Durante 10 minutos, nadie dijo nada. Estábamos en completo silencio. Sólo se escuchaban los pasos de las personas y las risas de los niños a nuestro alrededor.
—Min...— inmediatamente volteé a verlo.
—Lo siento. Lo que acaba de pasar— suspiró. —No sé por qué lo hice— cerró los ojos lamentándose a sí mismo.
—¿No sabes? ¿Seguro?— lo miré fijamente.
—Desde hace algunos días tenía ganas de hacerlo— abrí los ojos muy sorprendida. —Mira, no lo tomes a mal, no me gustas ni nada de eso, sólo tenía muchas ganas de hacerlo, perdón. Espero y no te enojes conmigo— miró hacia abajo e hizo un puchero.
—Nada de eso— suspiré. —Sí me sorprendí, pero no me voy a enojar, al menos ya me aclaraste por qué— me sentía un poco incómoda.
—Perdón, en serio perdón— tomó mis manos y volteé a verlo. —Olvidemos que esto pasó ¿está bien?— asentí. —Gracias, no volverá a pasar, sólo fue un maldito instinto, soy un idiota—
—Tranquilo, ya pasó, todo bien ¿ok?— acaricié su mejilla con mi mano y el automáticamente sonrió.
Después de eso, decidimos que lo mejor era irnos y así fue, me llevó hasta mi casa y luego él se fue a la suya. Todo el camino se sintió bastante tenso.
No entiendo por qué me estaba pasando todo esto a mí. Primero Hyunjin, ahora Kevin. ¿Y después quién sigue? No, ya estoy harta. Me siento usada. Agh.
[.]
Pasaron 2 semanas desde aquel incidente con Kevin. Mi vida es igual a la que tenía antes—sí, como la que tenía cuando andaba detrás de Hyunjin—sólo que ahora yo ya no lo persigo y él ya no me molesta. Él otra vez está de chica en chica. Yo, pues aquí ando. Me dije a mí misma que iba a comenzar a hablar con más chicos, pero la verdad es que no. No soy muy sociable que digamos. Algunos chicos sí intentaron hablarme, pero cada vez que querían hacerlo, les ponía una excusa. Prefiero quedarme así y concentrarme en mis estudios. Ya casi entramos a la universidad y no quisiera alguna distracción, así que así estoy muy bien.
Me acaba de entrar una crisis existencial.
Mi vida nunca ha sido divertida. Siempre hago las mismas cosas. A veces me canso de la monotonía. Estas últimas semanas sí la he pasado bastante bien. Kevin, Hye y Felix me hacen olvidarme de mi maldita monotonía. Siempre me he preguntado el por qué no busco y hago cosas nuevas si siempre me quejo que hago lo mismo. Quiero vivir la vida, quiero viajar, quiero conocer nuevos lugares, culturas, personas. Desde hace años mi sueño es irme a estudiar a Australia—ya que es uno de los lugares a los que siempre he querido ir—estoy a punto de entrar a la universidad y necesito tener un buen promedio para que puedan darme una beca, ya que realmente mis padres no pueden pagar todo y mucho menos yo, tengo bastante tiempo que no trabajo. Tengo mis ahorros, pero no es suficiente. Debo de buscar un trabajo de nuevo. Nunca le había comentando a nadie sobre esto, más que a Felix la vez que se acercó a mí—y bueno, también mis padres lo saben, pero no les agrada mucho la idea que digamos—a veces pienso en resignarme con eso, pero no, no quiero. Quiero irme a estudiar a otro país. Sé que aquí también puedo hacerlo, pero yo quiero conocer y viajar. Nadie va a quitarme esa idea de la cabeza y no voy a estar bien hasta que lo logre.
No estoy haciendo algo al respecto para lograr todo lo que quiero. Es hora de ponerme las pilas y salir adelante, si sigo sólo pensando y no actúo, sólo veré la vida pasar frente a mis ojos y me voy a arrepentir muchísimo. Estaba desperdiciando mi vida en cosas tan inútiles, que nunca me concentré en lo que he soñado toda mi vida. Dios mío, qué idiota soy.
Un poco de mi crisis terminó cuando vi que ya había llegado a la escuela.
La primera clase era Biología. No íbamos a hacer mucho el día de hoy, ya que la maestra sólo nos iba a dar repaso porque ya se acercaban los exámenes finales.
Como otras veces, esta clase también la compartía con Felix y los otros chicos. Estaban hasta en la parte de atrás. Felix no me vio y era lo que quería, realmente hoy no tenía ganas de hablar con nadie. Me sentía un poco mal. Mis pensamientos me estaban atormentando. Me senté hasta el frente y saqué mi libro y cuaderno. Mientras llegaba la maestra, me dediqué a leer, para comprender más los temas.
—Ay Min, lo siento, qué tonta soy, me tropecé y no te vi— dijo Kira burlándose junto a sus 2 amigas.
Tenía mi cara empapada. Mis cosas en la butaca también se alcanzaron a mojar. Me tiró su agua encima. Tranquila Min, no te sobajes.
Me levanté rápidamente y quedamos cara a cara. Yo era un poco más alta que ella, así que yo tenía que mirarla hacia abajo. Kira se sentía un poco intimidada, ya que yo nunca me había enfrentado a ella. Se acostumbró a que siempre dejara que me humillara al igual que su ex novio. Pero esta vez no sería igual. Sólo nos mirábamos fijamente. Nadie decía nada. Iba a darme una cachetada, pero le sostuve la mano.
