Hacia lo Prohibido ©

By Nara_CC

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Collet Zane es una adolescente que, junto a su mudanza de Carolina del Norte a nueva York, viene a su vida lo... More

ANTES DE LEER
Prefacio
Introducción | Collet Zane
...
Capitulo 1 | El comienzo de todo
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 5 | Parte 2
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 8 | Parte 2
Capítulo 9 | Un faro y un cigarro
Capítulo 10 | Impotencia
Capítulo 11 | Al carajo
Capítulo 12 | La diferencia entre...
Capítulo 13 | Impulsos
Capítulo 14 | Karma
Capítulo 15 | Descubriendo la verdad
Alas de ángel
Capítulo 16 | Sentimientos
Capítulo 17 | Dudas sin responder y Encaros
Capitulo 17 | Parte 2
Capítulo 18 | Choque con la realidad
Capítulo 19 | Mal presentimiento.
Capítulo 20 | Demone
Capítulo 22 | Límites
Capítulo 23 | A la vista de alguien
Capítulo 24 | Espejos
Capítulo 25 | Desde las sombras
Capítulo 26 | Escarmiento cruel
Capítulo 27 | Eres como las otras
Capítulo 28 | La última gota
Capítulo 29 | Eso es de tramposos
Capitulo 29 | Parte 2
Capítulo 30 | Me arrebataron...
Capítulo 31 | Tu y Yo
Capítulo 32 | Tú y Yo, claro que sí.
Capítulo 33 | Navidad diferente
¿Esto es un...?
Capítulo 34 | Revolución de las ratas.
Capítulo 35 | Desgracia de media noche
Capítulo 36 | Afrontando el sufrimiento
Capítulo 37 | Encuentros sabor a tristeza
Capítulo 38 | La última copa
Extra | Bajo mi atención.
Capítulo 39 | Ni un beso, ni un perdón
Capítulo 40 | Nuestro destino
Capítulo 41 | Tiempo cumplido
Capítulo 42 | Asuntos ajenos
Capítulo 43 | El sabor de la verdad
Capítulo 44 | Llena eres de desgracia
Capítulo 45 | Mi suerte, tu suerte, nuestra suerte.
Epílogo
Agradecimientos.
Hacia la Obsesión.
Un pequeño regalo
El sabor a muerte.
Extra -Halloween atrasado-
Escena fugaz

Capítulo 21 | Consecuencias

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By Nara_CC

Consecuencias.

Collet

El tiroteo ocurrido en el prestigioso restaurante The Village ha sido un completo e icónico suceso que le ha dado la vuelta al mundo en menos de una semana. Se dice que el ataque fue directamente hacia nuestro candidato y mayor empresario en el mundo Malcom Dixon, junto a toda su familia que iban con intensiones de pasar una noche tranquila.

 "Gracias a nuestra guardia que detecto el peligro hemos salido ilesos del ataque inprevisto" declaró el mismísimo militar Dixon, no dió mas explicaciones pidiendo que dejáramos de indagar en el tema.

"Señor Dixon ¿Usted sabe o tiene relación alguna con los implicados que fueron afectados en el restaurante? ha sido completamente directo el ataque dejando fallecida a una niña de 13 años y un joven de 30" 

"Los conocía, claro, a ellos iba cuando comenzó todo. Mi más sentido pésame a la familia por la pérdida"

Esas fueron sus ultimas declaraciones antes de marcharse junto a toda su familia, excepto el multimillonario Hanniel Dixon quien nunca se presenta ante cámaras con ellos. 

Mis lamentos escuchando el reporte se detiene por un momento... ¿Escuché bien? dijo... ¿Hanniel multimillonario? ¿Hanniel es hijo del candidato a presidente y el empresario mas fuerte en el mundo? mi boca se abre y parpadeo varías veces confirmando que el reporte es de un noticiero veríficable. Nunca he conocido a sus padres, he ido pocas veces a su casa y nunca veo a nadie mas además de la empleada y Riley y Logan. Ahora entiendo de donde una enorme mansión y los lujos que posee Hanniel. ¿Pero él multimillonario? Supongo que lo dirán por sus padres.

Hay fuertes rumores que declaran que ha sido él, el motivo de semejante ataque con su fama de delincuente.

¿Delincuente? las dudas vienen a mí y me quedo quieta escuchando sin creerlo.

Pero la madre como siempre ha respondido en su defensa.

"Él ni siquiera estaba en la cena, de haberlo querido atacar a él hubieran ido directo a donde se encontraba. Esto simplemente a sido uno de los tantos peligros que se corren siendo una familia presidencial y la mas grande en el ámbito empresarial. Mi hijo no es ningún delincuente."

—No es bueno que sigas viendo eso —me dice Ivonne apagando el televisor que no he parado de ver desde hace mucho con el canal de noticias ubicado.

—Necesito escucharlo para creerlo —se me encoge el pecho volviendo a recordar en lo que estaba y de verdad que no lo creo.

La miro a los ojos, miro a mi mejor amiga a los ojos pidiendo la consolación que necesito. 

—Dime que lo es, por favor —suplico haciéndome un ovillo en el sillón.

Me mira con una sonrisa nostálgica y me dan mas ganas de llorar, no lo puedo retener y mis sollozos se hacen presentes.

—Ellos ya están bien, en un lugar mejor que el de antes.

—Es que tanta angustia me ha agotado y dejado sentida.

—Ya. —me frota los hombros— levántate que debes ir a verlos.

Me limpio las lágrimas poniéndome de pie para ir a mi habitación para colocarme ropa para salir. Evito a toda costa toparme con tía Marlen o la víbora de Sayda, han pasado dos semanas desde el tíroteo en donde salieron afectados papá y Dafne, dos semanas de que la tía me dió cuatro chachetadas frente a todos los que estaban en la sala de espera, y que va, no me importan ellos porque a esas personas no las conozco, me ardió completamente que lo hiciera frente a Sayda que se burló de mí y mucho peor; frente a Hanniel. 

Me sumí en un reproche tan grande porque personalmente no me merecía la humillación, probablemente los golpes por haber sido tan descuidada dejándome marcar de esa manera de él, no debí. Por lo menos si estoy faltando a mis principios teniendo sexo con alguien antes del matrimonio como tanto me lo recomendaba mamá cuando aún estaba viva tan siquiera tenía que haber sido más lista, y es que iba a saber yo que en plena madrugada iba a salir con la noticia del tiroteo. Las marcas de sus dedos se habrían borrado para la noche siguiente a la que me tomo de una manera tan salvaje que tengo que tragar saliva e ir a lavarme la cara con agua fría para no excitarme recordando lo que me ha hecho.

El agua no me sirve para nada porque mi mente recuerda el ultimo día que lo vi y lo veo completamente eufórico entre mis piernas lamiendo ahí abajo como si de su dulce favorito se tratase ¡Diablos no! agh, una punzada en mi zona intima me hace tensárme poniéndome de mal humor porque la vengo sintiendo desde las dos horas después que salí de su casa hace una semana y lo peor es que ni tocándome se van las ganas ni tampoco llego al punto que necesito. De pronto ya no son suficientes mis dedos y la boca se me hace agua recordándolo una vez mas arriba de mí masturbándose como un poseso dándome una espectacular vista de su falo bien dotado con las venas bien remarcadas, su hermoso y perfecto rostro en una expresión de placer cuando se vino encima de mí. 

Paso mis manos por mi abdomen y luego por mis tetas, por esos mismos lugares en los cuales su líquido caliente reposó hasta que él mismo me limpió luego de follarme como se le dió la gana, como un verdadero dios en el sexo. 

«Que rico»

No paro de pensar en su lengua, es que hasta parezco una loca desquiciada fantaseando con ella y su piercing, recuerdo sus besos, la habilidad y la forma de besarme la boca, esa misma que me derrite en un segundo y que no podía distinguir que era ese toque que él le ponía, y ahí fue confirmada con el sexo oral que me hizo, confirmo que ese es el toque diferente que él tiene en comparación con los demás, con Wyatt. Hanniel te besa la boca con la misma brusquedad y pasión que cuando está entre tus piernas provocándote placer llevándote al mismísimo cielo o infierno, dándote el privilegio de tener un orgasmo tan intenso como el que yo tuve. Uno que al principio creí que eran ganas de ir a hacer pipí pero que no fui capaz de pararlo, no me creo que me haya provocado eso tan inexplicable solo con su boca y dedos. 

—¡Collet apurate! —me exige Ivonne y me obligo a salir del cuarto de baño.

El sexo es lo único que me hace olvidar lo que ocurre y como quisiera que no fuera así, aunque sé que lo que me hace olvidar es nada mas él, su presencia y sus ojos y todo completamente de su ser, no siendo solo el sexo. 

El miedo vuelve a mí al ver bajar las gradas a Marlen con la misma cara que tiene desde que descubrió que ya no soy virgen. 

—¿Ya? ¿Lista? —inquiere Ivonne logrando un atisbo de sonrisa en la hermana de papá.

—Vamos —indica subiendo a su camioneta en la que no pienso subir ni de loca con Sayda de copiloto. 

—Yo me voy contigo —le pido en un susurro a mi mejor amiga quien solo me escucha disimulando.

Se va a la camioneta y saber que le dice a Marlen convenciendo que me deje ir con ella.

—¿No me vas a decir que ha ocurrido? —me dice cuando ya vamos en su auto. 

Miro por la ventana dándole así mi respuesta. No sabe ni ella ni nadie mas lo que ocurrió, no pienso contarlo porque no me gusta ventilar mi intimida  y no es porque no confíe en las personas, solo es que no me gusta. Ivonne no sabe de Hanniel ni mucho menos que ya he tenido mi primera vez, ella vino hace una semana nomás supo lo que ocurrió, se ha estado quedando con su abuela que vive al lado de mi casa. Ivonne es todo lo bueno que tengo en la vida, la quiero mucho pero me arden los ojos con recordar que en unas horas se irá de vuelta a su ciudad porque debe seguir estudiando. 

La pobre no me ha contado ni se ha desahogado como quisiera por comprender el estado en el que estoy, no me ha dicho nada de su enamorado porque se ha dedicado en ayudarme a no decaer, porque el ver a mi hermana y padre al borde de la muerte no fue nada bonito ni tampoco recordar la muerte de mamá que aún no supero, teniendo el miedo de perder a las dos personas más importantes de mi vida. 

Mi ser se desvanece con verlos salir del área de intensivo, papá caminando y Dafne en silla de ruedas.

Me quedo estática agradeciendo tanto que ya estén bien y que el tiroteo del restaurante no fuera a ellos a quien les cobró la vida. Ellos fueron heridos porque permanecían en el restaurante para una cena de negocios que al final no se llevo acabo, el jefe de papá y Dimitri  estaban ahí también y salieron ilesos.

 —Papi... —se me quiebra la voz y comienzo a llorar cuando es él, el primero que me estrecha a su cuerpo con un solo brazo, el otro lo tiene vendado. 

—Ya cariño, no llores que ya estamos bien —me consuela besando mi cabeza.

Fueron dos malditas semanas las que pasé en velo sufriendo y esto me hace tan feliz, tanto que voy y abrazo con muchas fuerzas a Dafne haciendo que ella se queje de dolor por lastimar sus heridas en el abdomen. A ella le alcanzó una bala que le cruzó el estomago, afortunadamente la bala no rozó ni reventó algún órgano importante. Papá recibió dos, una en el hombro y otra en la espalda que no cruzó mas allá.

—Me alegra que ya estén bien señor Zane y Dafne, de verdad que sí. Pero debo despedirme porque mi vuelo sale en dos horas —informa Ivonne y acaricia con delicadeza un segundo la cabeza de mi hermana sabiendo perfectamente que a ella no le gustan los abrazos. A papá le da la mano y me da una mirada la cual correspondo yéndome con ella a la salida del hospital. 

—Cuídate Collet, te amo tanto y no quiero verte deprimida como cuando ocurrió lo de tu madre. 

Se me acerca y me da un abrazo que recibo con todas las ganas disfrutando y sabiendo que aquí a saber a cuando la volveré a tener de frente.

—Te quiero Ivonne —la suelto sin querer verla a la cara.

—Mi pequeña chica —me levanta el rostro—, para tu mala suerte te conozco tanto como la palma de mi mano y sé —repara en mi rostro—, sé que además del accidente hay algo mas a fondo que te está haciendo daño. 

Respiro hondo sintiendo como se calientan mis ojos, siento el típico nudo en la garganta y todo me duele. 

—Ven —me vuelve a abrazar mientras suelto los sollozos que la hacen suspirar—, sea quien sea él recuerda siempre que tu vales mucho mas que cualquier cosa que te ofrezca que probablemente para tí sea lo mejor del mundo. 

No respondo y ella espera hasta que me tranquilice para soltarme.

—No te voy a pedir que me cuentes quien es porque si no lo has hecho ya con todo lo que te a afectado, supongo que es mucho solo para tí. —asiento y toma mis manos— Prométeme que te volorarás como lo que eres y te mereces, que te prondrás por encima de cualquier idiota que te está haciendo llorar. 

Cierro los ojos y su imagen viene a mi mente y algo en mí me dice que no podre contra él, no contra el sentimiento que ya siento y que no se como hacer que desaparezca. 

—No se como hacerlo, Ivonne —confieso al fin sintiéndome tan vulnerable.

—Claro que puedes, puedes con eso y mucho mas, y a un sentimiento por alguien que no te da nada a cambio no es para que le pongas atención diciendo que te queda muy grande, porque a como te veo sé que él no te está dando nada, Collet...

—Yo no quise... Yo... Yo no planee quererlo ni tener que necesitarlo como ahora lo hago —me mira con comprensión— sé que es muy poco tiempo —me callo y recuerdo las cosas y mi mente me justifica—, realmente no es poco tiempo y es que creí que al dejar de verlo yo podría olvidarle, pero lo volví a ver y descontroló en mí todo lo que ya había ordenado, solo con una mirada... solo una maldita mirada. 

Sonríe reconfortante y recuerdo el porqué es mi mejor amiga, Ivonne nunca me juzga ante nada de lo que yo haga.

—Si mandaste a la mierda al idiota de Wyatt que te fue infiel con mas ganas lo harás con éste otro que ni lo conozco pero ya me cae mal. 

Tiene una idea muy equivocada, ella no sabe que no me afectó la infidelidad de Wyatt porque lo que en ese momento me lastimaba como ahora tiene nombre y apellido y un hermoso rostro que no paro de ver en mi mente.

—Te quiero. —la vuelvo a abrazar.

—Y yo a ti. 

Se va y vuelvo a donde papá que ya está en su habitación de cuidados. Entro y la primera que me fulmina con la mirada es Marlen, ay un fuerte silencio y los nervios de pánico me toman por completo al comprender y llevar mi atención a papá que me mira de la misma manera acariciando con brusquedad su sien tratando de tranquilizarse pero no logra en nada.

«Le ha dicho»

Hago un puchero inconsciente reprochando a mi tía por hacerlo y no tener un poco de comprensión y niego sin quitarle la mirada de encima pero el grito de papá me hace cerrar los ojos.

—¡Entra y cierra esa maldita puerta antes que te vaya a traer yo! —amenaza y no dudo que débil y todo pueda hacerlo así que obedezco.

—¿Quién es ese del que habla tu tía?

Trago saliva y no respondo, no lo haré porque no pienso decir su nombre, mi tía lo vio pero no supo nada de él.

—¡Habla maldita sea! —doy un respingo con el grito y no dejo de ver mis manos y noto como hace una mueca por el dolor en su hombro.— Te dí el maldito dinero de buena gente para que fueras y te distrajeras de las mierdas que "supuestamente te hacían mal" cuando que no me dí cuenta que me estabas viendo la cara de bruto porque irte a revolcar con cualquier porquería era tu objetivo ¿No? 

Trago saliva y mis manos sudan con miedo, no puedo creerlo. Cuanto me arrepiento y...

—¿No, Collet? —habla con rabia en cada palabra.

Sigo sin responder y no se qué mas hacer, no quiero esto, no lo quiero.

—¡Habla no te hagas la muda! —me grita Marlen acompañado de un halón de brazo y me sacude con brusquedad y no puedo aguantar las lagrimas.— te haces la santa cuando que ese día olías asqueroso luciendo recién... —no dice la palabra— y volviste de la misma manera el día que te fuiste a traer tu maleta ¡y volviste sin maleta!

No me suelta y sus uñas me lastiman la piel y no me atrevo a ver a papá, pero lo oigo suspirar.

—Fuera Marlen, yo me encargo de ella —le dice pero parece que ella está sorda porque no lo hace.

—¿Qué vas a hacer para educarla? porque Lionel te está quedando grande educar a una cría.

—¡Fuera! es mi hija y no la tuya. Ya me dijiste lo que debías ahora deja que yo eduque a mi HIJA —recalca— porque yo en ningún momento me meto con la tuya.

Ella lo ve enojada y me suelta empujándome y solo me detengo con la cama, sigo llorando y simplemente  quiero desaparecer de acá.

—No puedo creer que hayas traicionado la confianza que yo te tenía, te daba libertades y tus gustos porque te hacías llamar la buena hija. 

Levanto el rostro con "te hacías llamar la buena hija" 

—No digas eso... —le suplico con la voz quebrada.

—Yo digo lo que se me pegue la gana y esta es la verdad, desde hoy las cosas van a cambiar porque los beneficios que tenías ya no te los mereces porque ya no eres...

—¿Que ya no soy qué? —me altero cansada de esto— ¿Ya no soy buena ni educada solo por disfrutar de mi sexualidad? —lo acepto porque ya no vale la pena negarlo si ya lo sabe— que yo sepa eso no te afecta nada a tí ni a la tía que se cree mi mamá porque por si ella no te contó; me dió cuatro cachetas frente a varias personas y lo ha estado haciendo en todos estos días que tú no estás en casa. 

Se queda callado y es evidente que eso no se lo dijo Marlen ¿Y como?

—Te lo mereces —dice luego de unos segundos y ya no puedo.

—¿Que me lo merezco?

—Por revolcarte como una cualquiera.

—¡No soy una cualquiera! —le grito— ¡No soy una cualquiera ni una ramera como me dijo Marlen solo por folla...

...Follar con una sola persona. La chachetada que me da me corta el habla y ya ni me molesto en llevar mi mano para apaciguar el ardor. 

—No hables como si ya fueras una mujer ya grande y experimentada.

—Es la ver...

—¡Cállate! no digas ni una sola porquería mas —me trago las palabras dejando que las lagrimas empapen por completo mi cara y mojen con gotas mi blusa, viéndolo directamente—, desde hoy, escúchame bien, desde hoy dejo de dar un centavo mas para pagar la maldita academia y la universidad.

Mi expresión se me deforma y me debilito con eso, tan solo con esas simples palabras que son mucho para mí.

—Desde hoy miras como jodidos salís adelante porque apoyo de mi parte no vas a tener más. Las faltas de respeto y tus palabras son de otra persona que no conozco, lo que ahorita estoy viendo no es a mi hija la que no se comportaba de está manera en carolina del norte.

Me muerdo el labio, y claro; ya no soy la misma de hace casi cinco meses ¿Como voy a serlo?

—Estás siendo muy exagerado y no me estás comprendiendo.

—¿Qué te voy a comprender? ¿La calentura que tenes de sobrepasar tus principios y valores con saber quien?

—Papá no seas...

—¡Fuera!.. ah—me exige y se queja agarrándose el hombro que ya tiene una gran mancha de sangre y se sigue expandiendo.

—Papi...

—No te quiero ver Collet. Y ni se te ocurra ir a donde Dafne porque ella no puede tener emociones fuertes.

Me trago otra vez las palabras y el nudo enorme que esto me provoca, asiento destrozada de la habitación y que me tope de frente a Sayda me hierve la sangre.

—¿Qué? —se burla haciendo un puchero fingido y lo único que me provoca es pegarle. 

Me imagino haciéndolo pero me resigno al ver a varias personas en el hospital y no voy a armar un espectáculo así que me voy a la camioneta esperando con todas mis fuerzas de voluntad porque de serlo por mi estado de ánimo me largo sola. 

Pienso en si esto esta valiendo realmente la pena, porque el involucrarme con Hanniel me está acarreando problemas que nunca en mi vida había tenido. 

¿Como carajos le voy a hacer para pagar la academia? si dejo de asistir a ella me van a quitar la beca que tanto me costó conseguir en la universidad y si la pierdo nunca más me van a otorgar una y no puedo dejar esto, he luchado tanto por estar donde estoy porque no solo se trata del dinero que se gasta, se trata de las desveladas que me doy haciendo un montón de tareas para no perder ningún curso, se trata de la lesión en mi espalda y caderas que tuve para poder lograr la pirueta que pudo haberme dejado inválida solo para aprobar los diplomas del baile en específico, no solo es de ir a sentarme o bailar y ya todo esta resuelto, no. De serlo toda mi vida estaría hecha, no me pueden hacer esto porque tengo metas que no puedo deja atrás y sé que sola no voy a poder, sola voy a colapsar y esto nadie lo entiende. Y lo peor es que sé que cuando papá dice algo lo cumple hasta no más poder y me duele. 

Me limpio las lágrimas cuando entra la tía con la arpía y trato de ignorar por completo todo lo que platican porque no tengo ganas de nada. Llegamos a la casa y soy la primera en salir queriendo ir a mi cuarto pero...

—Espero que si aprendas la lección porque comportarse como lo haces tú no es digno. —Suelta Marlen y me devuelvo incapaz de seguir aguantando.

—¡No te metas donde no te llaman! —le grito exasperada.

—Cuida como me hablas si no quieres que te quiten mas beneficios...

—¡Me vale una mierda! de hoy en adelante no te mereces mi respeto porque una verdadera Tía no se comporta de esta manera —bajo las gradas que ya había subido y me encamino a la puerta de salida otra vez— ni siquiera tuviste el corazón de esperar a que papá se recuperara por completo ¡Provocaste que se le abriera la herida que ya había sanado!

—Mi mamá no hizo nada —se mete Sayda— no fue ella la que se revolcó como puta 

Bufo irónica sin creer el cinismo de esta perra.

—Te recuerdo que tengo vídeos tuyos revolcándote con Wyatt que era mi novio, siendo así la otra, por lo menos yo no me meto en relaciones, esas... esas si son putas.

No me quedo a esperar a que dicen porque salgo de la casa, me limpio las lagrimas enojada de siempre estar llorando, me canso tanto de esto. Tomo mi celular y llamo a Allie.

—Collet, por fin te apareces —habla con voz agitada y con tanta alegría que quisiera tener las mismas. 

—Vamos al bar.

No pienso nada, solo quiero pasar el trago amargo que debo digerir después con mas atención pero ya he tenido suficiente de solo estar llorando acostada en la cama con amenazas y reproches.

—¿Ahora? —pregunta y suelta lo que parece un suspiro llegando a gemido y trato de pasarlo por alto. 

—Si puedes, si no déjalo.

—¡No! ¿Como voy a rechazar eso? si es la primera vez que eres tú la que toma la iniciativa.

—¿Qué...

—Solo dame unos minutos en lo que... —se queda callada y me imagino ya lo que está haciendo— en lo que termino un asunto —se le sale otro suspiro y me incomodo.

—¿No puedes parar de coger unos segundos tan siquiera para contestarme el celular? —me enojo y luego me arrepiento. Ella suelta una carcajada y me pongo roja.

—Querida estoy en el mejor momento y como ya deberías saber porque ya lo has hecho, que si me detengo me tomara mucho mas tiempo conseguir mi orgasmo y debo ir feliz a contigo.

Cierro los ojos con su indecencia y la mía por reclamarme y vuelve a reír y vaya que no sé quien está con ella porque que vergüenza.

—Relájate y ven a mi casa, ya estaré lista —me avisa y agradezco que me cuelgue porque yo soy incapaz.

Camino y suspiro sintiendo el aire frío contra mi cara, abro los ojos y veo el cielo gris «La estoy pasando muy mal, mami»

Reviso mis bolsas del pantalón con ilusión de encontrar unos billetes parea el bus , pero nada, están completamente vacíos y aprieto mis manos enojada, muy enojada conmigo misma. 

No me importa nada, voy a caminar hasta la casa de Allie así me tarde 3 horas. Me dispongo a cruzar la calle principal, bajo un pie de la acera y me devuelvo con la misma al escuchar el freno de un auto el cual al ver su tan inconfundible color me pongo con nervios de verguenza por el aspecto en el que estoy.

—Hey —me saluda Logan bajando la ventana del copiloto de su auto verde militar— ¿A donde vas?

Respiro sin mas nada que hacer y me acerco a la ventana. 

—Hola Logan —me obligo a sonreír y él me la devuelve, encantador, pero luego se pone serio ladeando la cabeza.

—¿Que tienes Colle? —lo pregunta tan suave que me provocan la ganas de llorar recordándome todo. Niega y sale del auto sin importarle los demás autos que pasan. 

No dice nada rodeando el coche y me ofrece sus brazos frente a mí los cuales acepto en el abrazo que no sabia que necesitaba tanto. Me esfuerzo por no llorar, ya mucho lo he hecho y debo ser fuerte. Aspiro su olor suave, me estrecha contra su pecho y a pesar que sea menor que yo es muy alto y mis brazos sienten sus costillas. 

—Esto no tiene que ver con mi hermano ¿Verdad? Dime que no.

Lo separo de mi y sonrío por su preocupación. «Sí, tu hermano tiene todo que ver en esto»

—No, él no me hizo nada.

—¿Segura? Porque he hablado con él y le exigo que...

—Ya, es enserio —no necesito que me lo recuerde cuando mas deseo tenerlo frente a mí, aunque el mero porte idéntico de él con Hanniel lo hace—, él no tiene que ver. 

Asiente colocando sus manos en los bolsillos y me sonríe nuevamente y recuerdo que desde que ocurrió lo de mi padre y Dafne él a estado llamándome, enviando mensajes y tratando de que yo olvide y me la pase bien. Lástima que no sea eso lo que me ayuda. 

—¿A donde vas? puedo llevarte si quieres. 

—Ah no, tendrás cosas que hacer.

—Pues la verdad que no —se encoge de hombros y desvío la mirada con el maldito porte, sus expresiones y me sorprendo encontrar que estoy pensando que es tan guapo como Hanniel. Sin embargo soy incapaz de verlo de otra forma. 

—Venga, vamos —rodea mis hombros con un brazo y me abre la puerta del auto invitándome a subir— te llevaré porque al parecer se viene una fuerte lluvia, probablemente la última antes de invierno. 

Me subo viendo otra vez al cielo confirmando que será una tormenta, efectivamente la última del año. 

—¿Qué emoción no?

Volteo a él con sus palabras, arranca el carro y comienza a avanzar.

—¿El qué?

—Que ya se acerca invierno, e invierno significa nieve y yo amo la nieve. 

Sonrío con eso y su alegría me la contagia, lo tierno que se ve diciendo lo que le encanta. Me ha dicho que también le encanta la lasaña y las canciones en inglés de Sam Smith y Justin Timberlake.

—¿A si?

—Sí ¿A tí no?

Hago una mínima mueca.

—¡No! —se ríe— no me digas que no te gusta la nieve —alterna la vista de la carretera a mí, niego despacio y se indigna abriendo la boca—, es imperdonable, Collet ¿Cómo no te va a gustar?

—Es que es muy fría y me enfermo cada vez que la primera nevada cae, eso trae un horrible dolor de garganta —niega aún sonriendo manejando el timón con una sola mano, voltea a verme con sus ojos gris entrecerrados— ¡No me mires así! —le golpeo la pierna.

—Hey, dolió —se soba el lugar.

— ¿Sabes lo que es tener un dolor de garganta bien feo? —ahora soy yo la que se indigna.

—Collet por dios ¿Quien no ha tenido un dolor de garganta? 

—Yo que voy a andar sabiendo.

—¡Nadie! pero eso no quiere decir que todos van a odiar la nieve por un dolorcito —le resta importancia y abro la boca indignada y me mira y se comienza a burlar. 

—¿Me estás diciendo dramática?

—Yooo no dije nada —levanta su mano zafándose de lo que insinuó. 

Entrecierro los ojos y él con lentitud me voltea a ver apretando sus labios para no reír mas. Inevitablemente mis ojos se van directamente a los mismos y los suelta sonriendo plenamente y sus labios rosados provocan algo que... Le golpeo en el brazo.

—¡Ah, deja de burlarte!

Suelta la carcajada y me quedo escuchando lo lindo que se oye y no puedo evitar reírme también.  

—Te ves hermosa riendo pero déjame interrumpirte —dice y paso por alto lo otro.

—¿Qué? —le digo cuando se me queda viendo serio y yo no paro de reír.

—No me has dicho a donde vamos.

Abro los ojos viendo a mi alrededor y hasta ahora me doy cuenta que el auto esta detenido. Volteo a verlo y no sé por qué se me escapa la risa de nuevo.

No puede quedarse serio y sonríe conmigo y las gotas de lluvia comienzan a caer dando la bienvenida a la tormenta.

—Voy a donde Allie. —le digo poniéndome seria sin lograrlo. 

—¿Con Allie? —asiento— ¿Si sabes que hemos dejado toda una avenida atrás para agarrar el camino a donde ella? —me reprocha y vuelvo a reír dándome la vuelta cuando ya no aguanto verlo. 

Me tranquilizo cuando retorna en busca de la calle que nos lleva a donde Allie. Llegamos y la lluvia está más fuerte que antes y veo las ventanas empañadas y ya me dió frió.

—A ver, creo que tengo un paraguas acá —dice inclinándose a la parte de atrás del auto.

Busca y busca y sonrío viéndolo mero tonto porque el paraguas estaba en el asiento donde estoy yo. Le toco la cabeza con la punta del paraguas y se endereza.

—Creo que la he olvidado —se rasca la cabeza—, que raro porque recuerdo que la traje y...

Ya no sigue cuando me la pongo en la cabeza y lo nota.

—¿Por qué dejas que me preocupe?

Bufo —¿Preocuparte?

—Sí, porque si la metí y luego ya no la encuentro es porque alguien entro y se la llevó. 

Volteo los ojos y me puya el estomago con su dedo haciéndome reír y luego hacer una mueca por el dolorcito que ese puyon causa siempre.

Lo veo enderezarse para ver al frente y luego cambiar su expresión completamente a una vacía. Arrugo las cejas y veo para donde ve él y al instante comprendo el motivo por lo que lo hace.

Allie sale besándose con un chico que no conozco pero que sé que es el mismo con el que estaba follando cuando la llamé. ¿Por qué? porque las manos de él la tocan de una manera nada decente, es un beso tan exagerado y las manos de él aprietan una nalga de ella y eso es suficiente para que Logan desvíe la mirada por un lado sin querer ver eso, yo también lo hago sabiendo perfectamente como debe estar sintiéndose.  Ya no es un secreto que mi amiga le gusta, así también como a ella le gusta a él pero que no llegarán a nada por el ser menor que ella además que Allie es tan clara en decir que no es de novios.

—Te voy a devolver tu sombría mañana —le digo tratando de sacar lo feo que se torno. 

Respira y me voltea a ver actuando como si no le importara en nada lo que está pasando en la puerta principal de Allie.

—Es la ultima lluvia, ya no la necesito —dice relajada y vuelvo a arrugar las cejas 

—¿Y eso qué?

—Que puedes quedártela —se encoge de hombros y arranca el carro encendiendo las luces altas que alumbran repentinamente a Allie y a su acompañante asustándolos tanto así que se separan. 

—No, te la devolveré.

Sonríe pero noto que ya no es igual que hace unos momentos. 

—Como lo prefieras —se rasca el cuello—, no quiero ser grosero contigo pero debo irme.

Asiento de inmediato comprendiendo y me preparo para salir.

—Gracias Logan, nos vemos otro día —me despido pero sus ojos se deslizan siguiendo a algo detrás de mí y noto que es el chico anterior que se sube a un auto. 

—Nos vemos —me dice y sonríe con boca cerrada y salgo extendiendo el paraguas sorprendiéndome con la habilidad con la que retrocede y gira el auto rechinando llantas y obstaculizando al lento que apenas estaba por salir. 

Suspiro levantando una ceja viendo a Allie. 

—Entre ustedes ha pasado algo mas que no me has contado —le digo acercandome a ella.

—Nada que sea irrelevante —responde y se encoge de hombro entrando a su casa. 

La sigo y le insisto que me diga que ha pasado entre ellos pero no me dice mas nada y o me creo que ellos no se hayan besado tan siquiera. Me topo con Owen quién me abraza oliendo muy bien y halagándome siempre cuando salgo con el conjunto de blusa manga larga y falda que Allie me dió en color rosa para ir al bar. 

Me toma de la cintura sin previo aviso elevandome.

—¡Owen! bájame —me rio bajando mi falda que se subió un poco

—Estás tan hermosa —me baja viéndome de pies a cabeza— ¿Algún día te dignarás a hacerme caso?

Se cruza de brazos y muevo la cabeza.

—Nunca me has pedido que te haga caso —le sigo el rollo pero no seguimos porque sale Allie a interrumpir como siempre lo hace cuando de su hermano se trata.

—Es mía, Owen —se pone a mi lado y da puntazos con su pie en tacones.

—Ya quisieras —responde él y me da gracia que hablen como si yo no estuviera acá.

—Oigan yo es...

Me callo cuando la mano de Allie se coloca descaradamente en mi teta. 

—¿A no? —presume ella y arrugo las cejas resoplando con gracia.

Owen levanta las cejas viendo como ella me toca y le quito la mano a Allie que se ríe.

—No soy de nadie chicos.

Inevitablemente unos ojos gris cristal bien hermosos vienen a mi mente y no sé por qué.

Niegan los dos divertidos y me termino yendo con Allie al bar en su auto bajo la lluvia. Dijo que el agua no impedía ir. Entramos no sin antes mirar mal al gorilón de la entrada que ya no pone muchos pretextos para que entremos. Mi amiga se lleva todas las miradas porque lleva un vestido corinto de tirantes en un estilo tan atrevido típico de ella. Muestra piel que mucho ojean con deseo. 

Nos acercamos a la barra e inmediatamente sonrío al ver a Adikia sirviendo tragos.

—Mírate pero que hermosa estás —halaga cuando estoy frente a ella y me arreglo el cabello sentándome en un taburete alto.  

—Gracias —le digo y me inclino en la barra para verle lo que carga puesto, y hoy no carga un pantalón o algo así, carga un vestido negro pegado que le llegan a los muslos y es de tirantes, su piel blanca resalta al igual que su cabello muy rubio. —Tú también estás hermosa, nunca te había visto en vestido. 

Sonríe y se acerca a la luz y noto sus ojos azules muy intensos. 

—Todo esta semana fue aniversario del bar y tenía que venir en vestido —se encoge de hombros.

—Dame un martini con tres aceitunas porfavor —pide Allie y ella se centra en la morena y le sonríe.

—Claro —medio se voltea— Emeth, sirvele un martini con tres aceitunas, gracias. —le indica a un chico que obedece rápido. 

—¿Cómo te ha ido? —pregunta y luego recuerda que tengo a Allie a mi lado— o mejor dicho ¿Cómo han estado?

Me lamo los labios recordando el motivo por el que estoy acá, Adikia mira mi boca cuando me lamo y luego regresa a mis ojos con un brillo diferente en sus ojos. 

—Bien —miento y miro a Allie para que también responda.

—Si yo también he estado bien, todo tranquilo.

Le traen la bebida a Allie y Adikia me pregunta si quiero jugo pero sonrío maliciosa y niego haciéndola levantar una ceja. 

—Una sangría —le digo y Allie voltea a verme y yo a ella

—Con tequila —decimos las dos al mismo tiempo haciendo que se ria la rubia.

—Vaya, si que has avanzado eh. 

Asiento con la misma actitud. Vengo acá para distraerme y no me importa tomar alcohol, vengo a divertirme y hacerme olvidar todo y quiero tomar, quiero hacerlo.

Me lo traen y siento lo rasposo cuando le doy un trago pero de ahí lo siento delicioso por el sabor de varias frutas, dulces, y así tomo hasta que terminamos en la pista de baile, junto con Adikia que baila tan bien como Allie. Me pego a ellas restregando el culo en una canción movida, bailamos las tres bajando y subiendo con movimientos de caderas llamando la atención de todos, no es la intención pero es lo que pasa y mas cuando la rubia se me pone detrás con sus manos en mis caderas y Allie frente a mi de espaldas pegándose lo suficiente agarrando mis manos para colocarlas en sus caderas, y siento su piel descubierta pero no le tomo importancia cuando se comienzan a mover al ritmo de la música sensual que me encanta y lo hago con ganas.

Siento las manos de Adikia apretarme y trato de que eso no me afecte, tan mal estoy desde hace días que cualquier toque cerca de ahí abajo es motivo para sentir punzada, pequeñas pero lo siento. Eso nomas me hace recordar al chico que besa rico y me pongo caliente de la cara y literalmente de todo el cuerpo. Allie se separa y me pone frente a ella, ahora yo quedo de espalda contra ella y comienzo a mover mi culo bailando como siempre lo pratíco frente al espejo y ella se mueve siguiendo el rollo y me erizo completa cuando mis ojos captan la presencia de él sentado en la barra en donde antes estaba yo. 

Me está viendo como todos los demás, pero a diferencia de los demás su mirada si que me pone nerviosa encendiéndome mas al verlo tan guapo con una playera que se le ciñe al abdomen marcando sus cuadritos bien trabajados, él se esta rascando la barbilla sin quitarme los ojos de encima y yo no dejo de moverme sintiéndome sexy. No puedo evitar bajar la vista a sus pantalones y veo el bulto recordándolo encima de mí y ya no aguanto el cosquilleo picante en la punta de mi clítoris. 

Trago saliva pesadamente cuando se lame los labios y se muerde el inferior y sé perfectamente lo que hace así que hago lo mismo. Me muerdo los labios poniendo por un lado mi cabello aguantando el calor exagerado que siento «Creo que traer manga larga ha sido un error» 

Cambiamos de posición cuando Allie dice que ira al tocador y ahora es Adikia quién está detrás de mí pero ella me voltea y me pega de frente a ella introduciéndonos más entre la gente hasta que pierdo de vista a Hanniel y ella pone sus brazos en mi cuello y sus piernas se unen a las mías bailando muy pegado. Pongo mi atención en ella y está sonriendo, con una mano se sacude el cabello y con su pierna hace unos movimientos que rozan directamente ahí abajo y me desespero con eso, con eso y con su cercanía. Mira directamente mis labios y quiero creer que no es lo que estoy pensando, o lo que pensé hace mucho tiempo. No sé si es el alcohol que ingerí pero me siento un poco mareada e hirviendo. 

Adikia ladea la cabeza sin dejar de mover su pierna y ladea la cabeza, se acerca a mi y yo ya no puedo quitar mi vista de su rostro, soy un caos en este momento porque su imagen lucha con la de Hanniel que no desaparece de mi mente y cuando menos lo siento sus labios se tocan con los míos en lo que es ¿Un beso?

Me comienza a besar y me sorprendo cuando también le correspondo, ella no me suelta el cuello y yo solo tengo mis manos en mi cintura. Sus labios son suaves y siento un olor suave a cereza, su boca succiona mis labios mordisqueando haciendo que esto de alguna manera se sienta bien, su lengua quiere jugar con la mía, me recuerdo de algo en específico y la temperatura crece en mí a tal nivel que tengo que romper el beso.

Ella no se disculpa ni nada solo se limpia la comisura de los labios rosas y miro a mi alrededor como algunos nos miraban con morbo. Me lamo los labios yo también, carraspeo limpiando mis manos. 

