CAPÍTULO 31

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Narrador omnisciente
Las horas pasaban y el día poco a poco comenzaba a acercarse a su final, trayendo consigo, aquellas tonalidades anaranjadas que decoraban el cielo con suavidad, mientras que una ligera brisa mantenía en movimiento a las ramas de los enormes árboles que le daban vida a los alrededores de aquel hermoso lugar, el cual tenía una vista digna de admirar, que sin lugar a dudas, hacía que aquellas tierras parecieran sacadas de algún cuento de hadas.

El grupo de amigos había estado dedicando los últimos días para realizar toda clase de actividades que les ofrecía aquel sitio, desde esquiar hasta montar a caballo, y a pesar de que sin lugar a duda había sido una de las experiencias más divertidas y agradables de sus vida, aún les falta algo muy importante por hacer, ver las auroras boreales

Fin - Estonia, ¿Ya tienes tus cosas listas? - cuestionó sin mirar al contraído, mientras que empacaba un par de mantas y demás cosas en una maleta pequeña - Tenemos que reunirnos con Rusia y USA.... ¿Estonia?

Est - L-lo lamento... Pero creo que no podré ir - aquel chico se encontraba cómodamente recostado en una de las camas de la habitación, mientras que un montón de cobijas y cojines lo cubrían de pies a cabeza, haciendo que su voz apenas y se lograra escuchar

Fin - ¿Pero ahora que estás diciendo?, hay que darnos prisa para llegar a la colina antes de que anochezca - no obtuvo respuesta de su contrario, por lo que después de un par de minutos de espera, se decidió por dejar de lado lo que estaba habiendo para dirigirse directamente a aquel pequeño bulto en la cama, el cual a su parecer se veía como alguna clase de oruga envuelta en su capullo - Vamos, ¿qué es lo que tienes?

El nórdico comenzó a dar leves empujones tratando que el europeo reaccionara de alguna manera, sin embargo, al ver que esto no funcionaba, se decidió por levantar la gran cantidad de mantas que lo envolvían, notando así, como aquel chico estaba hecho bolita mientras que abrazaba sus piernas con fuerza

Fin - ¿Estas bien? - el rostro del menor tenía un ligero sonrojo en sus mejillas y había una mueca de dolor - ¿Te pasa algo?

Est - Estoy bien... Es solo que me siento demasiado cansado...

Fin - Bueno, supongo que eso es porque hemos estado haciendo bastantes cosas en los últimos días, es normal que no tengas energía

Est - No me refiero a ese tipo de cansancio... Simplemente no quiero ni moverme - su voz se escuchaba completamente desanimada, lo que causo que el finlandés comenzara a preocuparse por el estado de salud del contrario

Fin - Dime ¿te duele algo o sientes alguna otra cosa? - preguntó mientras que comenzaba a buscar entre sus cosas algo que le ayudara a tomar la temperatura del europeo

Est - Me duele la cabeza, y tengo mucho frio... - mencionaba por lo bajo sin ningún tipo de ánimo

Lõvi, al ver el malestar de su dueño, no hizo más que llegar a cama de un solo salto, para después acurrucarse cuidadosamente a su lado mientras que soltaba un par de ronroneos

Fin - bien, usa esto. Mientras yo iré a la recepción a buscar alguna medicina para ti - habló mientras le entregaba un pequeño termómetro a Estonia, y sin más salió de la habitación

Narra Estonia

Esperé un par de segundos antes de levantar mi vista ligeramente, dándome cuenta que Finlandia se había ido, por lo que quité el montón de cobijas que había sobre de mí y me levanté de la cama con prisa. De pronto, escuché como Lõvi comenzó a maullar insistiendo en que lo mirara, mi pequeño gatito estaba dándole ligeros golpecitos con su pata a una especie de frasco, el cual contenía nada más y nada menos que chocolate caliente, el cual nos habían traído hace un rato, y que para mi suerte, ni siquiera lo habíamos tomado debido a su alta temperatura

- A tu lado estoy completo - Rusame Countryhumans - Where stories live. Discover now