Hacia lo Prohibido ©

By Nara_CC

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Collet Zane es una adolescente que, junto a su mudanza de Carolina del Norte a nueva York, viene a su vida lo... More

ANTES DE LEER
Prefacio
Introducción | Collet Zane
...
Capitulo 1 | El comienzo de todo
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 5 | Parte 2
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 8 | Parte 2
Capítulo 9 | Un faro y un cigarro
Capítulo 10 | Impotencia
Capítulo 11 | Al carajo
Capítulo 12 | La diferencia entre...
Capítulo 13 | Impulsos
Capítulo 14 | Karma
Capítulo 15 | Descubriendo la verdad
Alas de ángel
Capítulo 16 | Sentimientos
Capítulo 17 | Dudas sin responder y Encaros
Capitulo 17 | Parte 2
Capítulo 18 | Choque con la realidad
Capítulo 20 | Demone
Capítulo 21 | Consecuencias
Capítulo 22 | Límites
Capítulo 23 | A la vista de alguien
Capítulo 24 | Espejos
Capítulo 25 | Desde las sombras
Capítulo 26 | Escarmiento cruel
Capítulo 27 | Eres como las otras
Capítulo 28 | La última gota
Capítulo 29 | Eso es de tramposos
Capitulo 29 | Parte 2
Capítulo 30 | Me arrebataron...
Capítulo 31 | Tu y Yo
Capítulo 32 | Tú y Yo, claro que sí.
Capítulo 33 | Navidad diferente
¿Esto es un...?
Capítulo 34 | Revolución de las ratas.
Capítulo 35 | Desgracia de media noche
Capítulo 36 | Afrontando el sufrimiento
Capítulo 37 | Encuentros sabor a tristeza
Capítulo 38 | La última copa
Extra | Bajo mi atención.
Capítulo 39 | Ni un beso, ni un perdón
Capítulo 40 | Nuestro destino
Capítulo 41 | Tiempo cumplido
Capítulo 42 | Asuntos ajenos
Capítulo 43 | El sabor de la verdad
Capítulo 44 | Llena eres de desgracia
Capítulo 45 | Mi suerte, tu suerte, nuestra suerte.
Epílogo
Agradecimientos.
Hacia la Obsesión.
Un pequeño regalo
El sabor a muerte.
Extra -Halloween atrasado-
Escena fugaz

Capítulo 19 | Mal presentimiento.

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By Nara_CC

Mal presentimiento.

Collet.

—Joder —entra diciendo Evans a la habitación de Allie viéndome de pies a cabeza— Collet estas... —no termina la frase arrugando sus cejas con una sonrisa en sus labios, pasando su dedo pulgar por la comisura de los mismos para luego tener la decencia de verme a la cara— ...Ardiente —termina afirmando tan complacido.

Se pasa la mano por su cabello en lo que yo vuelvo a echarme un vistazo en el espejo tratando que la vergüenza no se haga presente en mí al tener puesto un diminuto traje de baño que Allie me obligó a poner.

—¿Gracias? —le digo al fin indecisa.

Pero al parecer el si parece seguro de lo que dice comiéndome de nuevo con los ojos.

—Ay ya vete Evans que ella es mía. —sale diciendo Allie luciendo espectacular, tanto que abro la boca al igual que el moreno. 

Luce un (también) diminuto traje de baño en color rosa pálido con maripositas en el mismo color pero en tonos mas fuertes. Un traje de baño que por el estampado y el color sería inocente, pero nada en el cuerpo de Allie se ve inocente. La pieza de arriba es en tirantes que se amarran a sus hombro y otros pasan cruzando lo que son sus costillas, sus tetas grandes quedan a la gran vista. La pieza de abajo es con tirantes también que se amarran a cada lado de las caderas siendo una prenda muy pequeña que solo cubre lo necesario. Muestra su perfecta y sensual figura alardeando por los poros que está buena e inalcanzable. 

Evans sonríe y la repara también de pies a cabeza haciéndola rodar los ojos.

—Te has perdido de todo esto —le ella dice pasando sutilmente sus manos por su cuerpo y la expresión de admiración se me va siendo reemplazada por una de confusión. 

El moreno solo escucha su frase y se ríe corta pero abiertamente, y vuelvo a verlos confundida.

—No lo he perdido Allie, lo tendré hasta que yo quiera —ella sonríe acercandose a él—, pero sabes que eso no pasará. 

La corta antes que ella pueda abrazarlo y con la misma se aleja con una mala cara en lo que él la toma de la mano atrapándola en el abrazo que ella ya no quiere.

—¡Suéltame! eres un aguafiestas.

Se ríe —Allie nunca entiendes —le cuchichea y la suelta yéndose a la puerta—. Se apuran que ya todo va a comenzar. 

Se va y Allie se pone al lado para verse en el espejo, notando mi cara aún confundida «¿Qué fue todo eso?» 

Se encamina a la puerta para salir y la sigo pidiendo que me aclare esos pequeños intercambios de palabras.

—Evans es el único que me rechaza siempre —dice a modo de explicación, sin ayudar en nada y arrugo mis cejas.

Se sacude el cabello deteniéndose para luego comenzar a caminar conmigo detrás de ella. 

—¿Y como por qué quieres para algo más a tu mejor amigo? —le digo indignada.

Se gira a mi con cara cansada.

—¿Es enserio tu pregunta? no me digas que tu no quisieras.

Miro indignada a otro lado recordándolo, arrugo los labios.

—¡No! —hago una mueca volviendo mi vista ella, imaginándome a Evans, no podría verlo en esas circunstancias— aunque...

Aunque... Mi ser se retracta al captarlo a unos metros detrás de Allie pero ahora está sin camisa en una pantaloneta playera mostrando sus musculos y su piel morena que brilla en con el sol. Oigo reír a Allie.

—No, claro que no —dice con sarcasmo y a responderle voy cuando los demás aparecen a su lado. Todo se me tensa y me atraganto viéndolo a aquel con el cabello mojado y sus piernas firmes que mueve al alcanzar a Evans.

—Recuerda lo que hablamos —me alienta pegándome en la mano para que quite mi atención de Hanniel que parece más guapo e irresistible que nunca.

«¿Como se supone que voy a poder ignorarlo cuando luce de tal manera?» 

Siento que ya babeo, pero me vuelvo gelatina cuando sus ojos me captan. El tan conocido escalofrío me recorre el cuerpo recordando así que tengo bikini y esta observando descaradamente cada parte de mí. Fijo mi mirada en Allie tragando saliva pesadamente.

—Estoy mostrando mucho —le reprocho capaz de no colapsar.

—Tan exagerada, te ha visto sin nada —se encoge de hombros y su comentario me hace abrir los ojos y pegarle en el brazo pero lo único que hace es burlarse.

—Luce el precioso cuerpo que tienes —sentencia con un semblante cómplice y se coloca unos lentes de sol, diva.

Me agarra para caminar a unas tumbonas a la orilla de la playa. Mis pies sienten la caliente arena al colarse dentro de mis sandalias y eso me recuerda que hace mucho tiempo no estaba en una playa y quiero disfrutarlo. Pasamos al lado de los chicos y los ojos de Liam se pierde en el espectacular cuerpo de Allie y ella hace evidente su ego que me contagia y enderezo la espalda para caminar frente a Hanniel fingiendo que no me provoca nada. Oigo carraspear a uno de los tres pero no puedo diferenciar quien fue exactamente. 

Mi amiga se roba todas las miradas de los presentes y las miradas víboras de otras que voltean los ojos al notarla. Un grupo de chicos nos detienen y la sonrisa de oreja a oreja de ella es indicio a una sola cosa.

—¿Quieren que las acompañemos? —se ofrece uno de ellos que es pelirrojo y es guapo, no puedo negarlo. Le secundan otros cuatro, dos son pelinegros, otro es rubio, el ultimo que se hace presente me hace levantar una ceja sonriendo.

—Gemelos ¿Eh? —dice Allie al notar lo mismo que yo y las encantadoras sonrisas de ellos me hacen sentir cómoda. —¿Cómo se llaman?

—Aillard —presenta a uno de los pelinegro de ojos verdes. — Conrad —sigue con el otro pelinegro pero este posee ojos negros también— Derik —señala al rubio ojos café—  Gennady —se refiere a su gemelo— Y yo... pues descubre mi nombre. — Termina de decir y ya tiene ganada a mi amiga.

—Me encanta —susurra y me muerdo los labios para no reirme.

—¿Vamos? —vuelve a pedir él con sus ojos azul brillando y pone su brazo para que Allie lo tome.

Ella voltea a verme y con los ojos me dice todo, obedezco y por encima de mi hombro capto la mirada de los tres anteriores atrás despectivos y yo también sonrío.

—Vamos. 

Se engancha a su brazo sonriente y yo la sigo con el otro pelirrojo a mi izquierda y los otros dos a mi derecha, siento incomodidad por recordar como me vió y derrepente recuerdo algo.

—Oye, te devolveré tu pañuelo azul, no creas que me lo robé.

Lo volteo a ver con la risita que emite.

—¿Qué? —me intereso.

—Déjalo, tómalo como un detalle —me giña un ojo y me sonrojo de la pena.

—No pensé encontrarte de nuevo —suelta antes que yo pueda hablar.

Lo miro levantando mi cabeza mas de lo normal pues es tan alto como todos acá.

—Sinceramente yo tampoco —juego con mis manos.

—Aunque tampoco es que seas tan invisible con tu belleza.

Lo observo ladeando mi cabeza a puno de matar las palabras hasta que... «¡Oh vamos! que te esta coqueteando» Me grita mi subconsciente y Allie que me giña un ojo al escuchar el halago. ¿Qué se supone que debo responder a eso? miro al frente a todos los que se divierten y suspiro.

—Es que en realidad no lo soy.

Él se ríe pasando sus manos por su cabello y me contagia que yo también lo hago sin entender porqué lo hace.

—¿Qué? —le pregunto divertida.

—¿Qué no eres, bella o invisible? 

Abro la boca y después la cierro sonriendo sabiendo que no se la respuesta a lo mismo que yo dije.

—Pues supongo que las dos cosas. 

—¿Que dices? si eres la mas guapa que he visto en este viaje —asegura y  llegamos a las 5 tumbonas debajo de un toldo blanco elegante. No puedo evitar reír sacudiendo suave mi cabeza con lo que por supuesto es una mentira.

O sea, digo, Allie esta al lado mío. Dah.

La diosa morena se acuesta de frente en la tumbona mostrando su trasero y espalda. Gennady a mi lado me empuja suave el hombro esperando mi respuesta pero quedo estática al notar algo.

—¿Me echas bloqueador? —Allie le pide al chico que está complacido junto a ella mientras que yo no se ni como sentarme cuando Hanniel y los chicos se acercan a nosotros arruinando nuestro plan de divas deseadas. 

—Bueno pues —dice Evans y suelta aire exagerado—, tomemos el sol —se deja caer a la tumbona al frente.

Me le quedo viendo con ojos entornados alegándole por ser cómplice de esos dos. Liam se acerca con intenciones de acostarse en la tumbona al lado de Allie pero cae con manos en la cintura de ella cuando Hanniel lo empuja "bromeando" empujando así también al pelirrojo que estaba a punto de esparcirle bloqueador en la espalda.

Allie se tensa evidentemente al sentir las manos de Liam sobre ella y que apropósito aprieta en su piel.

—¿Qué diablos te pasa? —le reclama el chico molesto.

—Tranquilo hermano —dice el ojos verde y desliza sus manos para enderezarse pero es tanto su descaro que sus dedos rozan los lados de las tetas de Allie y ya me siento indignada aunque no sea yo— solo tropecé. 

Se excusa y se levanta dejando a Allie evidentemente mal. Tosen a mis espaldas y doy un pequeño salto con sentir su fragancia embriagadora y su presencia demandante, ya puedo hasta imaginar sus ojos cristal comiéndome. Volteo a ver a Gennady que está a un lado extrañado y con un atisbo de molestia por Hanniel y por los otros dos.

—Por si no lo notaron este toldo ya está ocupado —dice . Nadie le hace caso y le toca el hombro a Hanniel llamano su atención y ya siento todo mal, un desastre.

¡No! ¿Por que no tocó a Evans o a cualquier otro y no a quien puede destrozarlo en segundos?

Él repara su hombro como si no creyera que lo ha tocado en tanto su mano se desliza a mi cintura, sin hablar y sin ponerle atención a quien lo ha tocado.

—Váyanse, no caben acá —exige el Gennady volviendo a hablar al notar la ignorada y medio cierro los ojos por lo bruto que es y por los dedos que se entierran en mi piel.

—¿A caso pedí que me dieras sugerencias? —suelta Hanniel, despreciante. 

—No es una sugerencia, es una orden.

Ríe con ironía al mismo tiempo que Liam y Evans «son tal para cual» 

—¿Tú me vas a dar ordenes a mí? —se burla retador.

—Nosotros venimos antes y...

—Me vale mierda —lo interrumpe— si crees que no cabemos entonces vete que yo vengo por lo que es mío —termina de decir y arrugo las cejas cuando me mueve sin problema, como si yo fuera una muñeca y se deja caer en la tumbona y me deja sentada en medio de sus piernas abiertas.

—Seee... yo también —dice Liam arrebatándole el bloqueador al gemelo y le da un empujón para abrirse de piernas y sentarse suave sobre las nalgas de Allie poniendo una de sus mano en la espalda de ella. 

Literalmente los cinco chicos tienen la cara descompuesta, Evans nada mas está divertido viendo lo que provocan sus amigos y les sonríe altanero a los otros dejando en claro lo que deben hacer, dejando en claro quien ganó. Gennady ladea la cabeza pidiendo explicaciones y por poco asiento con la cabeza confirmando la derrota con las manos que acarician de forma tan deliciosa mis caderas. Sin embargo la larga charla que tuve ayer con Allie me hace reafirmarme esta vez. El pelirrojo acepta y está a punto de irse con los demás bajo la mirada de los tres altaneros cuando...

—De hecho —me pongo firme y la mirada de advertencia de Evans me taladra—, si no cabemos podemos hacer esto —me levanto quitando las manos que tocan delicioso de mi cuerpo y agarro la mano de Gennady al pararme.

Voy y lo siento en la tumbona frente a Hanniel y me pongo entre sus piernas.

—¿No crees Allie? —llamo su atención para que salga de los encantos sometedores de Liam. 

Y funciona cuando se quita los lentes de sol dándose vuelta debajo del castaño que le advierte con un gesto de cabeza. Eso no impide que le quite las manos de encima de ella y se levante haciendo que él también lo haga. 

—Claro que sí —dice sonriendo disimulando perfectamente que no le afectó estar debajo de Liam. 

Agarra la mano del pelirrojo y sonrío confirmando que me entendió pero la sonrisa se me descompone cuando también toma la mano de Aillard, Conrad y Derik. «Nombre, decirle a Allie que tome uno es decirle que se vaya en grande» Evans se levanta cambiándose para la tumbona al lado de Liam y ella se sienta donde estaba poniéndose de la misma manera que yo con el pelirrojo y hace que Conrad y Derik se sienten a las orillas. 

—Siéntate con Collet —le dice a Aillard y él complacido lo hace poniéndome la cara roja con el roce de sus manos en mis piernas al sentarse. 

Hanniel repara en las cuatro manos que me tocan y en sus ojos grises veo la furia que eso le provoca y no desisto del contacto visual haciéndole saber que ya no me voy a estar dejando de él. No obstante su sonrisa desafiante me desarma, y aún más cuando su vista se desvía de mí a alguien detrás y se me revuelve todo al escuchar la voz chillona ésa.

—Aquí están, estábamos buscándolos —hace saber Camille entrando al toldo con Dánae, Oriana y Chloe.

«Lo que me faltaba»

Vienen luciendo cada una un bikini de dos piezas, Chloe es la unica que luce un cuerpo extravagante dando un aire delicado y empoderado con su cabello muy negro en su peculiar corte. Dánae no tiene un cuerpo deseado pero tampoco está mal, ahora Camille. Camille carece de curvas y de todo, un cuerpo simple el cual me asquea ver al saber que Hanniel lo ha tocado de otras maneras. 

La rizada ve a su alrededor y arruga las cejas viéndonos a todos, Allie se está hechando bloqueador feliz de la vida en lo que los tres que están con ella tienen la sonrisa en alto. Liam está que no se lo cree y agarra a Chloe que se le acerca besándola ahí mismo, Allie levanta el mentón altiva y sonríe también desafiante y se vuelve a poner los lentes de sol recostándose en la espalda del pelirrojo como si no le importara lo que hace, pero yo se que en su interior está ardiendo.

Por otro lado Hanniel le abre los brazos a Camille para que ella se abra de piernas sobre el acariciando su rostro. Me enardece el enojo al ver que no podamos por lo menos una vez darles una cucharada de su propia medicina. Tenían que venir ellas. Dánae se va con Evans quien pone marcado bien el limite al levantarse y sentarse al final de la tumbona dejándole un espacio para que solo se siente.

Trato de que nada me afecte tomando la postura igual que Allie y me recuesto en el cuerpo de Gennady sintiendo en mi espalda sus músculos de su abdomen. La música retumba en los oídos y con forme el tiempo pasa se vuelve mejor, Conrad con Aillard se levantan a traer bebidas que miro con pudor cuando me acercan una cerveza recordando mi resaca.

