Unos días después...
Los días pasaron muy rápido para el Club de los Perdedores, sentían que el tiempo era solamente aire, que lo apreciaban, pero no del todo.
El pequeño Eddie se estaba preparando, bajó a desayunar, todavía tenía tiempo, pero le gustaba llegar antes, ya que se sentía muy bien el estar casi solo en una gigantesca escuela.
Luego de que terminara de preparar sus cosas, tomó su inhalador y salió de casa, no sin antes dejas un pequeño beso en la mejilla de su madre.
Caminaba alegremente por las calles de Derry, pensando en como sería su primer día de clases.
Pero algo o mejor dicho, alguien lo sacó de sus pensamientos.
–hol-la, Eddie –Bill se acercó al castaño.
–hola...
–¿q-qué haces tan t-temprano?
–oh...es que me gusta llegar temprano, es sólo eso.
Luego de unos minutos en silencio, donde solamente se escuchaban sus pies sobre el pavimento, a lo lejos se escuchó un grito.
–¡ERES UNA MIERDA!
–¡prefiero ser una mierda, que ser igual que tú!
Richie salió corriendo de su casa mientras que sus dos amigos lo miraban preocupados. El azabache apuró el paso, quería alejarse lo más rápido de ese lugar llamado "hogar".
–oh... Richie –murmuró el menor con angustia en su mirada, hizo una mueca y siguió caminando con el tartamudo a su lado.
Ninguno dijo nada, no querían decir nada.
[***]
Eddie estaba en su asiento, en la clase que más amaba: Historia.
Estaba demasiado concentrado dando apuntes en su carpeta, que no notó que cierto chico de lentes lo observaba embobado.
A Richie le gustaba como el pequeño Kaspbrak arrugaba su nariz cuándo no entendía algo; o cuándo mordía un extremo de su lápiz cuando pensaba. Suspiró, ese chico era perfecto, al menos para él.
–¡señor Tozier! –la voz de la bruja llamada maestra lo distrajo.
–¿qué quiere ahora? –preguntó cansado.
–¿está prestando atención? –la mujer puso sus manos en su cintura.
–si le digo que sí, ¿dejará de molestar?
–¡ya basta! –la profesora explotó– hoy es el primer día de clases y ni con eso se comporta bien, creí que había madurado con los años, señor Tozier. Está castigado por falta de respeto, ¡a detención!
–¡gracias! –exclamó el azabache, agarró su mochila– ¡al fin una buena excusa para salir de esta clase!
Richie salió de clases como si hubiera ganado un premio, mientras que todos sus compañeros reían.
Eddie y Bill suspiraron divertidos, su amigo nunca cambiaría, Richie podría tener 40 años y seguiría con sus tontos, pero divertidos chistes.
[***]
El pequeño castaño estaba en la cafetería junto con sus amigo, bueno... Todos menos Bill y Stan.
–...y entonces sentí que...–Ben fue interrumpido por Stanley, quien llegaba un poco despeinado y con una capa de sudor en su frente.
–oh, Stan –habló Richie– ¿con quién follaste?
–beep beep, Richie –silenció el judío– estoy buscando a Bill hace 20 minutos, y hasta ahora no lo encuentro –Richie, Ben y Eddie miraron a Beverly– ¿Bev?, ¿sabes dónde está?
Ella claro que sabía, pues Bill le pidió ayuda a ella para declarar su amor al judío. Le dijo lo que más o menos podía hacer y lo ayudó, pero le dijo que no le diga a nadie.
–no lo sé, bueno... Sí lo sé, pero no te lo diré –balbuceó la pelirroja– soy como una roca –se cruzó de brazos, Stan se sentó al lado de Ben.
–¿sin corazón? –Eddie golpeó a Richie por el comentario, el azabache se quejó de dolor– tienes fuerza, Eddie Spaghetti.
–no me llames así.
–Richie, ¿por qué le dices Eddie Spaghetti? –preguntó Ben confundido.
Los otros rieron, menos Eddie quien lo miró con las mejillas rosadas.
–no lo digas –le advirtió el menor al azabache.
–claro que lo haré... Todo empezó hace 10 años...
Flashback
Todos los chicos de la escuela estaban almorzando en la cafetería, felices.
Un pequeño Eddie de tan sólo 5 años estaba comiendo spaghetti con salsa, con una sonrisa por el delicioso sabor. En frente de él se encontraba un chico con enormes lentes, Richie. Ambos ya se conocían, pero no tenían mucha confianza en el otro, al menos no Eddie.
–Привет ребята –saludó el nuevo estudiante de intercambio, se sentó al lado de Eddie, quién lo miró con una pequeña sonrisa– Какой урок будет после?
–la tuya por si acaso –dijo el azabache, Eddie justo se había llevado un bocado de spaghetti a la boca y de la risa escupió todo, y no sólo por la boca, también por la nariz.
Richie explotó en carcajadas mientras ayudaba al castaño para que no se ahogara.
[***]
Después de ayudar a Eddie, Richie se disculpó.
–lo siento, Eddie Spaghetti.
–pero...¿qué?...–Eddie lo miró confundido.
–ese es tu nuevo nombre, Eddie Spaghetti.
–¡no me llames así! –chilló.
Fin del Flashback
Todos en la mesa soltaron una carcajada ante eso, siempre los hacía reír, menos a Eddie, quien se sonrojaba de vergüenza.
–bueno...ya, ya –los silenció el castaño.
–es un gran recuerdo –Richie se limpió una lágrima falsa.
–no, no lo es –el castaño miró serio al azabache.
–oh...sí que lo es –dijo Ben con una sonrisa, Stan y Beverly asintieron dándole la razón.
[***]
Eddie y Richie caminaban por el pasillo de la escuela, el azabache quería ir al baño, ya casi no había gente, y eso era un poco incómodo.
Richie estaba por abrir tranquilamente la puerta cuando se choca con ésta.
»mierda...está cerrada«
Pensó mientras se acomodaba los lentes y escuchaba la pequeña y dulce risa del castaño a su lado.
–no es gracioso, sí me dolió –se quejó el azabache.
–sí, lo siento.
El mayor escuchó un pequeño golpe del otro lado de la puerta, apoyó su oído en ésta, tratando de escuchar lo que sea que pasaba dentro del baño.
–esos son...–murmuró Richie entrecerrando los ojos.
–S-Stan...–ese jadeo hizo que el azabache se alejara de la puerta mientras abría los ojos de par en par y se tapaba la boca con una mano.
»ese...¿era Bill?«
Miró a Eddie, quién lo miraba confundido.
–¿qué hay?
El menor trató de acercase a la puerta y escuchar, pero el mayor lo agarró de la cintura y lo alejó antes de que escuchase.
–¿qué te pasa? –preguntó Eddie confundido.
–no escuches que hay ahí –le advirtió Richie mientras tomaba al castaño de la mano para arrastrarlo lejos de ahí.
–¿por qué no?
–todavía tienes inocencia, y no quiero que tu madre me regañe por "quitártela".
–pero...¿tú no querías ir al baño?
–se me fueron las ganas –mintió, pero prefería eso a tener que entrar y ver a Stan y Bill haciendo...eso.
[***]
El Club de los Perdedores estaba en la Casa Club haciendo un poco de deberes de la escuela, ayudándose entre ellos. Estaban casi todos, sólo faltaban el judío y el tartamudo, nadie sabía donde estaban, pero Richie tenía la leve sospecha de que seguían comiéndose en algún lugar. Pero no le prestaba mucha atención en eso, ¡tenía que hacer tarea!
Richie estaba en una silla con un libro en su regazo, mirando de mala gana a Eddie, quién estaba en la hamaca con su libro, y de vez en cuando mostrándole la lengua de manera infantil al azabache.
»sólo por esta vez me ganaste«
Pensó el de lentes.
Beverly estaba en el suelo acostada boca abajo sobre una manta para no ensuciar su ropa y su libro, ella trataba de marcar lo "más importante" de un texto.
Ben leía un libro de historia, concentrado.
Y Mike, bueno él...estaba en el columpio improvisado tratando de no aburrirse.
Se escucharon unas risas desde afuera de la Casa Club, les prestaron atención, ya que sabían que eran sus otros dos amigos. Ambos chicos bajaron, primero Stan, luego éste ayudó a Bill a bajar.
–hola, chicos...–saludaron los recién llegados, sus amigos los miraron y sonrieron.
–hola –el Club volvió a lo que estaban haciendo, menos Richie, quién sonrió de manera pícara y burlona.
–y cuenten, chicos...–el azabache miró al judío y al tartamudo– ¿comieron bien?
Los chicos lo miraron son entender, mientras que los otros dos se les sonrojan las mejillas y desviaban la mirada.
–¡beep beep, Richie!
El nombrado soltó una carcajada al ser silenciado por Stan y Bill.