Janette esatba en el baño vomitando sangre, con la puerta cerrada con pestillo.
-¡Janette! - gritaba preocupado desde afuera Logan.
Todos habían ido tras Logan para ver que le pasaba a Janette. Janette tenía la respiración agitada, con los labios repletos de sangre. Estaba de rodillas apoyada en la tapa de váter.
-Otra vez no, por favor... - murmuró Janette al ver que sus manos, que también tenían un poco de sangre.
-¡Janette! ¡Responde! - exclamaba Logan con ganas de derribar la puerta de tanto silencio.
-¡Estoy bien! Tranquilo... - respondió Janette.
-¿Puedo entrar? - le preguntó Logan, quién estaba pegado a la puerta.
Janette se levantó, quitó el pestillo y abrió muy muy poquito la puerta para decir:
-Sólo tú.
Logan asintió y entró. Al entrar, vio a Janette con los labios sangrientos, y su camiseta blanca igual.
-Janette... - murmuró horrorizado y preocupado al verla de esa forma. - ¿Qué significa esto?
-Siempre me ha pasado... - murmuró bajando la vista al suelo tristemente.
Logan se disponía a darle un abrazo, pero Janette lo impidió apartándolo.
-No, Logan. Puedo marcharte de sangre. - dijo horrorizada de sí misma.
-No importa. - dijo antes de dárle un fuerte abrazo, que Janette correspondió agradecidamente. - Ahora cuéntame, ¿qué quieres decir que siempre te ha pasado esto?
-¿Te acuerdas del experimento que me hizo inmortal? - preguntó deprimida, y Logan asintió. - Surgieron efectos secundários.
-¿Efectos secundários? - preguntó extrañado de que lo dijera en plural.
-Fuerte migraña, desmayos, óvulos reventados, vómitos de sangre... - mrumuró entre cortándose la voz.
-¿Y por qué no se lo has contado al profesor? - preguntó Logan cruzándose de brazos y con su ceño fruncido.
-No lo creí necesario. - confesó.
Logan echó un suspiro y miró los labios de Janette, entonces cogió un buen trozo de papel higiénico y lo doblaba a la medida de su mano para luego mojarlo un poco y limpiar los labios de Janette.
-Creo que puedo ahcerlo yo misma... - bromeó Janette.
-Quiero hacerlo yo. - dijo Logan serio, pero con una mirada penetrante a los ojos de Janette.
Logan le limpiaba muy cerca y lentamente los labios, y veía que Janette intentaba desviar la mirada lo más lejos que podía. Echó una sonrisa al verla así de indefensa.
-¿De qué te ries? - preguntó Janette extrañada apartando muy poco los labios del ensangrentado papel.
-Que ahora mismo pareces muy frágil. - confesó en un murmuro, de nuevo con esa mirada. - Como si fueras una rosa. - acarició el rostro de Janette.
Ella sonrió de la vergüenza y él la tomó por la nuca para poder dárle un beso.
-¿Qué está ocurriendo?¿Estás bien, Janette? - preguntó Tormenta desde afuera.
-Sí, tranquila. - respondió.
-Ya salimos. - añadió Logan con tono de voz alzado.
-¿Qué? No, así no puedo salir. - dijo espantada Janette señalando su camisa llena de sangre. - Los niños se asustarán.
Logan pensaba mientras miraba la camiseta y el rosotro aterrado de Janette. De la nada, Logan cogió en brazos a Janette y esta le preguntó:
-¿Qué haces?
-Así te taparé y nadie hará preguntas. - le dijo mirándola, y esta asintió.
Logan abrió la puerta y se encontró con los rostros de los profesores preocupados, pero sorpendidos de ver a Logan coger a Janette en brazos. Janette tenía el rostro apoyádo con un brazo y el hombro de Logan.
-¿Qué le ocurre? - preguntó Tormenta preocpada acercándose a Logan.
-Luego te lo explico, aquí no. - le murmuró, y Tormenta asintió.
Logan se iba hacia la habitación llevando a Janette en brazos, quién tenía el rostro escondido en el cuello de Logan. Cuando estuvieron dentro, Logan dejó cuidadosamente a Janette en el suelo de pie.
-Me voy a cambiar... - murmuró apenada Janette de ver que había montado un escándalo.
-Eh... - la detuvo Logan cogiéndola de la muñeca. - Cálmete, no ha sido nada.
-Es que siempre tengo que causar problemas... - murmuró sin mirarle a los ojos.
-Deja de decir estupideces. - le dijo Logan levantándo el rostro de Janette poco a poco. - Si esto vuelve a suceder, me avisas.
-Y al avisarte, ¿qué? No podría aguantar el vomito.
-Ya veremos, pero por ahora, cambiate y vayámonos a un lugar más tranquilo. - le sonrió, y Janette le devolvió la sonrisa.
Janette cogió la ropa necesária, entonces pensó que era mejor darse una ducha.
-Logan, ya te avisaré cuando esté lista porque creo que me iré a duchar. - dijo aún sintiendo remordimiento.
-¿Puedo ir contigo...? - preguntó picaronamente tumbándose en la cama, y Janette le echó una mirada asesina.
-Ja... Ja... - ironizó antes de entrar al baño con las prendas limpias.
Janette se quitó la ropa ensangrentada y se metió en la ducha. Janette agradecía cerrando los ojos que el agua estuviera caliente. Apoyó cuidadosamente la cabeza en la fría pared aún con los ojos cerrados y sintió establecerse la paz en su interior. Se aplicó el champú en su cabello y daba lentos masajes con los dedos en su cabeza. Se aclaró el cabello con el agua y terminó de ducharse. Se envolvió con una toalla que le llegaba a medio muslo. Se iba a vestir, pero se dio cuenta que se dejó la ropa interior.
-Mierda... - murmuró.
Se encaminó hacia la puerta, agachó la cabeza por la puerta y vio a Logan todavía tumbado en la cama, pero estaba leyendo de nuevo el libro de Janette.
-Eh... Logan... - murmuró, y este la miró. - ¿Puedes pasarme la caja púrpura?
-Claro. - dijo al dejar al libro y levantarse.
Logan cogió la caja, entonces recordó qué había dentro. Hizo una sonrisa picarona y la abrió.
-¡Logan! - espetó avergonzada.
-Vaya... Mira esto... - murmuró pícaramente alzando un sujetador.
-Vale, fuera bromas. Dame lo que sea de ahí dentro. - dijo sacándo el brazo para que Logan le pasara la ropa.
-A ver, a ver... - seguía con la broma. - No lo sé, ¿qué tal esto...? - alzó otro sujetador.
-Logan... -dijo exhsperada Janette.
No tenía más remedio que salir, aunque esa era la intención de Logan. Janette abrió la puerta y salió con una simple toalla. Logan la miró de arriba a bajo.
-Trae aquí. - dijo Janette cogiéndo bruscamente el sujetador de las manos de Logan.
-Mmm... - murmuró pícaramente Logan de tener a Janette tan cerca.
Janette no podía evitar dejar escapar una sorisa al ver que Logan la había cogido de la cintura para atraerla. Logan la besó apasionadamente, y Janette lo correspondió entrelazando su brazos en el cuello de Logan. Mientras se besaban, Logan tenía intención de quitarle la toalla, pero Janette lo detuvo.
-No, no. - dijo riendo. - Es injusto, yo solo llevo una toalla.
-Y lo agradezco... - dijo Logan volviendo a mirarla de arriba a abajo, y Janette volvió a reírse.
Janette miró a los ojos de Logan, quién se moría de ganas por darle otro beso. Ella cogió el borde de la camiseta de Logan alzándola poco a poco, y este alzo los brazos para terminar de quitarla. Janette volvió a deborar los labios de Logan y ambos fueron hacia la cama, pero Logan tiró a Janette. Ambos se deshicieron de sus prendas, y la pasión les llevó a un grado más alto que los besos.