—Adelante —me dice Genn quitando el cabello de un lado de mi cuello —, toma sin preocupación que yo estaré contigo para tus mareos —se ríe y sus manos viajan alrededor de mi cintura y siento tensión.

Giro levemente mi cabeza para verle la cara.

—¿Seguro? —cuestiono divertida 

—Si. 

Le dedico mi mejor sonrisa y tomo el primer trago que me raspa la garganta pero que no me impide tomar mas hablando y riendo con los 5 chicos que acabo de conocer junto con Allie quien no se aguanta y besa al que ahora sé que se llama Dusan. Se dan otro beso y se sueltan para que seguidamente él le de un trago de cerveza y ella recibe gustosa. Ignoramos completamente la presencia de los chicos y mas que nada evito llevar mi atención a Hanniel pero me es imposible cuando Camille le baila de espaldas a él y éste la toma de las caderas disfurtando del baile, la voltea y el toma la cara besandola y trago saliva recordando como un solo beso de él a mí me moja, mas con esa su manera de mover los labios que te pone realmente mal y...

—Yo me voy a los juegos —me levanto de romplón haciendo que ellos corten el beso.— ¿Vienes? —le digo al gemelo y asiente feliz tomando mi mano y miro a Allie quien asiente y se levanta para ir también. 

Empezamos a caminar pero me recuerdo de algo y me suelto de la mano de quien me agarra y me devuelvo al toldo yendo directamente a donde está el ojos gris. Arruga sus cejas viendo como me acerco y aparta disimuladamente a Camille y sonrío con la acción que me confirma algo en mi interior y cuando cree que voy a él me giro a su cerca vista y me agacho mostrándole plenamente el culo para tomar mi bolsita que está debajo de tumbona.

Me voy de ahí triunfante y me uno a los chicos que ya están haciendo fila para meterse al juego que consiste en una manta tendida en una tipo montaña alejada del mar, a la cual le hecharon jabón para que a la hora de tirarnos en cuerpo completo lleguemos a una mesa con vasos de tequila que se deben tomar enseguida y darle vuelta al vaso con un dedo y que este caiga parado y así sucesivamente con todos los del equipo, si ganamos, el premio son paquetes de dolares.

Me sorprendo por el premio que dan solo por un simple juego pero que tampoco me molesta porque me veo siendo la primera en tirarme compitiendo con un chico que no conozco, el agua que sale del los rociadores me entra en la cara y debo cerrar los ojos para que no me entre jabón, llego al final y en menos de nada me levanto yendo al vaso al que con un solo trago acabo con el liquido fuerte que lastima mi garganta bajo los gritos de Allie, Gennady y todos los chicos de mi grupo pidiendo que me apure apoyándome. Pongo el vaso en la mesa, lo impulso pero no cae parado, veo a mi contrincante y él a la primera lo logra y me pongo euforica, le doy otra vez lográndolo así y tirándome a la lona mojada sin cuidado deslizándome rápido y llegando en menos de nada dándole el paso a Dusan que se tira tan rápido como le toco la mano. Así pasa con todos cuando les llega su turno logrando...

—¡Ganamos! —grita Allie dándonos un fajo de billetes a cada uno con una gran sonrisa en la cara. 

Me río con ella plena y feliz también sin creerme que recuperé el dinero que pagué para venir a la excursión, papá estaría orgulloso, aunque no tanto si supiera que lo logré tomando alcohol, el mismo que me tiene mareada.

—Ahora vuelvo —le hago saber a Allie con intensiones de ir al baño y tomo mi bolsita donde meto mi dinero. 

El sol ya está disminuyendo su intensidad y el frío típico de noviembre se comienza a tomar la tarde, tiemblo al estar mojada y solo en bikini con el aire fuerte y helado. No veo a mi alrededor porque no quiero verlo a él y solo entro al hospedaje que tiene enormes puertas de cristal. Piso nada mas el suelo de azulejo cuando me toman de los hombros estrellándome a un lado de la puerta donde ya nadie puede vernos a través del cristal. 

—¿Que...

Ya no me da tiempo de nada cuando me atraganta con un beso que me lastima los labios al chocar con sus colmillos. Hanniel tiene una forma tan peculiar y excitante para besar que no distingo exactamente que es esa diferencia pero solo sé que en menos de nada ya ha devuelto el calor a mi cuerpo con su lengua jugando con la mía con desespero, rozando su piercing en mi paladar, moviendo feroz sus labios con los míos haciendo difícil la tarea de que yo me acople a su potencia, pero no me aguanto y entre tanto le muerdo el labio que tiene la argolla que me vuelve loca. Intento alejarlo pero no puedo, y no es porque él esté ejerciendo fuerza con su cuerpo sobre el mío y su mano alrededor de mi cuello, no, eso no. Lo que me impide no separarlo es la humedad y el cosquilleo que ya siento en mi entrepierna queriendo más de él. 

—Me has estado provocando y he llegado a mi límite.

No me da tiempo de responder porque me besa los labios otra vez y me encanta sentir el sabor dulce de su saliva con un toque amargo de lo que sea que haya estando tomando. Lo he probado y sé el placer que me provoca y no quiero, no quiero soltarlo por que se que ésta es una oportunidad para aprovechar y tampoco me importa la charla con Allie, de todas maneras esto no afectará a lo que me propuse.

Sus dientes se clavan en mi labio inferior halándolo deliciosamente en lo que su mano libre se cuela entre mi bikini, me da un lengüetazo húmedo que me atonta por un segundo resultado también por sus dedos que tocan mi clítoris desencadenando un sin fin de sensaciones que ahora quiero que libere. Y lo hará. Lo tengo claro cuando toma mis muslos y me alza obligándome a enredar mis piernas en su cadera, no me la creo y peor cuando saca sin vacilación el falo erecto que brilla con fluidos que me provocan más. 

Me aferro a su cuello en lo que agita el miembro sobre su mano de arriba abajo como si no aguantara y no se de donde saca un condón que se coloca como un experto. Corre la tela de mi entrad y ahí es cuando entro en cuenta:

—Nos van a ver —le digo entre jadeos por su glande que roza en ese punto tan sensible lleno de nervios placenteros.

—Me vale mierda, estoy duro desde que te ví con este bikini y no pienso perder más tiempo. 

Aruño sus hombro cuando de un solo empujón me penetra completamente. Aun no estoy acostumbrada a su enorme tamaño y jadeo en respuesta, me vuelve a besar sin darme tregua al comenzar a moverse como un salvaje lastimándome la espalda en la pared. 

—Agárrate —me dice con una sonrisa pervertida y no lo entiendo hasta que me suelta los muslos y me separa de su torso quitando mis brazos de su cuello, se aleja un poco de la pared y empuja mi pecho para atrás hasta que toco con la coronilla de mi cabeza la pared quedando con la espalda levemente doblada alzando mis tetas, en tanto él no deja de penetrarme.

«Joder, está loco» me muerdo los labios viendo su rostro de placer al ver directamente como entra y sale de mí.

Siento que me voy a caer en esta posición, busco de donde agarrarme pero no encuentro nada y se me eriza completamente la piel cuando lleva una de sus manos a mi cuello apretando y un gruñido se escapa de su garganta y contraigo la vagina, la única opción viable que tengo es agarrarme de su misma muñeca asegurándome. 

Su otra mano la pone en mi espalda baja estabilizándome y creí que ya se estaba moviendo bien pero no, lo comienza a hacer ahora mezclando sus movimientos circulares que me vuelven loca completamente, Hanniel logra tocar esos puntos perfectos que me hacen gemir y abrir la boca cuando aprieta su agarre en mi cuello, observo sus tatuajes que sobresalen por encima de la camiseta que tiene pues «Lo quiero así de cerca pero sin camisa» El sonido encharcado me pone nerviosa de que alguien pueda escucharnos y vernos de esta manera.

—Si nos ven, estaremos en problemas —le hago saber entre jadeos llenos de éxtasis puro.

—¿Y cuál es el miedo pues? —arremete fuerte contra mí.

—Mi padre —digo sin dudar cerrando la boca para detener un gemido— le pueden reportar esto y es la muerte para mí. 

—¿Tu padre o esos idiotas de allá afuera?

Arrugo las cejas conectando mis ojos con los de él que lucen tan claros perdiéndome en él, abro la boca con sus movimientos vivaces que me contraen el vientre.

—O mejor dicho; El rojo retrasado que se te pega como garrapata.

Ahora sonrío sin dejar de verlo directamente sintiendo dolor en mi cabeza por los empellones bruscos que me hacen chocar contra la pared. «Me esta celando» mi mente razonable se niega a creerlo, pero mi cuerpo excitado lo convence formando una expresión maliciosa.

—¿Celoso? —me atrevo a decirle y una nalgada hace eco en el lugar cuando me la da fuerte y firme.

—Por favor —bufa— que el placer o te confunda.

Lo dice con intensiones pero a pesar de eso no es capaz de desaparecer mi cara fascinada y maliciosa, porque tanto como él y yo sabemos que me acaba de celar en medio del sexo. Arremete unas penetraciones mas y el calor en mis paredes vaginales se forma haciéndome estallar en los espasmos del orgasmo que me provoca. Su sonrisa se ensancha y me dá mas duro hasta conseguir su liberación también. 

Quita su mano de mi cuello y la pone en mi cabeza enderezando mi cuerpo débil, las piernas me duelen por la fuerza sin parar que hice al aferrarme a su cadera, la coronilla de mi cabeza palpita y ni digamos mi sexo que arde con el viento que lo roza estando tan sensible. Lo abrazo tratando de recuperarme y él solo se queda quieto sin separarme ni corresponderme el abrazo, me tiene agarrada solo porque sí. Levanto mi rostro de su hombro y lo dejo pegado a su cuello y ahí es cuando noto la gran cicatriz que tiene, la misma enorme herida que le ví después de varios días que se desapareció de mi vista. 

—¿Que te ocurrió? —le pregunto lo que hace mucho quería, acariciando con mis dedos la linea enorme a lo largo de su cuello.

Se queda callado y sigo acariciando su cuello y siento como se hincha nuevamente dentro de mi, no ha sacado su miembro de mi cavidad.

—Nada que te interese —suelta y ruedo los ojos por lo seco que es.

—Si te pregunto es porque me interesa.

—Bueno, entonces nada que debas saber. 

Sale de mi interior y suelto un suspiro con la pequeña fricción que siento, estoy demasiado sensible aún. Me pone de pie y tiemblo con mi peso, me dejó devastada. Se quita el condón, lo amarra y lo tira a un basurero de un lado, se acomoda su enorme y aun erecto pene y me pongo roja con solo verlo, él me observa y niega divertido, se cerca a mi y mis pezones se erizan mas de lo que ya están notándose por encima de la tela.

—Ahora ve y presume que te acabo de follar con este traje de baño —dice acomodando la tela entre mis piernas. Levanta su mirada y se queda clavada en mi cuello, sonríe y entro en cuenta abriendo mucho los ojos, no se aguanta y suelta la carcajada.

—Hanniel no me digas que...

—Sí —afirma orgulloso—, te marqué tal y como quería.

«Maldito hijo de...» 

Me agarro por inercia el cuello yéndome al cristal para ver mi reflejo encontrando lo que no quería. Su enorme mano está completamente marcada alrededor de mi cuello en un tono rojo muy notable. Joder si que me agarró fuerte, que rico y... 

¡No! papá me va a aniquilar si esto se logra poner en moretón o que no se quite ¡Mañana vuelvo a casa! ¡No puedo dejarme ver así!

