vas. —advirtió.
—Bien... ¡Gracias, Jin hyung! —saltó y salió corriendo hacia la habitación en busca de los libros de SeokJin, antes de que se arrepintiera de dejarlo salir.
—Ese niño siempre haciendo planes sin antes consultarme... —el rubio negó con la cabeza y continuó con el aseo del pequeño departamento.
JungKook apareció minutos más tarde, dejando los libros que el omega le pidió sobre la mesa. Después de eso, regresó a la recamara para tomar su chaqueta y celular.
—Hyung, me voy. ¡Fighting!
—Ve con cuidado. Avísame cuando hayas llegado y cuando vengas de regreso, por favor.
—Sí, hyung. Nos vemos más tarde. —con un ademan de mano se despidió del mayor, para luego salir por la puerta, dejando a SeokJin completamente solo y nervioso.
El omega suspiró, mirando a su alrededor para comprobar que no le faltara ningún lugar por limpiar. Cuando confirmó que la limpieza estaba terminada, dejó todos los utensilios que ocupó en su lugar y fue la cocina para cocinar, no sin antes lavar sus manos.
Sacó del refrigerador varios ingredientes al azar y comenzó a cocinar lo primero que se le vino a la mente. Un día antes había comprado varias cosas para preparar algo en específico, pero justo ahora parecía que todo en su mente se había borrado y no podía recordar en que planeó cocinar.
Cuando terminó de preparar todo, se quitó el delantal que llevaba puesto y se fue directamente al baño para comenzar a bañarse. Al terminar, fue hasta su habitación para ponerse ropa. Ya tenía un outfit planeado pero justo ahora dudaba de si se vería bien, y lo que más le frustraba es que quería verse bien. «Solo vas a estudiar, Jin.» Se dijo a sí mismo, intentando reprimir los sentimientos que su lobo quería dejar salir.
«—Estudiaremos con nuestro Alfa.» —su lobo le contestó, logrando que su humor comenzara a irritarse y pensara en llamar a NamJoon para cancelar. Pero era demasiado tarde, él ya estaba vestido y el timbre acababa de sonar.
Por su cabeza pasó la idea de no abrir y mandarle mensaje de que algo había ocurrido y tuvo que salir, o inventarle cualquier excusa con tal de no verlo. Pero a quien quería engañar, realmente quería verlo, y lo odiaba, odiaba tanto esos sentimientos que estaba teniendo. Hizo todo para reprimirlos, incluso se comportó de una manera irritable con él pero ni siquiera eso logró que se alejara, NamJoon incluso se acercaba más. Hasta su lobo pedía más acercamiento, y él ya no sabía qué hacer. No debió aceptar la ayuda del alfa.
Lo correría, sí, eso haría. Le diría que no quería verlo y que no necesitaba su ayuda. ¿Realmente quería eso? Se estaba volviendo loco.
Y se odió aún más cuando se encontraba ya frente a la puerta, abriendo para encontrarse con NamJoon. El aroma del alfa de chocolate y tierra húmeda lo golpearon al instante, haciéndole imposible el no aspirar todo el aroma con su nariz.
—Hola, hyung. Traje galletas. —saludó sonriente el moreno, alzando una bolsa donde se apreciaba una caja de galletas.
SeokJin no pudo evitar sonreír al ver la aparición de los hoyuelos del alfa. En silencio se hizo a un lado, dejando entrar a NamJoon al departamento.
—Toma asiento... ¿Quieres algo de tomar? —ofreció tímidamente.
—Estoy bien así, gracias. —SeokJin asintió y se sentó a un lado del castaño.
Un largo silencio se formó entre ellos. El omega miraba sus manos que reposaban sobre su regazo, jugando con las mangas de su sudadera y mordiendo su labio con nerviosismo. Por otro lado, NamJoon rascó su nuca, pensando en que decir.
—Uhm, ¿Cómo estás? —preguntó tiempo después, mirando de reojo al rubio.
—Bien, sí, bien ¿Y tú? —respondió de manera robótica, porque la verdadera respuesta seria: "Mal, tu aroma no me deja pensar bien, mi corazón se quiere salir de su lugar, mis piernas tiemblan como gelatina y mi lobo no deja de decir que eres nuestro alfa. ¿Qué tal tú?"
—Bien, también bien. —de la misma manera respondió, aunque sentía muchas cosas más en esos momentos. —¿Empezamos?
—Oh, sí, sí. —se apresuró a tomar sus libros de la mesita, colocando el primero en sus piernas.
—¿Qué vamos a estudiar?
SeokJin comenzó de decirle cuales eran sus dudas y las materias que más se le dificultaban. NamJoon asentía y juntos comenzaron a estudiar. Con cada palabra que salía de la boca del alfa, SeokJin sentía que su corazón latía. La manera en que le explicaba le hacía ver tan intelectual, además de que se le estaba haciendo fácil comprender todo lo que NamJoon le estaba explicando y aclarando.
De alguna forma, SeokJin se sentía tranquilo. Comúnmente, cada vez que estudiaba se sentía estresado, más cuando era algo que se le complicaba, pero a lado de NamJoon podía sentirse calmado. Le asustaba esa sensación, era algo que nunca había experimentado, pero también le hacía sentirse cómodo, feliz.
Sin embargo, no debía pasar.
Suspiró y dejó de prestar atención a ese sentimiento, concentrándose solo en el motivo por el cual NamJoon estaba ahí, estudiar.
Ajeno a los pensamientos del omega, NamJoon se recargó en el respaldar del sillón, observando con atención como SeokJin leía atentamente el libro entre sus manos. Desde hace tiempo había notado que el omega fruncía el ceño y abultaba los labios cuando estaba concentrado, era una acción que le parecía linda y completamente adorable.
Se le hacía imposible retirar sus ojos de aquella imagen. Era completamente hermoso como para no apreciarlo, y lograba que cada latido de su corazón aumentara con cada segundo que lo observaba en silencio.
El omega alzó la mirada para hacerle saber a NamJoon que había acabado la lectura, pero no esperaba encontrarse con la mirada fija del alfa sobre él. Inmediatamente y sin tener el control sobre su organismo, el fuerte sonrojo se instaló por todo su rostro hasta sus orejas.
—¿P-por qué me miras? —quiso golpearse por haber tartamudeado.
—Te ves lindo cuando te concentras. —dijo con naturalidad, provocando que el sonrojo en el rubio se intensificara.
—¡No me distraigas! —se quejó intentando ocultar su rostro en el libro, pero era tarde, pues NamJoon ya había notado lo sonrojado que estaba.
El alfa soltó una risita. —¿No tienes hambre?
—Un poco.
—¿Quieres tomar un descanso? Llevamos horas estudiando.
—Un descanso vendría bien. —aceptó sin dudar, estaba cansado.
—¿Quieres que ordene algo para comer? —cuestionó sacando su celular.
—Está bien, preparé un poco de comida.
—¿Tendré la oportunidad de probar de nuevo tu deliciosa comida? —SeokJin asintió a la vez de que reía. —Realmente soñé con este momento, soy feliz.
SeokJin negó con la cabeza, sonriente y caminando a la cocina. Quería decir que cocinó especialmente para él pero no tenía en valor para decirlo en voz alta.
—¿Te ofreciste a ayudarme solo para probar mi comida? —le miró interrogante, recargándose en la barra de la cocina.
—¿Tan mal piensas de mí? —NamJoon se tocó el pecho con fingido dolor. —Me ofrecí a ayudarte por dos razones.
—¿Ah sí? ¿Qué razones?
—La primera, quiero ayudarte.
—Oh, qué buena persona eres. —se burló, poniendo a calentar la comida. —¿Y la segunda razón? —ladeó su cabeza, completamente intrigado.
NamJoon lo miró de una manera que no pudo interpretar, haciendo que sus nervios aumentaran. Sonriendo, el alfa presionó sus labios, dejando escapar un largo suspiro.
—Creí que era obvio, hyung.