—Iré a tomar algo —le digo sonriente al igual que ella. 

—Claro, vamos. 

Se adelanta y actúa como si no nos acabáramos de besar y ella no haya estado rozando su pierna en mi intimidad provocando cosas que me niego a aceptar.  Me detengo cuando estoy saliendo de toda la gente y veo aún a Hanniel en el mismo lugar solo que ahora con Liam, Camille y Evans que habla con Allie. Chloe habla con Hanniel que esta pegado a Dánae.

—Vamos —me anima Adikia y respiro hondo avanzando con ella agarrando mi mano. 

Hanniel me capta y me sigue con la mirada y ya no se ni como caminar bien con lo que me está provocando. 

—Ah hola Collet —me dice Evans y le saludo también. 

Estoy al otro extremo de donde está él y Adikia entra  a la barra para traerme otra sangría. Miro de reojo como Dánae intenta besarlo cuando Chloe se va no sé a donde, vuelvo mi vista al frente incapaz de verlo con alguien mas, no ahora que sigo sintiendo las punzadas desesperantes, solo sé que cualquier mínimo toque de su parte sería suficiente y lo deseo tanto. 

Me enderezo cuando ésa se le sienta en las piernas y esto es lo ultimo. Adikia me pone el vaso con líquido rojo y ella se va porque la llaman. Suspiro detenidamente sintiendo mi respiración pesada y me decido: Sí lo haré. 

Tomo un trago de la sangría y me recuesto el la barra saltando el culo que se que a través de todos los que nos separan podrá notarlo, es su debilidad y él es la mía y si quiero algo debo conseguirlo. Volteo mi rostro en su dirección y Dánae está de espalda, él ya me está viendo y advierte con su mirada penetrante, muevo el peso de un pie a otro y con mis ojos directos a los de él paso a ver mi trasero que un chico está viendo y sonrío cuando tensa la mandíbula advirtiendo de nuevo y tomo un sorbo de la bebida otra vez creyendo que esto ha sido suficiente para comunicarnos. 

Me enderezo y me percato de que Liam nos está viendo, parece saber qué alternando la vista de él a mí y estoy tan mal que ya no me importa cuando me voy.

A tanto a llegado mi desesperación, hasta el nivel de no querer verlo con otra que no sea yo y por eso le ofrecí lo que él entiende bien siendo la persona que es para que venga a mí.

Comienzo a caminar entre la gente y no sé si va a corresponder a lo que pedí o le ofrecí, así que me dirigo al baño y miro por encima de mi hombro y me palpita todo cuando viene detrás sacudiendo su cabello mientras no me quita la mirada de encima. Se me encoge el estomago, me cosquillean las manos, mi boca ansía la de él, entro al baño y me volteo recibiendo su brusquedad.

Me agarra del cuello mientras me entierro en su boca que me besa tan salvaje como siempre y hasta más, me hace dar vuelta y me estrella en la pared al lado de la puerta y tengo que ponerme de puntitas para alcanzar bien sus labios que succiono con tantas ganas que siento que no me es suficiente, le muerdo la lengua que se introdujo hasta mi garganta. Me da un lengüetazo mientras consigo aire porque mi respiración es mas que un desastre.

—¿Me vas a bailar como a ellas? —me dice cerca de la boca en tanto sus manos aprietan mis caderas.

—Bailar no, pero otra cosa sí.

Sonríe arrogante y me vuelve loca tan solo esa sonrisa, me vuelve agua la boca y gelatina las piernas.

—Mmm desesperada ¿Eh?

Lo miro a los ojos y lo atraigo a mi boca para que me deleite más con sus deliciosos besos. Introduce una mano en mi falda y agarra una nalga que aprieta haciéndome jadear en su boca. Esa misma mano se desliza hacia delante, abro mas las piernas para darle acceso y tiemblo al sentir su fría mano directamente en mi coño que agarra y aprieta con palma completa.

—¿Quieres que te folle, Collet?

Me muerdo fuerte el labio inferior con lo que hace ahí abajo y cierro los ojos. Sus dedos son tan expertos que comienzo a sentir el placer que tanto anhelaba cuando masajea mi clítoris.

—Contéstame —pide mordiendo el lóbulo de mi oreja

—Si —mi "si" sale airoso— Quiero que me folles Hanniel.

Me hago inconscientemente hacia delante pegándome a su pecho cuando me da una palmada en la vulva creando una sensación diferente, de entre dolor y placer.

—¿Y cómo? —sigue con su maldito juego que me hace agua.

Levanto el rostro abriendo la boca respirando bajo su mirada tan preciosa, su rostro y todo de él.

—Duro —susurro apenas y sin previo aviso me da la vuelta agachando mi espalda y tengo que poner mis manos en la pared, sube por completo mi falda y arranca mis bragas poniendo mis nervios de punta.

—¿Vas a aguantar?

Me muerdo la lengua gritando que sí en mi interior. Acaricia con una mano mi nalga y con su otra mano en mi nuca, hace círculos y me da una nalgada que suena en todo en el baño, la piel palpita y escucho su zíper y trago nuevamente la saliva queriendo todo yá. Supongo que no lo sacó todo porque solo siento en mi coño la piel de su miembro pero no siento todo ni siquiera la punta, se comienza a frotar en mí y su pantalón lastima mi piel sensible.

—Hanniel... —suplico.

Oigo que se ríe bajito y me dan ganas de ser yo la que agarre su miembro e introducirlo completo.

—¿Qué? —se hace el loco.

Se sigue frotando y ya siento mis líquidos bajar por mis muslos ¡Estoy tan caliente y está siendo cruel!

—No seas un idiota —le exigo echando el culo para atrás pidiendo más.

Vuelve a reír y cierro los ojos desesperada pero luego tenso las piernas con sus dedos que comienzan a moverse. Escucho que abre un sobre y sus dedos se alejan de mí y miro para atrás viendo como se coloca el condón en el enorme pene que me sorprende siempre de tamaño, levanta la vista y me atrapa babeando por su miembro, solo desvío la mirada y me agarra de las caderas.

Estrella su miembro en mi coño y doy un saltito, coloca la punta en mi entrada y luego la desliza por toda mi raja, luego comienza a penetrarme con una lentitud tan placentera, cierro fuerte los ojos y abro la boca con la sensación tan deliciosa.

—Joder —gruñe apretando mis nalgas—, estas tan mojada y caliente.

Deja lo despacio y da un empellón fuerte que me hace gemir. Se empieza a mover estrellando sus caderas en mi culo y miro hacia la puerta con pánico de que entre alguien mas, me abre mas las piernas con una rodilla y todo su peso sobre cae en mí cuando pone sus manos encima de las mías apretándolas y sus movimientos son cada vez mas rápidos y mas duros, literalmente porque siento que me va a partir con la fuerza que esta usando y me sorprende no sentir tanto dolor como las veces pasadas. Estoy tan excitada que la dilatación es mucha.

Todo me arde con su taco y su respiración pesada en mi oído es más excitante, toma mi barbilla con su mano y atrapa mis labios besándome rozando tentativamente cada piercing que posee, mi vientre se contrae y gimo como gata pidiendo que me dé mas duro cuando me deja libre la boca, no me reconozco pero no me importa con el maldito placer. Me muerde el hombro y mete sus manos en mi blusa y a mi sostén atrapando mis pezones.

—Están bien duros —dice calentándome mas y gimo mas fuerte con el magreo que hace en ellos.

La puerta medio se abre e intento separarme pero no me deja y su mano empuja la madera para que quien sea que quiera entrar no lo haga.

—Dejen entrar —dice no se quien.

Le quito las manos de mis pechos intentando separarlo porque sigue moviéndose y se me hace tan difícil retener mis gemidos.

—Hanniel quítate —le pido en voz baja sin querer de verdad que lo haga.

No contesta e intento nuevamente pero no cede.

—¿Estás loco? No quiero que me miren en pleno acto. —le reprocho y miro como sonríe y se sale por fin estremeciéndome y rápido me bajo la falda y el no se guarda el miembro erecto que palpita con cada vena.

Se adentra en un cubículo y lo cierra y volteo cuando entra quien exigía y es una chica que no conozco.

—¿Qué mierda haces que no dejas entrar al baño? —me dice bien grosera y arrugo las cejas sin contestarle porque sé que mi voz está temblorosa.

Se va con mala gana a un cubículo y se escucha cuando orina y agradezco cuando sale rápido, se lava las manos y se larga.

No espero más yendo al cubículo donde está él, él tampoco se espera abriendo la puerta recibiéndome cuando abrazo su cuello besándolo de nuevo y me introduce por completo alzando mi cuerpo, enredo mis piernas en su cadera, ubica su miembro y me penetra nuevamente y lo sigo besando abrazándolo fuerte.

«Me gusta más así»

Mueve sus caderas como el experto que es buscando la liberación de cada uno, yo me tenso a cada nada con sus empellones fuertes y vivaces que entro en cuenta que esto se está volviendo una rutina o más que eso.

Mi espalda choca con el metal y aparta mi cabello dándome besos en el cuello y abrazo su cabeza deleitándome.

—Bésame —le pido recordándolo con otra— bésame solo a mí y a nadie más.

Levanta su rostro y me analiza, muerde mi barbilla.

—No puedo aceptar lo que no voy a cumplir.

Sus palabras son dagas que lastiman y me hace suspirar viendo hacia arriba. Me agarra el rostro.

—Concéntrate en tu placer y en conseguirlo y en nada más.

Trago saliva comprendiendo eso, intenta besarme y evado el beso, intenta de nuevo y lo rechazo. Arruga el ceño poniendo los ojos en blanco y se mueve más rápido contrayendo mis nervios que se preparan para el orgasmo que vengo anhelando hace una semana.

Pasea sus manos por mi cuerpo y yo solo dejo mis manos en sus hombros. Sus penetraciones profundas me llevan al límite en dónde jadeo reprimiendo lo que a él le gusta escuchar, hago como si no llegue a nada cuando que todo en mí vibra en sensaciones de puro placer delicioso. Carraspeo y siento como el se hincha y como tensa la mandíbula echando la cabeza atrás pero vuelve e intenta besarme y hago la cara a un lado.

Se detiene y me mira mal, yo solo me encojo de hombros. Entre cierra los ojos y me suelta los muslos agarrándome a fuerza la cara con las dos manos zampando el beso que me lastima por sus dientes.

Me muerde el labio inferior con sus dientes cubiertos de sus labios y ¡Maldita sea! Está jugando sucio recordándome lo que me ha demostrado con sus besos. Me aguanto para no agarrarle el cuello o su cabello, me esfuerzo por no tocarlo como sé que le gusta.

—¿Te vas a poner de dramática?

«Que ironía, su hermano me dijo lo mismo»

—No sé que es lo que quieres si me acabas de decir que me concentre solo en mi placer...

—Y lo has conseguido.

—Pues no que yo haya sentido —miento.

El sonríe y sale de mi interior.

—No me trates como pendejo, que no lo soy y conozco lo suficiente el cuerpo de una mujer como para saber cuando ya ha llegado al orgasmo.

Me quedo escuchado bajando mi falda y acomodándome todo. Y él se quita el condón que está vacío, quiere decir que el si no llego a su liberación, tira el látex a la basura y se guarda como si nada el miembro que necesita más para expulsar el placer.

Se me acerca y alejo mi rostro para que no me bese.

—Tu coño se contrae cuando llega, Collet, así que no puedes fingir que no has llegado cuando que me has manchado de tus fluidos y me has succionando la verga.

Bajo mi vista a su entrepierna y me pongo roja de la vergüenza al ver cómo está mojado su abdomen bajo y su bóxer.

Carraspeo sin querer responderle, se cierra el pantalón.

—Fuera —me pide y me hago a un lado para que salga pero...

—Dame mis bragas.

Voltea burlón y me mira de pies a cabeza y no me dice nada antes de salir del baño.

—¡Carajo! —le pego al metal del baño y me acomodo el cabello desesperada.

¡Maldito que es!

Salgo rápido del baño y miro a todos ubicando que va caminando en dirección a los demás, corro y lo tomo de la mano halando de ella sin anticipación.

—¿Por qué tienes que ser tan Estúpido?

Levanta una ceja, firme viéndome altivo.

—Responde maldita sea Hanniel.

—¿Por qué tienes que ser tan exagerada?

—Te hice una pregunta primero.

—Te di un orgasmo primero y tú pagas de otra forma.

Cierro los ojos y no quiero hacer más, no quiero tener platicas de este tipo que me llevan a un solo lugar el cuál no quiero seguir porque mis ojos duelen por eso.

—Como digas.

Le doy la espalda y me voy a dónde Allie a quien prácticamente le ruego que nos vayamos, pues estar al lado de Hanniel y sin bragas no es lo más cómodo así que ella comprende y nos terminamos yendo y ni me despido de Adikia.

Llego a mi casa aguantando las alegatas de Marlen y tengo prohibido ir al hospital tan siquiera para ir a ver a mi hermana que la extraño tanto.



Publicado el 14/02/2021

Nota de la autora

Bueno como saben acá sus opiniones, sus enojos, rabias, desahogense que las leo.

Establecemos los domingos de Hacia lo Prohibido 👀

¡¡¡Feliz día de los enamorados y de los amigos!!! Que la pasen increíble ❤️

Hasta el próximo capítulo.

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