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Una semana.... Una maldita semana en la cual no había conseguido ninguna clase de información del paradero de Amane, toda esta situación me está volviendo loco de forma lenta y dolorosa.

Senjuro al igual que yo apenas come y duerme, intenta ayudarme con lo que puede.... Me dice que cada vez que va al colegio observa todas las calles por las cuales pasa por si llega ver alguna pista y realiza el mismo procedimiento cuando se devuelve a casa.

Lo único bueno de toda esta situación es que Koemi ya fue dada de alta, posee algunas vendas en su cuerpo, pero eso no le impide buscar a su mejor amiga junto con Obanai.

¿Dónde puede estar mi mujer?

Debí ser más precavido.... Más fuerte a la hora de protegerla.

Pero tomé todo a la ligera una vez más.... Y puede que su vida esté en peligro.

Si es que aún está viva.....





No.....no  puedo pensar así.... Debo ser fuerte por ella y por Senjuro, no puedo mostrar debilidad alguna.

Llamé a Sanemi para saber si había logrado encontrar alguna pista, pero una vez más su respuesta fue negativa.... Fue lo mismo con Shinobu, Obanai, Mitsuri y los demás.... Cada día que pasaba mis esperanzas se volvían más débiles. Deseaba golpear todo lo que se encontraba a mi alrededor, destruir a todos mis enemigos de una vez por todas.... Pero estoy atado, por desgracia no puedo realizar ningún movimiento o podrían matarla.... Podrían secuestrar a Senjuro.

Les mandé un mensaje a mis hombres de mayor confianza para que reforzarán aún más la seguridad de Senjuro, si ahora lo pierdo a él no se qué haría.

Me levanté de mi asiento, caminé hasta la vitrina en la cual guardó todos mis licores. Tomé el primero que mi vista encontró, se trataba de uno de los más fuertes que poseo. Saqué la botella, me volví a sentar en mi lugar, serví un poco en un vaso y lo bebí de un solo sorbo.

Iba a rellenar mi vaso cuando la puerta de mi despacho fue abierta de forma brusca, mis hombres intentaron detener a la persona que se atrevió a ingresar a mi territorio.  Sus cabellos plateados bastante largos y sus ojos celestes no permitían que ninguno de mis hombres la intimidaran. Si alguno de ellos se acercaba a ella para retenerla, se soltaba de su agarre con mucha facilidad y los lanzaba al suelo, como si mis hombres no pesaran absolutamente nada.

Aquella mujer, con aura desafiante se acercó a mí mientras empujaba a mis hombres que se atrevían a detenerla.

—¿Dónde demonios está?

Con una mano me tomó con fuerza de la corbata para así atraerme hacia ella. Le hice un gesto con la mano a mis hombres para que no se moviera.... En los ojos de ella podía apreciar que no iba a dañar a nadie a menos que tuviese una buena razón.

—¿De quién estás hablando?— le pregunté de forma sería mirándola a los ojos.

—No te hagas el idiota, se absolutamente todo lo que está sucediendo aquí..... ¿Dónde está mi hermana menor? ¿Dónde está Amane?

Tras decir su nombre, los ojos de ella brillaron un poco, estaba intentando aguantar las ganas de llorar, no deseaba perder a la única persona importante en su familia.... La única que le quedaba.

—Lo lamento... No lo se, estoy haciendo todo lo posible para encontrarla.

Me soltó de golpe molesta, sabía a la perfección que deseaba golpear algo, todos mis hombres se encontraban atentos por si trataba de tramar algo hacia mi persona.

—¿Eres Gina verdad?— al escuchar eso inmediatamente me miró a los ojos.— Amane siempre habla de ti con cariño.

—Como ella hable de mi en estos instantes es lo menos relevante..... Lo que en verdad importa es donde ella está..... Porque está con la mafia y no con papá...

—Eso es una larga historia.... Tu papá le debe mucho dinero a distintas mafias, a la última a la cual le pidió dinero fue a la mía y como incentivo para que pagase, le dije que me entregara a su hija menor.

—Pero ese maldito se fue con el dinero y todo, dejando a Amane sola con la mafia.... Con razón jamás pude contactarme con él y Amane no decía nada sobre el asunto.

—Porque ella deseaba que te concentraras en tus estudios, que no te preocuparas porque está en buenas manos.

—¡Si estuviera en buenas manos, ahora ella no estaría desaparecida! ¿Y si ahora ella está muerta? Perderé a la única persona que realmente amo de mi familia.

Me rasque la cabeza con gran estrés, no pensé que Gina se enteraría de todo esto con tanta rapidez.... Quizás porque su hermana no le ha estado contestando a sus llamadas y mensajes, que a lo mejor se comunicó con Koemi y ella le explicó todo.

Los tacones de la peliplateada sonaban fuertemente por toda la habitación, provocando que todos los presentes, incluido yo nos colocaríamos nerviosos.

—¿Y qué vas hacer al respecto?— me preguntó con molestia.

—Estamos haciendo todo lo posible para encontrarla.... No hemos descansado ni un segundo.... Amane es muy especial al igual que para ti.

—¿Por qué sería especial para ti? Tú solo la ves como una garantía por si el idiota de mi padre no te paga.... Y todos aquí sabemos que jamás te va a pagar.

—Amane para mi no es un objeto.... Para mi ella es ....

—¿Qué es mi hermana para ti?

—Es mi mujer, yo la amo.... Le he tomado un gran cariño desde que llegó a esta casa, le ha brindado un toque totalmente distinto, su sonrisa ha iluminado a este oscuro hogar..... Y no solo a eso, si no que también a mi corazón.

Los ojos de la mayor de los Hisakawa me miraron de forma fría, analizando todos mis gestos y movimientos en busca de alguna mentira, pero al darse cuenta que ninguna de mis palabras eran mentira, su rostro se suavizó de forma lenta e incluso sonrió un poco.

—Me alegra que mi hermana haya encontrado a un hombre que la ame tanto.... Pero eso no significa que no tenga ganas de golpearte.

Tanto Gina cómo yo no pudimos evitar reír ante eso, si ser golpeado por la hermana de Amane era necesario para poder tenerla a lado....iba a dejar que ella me golpeara todo lo que quisiera.

La puerta de la habitación una vez más fue abierta, uno de mis hombres entró agitado con un sobre algo arrugado en una de sus manos.

—N-Nos acaba de llegar esta carta.... Es sobre quién tiene a la señorita Hisakawa.











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Eres mía. [Rengoku X Oc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora