CAPÍTULO 40

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Narrador omnisciente

USA, se encontraba cómodamente sentado sobre uno de los sofás en la sala de su casa, mientras se cubría por completo con una gruesa manta debido al intenso frío que había en toda la zona. Entre sus manos se hallaba un pequeño libro con sus las hojas algo maltratadas debido al paso del tiempo, mientras que en la portada de este se encontraba el título Вишнëвый сад escrito en el centro con grandes letras.

El estadounidense llevaba toda la mañana tratando de leer aquella obra literaria, sin embargo, su concentración era constantemente interrumpida debido al pequeño cachorro que jugaban con una pelota de tenis mientras rodaba por la alfombra que había a los pies de aquel mueble. Desde que le habían obsequiado aquel animal, su animo había mejorado considerablemente, adoraba tener compañía diario y más durante esa fecha que se considera especial para la mayoría, ya que después de todo, era lindo tener a alguien con quien pasar la navidad.

De pronto, el timbre de su casa comenzó a sonar, provocando que aquel chico se sorprendiera un poco, ya que a pesar de que faltaban unas cuantas horas para aquella celebración, no esperaba recibir visitas. El cachorro comenzó a ladrar advirtiendo sobre la presencia de alguien desconocido afuera, por lo que en cuestión de segundos, USA se levantó de su asiento y comenzó a caminar hacia la puerta para abrirla lentamente.

USA - H-hola... ¿Qué haces aquí? - Preguntó un poco tímido al ver a aquella alta figura justo frente a él

Fin - Bueno, en realidad vine a ver cómo estabas... - Habló con una pequeña sonrisa en su rostro - ¿Puedo pasar? 

USA - Ehh claro, no esperaba tener visitas, pero adelante! - Se colocó a un costado de la entrada para que el contrario pudiera avanzar hacia el interior de la casa, cerrando la puerta su paso - Bueno... ¿Quién te dio mi dirección? - El finlandés se puso un poco nervioso ante esa pregunta, sin embargo, trato de seguir con su actitud normal para no inquietar al menor

Fin - En realidad... le pregunté a Estonia y supongo que a él se lo dijo Rusia - Ambos chicos comenzaron a caminar de vuelta a la sala de estar mientras seguían hablando 

USA - Rusia... hace tiempo que no hablo con él - bajó un poco la mirada mientras mencionaba aquel nombre - ¿Es por eso qué viniste?

Fin - No no, tú no te preocupes por él, no sé qué fue lo que pasó entre ustedes y no vengo a molestarte ni nada - Esta oración logró tranquilizar al de cincuenta estrellas, no quería que todos se enteraran de lo que ocurrió aquel día

En cuanto llegaron de vuelta a la sala, el pequeño San Bernardo fue corriendo hasta el escandinavo y comenzó a saltar en dos patas mientras agitaba su cola de un lado a otro tratando de llamar la atención de aquel chico a quien nunca había visto antes y que por alguna razón tenía olor a algún otro animal 

USA - Eyyy abajo! No lo molestes - le ordenó a su mascota, la cual simplemente lo ignoró y comenzó a lamer la mano del finlandés esperando a que este lo acariciara

Fin - No te preocupes, no sabía que tenías un perro - Dijo mientras pasaba su mano sobre el suave pelaje del animal quien se sentó a su costado 

USA - Mi hermano y Japón me lo regalaron hace unos días, pero aún no logro hacer que se comporte

Fin - Bueno, acabo de volver del refugio de animales, tal vez por eso que intenta olerme - Afirmó mientras tomaban asiento en el sofá 

USA - ¿Qué hacías ahí? - Preguntó con curiosidad ganándose una pequeña risa del contrario

Fin - Suelo ir en mi tiempo libre, la encargada del lugar es un poco mayor y trato de ayudarla en lo que puedo 

USA - Oww eso es muy lindo! sabía que te gustaban los animales, pero no creí que tanto...

- A tu lado estoy completo - Rusame Countryhumans - Where stories live. Discover now