—Tranquila —me dice acariciando mi hombro aún en tono de burla notando mi angustia— Probablemente se quite por la noche. 

Me volteo molesta a él.

—¿Ah si?

—Si.

—¿Y como pretendes que salga así como así frente a todos con la gran mano en el cuello? —le reprocho verdaderamente molesta. O eso creo.

Vuelve a sonreír y le tengo que pegar en el hombro para que agarre formalidad.

—Ahora ve y presúmeles que te han cogido como nunca —me dice a centímetros de mi boca— Y mas a ese idiota. 

Termina de decir y es mi turno de sonreír, sus ojos ven afuera y sé a quien se refiere, agachado vuelve su atención a mí y no me aguanto mas poniéndome de puntitas y dándole un beso que recibe sin problema.

******

—Ven siéntate —me indica Allie palmeando un tronco a su lado.

Me cruzo de brazos aguantado el frío, pero se disminuye al llegar al tronco frente a la enorme fogata. Es la última noche de la semana del aniversario de la universidad y a decir verdad creí que sería diferente, que me divertiría como hace mucho no lo hacía, pero no fue hasta hoy que de verdad pude sentir que lo hacía y me siento bien, muy a pesar de todo lo que en 4 días pasé a causa del señorito que ahora me ve directamente desde el otro lado de la fogata. 

Le sostengo la mirada penetrante que me dedica y un encogimiento ocurre en mí cuando se acomoda el cabello negro haciéndose ver guapísimo, se muerde un lado de su labio inferior y de pronto se me seca la garganta con las ganas que me agarran  de ser yo quien le muerda los labios «son tan deliciosos» me sonrojo y aparto la vista cuando el nota mi reacción.

—No puedo creer que te hayas dejado hacer eso de él —me reprocha ella.

Trago saliva evitando atragantarme, yo creía que no se veía ya la marca del cuello.

—Eh... ¿Qué cosa? —me hago la loca.

—Que cosa será, pues la manota bien marcada en el cuello.

—¿En el cuello? —sigo de boba, llevo mi mano al lugar y por inercia lo volteo a ver y lo que hace es guiñarme un ojo. Un escalofrío me hace retractarme nerviosa, Allie solo me estudia con sus ojos entornados— ¿Se nota mucho? —me resigno avergonzada pero a la vez excitada por recordar ese momento tan... tan...

—Claro que se nota ¿Por qué crees que Gennady ya no está contigo?

Suelto reír mordiéndome luego el labio sintiéndome diferente, él te hace sentir diferente.

Me acomodo en el tronco subiendo mis pies a el, abrazo mis piernas, apoyo mi barbilla en las rodillas observando las llamas frente a mí, sintiéndolas como lo mas interesante en este momento. Unas llamas que te queman pero que te calientan, que te hacen daño pero que si no te le acercas mucho te hace bien resguardándote del frío de afuera, de otro entorno que no es tan acogedor, pero lo malo es que entre mas observas su forma que cambia en constancia, los colores y el chispeo deleitador es cuando se te hacen tan llamativos que no sabes cuando yá estas quemándote en sus llamas, que te está lastimando pero que disfrutas esos espacios que suelen encantar manteniendo tu ser en un limbo. 

Y pienso, viéndolo a él a través de las llamas, que esa es la relación que estamos teniendo; que él es la fogata enorme y llamativa que a pesar de que muchos advierten que va a quemar, aún viéndolo con mis propios ojos, sigo acercándome llegando al puto centro en donde espero no quedar en cenizas, y en su lugar, mezclarme con su fuego.

La media noche llega y consigo el sueño de muchos incluyéndome a mí, la fogata se acaba dejando un vapor en la arena que te dice que la marea esta subiendo. Los empleados llegan y recogen los troncos  y cenizas para que el mar no se lo lleve. Me voy junto a Allie recordando a Kaiser a quien enviaron a casa sin ningún tipo de motivo, no lo supe, ni él me dijo, de haberlo sabido impido que lo hagan.

Tomo mis maletas viendo en mis manos la tarjeta del Chalet que me asignaron y el gris remarcado es un baje de animo. Me resigno y le tengo que decir a Allie que me quedaré con ella porque tengo miedo de irme sola, mintiendo obviamente.

Salimos del hospedaje en dirección a los chalets y le hecho un ultimo vistazo al rincón ese al lado de las enormes puertas de cristal sabiendo que dejamos nuestra marca en ese lugar. Llegamos a donde le tocó a Allie y a los demás chicos  y estoy por entrar siguiendo a ella que se adelantó cuando unos brazos firmes me lo impiden.

—¿A dónde vas? —me pregunta Hanniel con un fuerte olor a chocolate.

—¿A dónde más? pues con Allie —demuestro mi disgusto, aunque por dentro me esté derritiendo.

Él arruga su ceño y me suelta cuando intento irme empujándolo.

—¿Por qué? 

—Porque sí.

—Te dí una tarjeta diferente, no puedes quedarte acá.

Ahora es mi turno de arrugar mis cejas ¿A caso estoy escuchando bien? ¡Me está echando de acá! Me indigno a tal punto de que siento picosa mi nariz, y me odio por no aguantar nada y llorar por cualquier cosa. Aun así, lo retengo.

—No me iré a tus lugares de mierda en donde me asignan como lo fue en las cabañas, porque no creas que no sé que tuviste que ver para que me dieran una que es inhabitable —le reclamo haciendo que él voltee los ojos. 

—Te he dado una tarjeta, solo ve a ese lugar. 

—¡No! —me niego queriendo esquivarlo para ir a donde Allie, pero un solo movimiento de cabeza por parte de Hanniel es suficiente para que tres hombres salgan de saber donde y se vengan contra mí. 

