CAPÍTULO 12 - La desgracia de un pobre pajarito.

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¿Qué es, niñas...? Me están poniendo nerviosa... —Dijo la señora Barton mientras tragaba hondo.
—Señora Barton esto es... realmente delicado...

La mujer no lo comprendía, ¿qué podía ser tan delicado como para no decirlo directamente?, ¿y aquella reacción de Glory Lowell?, ¿qué la justificaba? ¡Debía ser algo grave! No consideró prudente subestimar algo de lo que se tuviese tanta consideración y prudencia. Era algo complicado, ya se lo olía y tenía que ver con los hombres. En su mente experimentada, la mujer ya podía estar percibiendo que seguramente se trataba de un abuso sexual, pero aún así, quería escucharlo directamente de ellas. No podrían continuar como si nada sin aclarar aquello así que lo pensó bien, las escucharía, comprendería, respetaría y les entregaría una decisión.

Por favor, explíquenmelo... —Suspiró—no quiero que se formen malentendidos y... si es algo tan delicado, ustedes... deben decírmelo, con total sinceridad.
Las chicas se miraron entre ellas, Glory ya lucía más compuesta, acomodó su postura como se le había enseñado y decidió ella hablar, sentía que era su responsabilidad clarificar las cosas y no podía esperar que Mirabelle fuese su voz en todo, no siempre podría ser así, eso ella lo intentaba asimilar y cada día, de una forma u otra intentaba alivianar ligeramente la carga de Mirabelle, ya no eran unas niñas.
Señora Barton... yo fui violada en el Grace of God... y no soporto a los hombres, me aterran, les guardo desprecio y no estoy segura de cómo podré seguir adelante con esto... —Se sinceró.

La mujer dejó unos segundos de silencios y reflexionó, la empatía le llegó al corazón. Recordó aquellos eventos cuando tenía 6 años, en la granja de su padre, a las afueras de Londres. Un primo de su padre, había llegado a trabajar allí en el negocio familiar, una granja que por generaciones se habían encargado de cuidar y trabajar, eran hectáreas y hectáreas, lo recordaba como si hubiese sido ayer. No podía olvidarse del sol cálido y reconfortante de las mañanas, de la sonrisa de su padre, del amoroso pecho de su madre. Un día, el primo de su padre tuvo una discusión con él, y fue echado del lugar, mientras ella jugaba en el granero, el hombre entró silenciosamente y abusó de ella para vengarse de su progenitor. Aquel asco, dolor y miedo... jamás pudo vengarse ni decirle a nadie lo que había pasado. "Si dices algo, quemaré todo este maldito lugar", esas fueron las palabras que a una niña de 6 años le impidieron hacer justicia.

Lo comprendía perfectamente. Ella había continuado adelante y ese hecho despreciable había quedado en el olvido. Su vida había sido trágica y un abuso sexual había sido la pincelada del sufrimiento que había tenido que vivir. Pero... lo pensó bien. Una niña como Glory, había crecido en un ambiente cerrado de un orfanato, toda su realidad estaba en esas cuatro paredes. Un orfanato de niñas, en donde casi el total de pertenecientes a la institución eran mujeres. La única referencia masculina había sido ese desgraciado, era normal que la pobre joven tuviese tanto resentimiento y rechazo. ¿Qué podría hacer entonces...? No había otra opción más que trabajar con los hombres.

Querida... no diré que lo siento. Porque sé que la compasión te hará arder la sangre, ¿sentir qué?, no mereces lástima. No me malinterpretas. Jamás te culparía de algo como eso. Pero la lástima nos hace débiles. Nos relaciona e identifica con el dolor. El apoyo es la superación. Jamás te identifiques con algo que no te pertenece, que no elegiste y que se te fue impuesto —. Declaró—Pero debes tener en claro, que ustedes han aceptado este trabajo—se acercó y le elevó gentilmente el rostro, la miró fijamente en esos ojos cristalinos en los que se veía reflejada ella—y harás pagar a quien te dañó querida. Lo harás pagar. Pero siendo una huérfana olvidada, no te dará ningún poder y aunque suene triste deberás aprenderlo. El dinero, es poder, los hombres en esta sociedad también son poder, ten ambas cosas y te convertirás tal vez en alguien invencible. ¿Tienes miedo, querida? Lo entiendo. Pero creo que es más aterrador, regresar a la miseria de esas calles y vivir como las ratas. O prostituirse, como las chicas de esta casa. ¿Qué eliges entonces?, ¿vivir apegada a un dolor o renacer en base a el...?

ORFANDAD♟️[EN HIATUS] Where stories live. Discover now