Naruto
Respiro profundo, sé que hoy es el día, y aunque estoy seguro de querer hacerlo, los nervios me invaden. Hoy me vengare de Gaara.
—¿Estás bien? —susurra Kakashi en mi oído mientras me acaricia levemente los hombros—. Sabes que si quieres nos podemos ir.
—Estoy bien, entremos de una vez.
Kakashi me mira una última vez, pero como tiene tapado el ojo donde posee el sharingan, estoy seguro de que la máscara de ambu que tengo puesta le impide ver mis expresiones.
Empezamos a caminar lentamente, Kakashi asumió el cargo de Hokage hace unos meses. Aún recuerdo ese día, todos los kages fueron invitados, así que Kakashi tuvo que controlarse mucho cuando vio entrar a Gaara.
El día de su nombramiento yo evite lo más que pude a Gaara, aún no quería verlo. Pero sabía que si me lo topaba de frente no podría evadirlo, por eso no me despegue de Kakashi ni un solo momento. Pero hoy será diferente. Hoy haré sufrir a Gaara.
La puerta de la oficina del Kazekage se muestra ante nosotros, Kakashi trae puesto su traje de hokague y yo veo muy tentadora la idea de meterme entre su capa y no salir nunca. Pero no lo haré, debo acabar con esto.
—De verdad puedo traer a otro Anbu, no es necesario que seas tú.
—Cuando tu reunión termine, él intentará quedarse a solas conmigo, déjalo. Ahí comenzará nuestro plan.
—No quiero dejarte a solas con él —me susurra Kakashi como un niño pequeño que intenta convencer a sus papás de algo.
—Confia en mi Kakashi, te prometo que todo estará bien.
Kakashi me sonríe un poco por debajo de su mascara y mira a los lados, al confirmar que estamos solos se la baja y me sube la mía para comenzar un pequeño beso en el cual me transmite toda su confianza. Antes de separar nuestros labios me aprieta levemente el trasero y me sonríe pícaro mientras se sube su mascara.
Un pequeño sonrojo llena mi cara, lo hemos hecho muchas veces, pero este tipo de actos siguen dándome vergüenza.
—Entremos —digo colocandome la mascara correctamente.
Kakashi asiente y toca con el dorso de su mano la puerta.
—Pasen —se escucha desde detrás.
Kakashi abre la puerta y entra, yo lo sigo muy de cerca. En cuanto entramos, veo a Gaara. Él tiene su traje de Kazekage y está detrás de su escritorio.
Kakashi se sienta en la silla frente al escritorio y yo me mantengo parado a su lado. Gaara me mira de arriba a abajo, aún con la máscara estoy seguro de que me ha reconocido.
Nunca me había sentido tan incómodo, creo que deberé decirle a Kakashi que la ropa de Anbu debe de ser más holgada.
Kakashi carraspea para llamar la atención de Gaara y lo consigue.
—Hoy nos hemos reunido para actualizar los acuerdos entre Konoha y Suna —Gaara habla mientras le extiende algunos papeles a Kakashi —. Esto es lo que mi idea quiere, ¿Que quiere la suya?
—La aldea de la hoja no quiere nada en particular, pero no siente que este ganando nada al mantener los acuerdos con la aldea de la arena. Honestamente, yo como Hokage estoy pensando en modificarla severamente.
—Nuestras aldeas siempre han sido hermanas. No entiendo porque quieren actuar de esta manera.
—Kazekage, Konoha no quiere una guerra con Suna. Pero no vemos el porque debemos de seguir dándoles todo lo que ustedes no producen. Pienselo, sus tierras son áridas y casi nada crece, ¿Que tiene la aldea de la arena para ofrecerle a los habitantes de Konoha?
Agradezco tener la máscara en este momento, Kakashi me había dicho que negociarán el acuerdo, pero nunca me dijo que sería tan directo. Creo que él está haciendo sufrir a Gaara solo por gusto. Me muerdo un poco el labio, Kakashi se ve increíblemente sexy haciéndose el malo.
—Suna tiene plantas medicinales que no crecen en ningún otro lado. Si ustedes dejar de darnos suministros, nosotros les negaremos nuestras hierbas.
Kakashi sonríe por debajo de la máscara, creo que ya tenía pensado todo esto.
—¿Recuerda a mi alumna Sakura? —Gaara frunce el ceño —. Ella ha logrado cultivar todas sus plantas en Konoha, ella quiere comercializarlas con las otras aldeas, pero a petición de mi novio no le quitaremos a Suna su única fuente de ingresos.
Gaara está acorralado, se le nota en el semblante. Esto es peligroso, si bien Sakura ha logrado cultivar las plantas, solo lo ha hecho en pequeñas cantidades.
—¿Que quiere que mi aldea le de para que la suya nos siga dando suministros?
—Solo dos cosas, la primera, necesito que asignes una cantidad de ninjas para que estén bajo mis órdenes.
—Lo haré, ¿Qué es lo segundo?
Kakashi sonríe, puedo verlo por debajo de su mascara. Es esa sonrisa sádica que suele poner cuando está a punto de hacer una de sus travesuras. Es la sonrisa que pone cuando sabe que no debe de hacer algo pero aún así lo hace.
—Lo segundo es muy sencillo, en Konoha hay varios contenedores con setecientas toneladas de hojas. En cada uno de ellos hay una llave que está hasta el fondo. Pero las hojas son muy preciadas para mí, y aunque necesito las llaves, no puedo usar ningún justsu para quitar las hojas, estás deben de ser quitadas una por una.
Vaya, Kakashi está teniendo su propia venganza...
—Mandare un gennin cada mes para que le dé una llave al mes.
—No, quiero que tú vayas y lo hagas. El Kazekage debe demostrar que está dispuesto a sacrificarse por su aldea.
—¿Y si no lo hago?
—Cancelaremos de inmediato el trato y Suna no recibirá ningún suministro de Konoha.
Gaara tiene su mano en un puño. Él eleva un poco la mirada y me mira como si me pidiera que yo diga algo, pero no lo haré. Nunca más haré nada por Gaara, por la gente de Suna sí, pero por él no.
—Lo haré, iré en una semana a retirar el contenido del primer contenedor. Y apartir de ahí iré una vez por mes.
Kakashi se levanta y le ofrece la mano a Gaara.
—Tenemos un trato —dice alegre Kakashi y Gaara sin ganas.
Empezamos a caminar hacia la puerta, pero Gaara me jala de la manga del brazo y me mira serio.
—Debemos hablar —me susurra.
—Vengo como Anbu —contesto para no verme muy obvio.
—Seran solo unos minutos.
Kakashi ha detenido sus pasos, y me mira desde la puerta como esperando a que yo diga algo.
—Hablare con Gaara un poco, después iré a la habitación —le digo a Kakashi.
—No te tardes, recuerda que me pediste que hoy te la metiera con todo y huevos —Le hago una seña a Kakashi de que se calle, pero él solo sonrie—. No creo que al Kazekage le moleste el ruido, Naru. En fin, te espero en la cama.
Kakashi se va dejándonos solos. Gaara solo me mira molesto mientras un aura asesina lo rodea.
—¿De que quieres hablar? —pregunto.
—¿Son pareja?
—Si.
—Terminalo, te quiero para mí.
—No voy a terminar con Kakashi para andar contigo. Sí eso es todo lo que quieres, me voy de una vez.
Me doy la vuelta bastante dolido, Gaara no se muestra ni mínimamente arrepentido por lo que me hizo.
Justo cuando tomo el pomo de la puerta Gaara me abraza por la espalda. Mi cuerpo se tensa de inmediato, pero int nto pensar que es su manera de disculparse, hasta que siento como una de sus manos se cuela por debajo de mi pantalón e intenta encontrar mi entrada.
—Sueltame —le ordeno.
Él no hace caso y sigue buscando mi entrada. Debo respirar profundo para no vomitar por el asco que su tacto me provoca.
—Gaara si quieres acostarte conmigo y ser mi pareja detente ahora.
A él parecen causarle impacto mis palabras, saca su mano de mi pantalón y me voltea.
—¿Seremos novios?
—Quizas, si haces lo que te digo.
Gaara parece pensárselo.
—¿Qué quieres que haga?
—Mañana, a esta misma hora ven a la oficina y escondete en el armario. Yo vendré, pero tú no podrás salir hasta que yo te lo diga. Si sales antes nuestro acuerdo se cancela.
—¿Qué harás?
—Eso no es importante, solo recuerda que aún importar lo que escuches no debes de salir.
—¿Sí no salgo seremos novios?
—Lo seremos.
Los ojos de Gaara brillan por completo y una sonrisa ilumina su rostro.
—Tenemos un trato —dice emocionado tendiendome la mano.
—Tenemos un trato —repito estrechandole la mano.
Gaara no deja de sonreí, y yo también lo hago. Mi venganza comienza.
“Pobre, no sabe lo que le espera” pienso para mí mismo mientras lo miro.