Toman mis maletas y en menos de nada estoy siendo arrastrada por un gorilón de tacuche negro, pocos nos observan y me siento tan humillada que me estén sacando de esta manera. No me sueltan a pesar que forcejeo y no ví a donde se fue él pero supongo que su orden fue clara y precisa, supongo que me van a llevar hasta donde me asignó pero me rindo y desvanezco a la vez viendo el rostro de Harold a un lado de las palmeras, me está viendo de una manera tan siniestra que sus ojos brillan el reflejo con la luna y desaparece de mi vista dejándome paranoica.

El hombre que me lleva me hala fuerte para que camine mas y así nos vamos un buen rato hasta que veo el todo terreno camuflado de hanniel parqueado, no entiendo nada viendo todo de lejos pero se me descompone la mandíbula con lo que se cierne frente a mis ojos.

Una enorme fachada y bien iluminada se presume a la orilla de la playa, el color blanco hueso, el diseño y el piso de mármol me indica que esto es una equivocación. Miro la tarjeta gris en mis manos y noto el número marcado, levanto la vista y en la puerta está el mismo maldito dígito, gris y brillante.

—Entre señorita, por favor —me exige el hombre pero me niego aún creyendo en la confusión.

—Señorita... 

—Déjalo Cristóbal, ya yo me encargo —indica la voz rasgada de Hanniel y estoy tan confundida y paranoica que ya no sé que hacer.

Sonríe cuando lo volteo a ver nomás me sueltan sus hombres.

—Esta era... 

Ya no lo dejo terminar cuando me le tiro encima pegando en su pecho con mis manos, él no quita su maldita sonrisa y me dan mas ganas de pegarle para que no sea de esa manera. Lo tomo del cuello y le estampo un beso agachándolo en el proceso. Me corresponde al beso llevando sus manos a mis muslos y sin esfuerzo me alza, cargándome. 

Comienza a caminar hacia dentro del chalet en tanto le voy subiendo la camisa, me separo de él chupando su lengua pasando por mis dientes el piercing para quitarle la camisa de una vez por todas. Tiro la prenda y pongo mis palmas en sus bíceps apreciando lo bien marcados que los tiene y sus tatuajes que en este momento parecen un afrodisíaco, bajo mis manos a sus abdominales mojando mas mis bragas, él me aprieta el culo cuando le pego una mordida en su bícep derecho justo en el tatuaje de la muerte.

—Ah —se queja con voz ronca.

—No me vuelvas a humillar de esa manera —le exigo sin darle tiempo de responder al introducir mi lengua en su boca. Lo beso con ansias, con tantas ganas, las mismas que tuve al verlo en la fogata.

Mis manos viajan a su pretina y le desabotono el pantalón negro que por mas que me guste verlo con el puesto por lo ajustado ahora no lo necesito. Bajo el zíper y cuando siento su dureza me mojo completamente. Mojar literalmente porque los oídos se me tapan con el agua que me recibe cuando él me lanza a una piscina. 

Emergo con la misma velocidad con la que caí quitando el cabello de mi cara, cuando me lanzó sentí por adelantado el agua fría pero nada, la piscina es climatizada. 

—¿Qué te pasa? —le cuestiono molesta viéndolo parado a la orilla.

—Tenía ganas de un chapuzón.

—Tú, pero yo no. 

—¿Y tú que querías entonces? —me pregunta con intensiones. Me pongo como tomate con eso aleteando con mis brazos para no hundirme ya que es muy honda la piscina. Baja su mirada al pantalón que yo desabroché y el bóxer que dejé muy abajo casi enseñando su arma de placer. 

Me doy la vuelta nadando a otra orilla para salir de la piscina pero el que escuche el chapuzón y que sienta el agua salpicarme es todo para detenerme. Sus manos agarrando mis pies me asustan que grito cuando me hunde halando para abajo.

Vuelvo a salir pero ahora con él pegado a mí. Toso con el agua que entró a mi nariz.

—¿Estás loco? —alego poniendo mis manos en sus hombros.

—Por tí, probablemente. 

Ladeo la cabeza procesando sus palabras, fascinada y sin creer que de verdad está diciendo eso. Intento hablar pero me da un lengüetazo en la boca estremeciendo cada parte de mi ser. Me comienza a besar con furor como las tantas veces que no he podido llevar su ritmo, su boca es tan experta que siento que me puede dar un orgasmo con solo morder y chupar mis labios. la humedad que siento en mi entrepierna me desespera, y no es precisamente por el agua. me arrincona contra uno de los bordes de la piscina, levanta mi blusa y roza lo que inmediatamente distingo que es su pene. Me palpita allá abajo con saber que está sin nada, sin nada de ropa. 

—¿Qué quieres Collet? Pídelo. 

Trago la saliva cuando desliza su boca por mi cuello. Baja mi licra e introduce su mano tocando mi parte mas sensible que lo aclama a gritos, jadeo cuando con dos dedos pellizca mi clítoris.

—No haré mas si no lo pides —amenaza y ya no aguanto más, lo quiero dentro de mí. 

Lo abrazo y me acerco a su oído mordiendo su lóbulo. 

—Fóllame, Hanniel —le susurro sintiendo como lo excita porque su verga se alza sobre mi muslo y en como me aprieta las caderas.

—Dame —me dice rosando su barbilla en una de mis tetas.

Miro a todos lados asegurándome que no haya nadie, ni siquiera los hombre que lo cuidan. Me quito la blusa y seguidamente el brasier ofreciéndole mis pequeñas tetas que al parecer a él no le importa porque se prende con total brusquedad. Mientras chupa, succiona y muerde mis pezones sus manos me quitan el resto de ropa dejándome completamente desnuda abierta alrededor de sus caderas. Introduce con la otra mano dos dedos en mi cavidad que me tensan por la sensación.

Comienza a besarme en lo que siento que coloca la punta de su miembro en mi entrada. «Estoy empezando a amar lo que se viene» 

Me pego completamente a él con el empellón fuerte que da introduciendo de una vez todo, sus caderas chocan con las mías sin tregua alguna y lo abrazo acostumbrándome a su gran tamaño.