—Ni siquiera se te ocurra hacerlo, pelos de elote—
—¿Cómo me dijiste?— hizo cara de ofendida.
—Lo que escuchaste. Déjame en paz, te lo pido de la manera más amable—
Intentó hacerlo con la otra mano, pero hice lo mismo.
—¿Qué no escuchaste? que la dejes en paz— se escuchó al fondo.
—¿Ahora tú también la defiendes? Min, vaya, ya veo que traes a todos detrás de ti. ¿También tuviste que besarte con Felix así como lo hiciste con Hyunjin?— enarcó una ceja mientras se reía. Se notaba molesta.
Gracias al cielo, en el salón sólo nos encontrábamos, los chicos, Kira y sus amigas, otros 3 chicos que no conocía muy bien y yo. Todos miraban la escena sin entender nada. Odio esto, otra vez vuelvo a ser el centro de atención gracias a Kira. Ya estoy harta.
—No, no tengo por qué hacerlo. Si piensas que tu relación terminó por mi culpa, estás muy equivocada. Él ya estaba harto de ti. Hasta tú misma lo estás— la miré directo a los ojos. —Así que mejor relájate y enfócate en tu vida—
—Hwang ¿por qué ya no la defiendes como aquella vez en la heladería? ¿acaso terminaron mal?— rió.
Miré de reojo y Hyunjin sólo bufó y volteó su cara.
—¡Contesta, idiota!— gritó.
—Deja de meterte en mi vida. A ti qué te importa. Decías que Min era la que siempre molestaba y mírate, ahora eres igual de molesta que ella— gritó hacia ella.
—Por su culpa terminamos— en sus ojos se asomaban algunas lágrimas.
—¿Su? No, fue nuestra. Fue sólo tuya y mía. Ella no tiene nada que ver. Aparte, dijiste que ya no me ibas a hablar ¿por qué lo estás haciendo?— se cruzó de brazos mientras enarcaba una ceja hacia ella.
—Te odio, maldito estúpido—
—Como si me importara— dijo en lo bajo y rodó lo ojos ojos.
—Kira, hazte un favor a ti misma y ve a tomar asiento, que ya casi comienza la clase— le dijo Felix.
—Los odio a todos— chocó contra mis hombros y fue a tomar asiento molesta.
—¿Cómo te sientes? ¿Quieres que te traiga algo para limpiarte?— se acercó a mí algo preocupado.
—No, así estoy bien, gracias, Felix— intenté sonreír.
—Cualquier cosa que necesites, no dudes en llamarme— sonrió.
—Claro, muchas gracias— se fue a sentar.
Seguía parada, dándole la espalda a todos. La maestra aún no llegaba, así que tomé mis cosas y decidí salir de ahí. Tal vez me pondrían una sanción por eso, pero me vale. No quería estar ahí con todos ellos. Quería irme a casa, así que antes que nada, fui al baño a secarme y después de eso, fui directo a la enfermería y les dije que me sentía mal, que traía algo de fiebre y que por eso traía un poco mojada la cara y algo húmeda la parte de mi cuello, porque creí que con eso se me bajaría. Algo tonto, lo sé. Las enfermeras me miraron mal, no me creyeron del todo, pero aún así me dieron mi pase de salida y me fui.
Llegué y mamá no estaba. Desde las 7 de la mañana fue a trabajar. Papá sí estaba, iba a trabajar hasta en la tarde, por lo que cuando llegué, acababa de despertarse y apenas iba a desayunar. Me miró extrañado cuando llegué a la cocina y me preguntó el por qué estaba ahí y le dije que me sentía algo mal, se preocupó, pero le dije que no era nada grave—porque en sí, no tenía nada—pero no quería decirle la verdad. Ni él ni mamá sabían que me molestaban e incluso me humillaban en la escuela. Mamá sabía un poco de lo de Hyunjin, porque le contaba cosas, pero papá no, ese era un secreto entre ella y yo. Pero claro, no le contaba con máximo detalle todo lo que hacía por Hyunjin. Me humillaba mucho con él y a mí misma, ya no quería hacerlo más con mi propia madre.
Después de una larga plática con mi padre sobre enfermedades, me dejó ir a mi cuarto, pero después de desayunar. Ya que no había comido nada antes de irme.
Me aventé a mi cama y puse toda mi cara entre las almohadas. Di un gritó que se sofocó entre ellas.
No faltaba mucho para que terminaran las clases, ya faltaba aproximadamente un mes. Sólo tenía que aguantar un mes. Un maldito mes y ya. Toqué mi sien con mis manos e intenté relajarme.
Me quejaba pero era lo que merecía. Yo misma me creé esto. Yo misma lo busqué. Si no hubiera sido tan idiota en el pasado, nada de esto estuviera pasando. Estaba tratando de ser fuerte. Traté de amarme más a mí misma y ya no perseguir a un maldito hombre. Lo he logrado un poco. Realmente sí me estaba funcionando aunque sea un poquito. Soy una fiel creyente del karma y ahora me estaba pegando. Bueno, realmente siempre me pegó. Siempre me ha pegado de mala manera. Me sentía muy mal conmigo misma. Comencé a llorar. Abracé mi almohada y solté todo lo que tenía que soltar. Lloré en silencio porque no quería que papá me escuchara. No tenía absolutamente ganas de hacer nada. Mi vida era un completo desastre. Mucho más de lo que ya era antes.
¿Quién es su bias? 👀