—¿Ah? No entiendo. —tragó saliva cuando el moreno dio un paso adelante.
—Porque me gustas, hyung. —soltó.
SeokJin sintió toda una revolución de sentimientos en su interior, aumentando a eso que su lobo no paraba de aullar. No sabía que hacer o que responder. Huir era una opción pero no podía, era su casa.
—Deja de jugar. —dijo después de tener una lucha mental contra el mismo.
—No estoy jugando, estoy siendo sincero. —la seriedad con la que lo dijo asustó al omega.
—NamJoon...
—SeokJin hyung...
—Ugh, tonterías. Vamos a comer antes de que se enfríe la comida. —se dio la vuelta y fingió que nada de eso había pasado. No iba a caer en los juegos y bromas del moreno.
NamJoon bajó la cabeza, sintiendo a su lobo bajar la cola y esconder el hocico entre las patas. Y por primera vez en el tiempo que conoció a SeokJin, deseó alejarse de él lo antes posible. Quería irse a su casa a deprimirse.
[...]
—Hyung... ¿Puedo preguntarte algo? —JungKook preguntó, mirando como el alfa pálido tecleaba en su computadora.
—Mhn, dime. —respondió sin girar a ver al menor.
—¿Por qué el amor es tan complicado? —soltó su pregunta, haciendo que YoonGi lo mirara de inmediato.
El azabache hizo girar la silla giratoria y se inclinó hacia delante con una expresión pensativa en su rostro.
—Bueno... realmente no lo sé. Nunca he experimentado el amor o algo parecido. —sacudió su cabello, todavía intentando encontrar una respuesta a esa pregunta, pero no podía hallarla.
—¿Nunca te has enamorado? ¿En verdad?
—No es lo mío. —le quitó importancia. —Respondiendo a tu pregunta, supongo que es dependiendo de cada quien y de quien sea la persona a la cual amas. —se alzó de hombros. —¿Por qué la pregunta? ¿Te enamoraste de alguien?
—¡No! Ay no, no es eso. Es solo que... SeokJin...
—¿Tu primo?
—Sí. Lo conozco y sé que le gusta alguien pero no quiere aceptarlo.
—¿Le gusta alguien? Uh... si NamJoon se entera seguro lloraría.
—¿NamJoon hyung? ¿Por qu-? Oh espera ¿¡Le gusta SeokJin hyung!? ¡Lo sabía!
—Demasiado obvio ¿No? Nam babea cada vez que tu primo aparece, me sorprende que aún no se diera cuenta. —YoonGi negó con la cabeza.
—No lo entiendo, si es obvio ¿por qué mi primo aun no le dice a Nam hyung que también le gusta? ¡El amor es tan complicado! —gritó dejándose caer sobre el sillón.
—¿A tu primo le gusta NamJoon? —se sorprendió.
—Sí, no lo quiere admitir pero se le nota a kilómetros.
YoonGi asintió, mirando la pared como si fuera la cosa más interesante del mundo. Parecía tan sumido en sus pensamientos que JungKook no se atrevió a interrumpir lo que fuera que pasara por su cabeza.
Después de varios minutos, habló: —¿Deberíamos ayudarles?
—¿Uh? —JungKook abrió los ojos con sorpresa.
—Sí, ya sabes. Idear un plan como los que pasan en las series para ayudar a sus amigos y se confiesen.
—¿No que el amor no era lo tuyo y ni te interesa? —le cuestionó.
—Eso es correcto, pero no evita que quiera ver a mi amigo feliz, además de que ya me cansé de escuchar sus quejas porque SeokJin no le hace caso.
JungKook asintió. —¿Qué podríamos hacer, hyung?
—Se me ocurre algo pero, tienes que ayudarme...
[🌵]
¡Feliz día del amor y la amistad! 💕
Me hubiera gustado hacer un especial de San Valentín pero ya tenia programado este capitulo y me tardé mucho en subirlo, lo siento :c
Igual, espero que el capitulo les haya gustado.
Tengan un lindo día y cuídense mucho.
Lxs quiero mucho uwu, gracias por leer. ✨