—¿Te duele? —me pregunta al notar que lo estoy apretando a mí, sin embargo no se detiene pero se mueve despacio.

—Sí —confieso sin querer verlo a la cara. 

Pero como él todo lo quiere me separa tomando entre su mano mi rostro, me detalla despacio y sus labios se estiran en una encantadora sonrisa.

—Ya te acostumbrarás. —musita antes de besarme y a moverse con fuerza en lo que se agarra del borde con una mano. 

¿Habrán más veces pues?

No niego que me encantaría, pero el momento no está para pensar con los movimientos vivaces que hace Hanniel manoseando con su mano libre mi culo provocando sensaciones y corrientes deliciosas. lo vuelvo a abrazar incapaz de seguir reprimiendo mis gemidos con la fricción provoca. 

—A-ah —gimo con aire en su oído viendo detrás de él como las olas del mar chocan fuerte contra las piedras, igual como lo hace él con mi cuerpo. 

—¿Te gusta? —pregunta acompañado de un gruñido. 

—Me encanta.

Levanta mi rostro conectando su mirada con la mía aumentando sus estrellones provocando un calor que se acumula en mi vientre.

—¿Te gusto?

Trago saliva, detallo su hermoso rostro, la mandíbula perfilada, los ojos rasgados, pestañas volteadas y labios rojos por mis besos y... ¡Claro que me gusta! me encanta el idiota este y no se como tomar mi estupidez.

—Me encantas —le termino diciendo sin ser capaz de aguantarme. 

Mi cuerpo se encorva con la oleada de placer que me abarca completamente nublándome la vista y todos mis sentidos, siento como él se hincha dentro de mí y su exhalación pesada me confirma que ha llegado también. Mis ojos pesan, mi cuerpo también completamente sensible recuperándose del orgasmo y lo ultimo que recuerdo es el beso delicioso que me da.

*****

...La calle manchada de un fuerte color carmesí «sangre»

Un montón de vidrios rotos, la parada de autobús, el carro, la grúa, el auto de mamá ¡mamá!. ¡No por Dios, mamá! 

—Mírame mami, no puedes dejarme, abre los ojos —su cuerpo inerte, sin color.

«No responde, ella... ella no abre los ojos» 

—Yo aún te necesito, no estoy preparada para que me dejes. 

Lagrimas. Lagrimas salen sin parar de mis ojos.

—Ya no hay nada que hacer —tocan mi hombro como si con eso pudieran ayudar— ha muerto. 

—¡NO! ¡déjenme! ¡ella está durmiendo!. Solo. está. durmiendo. Solo eso... —mi voz se quiebra, mi corazón ya no la siente presente, ya no la siente apretarme la mano cuando le hablaba cuando estaba en coma, ella me escuchaba... ella lo hacia.— Mami...

—Collet, cariño...

«La voz de papá. ¡La voz de papá!»

—¡Nooo!

—RIIIN

Doy un salto con el sonido de la llamada entrante en un celular, me siento de una vez en la cama, me falta el aire y me toco el pecho sintiendo mi corazón asustado y encogido al palpitar aceleradamente.

—¿Bueno?—contesta Hanniel a la llamada acariciando un ojo aún adormilado.

Veo el reloj pegado a la pared «2:25 am» 

—¿Que ocurre? —pregunta y su voz cambia y parece despertar por completo. 

Mi pecho sube y baja sin parar con mi respiración agitada, tengo la sensación de haber llorado mucho y los ojos están húmedos por las lágrimas. Su mirada se cruza con la mía y hago un puchero sin poder evitarlo teniendo presente mi pesadilla y el rostro de él que cambia drásticamente dedicándome una mirada que me hace saber que algo está mal, que le acaban de informar algo que me involucra. «Un mal presentimiento» 

Escucha a lo que le dicen desde el otro lado de la línea y aprieta el aparato colgando.

—¿Dónde diablos tienes tu celular? —me pregunta alterado.

¿Mi celular? Yo... «No sé» 

—¿Qué con mi celular?

—Collet...

—No sé, creo que en mi maleta. 

—¿En tu maleta? ¿quien te dice que andes tu celular en la maleta? —está molesto y toma un pantalón colocándoselo rápido— Vístete que nos vamos ahora.

¿Vestirme? me quito la sabana y me doy cuenta que estoy completamente desnuda, me levanto en un segundo y abro mi maleta colocándome lo primero que encuentro en lo que el hace mas llamadas dentro del baño. Rebusco mi celular y lo encuentro, lo enciendo y mi corazón se encoge con lo que la pantalla me muestra. 

"25 llamadas perdidas" Cinco de un numero desconocido, quince de tía Marlen y cinco de Sayda. La primera desde las ocho treinta pm. y la ultima hace media hora.

Se me helada completamente el cuerpo «No»

—¿Qué ha pasado? —le pregunto a Hanniel con lagrimas en los ojos cuando él sale del baño.

Me mira con vacilación, me le acerco con las manos temblando y le muestro la pantalla de mi celular. 

—¿Qué ha pasado Hanniel? —insisto. 

Tensa la mandíbula, lo piensa mucho observándome fijamente y al final lo dice.

—Ha habido un tiroteo —suelta acuchillando directo.

Todo se desmorona dentro de mí, una sensación de vértigo se apodera de mi ser y siento que las fuerzas se me acaban con las ultimas palabras que emite después de eso. 

Publicado el 5/02/2021

Nota de la autora.

Bueno... ¿Supongo que ahora es cuando les digo que lo mejor viene cerca? probablemente.

Acá sus opiniones sobre el capitulo.

Me ayudarían demasiado comentando, votando por el capitulo y recomendando la novela si les va gustando. 

Pido disculpas por no actualizar, la universidad me tiene muy consumida y pues escribir no es nada fácil cuando quieres que todo concuerde y nada sea incoherente.

Hasta el próximo capítulo...

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