CAPÍTULO 17 - Nuestra hermosa noche de amor. [+15]

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Mirabelle y Glory entraron por la puerta algo serias. Había algo inquietante que procesar. ¿De verdad aquella joven que lucía tan amable era esa clase de persona? De verdad debían tener cuidado con lo que estaban haciendo.

Cuando una cosa parecía algo resultaba ser otra cosa y si ellas no lograban darse cuenta de ello en el debido tiempo, entonces, podrían estar acabadas.

La señora Barton las recibió directamente en la puerta, las chicas miraban expectantes, Anne por supuesto también, había estado casi tan nerviosa como la señora Barton y en primera instancia se asustó por esas caras serias.

Las chicas no se involucraban mucho con Mirabelle y Glory a excepción de Anne quien era cariñosa con ellas.

¿Qué sucedió? —Preguntó la mujer nerviosa a las chicas, estas confundidas le miraron, ya le venía casi un ataque.


El señor Barin Dunne apareció en la puerta y la señora Barton se le abalanzó con preguntas de todo tipo, el señor Dunne hizo una mueca de gracia y la calmó.


Querida, tranquila, todo salió simplemente espléndido —Dijo—estas jovencitas, ¡son oro! Merecen un premio por lo bien que lo hicieron —sonrió, Anne exhaló con alivio y algunas chicas sonrientes saludaron a las chicas, otras, simplemente les ignoraron al verlas llegar.

La señora Barton tomó a Dunne del brazo.
¿Quiénes? —Preguntó interesada.
¿Quiénes qué? Querida, todos están bien, pero, ¿qué importan ellos?, ¡estoy yo aquí, tu amado!
—¡No! Barin, ¿a quiénes hablaron las niñas? —
Interrogó.
Alger Bryant y Loren Kerry —Nombró el señor Barin mientras se acomodaba el traje.
Son peces gordos —Susurró la mujer.
Así es... y fue sin saber —Declaró orgulloso.
Qué talento natural tienen estas jovencitas... —Murmuró Barton para separarse de Barin y saltar sobre las chicas, les lanzó un abrazo apretado como nunca y les besó ambas mejillas. Ambas chicas sonrientes sin saber qué decir soltaron una risita.
Supongo que lo hicimos bien... —Comentó Glory feliz. Mirabelle le acarició la mejilla.
Claro, que la señora Barton nos abrace... es raro —Añadió la pelirroja.
Estoy orgullosa, chicas —Les dijo Anne sonriente acercándose. Ambas le devolvieron el gesto.
Pero... ¿por qué regresaron tan rápido? —Preguntó la señora Barton confundida.
Clara Kerry... —Dijo el señor Dunne acercándose con expresión preocupada.
¡Oh por Dios!, ¡es obvio! Si es Loren es Clara, ¿cómo no les advertí? —Se dijo para sí misma.

Las chicas se miraron entre sí sin entender y Anne parecía confundida.
¿A qué se refiere? —Les susurró Anne.
A una loca —Soltó Glory asustada.
¿Una loca? —Reiteró Anne.
Una loca —Afirmó Mirabelle.
Vamos, chicas, explíquenme siquiera —Expresó frustrada.
Es larga historia, mañana te podremos decir —Dijo Mirabelle, mirando fijamente a los ojos de Glory. Quería hablar con ella y esa noche era para ellas. Glory sin entender esa mirada simplemente bostezó.

La señora Barton y el señor Dunne se murmuraron unas cosas con entonación alterada.
Regresaré a casa... no sé en qué más puedo colaborar —Dijo el señor Barin a la señora Barton, esta asintió y le palmoteó la espalda.
Pensaré en algo —Expresó. Y lo llevó hasta la salida. Se despidieron de un beso en la boca el cual Anne censuró con su cuerpo. Todas las chicas giraron la cabeza a la mesa, era mejor ver una mesa que ese beso horrible.
Cuídense —Se despidió Barin.
Gracias —Correspondió la señora Barton.
Adiós señor Dunne —Dijeron Mirabelle y Glory al unísono. El hombre asintió feliz y la puerta fue cerrada.
Bien... chicas, sólo vayan a descansar —Indicó la señora Barton exhalando hondo—debo pensar, así que todas a dormir temprano—ordenó, y a pesar de que alegaron con una protesta debieron obedecer.

ORFANDAD♟️[EN HIATUS] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora